- Factor Rh,
¿cómo afecta esto al futuro
bebé? - ¿Cómo
ocurre? - Inyección de
producción venezolana - Tratamientos del
Factor Rh - Glosario
En Venezuela,
aproximadamente 12% de los embarazos son incompatibles, lo
que determina cuán importante es la prevención de
la isoinmunización Rh. Las consecuencias de la
incompatibilidad sanguínea pueden ser
irremediables si no se toman las medidas necesarias para
resguardar la salud del futuro
bebé.
Factor Rh, ¿cómo
afecta esto al futuro bebé?
La incompatibilidad sanguínea es un punto a considerar
durante la planificación familiar, pues la mezcla de
diferentes tipos de sangre puede
producir efectos dañinos en el futuro bebé. De
acuerdo con el tipo de sangre, cada persona tiene
proteínas específicas en la
superficie de los glóbulos rojos. Existen cuatro grupos
sanguíneos: A, B, AB y O. A su vez, cada uno se clasifica
según la presencia de una proteína que determina el
factor Rh. Si usted es portador de esa proteína es Rh
positivo y si no la posee es Rh negativo. Según la
gineco-obstetra Ana Lara, la incompatibilidad sanguínea
puede ser de tres tipos: de grupo (A, B,
O), de factor Rh o por anticuerpos irregulares que no son
proteínas del tipo A, B, O ni del Rh.
El problema durante el embarazo viene
dado en aquellas mujeres cuyo factor sanguíneo es Rh
negativo y el de su pareja es Rh positivo. "Cuando esto sucede
50% de la sangre del bebé es Rh positivo y el otro 50% es
Rh negativo. Debido a ello, el sistema
inmunológico de la madre reconoce los glóbulos
rojos del feto como
cuerpos extraños y produce anticuerpos que se encargan de
destruirlos. Esta reacción natural del organismo le
produce al bebé una anemia y, por
ende, le baja la hemoglobina", asegura la gineco-obstetra.
¿Cómo
ocurre?
Cuando el número de glóbulos rojos (en el feto)
es muy bajo, el organismo busca compensar la baja de hemoglobina
y comienza a producir sangre en lugares donde normalmente no se
produce, lo que se conoce como enfermedad hemolítica del
recién nacido. La hemoglobina liberada se convierte en
bilirrubina y las consecuencias sobre el feto pueden ser graves y
diversas. Entre ellas: color amarillo
del bebé, inflamación de hígado, aumento en la
presión
de los vasos sanguíneos, retención de
líquido, entre otras (Ver Gráfica 1).
Está demostrado que durante el primer embarazo hay
intercambio de sangre entre la madre y el feto. Sin embargo, no
es suficiente como para que pueda afectar la salud del
bebé.
No obstante, las mujeres son vulnerables a presentar la
condición siempre y cuando hayan atravesado por una
situación de riesgo, como:
abortos previos, desplazamiento de placenta, sangrados o,
incluso, hasta por una amniocentesis. La única forma de
asegurarse de que la madre no ha estado
expuesta a sangre Rh positivo es a través de un examen que
se llama Coombs indirecto.
Gráfica 1. Incompatibilidad
Rh
Inyección de
producción venezolana
Afortunadamente, la ciencia ha
avanzado considerablemente y hoy en día existen opciones
que permiten
combatir las complicaciones asociadas con la incompatibilidad
Rh. Una de ellas tiene que ver con la creación de un
medicamento llamado lnrnunoglobulina anti D o Rhogam, el cual
impide la producción de anticuerpos Rh en el torrente
sanguíneo de la madre.
La inmunoglobulina anti D es una solución inyectable,
intramuscular y estéril. Desde su elaboración, en
el año 1968, se ha logrado reducir de manera efectiva la
isoinmunización materna a escala mundial.
La mortalidad perinatal descendió y la incidencia de
sensibilización se redujo de 17% a 0.7% con la
aplicación posparto, y a 0.11% cuando se inició
la
administración antenatal en 1980.
La inyección debe colocarse en aquellas mujeres que
nunca han estado expuestas a sangre Rh positivo, porque si hizo
reacción, el medicamento no la va a proteger. Se
recomienda colocar la vacuna a las 28 semanas de embarazo y
repetir la dosis luego del parto o la
cesárea. Según los médicos gineco-obstetras,
anteriormente la inyección se aplicaba en embarazos
sucesivos, pero se demostró que durante el primer parto
existe un intercambio de sangre que debe ser controlado. Cada vez
que la madre pase por una situación de riesgo, el
médico debe aplicarle la inyección inmediatamente.
Lo recomendable es que se administre durante las 72 horas
posteriores al evento. Anteriormente, se pensaba que luego de
este tiempo el
medicamento no hacía efecto, pero todavía no hay
estudios que lo comprueben. Debido a ello, las unidades de alto
riesgo colocan la vacuna hasta un mes después de que la
madre presentó el inconveniente.
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