La primera instancia a considerar para entender en los asuntos
de la llamada " globalización" está supeditada a
tomar en consideración necesariamente a la filosofía del fenómeno neoliberal
porque la primera no es sin el otro. Esto es, sin neoliberalismo
no habría globalización y sin globalización
el neoliberalismo sería un ejercicio fútil. Vale
entonces definir los vocablos para entender sus implicaciones.
Globalizar significa: de carácter global, es obvio.
El Neoliberalismo tiene descomposición
etimológica como sigue: Neo como nuevo y liberalismo
como liberación, nueva libertad, en
el caso que nos ocupa implica nueva libertad de mercadeo. Durante
mucho tiempo las
economías de mercado fueron
recicladas en un círculo vicioso por concepto de un
mecanismo doméstico basado en sistemas feudales
de mercadeo en los que no se permitían las competencias
extranjeras y las riquezas se mantenían en poder de los
miembros de alcurnias en un país cualquiera de la
tierra. Los
dueños se sucedían como en monarquías.
Los hijos de los dueños heredaban el poder
económico, de tal suerte que los ricos nunca eran nuevos
ricos so color de esta
sucesión. Así entonces los ricos siempre tuvieron
los mismos apellidos porque eran descendencias directas de
otros.
Este sistema feudal de
sociedad y
mercadeo hacía retornar el mismo dinero
invertido a las mismas arcas de donde procedían. Bajo
estas premisas no se arriesgaban capitales y las economías
no pertenecían al pueblo; solo progresaban los ricos a
expensas del sacrificio de los pobres, supeditados a dejar el
sudor de sus frentes en manos de los feudalistas.
Por otro lado, también había una circunstancia
desalentadora para los inversionistas a no considerar
reubicaciones o nuevas inversiones en
países tercermundistas: el clima
político durante mucho tiempo en casi todos los
países impedía reubicar operaciones
mercantiles. El relajo político imperaba. El protagonismo
de gente en los gobiernos, incapaces de lograr un equilibrio
sociológico o político mantenía un " status
quo " desbalanceado que no producía confianza en
potenciales inversionistas. Los mismos propietarios de empresas no
apostaban al mantenimiento
de climas de paz, sabían que las presiones vendrían
por causa de los abusos y excesos de gobierno. Las
luchas intestinas por el poder político supeditaba al
poder económico en defecto de las depredaciones, esto era
innegable.
Los inversionistas del patio siempre descansaron en la
pacificación por medio de las fuerzas de las armas y el
mollero punitivopor causa de sus propios desmanes contra la
fuerza
trabajadora. El clima era de aprehensiones y suspicacias, debido
a los manejos turbios de las economías por los
políticos de turno. El usufructo de Los Bienes
Nacionales, el tráfico de influencias, los sobornos
institucionales, y la falta de oportunidades para la fuerza
trabajadora in-crescendo, las sociedades
casi siempre estaban al borde de las anarquías y de las
guerras
civiles.
Durante el relajo político que trajo a los advenedizos
del poder, el usufructo de Los Bienes Nacionales creó
nuevos ricos sin alcurnias, nuevos ladrones y malandrines,
demasiados oportunistas y depredadores. Se conjugaban
legislaciones acomodaticias para beneficiar a particulares y a
tenor con las deseabilidades sociológicas pero La Ley era letra
muerta para los que se supone estaban en las obligaciones
de cumplirlas y hacerlas valer. Lamentablemente y como nota al
calce infiero que Los Códigos Civiles y Criminales eran
aplicables solo a quienes no podían pagar " las
indulgencias extraoficio por parte de Jueces y Fiscales." .
Remitido al ejemplo del Periodista venezolano William Ojeda
cuando escribió aquél libro que
tituló: ¿ Cuánto vale un Juez ?. Haciendo
denuncia pública de la corrupción en La Judicatura de su
país. Lo arrestaron, encausaron y encarcelaron durante un
año.
Cabe destacar también que por el poder económico
ejercido sobre los gobie rnos el proteccionismo cerraba las
puertas a inversionistas extranjeros, so color de evitar como
reseñado las competencias de productos
análogos y al desface que producirían las nuevas
conciencias humanistas de nuevos empresarios tal vez dispuestos a
pagar los ejércitos laborales con mejores emolumentos.
Entonces, ante tales disyuntivas no era permitido abrir
puertas a inversionistas extranjeros. Importante indicar, que las
economías de los países aunque crecieran no
permitían el progreso y desarrollo
porque las ganancias nunca se repartían y los empresarios
del patio no seguían creando nuevos y diversificados
mercados. Por
ejemplo: si un fabricante de jabón vivía
cómodo fabricando un millón de jabones al
año, para qué fabricar dos millones o para
qué fabricar diferentes clases de jabones. Se conformaban
con generar ingresos
recurrentes pero lineales. Tal era la mentalidad
retrógrada de los empresarios en sistemas feudalistas de
mercado en cada país tercermundista.
Poco a poco el mundo se fue achicando, pero se gestaba la
necesidad de trasegar economías. Muchos empresarios de
avanzadas pugnaban por hacer parir un fenómeno
esperanzador. Los avances
tecnológicos fueron necesitando nuevos mercados.
Nuevos enfoques produjeron nuevas necesidades, nuevos engranajes
para el progreso y desarrollo. Esto produjo tirantez en vista de
que los empresarios del patio no podían absorber
ejércitos laborales aptos para trabajar que reclamaban
empleos so color demasiadas veces hasta de la retórica
política
que hacía demagogia promisoria respecto a ello.
En Europa, el
Mercado Común Europeo ( MCE ) agobiado con los intereses
porcentuales onerosos por causa del galope de la divisa
hegemónica tradicional, el dólar estadounidense
tramó la formación de un Estado
económico cuasi-universal bajo la tutela de una
nueva razón político-social que llamarían La
Unión
Europea y la instauración de una nueva divisa
internacional: el euro.
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