- Tecnología
disciplinaria - El surgimiento de algo
nuevo - Los
campos de intervención - Poder
de regulación
En su texto
"Defender la sociedad",
Michel Foucault sostiene
que la teoría
clásica de la soberanía ha servido de fondo para analizar
la guerra, las
razas y demás categorías análogas, ya que la
misma contiene el derecho de la vida y de muerte. Se
pregunta a qué refiere este derecho y la respuesta es que
puede hacer morir y dejar vivir ya que la vida y la muerte no
son sucesos naturales e inmediatos aislados por fuera del
poder
político.
Frente a este poder, el súbdito no está
por pleno derecho ni vivo ni muerto, sino neutro. Solo por la
voluntad del soberano es que la vida y la muerte de los
súbditos se mudan en derechos. El derecho de la
vida y de la muerte se ejerce siempre del lado de la muerte. A
partir de que el soberano puede matar es que el efecto de su
poder opera sobre la vida. Se trata de un derecho de la espada No
es el derecho de hacer morir o hacer vivir, tampoco es el derecho
de dejar vivir y dejar morir.
Foucault cree que una de las más grandes
transformaciones del derecho
político del siglo XIX se relaciona no con sustituir
sino con completar ese viejo derecho de soberanía-hacer
morir o dejar vivir-con un nuevo derecho que no anularía
al primero sino que lo trastocaría de tal manera que
sería un poder inverso, poder de hacer vivir y dejar
morir.
Este pasaje se ha dado paulatinamente Los juristas de
los siglos XVII y XVIII se preguntaban sobre el derecho a la vida
y la muerte. Una de las cuestiones tenía que ver con el
contrato social.
Los individuos constituían un soberano y le delegaban el
poder absoluto a los fines de proteger sus vidas frente al
peligro o la necesidad, para poder sobrevivir. Esto amerita que
el soberano quite la vida a sus súbditos? Si la vida fue
la que originó este contrato,
ésta no debería quedar al margen del mismo? La vida
comienza a complejizarse en el campo del poder y del pensamiento
político.
En esta clase Foucault
está más interesado en abocarse a las cuestiones de
los mecanismos, las técnicas,
y las tecnologías de poder que en responderse estas
preguntas.
Tecnología
disciplinaria
En los siglos XVII Y XVIII aparecen las técnicas
de poder que apuntaban a los cuerpos individuales por medio de
las cuales eran aseguradas la distribución espacial de los mismos y su
organización, alrededor de todo un campo de
visibilidad. Eran conjuntos de
técnicas a los fines de supervisar la vigilancia de estos
cuerpos para así aumentar su utilidad por
medio del ejercicio y el adiestramiento.
Consistían en técnicas de racionalización y
economía estricta de un poder que era
necesario aplicarse de la forma menos costosa posible, por medio
de un sistema de
vigilancia, jerarquías, inspecciones, escrituras, informes: lo
que se denomina una tecnología
disciplinaria del trabajo.
Se trataba del conjunto de prácticas y
tecnologías correctivas orientadas a la regulación
de la actividad corporal, con miras a extraer el mayor provecho
de los cuerpos concebidos en el marco de "fuerza
física
útil", tanto para los fines bélicos como
productivos. El cuerpo, como "fuerza útil", se opone al
cuerpo como "máquina de placer".
El privilegio del "cuerpo útil" será un
signo predominante de las sociedades de
control y
disciplinarias de finales del siglo XVII, y principios del
siglo XVIII. El resultado de estas disciplinas modeladoras
dejará sus rastros en el cuerpo bajo la forma de lo que
Foucault ha llamado "una
anatomopolítica".[1]
El surgimiento de
algo nuevo
Algo nuevo surge a mitad del siglo XVIII, una nueva
tecnología de poder no disciplinario, que no excluye a la
primera técnica disciplinaria sino que la integra y la
cambia parcialmente para utilizarla sobre todo
implantándose en ella. No anula la técnica
disciplinaria anterior porque es de otro nivel ya que se sostiene
de otros elementos absolutamente diferentes. Esta concierne ya no
al hombre-cuerpo
de la disciplina
sino que se aplica a la vida de los hombres en tanto hombre-vivo,
ser viviente; al hombre-especie.
Esta categoría que Foucault analiza tiene que ver
con el conjunto de fenómenos que dan cuenta de la
operación del Estado sobre
la sociedad, cuando éste comienza a ejercer su
soberanía sobre los cuerpos y despliega lo que
podría llamarse, una "tecnología de la seguridad
biológica" aplicada sobre el cuerpo ,y a su vez sobre el
conjunto de la población.
Si bien la disciplina se dirige a la multiplicidad de
los hombres con la finalidad de resolverlos a cuerpos
individuales para poder vigilarlos, adiestrarlos, utilizarlos y
si fuera necesario castigarlos, la nueva tecnología tiene
otro destino: la diversidad de los hombres pero ya no como
cuerpos individuales, útiles, dóciles sino como
conjuntos afectados por procesos que
atañen a la vida: el nacimiento, la muerte, la producción, la enfermedad,
etc.
Página siguiente |