Una reflexión epistemológica en torno a la construcción del conocimiento
(CONSIDERACIONES EPISTEMOLÓGICAS Y
METODOLÓGICAS COMPLEMENTARIAS)
Introducción
Actualmente en el terreno de las ciencias y
especialmente en el de las ciencias
sociales, diversas epistemologías pugnan por
erigirse en perspectivas dominantes: Empirismo,
Constructivismo,
Criticismo, etc.
Las posiciones empiristas, dimanadas del positivismo,
aún conservan determinada influencia en las ciencias
sociales y son un modo de pensamiento
cuasi dominante en las ciencias naturales, no obstante en los
últimos tiempos – especialmente en el terreno de las
ciencias sociales – las perspectivas constructivistas se han ido
imponiéndo en los sectores de investigación donde dimensión
antropológico-humanista del hombre es el
punto focal; ello se evidencia en la producción teórica y en
las investigaciones
que concurren en diversos foros de discusión y
difusión, y en la copiosa bibliografía que circula en
Internet.[1]
El
conocimiento de lo que se plantea en cada una de estas
posiciones, especialmente las entronizadas en el centro del
debate
científico, debe conducirnos a un terreno donde la
reflexión lógica
(formal y dialéctica), el conocimiento
de lo esencial en esas posiciones epistemológicas, y la
contrastación de los datos
aprehendidos en la práctica investigativa; permiten
vertebrar los diseños investigativos con coherencia y
rigor metodológico.
Desarrollo
Para
sintetizar algunos puntos de vista al respecto como
premisas que nos sirvan para una mejor construcción de nuestros marcos
teóricos, es que pretendemos una toma de posición
explícita a partir de las reflexiones del Dr. Fernando
González Rey, autor que citamos "in extenso " por
compartir, en su mayoría, los puntos de vista que
sustenta.
El empirismo,
con tradición de epistemología dominante en las ciencias
sociales autotituladas científicas hasta la segunda mitad
de este siglo, es sustrato de las tendencias positivistas
(paradigmas
positivista clásico y realista); mientras que el
constructivismo ‑ en cualesquiera de sus variantes ‑
es tributario de las posiciones antropocéntricas como las
fenomenológicas y las hermenéuticas, entre otras.
El examen de las mismas revela el conjunto de condiciones y
cualidades que permiten evaluar sus posibilidades
gnoseológicas; no obstante, sólo
esbozaremos "grosso modo" algunas de ellas, en tanto
no pretendemos rebasar el nivel que permita sólo la
ubicación de nuestros puntos de vista en el concierto de
enfoques existentes con miras ha fijar una posición
teórico‑conceptrual dentro del curso.
En su
versión más ortodoxa, el empirismo
resume sus presupuestos
epistemológicos en los siguientes términos:
a)La división entre el sujeto y el objeto de
conocimiento. Por objeto se comprende la realidad tal como ella
es, a la cual el hombre
tiene acceso de forma directa a través de su contacto con
ella.
b)El hombre es pasivo en el proceso del
conocimiento. El conocimiento constituye un reflejo de la
realidad, no una construcción sobre la realidad. La
relación entre la realidad y el conocimiento se presenta
como una relación isomórfica.
c) El conocimiento es un fenómeno que tiene que
ver con la sensorialidad y el intelecto humano, a través
de los cuales la realidad la realidad puede ser atrapada
tal como es en los diferentes momentos del desarrollo del
conocimiento. Lo afectivo es completamente desestimado, y
considerado como fuente de error. En este punto se da una
estrecha relación entre el empirismo y el racionalismo,
sólo que el racionalismo enfatiza más el carácter activo de la razón en este
proceso.
d) El conocimiento se comprende como proceso regular ,
ordenado, progresivo, el cual está determinado por el
propio orden de lo real. La constitución de leyes aparece
como objetivo
esencial del empirismo, devenido positivismo a finales del siglo
XIX.
e) El conocimiento es comprendido como todo estado,
sustancializado en categorías finales que dan cuenta de lo
que la realidad es. La
comunicación, lo procesal, así como cualquier
forma de participación del sujeto dentro del proceso, son
totalmente desestimados ( Fernando González Rey,
l997,12/13, passim ).
El constructivismo
‑ por su parte ‑ es una posición
epistemológica con hondas raíces en el pensamiento
filosófico a través del tiempo, pero
que no alcanza su mayor influencia en los estudios sociales hasta
la segunda mitad del siglo XX. En dicho enfoque se ponen de
manifiesto varias posiciones: desde una radical que sobre bases
agnósticas postula que la realidad es una "cosa en
si" ‑en términos kantianos‑ hasta otras que
reconocen a la misma como parte del proceso del conocimiento y se
autodenominan constructivistas críticos, y
constructivistas dialécticos. Los conceptos
constructivistas más consensualizados son:
a) El sujeto y el objeto se integran en el proceso de
construcción del conocimiento que deja de ser una
representación lineal de lo que ocurre en la realidad,
independiente del hombre que lo construye; además el
conocimiento ‑ en el constructivismo crítico o
dialéctico ‑ no es el resultado sólo de
esquemas y/o capacidades innatas o adquiridas, sino por las
necesidades de autorganización de la propia
subjetividad.
Página siguiente |