INTRODUCCIÓN
El trabajo, es
una actividad que se ha realizado desde siempre y en
todos los lugares que el hombre ha
pisado. Todas las culturas situadas a lo largo y ancho del
planeta han subsistido gracias a los beneficios que de esta
función han obtenido. Esta
subsistencia no ha sido sólo en el nivel físico o
material, sino que gracias a esta actividad que es el trabajo
también han logrado mantenerse vigentes en cuanto cultura y
civilización.
Aunque, como
veremos, tanto la sociedad
antigua como en las posteriores a ella, el trabajo ha sido
considerado sólo como una actividad negativa. Ya sea
porque unos han tenido un concepto muy
pobre de la misma, como es el caso de Aristóteles que sólo consideraba
trabajo aquellas actividades llevadas a cabo por los
esclavos, lo porque no se haya tenido una merecida
valorización, el trabajo ha sido visto como
una actividad o función destinada sólo para unos
cuantos.
De esta manera, a lo largo de
la
investigación iremos descubriendo la naturaleza del
trabajo, los caracteres del mismo, así como también
las diferentes teorías
y aspectos relacionados a la motivación
laboral.
SIGNIFICADO DEL
TRABAJO
1.1 EVOLUCIÓN
HISTÓRICA DEL TRABAJO.
Las
siguientes líneas tratan de proyectar una breve
visión histórica del trabajo. Esta perspectiva
permite explicar la génesis del significado del
trabajo. El trabajo, tal como hoy lo conocemos, no es un
hecho natural; tanto su contenido como el papel que ha
jugado en las vidas de los seres humanos no ha sido siempre el
mismo, sino que se ha modificado a lo largo de la historia. A partir de esa
visión podemos evaluar mejor las pérdidas o los
progresos que ha experimentado la institución del
trabajo.
En el mundo antiguo y en las comunidades primitivas no
existe un término como el de trabajo con el que hoy
englobamos actividades muy diversas, asalariadas y no
asalariadas, penosas y satisfactorias, necesarias para ganarse la
vida o para cubrir las propias necesidades. A pesar de que el
concepto de trabajo es tan importante, a lo largo de la
historia ha tenido una visión muy negativa.
Según Adán y
Eva:
"el trabajo fue desde
la creación del hombre una
función natural, pues ya antes de la caída de
Adán, éste debía cuidar y cultivar la tierra".
El trabajo se consideraba como un castigo divino
(Adán y Eva tenían que trabajar por ser expulsados
del Paraíso).
Apropiación:
En la antigüedad el trabajo humano se caracterizaba
por atender solamente elementales niveles de subsistencia en la
que cada familia procuraba
satisfacer sus propias necesidades. La organización social estaba compuesta por
clanes y tribus donde la caza, la pesca, y la
recolección de frutos que espontáneamente se
producían constituían la forma de
trabajar.
Agricultura y
pastoreo:
El avance de la civilización y la
aparición de organizaciones
sociales caracterizadas por el asentamiento de las familias,
impuso la realización de tareas agrícolas y
ganaderas. Los instrumentos de producción que se utilizaban
dependían de la fuerza
muscular del hombre, que era ayudado por los animales a los
que había logrado domesticar. El jefe de la familia era
secundado por todos los miembros y trabajaban mientras hubiese
luz solar, por
cuanto vida y trabajo se confundían en un mismo concepto:
el campesino
construía su vivienda, fabricaba y reparaba sus enceres y
herramientas y
se procuraba la alimentación.
Esclavitud:
En forma paralela y como resultado de las
continuas guerras de
conquista, se
fue generando la esclavitud. Los
derrotados eran tomados prisioneros para ser utilizados como
esclavos en minas, talleres o reparación de caminos. En
esa época lo habitual para evitar peligros y molestias era
matar al prisionero, por lo cual la esclavitud llegó
a ser considerado como un acto humanitario, que incluso fue
reglamentado por el Derecho
Romano. Es decir: la esclavitud era una pena de muerte
conmutada en cautiverio. Los esclavos eran considerados como
una cosa u objeto (a la manera de las bestias de carga) y no como
seres humanos y como tal su fuerza de trabajo era alquilada,
siendo la utilidad de la
locación para el dueño del esclavo.
La posesión de esclavos era un hecho
habitual, natural, considerado lógico, en tanto que la
idea de establecer la abolición de ese estado de
cosas era considerada como artificial e impracticable.
Quién sentó el principio básico que destruye
toda la estructura de
la esclavitud fue el cristianismo
al establecer la igualdad
sustancial de todos los hombres, que por cuestión de
intereses fue concretada recién en el siglo
XIX.
Servidumbre:
Al llegar la Edad Media
(período comprendido desde la caída del Imperio Romano de
Occidente, año 476, hasta la caída de
Constantinopla en poder de los
turcos otomanos, año 1453) las costumbres se modifican:
la
organización feudal de la sociedad atenúa las
características de la esclavitud al sustituirla por la
servidumbre.
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