Factores que influyen en la desnutrición proteico en menores de cinco años
- Resumen
- Introducción
- Material
y Método - Análisis
y Discusión de los Resultados - Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias
Bibliográficas - Anexos
RESUMEN
Se realizó un estudio descriptivo, observacional, y
retrospectivo de casos-control para
determinar los factores que influyeron en la desnutrición proteico-energética
en menores de 5 años en la Parroquia Guanayen, del
municipio Urdaneta en el periodo comprendido entre enero y
diciembre de 2007. El universo
quedó constituido por los niños
menores de 5 años de esta Parroquia. La muestra
quedó constituida por los 52 niños de menores de 5
años con desnutrición proteico-energética
(grupo caso) de
esta Parroquia hasta este momento y 52 niños normopesos
(grupo control) seleccionados del total de niños
normopesos menores de 5 años de la Parroquia Guanayen, a
través de un muestreo
aleatorio simple.
Para ello se realizó una encuesta a
cada una de las madres de los niños objeto de estudio
teniendo en cuenta variables
como: tipo de lactancia
materna brindada durante los primeros 4 meses de vida,
insuficiente cantidad de los alimentos
ofertados, variedad de alimentos en la dieta, padecimiento de
otras enfermedades,
per cápita familiar, y edad y nivel escolar de la
madre.
Los resultados fueron: el 65,3 % de los niños del grupo
de casos no recibió lactancia materna exclusiva; solo 3 no
recibieron los alimentos en cantidad suficiente; del grupo de
casos al 94,2 % se le ofreció una dieta variada, por otra
parte de este mismo grupo 23 niños han padecido de
enfermedades como diarreas,
enfermedades respiratorias, parasitismo intestinal y anemia,
representando. El 69,2% de las madres encuestadas tenían
baja per cápita familiar; no fue significativo el bajo
nivel cultural de las madres ya que de las madres de los
niños control solo 2 no habían cursado el 9no
grado. En cuanto a la edad materna el 23,1 % de los niños
bajo peso eran de madres adolescentes.
INTRODUCCIÓN
La desnutrición proteico-energética (DPE) es un
estado de
desequilibrio funcional que conduce a una discrepancia entre el
suplemento de nutrientes esenciales a los tejidos
corporales y la demanda
específica de ellos. Se utiliza este término para
describir una amplia variedad de situaciones clínicas que
oscilan desde formas leves como las malnutriciones
proteico-energéticas leves, cuya manifestación
principal es el retraso en el crecimiento hasta otras muy severas
como el Kwashiorkor y el Marasmo Nutricional. Varias enfermedades
pueden ser causantes de este tipo de Malnutrición, sin
embargo lo social, económico, psicológico, cultural
y religioso influyen en su establecimiento
(1).
Las principales consecuencias de la desnutrición
proteico-energética son retraso en el crecimiento y
desarrollo y
trastornos psicomotores, estados que son perfectamente
detectables en sus formas más leves con un adecuado
seguimiento y evaluación
de las mediadas antropométricas y del desarrollo
psicomotor del niño; de ahí que el médico y
la enfermera de la familia con
su potencialidad de transformar estilos de vida, lograr una
adecuada cultura
sanitaria y poder tratar
el riesgo antes que
la enfermedad son los máximos responsables de detectar y
corregir a tiempo estas
entidades en sus estadios iniciales para lograr la menor
repercusión posible sobre el estado de
salud del
niño (2).
La malnutrición proteico-energética se presenta
en los niños que consumen una cantidad insuficiente de
alimentos para satisfacer sus necesidades de energía y
nutrientes. La deficiencia de energía es la causa
principal. La primera manifestación importante de este
problema nutricional es una detención del crecimiento (los
niños son más pequeños en estatura y tienen
un menor peso que otros niños de la misma edad)
(3). Este proceso se
encuentra frecuentemente agravado por la presencia de
infecciones. Los niños que presentan desnutrición
proteico-energética tienen menos energía para
realizar sus actividades diarias, aprenden con dificultad y
presentan baja resistencia a las
infecciones (4).
La desnutrición proteico-energética es una de
las afecciones que más azota a la población infantil no solo de los
países del tercer mundo sino también en los
sectores más pobres, explotados y discriminados de los
países altamente industrializados, reportándose
cada vez más y más un mayor número de
niños con tal padecimiento(5). La
malnutrición temprana en la vida esta ligada a deficiencia
en el desarrollo intelectual de los niños que persisten en
perjuicio de la escolaridad y deterioran sus habilidades de
aprendizaje
(6). Se considera que un tercio de los adultos de
países en vía de desarrollo tienen trastornos
cognitivos relacionados con la malnutrición cuando
eran niños (7).
Para la
Organización Mundial de la Salud (OMS) es evidente que
tanto los niños con desnutrición severa como con
déficit nutricionales leves o moderados están en un
alto riesgo de muerte
(8). Estudios sostienen profundas implicaciones a
nivel global: de 226 millones de niños menores de 5
años en países en vía de desarrollo, cerca
del 40% sufren de moderada o severa desnutrición, siendo
uno de los factores principales de la muerte de
más de seis millones de niños por año, lo
que representa un 55% de las muertes anuales de este grupo de
edad (9).
Página siguiente |