- Introducción
- La Iglesia de hoy
frente a su tiempo y lugar: México - Tiene futuro la
Iglesia Cristiana en México? - Las fuerzas oscuras
que diluyen nuestra identidad en Cristo - La esperanza es que
Cristo construye
UNA PERSPECTIVA TEOLÓGICA Y
ÉTICA DE LA IGLESIA EN
TORNO A SU TAREA
Y A SU FUTURO EN MéXICO
INTRODUCCIÓN
Escribo estas reflexiones estimulado por la lectura de
la vida y pensamiento de
un siervo de Dios en Alemania
durante la segunda guerra
mundial: Dietrich Bonhoeffer (1). Siempre que he necesitado
fortalecer mi vocación me nutro de la biografía de aquellos
que sirvieron a Dios en su época y lugar impactando a su
generación con su fe y su testimonio.
Escribo esto tal y como me vienen las ideas a la mente o al
corazón, sin formato o andamiaje
argumentativo previo y producto de mi
diario personal. Siento
necesidad de expresar la perspectiva que tengo de la iglesia hoy
en día y advertir el riesgo que le ha
tocado vivir ante fuerzas históricas que parecen ajenas a
la conciencia de la
misma. Esta inconsciencia nos hace vivir adormecidos a la
tarea a la que como cristianos hemos sido llamados y necesito
expresar también el peligro que enfrentamos de ser
intrascendentes históricamente.
Me apasionan sus reflexiones acerca de la iglesia: "La
iglesia existe en tanto vive para los demás".(2)
Cuando vive para sí misma – como suele suceder- niega su
existencia, su razón de ser y diluye su identidad
quedando sólo en una organización religiosa sin influencia ni
testimonio. Cuando la iglesia vive para el mundo encuentra su
vocación y reafirma su identidad con el Cristo vivo y
sólo así, Cristo se hace presente en el mundo por
cuanto la iglesia se asume a sí misma como cuerpo de
él. Por eso no dudamos en afirmar que ante la pregunta de
donde esta Cristo hoy, la respuesta es: Ahí en donde
está la iglesia, reunida o esparcida. Entonces
Cristo se hace presente en el mundo a través de su
iglesia.
La iglesia contemporánea en su afán de alcanzar
al mundo termina identificándose con él mismo
en lugar de hacerlo con Jesucristo. Nuestra
identificación con Jesucristo es en su encarnación,
en su crucifixión y en su resurrección. El se
hizo carne, se hizo como nosotros y habitó entre nosotros;
en la cruz llevó nuestro pecado
identificándose con nosotros al hacerse pecado, hasta
pagar con su muerte la
culpa por dicho pecado. Después, Dios lo levantó de
la tumba para darnos vida nueva.
Bonhoeffer propone cuatro cualidades éticas que la
iglesia ha de vivir como un proceso de
vida y responsabilidad moral si
quiere vivir la libertad a la
que ha sido llamada y si quiere ejercer su libertad
responsablemente. A partir de esta propuesta es que reflexiono
acerca del estado de la
iglesia en México.
I. La vida
disciplinada. Para Bonhoeffer la vida disciplinada se expresa
en el control de
nuestros pensamientos, en la reflexión continua, en el
escribir incansable, en la lectura de la
Biblia y en la disciplina de
la oración. En su trabajo de
ética
(3) él escribe: "Si sales a buscar la libertad, aprende
ante todo la disciplina de los sentidos y de
tu alma, para que
los apetitos y tus miembros no te lleven ahora aquí,
después allí. Que tu espíritu y tu cuerpo
sean castos, sometidos totalmente a ti y obedientes, para buscar
la meta que se te ha establecido. Nadie experimenta el misterio
de la libertad, si no es por la disciplina". (4)
Bonhoeffer desarrolló una concentración y
dedicación sorprendente en la tarea de investigar, de leer
y de escribir que sólo puede obtenerse por una disciplina
constante. Su capacidad de abstracción era el resultado de
una vida de dedicación a la lectura, la reflexión
teológica, a escribir y al trabajo
intelectual.
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