La palabra "climaterio"
proviene de las palabras klimaterypausis, que denotan ese periodo
crítico de la vida humana en el que cesan las funciones
reproductivas. El climaterio es un proceso
natural físico, psicológico y social en el ser
humano.
Para afrontarlo adecuadamente se requiere que los miembros de
la pareja se aprecien a sí mismos y a la otra persona, que
tengan una actitud
positiva para adaptarse el uno al otro y que tomen decisiones
responsables sobre su salud y bienestar presentes
y futuros.
Es un período que se caracteriza por la intensa
variabilidad en las concentraciones de estrógenos y ello
explica en parte la aparición de síntomas
neuropsicológicos.
Durante las distintas fases de la perimenopausia se modifican
tanto los niveles como el equilibrio de
las hormonas
sexuales, afectando el funcionamiento de las áreas
cerebrales y los procesos de
neurotransmisión.
Los síntomas registrados como relacionados de manera
directa o indirecta en el climaterio femenino son:
·
Síntomas vasomotores (bochornos o sofocos y sudoraciones
nocturnas).
·
Cambios en el patrón sueño-vigilia.
·
Cambios de humor o estabilidad emocional.
·
Disfunciones sexuales.
·
Problemas en
concentración y la memoria.
Estos síntomas se vinculan, con las variaciones en el
equilibrio de dichas hormonas cerebrales, y con la coincidencia
durante esta etapa de vida de cambios drásticos en varios
de los roles sociales de la mujer
directamente relacionados con su sensación de valor
productivo, ya sea este familiar, laboral o
comunitario, con su autoimagen corporal y en consecuencia con una
sensación de inestabilidad o confusión acerca de la
calidad de
vida futura que puede esperar tener.
Ambos cambios, tanto hormonales como psicológicos, van
a combinarse en algunas mujeres especialmente vulnerables para
ocasionar un deterioro importante en el bienestar integral y en
el funcionamiento psicológico saludable.
Al acercarse a la segunda mitad de la vida en la
mayoría de las mujeres ocurren modificaciones en el estilo
de vida, ya sea por el crecimiento de los hijos y su salida del
hogar, o por la sensación de haber perdido una parte
importante de su vida, quizás dedicadas a una
profesión o un trabajo
remunerado.
Hasta las que han logrado equilibrar familia y trabajo
al mismo tiempo, los
cambios en el patrón de vida establecido en los
años anteriores, pueden ocasionarle una sensación
de desubicación, confusión, sentimientos de menor
valía personal,
desesperanza total ante un futuro incierto, de mujer envejecida
que ha sido presentada culturalmente como poco deseable en el
mejor de los casos.
Ante estos sentimientos desagradables experimenta temor y en
muchos casos responde con negación o conductas evasivas
que pretenden inútilmente detener el paso del tiempo,
entonces se refugia en la cosmética, la cirugía
plástica, el atuendo de modas o el romance con alguien
más joven que ella.
Cuando finalmente la mujer enfrenta esta etapa de
aceptación de la edad, puede comenzar a realizar con el
apoyo del psicólogo los cambios de pensamientos,
creencias, sentimientos y conductas que le permitan avanzar hacia
una madurez plena e integral, entonces durante esta etapa
deberá realizar cambios o ajustes en las siguientes
facetas de su vida:
v Relación consigo misma:
Redefinición de los componentes de la autoestima, la
autopercepción y la autoimagen para enfocarse más
en valores y
cualidades afectivas intelectuales,
creativas y productivas por encima del aspecto físico
basado en un ideal de la belleza de la juventud. En
esta etapa es frecuente que aquella mujer que tuvo que suspender
alguna actividad intelectual o creativa durante la juventud por
asumir el rol de madre, esposa o trabajadora de tiempo completo,
decida retomarlo como un estimulo para la nueva fase de vida.
v Relación con la pareja:
Establecimiento de nuevas reglas negociadas para la
relación en una fase de madures, en la cual ambos miembros
de la pareja tendrán nuevos roles y se perseguirán
objetivos
distintos a los de la fase anterior. También es una etapa
para actualizar e incentivar la vida sexual en pareja.
v Relación de los hijos si los
tuviera:
Redefinición del rol de madre para adaptarse a
hijos adolescentes o
ya jóvenes que requieren menos cuidados, además de
ser cada día más independiente.
v Relación con el ámbito
laboral:
Etapa usualmente más productiva por contar con
más experiencia y tiempo si se vivió el rol de
madre de manera intensa durante la fase de vida anterior, pero
también puede experimentarse una sensación de
inseguridad
secundaria a la presión
ejercida por las nuevas generaciones, y al estrés que
ocasionan los síntomas neuropsicológicos del
climaterio, cuando se ignora origen, duración y
posibilidad de tratamiento.
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