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Las trampas de la imagen. Un Balance del primer Sexenio del Gobierno de Uribe 2002-2008 (página 2)



Partes: 1, 2

En el proceso,
convencido de ser un predestinado, se dedicó a cultivar
una amplia base social de popularidad yendo, así, de
lejos, más allá de las funciones y
competencias
de un presidente institucional. Normalmente, los presidentes, al
manejar su poder, saben
que sus facultades están limitadas por la Constitución, las leyes y la
Cultura
política.
Pero, como Uribe, de presidente institucional pasó a
líder y
de líder a salvador de la nación,
se olvidó de los problemas de
límites
y limitaciones a su gestión.

Es claro que Uribe quiere y desea y busca un tercer mandato o
una segunda reelección o llegar a ser Primer Ministro en
un posible sistema
parlamentario de gobierno y sabe
que en su condición de líder y de Salvador puede
lograrlo. Para esos efectos, desde su primer mandato
empezó a cultivar una popularidad que, como
comodín, le ha servido para todo, menos para construir
democracia. Ya
con su primera reelección dio un paso adelante en
“la alta personalización de la política en el
país, exacerbada en la figura del presidente reelecto,
para cuya reelección se modificaron las reglas de juego
(mientras el juego mismo se realizaba) y cuyo estilo de liderazgo y de
gobierno ha expresado un fuerte sentido mesiánico”.
(Duque Daza, Javier, 2007)

…….
Seguridad: Cuando una Palabra significa muchas
Cosas……. (3)

Dos notas caracterizan la noción uribista de Seguridad
democrática. La primera nos anuncia que se trata de una
Seguridad de clase. Es “la Seguridad como
tranquilidad del capital y de
sus diferentes maneras de control”.
(Fruhling, Michael, 2003) Es la Seguridad para las distintas
fracciones del capital, sus patrimonios y familias, para la gente
con capacidad de comprar servicios
turísticos, para los terratenientes y hacendados y para
los inversionistas extranjeros y nacionales. Para el resto de la
población se oferta y
mercadea una Seguridad simbólica, el sentimiento de
sentirse miembro de una sociedad en la
que parece que existe “gobierno”.

Si EL Leviatán dijo, “dadme tu libertad a
cambio de
seguridad” (Hobbes Thomas,
1556), Uribe ha agregado, “dadme tu libertad a cambio de
seguridad y democracia”.

La otra nota, en cambio, tiene un carácter ideológico y con
ella se busca ocultar la anti-democracia real mediante el uso
reiterado en el discurso de la
palabra “democracia”. Pero, como la seguridad tiene
un precio
moral y
político, que es muy alto, Uribe invita a la sociedad a
que lo pague renunciando a las pocas reservas de libertad y de
democracia que haya podido ahorrar dedicando ese capital a
engrosar su popularidad.

Es claro que en la vida social la seguridad basada en el Estado como
fenómeno de fuerza
legítima, es necesaria, más no suficiente.
Necesaria es, por ejemplo, una seguridad que garantice, en la
concepción y en la práctica social, la existencia
de un Estado
democrático. Necesaria también lo es una sana
seguridad fáctica policial, pero en la medida en que sea
una seguridad para toda la ciudadanía. Por otra parte, está la
seguridad integral, que es un ideario que evoluciona a la par y
de la mano de las libertades reales, pues ¿Qué gana
un ciudadano al que el Estado protege con uno de sus fusiles, si
no tiene empleo, ni
acceso a los servicios de salud, educación y seguridad
social?

Entonces, al otro lado de la idea uribista de Seguridad,
también existen otras opciones de Seguridad y de
Convivencia.

.………. Comunicación
y Sociedad. ……(4)

Cuatro elementos conexos han hecho parte de la
Estrategia
central de Comunicación del Gobierno de
Uribe.

Primero: La ya costumbre de ocultar y cubrir y
tapar
un hecho grave, que personalmente lo pueda afectar,
con otro más o igualmente grave orientado a desacreditar,
intimidar y hasta comprometer en lo judicial a sus contrincantes
y opositores. Con conductas así, ha buscado
siempre provocar un sorpresivo Golpe de Opinión.

Segundo: El empleo intensivo de los resultados del
golpe de Opinión para alimentar su Política de
Seguridad democrática presentándola como una
Estrategia a toda
prueba, altamente eficaz, intrínsecamente bondadosa,
democrática y patriótica y cooperada siempre con la
ayuda de Dios, de la Virgen y la eficiente colaboración de
la ciudadanía.

Tercero: La incorporación del anterior
discurso, esquemático, simplista y efectista, al examen
del hecho que busca “patasarribiar”

Y Cuarto: la apelación permanente a la trampa de la
imagen o de la
realidad invertida
para que la gente vea en los opositores a
la Seguridad democrática a terroristas peligrosos y no a
ciudadanos en ejercicio de la crítica
democrática.

……………
Realidad e
Imágenes……………
(5)

Completado el círculo que va del Golpe de
Opinión a la arcádica representación
colectiva de la Seguridad democrática y de ésta a
la cerrada validación social de las políticas
del gobierno, Uribe y los Medios
enjaularon al país en la trampa de las imágenes.

A este respecto se hace necesaria una primera
distinción entre realidad y su imagen o
representación
. (Moscovici Serge; Farr Robert M,
1984). En la investigación
social esta distinción es epistemológica,
teórica, metodológica y técnicamente
válida.

La que sí no es válida, por la trampa que
encierra, es la ideologización de la realidad que, a
través de distintos dispositivos, conduce a que la gente
asuma como realidad lo que no es más que su imagen o
representación.
Que se nos entienda bien. En este
caso lo cuestionable no es la imagen en sí, sino la
trampa, es decir, el asumir la imagen de un fenómeno como
si fuese su realidad. Es esto lo que llamamos la trampa de
las imágenes.

Por otra parte, tampoco se puede olvidar que en esa
relación realidad-imagen, ésta, por lo general, no
se corresponde con aquella sino que o la excede maximizando su
estatuto de realidad o se queda rezagada
disminuyéndolo.

……………Aventurando
Hipótesis…………
(6)

Iniciamos esta parte del Atisbos, la que se refiere a la
dimensión simbólica, con una
hipótesis válida para el conjunto del
trabajo. La
podemos formular así: Durante el gobierno de Uribe lo
comunicado
y publicitado ha sido más abundante e
importante que lo efectivamente realizado, es decir, que
lo proclamado ha ido más allá de los resultados
objetivos y
efectivos de su gestión. Sin embargo, el imaginario
colectivo que se ha extendido reza y proclama lo contrario: Que
ningún gobierno en la historia del país ha
hecho lo realizado por Uribe en casi todos los ámbitos de
la vida nacional.

Sobre la Seguridad democrática Atisbos ya tomó
posición: Por cierto, que en los dos últimos
años, sobre todo, las Farc han
sufrido serios reveses mas sicológicos, publicitarios y
morales que militares o cómo llamar eso de perder a un
miembro del secretariado mediante la invasión territorial
a un país amigo, a otro asesinado por su propio jefe de
guardaespaldas y a un tercero que contra la ley de los
puñales, falleció en su propia cama? Los uribistas
partidarios de la guerra total,
en materia de
resultados deberían estar exigiéndole mejores y
mayores resultados al gobierno que ha agenciado la estrategia
ofensiva de guerra más costosa que habido en la historia
del país.

Levantamos enseguida tres subhipótesis,
así:

Una primera nos dice que, si al cumplir su primer sexenio,
Uribe ha logrado colocar a sus pies a la sociedad, a la
política y al Estado -control mediático casi
absoluto de la sociedad, personalización cada vez
más extrema de la política y uribización del
Estado – ha sido porque ha sabido mantener y alimentar la
esperanza de un país sin guerrillas o con ellas
descompuestas y en situación de casi necesaria
capitulación. Tras ese objetivo, el
país se le ha rendido no al Uribe presidente sino al Uribe
superstar.

La segunda subhipótesis nos señala que todo lo
ha venido logrando al mantener siempre en crecimiento permanente
su popularidad. Esta que empezó en la sima en enero del
2002 (7% de la intención del voto) llegó a la cima
en julio del 2008 (94.1 de favorabilidad). Para el presidente,
popularidad no ha sido igual a legitimidad ni a desarrollo de
la democracia sino, más bien, estratagema personal de lucha
política y comodín que lo ha sacado de todo
apuro

La tercera subhipótesis, en cambio, destaca que, dada
su amplia e histórica popularidad y dadas las maneras
antidemocráticas como la ha hecho jugar, todavía
posee un apreciable margen de acción
para darle salida, por una vía política, a los
enormes conflictos
judiciales e institucionales que ha generado. Hasta ahora casi
todo le ha salido a pedir de boca, excepción hecha el no
haber podido zafar del todo a sus colaboradores del enredo del
cohecho y la
rebelión de las Cortes contra la deshilvanada propuesta de
reforma judicial. Amanecerá y veremos, por ejemplo,
cómo se quita de encima la molestia de una segunda
reelección apelando a un sistema semi-parlamentario de
gobierno.

.…………….
Las Trampa de la Imagen……………
(7)

Colocar la realidad patas arriba de tal forma que los
contrincantes asuman su imagen como si fuese la realidad
misma, es la esencia de este juego, que también
podría llamarse “el juego de la realidad
invertida”. Que el salvajismo de las motosierras paras se
diluye y evapora cuando se considera la pertinencia, hasta
ética,
de su causa ligada a apalancar a un Estado impotente en la lucha
contra las guerrillas; que la Yidis del cohecho no fue más
que una criminal que se tragó entero el Código
penal; que la Corte Suprema de Justicia al
investigar, juzgar y condenar a los congresistas incursos en
para-militarismo arrasó con el Estado de
Derecho; y que la liberación incruenta de quince
diputados es la prueba más sólida de que la derrota
de las Farc se encuentras a la vuelta de la esquina, constituyen
afirmaciones en las que las imágenes sobre
fenómenos reales se asumen como si fuesen la realidad.

Este lúdico pasatiempo se juega desmontando las piezas
básicas de una realidad dada pasando luego a recomponerla
y resignificarla al amaño de las necesidades e intereses
de quien detente las relaciones de poder. En el caso de este
juego, el quid picante del asunto radica en una serie de jugadas
racionales, con las que se coloca la realidad “patas
arriba”, pero sin que los otros jugadores lo adviertan. Se
avanza en el juego, primero, tapando, velando y ocultando hechos
objetivos y, segundo, poniendo en circulación
imágenes, que presionen por una interpretación subjetiva distinta de la
realidad que se está encubriendo. Finalmente, gana la
partida el jugador que sea capaz de convencer a la gente de que
su imagen del fenómeno es el fenómeno
real.

En un juego como éste tres ayudas han emergido como
esenciales: 1. La del discurso ideológico orientado a
tapar, velar y encubrir; 2 La de las riquezas de sentido y de las
cargas simbólicas; y. 3. La de los Medios de
Comunicación.

En ese juego de la realidad invertida, Uribe como que a todos
nos ha ganado.

…………….Uribe,
la Ciudadaníay las
Guerrillas…………. (8)

Además de las poderosas dinámicas puestas en
juego por los paramilitares, a las que haremos referencia en la
última parte de este Ensayo, y de
la eficacia perversa
de las Trampas de Imagen, en cuyo manejo el gobierno de Uribe ha
sido un artista, la desbordada popularidad de Uribe se explica
también por las airadas reacciones de la ciudadanía
en contra de las guerrillas, así como por la Estrategia
ofensiva de Seguridad democrática que puso en
acción.

Podría decirse que la amplitud e intensidad de las
rabias y reacciones ciudadanas contra los cilindros de gas han sido
directamente proporcionales a las adhesiones de la
población a la causa de la Seguridad democrática.
Entonces, mientras mayor ha sido el odio de la ciudadanía
a las guerrillas, a los cilindros, a las minas quiebra-patas, a
los secuestros y a los crímenes de lesa humanidad, mayor
ha sido su adhesión y apoyo al gobierno de Uribe.

…………….Ni el
anti-institucional
Bolívar quiso
Repetir.………. (9)

Pero, ¿en dónde se quedó el Simón
Bolívar de
Alvaro Uribe Vélez? Anti-reeleccionista radical, no
obstante las grandes y tremendas hecatombes decimonónicas,
el Libertador nunca pensó que él y sólo
él fuese el único capaz de enfrentarlas. Bolivar y
Sandanter, con frecuencia, han sido impugnados por haber
concentrado en sus manos e ideales un enorme poder
institucional.

Esto no obstante, esta impugnación amerita una mirada
histórica. En nuestra sociedad, entre 1819 y 1850 se
echaron las bases de un nuevo Estado, el de la Nueva Granada, con
sus mitos
fundacionales, sus imágenes, sus promesas y crudas
realidades. Esto no obstante, hasta bien entrado el siglo XIX
nuestros dirigentes continuaron teniendo en el Estado colonial
español el
referente central de las reglas de juego y de la cultura
política. Este es el asunto que tiene que enfrentar todo
estado en nacimiento y en sus primeras etapas de
formación, el de los grandes vacíos
institucionales. (Humberto Vélez, 2008).

Esto no obstante, al abrir las sesiones del Congreso de
Angostura, Bolívar manifestó el 15 de febrero de
1819: “La continuación del poder en un mismo
individuo,
frecuentemente ha sido el término de los gobiernos
democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en
los sistemas
populares porque nada es tan peligroso como dejar permanecer por
largo tiempo en un
mismo individuo el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerlo y
él se acostumbra a mandarlo, de donde se originan la
usurpación y la tiranía. Un justo celo es la
garantía de la libertad republicana y nuestros ciudadanos
deben temer, con sobrada justicia, que el mismo magistrado que
los ha mandado mucho tiempo los mande siempre.

(Bolívar Simón, 1819)

…………Cuando
la Popularidaddeja de ser
Democracia…….. (10)

En la línea de acción que queremos resaltar,
Uribe, ignoramos mediante qué tipo de acuerdos,
empezó exportando a Estados Unidos el
estorbo de los jefes paras, y subió en las encuestas y
aumento su popularidad. Pasó luego a la
para-política, desmontó la posibilidad de una
reforma política, que blindara a la institucionalidad
contra la violencia
paramilitar y trepó más en los índices de
favorabilidad y, triunfante, la popularidad continuó
serpenteando hacia la cima de las estadísticas.

Trasladó luego la pelea a la Corte Suprema de Justicia
y al ver que allí no tipificaban ni coartadas ni chantajes
sino un evidente cohecho personal, le dijo pro-terroristas a sus
miembros y le pasó la queja a una masa ciudadana emotiva y
las adhesiones ascendieron a un 85%

Vino después “la jugada inteligente y
perfecta”, la de la Operación Jaque, en la que en un
principio creímos que no iba a haber “realidad
tapada” ni “trampa de imagen” y el presidente
“humildemente” le pidió perdón a la
Cruz Roja por el uso indebido y abusivo de sus emblemas y las
encuestas dijeron que había llegado a un
técnicamente imposible 91.4% de
favorabilidad.

A no ser que algo extraordinario tenga ocurrencia, en este
momento Uribe tiene asegurada una segunda reelección, es
decir, un tercer mandato. Entre sus golpes a la institucionalidad
y su popularidad ha existido una relación
dialéctica. Golpeando la institucionalidad ha reforzado su
popularidad y ésta, una vez robustecida, ha sido el
más formidable recurso de poder para continuar
arañando. Pero, para mal del país, ha sido una
popularidad antidemocrática usada a su amaño para
jalonar su proyecto de
personalización y uribización de la vida social, de
la política y del Estado. Vale decir, para construirse el
más inmenso poder institucional. Va a ser así como
en los meses por venir construyendo y recomponiendo ternas, los
más altos funcionarios del Estado quedarán a su
merced.

El turno le corresponderá ahora a los Magistrados de la
Corte Constitucional, al Fiscal
General, a los Magistrados de la Sala Disciplinaria del Consejo
Superior de la Judicatura, al Procurador General, al Defensor del
Pueblo, a los miembros de la Junta Directiva y a dos miembros de
la Junta Directiva del Consejo Nacional de televisión. (García Villegas.
Mauricio, julio 2008) Es decir, que Uribe podrá hacer
ahora la mayor moñona institucional de la historia del
país.

Al suceder así, los pesos y contrapesos que se ideara
James Madison (1751- 1836)en procura de equilibrar las relaciones
de poder entre las ramas del poder publico quedarán
desbaratadas (Villegas García, Mauricio, julio2008) a
favor no del presidencialismo como sistema de gobierno sino del
presidente, el hijo de Medellín.

……………Uribe
entre
la Imageny la
Realidad………….. (11)

Para comprender la inmensa popularidad de Uribe, la
explicación mediática es necesaria pero no
suficiente, es decir, no todo se elucida poniendo a Uribe a jugar
la trampa de la imagen.

En la coyuntura, la gente ha colocado en la Seguridad
Democrática tantas expectativas y anhelos, y Uribe ha
sabido inyectar en la gente tantas esperanzas, que cuestionarla
ha sido fortalecerla, que criticarla ha significado magnificarla,
que evidenciar sus debilidades y precariedades ha implicado
maximizar sus logros y potencialidades.

Precediéndolo, post-siguiéndolo o acaeciendo
casi en simultaneidad, otros importantes fenómenos han
tenido lugar. En relación con algunos, ya se han hecho
suficientes énfasis, lo que podría caracterizarse
como “oficio relativamente cumplido”. A este
respecto, por ejemplo, sería una vergüenza para el
gobierno el que, después de gastarse ingentes sumas de
dinero en el
financiamiento
de la Estrategia ofensiva anti-subversiva más costosa que
ha habido en la historia del Estado colombiano, saliese ahora con
el cuento de que
sobre la materia no se han alcanzado resultados significativos.
No se podrá olvidar que para el 2008, en un país en
el que la cosecha cafetera cuesta el 1.1% del PBI, el gasto
militar se ha trepado al 6.32% (Revista de la
Contraloría 2008)

De manera que por la vía del conflicto
armado es por donde más se ha alimentado su popularidad.
En relación con otros logros, los económicos, sobre
todo, el presidente casi que no ha tenido la culpa, pues muchos
de los méritos centrales se deben cargar a las condiciones
favorables que encontró en la macroeconomía mundial. Esto no obstante,
maximizando el fenómeno y atribuyéndole todo el
peso del crecimiento
económico a la Seguridad democrática, se ha
creado el sentimiento colectivo de que todo ha marchado sobre los
carriles. Esto no obstante, muchos quisiéramos saber
cuánto se ha gastado el Estado en lobby, en
asesorías para el mejoramiento de la imagen del
país y si ha habido correspondencia entre el nivel de
confianza inversionista recuperada y los inmensos pagos en que se
ha incurrido, pues otras estadísticas al respecto
presentan un color, que no es
rosa como el de las del gobierno.

De acuerdo con un estudio del CEC (Universidad de
los Andes, 2008) sobre la Percepción
de los grandes inversionistas del mundo “en el costo empresarial
derivado del terrorismo, en
el 2007 Colombia se
ubicó en el puesto 129 entre 131 países perdiendo 6
puestos frente al 2006; y en los costos derivados
del crimen y la violencia se ubicó en el lugar 112
retrocediendo 11 puestos; finalmente, en materia de crimen
organizado retrocedió 15 puestos quedando en el
126”.

Otro dato importante: el propio CEC señala que en
nuestro sacrificado país, el gran incentivo para invertir
se encuentra en el hecho de que los costos incluyen los gastos en
seguridad. Estas son las cifras que no recoge el aparato de
propaganda del
gobierno.

Lo que sucede es que los ciclos económicos existen y
ellos no son una invención de los economistas marxistas
para asustar incautos con el fantasma de la crisis. Ahora
el presidente se ha inventado unas nuevas “manos
invisibles”, las de la confianza inversionista, que
habrían llegado a reanimar las “smithianas manos
invisibles” del mercado. De todas
maneras, sea la que sea la fuente, el ligar el auge
económico a una exitosa Seguridad democrática, en
lo simbólico ha sido otra importante base de engrosamiento
del uribismo como popularidad.

Pero, ha habido otro importante fenómeno que ha
contribuido a ese engrosamiento. Diría que los
comunicadores uribistas han sabido hacer un uso imaginativo,
aunque, con frecuencia, abusivo y antiético, de las
encuestas de opinión. Más que en las cifras que
arrojan, han hecho un uso extra-estadístico de ellas en
procura de reforzar determinadas visiones políticas. Para
fijar las tendencias probables de ciertos fenómenos, las
estadísticas son valiosas. Pero, no podemos
“estadisticizar” la realidad. No todo es medible y
cuantificable y, aunque lo fuese, como ha escrito William Ospina,
“a veces perdemos la visión de la complejidad de los
hechos gracias a la ilusión de que entendemos el mundo
solo porque entendemos sus porcentajes”. (William Ospina,
2008)

Cuando las estadísticas (sobre todo las que arrojan las
encuestas y sondeos de opinión) se usan para medir el
estado y las dinámicas de las conductas
político-electorales, gozan de una especie de
taumaturgia
: mientras más se
mantiene y sube hacia la cima el globo de nieve, más
tienden a crecer. Por eso, la mejor propaganda electoral, es un
sondeo de opinión, que arroje siempre los resultados
más altos. Nunca faltará una masa de adherentes y
sufragantes que sólo se subirán al tren de una
victoria segura.

Al comportarse así, las estadísticas como
queadquieren vida propia tornándose generadoras de
más apoyos, de más simpatías, de más
votos.

De manera, pues, que Uribe no sólo ha incrementado su
popularidad apelando a las trampas mediáticas de la
imagen.

……………Polemizado
con un Colega…………..
(12)

El pasado domingo 27 de julio en su artículo en el
Espectador, Alvaro Forero Tascón planteó que el
unanimismo en torno a Uribe no
sólo se explicaba por el embrujo mediático. Como ya
hemos escrito, estamos de acuerdo con ese punto de vista: No
basta lo mediático para explicar el fenómeno Uribe.
Como novedad adicional trajo a colación, tomándola
de la psicología
política, una hipótesis en nuestro concepto
abstracta por su desconexión del fenómeno que
buscaba explicar.

Nos habló de la adopción
que Uribe había hecho de la fórmula de la derecha
norteamericana. Se refirió enseguida al relato que el
presidente había hecho de la problemática del
país y de sus soluciones,
relato cargado de los valores
predominantes de la sociedad colombiana. Y aquí sí
fue una Troya teórica porque más que de nuestros
valores
históricos, de lo que nos habló fue de unos valores
abstractos por ahistóricos. Hemos escrito en este Atisbos
que el discurso de Uribe, efectista por cierto, es
esquemático por simplista y que se encuentra cargado de
una sarta de nociones ideológicas como
“patria-Dios-Virgen- seguridad y soldados”. Pero, por
su ubicación y manejo en el discurso, esas nociones
más que como valores resaltan como ideología que busca tapar y encubrir
realidades.

……………Que
hable
la
Gente
……………
(13)

¿Por qué Uribe ha volado tan alto? ¿Por
qué tan enorme unanimismo? ¿Por qué una
popularidad tan apabullante?

Escuchemos algunas respuestas de cara a las reacciones frente
al artículo de Álvaro Forero:

*** “El uribismo tomó vuelo gracias a los
paracos. Es la exaltación de antivalores como la corrupción, el antimilitarismo y el
narcotráfico. El uribismo es el resultado
de una amalgama de malhechores”. (Anacleto Godoy)

*** “Los sagrados valores que heredamos de nuestros
abuelos…están siendo inmisericordemente destruidos
por este régimen narcoparamilitar que no conoce ni la
ética ni la
moral”. (Emmaflood))

***Lo suyo puede ser cierto, “pero también hay
que entender que este es un país conservador y monarquista
y por eso la gente se identifica con Uribe”.

*** El uribismo nació simplemente cuando el
Señor Álvaro Uribe “no se dejó arropar
por las ideas arcaicas del liberalismo de
turno…Así es de sencillo el nacimiento de la
más grande unidad nacional en todos los tiempos en nuestra
amada Colombia”. (Elías Franco)

***La pregunta no tiene misterio. El uribismo no es más
que la reacción al Caguán…”

*** “El uribismo nace como propuesta de
Álvaro Uribe Vélez de combatir hasta el exterminio
a las Farc. Es un caudillismo sin
ideología ni prospectiva porque depende de un solo
líder”. (Corista)

*** Profesor, muy
buena columna, “pero hay que reconocer otros factores
importantes. Es cierto que no hay que limitarse a ver allí
sólo lo mediático o un mero ajuste con valores de
derecha. Se deben tener en cuenta el momento histórico y
el contexto. La situación económica de América
latina…También ayudó la guerra contra el
terrorismo de Bush y la amenaza de los vecinos”. Así
que sólo no estábamos preparados para un mal
líder y sus poderosas medidas mediáticas sino que,
además, estábamos de malas. (José
Rojas)

*** Dadas las condiciones “es posible que el
presidente haya logrado canalizar el desespero nacional mediante
una ciega defensa de los valores nacionales, pero
“aún y a pesar de todo este despelote esto es una
democracia y no una uribarquia”. (Don PACHO)

*** “Que continúen los análisis sobre el fenómeno Uribe.
Pero, nuestra sociedad no se inscribe en modelos
foráneos porque no es una sociedad homogénea con
valores universales. Aquí no encuentran aplicación
ni Marx, ni
Freíd, ni Jesús. Ahora sólo Uribe es el
Mesías, el Ungido que nos llevará a la tierra
prometida. Y ¿quién nos convence de una alternativa
diferente?”. (Orlanka)

*** El uribismo se construyó con el
liderazgo absoluto de las Farc, los Medios de
Comunicación y la idiotez de mi querida
Colombia”. (Mouse)

*** “El uribismo es el nacimiento de la más
grande unidad nacional alrededor del crimen organizado.”
(Andrés Felipe)

*** “El paramilitarismo se construyó por la
predisposición de la mayorías colombianas de
aceptar el delito como algo
normal, como “habilidad”. Por eso es que ahora se ve
a la gente pontificando cuál sicario o sicariato es mejor,
si el de Antioquia o el de Cali. Las condiciones
“habilidosas” de los paísas son
muchísimas, de ahí ‘haga plata mijito,
hágalo a lo bien, pero si no, de todas maneras
hágalo, es que ése man se rebusca en USA y
aquí se porta bien`.

En un país que así piensa cualquier intento
político armado o desarmado por cambiar esas
delincuenciales conductas está llamado al fracaso. Por eso
el rotundo triunfo del narcouribismo”. (Luis Puyana)

*** Para redondear más mis ideas. “Lo que el
uribismo ha hecho es todo lo contrario, profundizar los símbolos más negativos contrarios a
las sanas costumbres de los pueblos, no de sus dirigentes. Los
pueblos siempre han querido gobiernos no corruptos, y los
últimos datos son un
ejemplo de ello, más uribistas judicializados, y no
cualquier uribista, los más íntimos del presidente.
Por otra parte, lo que quiere el pueblo, según la encuesta
Medios, es una solución a problemas como el del desempleo,
la pobreza y
la educación, los factores malignos que se han
profundizado durante la Seguridad democrática. Esos
sí son valores, lo demás son símbolos para
tapar y tapar la corrupción.
(Luis Puyana)

*** “Agréguele a tan sesudo análisis los
más de 300 Consejos comunitarios entregando chequecitos y
el bombardeo diario RCN-Caracol-Yamit Amat-Jorge Barón y
Asociados ensalzando la labor del mandatario y entonces
entendemos mejor ese fenómeno de masas.
Interesante”. (Amaneno)

LA POPULARIDAD
DE
URIBE: Una explicable Mezcla de Paras,
Farc

Trampas de Imagen y Consejos Comunitarios
(14)

En el caso concreto de
Atisbos, al leer el Ensayo del
profesor Alvaro Forero, nos respondimos:

En el principio eran los paramilitares hasta que llegó
Alvaro Uribe Vélez.

Desalojando a las Farc de uno de sus más
clásicos santuarios, militarmente se habían
asentado en Puerto Boyacá bajo la promesa de que
protegerían a hacendados y ganaderos y de que
apalancarían a un Estado frágil en su lucha
socioterritorial contra las Farc. Llegado Uribe Vélez a la
gobernación de Antioquia, con la creación de las
CONVIVIR les dio también forma legal de vida. Fue por
estos caminos por donde militarmente llegaron al Urabá
antioqueño y al Chocó. A todas éstas, social
y sentimentalmente ya se habían instalado en la
región costeña y, sobre todo, en el corazón y
en las esperanzas de sus habitantes. Entonces, en un primer
momento los populares fueron los paras y detrás de ellos
estaban los dirigentes, las bases y los congresistas que
simpatizaban con ellos al considerarlos un mal menor. Fue
entonces cuando en otras regiones del país buscaron
aplicar y generalizar el modelo
antioqueño de lucha contra las guerrillas.

Fue por ahí por donde empezó a enhebrarse la
popularidad de Uribe.

Sin el para-militarismo, ni Uribe ni el uribismo
habrían evolucionado después hasta lo que han
llegado a ser.

En el 2002, una vez elegido Uribe en la primera vuelta, su
popularidad y expectativas arrancaron en forma. Como el proyecto
político de Uribe ya no los requería, los
paramilitares empezaron a marginarse de la lucha
anti-insurreccional deviniendo en una sarta de poderosos grupos
centrífugos con delimitaciones territoriales regionales
bajo el liderazgo individual de uno u otro de sus grandes
señores, que bailoteaban entre el paramilitarismo como
ideología (Carlos Castaño) y el paramilitarismo
como narcotráfico. (Mancuso)

Pero, como el Estado no podía echar en saco roto la
deuda política contraída con ellos, más
temprano que tarde el gobierno los convocó a un arreglo en
Santa Fe del Ralito. ¿Qué les prometió?,
hasta ahora nadie lo ha podido saber, pero que “se les
prometió, se les prometió”, pues a partir de
allí los jefes para aparentemente se disciplinaron.

Entonces, nuevos puntos de popularidad para el presidente
Uribe, que presentó el asunto como un excelente resultado
exitoso de la Política de Seguridad
democrática.

Durante su primer sexenio (2002-2008), ha sido en los tres
últimos años cuando el gobierno ha logrado los
resultados relativamente más exitosos en materia de
combate ofensivo contra las Farc. En general, las ha aventajado
en desarrollo de Inteligencia,
así como en fortalecimiento de su poderío
aéreo amén de que, en nuestro concepto, los golpes
recibidos por los farianos han sido más
`sicológicos y publicitarios que militares. Esto no
significa que no hayan sufrido serios aunque no definitivos
reveses armados, comunicativos y organizacionales.

Esos resultados levantaron los ánimos de una
ciudadanía, que ya empezaba a decaer en materia de
esperanzas de derrota y de revancha contra las Farc. Fue por esto
por lo que el reauge de Uribe en favorabilidad y popularidad fue
más amplio e intenso en los dos últimos años
que en los cuatro anteriores.

Dedicamos los primeros siete acápites de este Atisbos
91 a examinar y resaltar lo mediático, lo virtual y lo
simbólico como una fuente principal del unanimismo
reinante alrededor del fenómeno Uribe. En especial,
destacamos la hipótesis sobre lo que llamamos
las trampas de la imagen” o esa capacidad
amaestrada de que la ciudadanía asuma como realidad lo que
no es sino la imagen de esa realidad.

Dentro de esa lógica
analizamos los resultados del manejo de la secuencia
parapolítica-yidispolítica-reforma
política-confrontación con la Corte Suprema de
Justicia-liberación incruenta de quince secuestrados,
formulando la hipótesis de que lo que más le ha
interesado al presidente ha sido la hiperpopularidad
como herramienta política privilegiada para la
uribización de la vida social, de la política y del
estado.

Pero los que impugnan al presidente por inmediatista, no
deberían olvidar que tiene entre ceja y ceja, como
proyecto de mediano plazo, la creación del Estado
comunitario, que espera ver en pleno funcionamiento en agosto del
2019. Este Estado es algo así como una combinatoria de
neoliberalismo, ideología católica
comunitarista, política simbólica y consejos
comunitarios. Cada semana, los sábados todo el día,
llueva o truene los realiza como una experimentación
prefigurada del Estado comunitario. Por la forma coloquial y
espontánea como los conduce, por las dádivas
oficiales que reparte y por las maneras como regaña y
coordina a los funcionarios nacionales y municipales que lo
acompañan, esos consejos son quizá su fuente
más importante de popularidad. Ya llegó a su
Consejo número 300.

Es interesante observar cómo esos Consejos semanales
son aprovechados por el presidente para dialogar coloquialmente
con un sector dado de la población (por lo general, los
pobres, los más desorganizados, que son
seleccionados para que acudan a solicitarle alguna limosna)
aprovechando los intermedios para jugar la trampa de
imagen
que lleva entre las mangas.

En esos ágapes comunitarios, que deberían
llamarse, más bien, “Consejos con mi Gran Yo”,
una sola persona, el
presidente en persona, de modo coloquial le habla a la gente
invitada; posibilita y quita el uso de la palabra; regaña
a los funcionarios negligentes en el desempeño de sus deberes ciudadanos ; manda
a detener a funcionarios sospechosos de corrupción; por
sí mismo decide quién es terrorista y quién
no lo es; cuenta anécdotas; invade a su arbitrio las otras
Ramas del Poder público; le relata a los invitados la
realidad” de lo que durante la semana ha
estado ocurriendo en el país; otorga pequeños
créditos; realiza al detalle el oficio de
alcaldes , corregidores e inspectores de policía; regala
motos y bicicletas y con gancho baja y distribuye a su
amaño las mercancías semanales.

Finalmente, no se podrá olvidar que, institucionalmente
cautiva, este gobierno posee de modo permanente bases propias
como para elegir un presidente sin necesidad de apelar a otros
frentes de trabajo. Veámoslas: En enero del 2008, dentro
del Programa de
“Familias en Acción” se entregaron subsidios a
un millón quinientos mil hogares. Como parte habitual de
su discurso, todos los días Uribe llama a que las Redes de Informantes e
Informadores se fortalezcan y estrechen lazos con la Fuerza
Pública. Como otro ejemplo importante están los
soldados campesinos. Por su parte, 170.000 vigilantes privados,
17.000 escoltas y 10.000 empleados operativos de las Empresas de
Seguridad han sido incorporados a la Política de Seguridad
democrática.

Como para decir, que nadie como el presidente posee esa
estratégica fuente de popularidad constituida por unos
cuatro o cinco millones de ciudadanos pagados con medios salarios y
tercios de pensiones. Eso solo, en un país de pobres e
indigentes, electoralmente es mucho lo que puede significar.

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Constitución y Formación Ciudadana, IEP, Univalle,
2007.

Villegas García, Mauricio, EL Tiempo, Bogotá,
2008

 

 

 

 

 

Autor:

Humberto Vélez Ramírez

Profesor Programa de Estudios políticos IEP

Universidad del Valle

Fundación ECOPAIS, Estado*Comunidad*País

“Un nuevo Estado para un nuevo País”

Atisbos Analíticos No 91, Cali, 7 de agosto de
2008

Partes: 1, 2
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