Efectos del fuego sobre el suelo. Influencia sobre la productividad y sobre la flora y fauna del suelo
- Efectos de la
quema sobre la fertilidad química del suelo - Efectos de la
quema sobre la fertilidad física del suelo - Efectos de la
quema sobre la fertilidad biológica del
suelo - Efectos de la
quema sobre la productividad del sitio - Conclusión
Introducción
La tala y quema de la vegetación constituyen un método de
cultivo empleado desde hace miles de años por su eficacia en
limpiar el terreno y dejarlo apto para cultivar
rápidamente especies forestales o agrícolas. Esto,
junto a la alta fertilidad inicial del suelo
inmediatamente después de la quema, permite un
rápido establecimiento del cultivo. La técnica es
muy común en sistemas de
agricultura
migratoria, que involucra la tumba de un área nueva cada
vez que termina un ciclo de producción.
Estudios realizados indican que el periodo crítico que
más puede incidir sobre la calidad del suelo
se encuentra entre la cosecha y el establecimiento de la nueva
plantación. La aplicación de sistemas intensivos
(quema de residuos) puede llevar a importantes pérdidas de
suelo por erosión,
además de producir compactación, mezcla o inversión de horizontes, exportación, lixiviación y
volatilización de nutrientes, mayores tasas de
mineralización, disminución en los niveles de
materia
orgánica (MO) y cambios en su calidad.
En condiciones naturales los suelos rojos
profundos arcillosos de regiones tropicales y subtropicales,
presentan buenas características físicas y
químicas, pero se tornan sumamente frágiles cuando
se altera el equilibrio. La
eliminación del bosque acelera los procesos de
degradación debido los mayores índices de
erosión, por la alta intensidad y cantidad de
precipitaciones y a las altas temperaturas que aumentan las
mencionadas tasas de mineralización de la MO al
descubierto.
A pesar de los beneficios inmediatos que en un principio puede
generar la práctica de tumba y quema, a través del
tiempo causa
efectos dañinos e irreversibles al suelo.
1 Efectos de la
quema sobre la fertilidad química del
suelo
En estudios de quema y mantenimiento
de residuos en superficie, transcurridos 24 meses, se observaron
menores concentraciones de carbono
orgánico y nitrógeno total por acción
de la quema. En cuanto al fósforo y potasio no muestran
diferencias significativas. Sin embargo el calcio y magnesio
intercambiables aumentaron cuando los residuos fueron quemados,
sobre todo en los primeros 10 cm de suelo (Fernández,
1999).
1.1 El efecto sobre el carbono orgánico
En trabajos de investigación a los 4 años
detectaron que el nivel de CO en preparación intensiva del
terreno (quema y rastra) fue un 13 % menor que en el bosque
nativo.
Cuando se analizaron los cambios entre el tercer y cuarto
año en este sistema
concluyeron que la quema de residuos y laboreo indujo a una
caída del CO de 2,5 ton/ha en los primeros 5 cm de
suelo.
Estos resultados remarcan la necesidad del aporte continuo y
la conservación del material vegetal para mantener los
niveles de CO, debido a la baja estabilidad que presenta la MO en
ambientes subtropicales. (Lupi, 2002)
1.2 La sensibilidad de la fracción más
lábil de la MO.
El carbono liviano es un estado de
transición de la MO entre los residuos frescos y el humus
del suelo. La quema de los residuos de la cosecha o MO fresca
podría llevar a un incremento o caída en los
niveles de carbono liviano (CL) y en consecuencia esto puede
traducirse en incrementos o pérdidas de MO o humus del
suelo. Este comportamiento
se observó a los 4 años de la preparación de
terreno. La quema de residuos y laboreo provocó una
caída importante en el CL, mientras que la
conservación de los residuos (PC) llevó al CL hasta
un nivel que fue inclusive mayor al bosque nativo. En
tratamientos con quema, entre el tercer y cuarto año se
perdió el 26 % del CL, mientras que la conservación
de residuos mostró cambios aun mayores dado que en este
periodo aumentó cerca del 45 %.
Estos resultados son de suma importancia desde dos puntos de
vista: 1) en general en ambientes tropicales el CL es una parte
pequeña del CO total. En el suelo rojo profundo esta
proporción fue del 17 % en sistemas con quema, 22 % en
sistemas conservacionistas y 25 % en monte nativo. 2) Por otro
lado, y totalmente asociado a lo indicado con anterioridad, en
esta fracción de la MO pueden encontrarse las mayores
reservas de N potencialmente mineralizables (Lupi ,2002).
En contraste, en otros estudios detectaron que luego de 12
meses desde la quema, se evidencia un aumento significativo de la
concentración de P disponible en el suelo hasta los 30 cm
de profundidad. La concentración de Mg aumentó
luego de 12 meses de aplicados los tratamientos en la profundidad
de 0-10 cm La quema generó un aumento significativo del
pH en el
horizonte superficial. El N, Ca, K, CO. y CIC, no mostraron
diferencias significativas entre los tratamientos de quema y no
quema de los residuos forestales en ninguna de las profundidades.
Después de los 30 cm de profundidad no se presentan
cambios en las propiedades químicas del suelo entre los
tratamientos de quema y no quema en el sitio estudiado. (Von
Wallis, 2008)
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