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Balanza de pago (página 3)




Enviado por yibetza2002



Partes: 1, 2, 3

Las causas de los desequilibrios son de dos clases: las
generales básicas, y las específicas en cada caso y
para cada país.

A) CAUSAS GENERALES Y BÁSICAS:

  • La división del mundo en dos áreas con
    un mínimo de comercio
    entre ellas, que repercute en una deficiente
    utilización de los recursos
    mundiales y en un comercio menor para todos.

  • Las crisis de
    la economía capitalista que ha conducido a
    do guerras
    mundiales y a la Gran Depresión, fenómenos que en el
    curso de los últimos cuarenta anos han agudizado las
    diferencias entre los países, en cuanto a poder
    productivos niveles de vida y capacidad de negociación.

  • El desarrollo
    desigual del mundo, que propicia mayor crecimiento
    económico de unos países y retrasa el de
    otros ampliándose así la brecha que los separa
    al estructurar una economía mundial basada en la paradoja
    de que de un lado> la bonanza de unos países se
    debe en parte a la miseria de otros países, y de otro
    lado que mientras más necesaria es la
    cooperación internacional ésta se vuelve cada
    vez más difícil. En realidad mayor intercambio
    no equivale a incrementos en la cooperación
    internacional sino a dependencia y subordinación de
    unos en beneficio de los otros. El progreso técnico y
    sus frutos no se distribuyen entre los países en forma
    equitativa, y las ventajas de esas técnicas suelen emplearse para apoyar a
    intereses creados.

  • La gran capacidad productiva de los países
    más desarrollados (especialmente la de Estados
    Unidos) ha fomentado cl predominio monopólico de
    sus empresas
    fincado en las ventajas de esa elevada productividad, la que es empleada en forma
    creciente para financiar gastos
    bélicos y no para apoyar el desarrollo
    económico y fomentar así la
    cooperación y el intercambio
    internacionales.

  • El proceso
    inflacionario, que ha favorecido en realidad a las
    minorías nacionales privilegiadas, agravando la
    defectuosa distribución del ingreso dentro de los
    países menos desarrollados, que acentúa el
    desequilibrio externo.

  • El incremento de la población y los anhelos por incrementar
    sus niveles de consumo,
    sin que dispongan de los recursos económicos para
    satisfacer estas aspiraciones (el llamado efecto
    demostración difundido de manera creciente gracias a
    los medios de
    comunicación modernos) acompañados de un
    deficiente empleo del
    ingreso generado y de la capacidad productiva
    existente.

Las causas anteriores han contribuido a acentuar las
diferencias económicas, políticas
y sociales entre los países y entre los sectores de cada
país, doble situación que genera desequilibrios de
la balanza de pagos
de muy variada naturaleza.
Estos desequilibrios básicos y de largo plazo pueden
agruparse en tres clases.

1] Los Desequilibrios Seculares (o estructurales
de la economía mundial a muy largo plazo), resultado de
cambios económicos profundos que ocurren lentamente de una
generación a otra. Estos desequilibrios tienen un largo
período de gestación y las mutaciones suceden
paulatinamente. Al final generan cambios económicos
profundos a través de una o más generaciones, como
sería la transición de una producción predominantemente agropecuaria a
una economía industrial, o de la etapa de una
economía basada en la industria
ligera a la etapa de industria eminentemente pesada, o por
cambio de
sistema de
producción.

Los factores que llegan a producir estos cambios
están ligados a cambios radicales en la tecnología, a
profundas alteraciones en la demanda de
capital y en
la demanda de bienes y
servicios, o a
cambios cuantitativos y cualitativos de la población,
entre otros aspectos.

2] Los Desequilibrios Positivos de los
países centros acreedores mundiales que por su
dimensión internacional producen desequilibrios en todas
las economías dependientes. Estos desequilibrios tienen su
origen en la persistencia política restrictiva
de los centros acreedores mundiales que en forma constante
presionan la balanza de pagos de los países deudores al no
recibir apoyo financiero suficiente para el desarrollo sobre todo
facilidades para el intercambio comercial.

A menudo se eluden las repercusiones de estos
desequilibrios positivos de la cuenta corriente de los
países más desarrollados, o sencillamente no se les
menciona. Sin embargo estos desequilibrios constituyen el
principal factor causante de desequilibrios negativos de los
países en proceso de desarrollo, ya que al no ser
revertido los grandes saldos positivos por las vías
comercial y financiera con propósitos productivos, reducen
la capacidad de compra externa de los deudores.

Es cierto que los desequilibrios negativos son los que
abundan y dan origen a dificultades en la mayoría de los
países y por ello la atención suele concentrarse en
éstos, mientras que los desequilibrios positivos son
objeto de atención más como una meta por alcanzar y
no por el verdadero papel que desempeñan. Sin embargo, la
política del país o países que constituyen
el centro o centros acreedores del mundo resulta tan importante y
decisiva para el resto del mundo ya que al apegarse a una
política de gasto restrictiva, la misma repercute en su
propia economía y sobre el comercio mundial, agravando
así el desequilibrio internacional de los países
deudores.

3] Los Causados Por El Desarrollo o estructurales
de las economías nacionales menos desarrolladas, debido a
que en las primeras etapas del desarrollo la inversión interna supera persistentemente
al ahorro
nacional, y al financiar la diferencia con expansión
monetaria y ahorros del exterior, inevitablemente las importaciones
superan a las exportaciones. El
desequilibrio se manifiesta en un endeudamiento creciente, en
inflación v devaluaciones, en restricciones al comercio y
a los pagos como recursos para enfrentar el desequilibrio. Este
desequilibrio de la balanza, causado por el desarrollo, es uno de
los precios que
los países menos desarrollados tienen que pagar por el
propósito de operarle alteraciones radicales a su estructura
económica.

LOS PRINCIPALES
DESEQUILIBRIOS ESPECÍFICOS

Las causas específicas (que en buena parte son el
resultado de las causas básicas) tienen variada naturaleza
en cada país según el grado de evolución económica
respectiva.

Cuando una nación
está pagando lo que compra, sobre una base sostenible a
largo plazo con sus propios ingresos
corrientes, se dice que su balanza de pagos está en
equilibrio.
Sin embargo, este criterio es una primera aproximación
porque puede lograrse un equilibrio encubierto, sustentado en la
imposición de restricciones directas e indirectas al
comercio y a los pagos, o produciendo desempleo o a
costa de salarios menores
respecto a la productividad de la fuerza de
trabajo, en
cuyo caso se plantea al problema de ponderar costos y
rendimientos sociales. No basta que las cantidades de divisas ofrecidas
igualen a las demandadas, aunque no haya necesidad de movimientos
compensatorios de oro y divisas,
o de capital a corto plazo. Un equilibrio de los pagos exteriores
de esta naturaleza puede ser tan falso como el obtenido mediante
el control de
cambios o por otros dispositivos restriccionistas, sólo
que al encubrirse con medidas que no tienen manifestación
cuantitativa directa, no aparece registrado en la balanza de
pagos ni en el mercado de
cambios.

A continuación presentamos los desequilibrios a
corto y a mediano plazo más frecuentes:

  • Los causados por hechos circunstanciales o fortuitos
    como son los estacionales y los aleatorios: los primeros se
    caracterizan por su regularidad, y los segundos porque son
    ocasionales y circunstanciales.

  • Los causados por factores preponderantemente
    monetarios y que se concretan en diferencias de precios y de
    ingresos: que suelen generarse por expansión monetaria
    y por crecimiento nominal del ingreso.

  • Estructurales de la balanza de pagos: causados por
    la pérdida de ingresos en divisas de uno o varios
    renglones principales de la balanza de pagos, ya sea por
    grandes pérdidas de capital, drásticas
    reducciones de la oferta
    exportable o por descenso de la demanda externa. En este caso
    se buscan las fuerzas que determinan el descenso del ingreso
    de divisas.

  • Cíclicos o coyunturales debidos a los cambios
    generales de la demanda internacional y que afecta las
    corrientes de capitales ligadas a las fluctuaciones
    cíclicas de la actividad económica de los
    centros industriales.

MEDIDAS PARA COMBATIR
LOS DESEQUILIBRIOS DE LA BALANZA DE PAGOS

Naturalmente que las medidas puestas en acción
para enfrentar un desequilibrio dependerán de la
naturaleza y la causa o causas que o hayan producido. Sin
embargo, las medidas pueden clasificarse en dos grupos: las
correctivas que pretenden atacar las causas y las
compensatorias que tienden a contrarrestar o a eliminar
los efectos del desequilibrio. Pero realmente lo que acontece en
el mundo de los hechos es que las autoridades monetarias se
enfrentan a desequilibrios causados por una combinación de
fuerzas, y obviamente las medidas puestas en acción deben
tener una naturaleza similar, ya que en última instancia
suele requerirse un reajuste de la producción y del
gasto.

De todas maneras resulta aleccionador mencionar las
principales medidas aplicables a uno y otro caso:

A) MEDIDAS CORRECTIVAS

  • La deflación que exige sacrificios mediante
    la reducción del ingreso, o sea disminución de
    los salarios y aumento de los impuestos (al
    consumo al ingreso) con el doble fin de disminuir la demanda
    de importaciones y de aumentar las exportaciones hasta
    nivelarlas.

  • La devaluación de la moneda medida que
    permite, bajo ciertas condiciones de elasticidades, aumentar
    las exportaciones y disminuir las importaciones sin
    sacrificar el empleo y el nivel de ingresos a cambio de
    reajustar el valor
    externo de la moneda a su valor interno.
    de

  • En ciertos casos especiales puede restablecerse el
    equilibrio mediante importaciones de capital pagaderas a
    plazo largo,
    en cantidad y persistencia suficientes,
    hasta que se registren cambios en la productividad de la
    economía nacional, sin afectar el empleo y los niveles
    de vida o la paridad cambiaria.

B) MEDIDAS COPENSATORIAS

  • Empleo de las reservas de oro y divisas.

  • Movimiento favorable de capital a corto
    plazo.

  • Incremento de los aranceles.

  • Acentuación de las restricciones
    cuantitativas.

  • Alteración del gasto
    público acompañado de un incremento en los
    impuestos.

  • Restricciones crediticias.

  • Control de Cambios.

  • Estimulas a la exportación.

  • Estos instrumentos o medios de
    acción para corregir o contrarrestar los
    desequilibrios de la balanza de pagos a corto plazo, pese a
    que son de diferente naturaleza, se pueden clasificar en dos
    grupos.

  • Financieros,

  • Comerciales.

Ambas clases de instrumentos suelen aplicarse en forma
combinada. Aun en el caso de aplicar una medida correctiva como
la devaluación, será necesario complementarla con
otras medidas de carácter comercial y financiero a fin de
que los efectos del cambio de la paridad monetaria se fortalezcan
o al menos que no se vean contrarrestados. En caso de recurrir a
medidas correctivas o compensatorias nunca se emplea una de ellas
en forma aislada, sino en forma combinada.

Sin embargo, ciertos desequilibrios que ocurrían
continuamente se corregían a corto plazo: a) en el
patrón oro mediante movimientos de metal; b) en
patrón libre por variaciones del tipo de
cambio, y c) con Control de Cambios por las restricciones al
comercio y el de las divisas. Actualmente los desequilibrios se
generan y operan en condiciones bien diferentes. De esta manera
es muy común que a los controles al comercio exterior
(directos o indirectos) se les considere como medidas correctivas
en contra de los desequilibrios de la balanza de pagos, porque es
evidente que un control comercial, por eficaz que se le suponga,
en lugar de corregir sólo contrarresta, ya que sólo
ataca el efecto, sin suprimir la causa.

También el Control de Cambios suele ser
considerado como medida correctiva para el caso de desequilibrio
de la Balanza de Pagos causada por una fuga de capitales.
Teóricamente podría aceptarse, si se llenaran
ciertas condiciones especiales difíciles o imposibles de
lograr desde el punto de vista práctico. Por tal motivo,
el Control de Cambios por sí mismo tampoco suprime las
causas que generan la salida de fondos; en realidad, a veces
suele acentuarlas.

Aún más, en caso de que el Control de
Cambios opere eficientemente en forma temporal, aun cuando la
evasión de capitales quedara eliminada, es evidente que no
podríamos atribuir a dicho control la desaparición
de las causas que hubieran motivado a los individuos a exportar
capital, ya que el efecto del Control como medida compensatoria
sólo es útil para frenar las huidas de capital,
tanto las causas reales que las producen (inestabilidad
política, busca de seguridad para
los fondos, desconfianza en la estabilidad de la paridad
cambiaria etc.). no sean eliminadas con medidas
apropiadas.

La eficacia de las
medidas que se apliquen para combatir los desequilibrios depende
de varios factores y circunstancias, pero principalmente
de:

  • La causa o causas del desequilibrio;

  • Que su origen sea interno o externo:

  • Las características generales del mismo en
    cuanto a su grado, duración y amplitud;

  • La capacidad del país para aplicar medidas
    que corrijan o contrarresten el desequilibrio.

Es de capital importancia determinar con la mayor
precisión posible la causa o causas de un desequilibrio de
la balanza de pagos, que de una buena determinación
depende que se apliquen las medidas más apropiadas. Por
ejemplo, si el desequilibrio se debe a causas estructurales de la
balanza o a causas estacionales, este hecho nos llevaría a
conclusiones diversas en cada caso acerca de las medidas que
deberían aplicarse. Una vez determinada las causas, es
también importante encontrar su origen. Las medidas
serán diversas, según se trate de combatir los
desequilibrios monetarios de la balanza los cíclicos,
cuyas causas son de origen interno en cl primer caso, y eterno en
el segundo.

Asimismo, determinar las características
generales en cuanto al grado, duración y amplitud, que
miden la importancia de un desequilibrio en sus tres dimensiones
(profundidad, plazo y extensión) equivale a enfrentarse al
problema de decidir si dicho desequilibrio es fundamental o
secundario y, por tanto, si deben aplicarse medidas correctivas
en el primer caso o compensatorias en el segundo. Los
índices más usuales para determinar la importancia
de un desequilibrio son:

  • Variación de la reserva monetaria,

  • Fluctuación relativa del ingreso nacional
    (real y nominal), relación de costos y precios
    comparados,

  • Variación relativa del índice de la
    productividad nacional,

  • Variación del volumen de
    medios de pagos y sus causas,

Finalmente, la capacidad del país
para hacer frente a un desequilibrio es como la cuarta
dimensión,
puesto que el grado la duración y
la amplitud del desequilibrio variarán de importancia en
función
de los medios con que un país cuente para hacerle frente
con eficacia. Así, el país centro tiene mayores
posibilidades de combatir un desequilibrio de origen
cíclico, que un país periférico. Dentro de
éstos hay todavía varios grados, según se
trate de un país como República de Honduras o de
México. De
igual manera, un desequilibrio de precios se combatirá con
mayor eficacia en Inglaterra
país que tiene técnicas de regulación
monetaria más eficaces que en Venezuela.

Según la opinión del
economista José Guerra, las
cifras del BCV
, referidas al comportamiento
de la economía nacional durante el primer trimestre del
2007, reflejan la acumulación de importantes
desequilibrios tanto en la balanza de pagos como el área
fiscal que van
a conducir a un ajuste del tipo de cambio oficial, en cualquier
momento.

Expresó que cuando la balanza de
pagos registra un déficit es porque se gastó
más recursos en moneda extranjera de lo que le
ingresó al país y ello se expresa en una
caída de las reservas internacionales.

Por otro lado la información del BCV sugiere que la balanza
de pagos acumuló un déficit de US$ 5.606 millones
entre enero y marzo de 2007, el mayor, al menos, de los
últimos diez años, todo ello en medio de un auge
sin precedentes de los precios del petróleo.

EL SUPERÁVIT

El respecto Guerra refiere que la cuenta
corriente de la balanza de pagos tradicionalmente ha sido
superavitaria debido a las elevados ingresos petroleros que
recibe Venezuela. Sin embargo, los datos del primer
trimestre de 2007 indican que el superávit se redujo a la
mitad con relación al mismo lapso de 2006, al pasar de US$
7.004 millones a US$ 3.662 millones.

Ese deterioro, según Guerra, se debe
a la disminución de las exportaciones petroleras y por la
otra por el desproporcionado incremento de 46,8% de las
importaciones. De mantenerse el ritmo importador, en el 2007 las
compras de bienes
en el exterior batirá el record alcanzado en el 2006, al
totalizar aproximadamente US$ 40.000 millones.

Por otro lado, en ese frenesí de
importaciones que ahora vive Venezuela se está destruyendo
la limitada capacidad industrial y agropecuaria que ha
sobrevivido para dar paso a un consumo de artículos
fabricados en el exterior, dijo el economista.

LA TEMPESTAD

Explica Guerra que al unísono, con
la baja de las exportaciones y el alza de las importaciones, se
registraron salidas de capital al expresar la cuenta financiera
de la balanza de pagos un déficit de US$ 8.296 millones,
del cual más de US$ 7.000 millones correspondieron a
actividades del Gobierno, entre
las que se cuentan el financiamiento
a otros estados, los créditos comerciales concedidos, sin
incluir donaciones.

El economista José Guerra asegura que el
déficit de la balanza de pagos presagia un ajuste del tipo
de cambio y como dice la canción de la guerra federal: "el
cielo encapotado anuncia tempestad".

BALANZA DE PAGO
AÑO 1999-2000

El comportamiento de la economía venezolana no
puede ser analizado al margen de la evolución de los
factores institucionales y organizativos en el primer año
del Gobierno Nacional. En tal sentido ya es un hecho aceptado que
los equilibrios macroeconómicos per se son
insuficientes si estos no son debidamente complementados con
cambios estructurales profundos, incluyendo el sistema de reglas
de funcionamiento de la economía, que propicien procesos de
desarrollo permanentes y sustentables.

De ahí que sea menester referirse a la crisis
más significativa a la que se enfrentó el nuevo
gobierno, cual fue la del agotamiento del modelo
político tradicional y la necesidad de su rápida
sustitución. Además, a la crisis del modelo
político, habría que añadir la quiebra,
también heredada, del modelo de acumulación
rentista con sus efectos sobre el potencial de crecimiento de la
economía a corto y mediano plazo.

En consecuencia, era de esperarse que la
transformación necesaria de las relaciones mencionadas
gravitaría en un acrecentamiento de la incertidumbre que
incidiría de manera importante en las expectativas de los
actores económicos más relevantes, tanto nacionales
como externos, que se expresaría en una
postergación de las decisiones inversionistas, alimentando
el proceso recesivo iniciado desde el segundo trimestre de
1.998.

El Gobierno Nacional, sin embargo, asumió con
toda prontitud la necesaria transición política,
económica y social. En efecto, la adopción
de la Ley Habilitante
creó las bases para incrementar la eficiencia de la
administración
pública, modernizar las finanzas
públicas y crear expectativas y condiciones favorables
para la inversión privada.

Asimismo, con el inicio del proceso constituyente y la
aprobación de una nueva Constitución el pasado 15 de diciembre, ya
se establece la base jurídica fundamental que crea las
condiciones definitivas para hacerle frente a las incertidumbres
políticas y económicas, en un ambiente de
expectativas más favorables.

2. Marco Referencial de la Política
Económica para 1.999

La reorientación de la política petrolera
nacional se convirtió en una condición
indispensable para compensar el desplome de los precios
petroleros, como consecuencia de la aplicación de una
equivocada política basada en la expansión de la
oferta de los crudos y productos en
detrimento de sus valores
unitarios, con efectos perversos para el fisco y la balanza de
pagos. Para ello el Gobierno propició la adopción
de importantes medidas en el seno de la OPEP
conjuntamente con México, Noruega y Rusia, para
reducir la producción, lográndose un impacto
positivo inmediato en los precios y por ende en los niveles de
ingresos de divisas y fiscales para el país.

Al mismo tiempo se
comenzó la instrumentación del Programa
Económico de Transición 1.999-2.000 con el
propósito de restablecer los equilibrios
macroeconómicos requeridos para el desarrollo de
políticas sectoriales dirigidas a propiciar la
reactivación económica sobre bases sólidas y
permanentes.

3. Comportamiento Económico

Según las recientes estimaciones del Banco Central de
Venezuela, el sector petrolero, como consecuencia del cambio de
política antes explicado, mostró una
declinación del 6,8 %. Esta caída de las
actividades petroleras redundó en una importante
reducción de su programa de inversiones,
que conjuntamente con la contracción del resto de la
inversión pública y de la demanda de bienes de
consumo, afectó el comportamiento de las actividades no
petroleras cuyo decrecimiento ha sido estimado en
6,9%.

Sin embargo, la reducción del producto interno
bruto en el período se ha venido atenuando durante el
año. En efecto, al analizar su evolución trimestral
se observa una progresiva y sostenida reducción del ritmo
de decrecimiento. Así, en el primer trimestre las
actividades económicas se contrajeron en 9,5%; en el
segundo trimestre en 8,9%; en el tercero 5,9%; y en el cuarto
4,5%, que representa la mitad de la reducción registrada
en el primer trimestre. En consecuencia, es de esperarse que
vencida la inercia recesiva que arrastraba la economía
venezolana desde el segundo trimestre de 1.998, el próximo
año se produzca un progresivo y gradual repunte de las
actividades productivas. En tal sentido, vale insistir en el
carácter favorable de prácticamente todas las
estimaciones publicadas respecto a las posibilidades de
recuperación económica en el año 2.000, por
las que se sitúa el ritmo de crecimiento del PIB en un
rango que oscila entre 1,7% y 5,1%.

Igual comportamiento se observó en los
principales sectores productivos de bienes y servicios que tienen
una mayor importancia dentro del PIB.

4. Sector Externo

Las cifras del intercambio comercial arrojan que el
valor de las exportaciones petroleras se incrementó en un
31% como resultado de un aumento del precio
promedio del barril exportado en 45,8% y una disminución
del volumen exportado de 12,9%. Por su parte, las exportaciones
no petroleras experimentaron una fuerte contracción del
21.4%, en lo que fue definitorio el efecto de la recesión
que sufrieron los principales socios comerciales, Colombia y
Ecuador, y la
caída de los precios internacionales de las materias
primas. Por otra parte, las importaciones venezolanas sufrieron
una fuerte caída del 20.7%, asociado a la
contracción de la actividad económica
interna.

Como resultado de las transacciones externas de bienes
del país, la balanza
comercial cerró el año con un saldo positivo de
US $ 9.164 MM, que se reflejó en un resultado
también positivo de la cuenta corriente de la balanza de
pagos de US $ 5.465 MM.

Las cifras preliminares estimadas por el Banco Central
de Venezuela sobre la Balanza de Pagos Global, indican que esta
cerró positivamente con un saldo final favorable calculado
en US $724 MM., con un incremento del mismo monto en las Reservas
Internacionales de divisas. En estos resultados se incorpora el
cumplimiento estricto de las obligaciones
de pago de la deuda externa
contraida, cuya amortización en el año ha sido
calculada en US $1.903 MM.

5. Equilibrios Macroeconómicos: Tasa de
Inflación, Tipo de Cambio y Déficit
Fiscal

El índice de precios al consumidor (IPC)
registró un incremento acumulado para el mes de noviembre
del 18.1%, el más bajo en los últimos trece
años, lo cual podría estar por debajo del objetivo que
se propuso el Gobierno de 20-24% para el año. Es de
destacar, que en el comportamiento decreciente de los precios
para el período, se observa una fuerte
desaceleración de los correspondientes a los grupos de
alimentos y
bebidas y vestidos y calzados, los que alcanzaron ritmos de 10.7%
y 12.3% respectivamente.

Al respecto debe mencionarse la interrelación
positiva entre la política cambiaria y los objetivos de
contención inflacionaria del Gobierno Nacional, a
través de la
administración del sistema de bandas establecido. En
efecto, para el año que recién termina se estima
una depreciación cercana al 15% que
permitió una operación fluida del mercado de
divisas en el que estuvo ajeno cualquier movimiento
especulativo con efectos internos nocivos.

Otro factor de política económica que
contribuyó a la reducción de la inflación
fue el resultado de la gestión
financiera del Gobierno Central. En ese sentido, el
déficit fiscal (estimado a principios de
1999 en 7.4% del PIB.) sólo alcanzó un 3.1% del
PIB, en lo que fue determinante tanto los efectos favorables del
incremento de los precios petroleros que posibilitó la
reducción de las necesidades de financiamiento interno y
la suspensión de las emisiones de deuda externa, como la
propia austeridad y control del gasto ejercido por las
autoridades fiscales.

Una medida fundamental para la preservación de la
estabilidad macroeconómica fue la reforma de la Ley por la
que se crea el Fondo de Inversión para la
Estabilización Macroeconómica, con el claro y firme
propósito de poner fin a la volatilidad externa y sus
efectos internos en la economía.

Finalmente, no puede obviarse la correspondencia de la
política
monetaria con las restantes políticas
económicas señaladas, en términos de la
paulatina eliminación de Títulos de
Estabilización Monetaria y la reducción de las
tasas de
interés, lo cual también contribuyó de
manera positiva al logro de los equilibrios
macroeconómicos durante el año
transcurrido.

CONCLUSIONES

  • Balanza de Pagos: es el registro de
    todas las transacciones económicas en un
    período determinado, entre los residentes de un
    país y los del resto del mundo.

  • Cuenta Corriente: en materia de
    comercio
    internacional, en uno de los componentes de la Balanza de
    Pagos, donde se registran las transacciones de bienes y
    servicios.

  • Cuenta de Capital: es el otro componente de la
    Balanza de Pagos, donde se registran las salidas y entradas
    de capital de un país en sus transacciones con el
    exterior.

  • Superávit: el país recibe más
    divisas por cualquier concepto que
    las que salen hacia el exterior.

  • Déficit: saldo que se produce cuando los
    pagos superan los ingresos

En tanto la Balanza de Pagos del país
registró un superávit global de US$ 1.638 millones
durante el segundo trimestre del año (abril /junio), lo
que puso a las reservas Internacionales en US$18.234 millones, la
Cuenta Corriente de esa Balanza registró un
superávit de US$6.697 millones (+1.739,8%) en el primer
semestre (enero/junio), mientras que en igual lapso de 1999 fue
de sólo US$ 364 millones, informó el Banco Central
de Venezuela (BCV).

El incremento de los ingresos provenientes de las
exportaciones petroleras y no-petroleras en un contexto
caracterizado por el inicio de la recuperación de la
actividad económica interna, permitió financiar un
volumen superior de transacciones externas vinculadas al mayor
gasto real en bienes (productos y servicios). Así como un
importante nivel de ahorro externo que se reflejó en el
fortalecimiento de las Reservas Internacionales del
país."

II Trimestre

La Cuenta Comente registró un superávit de
US$ 3.153 millones, determinado principalmente por el aumento de
las exportaciones petroleras fundamentadas en la
recuperación de los precios del crudo en US$ 3.023
millones (+79,8%), al compararlas con los resultados del segundo
trimestre de 1999.

Las exportaciones no-petroleras aumentaron US$367
millones (+38,1%), impulsadas por mayor dinamismo tanto en las
exportaciones del Sector
Público (+84,7%), como del Sector Privado (+24,2%). En
éste destacan las exportaciones de las industrias
automotriz, química y metales
básicos, las cuales fueron determinantes en la
recuperación de las actividades económicas durante
el segundo trimestre del año.

Las importaciones de bienes crecieron 28.4% para
alcanzar US$4.033 millones, lo que se corresponde con la
reactivación económica observada durante el
año.

 

 

 

 

 

Autor:

Yibetza Thais Romero
Contreras

Partes: 1, 2, 3
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