Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La Economía Digital y su influencia en la Gerencia del Siglo XXI: la empresa virtual (página 2)




Enviado por irapavilo



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

. Innovaciones incrementales que se producen cotidianamente, tienen por finalidad mejorar los procesos y técnicas de producción y los productos, es decir, los bienes y servicios que se ofrecen al consumidor. Son innovaciones puntuales, específicas, que, en sí mismas no implican un cambio cualitativo. Ejemplo: nuevas versiones de un lenguaje computacional.

. Innovaciones radicales que rompen con la continuidad operacional y constituyen mejoras importantes en relación con las innovaciones incrementales. Implican el cambio de los métodos de producción o comercialización, al igual que una evolución de los conocimientos y las competencias del personal de la empresa o del sector económico en el que se produce la innovación. Los lectores de CD. por ejemplo.

. Nuevos sistemas tecnológicos que constituyen un conjunto de innovaciones técnica y económicamente correlacionadas que se traducen en cambios sustanciales en las estructuras industriales, en los mercados, en el mercado profesional, y, en general, modifican las relaciones de fuerza o influencia entre industrias o entre países. Ejemplo de ellos son la biotecnología o la Internet.

. Nuevos paradigmas técnico-económicos que son el resultante de la convergencia de varios sistemas tecnológicos nuevos que introducen, en su conjunto, numerosas y variadas innovaciones incrementales y radicales. La característica fundamental e identificadora de un nuevo paradigma técnico-económico es su capacidad para penetrar y difundirse en el conjunto de sectores que conforman el sistema económico, modificando las condiciones y los medios de producción, los canales de distribución, los modos de consumo y el estilo de vida de los ciudadanos y de la sociedad.

Freeman y Soete señalan que:

"un paradigma técnico-económico es un conjunto correlacionado de innovaciones técnicas, organizacionales y de gestión. Ofrece nuevas gamas de productos y de sistemas y, en especial, una dinámica distinta en lo que concierne a la estructura relativa de los costos de los insumos que concurren en la producción… El cambio actual de paradigma puede ser considerado como el tránsito de una tecnología basada en una energía barata a otra, fundamentada esencialmente en insumos de producción de bajo precio, gracias a los progresos acontecidos en las telecomunicaciones". (3)

Desde hace más de un siglo, los analistas económicos han venido estudiando y correlacionando el efecto de las innovaciones tecnológicas sobre la evolución de los excedentes económicos. Ya en 1891, Alfred Marshall había identificado a la tecnología gerencial como el cuarto factor de producción que se añadía, con peso y especificidad propios, a los tres factores ya conocidos y tradicionales: tierra, capital y trabajo. En efecto, en la concepción marshalliana de la economía, la innovación y el progreso son lo más relevante; para este economista la innovación va indisolublemente asociada con la organización de los negocios, con "la capacidad para los negocios que dispone de capital", y es justamente esta capacidad la que posibilita obtener ganancias extraordinarias, dado el valor superior de esta ventaja organizacional. En fin, según Marshall, obtiene beneficios extraordinarios aquel industrial "dotado de capacidad y energía excepcionales", en virtud de que aplicará en su negocio "mejores métodos que sus rivales".

Marshall es tajante en su apreciación sobre el valor distintivo de la innovación gerencial, convencido del mismo afirma:

"podemos dividir los patronos y demás empresarios en dos clases: los que inauguran nuevos métodos modernos de negocios y los que siguen por caminos trillados… Es probable que aquellos hombres de negocios que han abierto nuevos horizontes han proporcionado a la sociedad beneficios fuera de toda proporción con sus propias ganancias, a pesar de morir millonarios". (4)

En 1934, el economista austriaco Joseph Schumpeter formuló su teoría de la destrucción creativa, reconociendo de manera formal y contundente la influencia que ejercían los adelantos tecnológicos gerenciales sobre el crecimiento y la productividad económica, destruyendo y construyendo a la vez. Refiriéndose a esta concepción de la destrucción creativa, Santos Redondo comenta lo siguiente:

"al empezar su libro Schumpeter describe la vida económica desde el punto de una corriente circular, pasando por canales que son en esencia los mismos uno y otro año. Pero la vida económica, además de los cambios que podemos denominar "regulares" o previsibles, experimenta otros que no aparecen continuamente y que alteran el marco, el curso tradicional. No pueden ser comprendidos por el análisis de la corriente circular a pesar de ser puramente económicos…" (5)

Y es justamente el estudio de estos cambios el objetivo de los análisis schumpeterianos. La destrucción creativa viene dada para expresarlo, en términos simples y comprensivos, por los cambios de la vida económica que no son producto de externalidades, sino que tienen su explicación dentro de la propia empresa. La destrucción creativa es una acción, una estrategia deliberada para cambiar las circunstancias y el entorno. Schumpeter sostenía:

"no es cierto, generalmente, que las innovaciones en el proceso económico consistan en que las nuevas necesidades surjan primero espontáneamente en los consumidores, y el aparato productivo se adapte… Por lo general es el productor quien inicia el cambio económico, educando incluso a los consumidores si fuera necesario, los enseña a necesitar nuevas cosas" (6) (el subrayado es nuestro)

Más recientemente, el economista argentino Aldo Ferrer, realizó una larga y enjundiosa investigación con el fin de analizar el fenómeno de la globalización desde una perspectiva histórico-económica a objeto de estudiar las innovaciones tecnológicas y su relación con la productividad. (7). El autor diferencia tres períodos en la evolución económica de la humanidad: "el Primer Orden Económico mundial que se inicia con los viajes de Cristóbal Colón y Vasco de Gama y se cierra en las vísperas de la difusión de la Revolución Industrial", (8) el Segundo Orden Mundial, que según Ferrer, "incluye como fenómeno dominante la Revolución Industrial… se extiende desde los alrededores de 1800 hasta el estallido, en 1914, de la primera gran guerra del siglo XX". (9) Finalmente, el investigador concluye que el Tercer Orden Mundial es el vigente: la Globalización.

Nosotros, por nuestra parte, vamos a preferir realizar el análisis de la vinculación entre los adelantos tecnológicos y la Economía, centrando nuestro análisis en tres períodos particularmente relevantes: la Baja Edad Media y el Renacimiento, la Revolución Industrial y la Sociedad de la Información o del Conocimiento.

En la Baja Edad Media, conocida también como "el otoño de la Edad Medía", los pueblos obtuvieron mejoras relativas en su calidad de vida, ya que, como bien lo han señalado estudiosos de la historia económica: "en la Antigüedad y en la Alta Edad Media, la productividad crecía lentamente. El producto per capita promedio en Europa en el siglo X era apenas 20 ó 30% mayor que al comienzo de la era cristiana." (10).

En este sentido, es conveniente traer a colación el sintético análisis de Umberto Eco sobre la situación imperante en la Alta Edad Media (período comprendido entre los años 400 y 1000 de nuestra época). Eco describe la situación propia de esos años de la siguiente manera:

"La Alta Edad Media no conoce el hierro, es una civilización de madera, invasiones y destrucciones, regresión demográfica, reducen la actividad minera romana y poseer un instrumento de hierro es signo de opulencia… La Edad Media, del año mil, es lo opuesto a una sociedad de consumo, todo debe conservarse celosamente durante generaciones. La tierra es avara, mal trabajada con utensilios inadecuados, a menudo abandonada entre una devastación y otra. Es una tierra estéril que, con dificultad, da los pocos cultivos conocidos, hasta el abono natural escasea, ya que la cría de animales es bastante reducida. Cierto nomadismo agrícola hace que los cultivos sean más intensivos, y que la tierra se encuentre subutilizada. La Alta Edad Media es una época de hambre, no de hambres periódicas, de hambre endémica". (11)

Franco Cardini, medievalista por excelencia, en su excelente análisis de los adelantos tecnológicos que permitieron el crecimiento, pequeño pero relevante de la Economía durante la Baja Edad Media, nos recuerda que:

"Ante el patente crecimiento demográfico y el incremento de las tierras abiertas al cultivo, no es de extrañar que entre los siglos XI y XII el nivel cuantitativo de la producción agrícola aumentase de manera considerable. Alguien ha hablado al respecto de una : expresión quizá excesiva, quizá emocional, pero que en cualquier caso infunde confusión. Es mejor hablar de una evolución de las técnicas agrícolas y de la manera de tratar la tierra: ambos factores unidos determinaron sin duda un progreso. En este período se difundió desde el área atlántica-donde era conocida al menos del siglo XI- la técnica de la rotación trienal de los campos, que permitía dos fases de sembrado (trigo y centeno en otoño, cebada y avena en primavera) y reducía de la mitad a un tercio la proporción de tierras dejadas en barbecho, aumentando por tanto en proporción el área de siembra y permitiendo cosechas mayores. Las cosechas se beneficiaron, en particular, del perfeccionamiento técnico de los sistemas de arado: el pesado arado asimétrico, que permitía trabajar la gleba más a fondo y voltearla, contribuyó sin duda alguna a la mejora del trabajo de los campos. Igualmente importante fue la creciente difusión del hierro en los útiles agrícolas, mientras que la modificación del enganche de los animales al arado (yugo frontal para los bueyes; enganche de collar para los caballos) continuó con la vieja . y la difusión de la herraduras para los cascos permitieron utilizar al máximo la fuerza animal. La difusión de la utilización del hierro a partir del siglo XI (que tan bien encontramos en el armamento defensivo de los caballeros, más pesados) se debió a su mayor disponibilidad. Por otra parte, también se dispuso de otros metales: las minas de Harz estaban en actividad aproximadamente desde el año mil. No por casualidad, los progresos de la metalúrgica y de las técnicas de fusión registraron un claro avance precisamente en el siglo XII. Sin embargo, estas innovaciones no fueron aplicadas simultáneamente ni con la misma intensidad en todas partes; pero las hubo y se reflejaron en la productividad, hasta el punto de que los requerimientos netos pasaron, entre los siglos XI y XII, del 2,5 al 4 por unidad de siembra." (12)

A las mismas conclusiones arriba el estudioso del medioevo Jean- Pierre Delvroey cuando constata:

"Entre los 400 y 1000, nueve de cada diez hombres vivían y trabajaban en el campo principalmente en el contexto de una agricultura de subsistencia… el siglo XI traería consigo una serie de innovaciones – rotación trienal del cultivo, el arado y sobre todo, la collera de hombro – que liberó las limitaciones de los modos de producción e inauguró un período de crecimiento hasta la peste negra." (13)

Por su parte, José Luis Vila San-Juan concluye que durante la Alta Edad Media:

"Nos hallamos en un mundo carente de utensilios, en el que lentamente, y a través de episodios aislados, se abren camino los instrumentos que permitirán a la Baja Edad Media (después del año mil) asistir a lo que ha sido definido como una auténtica revolución… Gradualmente van apareciendo los estribos (siglo X), el collar de tiro para los caballos (entre el siglo IX y el XI), el timón posterior de las naves (siglo XII y XIII), el molino de viento (siglo XII), el sistema biela a manivela (siglo XV). (14)

Durante este período, el excedente económico generado se dedicó en buena parte, a diversificar los componentes fundamentales de la dieta diaria, con el añadido de carnes, productos lácteos y legumbres. Sin duda alguna, el desarrollo de los molinos de viento, la rotación de cultivos, el uso del abono y un mejor empleo de la tracción a sangre permitió un crecimiento relativo de la productividad económica. En efecto, "dada la lentitud del progreso técnico, el aumento de la producción descansaba más en el mayor empleo de mano de obra que en el incremento del producto por hombre."(15)

H. Pirenne, por su parte, subraya el surgimiento de la ciudad medieval como centro de producción e intercambio:

"Casi todos los ramos de la industria: alfarería, muebles, zapatos, vestidos, utensilios e implementos de todas clases quedaron reducidos a las ciudades, fueron monopolizados por sus artesanos y no se difundieron más allá de los reducidos linderos que marcaban sus mercados locales."(16)

La consecuencia natural de este ligero excedente económico y de la producción artesanal fue la creación de las llamadas Ferias (17) que se realizaban de manera periódica en algunas ciudades clave, como fueron Champagne o Sevilla. Las ferias permitieron interconectar las pequeñas economías artesanales de la Edad Media en una red un tanto más extendida de intercambios. Esta nueva realidad comercial permitió además que, bajo el patrocinio y el impulso de los mercaderes italianos, se pusieran en práctica las técnicas y modalidades financieras que hiciesen posible el intercambio, la compra y venta de productos y mercancías. Jacques Adda nos recuerda que:

"la primeras letras de cambio, creadas a finales del Siglo XIII, permiten prescindir de las transferencias físicas de fondos al dar al vendedor un título crediticio pagadero en otra moneda y en otros lugares. Estos instrumentos de pago se transforman rápidamente en instrumentos de crédito e incluso de especulación, puesto que vencimiento y el valor de las monedas se convierten pronto en objeto de negociaciones específicas. El grueso del comercio de las ferias se hacía a crédito. "(18)

La ciudad medieval fue progresivamente adquiriendo una importancia decisiva, a tal punto que se convirtió en el centro de gravitación no sólo de la actividad comercial sino también del pensamiento que, hasta hacía muy poco, se encontraba recluido, encerrado y protegido en castillos, monasterios y abadías.Estas ciudades, vale decir su consolidación e impacto sobre la vida medieval tradicional, estimularon el espíritu innovador en todos los ámbitos de la actividad social y económica:

"Desde la puramente crematística vinculada a la navegación, el comercio y las finanzas hasta la referida a los valores espirituales y religiosos fundamentales. El desarrollo del conocimiento científico fue uno de los frutos trascendentes de esta revolución cultural localizada en las ciudades de la Baja Edad Media."(19)

De acuerdo con Max Weber, es durante esta época cuando cambia la naturaleza de la acumulación de los pueblos cristianos y comienza a germinar el capitalismo, basado en el afán de ganar dinero y acumular riqueza. En este sentido, Weber caracteriza la evolución de un hombre importante en la Baja Edad Media, en Venecia más específicamente, y afirma que:

"se desarrollaba del siguiente modo: empezaba como tendero, es decir, como detallista; luego se lanzaba a viajar por el mar, haciéndose suministrar dinero o mercancías por los linajes nobles, y vendiéndolas en Venecia, para distribuir a su regreso las ganancias con quienes le habían dado crédito. Si el éxito era favorable, pasados unos años podía adquirir propiedades en Venecia, tierras o barcos. Como naviero terrateniente fue accesible para la nobleza, hasta el momento en que se cerro el Gran Consejo". (20)

En efecto, durante los cinco siglos que abarcan la Baja Edad Media nacen los pilares sobre los que se sustentará la economía capitalista: la existencia de una empresa que utiliza capital y mano de obra para la producción de bienes y servicios en la búsqueda de la obtención de un beneficio económico, y la organización lenta y progresiva de esas empresas en un mercado, en el que la oferta y la demanda permiten transar el precio de los bienes y servicios ofrecidos por las empresas, así como el de los factores de producción necesarios para producirlos: los tradicionalmente identificados como tierra, capital y trabajo. Según los historiadores de la época hay claros indicios de la veracidad de la afirmación precedente:

"la dimensión política de la mentalidad capitalista y burguesa queda expresada significativamente en el lema "Dios y mi beneficio", con el cual se encabeza algún libro de cuentas del nuevo patriciado, que refleja el más resuelto individualismo y una disposición, aunque inconsciente, al rehacer global de ordenamientos consagrados por tradiciones seculares, es decir, hacia todo lo que representa el sistema político y religioso de la Edad Media."(21)

Así, de acuerdo con los analistas de este período histórico de la humanidad:

"durante los siglos XI, XII y XIII los pueblos del mundo germánico, en continuo crecimiento, mejoraron gradualmente sus condiciones de vida. Se habían saneado, roturado y cultivado territorios inmensos; la producción había aumentado, gracias a las mejores condiciones laborables de los trabajadores, y se intensificaron las relaciones comerciales. Con todo nunca había existido una economía completamente cerrada, limitada a unos círculos de producción y consumo más o menos cerrados… A partir del siglo XI, el cambio de la situación política permitió la progresiva consolidación de una economía abierta, basada en el intercambio, que acabó por dominar la vida europea. Por ello, la producción agrícola y artesana fue organizada progresivamente como primera etapa de un proceso destinado a satisfacer las necesidades de los consumidores, a través de una fase intermedia de mediación mercantil tan compleja que se requirió la actividad de una clase profesional especializada: la burguesía capitalista."(22)

Monografias.com

En los últimos años de la Baja Edad Media y, posteriormente, en pleno Renacimiento, ya ampliada la visión que se tenía del Ecumene con el descubrimiento de América, y consolidado un capitalismo de carácter mercantilista, se producen avances intelectuales, científicos y tecnológicos notables que luego tendrían una influencia innegable en la aparición de la futura Revolución Industrial. Científicos, filósofos e incluso artistas (Bacon, Da Vinci, Kepler, Descartes, Galileo, Copérnico, entre tantos otros) ampliaron las fronteras del conocimiento y fundaron las bases primarias del llamado método científico. Progresivamente, la investigación científica y sus aplicaciones tecnológicas fueron desprendiéndose de su manto universitario y académico, y a ellas se incorporaron nobles, funcionarios del Estado, profesionales independientes que le otorgaron un nuevo impulso al conocimiento científico y también un nuevo derrotero: aplicarlo a la resolución de asuntos tangibles, de problemas concretos. Buen ejemplo de este nuevo enfoque del conocimiento y de la concepción de la ciencia, lo constituye Isaac Newton (1642-1727), quien, desde su laboratorio, estableció los conceptos y principios que durante mucho tiempo sirvieron de fundamento a la ciencia moderna en lo relativo a la óptica, gravitación universal, matemática, el cálculo, la mecánica y la astronomía. Lo mismo puede decirse de Benjamín Franklin, norteamericano nacido en 1706 y fallecido en 1790, quien sentó las bases conceptuales de la electricidad y del magnetismo.

Durante este período renacentista, se sientan definitivamente los fundamentos del llamado método científico moderno (observación y experimentación, formulación de hipótesis y confirmación de las mismas) y los cimientos de las disciplinas tradicionales del conocimiento científico: cálculo, matemática, astronomía, óptica, física, magnetismo, electricidad y medicina. De igual forma, se establecieron lo que hoy podríamos denominar comunidades de conocimiento; se crearon con mayor intensidad universidades, laboratorios, sociedades científicas y bibliotecas especializadas que, en su conjunto, fueron pilares fundamentales para el surgimiento y consolidación del Renacimiento.

A la luz de estos hechos, ya muy temprano, hacia 1560, el teólogo y humanista francés Pierre de la Ramée escribía lo siguiente: "los hombres de ciencia nos han deparado más progresos que nuestros antepasados en los catorce siglos precedentes", (23) y dentro de estos progresos y avances tecnológicos propiamente dichos, habría que destacar: el desarrollo de la imprenta, la divulgación del libro y la aparición periódica de la prensa, la artillería con pólvora y las nuevas técnicas para la navegación y la construcción naval. En efecto, como bien lo confirma Paul Jhonson:

"Durante los años que siguieron a Waterloo, la invención científica interesó apasionadamente a un público británico en rápido desarrollo, así como al público internacional… La física y la química, la ciencia y la ingeniería, la literatura y la filosofía, el arte y el diseño industrial, la teoría y la práctica todo formaba un continuo de saber y habilidad, y en él los hombres se desplazaban libremente. El concepto de "disciplinas" distintas y compartimentadas, impuesto más tarde por las universidades, aún no existiría". (24)

A estas invenciones y adelantos, se une un hecho trascendental y significativo para la humanidad: el descubrimiento de América que permitió y apoyó, además de otros factores geopolíticos de importancia (la aparición de los Estados Nacionales y la expansión europea), el desarrollo de un capitalismo vigoroso: el mercantilismo. Recordemos que los principios básicos que guiaron la economía de los Estados mercantilistas fueron los siguientes:

  • la riqueza del Estado está en la acumulación de metales preciosos.

  • el enriquecimiento de un Estado lleva necesariamente al empobrecimiento de los demás.

  • para lograr la máxima acumulación de oro y plata es necesario la intervención del Estado.

Por supuesto, que el capitalismo mercantilista tuvo efectos diversos, que no es del caso analizar, en los diferentes países que lo practicaron (España, Francia, Portugal, Inglaterra). De acuerdo con Ferrer:

"El progreso técnico de la minería, la industria y la agricultura provocaron un efecto modesto sobre el incremento de la producción y de la productividad a lo largo de los tres siglos del Primer Orden Económico Mundial. Sin embargo, particularmente en el siglo XVIII, se registraron innovaciones que sentaron las bases de la Revolución Industrial y el vertiginoso desarrollo registrado en el siglo XIX." (25)

2. La Revolución Industrial

De acuerdo con Carlos Marx, la Revolución Industrial marca el punto de corte entre el feudalismo propiamente dicho y el nacimiento del capitalismo contemporáneo. Recordemos que la revolución industrial se refiere al conjunto de cambios y transformación técnica en la economía que afectaron la sociedad inglesa en los siglos XVIII y XIX. T.S. Ashton, en su ya clásico estudio La Revolución Industrial, reitera que:

"los hombres que, sea como rivales o como asociados, crearon unidos la técnica de la Revolución Industrial, fueron ingleses o escoceses comunes y corrientes, sin ser héroes o semidioses, pero si ingeniosos, empeñosos descendientes del homo sapiens, quienes tuvieron la suerte de plantar sus almácigos en propia época, ni en la helada o la tormenta, pero cuando el lento madurar del tiempo, la feliz oportunidad al paso presentaba increíbles oportunidades, las cuales aprovecharon…

(Así dice un maestro tejedor de algodón, contemporáneo, Godfre y Armitage)." (26).

Las transformaciones promovidas tuvieron que ver sustancialmente con la introducción del sistema fabril (manufactura) como actividad fundamental de la Economía, en primacía sobre la actividad artesanal que caracterizó el período feudal precedente, y con la utilización del vapor como fuente de energía. Podemos afirmar que la Revolución Industrial fue entonces la concreción tecnológica de las innovaciones y del desarrollo de los conceptos de las disciplinas científicas concebidas en la Baja Edad Media y el Renacimiento temprano. En efecto:

"Si bien la invención aparece en todos los grados de la raza humana, rara vez prospera en una comunidad compuesta de simples aldeanos o de trabajadores manuales poco diestros; tan sólo cuando la división del trabajo se ha desarrollado, permitiendo a los hombres consagrarse a un solo producto o sistema, llega a producir algo tangible. Dicha división del trabajo existía ya cuando se inició el siglo XVIII, y la Revolución Industrial se debió a que, en parte, fue el efecto de un aumento y ampliación del principio de la especialización." (27)

Usualmente, se suele hablar de dos etapas e incluso de dos revoluciones industriales, a saber:

a. La primera (1750-1850) caracterizada por la utilización del carbón, del vapor y la hidráulica como fuente de energía, y de las máquinas de hilar y tejer como sistemas fabriles pioneros.

b. La segunda (1850-1918), comienzan el petróleo y la electricidad a ser utilizados como fuente de energía; se inventa el motor de explosión (a combustión), y se expande la utilización de la radio transmisión telegráfica y telefónica como medios de comunicación entre los seres humanos.

Por supuesto que la Revolución Industrial introdujo cambios de toda índole, sociales, políticos, culturales, demográficos. En efecto, de acuerdo con sus analistas, la Revolución Industrial siempre estuvo acompañada por el crecimiento de la población, por la aplicación de la ciencia a la industria y por un empleo de capital más intenso y más extenso a la vez; también coexiste con la conversión de comunidades rurales en urbanas y con el nacimiento de nuevas clases sociales. (28) Sin embargo, en la perspectiva de nuestro interés, podemos concluir que, desde el punto de vista económico, las mayores transformaciones radicaron tanto en el desplazamiento del artesano por la máquina así como en una nueva manera de organizar la producción, siendo está ahora en serie y estandarizada. En plena Revolución Industrial:

"Ford dividió el montaje de los coches en una serie de tareas sencillas. En vez del sistema que obligaba a cada obrero a pasar de un punto de montaje a otro realizando tareas simples y repetitivas. Ford inventó la línea de montaje móvil en la que el trabajo se desplazaba hasta el obrero. Antes de la aparición de la línea de montaje los automóviles eran fabricados por grupos de trabajadores que realizaban en conjunto todos los aspectos del montaje de las máquinas. Con el plan de Ford, a cada uno se le asignaba una tarea específica de la línea… El resultado fue el aumento de la productividad y la disminución de los costos por unidad." (29).

A estas líneas de montaje se sumó también la fabricación continua en la metalúrgica y la química, y la serialización de la producción.Durante el primer período de la Revolución Industrial, la producción mundial creció cuatro veces entre 1800 y la Primera Guerra Mundial, y el comercio mundial, por su parte, aumentó treinta veces. Como bien lo confirma Aldo Ferrer:

"Al final del período, el comercio dentro del grupo de países industrializados representaba más del 60% del comercio mundial total y estaba compuesto por productos primarios y manufacturas… Las nuevas fronteras del comercio internacional promovieron la liberación de los intercambios. Al mismo tiempo la política comercial se convirtió en un instrumento clave de la estrategia de desarrollo económico y de inserción internacional de cada país."(30)

La Revolución Industrial, mediante la aplicación de la ciencia y la tecnología a los procesos productivos, vale decir a la producción en masa y serial de productos estándar, promovió el surgimiento de las economías de escala, con la consiguiente reducción de los costos productivos, el aumento de la competencia y el consumo, y, en consecuencia, la elevación de la productividad.

En fin, otra vez con Ferrer:

"la revolución tecnológica provocó un aumento de la productividad, la trasformación de la oferta y la demanda de bienes y servicios y concedió un peso creciente a las relaciones externas en el desenvolvimiento de cada país. El comercio internacional y la corriente de factores (mano de obra y capitales) alcanzaron una dimensión sin precedentes. Fueron los cauces a través de los cuales se ampliaron y profundizaron las redes de la globalización…" (31)

O como bien lo subraya Joel Morky:

"la revolución industrial fue una fase durante la cual la economía creció como consecuencia de los avances logrados en técnicas manufactureras suficientemente poderosas para elevar la productividad de industrias enteras" (32)

3. La Sociedad de la Información o del Conocimiento.En los últimos quince años se viene usando indistintamente el concepto de la sociedad de la información o del conocimiento, para denominar una realidad que el llamado Informe Europeo Bangemann caracteriza de esta manera:

"es una revolución basada en la información, la cual es en sí misma expresión del conocimiento humano… Esta revolución dota a la inteligencia humana de nuevas e ingentes capacidades, y constituye un recurso que altera el modo en que trabajamos y convivimos… La educación, la información y la promoción desempeñan necesariamente un papel importante". (33)

Desde el punto de vista gerencial, más recientemente, un conjunto de autores se han dedicado a profundizar el rol del conocimiento, del talento, del también denominado capital intelectual en la empresas de fin del siglo pasado y de comienzos del presente. En esas empresas analizadas, el capital intelectual, es el rasgo fundamental de organizaciones que reivindican los activos inmateriales como verdadera e indiscutible ventaja competitiva.

Kaplan y Norton cuando diseñaron su Sistema Balanceado de Indicadores, ya habían identificado ese conjunto de activos intangibles que conforman el capital intelectual, traducidos en servicios y productos de alta calidad, empleados de alta experiencia y motivación, procesos gerenciales flexibles y adaptables, al igual que clientes leales y satisfechos.

Sin embargo, les corresponde a Leif Edvinsson y Michael S. Malone, el mérito de haberse concentrado en explicar, caracterizar y categorizar el capital intelectual, al que definen como la posesión de conocimientos, experiencia aplicada, tecnología organizacional, relaciones con los clientes y destrezas profesionales que otorgan una ventaja competitiva a una empresa frente a sus competidores. En nuestro caso, preferimos hablar del conocimiento, es decir, de la información útil y relevante, transformada en innovación tecnológica aplicada en los diferentes campos del quehacer humano.

A todo evento, más allá de las diferencias de nomenclatura o denominación, compartimos totalmente los diez rasgos definitivos de la sociedad de la información o del conocimiento; propuestos por el profesor Francisco Aguadero. (34)

1. Nuevo orden social.2. La información: base de la economía.3. Una vida globalizada.4. Dualidad compleja.5. Redes y flujos.6. Un mundo digitalizado.7. Eliminación de fronteras y límites difusos.8. Oxigeno para los árboles.9. Bolsillos sin monedas.

10. Principales escenarios: los servicios.

Ahora bien, en lo que concierne, más específicamente, a los factores tecnológicos, es conveniente referirnos a las llamadas altas tecnologías basadas en las tecnologías electrónicas que han propiciado el surgimiento de los llamados tres motores o dinamizadores de la Economía Digital: el teléfono celular, las computadoras personales (en especial con el apoyo y la facilidad de interconexión que brinda la Internet y el e-mail) y la televisión satelital. Estos nuevos motores vienen sustituyendo, en los sectores nuevos del quehacer económico y en muchos de los de la Vieja Economía, con una velocidad impresionante y alarmante, a los antiguos motores de una sociedad industrial que se asentó en la luz eléctrica, la máquina de vapor, el motor de combustión a gasolina, la elaboración masiva de aceros en perfiles y planchas, el hormigón armado, el telégrafo, y, en términos generales en el desarrollo de la ingeniería propiamente dicha.

A. Las tecnologías electrónicas de información y comunicación (TIC"s)

De acuerdo con los estudiosos de la evolución tecnológica experimentada en el siglo XX hasta llegar al prodigio de las telecomunicaciones rápidas, eficientes, baratas que han permitido el achicamiento virtual del mundo y una mayor cercanía entre pueblos y gentes, podemos distinguir seis grandes etapas tomando en cuenta las innovaciones, el desarrollo tecnológico y la implantación social de las tecnologías, medios y servicios.

  • "Siglo XIX, en el que el teléfono llama a la puerta y la radio comienza a sonar.

  • Primera mitad del siglo XX (1900-1950), en cuya etapa se abrió una ventana mágica para el futuro: la televisión.

  • Años 1950-1970, en los que el computador personal apareció como una estrella en la oficina.

  • 1990-2000, una década prodigiosa para el desarrollo de las telecomunicaciones.

  • El siglo XXI, que aportará luces para el tercer milenio y cuya característica principal será lo digital."(35)

De esta forma, los motores de la Economía Digital se han visto impulsados por sistemas de telecomunicación basados en los microcircuitos VLSI, la fibra óptica y los rayos láser que han permitido el desarrollo creciente y masivo de comunicaciones generalizadas, fáciles, confiables, instantáneas y cada vez más baratas.

La Economía Digital encuentra en el desarrollo de las tecnologías electrónicas de información un factor primordial de sustentación y desarrollo. Estas tecnologías se relacionan con el diseño y aplicación de dispositivos, por lo general, circuitos electrónicos, cuyo funcionamiento depende del flujo de electrones para la generación, recepción y almacenamiento de información. Esta información puede consistir en voz o música (señales de voz) en un receptor de radio, en una imagen en una pantalla de televisión, o en números u otros datos en una computadora.(36)

En el presente, el desarrollo acelerado de los circuitos integrados ha producido cambios significativos en el campo de las comunicaciones, la gestión de la información y la informática. Estos circuitos integrados han posibilitado la reducción de tamaño de los dispositivos con la consecuente disminución de los costos de producción y de mantenimiento de los sistemas. En el caso de las computadoras, por ejemplo, se han desarrollado circuitos integrados a gran escala que contienen varios millones de componentes en un solo chip.

Vale decir que desde el microscopio para acá, de aquel famoso invento de Anton Van Leewenhoek (1632-1723) que permitió al hombre ver lo pequeño, lo diminuto, lo liliputiense en términos de Jonathan Swift, la ciencia y la tecnología han desarrollado, a pasos avasalladores, la capacidad real de hacerlo todo más pequeño para que, a su vez, continué siendo todavía más pequeño. El micrómetro – milésima parte del milímetro – se ha convertido en una unidad válida de medida de la ciencia contemporánea, y de la tecnología también. De esta forma, podemos hablar con toda propiedad de microtecnología, es decir, de la capacidad para diseñar y producir dispositivos en escala milimétrica, tal como ocurre con los "chips", para cuya producción se emplean rayos de luz o haces de electrones que, sobre láminas de silicio, dibujan los diseños que luego se graban utilizando procesos químicos. Ejemplos de estas aplicaciones micrométricas lo constituyen, por ejemplo, la creación de una turbina un poco mayor de una décima de milímetro (125 micrómetros), que impulsada por un pequeño chorro de aire gira a 15.000 vueltas por minuto.

Pero, por si fuera poco, ya científicos y tecnólogos comienzan a referirse a la nanotecnología. Su nombre deriva del nanómetro, una medida de longitud igual a la milésima parte del micrómetro. Se usa para expresar las dimensiones de las moléculas y los átomos. Los micrómetros o micras y los nanos no sólo miden el espacio, también son usados para medir el tiempo.

En un artículo publicado en el diario EL NACIONAL de Venezuela el 15 de julio de 2001, el columnista Froilán Fernández comenta lo siguiente:

"los computadores, por ejemplo, han llegado a la escala de las 0.18 micras (un cabello humano es cien veces mas ancho que una micra). Estas distancias, tan pequeñas que no las computamos son las que permiten alojar más transistores dentro de un chip y fabricar procesadores más veloces. El progreso en esta área ha sido monumental. Ninguna otra industria puede mostrar las mejoras en desempeño que ha tenido la computación. En 1964, un chip de 6 centímetros cuadrados alojaba unos 40 componentes, mientras que el Pentium III, liberado el año pasado, tenía 28 millones de transistores. Disminuir este umbral de las décimas de micrones no es nada sencillo. Intel ha anunciado que pasará de 0.18 micras a 0.13 micras este mismo año para mejorar el rendimiento del novísimo Pentium 4-que por los momentos aloja unos 42 millones de transistores -. En un reciente anuncio de NEC, la compañía japonesa dice que está lista para acometer la manufactura de chips con tecnología de 0.10 micras, pero que los primeros productos verán la luz en 2004. En esta carrera hacia computadores más rápidos y más poderosos, el modelo convencional comienza a agotarse. La famosa ley de Moore, que predice que los computadores duplican su poder de cómputo cada 18 meses, continuará vigente, pero sólo por unos años más. En efecto, cerca del año 2010, la microelectrónica no podrá seguir progresando como lo ha hecho en los últimos 20 años, pues se habrá" llegado a la escala molecular. El salto de las micras a los manómetros exige otro tipo de tecnología".

Toda esta nueva realidad económica que responde a la idea de innovación tras innovación, de creación y posterior destrucción, como lo hemos señalado, inspiró al economista austriaco Joseph Schumpeter para acuñar el término destrucción creativa, es decir, el proceso mediante el cual las nuevas tecnologías y formas de organización sustituyen implacablemente a las antiguas. Las últimas dos décadas del siglo XX fueron la expresión más palpable de la concreción de la teoría de la destrucción creativa de Schumpeter.

En fin, entre las tecnologías que han impulsado, fomentado, apoyado, ayudado a configurar la Economía Digital tenemos: la informática, la microelectrónica, el rayo láser, las telecomunicaciones, la robótica, la inteligencia artificial, los superconductores, la microgravedad, la biotecnología o micro reproducción, y, por supuesto, la extrema miniaturización que se denomina nanotecnología.

B. La Internet.El 24 de Octubre de 1995, la Agencia Federal de Trabajo en Red (Federal National Working-f.n.c) de los Estados Unidos de América aprobó una resolución que definía, por vez primera, lo que debía entenderse por Internet. De esta forma, la F.N.C. resolvió que la Internet:Se refiere al sistema de información global que:

  • "Se encuentra vinculado lógicamente por un espacio direccional global determinado, basado en el protocolo de Internet (I.P.) o sus subsecuentes extensiones y agregados.

  • Es capaz de apoyar comunicaciones utilizando el conjunto de herramientas contenidas en el protocolo de control de transmisiones/protocolo de Internet (T.C.P / I.P.) o sus subsecuentes extensiones y agregados, y provee, utiliza o hace accesible, sea en forma pública o privada, servicios de alto nivel estratificados en la comunicaciones y en la infraestructura relacionada aquí descrita."

Desde entonces, la Internet, se ha transformado en la red de redes, es decir, en un sistema que permite la interconexión de las computadoras a nivel mundial para compartir entre sí recursos e información. De esta forma, gracias a la Internet cualquier persona es a la vez usuario y fuente de información. Como bien lo afirma Christian Huitema:

"Internet no es sólo red, con un punto central, gestionada por no se sabe qué multinacional… Es una interconexión de redes muy diversas… no existe una autoridad comercial que regente Internet, ni un punto central desde donde se puedan controlar el tráfico y los accesos…Para ello hay que garantizar la cohesión de la red, lo que implica la presencia de una fuerte autoridad técnica."(37)

Trejo (38), por su parte, coincidiendo con la opinión expresada anteriormente confirma también que Internet se ha convertido no sólo en un recurso tecnológico, también es un fenómeno político, un problema cultural y un gran negocio. Lo que en sus inicios fue un experimento de investigación y desarrollo promovido por el Poder Ejecutivo norteamericano, se convirtió, en la realidad, en una red de redes que ha sido capaz de traspasar todo tipo de fronteras: tecnológicas, políticas, geográficas, aun cuando barreras culturales y religiosas, como lo veremos en su oportunidad, no han permitido que la Internet sea utilizada en todo el mundo.

Vista la excelente síntesis efectuada por Francisco Aguadero (39), vamos a basarnos en su recuento histórico para tener una mejor apreciación de la evolución sufrida por la Internet, hasta llegar a convertirse en lo que hoy es: factor esencial de la vida cotidiana, llámese negocios, denomínese estudios, pronúnciese información.

Antecedentes

En medio de la situación de guerra fría de los años sesenta que enfrentó al bloque Soviético con el de Estados Unidos, las autoridades de este último país vieron la necesidad de disponer de una red robusta de mando y control que mantuviera las comunicaciones entre las bases repartidas por todo el país y los centros neurálgicos de poder ante un eventual ataque nuclear. En tal sentido, los estrategas de la guerra fría hicieron en 1964 la siguiente propuesta, luego llevada a la práctica: se crearía una diseñada de tal forma que siguiera funcionando aún en condiciones difíciles, es decir, que la destrucción de una parte de la misma no afectara al resto de los nodos. Para ello, la red no tendría una actividad central, sino que ésta estaría repartida. Todos los nodos tendrían la misma autoridad para enviar, pasar o recibir mensajes. El contenido de estos mensajes se dividiría en forma de (estamos hablando de una información electrónica no física) que, individualmente identificados, serían transportados desde su punto de partida al nodo de destino. Viajarían independientemente unos de otros sin importar la ruta que siguiera cada uno, el mensaje original se recompondría, como un rompecabezas cuando llegara a su destino. Si en medio del trayecto algún nodo no funcionaba, el o los paquetes de información afectados se quedarían inertes, como suspendidos en el aire, buscado salida hacia otros nodos. Nacía así un sistema de comunicación nuevo: el concepto de (informativos, se entienden), descentralizado y resistente ante los fallos o adversidades, a prueba de bomba.A esta propuesta de la RAND se sumaron el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) y la Universidad de California en los Ángeles (UCLA). Pero no eran los únicos que estaban en ello; el Laboratorio Nacional de Física del Reino Unido logró un prototipo de esas características en 1968, antes que nadie.En 1969, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Pentágono (ARPA) decidió, en esa línea, patrocinar un proyecto más ambicioso: unir por medio de la red a los superordenadores dedicados a los proyectos nacionales a de investigación. Estaban necesitados de un sistema de comunicaciones de esas características. De esta forma, nació el proyecto ARPANET, con cuatro nodos o conexiones: UCLA, Universidad de California en Santa Bárbara, la Universidad de Utah y el Instituto de Investigaciones de Stanford (SRI) Científicos e investigadores de estas instituciones y de las que se sumaron posteriormente podrían así compartir recursos y conocimientos. Tras los oportunos ajustes en los programas y protocolos correspondientes, el proyecto fue un éxito y como tal fue presentado públicamente en 1972. Se habían cubierto los objetivos iniciales: una red por la que los ordenadores podían comunicarse entre sí. Pero la cosa fue más allá de lo previsto. Los usuarios de esa red habían descubierto que a través de ella podían enviar y recibir mensajes personales, relacionado con el trabajo o particulares. Se habían encontrado con lo que después se llamó el , de tal suerte lo que comenzó siendo una red para el intercambio de información entre ordenadores, había evolucionado hacia una red de comunicación entre personas o grupos, sustentada por los ordenadores y el sistema de conmutación de paquetes de información.

( Nacimiento de la Internet. A lo largo de los años setenta ARPANET fue incrementando sus conexiones abundantemente gracias a que su concepción descentralizada permitía conectar sistemas diferentes. El requisito común era entenderse por medio de la conmutación de paquetes, lenguaje este al que inicialmente se denominó Network Control Protocol (NCP).Paralelamente, se fueron desarrollando otros proyectos de redes de conmutación de paquetes utilizando otras tecnologías, sistemas y medios de transmisión como la radio y los satélites, muy estudiados con técnicas de acceso múltiple por la Universidad de Hawai en 1972 y por el centro de investigación de Xerox en Palo Alto…Ante tal realidad, el DARPA (sucesor del ARPA), inicio en 1973 investigaciones para unir varias redes de paquetes, de tal forma que éstas estuvieran interconectadas por medio de protocolos de comunicación entre ordenadores. A estos protocolos se le conoce con el nombre de TCP/IP, que son las siglas de Transmisión Control Protocol y de Internet Protocol (sucesores del NCP). El primero (TCP) se encarga de dividir los mensajes en paquetes y de recomponerlos cuando lleguen a su destino y el segundo (IP) se encarga de conducir esos paquetes a través de nodos y rutas diversas. A esto se le denominó , de donde salió posteriormente y por derivación lo de .La década de los ochenta fue pródiga en el surgimiento de nuevas redes. La National Science Foundation (NSF) promovió una de ellas, la CSNET. En 1983 el ARPANET se dividió en dos, al separarse lo relacionado con defensa, tomando el nombre de MILNET. Pero surgieron otras muchas redes ya que los programas de los TCP/IP eran conocidos; la arquitectura descentralizada, un tanto anárquica; y crecieron las necesidades de interconexión de nuevas máquinas. Resultó ineludible la conexión de usuarios. Entonces se creó la Internet (1983) como red de interconexión entre las redes de ARPANET, MILNET y CSNET. El ámbito en se momento era, no obstante, pequeño. Allá por 1986, la NSF interconectó sus superordenadores por líneas de alta velocidad, creando así una red troncal con ámbito nacional (de Estados Unidos); era la NSFNET. Otras instituciones hicieron algo similar. En 1992 existía en la práctica una confederación de redes en torno a Internet. Se había convertido en una red de redes, que ya alcanzaba a Europa. Aunque la gran explosión se produjo en 1993, cuando para estar en Internet dejó de ser requisito previo pertenecer a una institución, Universidad o empresa.

El crecimiento de la Internet a nivel mundial, en los últimos años, ha sido vertiginoso, de 15 millones de usuarios con que contaba la red para el año 1995, se calcula que para el 2002 tenga alrededor de 400 millones de usuarios a escala planetaria. Sin embargo, según Alejandro Piscitelli:

"Es fácil e inútil hacer proposiciones respecto de Internet. Todos los días aparecen miles promesas de cambio radical de la tecnología y de la vida cotidiana. Sin embargo, estos anuncios rara vez sobrepasan el nivel de Internet, sin hacer poco (o mucho) de la historia de los medios, y sobre todo, sin calibrarlos modelos de negocios en relación con la evolución tecnológica y con los cambios psicológicos y culturales de productores y consumidores" (40)

Este mayor o menor, más o menos intenso crecimiento de la Internet ha ido acompañado por la cada vez más creciente posesión y utilización de computadoras personales. Según cálculos de los analistas de este mercado, el número es tal que permite afirmar que existe una computadora por cada veinticuatro habitantes del planeta. (6.055 millones de personas en el año 2000). En el siguiente cuadro veremos las potencialidades de la red.

Los corresponsales de The Economist John Micletwhait y Adrian Wooldrigde señalan que:

Particularmente en Estados Unidos de América la vida corporativa está siendo transformada por la Internet y por las compañías de Internet. Es muy difícil que alguien pueda oponerse a esta realidad incontestable" (41).

Igualmente, añaden que la ubicuidad de las empresas no podría ser posible:

"Sin dos cosas: la digitalización en general y la Internet en particular. Hoy en día, virtualmente todo –voces en el teléfono, imágenes en la pantalla, incluso las decisiones gerenciales- pueden ser convertidas en unos y ceros, y ser almacenadas y transmitidas. En efecto, "hablar de un idioma universal", no es el inglés sino el binario. Una computadora china habla exactamente el mismo lenguaje que una española, así como el mismo idioma que el teléfono español."(42)

Por su parte, John Chambers, Presidente de Cisco, sumariza el poder avasallador de la Internet, en estas palabras:

"La Internet cambiará como vive, juega y aprende a la gente. La revolución Industrial puso a trabajar a la gente con las máquinas en las factorías; la revolución de la Internet pondrá a la gente a trabajar con el conocimiento y la información en compañías virtuales… Promoverá la globalización a un paso increíble, que en lugar de tomar más de 100 años como ocurrió con la Revolución Industrial, pasará solo en un poco más de siete años".(43)

Sin embargo, a pesar de que pueda parecer extraño y falto de perspectiva histórica, existen aún en el mundo países que prohíben o limitan el acceso a la Internet por razones políticas, éticas o religiosas. En el siguiente cuadro se aprecia esta realidad:

PAIS

RAZON

Afganistán

Acceso prohibido*

Bielorrusia

Acceso restringido. Gobierno controla el

servidor

Birmania

Monopolio estatal para acceso a la red.

Necesidad de declarar propiedad de un

computador personal

Tayikistán

Gobierno controla el acceso

Turkmenistán

No se posee información

Uzbekistán y Azerbaiján

Alto costo del servicio fijado por el gobierno

China

Control público del uso y necesidad de declarar propiedad de computador personal

Cuba

Control de la red por el gobierno. castigo a quienes se conecten con páginas Web extranjeras y sean descubiertos

Irán

Bloqueos de sitios que conectan o discutan sexo, religión, criticas a la republica

Islámica.

Irak

No hay acceso directo a la red

Muy pocas computadoras personales

Libia

Acceso imposible

Corea del Norte

Acceso imposible

Arabia Saudita

Acceso prohibido

Sierra Leona

Acceso prohibido

Sudán

Acceso restringido y controlado por el

gobierno

Siria

Acceso prohibido a los particulares bajo

pena de prisión

Túnez

Controlado por el gobierno

Vietnam

Acceso restringido y necesidad de

autorización para ingresar a la red

* Durante el gobierno talibán. Fuente: Reports without Borders. (www.RSF.FR.Indexuk.ht/m)

El propio Bill Gates, protagonista y promotor de los factores tecnológicos que han hecho posible la Economía Digital, por su parte, afirma que:

"Si los años ochenta fueron el decenio de la calidad y los noventa el de la reingeniería de procesos, el primero de los 2000 será el de la velocidad."(44)

El incontenible e intenso desarrollo de las tecnologías electrónicas en el área de las comunicaciones y de la computación está haciendo posible que la velocidad sea, efectivamente, uno de los signos de los tiempos gerenciales de la economía global, permitiendo que el flujo de la información digital se realice cada vez con mayor prontitud y seguridad, e incidiendo sobre su productividad.Como bien lo sostienen los analistas de estas nuevas realidades económicas:

"estamos ante una Nueva Economía en la que la productividad y la competitividad están en función de la aplicación estratégicas de conocimientos y de la información a los procesos de gestión, de fabricación y de marketing."(45)

Igualmente, estudios realizados durante la década de los setenta y de los ochenta del siglo XX, tanto en Japón como en los Estados Unidos de América mostraron un alto crecimiento de la fuerza laboral dedicada a los trabajos realizados en el área de la información, (55.1% del total de la fuerza laboral en EEUU y 48.19% en Japón).Podemos concluir que en lo concerniente a la relación entre revolución, innovación, adelanto tecnológico y productividad económica, los historiadores de las Ciencias Económicas han constatado lo siguiente:

"la Revolución Agrícola se estima que tuvo un factor en torno al 100, sumando dos épocas y circunstancias: una de factor 10, vinculada a la invención del arado, y otra del mismo factor, consecuencia de la utilización del abono químico. El conjunto de tecnologías de la Revolución Industrial se estima que tuvo un efecto multiplicador de 1000. Estos factores multiplicadores aun pareciendo altos, son tremendamente reducidos si los comparamos con los que aportan las tecnologías de la información y la comunicación que pueden superar el millón." (46)

Sin embargo, con atinado criterio, Micletwhait y Woolridge (47) sostienen que el argumento, según el cual, la tecnología revolucionó la productividad de la economía norteamericana y cambio el límite de velocidad al que venía creciendo la economía, debe ser examinado también a la luz de otras circunstancias políticas y económicas. Ambos autores confirman que es indudable que las empresas americanas han invertido en tecnología; sin embargo, la inflación ha sido baja, y al mismo tiempo han disfrutado durante un largo período de un dólar fuerte, de servicios públicos baratos, abundancia de mano de obra que genera demanda de bienes y productos. Para los autores, la paradoja de la Nueva Economía radica en que, a pesar de las colosales inversiones en tecnología por parte de las empresas norteamericanas durante las dos últimas décadas del pasado siglo, la productividad americana creció por debajo de la tasa obtenida después de la segunda Guerra Mundial: 3.4%.A la luz de estas reflexiones y evidencias, Mickletwhait y Wooldridge, no sin ciertas dudas, se preguntan sí las ganancias en productividad se limitaron entonces exclusivamente a un número limitado de empresas de alta tecnología: las high-tech industries, o si no será más bien que la tecnología no genera tanta productividad como sustentan los defensores a ultranza de la Revolución Tecnológica.Finalmente, ambos autores sentencian:

"permanecemos un tanto escépticos acerca de sí la Internet se convertirá en un paradigma, en un punto de referencia obligado para la humanidad, que pueda compararse con la introducción de la electricidad o con la llegada del motor a combustión."(48)

En este mismo orden de ideas, es conveniente recordar que para Michael Porter, la innovación debe ser entendida en sentido amplio, cubriendo el espectro que va desde la innovación tecnológica propiamente dicha hasta las nuevas formas de administración, gerencia o mercadeo. Coherentemente con esta acepción extendida de innovación, Porter, al igual que los autores precedentemente citados, advierte contra la tentación de basar exclusivamente los aumentos de productividad y de competitividad exclusivamente en la Revolución Tecnológica, en las innovaciones producto de la tecnología. E.L. Jones, por su parte sostiene criterios coincidentes; en efecto:

"es posible que la innovación técnica sea una condición suficiente, pero no necesaria, para que haya crecimiento. Las rentas reales también pueden aumentar extrayendo más producción de los métodos conocidos y los recursos existentes". (49)

Un punto de vista similar es sostenido en el Editorial de la revista Barquia, de Brasil, del 5 de octubre de 2001, cuando se afirma lo siguiente:

"En cierto modo se puede hacer una comparación entre lo que significó la introducción del ferrocarril y la aparición de Internet. A mediados del siglo XIX el ferrocarril aumentó la productividad de las economías occidentales (aunque distinguidos economistas como el Premio Novel de Economía Robert Vogel discrepan de esta visión). La aparición del ferrocarril posibilitó el transporte de productos de unas zonas a otras. De esta manera, una zona se especializaba en la producción de aquellos bienes en los que tenía una ventaja comparativa frente a las demás regiones e importaba bienes cuya producción era más barata. Internet ha tenido un efecto similar sobre la eficiencia económica al reducir de manera considerable los costos de transacción y la "fricción" existente entre los compradores y vendedores de bienes y servicios (derrumbe de barreras geográficas y democratización del acceso a la información).

A nivel macroeconómico estos efectos positivos se han reflejado en las enormes tasas de crecimiento que ha tenido EEUU, la economía más permeada por Internet, es la segunda mitad de la década de los noventa.Es cierto que la introducción del ferrocarril en EEUU conllevó la formación de enormes fortunas: ahí esta el caso del magnate neoyorquino Cornelius Vanderbilt (1794-1877). De manera similar, la aparición de Internet ha ayudado a enriquecer a los Bill Gates (Microsoft), Tim Koogle (Yahoo!) o Larry Ellison (Oracle) de nuestra época. Ahora bien, así como un vendedor que ponía un carrito de venta de refrescos en los trenes no tenía altas expectativas de rentabilidad económica a finales del siglo XIX, tampoco las tienen en la actualidad muchas empresas por el mero hecho de estar relacionadas con Internet."

Y por último, en esta misma línea de pensamiento, el analista político Francés Ignacio Ramonet, en entrevista efectuada por Oscar Raúl Cardozo en Zona de El Universal de Venezuela del domingo 5 de agosto de 2001, se expresaba en los siguientes términos sobre la Internet:

"No sucedió nada que no hayamos conocido antes. Cuando se produce un cambio importante en el campo de la comunicación se suceden dos fenómenos concomitantes. El primero es que esa ruptura se ofrece así misma como la promesa de un mundo mejor. Ocurrió con el telégrafo, con la radio, con el Morse, etcétera. Ni hablemos de la televisión o del teléfono. Surge la idea de que es un mundo nuevo y que, como se trata de comunicación, ese mundo nuevo va a permitir la creación de una sociedad más solidaria, mejor conectada y que se entenderá mejor. Es el eterno combate contra la confusión de Babel y, por consiguiente, la creación de una nueva humanidad. Esta es la promesa que casi siempre aparece. La segunda observación, es que, en general, cuando surge una nueva máquina de comunicar, su uso final se desconoce. Es decir, que se cree que el uso va a ser aquel que le damos en el momento en que aparece, por la estructura mental que tenemos en el momento. Pero la irrupción de esa nueva máquina o proceso modifican las cosas de tal manera que su uso final se desconoce. Sobre los discursos eufóricos en torno de la informatización, hoy día podemos decir que en cierta forma no se han cumplido, aunque reconozcamos que sus promesas siguen siendo importantes…Los elementos básicos de la revolución industrial, que son la organización de una administración de Estado, una serie de infraestructuras elementales- carreteras, dispensarios, escuelas, electricidad, teléfono, etcétera-no existen. Cuando eso no existe, llega Internet como un marciano en territorio vacío. Eso no quiere decir que Internet no tenga potencialidades. Pero la ilusión de que Internet por sí misma va a transformar el mundo y va a hacer que la gente pase de una era medieval al futuro se demostró que no funciona."

Sin embargo, no todo parece ser tan realista, por no decir pesimista, Orit Yadiesh y Dan Haas, en artículo publicado en El Nacional de Caracas el viernes 7 de septiembre de 2001 reconocían, por su parte, que:

"No ha habido una revolución de comercio electrónico y las reglas del negocio siguen siendo más o menos las mismas. Entonces, ¿quiénes serán los verdaderos ganadores de la era de Internet? Serán las compañías que trabajen para aplicar Internet a los activos a fin de no sólo crear una mayor eficiencia, sino también una nueva ventaja competitiva. Asimismo, serán las compañías que refuercen las poderosas posiciones estratégicas en áreas en las que ya prevalecen y producen beneficios sustentables. Y eso depende en gran medida de la habilidad de una compañía para hacer avanzar su comprensión sobre sus puntos fuertes, más allá de la perspectiva tradicional del balance general, hacia el área de sus activos intangibles, es decir, sus redes, sus bases de información, sus marcas y su participación en el mercado. Esta comprensión, aunada con el poder galopante de Internet, será la clave para desatar la fuerza y las posibilidades productivas de la corporación en la era Internet".

III. ELEMENTOS PROMOTORES DE LA ECONOMÍA DIGITAL. (Las tecnologías de información y comunicación en una economía desregulada)

Muy someramente, vamos a referirnos a varios elementos, decisiones, hechos, políticas, criterios, que, desde el punto de vista económico y financiero, han ayudado al surgimiento y consolidación de la Economía Digital o la Nueva Economía.1. Una nueva consideración de la noción de ciclo económico. Los sustentadores de la Nueva Economía consideran que la noción de ciclo económico, es decir, los vaivenes de la economía que implican que largos años de bonanzas o crecimiento se ven luego seguidos por otros de recesión y decrecimiento, debe ser reconsiderada, puesto que no es aplicable a la Nueva Economía. En efecto, para muchos analistas del fenómeno globalizador, basado en la Nueva Economía, lo que se tiene previsto es un futuro de claro y sostenido crecimiento económico, en el que las recesiones parecieran ser situaciones del pasado.Peter Schwartz, uno de los más prominentes futurólogos a nivel mundial, ex- directivo de la Shell, afirmaba que:

"Estamos observando el inicio de un boom económico global a una escala nunca experimentada antes. Hemos encontrado en un período de sostenido crecimiento que podría doblar la economía del mundo cada doce años, brindando una creciente prosperidad para- literalmente-billones de personas del planeta. Estamos cabalgando las tempranas olas de un ciclo de 25 años de una impresionante expansión económica que hará mucho para resolver problemas considerados inmanejables como la pobreza y para hacer más llevaderas las tensiones mundiales. Y todo esto será hecho sin alterar el equilibrio del medio ambiente."(50)

De esta forma, expresiones como la muerte del dinero, el fin de la geografía, la desaparición del circulante, la extinción de la Vieja Economía, son expresiones que cada día obtienen mayor resonancia y aceptación en determinados círculos académicos, financieros y empresariales.

William W. Lewis y Marvin Harris, de la muy reputada firma consultora Mckinsey and Co., en su oportunidad, sostuvieron lo siguiente:

"Opinamos que en un poderoso ciclo ascendente de convergencia económica y de transferencia de tecnología, impulsado en gran medida por la actividad de la empresas multinacionales y por las expectativas de los consumidores bien informados, hará progresar la globalización a pesar de todos los obstáculos que se interpongan en su camino. Estas corporaciones están transformando la manera de hacer riqueza, y derivan una mayor productividad de la amplia y rápida difusión de una mayor "Know how" y de las innovaciones…Es, en realidad, el resultado orgánico del potente ciclo mencionado antes, por cuyo efecto la convergencia económica y las innovaciones tecnológicas elevan la calidad de vida a lo largo del tiempo" (51)

Esta visión de crecimiento indetenible y de progreso inevitable de la Economía es compartida por los celebres analistas de prospectiva Naisbitt y Abuderne. Para estos dos estudiosos del futuro:

"… El desarrollo de la década de 1990 no deberá enfrentar los límites que hemos conocido en el pasado. De hecho no enfrentará casi ningún límite. Durante toda esta década habrá abundancia de recursos naturales… necesitamos menos materias primas, porque ya hace décadas que estamos abandonando los productos que necesitan de gran cantidad; por ejemplo, se ha producido una amplia sustitución del acero por el plástico. La miniaturización es otro factor que reduce la demanda de materias primas… un paradigma de este abandono de materias primas es el cable de fibra óptica, se puede transmitir tanto mensajes como una tonelada de cable de cobre. Lo que es igualmente importante, para fabricar esos 28 Kg. de fibra óptica se exige menos del 5 por ciento de la energía necesaria para producir una tonelada de cable de cobre. Tanto por los materiales como por la energía que consumen, éste es un ejemplo ilustrativo de la Nueva Economía."(52)

Afirmaciones y opiniones como las expuestas acompañaron a una buena parte del pensamiento económico de la década de los 90 del siglo XX y de inicios del siglo XXI; una visión de bonanza creciente, de progreso económico multiplicado, basados en la productividad implícita en las nuevas tecnologías y las innovaciones, fueron las bases y hechos sobre los que se asentó esta visión optimista, triunfal, de un futuro de equilibrio y felicidad para toda la humanidad. Sin embargo, como lo estamos presenciando, la realidad no se comportó como se predijo. En efecto, muchos autores, entre ellos Michael J. Malone, ya había afirmado, sobre la base de estudios previos y en apariencia más realistas, (53) que los ciclos económicos no pueden darse por terminados. El año 2001 asiste a la aparatosa caída de las empresas de la Economía virtual y anticipa una etapa de menor crecimiento económico para no utilizar, por lo pronto, el aterrador término de recesión. No sin cierto patetismo, Alejandro Piscitelli se pregunta:

"¿Estamos asistiendo al fin de la economía del dot, de la Webeconomics tan glorificada por Schwartz, presa del darwinismo digital que arrasa con todo? ¿No serán dos caras de la misma moneda? ¿Una oscilación permanente de la cadena de valor entre productores y consumidores y que después de haber llevado el péndulo hasta una reapropiación total por parte de los clientes vuelve a aposentarse en manos de las empresas?".(54)

Peter Krugman, por su parte, argumenta que las depresiones económicas no pueden continuar siendo consideradas como un fenómeno del pasado. En un agudo análisis expuesto en su libro El Retorno de las Depresiones Económicas, este reputado analista, no sin cierta ironía, comenta que la mayoría de los economistas consideran a la Gran Depresión de los años 30 del pasado siglo , ocurrida en los EEUU, como un hecho fortuito, como una tragedia que ha podido ser evitada mediante la aplicación de una o varias estrategias económicas y financieras, que cada economista defiende desde su punto de vista en relación con el origen de la Gran Depresión. Krugman afirma que en la mente de los economistas y fijadores de políticas públicas norteamericanos todavía se cree y se defiende que nada parecido a una depresión económica, volverá a ocurrir en suelo patrio. Krugman sentencia:

"la verdadera escasez en este mundo –y en el nuestro- no fue ni ha sido la de recursos, o incluso de virtudes, sino la del entendimiento."(55)

Pero la realidad del entendimiento económico no es tan triste como la describe Krugman. En efecto, con mayor frecuencia los investigadores y estudiosos del ciclo económico, se han volcado recientemente a revalorar los planteamientos de Nicolai Dimitrievicj Kondratiev; quien ya en 1922, luego de realizar sesudas reflexiones y análisis de coyuntura de los cuatro grandes naciones económicas de la época, confirmaba la existencia de ciclos económicos largos, cuyas características principales son las siguientes: (56)

. Cada ciclo es específico a las condiciones históricas y económicas que le dieron nacimiento, no se repiten de la misma forma y son propios de una economía particular.

. En general, se constata un crecimiento significativo de las invenciones e innovaciones técnicas aproximadamente dos décadas antes del inicio de la fase ascendente del ciclo Al comienzo del ciclo largo hay una aplicación industrial masiva de esas invenciones que va aparejada de una reorganización industrial.

. En la fase ascendente propiamente dicha se ponen en práctica y se difunden las invenciones e innovaciones tecnológicas; va acompañada de una ampliación territorial de los intercambios económicos. Usualmente, en esta extensión territorial del capitalismo de producen transformaciones fundamentales en el seno de los países innovadores, tanto en lo referente a sus fuerzas productivas como a la re-agrupación de sus actores económicos. Kondratiev constata además que el proceso de concentración y re-estructuración económico es facilitado por la ampliación del capital disponible mediante el sistema crediticio y las bolsas de valores.

Kondratiev, en la época de sus análisis, distinguió los siguientes ciclos económicos largos, acontecidos fundamentalmente en Inglaterra.

Los ciclos largos de Kondratiev

Periodo

Duración

I 1790 — 844-51

(+ ó -) 55 años

II 1844 – 51 -1890 – 96

(+ ó -) 50 años

III 1892 – 96 – 1945

(+ ó -) 55 años

IV 1945 – 1992

(+ ó -) 50 años

V 1992 –

?

Ciclo I (1790 – 1850) cifras de Inglaterra

Ciclo II (1850 – 1896) cifras de Inglaterra y Francia

Ciclo III (1896 – 1920) cifras de Francia, Inglaterra, Alemania y EEUU.

Los otros ciclos han sido desarrollados, por sus discípulos: G. Van Duijin, S. Solomou, E. Mandel, J.W. Forrester, entre otros

Fuente: Jacques Nagels. Les cycles longs de Kondratiev et l"évolution du capitalisme depuis de la Deuxième Guerre Mondiale. Grip, París, 2002.

Es muy temprano todavía para predecir cuántos años durará este nuevo y largo ciclo económico; lo que si está más o menos confirmado es que, de acuerdo con lo seguidores de Kondratiev, existen serios y fehacientes indicios que permiten situar a 1992 como la fecha clave a ser tomada en cuenta para el inicio del presente ciclo económico, tan presente y real, a pesar de los que niegan su existencia y su vigencia. En efecto, en 1992 o cercana a esa fecha, podemos confirmar la existencia y concurrencia de los aspectos confirmados por Kondratiev en el análisis de otros ciclos largos, a saber:

.Aplicación industrial masiva de las innovaciones del período precedente, en especial, las TIC.

. Ampliación de las relaciones económicas internacionales consolidación de la Globalización Productiva y Comercial

. Cambios significativos en lo relativo a las fuerzas productivas y a los materiales de producción (la fibra óptica, el láser, la robótica, los controles digitales, etc.)

. Reagrupamiento de las fuerzas productivas (oligopolización de algunos sectores productivos como el caso del cemento o el automotriz, fusiones y adquisiciones masivas de empresas).

. Ampliación del capital disponible mediante concurso del sistema financiero y bursátil (desregulación financiera, aparición de nuevas bolsas de valores tradicionales y de la Nueva Economía).

Pareciera entonces lógico concluir que, a partir de 1992, nos encontramos transitando un nuevo ciclo económico largo, cuya vigencia estará asentada en la revolución informática y en las tecnologías de información y comunicación.

2. Ley del incremento de los beneficiosDe acuerdo con ciertos economistas, la concepción de Thomas Malthus, es decir, el conocido maltusianismo, dejó de tener sentido y vigencia. Esta concepción de la Economía, se basaba en la denominada ley de reducción de los beneficios que, en forma simplificada, implicaba lo siguiente: si se aumenta el uso de cualquier factor productivo, por ejemplo, el trabajo, la mano de obra, y suponiendo que todos los otros factores permanezcan constantes, cada trabajador adicional contribuye menos a la producción total que su predecesor. De esta forma, paradójicamente, mientras la producción total de la empresa aumenta, la producción adicional, la marginal, disminuye. Bajo estas premisas de reducción de los beneficios del maltusianismo, la Economía fue concebida como la disciplina del desencanto, como una ciencia desesperada, desoladora, que se asentaba en una visión reducida, limitada, de los recursos, dado el carácter finito de los mismos. Así, la Economía no podía ser catalogada sino como la ciencia que propone soluciones para sacar mayor provecho, utilizar mejor recursos de por sí limitados. Esta visión maltusiana, desoladora de la economía, trajo su correspondiente colorario: la ley de la reducción de los beneficios, que se traduce inevitablemente, en mayor miseria para la población, en la medida en que muchas empresas no podrían hacer el uso óptimo de unos recursos escasos, limitados y decrecientes. En el próximo cuadro se puede apreciar, numéricamente, la expresión de esta ley de la reducción de los beneficios.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter