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La representación que los jóvenes escolarizados tienen de la Universidad Pública (página 2)




Enviado por Gustavo Racovschik



Partes: 1, 2

La cambiante composición social de la Argentina de
aquel entonces, el ingreso de hijos de familia de
clase media y
baja a las universidades nacionales, el efecto del ascenso
social, el contexto nacional e internacional serán el
fermento de lo que se conocerá como la Reforma
Universitaria del ´18, la cual será ni más ni
menos que una manifestación de lucha democrática,
antioligárquica y anticonservadora llevada adelante por
los jóvenes reformistas. Como testimonio del pensamiento de
aquellos jóvenes retomamos  las palabras de
Aníbal Ponce: "Para los jóvenes que
entrábamos a la vida entre el horror de la tragedia
europea, la guerra fue,
como quería Guesde, la gran "liberatriz" en su sentido
más amplio. Todo lo que de nosotros quedaba atrás
de ella eran adquisiciones pasivas de la infancia,
hábitos dóciles de la educación, todo lo
que habría de seguirle eran conquistas dolorosas de la
adolescencia,
asombro y entusiasmo de los tiempos
nuevos"[4] .

Con el inicio de un nuevo modelo
estructural a mediados de los años ´70, mas
precisamente desde el Golpe Militar de 1976, se inaugura un
proceso de
acumulación basado en la valorización financiera
del capital y en
el desmonte de las instituciones
de bienestar. A partir de entonces comienza un importante
deterioro de la ciudadanía democrática, que se
explica desde dos factores: la profundización de los
cambios regresivos en la estructura
social, y el reforzamiento de esa tendencia a través
de las políticas
neoliberales de ajuste económico y flexibilización
laboral con la
implantación de un Estado
mínimo.

Será en  la década del ´90 en donde
la apertura de la economía, el ajuste estructural, las
privatizaciones y el achicamiento del Estado, y su
impacto sobre las tecnologías productivas,  que se
reflejarán en el mercado de
trabajo a
través de la agudización de la segmentación, la creciente
precarización de las condiciones de trabajo y el alto
desempleo,
fenómenos que, afectaron fuertemente a los jóvenes.
A ello, se suma que los requisitos para ingresar a un empleo son
cada vez mayores, para conseguir un empleo mas o menos bien
remunerado, los requisitos mínimos son de escolaridad
media completa. Sin ningún lugar a dudas, la creciente
pobreza en
nuestro país repercutió en los niños y
niñas y en los y las jóvenes con mayor incidencia
que en el resto de la población.

En este marco, con el objeto de adecuar el sistema
educativo a las nuevas condiciones "económicas y
sociales", léase demandas del mercado, el gobierno nacional
impulsó una reforma global del sistema educativo
a principios de
la década del 90, lo cual se logró a través
de la sanción en 1991 de la Ley de
Transferencia Educativa, en 1993 con la sanción de la Ley
Federal de Educación (Ley 24195) y, finalmente en 1995 con
la Ley de Educación
Superior (Ley 24521). Vale mencionar que todas estas leyes fueron
parte de las "sugerencias" de reforma de los organismos
internacionales de crédito, sobre todo del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el
Banco Mundial
(BM). Según lo expresado por José Luis Coraggio
"(…) los neoliberales ven a la educación como un
servicio-mercancía más, y no como un
bien público del cual se beneficia no sólo quien la
recibe sino toda la sociedad
(…)"[5]
.

En lo que a políticas universitarias se refiere, sobre
todo en la década del ´90, habrá una
tendencia a crear nuevas universidades nacionales,
públicas y privadas, nuevas carreras universitarias
enfocadas principalmente hacia áreas como la gestión, la administración de empresas, el marketing,
entre otras; por otro lado, la creación de un importante
número de institutos de educación superior no
universitaria, lo que producirá una importante
diferenciación en cuanto a las instituciones y carreras
que serán elegidas por los jóvenes que acceden a
este nivel de enseñanza. Se producirá un fuerte
desfinanciamiento hacia las Universidades públicas
producto de
éstas políticas, lo que traerá aparejado que
se produzca un deterioro en las condiciones edilicias y de
infraestructura, en los sueldos docentes, en
el monto de las becas que se le otorga a los estudiantes, etc.,
lo que llevará a las Universidades públicas a
generar diversas estrategias para
lograr autofinanciarse.   

A través de la aplicación de las
políticas neoliberales en la educación se
configurará un nuevo sistema educativo, que tenderá
cada vez más a ser desigual, segmentador y excluyente.
Pese a la expansión educacional registrada en la Argentina
en las últimas décadas, se han profundizado las
desigualdades en las posibilidades de los jóvenes de
diferentes estratos sociales de lograr acceder a estudios
superiores.

En lo que se refiere a la construcción de la subjetividad en los
jóvenes, nos parece conveniente situar esta
construcción históricamente, dado que entendemos
que en cada momento histórico y en cada sector social, los
sujetos se desenvuelven en un entorno de conceptos,
significaciones, valores,
costumbres y formas de comportamiento, por lo cual nos pareció
importante el aporte de Mario Margulis, quien asevera que: "la
generación, más que a la coincidencia en la
época de nacimiento, remite a la historia, al momento
histórico en que se ha sido socializado. La
generación no es una simple coincidencia en la fecha de
nacimiento, sino una verdadera hermandad frente a los
estímulos de una época, una simultaneidad en
proceso que implica una cadena de acontecimientos de los que se
puede dar cuenta en primera persona, como
actor directo (…)"[6]
.

Históricamente, fueron la familia y
la escuela las
instituciones que tuvieron preponderancia en los procesos de
construcción de subjetividad de los y las jóvenes.
Actualmente, la escuela comparte con el mercado y sus medios de
comunicación masiva la producción de subjetividades, y dado que la
escuela ha disminuido su eficacia
simbólica en los procesos de configuración de
subjetividad y de socialización de los y las jóvenes,
es que éstos adoptan modos de pensar y actitudes
distintas a otros momentos históricos. Es decir, si las
subjetividades ya no se construyen mayormente en el seno de la
familia o en la escuela, las y los jóvenes se apoyan en
los medios de
comunicación, sobre todo la
televisión, para construir esa "identidad"
juvenil. Y aquí compartimos la tesis de
Rossana Reguillo Cruz, cuando esta sostiene que "los
jóvenes aprenden sobre política, sexualidad y
otros temas en los medios de
comunicación, es decir, la televisión y los medios de
comunicación son los mayores socializadores de los
jóvenes"
. Esta autora agrega que "la escuela se
erige en fiscal, juez y
jurado, pero difícilmente se asume como parte de la
problemática de las culturas juveniles y mucho menos como
propiciadora de esa problemática por su incapacidad de
entender que el ecosistema
bidimensional que descansaba centralmente en la alianza
familia-escuela ha sido agotado, y que entre una y otra
institución hay un conjunto complejo de dispositivos
mediadores, entre ellos los medios de comunicación, que
posibilitan al joven el acceso simultáneo a distintos
mundos posibles"[7].

Dejamos en claro que la intención de los autores del
presente trabajo no es comparar a dos generaciones distintas de
jóvenes, a la de "ayer" y a la de "hoy", dado que se trata
de actores en contextos y sociedades
distintas y que por ende, definen sus conflictos de
manera diferente, por lo que mas bien nos centraremos en el
aspecto sociológico, es decir, mas que comparar
generaciones, podríamos decir que haremos una
comparación de sociedades en las que conviven generaciones
diferentes.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, es que creemos
que la representación que los jóvenes escolarizados
tienen de la universidad
pública ha sido fuertemente afectada y eso lo podremos
vislumbrar con mayor claridad cuando hagamos el desarrollo y
análisis de las encuestas.

Creemos que el sistema de representaciones que presentan los
jóvenes escolarizados puede ser analizado en una
relación, significante-significado, relación que
correspondería a los aspectos manifiestos y latentes o
fantasmáticos (Mastache, 2002)

Las
Encuestas

Para sistematizar el trabajo,
creímos conveniente hacer un análisis de las
respuestas que nos dieron las y los jóvenes y articularlas
teóricamente, como así también, otorgarles
un sentido a ellas. Las encuestas se realizaron en tres escuelas
del Partido de Tigre (zona norte del Conurbano Bonaerense), en
una escuela media
y en dos escuelas técnicas,
todas públicas. Se realizaron 37 encuestas
semi-estructuradas entre las tres escuelas. Las mismas se dividen
en 16 masculinas y 21 femeninas con edades que van entre los 17 y
21 años.

Las preguntas que se les realizaron a las y los
jóvenes fueron:

1)        
¿Cuál es la concepción que tenés de
la universidad pública hoy en día?

2)         ¿Vas
a seguir una carrera universitaria? ¿Cuál y por
qué?

3)        
¿Qué nivel de estudios tienen los integrantes de tu
familia?

Como metodología de trabajo, el grupo
realizó un relevamiento de todas las respuestas dadas por
las y los jóvenes, luego, fueron abordadas de forma
individual y debatidas grupalmente para lograr un mejor
análisis. Por último, tomándolas en forma
conjunta, se realizaron grupalmente diversas hipótesis sobre los significados que estas
cobraron para nosotros ante cada interrogante formulado a los
jóvenes.

Queremos aclarar a pesar de haberles preguntado a las y los
jóvenes sobre si iban a seguir una carrera universitaria,
cuál y por qué, luego de debatirlo grupalmente y
consultarlo con la Profesora, es que decidimos no tenerla en
cuenta a la hora de formular alguna hipótesis al respecto,
dado que, por un lado se mostró mucha heterogeneidad en
las respuestas y por otro, por que al ser una muestra
pequeña, hacer de parte nuestra alguna afirmación
y/o aseveración podría conducirnos a realizar una
estigmatización de los sectores sociales a los cuales
pertenecen los jóvenes escolarizados encuestados.

Las hipótesis que el grupo realizó fueron las
siguientes:

I)          En
general, las encuestas mostraron que las y los jóvenes
escolarizados tienen escasa o ninguna información concreta sobre la
Universidad,  sea esta pública o privada
.

"No tengo mucha información de ninguna en
particular, pero por lo que dicen, es buena educación,
esta muy nivelada con las privadas. Conozco gente que termino en
universidades publicas y hoy en día son ingenieros y
profesores respetables, con un estudio que se aplica muy bien a
un área de estudio"
(masculino, 19 años,
escuela de sectores medios)

"La verdad es que no tengo muy bien definido una
concepción básica. Hoy en día me
parecería que esta bien; creo que no es la misma que hace
unos años atrás. Sin duda. Pero en general no tengo
una visión definida".
(Femenino, 18 años,
escuela de sectores populares)

"(…) No conozco mucho el manejo de las universidades, o
sea, no sé cual es mejor en relación a los
estudios, pero por como esta el país creo que es mucho
mejor recibirte en una universidad paga".
(Femenino, 18
años, escuela de sectores medios)

El que los jóvenes escolarizados tengan escasa o
ninguna información concreta sobre la Universidad, sea
esta pública o privada, tiene múltiples causas.
Más adelante veremos que los jóvenes encuestados
mostraron tener una imagen
distorsionada de la Universidad (creemos nosotros que por efecto
de los medios masivos de comunicación), pero que esta
imagen está construida en base a lo que los jóvenes
ven y escuchan en la televisión. Debatiendo grupalmente, le
atribuimos esta casi nula información que tienen los
jóvenes sobre la Universidad a dos motivos: por un lado, a
que los jóvenes dejaron entrever en sus respuestas mucho
de conformismo, de que viven en un presente conflictivo y de que
no hay grandes expectativas y de ilusión de futuro, por lo
que para muchos de los jóvenes escolarizados la
universidad sólo sería un lugar de "conflictos", un
lugar al cual no es tan sencillo acceder y al cual no todos
acceden y por lo cual no sería necesario tener mayor
información. También suponemos que esta carencia de
información tiene que ver con que el entorno del joven (su
familia) que tampoco le brinda o posee información sobre
la universidad, y esto lo desarrollaremos en el último
punto.

Por otro lado, creemos que también en parte, la
Universidad como institución es responsable de esto, ya
que en los últimos treinta años y sobre todo a
partir de la década del ´90 y con Ley de
Educación Superior de por medio, la universidad ha perdido
en gran parte los lazos que otrora la unían con el resto
de la sociedad, sobre todo con los sectores populares, y
aquí hacemos mención a lo que significó la
extensión universitaria, la cual significaba el compromiso
de los intelectuales
y los universitarios con los sectores que no accedían a la
universidad, sobre todo con los sectores populares y los
trabajadores.

Como sostiene Silvia Brusilovsky, "la extensión se
asociaba con educación y capacitación popular, con asesoramiento a
sectores populares, con el desarrollo de conciencia
crítica, con solidaridad y con
el estudio de los problemas que
afectaban a los sectores urbanos y rurales (…) En el contexto
de políticas de Nueva Derecha, la práctica
institucional define a la extensión como atención a demandas del mercado y de las
empresas
productivas o a la puesta en marcha de políticas
públicas vinculadas con campos en los que el Estado
terceriza servicios (por
Ej., políticas sociales focalizadas, capacitación a
docentes, etc.). Esta definición política cambia el
histórico sentido de la extensión y la transforma
en una respuesta a la demanda de
servicios y en fuente de ingresos
alternativos para la
institución"[8].  

II)         Las y
los jóvenes escolarizados encuestados mayormente hicieron
referencia a las posibilidades-imposibilidades de acceso-ingreso
a la Universidad (uno de los factores es el ingreso restrictivo
-por ej. a través del CBC- y el otro es el poder
adquisitivo de cada joven y de su familia para solventar los
estudios universitarios).

"(…) Esta bien que sea una universidad publica así
todos podemos comenzar una carrera. Sin tener que pensar que
tenés que pagar una x cantidad de plata porque muchas
personas no tienen la plata o no llegan a pagar (…)
También el que tiene ganas de estudiar la paga pero no
muchos no pueden".
(Femenino, 19 años, escuela de
sectores medios)

"(…) Pero también esta complicado por el tema del
CBC por que hay muchos chicos que no pueden o no tienen tiempo de
estar todo el día estudiando y no pueden pasar y cada vez
mas chicos se estancan al terminar la secundaria".
(Femenino,
18 años, escuela de sectores medios)

A través de la sanción de la LES, las
universidades, públicas y privadas,  generaron formas
restrictivas de ingreso y que no garantizan el acceso en igualdad de
condiciones. Hoy día, las universidades poseen un sistema
de recepción de los estudiantes ingresantes con
características expulsivas que no posibilita la
inclusión debido a la existencia de, por ejemplo, clases
superpobladas, carencia de docentes necesarios, deficiencias
edilicias, cupos mediante exámenes, todo esto enmarcado en
las profundas carencias presupuestarias de la que hoy es presa la
universidad pública. En este punto tampoco podemos dejar
de obviar los condicionantes económicos de los
jóvenes y sus familias, que inciden de manera directa en
el futuro del joven, ante la posibilidad o no de acceder a
estudios superiores.

Estos condicionantes también incidirán
negativamente si es que el joven logra acceder a la universidad,
ya que el joven deberá acostumbrarse a "la vida
universitaria" con todas estas adversidades (sobre todo en la
universidad pública) y para poder sustentar sus estudios
seguramente deberá trabajar, por lo que posiblemente deba
optar entre trabajar o estudiar, entre hacer las dos cosas y
postergar unos años su graduación. Nosotros le
atribuimos que todos éstos factores son parte de una
estrategia que el
capitalismo
neoliberal, a través de sus distintas políticas al
interior de los Estados, han implementado a fin de evitar, entre
otras cosas, la creciente masificación de la
matrícula universitaria.

III)         Un
tema recurrente que apareció en muchas respuestas fue el
tema del "bochazo", de los "conflictos" y de ver a la UBA como
"la única universidad publica", en muchos casos estos tres
temas aparecen interrelacionados. Se noto que las respuestas
dadas se relacionan directamente con lo que la televisión
"muestra" de las Universidades publicas.

" (…) Cuando van a rendir examen bochan a unos cuantos,
entonces me parece que les conviene que la gente sea ignorante,
no puede ser que de treinta chicos que se presentan entre diez, o
el nivel es muy alto o simplemente bochan por bochar (…)".

(Femenino, 18 años, escuela de sectores medios)

"Mi opinión acerca de la universidad publica es que
tienen que cambiar algunas cosas como por ejemplo en la UBA
tienen que sacar el CBC porque los chicos se cansan y dejan el
estudio"
(Masculino, 19 años,  escuelas sectores
populares)

"(…) Lo que sale en la tele mal porque están
echando a los rectores, decanos y hacen muchas huelgas, que no
sé porque son, pero si como lo hacen es por algo. Y
tendrían que seguir haciéndolas".
(Masculino,
17 años, escuela de sectores populares)

"Para mi ver, pasa como con los secundarios, no son tan
exigentes como era en su momento, hoy en día se les da
mucha libertad para
que hagan lo que quieran, ya sea romper como hacer
escarches".
(Femenino, 17 años, escuela de sectores
medios)

Una de las características más importantes de
la
globalización ha sido el desplazamiento de lo
público hacia los medios masivos de comunicación,
por lo que se podría decir que la sociedad está
cada vez más altamente massmediatizada. En nuestro
país, el proceso de concentración mediática
se inició en la década del ´90 y produjo una
profunda reorganización del sistema de medios de
comunicación a partir de la conformación de
conglomerados multimediáticos que incluyen
televisión abierta y por cable, radio, diarios,
Internet,
telefonía móvil y domiciliaria, etc.
(hoy en día, se podría decir que casi la totalidad
de los medios de comunicación están duopolizados
entre el Grupo Clarín y el Grupo Telefónica).

Este proceso de "globalización mediática" ha incidido
radicalmente en la conformación de nuevos imaginarios
sociales y culturales e incidió directamente en la vida
cotidiana de las personas, y sobre todo de los jóvenes.
Los jóvenes no relacionan lo que ven en la
televisión con lo cotidiano. Se ha producido en el
conjunto de los jóvenes, más allá de su
condición social, un corrimiento de referentes y
constructores de identidad. La familia y la escuela han perdido
con el correr de los años este "privilegio". Y es entonces
que los jóvenes comienzan una traumática e
incesante búsqueda de referentes fuera de éstos
ámbitos y es justo aquí, en este proceso, donde los
medios masivos de comunicación, en especial la
televisión, tienen su principal incidencia en la
construcción de subjetividad de los jóvenes, en
donde se mezclan referencias positivas y negativas.

Con respecto a las respuestas dadas por los jóvenes
encuestados, hemos visto, como en el punto anterior, que su
representación está cargada de la visión que
trasmiten los medios sobre la universidad y su entorno. La
televisión tiende a "demonizar" a ese grupo de
jóvenes que protesta, que hace escraches o marchas, que
toma colegios y/o universidades y los pone como "el mal ejemplo"
o bien como "esto es lo que les espera si van a este colegio o a
esta universidad", es decir, éstos jóvenes son
objeto de una verdadera campaña difamativa por parte de
los medios de comunicación, en especial la
televisión, ya que sólo resalta y subraya los
conflictos y lo negativo de la institución, negando y
ocultando los motivos reales de los conflictos y del
porqué la universidad pública está en las
condiciones en que está actualmente.

IV)        Según
los testimonios de las y los jóvenes encuestados, ya no es
tan clara la idea de la Universidad como una posibilidad para el
ascenso social, como lo fue en gran parte del siglo XX.

"Hoy en día todos tenemos que tener estudios porque
sin esto no somos nada y no conseguimos trabajo fácil.
Entonces para mí la universidad está bien porque
nos da la posibilidad de tener un título y aprender
más".
(Femenino, 18 años, escuela de sectores
medios)

"Para mí, pienso que la universidad es importante
para todo porque eso nos va a ser después una herramienta
de trabajo".
(Masculino, 19 años, escuela de sectores
populares)

Luego de treinta años de neoliberalismo, más allá de sus
matices, quedó muy atrás aquella movilidad y
ascenso social que nuestro país mostró en la mayor
parte del siglo XX y que lo distinguió del resto de
América
Latina. Ya no existe una "autopista central" que a los
jóvenes les permitía el paso de la universidad al
mundo del trabajo. Cada vez más, y sobre todo en los
sectores populares, el trabajo ha pasado a superponerse o incluso
a desplazar a la actividad escolar, por lo que en muchos casos,
la universidad pasa a un segundo plano a algo a lo cual "me
gustaría ir pero…".

Por otro lado, se ha instalado la "inseguridad"
del empleo post-universidad, es decir, aquel campo profesional en
el cual el joven se debería insertar luego de concluida su
carrera de grado. Es muy difícil asegurar el empleo
"soñado", lo que genera incertidumbres en los
jóvenes a la hora de pensar en seguir o no una carrera
universitaria y en la elección de la carrera. Por lo que
la tesis de la "empleabilidad" se termina cayendo, ya que hoy por
hoy, ni la universidad tiene capacidad de generar ni de
garantizar el empleo.

Y también ahí, "el Dios
mercado"[9]  llega con su
"mano invisible" a través de sus voceros y sus medios de
comunicación y crea en los jóvenes esta idea de
incertidumbre, y ante ella, les ofrece la alternativa de las
carreras terciarias "con salida laboral" o cursos de corta
duración, también con salida laboral. No es de
ninguna manera casual que en los últimos quince
años, han proliferado cursos y carreras tales como
Gastronomía, Hotelería,
Turismo, Periodismo
deportivo, reparación y programación de PC´s, cursos de
construcciones, electrónica, electricidad,
peluquería, etc.

Podríamos decir además que sólo los
jóvenes de sectores medios y altos quienes generalmente
podrán ingresar a la Universidad y acceder a la
moratoria  social y aspirar a un ascenso social, en cambio,
habrá toda una franja de jóvenes, sobre todo de
sectores populares, que estarán condenados a realizar
estos cursos y a insertarse en trabajos mal remunerados, menos
jerarquizados y en condiciones de explotación o
semi-explotación como una de las pocas condiciones de
movilidad social.

V)         En
general, los jóvenes encuestados mostraron una imagen
positiva de la universidad pública y fueron muy pocos los
que sostuvieron que la universidad privada es mejor que la
Universidad pública. Aquellos jóvenes que mostraron
su disconformidad con la Universidad pública, se la
atribuyeron a diversos factores.

"Me parece algo muy bueno y que significa mucho para los
chicos porque hay gente que quiere seguir una carrera y no puede
pagar sus estudios, por eso esta muy bueno y ojala que siga
así".
(Femenino, 17 años, escuela de sectores
medios)

"Para mi las universidades publicas tienen poco nivel, por
lo menos por lo que yo veo".
(Femenino, 17 años,
escuela de sectores medios)

"Creo que se valora mas el estudio en una universidad
publica que en una privada, que a veces se rumorea que una
privada es menos "confiable". A pesar de que hay carreras que
solo se estudian en privadas".
(Femenino, 18 años,
escuela de sectores populares)

"Son importantes para nuestro futuro, están un poco
descuidadas, pero yo pienso que el estudio es el camino para ser
alguien".
(Masculino, 17 años, escuela de sectores
populares)

"(…) Actualmente están afectadas a problemas que
no ayudan a las personas que quieren recurrir a ellas y al no
resolverse estos problemas es difícil que los
jóvenes quieran recurrir a ella ya que la mayoría
termina el Polimodal y comienza a trabajar".
(Femenino, 17
años, escuela de sectores medios)

Creemos que a pesar del muy fuerte impacto que produjeron las
políticas neoliberales en el ámbito de lo
público, tanto la escuela como la universidad
pública siguen gozando de buena imagen, y esto mas
allá de lo que decíamos en el punto tres sobre la
incidencia que tienen los medios masivos de comunicación,
sobre todo la televisión, en la construcción de las
subjetividades juveniles y en crear una imagen distorsionada y
fatalista sobre la universidad pública, donde sólo
subyacería el "conflicto". En
las respuestas de los jóvenes escolarizados que
elegirían una universidad privada vimos que aparece esta
tendencia de que por que "las públicas están
desprestigiadas", "descuidadas" o son "de poco nivel", es decir,
vemos que una vez más sus respuestas están
impregnadas más por lo que "dicen" que por lo que
efectivamente "saben" sobre ellas.

VI)        Notamos que
en la gran mayoría de las respuestas, las y los
jóvenes escolarizados encuestados mostraron una gran
lejanía en alcanzar llegar a Universidad, que les resulta
difícil llegar, e incluso, algunos mostraron mucha
ambigüedad en sus respuestas sobre la universidad
pública.

"Para mí la universidad es algo que me
gustaría seguir porque quisiera hacer medicina pero
voy a seguir otra cosa. Yo pienso que la universidad es
importante pero no voy a seguirla. Opino que es lindo seguirla
para que el guste y puede".
(Femenino, 19 años,
escuela de sectores medios)

"Pienso que tienen una buena visión". (Femenino,
17 años, escuela de sectores populares)

"No conozco como es la universidad publica ya que ninguno
de los integrantes de mi familia estudio en una universidad".

(Masculino, 17 años,  escuela de sectores
populares)

"Pienso que debe ser muy difícil y a la vez algo muy
bueno para empezar a formar nuestro futuro".
(Femenino, 17
años, escuela de sectores medios)

Las extraordinarias transformaciones en el plano de la
información y la
comunicación, la casi massmediatización de la
vida de las y los jóvenes han incidido en el
distanciamiento de éstos de instituciones como la
Universidad pública, pero como decíamos mas arriba,
también la Universidad pública ha ido
retirándose paulatinamente de aquellos sectores que otrora
incorporaba. Asimismo, creemos que dentro mismo de la Universidad
se ha ido generando una pérdida de la identidad del "ser"
universitario, que allá por las décadas del 60 y 70
consistía en que justamente la universidad estuviera junto
al pueblo y el deber, el ethos del universitario era llegarse
hasta los sectores populares, por lo que existía una
identidad de universitario y de universidad, un vínculo
entre el universitario y la universidad.

Desde 1966, año en que se produce la "Noche de los
Bastones Largos", comienza lentamente el proceso de
desmovilización al interior de las universidades, que se
hará mucho más radical a partir de la dictadura
genocida del 76 y que tendrá su corolario con las
políticas neoliberales aplicadas en nuestro país a
partir de la década del 90, de esta manera, se
consumó un proceso de paulatina destrucción de la
Universidad pública, que hoy continúa a
través de lo que la televisión instala en la
sociedad sobre los "conflictos" de la UBA, el Pellegrini, los
paros docentes, entre otras cosas.

Por otro lado, no ha de sorprendernos que las y los
jóvenes escolarizados muestren lejanía con la
Universidad pública o ambigüedades en sus respuestas
cuando se les consulta sobre ellas, dado que entre que las
instituciones públicas han sido vapuleadas en los
últimos 30 años, borrando casi del imaginario
popular el "sentido de lo público", instalando a
través de los medios de comunicación el "sentido de
lo privado".

VII)       Casi en la
totalidad de las respuestas se puede notar que el nivel de
estudios alcanzados por los padres y hermanos apenas si alcanza
el nivel medio, es decir, en su mayoría tienen entre
primario y secundario, completo e incompleto, y son muy pocos los
casos en donde hay algún familiar directo que tiene
estudios universitarios, ya sea completos o incompletos
.

"Papá, primario completo. Mamá, primaria
completa. Hermano,    secundario completa".

(Femenino, 18 años, escuela de sectores populares)

"Mi papá hizo hasta séptimo grado y mi mama
hasta tercer año de la secundaria. Mis hermanos
están estudiando y por suerte les gusta mucho. Mi mama y
mi papá les hubiese gustado terminar y seguir una carrera
pero no se, no la terminaron. Pero por lo menos, tienen
noción al comprender un texto".

(Femenino, 17 años, escuela de sectores medios)

"Mi mama es docente, mi hermana esta estudiando profesorado
de historia, mi otra hermana es abogada y la mas grande es
profesora de lengua y
literatura".

(Femenino, 17 años, escuela de sectores medios)

Como queda expuesto, los padres de los jóvenes
escolarizados encuestados cuentan con un nivel de estudios
educativos muy bajos, en donde el promedio educativo alcanzado es
de secundaria incompleta, por lo que podríamos relacionar
esto con dos cuestiones: por un lado, que los jóvenes que
tienen en su horizonte la idea de continuar con un estudio
superior pueda deberse a la idea de lograr lo que "los padres no
pudieron", y lograr de esta manera una superación personal. Por
otro lado, y trayendo a colación el primer punto, creemos
que la poca información que las y los jóvenes
tienen acerca de la Universidad pueda deberse a que, si en el
entorno familiar no hay antecedentes de estudios superiores, pues
no se les pueda brindar a los jóvenes información
precisa sobre la Universidad, y que la visión que tienen
sea construida a través de informaciones que se dan en los
medios de comunicación o lo que "dicen" amigos y
conocidos.

Conclusiones

Para comenzar las conclusiones del presente trabajo, nos
pareció más que conveniente iniciar las mismas con
un párrafo
del escritor uruguayo José Luis Rebellato, que hace un
excelente diagnóstico de la actual
situación:

"El neoliberalismo vigente parece que definitivamente nos
ha conducido a un mundo donde la competencia y el
mercado se han transformado en productores de nuevos significados
y en constructores de nuevas subjetividades (…) Los modelos
neoliberales poseen una capacidad de penetrar y moldear el
imaginario social, la vida cotidiana, los valores
que orientan nuestros comportamientos en la sociedad. Más
aún: la cultura de la
globalización con la hegemonía neoliberal
está produciendo nuevas subjetividades (…) Asistimos a
la construcción de nuevas subjetividades y a la emergencia
de nuevas patologías; lo que afecta severamente el
concepto de
calidad de
vida (…)

(…) Los modelos neoliberales apuntan a la
construcción de un sentido común legitimado, sobre
el substrato de la normalidad, es decir, un sentido común
que acepte esta sociedad como algo natural e inmodificable,
quedando solo lugar para la adaptación a la misma. El
conformismo generalizado está estrechamente vinculado con
un naturalismo impuesto. El
pensamiento único se nos presenta con una lógica
irresistible: la lógica del capital sobre la vida, la
lógica del único sistema viable sobre la
posibilidad de pensar la alternativa. La lógica del
vencedor que anuncia haber llegado al fin de la historia (…)
éstos y otros imaginarios sociales se conjugan, articulan
y entrelazan dando lugar a una cultura de la desesperanza y
configurando una identidad de la
sumisión"[10].  

En primer lugar, nos gustaría hacer referencia a los
cambios que se produjeron en el sistema de educación
superior por los efectos de las políticas neoliberales que
se implementaron en nuestro país y que alteraron la
representación social que la Universidad, sobre todo la
pública, había tenido en gran parte del siglo XX, y
que incidieron directamente en como hoy los jóvenes ven y
se relacionan con esta institución. Como veíamos en
los testimonios de los jóvenes encuestados, éstos
no tienen certezas de que representa hoy en día la
Universidad pública, les genera dudas si podrán
ingresar y luego permanecer, cuántos años
deberán estudiar para lograr un título de grado y
finalmente, si una vez alcanzada esta meta, el título
logrado traerá ese "ascenso social", y si este se
relacionará con las necesidades del mercado de trabajo.
Creemos que en la actualidad, mas allá de otras causas que
más adelante mencionaremos, los grandes cambios producidos
al interior del sistema de educación superior a
través de las políticas neoliberales -la Ley de
Educación Superior, por ejemplo-, la contracción
del mercado de trabajo, la mayor diversificación de las
carreras universitarias y terciarias, entre otras, son en parte
responsables de éstas dudas e incertidumbres que se
generan en las y los jóvenes.

Con respecto a las modificaciones que se hicieron al interior
del sistema de educación superior, Marcela Mollis sostiene
lo siguiente:

"La crisis de la
razón moderna afectó el proyecto
institucional de las universidades tradicionales. Nuevas
instituciones responden a esta crisis y al cortoplacismo del
mercado, formando en menos de cinco años compradores de
diplomas (…) Las carreras cortas con salida laboral
fácil constituyen la meca de esta nueva tendencia que
confunde a la educación universitaria con la
formación post-secundaria. En Argentina no existe una
estructura
educativa post-secundaria que reciba la demanda de los
interesados en estudiar para trabajar. Nuestro sistema
universitario y terciario no universitario público recibe
a los que trabajan para poder estudiar (…) Cabe preguntarse si
en este contexto del liderazgo
gerencial y mediático hay lugar para las humanidades,
la ciencia y
la cultura ¿Cómo se formarán los
profesionales, científicos y humanistas del siglo
XXI?"[11]

Por otro lado, esas dudas e incertidumbres que muestran los
jóvenes escolarizados con respecto a la universidad
pública tiene que ver también con las fallas al
interior del sistema educativo, en este caso de la
enseñanza media, y las dificultades que hoy viven la gran
mayoría de las y los jóvenes de clases populares en
conseguir empleo, que llevan a los jóvenes a dudar de si
ingresando a la universidad "realmente" podrán acceder a
un mejor empleo. El carácter regresivo de los mercados de
trabajo hoy por hoy impide que la posibilidad de la promesa de la
educación como canal de ascenso social se pueda cumplir.
Emilio Tenti Fanfani dice al respecto:

"Hoy el título de estudio secundario no se relaciona
con el mercado de trabajo como sucedía antes. Esto es una
paradoja: cuando llegan los pobres al nivel medio se encuentran
con un título que no cumple con las promesas. Entonces
viene la decepción y el desencanto para la familia y para
los propios chicos que alcanzan el anhelado título de
estudios secundarios completos. Y luego de tantos esfuerzos, ese
título ya no garantiza necesariamente la
incorporación en el mercado de trabajo, al menos no tanto
como antes lo hacía. Hoy el título de bachillerato
tiene menos valor que
antes. Por eso en la actualidad, es más difícil
encontrarle un sentido a los esfuerzos
escolares"[12].

Podríamos decir que si bien es cierto que el nivel de
enseñanza superior sigue siendo masivo, y si bien es
también cierto que a pesar de los problemas
económicos por los que atraviesan los jóvenes de
clases populares, en menor medida pero también logran
ingresar a la Universidad,  serán éstos
jóvenes los que tendrán mayores dificultades a la
hora de permanecer o bien de terminar su carrera de grado en
tiempos "institucionales", ya que seguramente, deberán
trabajar para lograr solventar sus estudios y esto traerá
aparejado la extensión de los años dentro del
sistema de educación superior, y esto sumado a la
incertidumbre que genera el hecho de no tener asegurado el empleo
soñado.

"El presente de las universidades argentinas -afectadas por
las políticas de corte neoliberal, por las restricciones
presupuestarias, por el ajuste fiscal y la transformación
del contrato social
entre el Estado y la sociedad civil
ha desnaturalizado los "saberes universitarios" para convertirlos
en "conocimientos mercantilizados". El saber se mide con el lenguaje de
las finanzas, se
calcula a través de indicadores de
rendimiento y de certificados y diplomas entregados en tiempo y
forma con mayor  valor de mercado; se representa en la
formación de recursos humanos
cuando, al mismo tiempo, las humanidades van perdiendo
gradualmente sus recursos. Nuestras universidades tienen alterada
su identidad que las asemeja al supermercado, donde el estudiante
es cliente, los
saberes una mercancía, y el profesor un
asalariado
enseñante"[13].

Ahora bien, mas allá de que hoy en día tanto la
escuela secundaria como la universidad han sido directamente
afectadas por las políticas neoliberales que no solo
modificaron la estructura económica, sino que
además transformaron radicalmente las esferas
política, social y cultural, y que éstas crearon un
nuevo sistema de valores, creencias, significados, identidades
que impregnaron a toda la sociedad, pero muy especialmente a los
jóvenes. Quizá uno de los factores de la actual
crisis que vive nuestro sistema educativo tenga que ver con la
falta de sentido de una actividad que, centrada en la
trasmisión / adquisición de saberes, valores,
normas, etc.,
no encuentra nada valioso a ser enseñado, salvo aquello
que represente una utilidad
convertible en valor de cambio. Creemos que, como dice Rossana
Reguillo Cruz "la escuela está compitiendo en condiciones
desventajosas con los medios de comunicación masiva".

Con respecto a esto, nos parece conveniente citar a Emilio
Tenti Fanfani, quien sostiene que:

"Hay una especie de fragilidad de las instituciones
escolares, entendiendo la fragilidad como una incapacidad
relativa de formar subjetividades. Se entendía que los
colegios y las escuelas eran como fábricas de personas,
fábricas de ciudadanos, fábricas de recursos
humanos, fábricas de subjetividades (…) Hoy las
instituciones tienen menos capacidad en este sentido, no son como
"ese molde" sobre el que se imprimen las personas. Antes se
entendía que los niños eran como una materia
plástica, maleable, que tomaba la forma que le
imprimían las instituciones (la familia, la escuela, las
iglesias, etc.). Hoy en día las instituciones son bastante
débiles (…) Hoy la relación se ha invertido: son
las características socioeconómicas y culturales de
las familias las que "moldean" las
instituciones"[14]

Como decíamos cuando analizábamos las entrevistas,
la gran mayoría de las respuestas dadas por los
jóvenes escolarizados muestran que la
representación que tienen de la Universidad pública
está fuertemente impregnada por la "visión" de los
medios de comunicación, en especial la televisión,
es decir, las respuestas dadas por las y los jóvenes nos
mostraron que ellos no tienen grandes certezas sobre el
significado de la Universidad pública, sino que mas bien
tienen una visión fragmentaria, en donde se puede mezclar
lo positivo con lo negativo, en donde se tienen presentes
imágenes de lo que "es" la Universidad
pública (se mezclan imágenes de los conflictos de
la UBA y el Pellegrini, los "bochazos" que generalmente se dan en
la Universidad de La Plata, los "escraches" que se le hicieron a
Alterini, los reclamos estudiantiles, los paros y reclamos
salariales de los docentes, etc.), creando así en muchos
jóvenes una representación distorsionada y
mediática de la Universidad pública.

José Luis Coraggio hace un importante aporte al
respecto, que nos pareció más que conveniente
citar:

"La campaña de algunos medios monopolizados (y que
tienen interés en
el negocio de la educación y de las nuevas TIC´s)
para deslegitimar a la educación pública arrecia.
La opinión
pública es confundida por campañas sesgadas que
hipergeneralizan a partir de algunos hechos -que se dan y que son
efectivamente indefendibles- pero que están lejos de ser
la representación completa de las prácticas de las
universidades nacionales (…) La agenda universitaria
está marcada por la hegemonía del programa
neoliberal, que pretende confrontar a la sociedad con dilemas
encuadrados en el problema económico de la
asignación más eficiente de recursos escasos entre
fines múltiples, tales como:

·          
Costosa e ineficiente educación universitaria gratuita /
subsidiada para los sectores medios que podrían pagar vs.
Educación básica, salud básica,
jubilaciones y pensiones, el 50 % de los niños que hoy
nacen en hogares pobres, etc.

·          
Arancelamiento con recursos vs. Gratuidad sin recursos

·          
Subsidio a la oferta vs.
Subsidio a la demanda

·          
Acceso a los que pueden pagar y a los pobres más capaces
vs. Ingreso irrestricto

·          
Monopolio
público (Estado "proveedor") y presupuesto por
ley vs. Mercado competitivo (Estado "evaluador") y fondos
concursables"[15]

Ahora bien, como hemos visto, la incidencia de los medios
de comunicación, en especial la televisión, es
preponderante a la hora de la formación de "opinión
pública" o de sentido común. Tomando una vez
más los aportes de Rossana Reguillo Cruz, podemos ver que
en gran parte que "(…) los jóvenes se inscriben
socialmente en las industrias
culturales (…) éstas industrias si se
animan a construir certezas (…) actualmente, los jóvenes
aprenden los llamados conocimientos significativos a
través de los medios de comunicación, ya que lo que
más ven es televisión (…) los medios tienen un
papel fundamental en la socialización de los
jóvenes (…)".

En la actualidad la cultura mediática ocupa un lugar
preponderante: la imagen, su vertiginosidad, el zapping parecen
concurrir con el conjunto de transformaciones culturales que
apuntan a crear un sujeto aislado y espectador, adaptable y
adaptado, con flexibilidad y ductilidad, que se esfuerza
individualmente para ganar y ser exitoso.

Los sujetos estamos atravesados por la propia cotidianeidad de
los medios, y su papel en el espacio cultural en relación
con la escuela nos lleva a interrogarnos ¿en qué
medida desde el espacio escolar es leído el espacio
mediático? ¿en qué medida se lo reconoce
como ámbito productor de discursos y de
saberes? Proponemos recuperar el accionar instituyente de los
sujetos  que a diario movilizan situaciones cotidianas
escolares.

En la actualidad los medios masivos de comunicación
están situados en un espacio y un tiempo definidos, tienen
un rol protagónico en la estructuración de la vida
cotidiana de los sujetos constituyéndose así en una
herramienta fundamental que nos permite hablar de una sociedad
mediática.

Consideramos posible, mirar a los medios en la
construcción de la realidad en relación a una
estrategia de dominación, aunque también como
espacio (en menor medida) de resistencia.

Los medios construyen una visión de la realidad, y por
lo tanto se constituyen en mediadores entre nosotros y los otros.
La intermediación permite distanciarnos de manera que
habilite a la desnaturalización del discurso
construido. La problematización tiene un lugar fundamental
en tanto dinamizadora de un accionar instituyente por parte de
los sujetos / espectadores.

Asumimos una mirada critica del espacio mediático con
relación al campo educacional, reconocemos a este espacio
como un lugar de producción de  saberes, y de
intercambio entre sujetos desiguales.

El espacio mediático atraviesa al ser civilizado de
fines de siglo,  y se constituye en lo cotidiano (en parte).
Por lo tanto este espacio socializa en una dirección, se imponen insospechadamente
construyendo la propia identidad de los sujetos, difundiendo un
sistema  social complejo de representaciones (formas de
presentar lo real)

Está claro que los medios de comunicación han
incidido en la construcción de las subjetividades
juveniles y esto ha quedado demostrado en los relatos de las y
los jóvenes. Pero no queremos caer en un mecanicismo en el
cual decimos "solo los medios tuvieron la culpa" sino que ha sido
el cambio radical que se ha producido en nuestra sociedad
producto de la hegemonía neoliberal que ha modificado toda
la estructura social. A diferencia de los años en que la
educación era muy valorada por verla como una herramienta
para el ascenso social y por ende para mejorar las condiciones
laborales, a diferencia de aquel sistema educativo que fue
pensado para la formación del ciudadano y la
definición de un ser nacional, (podríamos decir que
había una estrecha interrelación entre la esfera
económica y el de la formación escolar) hoy
día el sistema educativo ha perdido su papel preponderante
en la formación de conciencias y/o subjetividades en manos
de las nuevas industrias culturales que aventajan a las
instituciones educativas (desde puntos de vista como el de
Reguillo Cruz) en el sentido en que son mas abiertas al abanico
geográfico, económico, étnico,
artístico, que el explotable mercado juvenil presenta hoy
día. Ante esta reflexión cabe cuestionarnos:
¿son los medios e industrias culturales los que se
ramifican "leyendo" el panorama juvenil contemporáneo, o
son los jóvenes los que a partir de los grupos de
pertenencia ramifican sus preferencias ante una oferta cada vez
más variada (y cada vez más redituable) de cultura,
esparcimiento, diversión, espacios de opinión,
etc.? Remitiéndonos a nuestra "cultura vivida", y al
conocimiento
que ella nos permite generar sobre la sociedad capitalista,
podemos afirmar que una de las principales estrategias del
mercado es, no arriesgando, estudiar las preferencias o falsas
necesidades de los consumidores, para luego activar la maquinaria
productiva de un modo acorde.

Pero, ¿a partir de qué impulso se genera esta
ansia de consumo cada
vez mayor y más heterogéneo de por ejemplo, los
jóvenes? ¿No es acaso el mismo mercado, el que
genera a partir de millonarias estrategias publicitarias, la idea
en el imaginario social de que ciertos productos y/o
hábitos pueden incluir al joven en un determinado grupo de
pertenencia?

El mercado material y cultural juvenil, se abre cada
día hacia más variantes (musicales,
estéticas, etc.) y los mismos consumidores que llegan cada
año a la adolescencia  aumentan periódicamente
la cantidad de etnias, grupos o tribus con las que se diferencian
de los otros. Comprender esta relación dialéctica,
el modo en que cada una de ellas es constituyente y constituida,
es una herramienta fundamental en este punto de nuestro
análisis.

Aquellos que hablan que "debemos insertarnos en la sociedad
del conocimiento", ¿están pensando más en
una sociedad meramente de la información, sobre todo de la
información consumible? Efectivamente, ¿se
está peleando con algo más grande que el Estado
nacional?

Al respecto, nos parece importante citar a Marcelo Urresti,
que hace una comparación de las industrias culturales de
gran parte del siglo XX y las actuales, y sostiene que:

"Las industrias culturales tenían un perfil que
directa o indirectamente apoyaba la dinámica favorable a las industrias
escolares y al modelo social integrador. La televisión
tenía una importancia menor en la vida de las personas:
solo había cuatro canales, el tiempo de emisión se
extendía por doce horas como máximo, la
programación era mayoritariamente producida en el
país (…) Los noticieros cumplían con una función
estrictamente informativa e integradora de la audiencia, en la
medida en que éstos noticieros eran nacionales y en todos
los canales ocupaban la misma franja. El espectador estaba casi
cautivo de una programación que al no darle opciones, ser
de carácter local y manejarse con audiencias abiertas, no
buscaba la complicidad singular del televidente para lograr
índices de ráting
importantes"[16]

Pero el mundo ha cambiado, se ha globalizado y los medios de
comunicación también, ya no es la televisión
"unificadora, homogeneizante y nacional" de otrora, esta
televisión tiene otras características, que Urresti
documenta de ésta manera: "(…) las tecnologías
de la imagen se han privatizado y generan consumos
domésticos más extensos: las horas de
televisión promedio han crecido históricamente, al
igual que el numero de televisores por persona y el encendido.
Por otro lado, la televisión no es la misma. Ya no es
aquella de pocos canales, horarios de trasmisión
restringidos, de aire, con
producciones nacionales que reflejan las realidades locales,
apuntando a audiencias abiertas y generalizadas. Ahora la
televisión trasmite en continuado las 24 horas del
día, mayoritariamente a través de canales cableados
(…) canales segmentados que apuntan a audiencias cada vez
más específicas, más comprometidas pero
menores en número
(…)"[17].

Para concluir, queremos dejar explícito que cuando como
grupo nos juntamos para pensar y elaborar el presente trabajo,
partíamos de la hipótesis de que, luego de las
transformaciones que se produjeron en la sociedad tras la
implementación de las políticas neoliberales, en
donde uno de los máximos postulados era el predominio de
lo privado sobre lo público, nos encontraríamos en
las respuestas de los jóvenes escolarizados esta impronta,
es decir, que creíamos que encontraríamos que las
respuestas dadas por los jóvenes serían a favor de
la universidad privada o al menos en desmedro de la universidad
pública. Sin embargo, al cotejar las respuestas dadas por
los jóvenes nos encontramos con otros interrogantes, por
lo cual, el trabajo despertó otro interés para el
grupo.

Más allá de que en nosotros estaba la idea de
que los medios de comunicación inciden sobre los
jóvenes en la construcción de su identidad y
subjetividad, no creíamos que podíamos encontrar
esta "massmediatización" en la representación que
ellas y ellos tienen de la universidad pública. Por lo
que, luego de varios debates, decidimos trabajar sobre los ejes
que mas arriba hemos desarrollado, de todas maneras, creemos que
existe la posibilidad de romper con esto, por lo que, dejaremos
un espacio para nuestras reflexiones finales.

Reflexiones
finales

Está claro que hoy por hoy es imposible obviar la
incidencia que los medios masivos de comunicación han
cobrado en estos últimos años, ni tampoco en que
éstos son importantes constructores de identidad y
subjetividad, además de trasmitir una imagen distorsionada
y segmentada de la realidad.  También es casi
imposible que los chicos y jóvenes no lleven al interior
del aula todo lo que ellos "ven" en la tele. Sin ningún
lugar a dudas, no es casual que los medios masivos de
comunicación, como aparato ideológico de
trasmisión cultural, haya cobrado tanta preponderancia en
estos últimos años, sobre todo en un momento
histórico en que, como dice un tema de la banda Las
Pelotas, "la clave del éxito
es mantenernos dormidos", esto es, controlar, disciplinar y
adormecer.  Creemos que el problema reside en cómo se
debería problematizar la incidencia de los medios en sus
vidas. Por lo tanto, nos pareció conveniente la idea de
generar algunas ideas al respecto.

Por lo que aquí nos parece pertinente problematizar dos
aspectos: por un lado, como se trabaja con los medios de
comunicación en la escuela, y, por otro lado, qué
postura debe tener el docente que quiere problematizar los medios
en la escuela. Nakache y Mundo sostienen que:

"La confianza que ayer se depositó en la
televisión para lograr la modernización formal de
la escuela sigue siendo similar a la que hoy se deposita en el
mundo informático y en Internet. El discurso educativo
parece integrar la novedad tecnológica
abstrayéndola completamente del mundo en el cual se ancla,
en tanto dispositivo específico de trasmisión
cultural, e inscribiéndola simplemente en términos
novedad"[18].  

Es decir, según los autores, los medios de
comunicación llegan al aula de una manera totalmente
acrítica, como algo neutro, que no tiene ninguna
intencionalidad, y simplemente en nuestras escuelas se habla
de  que se debe enseñar sobre las nuevas
tecnologías, de que debemos insertarnos en la "sociedad
del conocimiento", todo un discurso que esconde los intereses que
tienen las grandes corporaciones mediáticas de seguir
legitimando la explotación capitalista.

Los autores continúan diciendo: "la escuela no
parece llegar a discernir que este nuevo instrumento no es
inocente ni neutral, ni advierte que la aparente asepsia del
aparato (es estar ahí suyo para quien lo quiera utilizar,
como si solo del usuario dependiera que fines elige y prefiere),
comporta una toma de posición tanto epistemológica
como
política"[19].

Aquí los autores hacen mención a una
cuestión que nos parece central: el tema de asumir la
politicidad de la educación, es decir, asumir a la
práctica educativa como una práctica
política, y por lo tanto a la escuela como un espacio
atravesado por las esferas económica, cultural y social. Y
aquí es también crucial la toma de posición
del docente respecto al trabajo que realiza con los medios de
comunicación, queremos decir con esto, en cómo el
docente puede utilizar a los medios de comunicación como
una herramienta para la opresión o para la
liberación, para la reproducción del sistema social vigente o
para la producción de resistencias.

José Ignacio Aguaded sostiene al respecto: "los
educadores y docentes no pueden seguir ignorando por más
tiempo la importancia de la televisión, los nuevos medios
y las nuevas
tecnologías en el procesamiento de la
información, por que la pasividad los estaría
alienando en la más negativa de las actitudes que un
profesor puede tener ante los medios: la de una coexistencia
inconsciente con ellos sin tan siquiera ser capaz de beneficiarse
de sus posibles ventajas para la
enseñanza"[20]

Y en sintonía con Aguaded, Nakache y Mundo agregan: "no
basta con decir que la escuela representa uno de los dispositivos
disciplinarios que la modernidad
implementó como engranaje de su lógica de dominio; para
pasar por alto esta afirmación, naturalizar el lugar de la
escuela, interrogar sin más como mejorarla sin atender a
sus condiciones de producción que puede llegar a
representar una irresponsabilidad
política"[21].

En el día a día, el docente debe confrontar con
los medios de comunicación a través de lo que los
chicos y jóvenes traen al aula, y está en él
en como poder problematizar los imaginarios que éstos
construyen en su casa. Interesante nos pareció la
anécdota que una de las integrantes del grupo nos
comentó el día en que estábamos en plena
elaboración de este trabajo, y que más o menos era
así: "la nena de 5 años de mi amiga asiste a un
colegio privado, en donde hay un grupo de niñas que se
hacen llamar "las divinas" (imitando a un grupo del programa
televisivo "Patito Feo"), el día en que se festejó
Halloween diez
de esas chicas invitaron a diez chicos y chicas (en el curso son
treinta en total) que consideraban también "divinas", y la
hija de mi amiga no estuvo en ese grupo, por lo que se
sintió excluida, interrogando a la madre de si ella no era
"una divina" o si no la consideraba "linda", la cuestión
es que se generó todo un malestar en la nena y en su
madre".

Este ejemplo es más que claro, como lo son los
testimonios que los jóvenes nos han dado sobre la
universidad pública, cuando ellos solo nos hablaban de los
conflictos, los bochazos y la imagen que los medios crearon de la
universidad. Entonces nos preguntamos, cómo
deberíamos abordar la temática de los medios de
comunicación dentro de la escuela y en esto compartimos
con Aguaded, cuando éste dice que: "Es necesario una
formación de los docentes desde una óptica
integral que recoja contenidos, prácticas y la
concepción de los medios desde una visión cultural
(…) Se debe avanzar en la sensibilización de los
profesores sobre este nuevo eje transversal (la
televisión), concienciándoles del importante papel
que juegan los medios en la sociedad contemporánea, en la
vida de los chicos y chicas de hoy y sus potencialidades
educativas"[22].
  A
esto nosotros agregaríamos que las potencialidades
educativas de los medios deben ser de carácter
transformativo.

Para lograr lo antedicho, el docente debe reconocerse como
intelectual transformativo, esto es, dejar de ocupar un lugar
neutral y reflexionar sobre su práctica, para luego poder
guiar a los estudiantes en la formación de sujetos
críticos, los cuales puedan cuestionar y problematizar la
información  trasmitida por los medios; el docente
debería replantearse la utilidad que le da a la
televisión  para que sean los jóvenes quienes
puedan de-velar los mensajes que los medios ocultan
arbitrariamente, para ello el profesor como intelectual
transformativo, al decir de Giroux, debe
incorporar en su discurso un lenguaje que
combine la crítica con la posibilidad.

Asimismo, tal cual como sostiene Giroux, "un componente
central de la categoría de intelectual transformativo es
la necesidad de conseguir que lo pedagógico sea más
político y lo político más
pedagógico. Hacer lo pedagógico más
político significa insertar la instrucción escolar
directamente en la esfera política. Dentro de esta
perspectiva, la reflexión y la acción
críticas se convierten en parte de un proyecto social
fundamental para ayudar a los estudiantes a desarrollar una fe
profunda y duradera en la lucha para superar las injusticias
económicas, políticas y sociales y para humanizarse
más a fondo ellos mismos como parte de esa lucha. Hacer lo
político más pedagógico significa de
servirse de formas de pedagogía que encarnen intereses
políticos de naturaleza
liberadora; es decir, servirse de formas de pedagogía que
traten a los estudiantes como sujetos críticos, hacer
problemático el
conocimiento, recurrir al diálogo
crítico y afirmativo, y apoyar la lucha por un mundo
cualitativamente mejor para todas las
personas"[23]

Además de lo mencionado, creemos necesario que debemos
comenzar a pensar juntos con las y los jóvenes, desde las
escuelas y las universidades, entre profesores y estudiantes en
como producir acciones y no
reacciones, es decir, en como lograr desnaturalizar y
desmitificar todos los mensajes que los medios de
comunicación trasmiten, y así como los zapatistas
allá por 1994, utilizaron la Internet como herramienta
para hacer conocer a todo el mundo sobre las demandas del
movimiento
indigenista mexicano y hoy, a casi catorce años del
levantamiento zapatista, la informática es utilizada por cientos de
movimientos como herramienta contra-hegemónica, como por
ejemplo, los movimientos anti-globalización, los
estudiantes chilenos y franceses; nos parece más que
importante apropiarnos de las herramientas
que las clases dominantes hoy por hoy utilizan para oprimir,
desmovilizar y alienar, utilizarlas para liberar, movilizar y
organizar. Es un fantástico desafío, pero vale la
pena afrontarlo.

Para cerrar este trabajo, nos gustaría citar una frase
de José Martí
que sintetiza nuestro pensamiento:

"La educación y el maestro tienen un fin, el de
hacer feliz y libres a los hombres. La cultura es el único
modo de conquistar la libertad. La educación es portadora
de valores que deben servir a un proyecto emancipador"

Bibliografía
Utilizada

-          
Aguaded, José Ignacio; "Convivir con la televisión.
Familia, educación y recepción televisiva"

-          
Apple, Michael; "Educación y poder", Edit. Paidos,
1997

-          
Balardini, S.; "Mutaciones del movimiento estudiantil en
Argentina: Córdoba, Cordobazo y Después"

-          
Brusilovsky, S., "Sobre la extensión Universitaria",
Ponencia presentada en la Universidad Nacional del Comahue en el
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Discusión por la Derogación de la Ley Federal de
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-          
Coraggio, J.L.; "La crisis y las universidades públicas
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-          
Dellatorre, Graciela "Mirar a los Medios" UBA, CBC, 1996.

-          
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Piados, 1990

-          
García Canclini, Néstor; "Culturas híbridas.
Estrategias para entrar y salir de la modernidad", Edit. Paidos,
2005

-          
Giroux, Henry; "Los profesores como intelectuales. Hacia una
pedagogía crítica del aprendizaje",
Edit. Paidos, 1990

-          
Hobsbawm, E.; "Las incertidumbres de la burguesía" en "La
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-          
Margulis, M. y Urresti, M.; "La juventud es
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-          
Mastache, Anahi V. "Representaciones acerca de la
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trabajo N° 2. Ediciones Novedades Educativas/ Fac de Filosofía y Letras UBA, 2002

-          
Mollis, Marcela; "Un breve diagnóstico de las
universidades argentinas: identidades alteradas", en "Las
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-          
Nakache, Débora y Mundo, Daniel; "Las transformaciones
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-          
Reguillo Cruz, Rossana; "Emergencias de culturas juveniles.
Estrategias del desencanto", Edit. Norma, 2000

-          
Tenti Fanfani, Emilio; "Algunos desafíos actuales de la
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2006

-          
Urresti, Marcelo; "Paradigmas de
participación juvenil: un balance histórico"; en
"La participación social y política de los
jóvenes en el horizonte del nuevo siglo"; Balardini,
Sergio (comp.), CLACSO, Bs. As., 2000

 

 

 

 

 

 

Autor:

Gustavo Racovschik

María del Mar Cáceres

Luciano De Bernardi

Noelia Zuliani

Camila Fuggetta

Estudiantes de la Carrera de Lic. y Prof. en Ciencias de la
Educación de la Universidad Nacional de
Luján

[1] Hobsbawm, E.; "Las
incertidumbres de la burguesía" en "La edad del imperio
(1875-1914)", 2000, Critica/Grijalbo

[2] Idem.

[3] Balardini, S.; "Mutaciones
del movimiento estudiantil en Argentina: Córdoba,
Cordobazo y Después"

[4] Ponce, A.; "Hacia la
democracia
proletaria", texto que prologó el libro "La
Reforma Universitaria" de Julio V. Gonzalez. En Portantiero,
J.C., op. cit.

[5] Coraggio, J.L.; "La crisis y
las universidades públicas argentinas", en "Las
universidades en América Latina: ¿Reformadas o
Alteradas?", Mollis, Marcela (comp..), CLACSO, 2003

[6] Margulis, M. y Urresti, M.;
"La juventud es más que una palabra", Edit. Biblos,
2003

[7] Reguillo Cruz, R.,
"Emergencia de culturas juveniles. Estrategias del desencanto",
Edit. Norma, 2000

[8] Brusilovsky, S., "Sobre la
extensión Universitaria", Ponencia presentada en la
Universidad Nacional del Comahue en el marco del Foro de
Discusión por la Derogación de la Ley Federal de
Educación (LFE) y la Ley de Educación Superior
(LES), Neuquen, mayo de 2005

[9] Con esta metáfora
quisimos significar la omnipresencia del mercado en muchos y
diversos aspectos de la vida de un sujeto, incluso en la
construcción de su propia subjetividad e identidad a
través de los medios masivos de comunicación. Es
decir, quisimos significar como el mercado crea un sentido
común en los jóvenes para desacreditar la
Universidad pública, determinadas carreras, y por otro
lado, ensalza ciertas instituciones educativas y ofrece un
sistema casi paralelo de educación en donde se ofrecen
carreras de "corta duración y con salida laboral
rápida"

[10] Rebellato, José
Luis; "ética de
la Liberación", Montevideo, Nordan, 2000

[11] Mollis, Marcela; "Las
Universidades en América Latina: ¿Reformadas o
Alteradas? La cosmética del poder financiero". Introducción. CLACSO, Bs. As., 2003

[12] Tenti Fanfani, Emilio;
"Algunos desafíos actuales de la escolarización de
los adolescentes", 2006

[13] Mollis, Marcela; "Un breve
diagnóstico de las universidades argentinas: identidades
alteradas", en "Las Universidades en América Latina:
¿Reformadas o Alteradas? La cosmética del poder
financiero", CLACSO, Bs. As., 2003

[14] Tenti Fanfani, Emilio;
"Algunos desafíos actuales de la escolarización de
los adolescentes", 2006

[15] Coraggio, José Luis;
"La crisis y las universidades públicas en Argentina", en
"Las Universidades en América Latina: ¿Reformadas o
Alteradas? La cosmética del poder financiero", Marcela
Mollis (comp.), CLACSO, Bs. As., 2003

[16] Urresti, Marcelo;
"Paradigmas de participación juvenil: un balance
histórico", en "La participación social y
política de los jóvenes en el horizonte del nuevo
siglo"; Balardini, Sergio (comp.), CLACSO, Bs. As., 2000

[17] Ídem.

[18] Nakache, D. y Mundo, D.;
"Las transformaciones tecnológicas: de la TV a Internet.
La cotidianidad en el discurso educativo"

[19] Ídem.

[20] Aguaded, J.E.; "Convivir
con la televisión. Familia, educación y
recepción televisiva".

[21] Ibidem.

[22] Idem.

[23] Giroux, H.; "Los profesores
como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del
aprendizaje", Paidós, 1990

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