- Historia
- Contabilidad
Especializada - Información
financiera - Principios de
Contabilidad - El
Balance - La Cuenta de
Pérdida y Ganancias. La Memoria - Teneduría de
libros y ciclo contable - Reglamentos y
Patrones
Contabilidad, proceso
mediante el cual se identifica, mide, registra y comunica la
información económica de una
organización o empresa, con el
fin de que los gestores puedan evaluar la situación de la
entidad. La teneduría de libros se
refiere a la elaboración de los registros
contables, por lo que es la que permite obtener los datos, ajustados
a principios
contables, utilizados para evaluar la situación y obtener
la información financiera relevante de una entidad.
Cuando se lleva a cabo una contabilidad
personal se
suele utilizar un sistema simple
mediante el cual se van registrando las cantidades de los
gastos en
columnas. Este sistema refleja la fecha de la transacción,
su naturaleza y
la cantidad desembolsada. Sin embargo, cuando se lleva a cabo la
contabilidad de una organización, se utiliza un sistema de
doble entrada: cada transacción se registra reflejando el
doble impacto que tiene sobre la posición financiera de
la empresa y
sobre los resultados que ésta obtiene. La
información relativa a la posición financiera de
una empresa se
refleja en el llamado balance, mientras que los resultados
obtenidos aparecen desglosados en la cuenta de pérdidas y
ganancias.
Historia
Los métodos
utilizados para llevar a cabo la contabilidad y la
teneduría de libros, creados tras el desarrollo del
comercio,
provienen de la antigüedad y de la edad media. La
contabilidad de doble entrada se inició en las ciudades
Estado
comerciales italianas; los libros de contabilidad más
antiguos que se conservan, procedentes de la ciudad de
Génova, datan del año 1340, y muestran que, para
aquel entonces, las técnicas
contables estaban ya muy avanzadas. El desarrollo en China de los
primeros formularios de
tesorería y de los ábacos, durante los primeros
siglos de nuestra era, permitió el progreso de las
técnicas contables en Oriente. El primer libro contable
publicado fue escrito en 1494 por el monje veneciano Luca
Pacioli. A pesar de que la obra de Pacioli, más que crear,
se limitaba a difundir el
conocimiento de la contabilidad, sus libros sintetizaban
principios contables que han perdurado hasta la actualidad.
La Revolución
Industrial provocó la necesidad de adaptar las
técnicas contables para poder reflejar
la creciente mecanización de los procesos, las
operaciones
típicas de las fábricas y la producción masiva de bienes y
servicios. Con
la aparición, a mediados del siglo XIX, de las
corporaciones industriales, propiedad de
accionistas anónimos y gestionadas por profesionales, el
papel de la contabilidad adquirió aún mayor
importancia.
La teneduría de libros, parte esencial de cualquier
sistema completo, ha ido informatizándose a partir de la
segunda mitad del siglo XX, por lo que, cada vez más,
corresponde a los ordenadores o computadoras
la realización de estas tareas. El uso generalizado de los
equipos informáticos permitió sacar mayor provecho
de la contabilidad utilizándose a menudo el término
procesamiento de datos, y actualmente el concepto de
teneduría ha caído en desuso.
Información Contable
La información contable se puede clasificar en dos
grandes categorías: la contabilidad
financiera o contabilidad externa y la contabilidad de costes
o contabilidad interna. La contabilidad financiera muestra la
información que se facilita al público en general,
y que no participa en la
administración de la empresa, como son los
accionistas, los acreedores, los clientes, los
proveedores,
los sindicatos y
los analistas financieros, entre otros, aunque esta
información también tiene mucho interés
para los administradores y directivos de la empresa. Esta
contabilidad permite obtener información sobre la
posición financiera de la empresa, su grado de liquidez
(es decir, las posibilidades que tiene para obtener con rapidez
dinero en
efectivo) y su rentabilidad.
La contabilidad de costes estudia las relaciones
coste-beneficio-volumen de
producción, el grado de eficiencia y
productividad,
y permite la planificación y el control de la
producción, la toma de
decisiones sobre precios, los
presupuestos y
la política
de capital. Esta
información no suele difundirse al público.
Mientras que la contabilidad financiera tiene como objetivo
genérico facilitar al público información
sobre la situación económico-financiera de la
empresa, la contabilidad de costes tiene como objetivo esencial
facilitar información a los distintos departamentos, a los
directivos y a los planificadores para que puedan
desempeñar sus funciones.
Contabilidad
Especializada
De las diversas áreas de la contabilidad especializada,
hay tres de especial relevancia: auditoría, fiscalidad, y la contabilidad de
las organizaciones
sin ánimo de lucro. La auditoría consiste en la
evaluación, por parte de un auditor
independiente, de los datos financieros, los registros contables
y los documentos de la
empresa, así como de otro tipo de documentación sobre la empresa que permita
verificar la validez de sus registros contables. Las grandes
empresas y las
empresas públicas suelen tener un equipo de auditores
propio.
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