Bioética y educación. Retos y perspectivas en la sociedad cubana
La realidad histórica de los adelantos
tecnológicos ha demostrado que la supervivencia de la
especie humana y de la vida en el planeta está subordinada
a la forma en que el hombre
utilice los hallazgos de la ciencia. Si
no se piensa antes en los riesgos de que
millones de seres humanos y que las diferentes especies pudieran
desaparecer de La Tierra,
debido a la actividad humana, se produjera el fin de la vida. De
ahí que el modelo de la
actividad del hombre
necesite su reinterpretación desde una perspectiva
más humanista.
En 1971, el biólogo y oncólogo
norteamericano Van Rensselaer Potter utilizó, por primera
vez, este término para referirse a un enfoque
cibernético de la búsqueda de la sabiduría,
decía que era necesaria una nueva ética
científica, que surgiera de las ciencias
biológicas. En una conferencia
dictada en la Universidad del
Estado de
Dakota del Sur, señaló:
"Lo que me interesaba en ese entonces, (…) era el
cuestionamiento del progreso y hasta dónde estaban
llevando a la cultura
universal todos los avances materialistas propios de la ciencia y la
tecnología. Expresaré mis ideas de
lo que de acuerdo con mi punto de vista, se transformó en
la visión de la bioética:
un intento por responder a las preguntas que encara la humanidad
¿qué tipo de futuro tenemos por delante?, y
¿tenemos alguna opción? (…). Todo
comenzó en una charla en 1962 en la misión
consistente en examinar nuestras ideas competitivas sobre el
progreso. Así el título de esa charla fue "Un
puente hacia el futuros, el concepto de
progreso humano". 1
En 1970, Potter publicó el artículo
Bioética, la Ciencia de la Supervivencia, en la revista
Perspectivas de la Biología y la
Medicina, y es
donde, por vez primera utilizó el término
Bioética, sin embargo, su trascendencia fue en el
año 1971 en el libro titulado
Bioética un Puente hacia el Futuro. Esto demuestra que las
ideas de Potter no tuvieron una aceptación inmediata,
aunque el término en breve tiempo
alcanzó popularidad, debido a los problemas que
caracterizaban a la época, tanto en el orden
económico como en el social, así como el desarrollo
alcanzado por la ciencia y la tecnología.
En su libro "Bioética Global" editado en 1988,
ante la necesidad de resignificar el concepto de Bioética
planteado por él en la década del 70, Potter
insiste en la necesidad de establecer un puente entre la
bioética médica y la ambientalista, y llama a
considerar las consecuencias a largo plazo de las acciones
humanas y de convertir a la Bioética en una ciencia de la
supervivencia. En este sentido, afirmó:
"Desde el comienzo, he considerado la
Bioética como el nombre de una nueva disciplina que
cambiaría el
conocimiento y la reflexión. La Bioética
debería ser vista como un enfoque cibernético de la
búsqueda continua de la sabiduría, lo que yo he
definido como el conocimiento
de cómo usar el conocimiento para la supervivencia humana
y para mejorar la convivencia humana. En conclusión les
pido que piensen en la Bioética como una nueva
Ética científica que combina la humildad, la
responsabilidad y la competencia que
es interdisciplinaria e intercultural y que intensifica el
sentido de la humanidad". 2
El análisis de las obras de Potter, permite
expresar que hubo una evolución del programa de la
Bioética concebido por él, en el que fue precisando
y ampliando su concepción acerca del contenido humanista
que debe tener esta disciplina Se puede considerar que la
Bioética constituye una nueva dimensión de la
Ética, que extiende su campo de acción,
en la cual se tratan de solucionar problemas que surgen como
resultado del desarrollo científico y de redimensionar
aquellos ya abordados por la Ética, que requieren de un
tratamiento que contemple a la Naturaleza y
que se ajuste al contexto contemporáneo. Este
análisis se realiza con un enfoque interdisciplinario,
proponiendo una nueva forma de encontrar solución,
englobando todas las ramas del saber humano, desde la
Biología Molecular y la Genética,
hasta la Teología, pasando por la Historia, la Sociología, la Psicología, la
Economía, entre otras.
La Bioética es un híbrido surgido de la
recombinación entre las ciencias y las humanidades, y la
confluencia de varias disciplinas. Su carácter interdisciplinario se manifiesta
en la necesidad de la integración del conocimiento emanado de
diferentes ciencias para explicar los fenómenos de la vida
y su conexión con la Ética, como punto de partida
del ser humano para explicar su relación con los otros y
con la Naturaleza.
Considerando que la Ética, como ciencia encargada
del estudio de la moral,
contribuye a dilucidar la cuestión del desafío de
las relaciones del hombre consigo mismo y con la sociedad, se
puede afirmar que la Bioética amplía el campo de
esta reflexión a las relaciones con la naturaleza. En este
sentido, se comparte el criterio que la define como "un
redimensionamiento ético de las relaciones del hombre
consigo mismo, con la sociedad y con la naturaleza, cuyo objeto
es la salud humana y la
vida en general. Constituye por ello, no sólo un proyecto de
reformas éticas dirigido al interior de determinada
profesión, sino también un proyecto cultural de
amplias dimensiones" 3
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