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Ideología e información: reflexiones acerca de las políticas de información en educación primaria en Uruguay (página 8)




Enviado por Fernando Montenegro



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Pero la lectura de
textos electrónicos y de hipertextos requiere un lector o
una lectora habilidosa, autónoma, crítica, capaz de transferir su competencia de
lectora de un soporte a otro y, de hacer un uso creativo de las
posibilidades que ofrece el hipertexto. Los resultados de
diferentes estudios y de las evaluaciones escolares sugieren que
la realidad es otra, que solamente una fracción de las
personas escolarizadas adquieren las habilidades necesarias para
constituirse en lectores críticos."

Ante la irrupción de las TIC en el
terreno de la educación
latinoamericana, De Moura Castro (1998 citado en Torres, 2005, p.
27) sostiene: "En la década del 2000, las computadoras
empezaron a entrar en el sistema escolar
público en la mayoría de países, pero sin
una política
informática vinculada a la educación e incluso
sin una distribución racional. Hay muchos casos de
planteles o comunidades que reciben computadoras sin tener
energía
eléctrica o presupuesto para
financiarla. A menudo faltan materiales
básicos (pizarra, bancas, libros,
instalaciones sanitarias, etc.) pero hay computadora.
Las familias, que no pueden costear los útiles escolares,
ahora tienen que solventar los costos de la
energía eléctrica y del técnico contratado
para enseñar a los alumnos."

Es en el análisis de las propuestas sugeridas por el
gobierno
visualizamos dos conceptos que, a nuestro entender, constituyen
la piedra de toque a la hora de encauzar una real y profunda
discusión sobre las Políticas
Educativas, y más aún, sobre la información como cimiento de las mismas.
Estos conceptos clave son "Sociedad de la
Información" y "Alfabetización".

3.5.4.1. LA "SOCIEDAD DE LA
INFORMACIÓN": EL NUEVO DISCURSO
BURGUÉS

El fenómeno multidireccional –producto de la
sociedad burguesa- denominado "Sociedad de la Información"
tiene su origen en la década del 70.

"La idea de la "sociedad de información" aparece de
la mano del sociólogo estadounidense Daniel Bell, quien en
1973 publicó El advenimiento de la sociedad
post-industrial donde formula que el eje principal de ésta
será el
conocimiento teórico y advierte sobre la
transición de una economía de producción hacia una economía de servicios, en
la cual los servicios basados en el conocimiento
habrían de convertirse en la estructura
central de la nueva economía y de una sociedad apuntalada
en la información, donde las ideologías
resultarían sobrando."
(Burch; León; Tamayo,
2003, p. 53)

A partir de ese momento, una serie de profusas investigaciones
han tenido lugar en diferentes campos -a los cuales la Bibliotecología no escapa-, ya que la
"Sociedad de la Información" afecta a la sociedad en su
conjunto. "Sociedad de la Información es una de esas
expresiones que día a día gana mayores
credenciales, más por su efecto de impacto que por su
claridad conceptual. Como van las cosas -y ante el
descrédito del término globalización-, parecería destinada
a convertirse en la marca de los
tiempos que corren y del futuro. Tan es así que la
Asamblea de Naciones Unidas
acordó dedicarle una cumbre mundial que se
realizará en dos fases, la primera en Ginebra, del 10 al
12 de diciembre 2003, y la segunda en Túnez, del 16 al 18
de noviembre 2005."
(Burch; León; Tamayo, 2003, p.
5)

Tal como expresa Gómez (2003, p. 8), "Hablar de la
"Sociedad de la Información" se está haciendo
común, aunque la primera fase de la Cumbre Mundial que
consideró este tema haya pasado casi
desapercibida."

Ante la indiferencia evidenciada por países como el
nuestro, el Grupo de
Trabajo

sobre Contenidos y Temas de Sociedad Civil
-GTCT- sostiene:"Hemos notado que algunos gobiernos de
países en desarrollo no
dieron su apoyo activo para una mayor participación de
observadores creyendo que esto podría conducir a un
indebido dominio del
debate y de
las opiniones por parte de organizaciones
internacionales y de países desarrollados de la Sociedad
Civil y del sector privado. Creemos que para cambiar esta
percepción, deben comprometerse esfuerzos
para intensificar la presencia, independencia
y participación de las circunscripciones de la Sociedad
Civil dentro y desde sus propios países."
(2005, p.
9)

La CMSI pautó el interés de
los líderes políticos y económicos -en
especial de los países del primer mundo- por regular la
"Sociedad de la Información", es decir, por establecer las
formas en que la "Sociedad de la Información" se
desarrollará y avanzará, homologando una
Declaración y un Plan de Acción
con los lineamientos de las políticas directrices que
habrán de primar en dicha sociedad.

"Partiendo de un enfoque que ve a la sociedad de
información como un resultado de la "revolución" tecnológica registrada
en el plano de la información y comunicación, esta cita se presenta como
destinada a ingenieros y expertos cibernéticos y a los
sectores de poder que
pisan fuerte en los negocios de
este sector. Los primeros para arreglar los asuntos de las
cañerías y conexiones, los segundos para entenderse
sobre cómo va a operar la "mano libre del mercado"."

(GTCT, 2005, p. 5-6)

Siendo así, la Agenda de Túnez para la Sociedad
de la Información (2006) en su punto 14 establece
"Somos muy optimistas porque los avances de la tecnología de las
comunicaciones
y las redes de datos a alta
velocidad
aumentan constantemente las oportunidades de los países en
desarrollo y las economías en transición de
participar en el mercado mundial de los servicios habilitados por
las TIC sobre la base de su ventaja comparativa. Estas
oportunidades incipientes son un intenso estímulo
comercial para la inversión en infraestructuras TIC en esos
países. Por lo tanto, en el marco de políticas de
desarrollo nacionales, los gobiernos deben adoptar medidas para
favorecer un entorno habilitador y competitivo propicio a las
inversiones
necesarias en infraestructuras TIC y al desarrollo de nuevos
servicios. Al mismo tiempo, los
países deberían perseguir políticas y
medidas que no desalienten, obstaculicen o impidan la
participación continua de estos países en el
mercado mundial de los servicios habilitados por las
TIC."

El convidado de piedra a esta instancia, la sociedad civil
organizada, sorteando obstáculo tras obstáculos en
la etapa preparatoria de la cumbre – en el caso de América
Latina, la Conferencia
Regional realizada en Bávaro en febrero de 2003, y las
reuniones del Comité preparatorio -Prepcom- en Ginebra -,
ha logrado poner sobre el tapete el tema de los derechos humanos,
logrando tocar así un nervio vital: el de la
legitimidad.

"Nuestra visión de las sociedades de
la información y la
comunicación se basa esencialmente en el ser humano.
La dignidad y los
derechos de todos
los pueblos y cada persona han de
promoverse, respetarse, protegerse y afirmarse. Restablecer la
inexcusable disparidad entre los niveles de desarrollo,
así como entre la opulencia y la pobreza
extrema, debe ser, por tanto, nuestra primera
preocupación."
(GTCT, 2003)

Esto es, cuestionar si la comunicación es un derecho
humano fundamental o tan solo un rubro más del
mercado.

Gómez (2003, p. 8), coincidiendo con la visión
de los planteos del GTCT establece, "Desde nuestra
perspectiva, la Sociedad de la Información no puede ser
considerada un fenómeno basado simplemente en el
desarrollo de la infraestructuras. Aunque muchos intereses
así lo desean, no puede limitarse a ser un nuevo y
más desarrollado mercado de mercancías
(información, cultura,
datos, etc.) donde las personas son consideradas como simples
consumidores y las razones de su desarrollo la lógica
mercantilista y la búsqueda de lucro.

La Sociedad de la Información debe estar centrada
en las personas, y construirse respetando todos los derechos
humanos."

En este sentido, los planteamientos reivindican al ser humano
como eje central de la discusión, priorizando sus derechos
y necesidades fundamentales.

En Montevideo el 31 de agosto de 2004, un conjunto de
organizaciones, instituciones
y personas a título individual, atendiendo a que la
importancia que tienen los Medios de
Comunicación en la actualidad no se corresponde con la
capacidad de análisis, reflexión, opinión y
propuesta de parte de nuestra Sociedad Civil, la cual advierte la
necesidad de crear un espacio para reflexionar e incidir en la
definición de las Políticas Públicas en
materia de
Comunicación, pautaron la constitución del Foro de Comunicación y
Participación Ciudadana[13](2003), donde se
"[…] aspira a tratar todos los temas vinculados a la
comunicación y a las tecnologías de la
información y comunicación (radiodifusión y
políticas de Internet, medios de
prensa, rol de
los comunicadores, acceso a la información, etc.), bajo
los principios
rectores del ejercicio pleno de los derechos humanos. Se pretende
democratizar las comunicaciones y reclamar la efectiva vigencia
del derecho a la libre información, el cual no depende
solamente de formulaciones jurídicas, sino de una justa
redistribución económica de los recursos que
permita el ejercicio de esa libertad,
según una concepción integral, interrelacionada e
interdependiente de los derechos humanos civiles,
políticos, económicos, sociales, culturales y de
los pueblos. Asimismo, se busca generar mecanismos de
participación democrática de la sociedad, para
minimizar la "brecha digital" entre quienes pueden acceder a las
tecnologías de la información y comunicación
y quienes están marginados de las mismas, que son la
mayoría."

En un mismo plano, las reivindicaciones surgidas en el marco
del II Foro Social Mundial -Porto Alegre 2002-, donde tiene lugar
el lanzamiento de la Campaña por los Derechos de la
Comunicación en la Sociedad de la Información –
CRIS- bajo el impulso de entidades de la sociedad civil,
incluyen: "Presionar por el acceso equitativo y asequible a
las TIC para todos, especialmente para grupos
tradicionalmente marginados tales como las mujeres, los
minusválidos, los pueblos indígenas y los pobres de
zonas rurales y urbanas – Promover el acceso como un derecho
fundamental a ser realizado en el espacio público, y no
como una variable dependiente de las fuerzas de mercado y la
rentabilidad
Garantizar acceso a la información y los conocimientos
como herramientas
para el empoderamiento – Destacar y reforzar las condiciones que
aseguren no sólo el acceso a las TIC sino a la sociedad de
la información como un todo, de una manera que sea
sostenible financiera, cultural y ecológicamente."

(CRIS, 2005)

Empero, solo alguno de los puntos planteados por la misma
fueron contemplados en la Declaración.

"Por el sobredimensionamento que los organizadores de la
CMSI han asignado a las tecnologías, lo más
probable es que un conjunto de temas sustantivos se queden por
fuera, más allá de las presiones y esfuerzos que
puedan realizar las organizaciones de la sociedad civil. Sin
embargo, el hecho que éstas hayan podido establecer un
espacio para el intercambio, la reflexión y la
elaboración de propuestas consensuadas, constituye un paso
positivo que, necesariamente, precisa trascender la cumbre para
trasladar el debate al conjunto de la sociedad."
(Burch;
León; Tamayo, 2003, p. 14)

Como afirma el GTCT (2003), "El amplio mandato que tuvo la
CMSI fue el ocuparse de los asuntos económicos y de
desarrollo
social de larga data a través de las nuevas
perspectivas y oportunidades planteadas por la revolución
de las Tecnologías de la Información y
Comunicaciones (TIC). Se esperaba que la Cumbre identificara y
articularía nuevas posibilidades y paradigmas de
desarrollo que se hayan hecho posibles dentro de la Sociedad de
la Información, y desarrollar opciones de políticas
públicas para permitir y plasmar estas oportunidades. En
conjunto, es imposible no concluir que la CMSI no ha logrado
cumplir con estas expectativas. Especialmente la fase en
Túnez, la cual fue presentada como la "la cumbre de las
soluciones",
no produjo logros concretos para ocuparse de modo significativo
de las prioridades de desarrollo."

Este hecho es plausible de comprobar si analizamos el punto 51
de la Declaración de Principios de la CMSI (2003), donde
los intereses de globalizar aún más el consumo se
tornan harto evidentes: "Las TIC también deben
contribuir al establecimiento de pautas de producción y consumo sostenibles y a
reducir las barreras tradicionales, ofreciendo a todos la
oportunidad de acceder a los mercados
nacionales y mundiales de manera más equitativa. Las
aplicaciones deben ser fáciles de utilizar, accesibles
para todos, asequibles, adaptadas a las necesidades nacionales en
materia de idioma y cultura, y favorables al desarrollo
sostenible."

De esta manera, los intereses antagónicos de la
sociedad quedan expuestos entre quienes no ven más
allá de los intereses del capital y
quienes promueven un mundo más justo y menos
excluyente.

"Nuevamente, he ahí, cara a cara, la propuesta de
un futuro basado en los intereses y la especulación
mercantiles -que es el que se cocina anualmente en Davos, en el
Foro Económico Mundial-, y la que considera que el "mundo
no es una mercancía" y, por lo mismo, que "otro mundo es
posible", que tiene al Foro Social Mundial (FSM) como su
referente."
(Burch; León; Tamayo, 2003, p. 6)

Este antagonismo también se presenta entre los
países ricos, por un lado, y los países pobres, por
el otro. La primacía de los intereses capitalistas ya
podía palparse desde las reuniones preparativas de la
Cumbre. "De las intervenciones realizadas se desprende que un
primer grupo de presión
está compuesto por el sector de los "grandes negocios", es
decir, principalmente el sector transnacional del Norte. Este
participa en el proceso
preparatorio y en la Cumbre misma, prevista para finales del 2003
en Suiza y para el 2005 en Túnez, a través del
Comité Coordinador de Interlocutores de Negocios (CCBI,
por sus siglas en inglés). Este Comité está
presidido por la Cámara Internacional de Comercio, e
integrado, entre otros, por el Consejo Empresarial para las
Naciones Unidas, el Comité Asesor de la Industria y
los Negocios para la OCDE, el Diálogo
Global Empresarial para el Comercio Electrónico, la
Comisión Global de la Infraestructura de la
Información, el Consejo Internacional Empresarial de
Estados Unidos
y el Foro Económico Mundial."
(Tamayo, 2002)

Siendo así, y atendiendo al desarrollo de la Cumbre, se
visualiza que "Los países del Norte participan en
condiciones y con metas muy diferentes a los del Sur. Los
primeros comprenden los países de alto nivel de
desarrollo, que son también donde más se han
desarrollado las TIC; en sus economías el manejo de la
información y el conocimiento ocupan un lugar
preponderante ya sea en el trabajo, la
educación, el comercio, la medicina o el
entretenimiento. A la vez, estas tecnologías han sido
precisamente una de las herramientas utilizadas para extender el
poder de las empresas
transnacionales (principalmente con asiento en los países
del Norte) a todo el planeta. Nada sorprendente, entonces, que la
hegemonía comunicacional e informativa del Norte pretenda
ser reforzada y ampliada a través de la CMSI."

(Burch; León; Tamayo, 2003, p. 138)

Por su parte, "Los países del Sur constituyen un
segundo bloque –si bien no siempre actúa en forma
unitaria-, que participa en condiciones de desventaja y
desigualdad en la llamada "sociedad de la información". El
marco único impuesto por el
Norte para acceder a "la sociedad de la información" les
deja poca capacidad de maniobra. Su principal tema de
presión común, liderada por África, es
el del financiamiento, que ha surgido como uno de los
aspectos más conflictivos para las relaciones Norte-Sur en
la Cumbre."
(Burch; León; Tamayo, 2003, p. 139)

La información, entonces, se convierte en la sociedad
capitalista en una mercancía, regida por las leyes de
producción, venta y
compra.

"En el nuevo orden mundial, propio de la revolución
tecnológica en la que prevalece la microelectrónica
y sus aplicaciones (robótica, informática, telecomunicaciones y telemática) la información, cobra un
especial sentido, pues se plantea con el rol articulador de la
acumulación capitalista y es el elemento condicionante de
la dinámica económica, socio-cultural y
política."
(Quintero Castro; [et. al.], 2003, p.
51)

En este sentido, "[…] la información y el
conocimiento se están transformando cada vez más en
recursos privados que pueden ser controlados, vendidos y
comprados, como si se tratara de simples mercancías y no
de elementos fundamentales de la
organización y el desarrollo social."
(GTCT,
2003)

Ante esta situación Tamayo (2002) apunta:
"Básicamente las grandes corporaciones están
interesadas en desarrollar el comercio electrónico global
que comprende tanto bienes como
servicios. En este sentido, plantean que se debe construir un
marco político adecuado, lo que implica la creación
de un ambiente que
atraiga las inversiones en tecnología e infraestructura,
incluyendo la liberalización de las telecomunicaciones, la
protección de los derechos de propiedad
intelectual, la libertad de comunicación en Internet,
la seguridad, la
protección de datos y la privacidad."

Como anota Bissio (1997), "Así como con cualquier
otro mercado, la información privatizada no está
ahí para cubrir una necesidad, sino para satisfacer una
demanda, es
decir, una necesidad con el correspondiente poder
adquisitivo."

John Dryden (200? Citado en Tamayo, 2002) representante de la
Organización de Cooperación y
Desarrollo
Económico -OCDE-, que agrupa a los 30 países
más desarrollados del mundo expresa: "La experiencia
de la OCDE es que nosotros necesitamos tomar en cuenta el rol
clave jugado por el sector privado en la creación de la
sociedad de la información, principalmente en la
infraestructura que esta última debe construir. Esto puede
fácilmente ocurrir bajo un marco de competencia
empresarial -y por lo tanto regulado- que aliente las
inversiones."

Este hecho se motiva en que "En la sociedad capitalista
basada en las ideologías del mercado, el acceso a la
información sólo se entiende a la que la comunidad usuaria
pueda comprar con dinero."

(Muela Meza, 2004a, p. 5)

Kranich (2003, p. 7) plantea "Access to
information is fragile. All sorts of barriers can restrict the
public"s access to
ideas."

La información, generada en la sociedad -por lo tanto
de sentido público- al quedar a expensas del mercado, se
convierte en un bien de consumo y se transforma para el
proletariado en una nueva fuente de desigualdad e injusticia
social, dividiendo a la sociedad entre los ricos en
información y los pobres en información.

"La política neoliberal de los servicios
bibliotecarios, sometidos a las leyes del mercado, está
propiciando un orden documental para usuarios privilegiados. Por
lo tanto, la satisfacción de las necesidades de
información está siendo acotada paulatinamente para
la gente adinerada."
(Meneses Tello, 2005)

El capital es, en este sentido, una de las barreras a las que
hace referencia Kranich.

Al referirse a la actual revolución tecnológica
y su impacto en la profundización de la diferencias
sociales, la autora plantea "The Internet promises to bridge
the gap between the information haves and have-nots in our
society. No longer divided by geographic, linguistic, or economic
barriers, electronic information can span boundaries and reach
into any neighborhood with just the click of a mouse."

(Kranich, 2003, p. 7)

En este sentido, el GTCT (2005) concluye: "El acceso a
Internet para todos y en todas partes, especialmente para las
poblaciones en desventaja y en las áreas rurales, debe ser
considerado como un bien público mundial. En muchos casos
los enfoques de mercado no son adecuados para abordar las
necesidades de conectividad particulares de regiones y
poblaciones en desventaja. En muchas de estas áreas, se le
debería dar la prioridad inicial al acceso a las TIC
más tradicionales –radio, televisión, video y telefonía– mientras se desarrollan
las condiciones necesarias para lograr su conectividad total a la
Internet. La estructura y desarrollo de la información a
menudo requiere también la atención del desarrollo de infraestructura
mucho más tradicional así como caminos y electricidad."

En concordancia, Siqueira Bolaño (199?, p. 2-3) apunta
que "A mudança profunda por que passam hoje todos os
sistemas de
comunicação aponta não para um avanço
da democracia,
mas para a constituição de um mundo em que o poder,
cada vez mais con centrado, torna viável uma
"ação comunicativa" crítica para
determinadas parcelas da população mundial, ficando
a imensa maioria excluída e iludida pela possibilidade de
uma participação periódica em processos
eleitorais cada vez mais inócuos, inclusive no que se
refere à política interna, já que o poder de
decisão, mesmo nessa matéria, encontra-se em outra
parte."

Más aún, Burch, León y Tamayo (2003, p.
38), puntualizan "Así, el desarrollo
tecnológico, las nuevas formas y orientaciones que asume
la comunicación no son, pues, un resultado "natural" e
ineluctable del curso de la historia, sino de
requerimientos sociales, económicos, políticos e
ideológicos muy determinados […]"
para luego acotar
a partir de Nye y Owens (1996 citado en Burch; León;
Tamayo, 2003, p. 62): "Más que nunca antes el
conocimiento es poder. El país que pueda encabezar mejor
la revolución de la información será
más poderoso que cualquier otro. En el futuro previsible
ese país es Estados Unidos. Esta nación
tiene fuerza
aparente en poderío militar y en producción
económica. No obstante su ventaja comparativa más
sutil es su capacidad para recoger, elaborar, actuar sobre la
misma y diseminar información, una ventaja que ciertamente
aumentará durante la próxima década. Esta
ventaja proviene de las inversiones de la guerra
fría y de la sociedad abierta de Estados Unidos,
gracias a lo cual domina importantes tecnologías de
comunicación y de elaboración de información
–vigilancia desde el espacio, transmisiones directas,
computadoras de alta velocidad- y tiene capacidad sin par para
integrar sistemas complejos de información."

Pues bien, tomando en cuenta la Declaración de San
José, realizada en San José de Costa Rica (1976,
p. 1), debemos recordar que "[…] es un derecho humano el
acceso a todos los bienes de la cultura y la participación
libre y democrática en las varias manifestaciones del
espíritu […]"

En la misma línea, el artículo 26 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos (ONU, 1940)
reconoce el derecho de todas las personas a la educación:
"Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la
vida cultural de la comunidad, a
gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él
resulten."

Más aún, la IFLA (2005) plantea dentro de la
CMSC "Everyone has the right to freedom of expression; this
right includes freedom to hold opinions without interference and
to seek, receive and impart information and ideas through any
media and regardless of frontiers."

No obstante, tal como sostiene Suadein (2002, p. 334), "El
acceso democrático a la información, a pesar de
estar registrada en la mayoría de las Constituciones de
América
Latina, cada vez se restringe más a una pequeña
parte elitista de la población. La porción restante queda
marginada del proceso de ciudadanía, desconociendo los derechos y
deberes que les corresponden en la sociedad. Este es el gran
conglomerado de los excluidos."

Más aún, con el advenimiento de la "Sociedad de
la Información", "El derecho a la información y
las ideas del ciudadano está ahora bajo ataque. Los cobros
a los servicios de las bibliotecas
públicas están siendo promocionados y, en el caso
de los servicios en línea, ya han sido introducidos

[…]", a lo que agrega "[…] deberíamos estar muy
desconfiados de aquellos que sugieren que un recurso tan
importante como la información deberías ser
distribuido de acuerdo a las leyes del comercio."
Usherwood,
1989 citado en Muela Meza, 2004a, p. 11)

Conforme a lo apuntado anteriormente, solo cabe mencionar que
durante el proceso preparatorio de la Cumbre "Los
organizadores solo permitieron a las ONGs participar el primer
día. Los dos días siguientes, esto es el 17 y 18 de
septiembre, los gobiernos se reunieron a puerta cerrada. Las
pocas ONGs que pudieron estar presentes en Ginebra se declararon
francamente decepcionadas y señalaron que las
deliberaciones deben ser abiertas, más aún cuando
se abordan los temas de contenidos que son de interés
público. Ante las protestas, el presidente del proceso
preparatorio de la CMSI, Adama Samassekou, se reunió con
los representes civiles señalando que se ha tomado esta
decisión debido a que los gobiernos tienen que abordar
temas "sensibles". Agregó que entre los gobiernos existe
desconfianza respecto a las ONGs pero que, a medida que avance el
proceso, esas desconfianzas pueden irse superando. Igualmente
apuntó que, en lo que respecta a la participación
del sector privado en la Cumbre está clara su identidad,
pero que, en lo que toca a la sociedad civil, se debe clarificar
el concepto mismo de
sociedad civil, ya que ésta cubre una diversidad de
actores. Finalmente señaló que el papel de la
sociedad civil y del sector privado es proveer de insumos a los
gobiernos que son los que toman las decisiones."
(Tamayo,
2002)

Es más, "Eventos paralelos
abiertos al público en general fueron organizados por la
Sociedad Civil tanto en la Cumbre de Ginebra como en la de
Túnez, en línea con una larga tradición de
las Cumbres de la ONU. En Túnez, la iniciativa de una
parte de la Sociedad Civil para organizar la "Cumbre Ciudadana
sobre la Sociedad de la Información" fue impedida de
realizarse. En la Cumbre de Ginebra, el evento paralelo "We
Seize" (Nos Apoderamos) fue clausurado y posteriormente
reabierto. Esto es un aviso de que a pesar de la firma hecha por
los gobiernos de compromisos de derechos humanos, derechos
fundamentales como la libertad de
expresión y libertad de asociación no pueden
darse por sentados en ninguna parte del mundo."
(GTCT, 2005,
p. 6)

Con acierto, Meneses Tello (2005) apunta que "Los efectos
de las políticas del neoliberalismo, planificadas y practicadas por los
centros neurálgicos del poder financiero transnacional,
han trastocado también la esfera de la cultura
bibliotecaria, importante sector que influye de diferentes modos
en la generación, propagación y dominación
del gran capital."

Tal como expresa Torres (2005, p. 15), "El mundo que viene
perfilándose en los últimos veinte años es
un mundo de bienestar y posibilidades ilimitadas para pocos y de
penuria y privación para muchos, en el que se expanden con
la misma celeridad las nuevas
tecnologías y las viejas y nuevas formas de la
pobreza y la
exclusión
social. "Sociedad de la información" y "sociedad del
conocimiento" para una minoría, mientras la mayoría
de la humanidad ve alejarse el viejo y modesto objetivo de la
alfabetización universal y de una educación
básica de calidad para
todos."

Resulta entonces pertinente precisar que "[…] para
evitar confusión en cómo definir la Sociedad de la
Información o del Conocimiento, que son neologismos
meramente provenientes de la publicidad
comercial del mercado capitalista, uno debería tratar las
bases teóricas subyacentes del fenómeno. De la
evidencia analizada en este estudio, enraizada en los
teóricos de las ciencias
sociales, Sociedad de la Información ni siquiera es
nombrada como tal. […] Lo que pudiera ser una definición
relevante para la SI de acuerdo a la nomenclatura
actual de nuestra realidad -y no a los sueños
futurísticos- sería el nuevo modo de desarrollo del
capitalismo,
"capitalismo informacional" o "informacionalismo" en el
análisis de Castells, donde la fuerza conductora
podría ser la sociedad red desde un enfoque y
alcance local hasta global, precisamente impulsada por las
siempre en crescendo revolución de las TIC […] No
obstante, es esperado que la lectora o el lector entienda la
diferencia entre la terminología popular (Sociedad de la
Información, o Sociedad del Conocimiento) y los
fundamentos teóricos, el análisis y descripción societal, los cuales de hecho
están enraizados en la realidad y que de hecho pueden
contener diversas formas de nombrarles, no necesariamente como
popularmente se les conozca."
(Muela Meza, 2004a, p. 8)

A ello, debemos adicionar el preciso aporte de Burch,
León y Tamayo (2003, p. 7) que, aludiendo a la "Sociedad
de la Información" sostienen que "[…] se trata de un
término ambiguo, con una fuerte connotación
ideológica. En efecto, el que se haya acuñado esa
etiqueta para caracterizar la sociedad contemporánea, como
si se tratara de una nueva fase histórica, se debe a la
orientación tecnologista que prevalece en las esferas de
poder. Esto es, una lectura de la
historia cuyos hitos se presentan marcados por las innovaciones
tecnológicas, atribuyéndolas a éstas una
lógica propia que no sólo las coloca por fuera de
las dinámicas sociales, sino como causa primera del
cambio social.
Ese es el relato de la secuencia de artefactos específicos
considerados como definitorios de la evolución de la humanidad (máquinas,
ferrocarriles, automóviles, radios, televisores, etc.,
para no ir muy atrás), que hoy tiene como máxima
expresión a las llamadas nuevas tecnologías de
información y comunicación (TIC)."

En el trabajo "Se cayó el sistema: enredos de la
Sociedad de la Información", los autores analizan el
término bajo tres puntos de vista que consideramos
fundamentales:

"El concepto de "sociedad de la información", como
construcción política e
ideológica, se ha ido imponiendo en las dos últimas
décadas del siglo XX, junto e inseparablemente con otro de
uso muy común: la
globalización neoliberal que apunta a obtener, en el
período mas corto posible, la liquidación de toda
instancia reguladora, estatal o no, la liberalización de
todos los mercados (de mercancías, capitales, servicios,
patentes, etc.), y la instauración de la "gobernanza
mundial" y de un mercado mundial unificado y totalmente
autorregulado. En este sentido, la "sociedad de la
información" apunta a encubrir y maquillar la
globalización neoliberal cuyos desastrosos resultados para
los dos tercios de la humanidad son bien conocidos.

En segundo lugar, como construcción geopolítica, la "sociedad de la
información" (con el poder mediático globalizado a
la cabeza, los satélites,
los sistemas mundiales de vigilancia electrónica, etc.) constituye un factor
estratégico para asegurar la dominación militar,
económica y política por parte de Estados Unidos y
sus subordinados: Japón y
la Unión
Europea.

Desde el punto de vista económico, por
último, la "sociedad de la información" es un
componente fundamental para asegurar la expansión y las
tasas de ganancias de los países centrales y las
transnacionales."
(Burch; León; Tamayo, 2003, p.
67-68)

Tomando en cuenta el papel desempeñado por la
información en este nuevo modelo
desarrollo, Vercellone (2004, p. 66) define a esta nueva etapa
del capitalismo como "capitalismo cognitivo". "Por este
concepto se designa el desarrollo de una economía basada
en la difusición del saber y en la producción del
conocimiento que pasa a ser la principal apuesta de la
valorización del capital. En esta transición, la
parte del capital inmaterial e intelectual, definida por la
proporción de trabajadores del conocimiento -knowledge
workers- y de las actividades de alta intensidad de saberes
-servicios informáticos, Investigación y Desarrollo, enseñanza, formación, sanidad,
multimedia,
software– se
afirma, en lo sucesivo, como la variable clave de crecimiento y
de la competitividad
de las naciones."

Apuntalando esta etapa de desarrollo capitalista, la CMSI en
el punto 11 de su Declaración (2003) se compromete
"[…] a materializar nuestra visión común de
la sociedad de la información para nosotros y las
generaciones futuras. Reconocemos que los jóvenes
constituyen la fuerza de trabajo del futuro, están a la
vanguardia de
las TIC y son también los primeros que las adoptaron. En
consecuencia, deben ser facultados como estudiantes, conceptores,
contribuyentes, empresarios y formuladores de
decisiones."

Atendiendo al acceso irrestringido a la información,
sostenemos que hoy, la sociedad actual, presenta una
dicotomía particular en lo que refiere a la libertad de la
información y el uso y manipulación que ejercen
sobre ella los diferentes Estados. "Para poder transformar la
sociedad en una más justa e igualitaria, muchas luchas
tienen que ser libradas sobre la información.
Estaría muy bien llamarle a este objetivo "libertad de la
información". Desafortunadamente, esa frase ya ha sido
tomada por la legislación que se supone permitiría
a los ciudadanos el acceso a los documentos
gubernamentales. La legislación de libertad de acceso a la
información no ha sido muy exitosa en abrir el gobierno al
escrutinio público. Los políticos y los
burócratas del gobierno han restringido el acceso de
varias formas, incluyendo el cobro de cuotas que hacen de una
burla el nombre de "libertad de información". E incluso
que la "libertad de información" funcionara bien, es una
libertad muy limitada, ya que no hace nada respecto contra el
secreto corporativo, la ley de
difamación, la vigilancia y apropiamiento de la
información."
(Martin, 1998 citado en Muela Meza,
2004b, p. 5)

Es por ello, que convenimos precisar que las legislaciones de
derecho de libertad de acceso a la información
pública gubernamental es "[…] es un concepto
limitado, inadecuado, falaz y mendaz para nuestro período
actual en la historia."
(Muela Meza, 2004b, p. 4), y ante
ello, abogamos utilizar el concepto de "liberación de la
información" (Martin, 1998; Muela Meza, 2004b) como el
más aplicable a fin de desafiar las corrupciones del
Estado y las
clases detentoras del poder.

Tal como alude la carta de CRIS
(2005), "Cada día disminuye un poco más nuestra
libertad de comunicar y crece el control por parte
de gobiernos y corporaciones, bien sea por merma en la
confiabilidad y capacidad de supervisión de los poderes legislativos, o
por erosión de
principios consagrados sobre protección de la
información, coberturas legales y libertades civiles, o
por retención excesiva de información, control y
monitoreo del entorno electrónico bajo pretexto de
combatir el cibercrimen o el terrorismo."

Las limitaciones mencionadas son justificadas
inescrupulosamente por la Declaración de la CMSI (2003a).
"Si bien se reconocen los principios de acceso universal y
sin discriminación a las TIC para todas las
naciones, apoyamos las actividades de las Naciones Unidas
encaminadas a impedir que se utilicen estas tecnologías
con fines incompatibles con el mantenimiento
de la estabilidad y seguridad internacionales, lo que
podría menoscabar la integridad de las infraestructuras
nacionales al atentar contra seguridad. Es necesario evitar que
las tecnologías y los recursos de la información se
utilicen para fines delictivos o terroristas, respetando siempre
los derechos humanos."

Es más, en su Plan de Acción (2003b)
añade "Los gobiernos, en cooperación con el
sector privado, deben detectar, impedir y combatir la
ciberdelincuencia y el uso indebido de las TIC, definiendo
directrices en que se tenga en cuenta el trabajo que se hace
actualmente en estos ámbitos, considerando la posibilidad
de promulgar normativas que permitan investigar y castigar
efectivamente la utilización indebida, propiciando una
colaboración eficaz, reforzando el apoyo institucional a
nivel internacional para evitar, detectar estos incidentes y
reaccionar de forma apropiada, y promoviendo la enseñanza
y la sensibilización."

Es ante esta realidad que se torna imprescindible
"Asegurarse que la "sociedad de la información"
incremente, en lugar de reducir, los derechos humanos a la
privacidad, la libertad de expresión, la
comunicación y libre asociación."
(CRIS,
2005)

Desde nuestro rol de profesionales de la información, y
tomando en cuenta la mercantilización de la
información y las TIC en esta nueva etapa de
expansión capitalista, es preciso tomar conciencia
política del papel que nos incumbe, lejos de las
pretensiones de neutralidad.

Entendemos, desde Rebellato (2000, p. 33), que "La
conciencia política se genera desde un trasfondo
significativo de experiencia; se encuentra íntimamente
articulada con la vida cotidiana, con las historias de vida, con
la construcción de identidades, con la memoria
colectiva. Las clases explotadas y los sujetos dominados perciben
la viabilidad del camcio a partir de experiencias y
prácticas de transformación; desde el horizonte de
sus vivencias, de sus artículaciones, de sus
vículos, de sus lazos comunitarios. La subjetividad
-dialógica, resistente, propositiva, beligerante- aparece
en el corazón de
una ética de
la dignidad y de la liberación."

En este entendido, "La nueva era exige transformaciones no
solo en la mentalidad, también en una nueva actitud
crítica y más reflexiva, pues la tendencia en la
educación es lograr desarrollar la capacidad de acceso,
comprensión y creación del mundo virtual, y
éste atravesado por un mundo político,
económicos y socio-cultural que es urgente de igual manera
comprenderlo y, más importante aún, intervenir en
él."
(Quintero Castro; [et. al.], 2003, p. 51)

Como sostiene Lencinas (2004, p. 3), "Más
allá de la discusión de cómo una sociedad se
protege contra agresiones terroristas, la complicidad -en forma
voluntaria u obligada- de las bibliotecas para socavar el derecho
a la privacidad, atenta en forma directa contra el derecho a
pensar libremente, el derecho a la libre expresión y el
derecho a la información. Esta situación conduce a
eliminar la razón de ser de la biblioteca en una
sociedad democrática que es, la de proveer sistemas para
que ciudadanos y ciudadanas puedan acceder a la
información, en cuánto las vacía de todo
contenido."

Siendo así, Usherwood (1989 citado en Muela Meza,
2004a, p. 12) plantea: "Otros han argumentado que para los
profesionales de las bibliotecas públicas involucrarse con
problemas que
ellos perciben como no propios de las bibliotecas
afectaría la neutralidad de las bibliotecas y los
bibliotecarios. Es nuestro argumento de que si la biblioteca esta
llamada a ser una fuerza social, no puede darse el gusto de
llamarse neutral sobre algunos asuntos, por ejemplo el racismo
institucionalizado. […] Como sociedad debemos desarrollar
políticas para asegurar que el ciudadano promedio tenga
acceso a la información y a las ideas. Como profesionales
debemos asegurar que el servicio de la
biblioteca pública sea una parte integral de éstas
políticas."

Convenimos señalar, el estrecho lazo que une las
acertadas expresiones desde el saber bibliotecológico
realizadas por Usherwood, y las reflexiones desde la
educación por parte de Freire (1992: ).

"No hay nada parecido a un proceso educativo neutral. La
educación, o bien funciona como un instrumento utilizado
para facilitar la integración de la generación
más joven dentro de la lógica del sistema actual y
obtener su conformidad al mismo, o bien se convierte en "la
práctica de la libertad", en virtud de la cual hombres y
mujeres se enfrentan crítica y creadoramente con la
realidad y descubren la forma de participar en la
transformación de su propio mundo"

En contrapartida, la IFLA (2005) plantea "Libraries and
information services are essential to the sound operation of the
inclusive Information Society. Their impartial operation helps to
safeguard universal civil rights. Libraries enable intellectual
freedom by providing access to information, ideas and works of
imagination in any medium and regardless of frontiers."

Tal como fue expresado en capítulos anteriores,
consideramos que la postura de imparcialidad propuesta por la
IFLA es totalmente inconsecuente, ya que desde esta premisa -y
bajo una falsa neutralidad- se esta avalando el actual
régimen de explotación y exclusión que hoy
sufrimos la mayoría de los seres humanos.

Ahora bien, aludiendo a la utilización de las TIC
dentro del quehacer bibliotecológico, Quintero Castro,
Quiroz Pérez, Vásquez Quijano y Lopera Lopera
(2003, p. 52-53) sostienen que "Las tecnologías
relacionadas directamente con el campo bibliotecológico
son integradas por las tecnologías de la
información y la comunicación compuestas por la
informática, las telecomunicaciones y la unión de
estas dos la telemática; con ellas se hace la
apropiación de los artefactos donde se instalan los
programas
propios para la optimización de los servicios; en el
ámbito de las telecomunicaciones la bibliotecología
se beneficia de los desarrollos en este campo por la
comunicación satelital y la conexión en red
permitiendo la efectiva, eficiente y eficaz transferencia de la
información en su proceso de registro,
almacenamiento, acceso y recuperación. Este
proceso técnico y, tal vez muy plano, de la
utilización de las tecnologías en el campo
bibliotecológico, merece un análisis crítico
y una posición más completa del fenómeno
tecnológico, pues no se puede reducir este vasto campo a
la utilización de algunos artefactos y programas. Se trata
también de construir una nueva visión mediante la
reflexión y toma de posición frente al uso de las
tecnologías en la bibliotecología, para que su
papel sea de articulación frente a las necesidades
socio-educativas y la interconexión con otras esferas y
centros culturales, así como también en el papel de
la bibliotecología para aportar a la transformación
de las ciencias y la
tecnología como parte integrante de la cultura que, apoye
el desarrollo de una actitud de la innovación y de acción reflexiva en
torno al
fenómeno tecnológico."

Retomando la crítica al quimérico término
de "Sociedad de la Información", debemos considerar como
un argumento irrefutable los datos brindados por Ferraro y Rosser
(1994, p. 32-35):

  • millones de personas viven en la absoluta pobreza
    (más de una quinta parte de la población
    mundial)

  • 100 millones de personas viven totalmente en la calle o
    intemperie

  • 800 millones de personas pasan hambre diariamente

  • 1.750 millones de personas no tienen acceso seguro a agua
    potable (más de una quinta parte de la
    población mundial)

  • 1.500 millones de personas no tienen acceso a servicios de
    salud básico (más de una quinta parte de la
    población mundial)

Esta realidad, que golpea sobre todo a los países de
África, Latinoamérica, Indochina y Medio Oriente
-todos ellos con deudas externas inabordables- , hace impensable
que los mismos puedan sortear la mentada brecha
digital.[14]

El término brecha digital "[…] en la
versión más difundida, aunque simplista, es vista
como un asunto de cables y "conectividad", cuando en el fondo se
trata de un problema mayor: el salto tecnológico dado por
los países centrales y las transnacionales afincadas en
ellos es de tal magnitud que toda perspectiva de acortar la
brecha por parte de los demás países resulta
inviable bajo el marco existente."
(Burch; León;
Tamayo, 2003, p. 8)

En tanto, la sociedad civil (GTCT, 2003) apunta: "La
desigual distribución de las TIC y la falta de acceso a la
información que tiene una gran parte de la
población mundial, fenómenos que suelen denominarse
brecha digital, son de hecho una expresión de nuevas
asimetrías en el conjunto de brechas sociales existentes.
Éstas incluyen las brechas entre el Norte y el Sur, los
ricos y los pobres, los hombres y las mujeres, las poblaciones
urbanas y rurales, aquellos que tienen acceso a la
información y aquellos que carecen del mismo. Dichas
disparidades pueden verse no sólo entre las diferentes
culturas, sino también dentro de las fronteras
nacionales."

Esta brecha entre ricos y pobres se profundiza cuando hablamos
de educación.

Cuadro 1. América Latina. Personas de
15 a 19 años sin educación primaria completa, por
quintiles de ingreso.

Monografias.com

Tomado de: Torres, 2005, p. 144.

"En el ámbito de la educación, la
investigación, la ciencia y
la tecnología, lo que se está produciendo es una
agenda dual e inaceptable: mientras que el discurso habla de
"reducir las brechas" entre el Norte y el Sur, en la
práctica éstas se vienen agrandando. En 1990, la
agenda mundial de Educación para Todos (1990-2015), se
comprometía con una visión amplia de
educación plasmada en 6 Objetivos. En
el 2000, la Agenda del Milenio (2000-2015) estableció 8
Objetivos de mínimos. Los dos objetivos en
educación incluidos –universalizar la
educación primaria (cuatro años de escolaridad/
"supervivencia hasta el quinto grado") y promover la igualdad entre
géneros (matrícula y culminación de la
escuela
primaria)– son mucho más restringidos que los
acordados una década antes en la iniciativa
Educación para Todos por las mismas agencias (Naciones
Unidas y Banco
Mundial). En el caso de América Latina y Caribe,
además, los Objetivos del Milenio están muy por
debajo no sólo de las aspiraciones históricas de
nuestros pueblos, sino del desarrollo educativo y social ya
alcanzados."
(Torres, 2005, p. 15)

Empero, la Declaración de Principios de la CMSI (2003a)
estipula: "Reconocemos que la educación, el
conocimiento, la información y la comunicación son
esenciales para el progreso, la iniciativa y el bienestar de los
seres humanos. Por otra parte, las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) tienen inmensas
repercusiones en prácticamente todos los aspectos de
nuestras vidas. El rápido progreso de estas
tecnologías brinda oportunidades sin precedentes para
alcanzar niveles más elevados de desarrollo. Gracias a la
capacidad de las TIC para reducir las consecuencias de muchos
obstáculos tradicionales, especialmente el tiempo y la
distancia, por primera vez en la historia se puede utilizar el
vasto potencial de estas tecnologías en beneficio de
millones de personas en todo el mundo."

A propósito, la carta de la CRIS
(2005) plantea que "En la sociedad de la información,
la mayor parte de la población mundial carece de acceso a
las infraestructuras e instrumentos necesarios para generar y
comunicar información y conocimiento. Diferentes
iniciativas, entre ellas la CMSI, pretenden encarar el problema.
Ellas se apoyan generalmente en el supuesto de que el acceso
universal a las TIC será finalmente alcanzado mediante
soluciones mercantil, y que el acceso más amplio
contribuirá necesariamente a aliviar la pobreza y alcanzar
las Metas de Desarrollo del Milenio. Nosotros impugnamos tal
supuesto."

Consideramos, por ende, utópico pretender hablar de
"Sociedad del Conocimiento" o "Sociedad de la Información"
al fenómeno que, mucho menos que abarcar a la sociedad en
su conjunto, conduce a un número cada vez mayor de seres
humanos a la exclusión y analfabetismo
informacional. "La pregunta es información
¿para cuántos? ¿para qué clases
sociales?"
(Meneses Tello, 2005)

Mientras, la CMSI (2003b) plantea: "Seguiremos concediendo
especial atención a las necesidades particulares de los
habitantes de los países en desarrollo, los países
con economías de transición, los países
menos adelantados, los pequeños países insulares en
desarrollo, los países sin litoral en desarrollo, los
países pobres muy endeudados, los países y
territorios ocupados, los países que se están
recuperando de conflictos y
los países y regiones con necesidades especiales,
así como a las situaciones que plantean amenazas graves al
desarrollo, tales como las catástrofes naturales. […]
Reconocemos que la construcción de una sociedad de la
información incluyente requiere nuevas modalidades de
solidaridad,
asociación y cooperación entre los gobiernos y
demás interesados, es decir, el sector privado, la
sociedad civil y las organizaciones internacionales. Reconociendo
que el ambicioso objetivo de la presente Declaración
-colmar la brecha digital y garantizar un desarrollo armonioso,
equitativo y justo para todos- exigirá el decidido
compromiso de todas las partes interesadas, hacemos un
llamamiento a la solidaridad digital, tanto nacional como
internacionalmente."

Teniendo en cuenta estos puntos, la Agenda de Túnez
para la Sociedad de la Información (2006) en su punto 28
sostiene: "Acogemos complacidos el Fondo de Solidaridad
Digital (FSD) creado en Ginebra, mecanismo financiero innovador y
de naturaleza
voluntaria, al que pueden contribuir voluntariamente todas las
partes interesadas, que tiene por objeto transformar la brecha
digital en oportunidades digitales para el mundo en desarrollo,
centrándose principalmente en las necesidades concretas y
urgentes que se suscitan en el plano local y buscando nuevas
fuentes
voluntarias de financiación de "solidaridad". El Fondo se
sumará a los mecanismos de financiación de la
Sociedad de la Información existentes, mecanismos que
deberían seguirse utilizando plenamente para financiar el
crecimiento de nueva infraestructura y servicios TIC."

Sin embargo, esto solo constituye una farsa más del
sistema y sus lacayos.

"Aunque la Cumbre discutió la importancia de nuevos
mecanismos de financiamiento para las TIC para el desarrollo
(ICTD, en ingles), esta no logró reconocer que el
financiamiento para las ICTD presenta un reto mucho mayor que el
del financiamiento para el desarrollo tradicional. Túnez
tampoco logro reconocer que son requeridos nuevos medios, y
fuentes de
financiamiento y que se requiere la exploración de
nuevos modelos y
mecanismos. […] El financiamiento de las TIC para el desarrollo
requiere de innovación social e institucional, con
mecanismos adecuados para la transparencia, la evaluación
y el seguimiento. Los recursos financieros necesitan ser
movilizados a todos los niveles -local, nacional, e
internacional-, incluyendo aquellos a través de la
realización de los compromisos de Asistencia Oficial para
el Desarrollo (ODA, en inglés) acordados en el Consenso de
Monterrey e incluyendo la asistencia a los programas y
actividades cuya sostenibilidad a corto plazo no puede ser
demostrada inmediatamente a causa del bajo nivel de recursos
disponibles en su inicio."
(GTCT, 2005, p. 5)

Convenimos señalar que "En el discurso promocional
de la sociedad de información, es muy común
escuchar que con ella llegarán tiempos mejores para la
convivencia social y democrática, cuando a lo que
asistimos es más bien a una degradación de la
democracia. Las posibilidades que ofrecen los recursos
tecnológicos de información y comunicación
hoy existentes, efectivamente permiten pensar en una democracia
participativa real, donde el derecho a participar en la toma de
decisiones políticas sea ejercido por el conjunto de
la ciudadanía. Estos recursos posibilitan no sólo
que cada conjunto social esté debidamente informado sino
que pueda interrelacionarse tanto internamente como externamente
para participar en el proceso de decisiones que configuran el
mundo y el futuro. Posibilidad, sin embargo, anulada por el
carácter excluyente que imprime la
globalización neoliberal en nuestras sociedades, donde las
mayorías ven secuestrada su palabra, sin poder gravitar en
lo que les concierne e interesa."
(Burch; León;
Tamayo, 2003, p. 8)

En este sentido, Martínez Arellano (2003 citado en
Muela Meza, 2004a, p. 16) analiza el rol de las
bibliotecólogas y bibliotecólogos en la "Sociedad
de la Información", criticando el proceso de
exclusión social dentro de la misma: "Por otra parte,
una frase hecha y que frecuentemente es repetida sin analizar su
contenido es la que predica que las nuevas tecnologías
facilitan la distribución de bienes y servicios. Lo que
expresa pareciera estar bien, ser algo deseable, pero queda
desvirtuada si no la complementamos convenientemente: las nuevas
tecnologías facilitan la distribución de bienes y
servicios entre quienes tienen acceso a ellas. Queda así
evidenciado que una de las formas que adquiere el proceso de
exclusión es el que dirige hacia aquellos que no pueden
acceder a esas tecnologías. En el siglo pasado, con la
revolución
industrial, los pobres permanecían dentro de la
sociedad, podían insertarse de modo alguno en la
producción; los pobres de hoy, en cambio, están
fuera de la cultura y del conocimiento, por tanto, no tienen
cabida en la sociedad ni posibilidad alguna de inserción
en la producción actual (caracterizada por el acceso y uso
de la información)."

Esta pretendida "Sociedad de la Información" se deshace
en evidencias al
momento de observar las cifras que proporciona la UNICEF (2005)
en cuanto a educación a nivel global, donde las
diferencias entre los países más ricos con respecto
a los más pobres demuestran la imposibilidad de hablar de
un fenómeno con alcance totalizador.

Cuadro 2. Educación a nivel
global.

Monografias.com

Monografias.com

Tomado de: UNICEF, 2005, p. 124.

Centrando nuestro análisis en América Latina, la
región con la mayor desigualdad[15]es
decir, peor distribución de la riqueza en el mundo podemos
considerar varios indicadores.

El primero de ellos es la evolución de la pobreza:

. "De un total de 512 millones de habitantes, cerca de la
mitad (222 millones de personas) son hoy pobres y de estos, 96
millones sobreviven en la indigencia.

. Entre 1999 y 2002 la tasa de pobreza aumentó del
43,8% al 44% y la indigencia alcanzó al 19,4% de la
población.

. Entre el 2000 y el 2002 creció en 15 millones el
número de pobres.

. La pobreza afecta sobre todo a los sectores más
vulnerables: niños,
ancianos, mujeres, grupos indígenas.

. Hay pérdida de expectativas y de visión de
progreso, incluso de futuro, en amplios sectores de la
población.

En los últimos 20 años:

. 91 millones de personas se convirtieron en
pobres.

. hay 40 millones más de indigentes.

. 226 millones viven con menos de dos dólares al
día.

. 102 millones no tienen los ingresos
necesarios para consumir el mínimo de proteínas
y calorías básicas para
subsistir.

. aumentó y profundizó la pobreza en los
sectores marginales.

. desapareció la clase media
(los "nuevos pobres", 23 millones de personas, según la
CEPAL)

1960: la clase media representaba el 53% de la
población.

1990-2000: 7 millones de personas de la clase media
pasaron a ser pobres.

2000: la clase media representaba el 23% de la
población.

. Creció la brecha entre ricos y pobres: brecha en
ingresos y brecha en servicios (salud, educación,
telefonía, acceso a Internet, etc.)

. Las poblaciones de emergencia (villas miseria, favelas,
barriadas, chabolas) se han multiplicado.

. Incrementó la mendicidad.

. El trabajo se convirtió en bien escaso y el
desempleo en
crónico y corriente (para el 2003, el desempleo oscilaba
entre el 10,7% y más del 20% en algunos
países)."
(Torres, 2005, p. 133)

En lo que refiere a la deuda
externa:

. "América Latina y el Caribe ocupa el primer lugar
de endeudamiento, con el 32% de la deuda mundial de los
países en desarrollo; le siguen Asia Oriental y
del Pacífico 22%), Europa del Este y
Asia Central (21%), Oriente Medio y Norte de África (9%),
África Subsahariana (9%), y Asia del Sur (7%).

. Tres países latinoamericanos –Bolivia,
Honduras y Nicaragua– fueron integrados a la Iniciativa
para los Países Pobres Muy Endeudados (PPME o HIPC en su
sigla en inglés), planteada por el Banco Mundial y
el FMI en
1996."
(Torres, 2005, p. 124)

Cuadro 3. América Latina.
Evolución de la deuda
pública (Proporción del PBI y al 31 de
diciembre de cada año)[16]

Monografias.com

Tomado de: Torres, 2005, p. 134.

En tanto, el déficits en salud
pública se expresa en las siguientes cifras:

. "1 de cada 130 mujeres muere durante el embarazo o el
parto. (En
Estados Unidos muere una de cada 3.500).

. Persisten grandes brechas en la mortalidad infantil. En
Bolivia mueren 83 niños de cada 1.000 antes de cumplir un
año de edad (En Canadá mueren 5,7 de cada 1.000
niños).

. 190.000 niños mueren anualmente por enfermedades que pueden
prevenirse o controlarse (enfermedades diarreicas e infecciones
respiratorias).

. 218 millones de personas carecen de protección en
salud.

. 100 millones no tienen servicios básicos de
salud.

. 160 millones carecen de agua
potable.

. 82 millones de niños no tienen acceso a programas
de inmunización."
(Torres, 2005, p. 133)

Por su parte, los problemas de trabajo y empleo se
exponen a continuación:

. "1 de cada 3 empleos en América Latina es
informal.

. 17 millones 500 mil menores de edad trabajan, mientras
que.

. entre 17 y 19 millones de adultos están
desempleados y necesitan trabajar
." (Torres, 2005, p.
133)

Cuadro 4. América Latina. Tasas de
desempleo según sexo y edad,
en zonas urbanas, década de 1990, 17
países.

Monografias.com

Tomado de: Torres, 2005, p. 134.

Por último, haremos referencia al impacto de la pobreza
en la infancia y en
las familias, atendiendo a que en América Latina la
mayoría de los pobres son niños y la mayoría
de los niños son pobres:

. "58% de los niños menores de 5 años son
pobres.

. 57% de los niños de 6 a 12 años son
pobres.

. 36 % de los niños menores de 2 años
están en situación de "alto riesgo
alimentario".

. 22 millones de niños menores de 14 años
trabajan.

. Más del 20% de los hogares han sido destruidos y
están a cargo de mujeres pobres.

. Aumento de la tasa de renuencia de parejas
jóvenes a formar familia por la
incertidumbre económica.

. Aumenta el número de hijos
ilegítimos.

. Aumenta el número de niños cuya familia no
logra protegerlos y el número de niños y
niñas que trabajan (22 millones menores de 14 años
trabajan largas jornadas).

. Aumento del número de madres adolescentes.

. Incremento de la violencia
doméstica.

. Aumento de la población de niños,
totalmente desprotegidos por la familia y
la sociedad, que viven en las calles."
(Torres, 2005, p.
134)

Aludiendo a la realidad nacional, Santiago (2006) expresa que
"La sociedad uruguaya, que compite en deformidades con otras
del continente que han vivido también la crisis del
modelo de acumulación capitalista, ese que siempre, en lo
grueso, privatiza las ganancias y socializa las pérdidas,
sufrió en el 2002 un desplome generalizado, multiplicando
la marginalidad de
sectores de población que parecen soldados a una
situación espantosa. […] Se necesitan cambios reales,
especialmente, en una sociedad que por la aplicación del
modelo neoliberal y su inviabilidad manifiesta, terminó
esta etapa del proceso con una de las deudas externas per
cápita mayor del hemisferio occidental, la que exige al
gobierno apretar los torniquetes de la economía para
lograr un superávit previo del 3.5 por ciento. Cifra
gigantesca para los uruguayos que surgió de un acuerdo con
el FMI. Esfuerzo que ojala -guardando en un bolsillo nuestro ya
histórico escepticismo- determine que no sigamos, a
contrapartida de ese esfuerzo, pagando con la deformidad
económica, la consolidación de la situación
de los marginados y asalariados hambreados por sueldos
vergonzantes. Pero hay otro hecho: la niñez no tiene esos
tiempos, no puede esperar. Cuando los efectos de la marginalidad
comienzan a sentirse, son miles los botijas que pierden su
educación, en un proceso de desculturización
fenomenal en su incidencia sobre la sociedad en su conjunto,
soportando además las secuelas físicas y
psicológicas de la miseria. Todo un proceso
dramático que es "balconeado" por el resto de la sociedad
que se conmueve por las imágenes
de los desnutridos, pero que cuando se refiere a la
problemática de la inseguridad
inmediatamente los instala en el campo del enemigo y los margina,
más, mucho más."

Sin embargo, y a pesar de que la realidad es ineludible, la
CMSI (2003a) sostiene, tal vez ingenuamente, "Nos
comprometemos asimismo a evaluar y a seguir de cerca los
progresos logrados en cuanto a la reducción de la brecha
digital, teniendo en cuenta los diferentes niveles de desarrollo,
con miras a lograr los objetivos de desarrollo internacionalmente
acordados, incluidos los consagrados en la Declaración del
Milenio, y a evaluar la eficacia de la
inversión y los esfuerzos de cooperación
internacional encaminados a la construcción de la sociedad
de la información."

Pero, ¿somos ciegos?, ¿reducción de la
brecha digital?, ¿alcanzar los objetivos de la
Declaración del Milenio[17]Es imperioso
analizar a que embaucadores intereses responden los
planteamientos de la CMSI, porque si de una cosa podemos estar
seguros, es de
constituyen una total falacia.

Ante este panorama, y profundizando aún más en
las insoslayables diferencias que el capitalismo expresa,
sostenemos que "Las Múltiples Pobrezas no se agotan en
el diagnóstico de las carencias que hacen a la
satisfacción de las necesidades tradicionalmente llamadas
básicas u obvias, que ya no son tan obvias, tal como por
ejemplo trabajo, vivienda, salud, educación sino que
abarca el estudio de una completa realidad de Pobrezas (en
plural) en relación con carencias en la
satisfacción de necesidades fundamentales, […] como la
necesidad de protección o cuidado, la necesidad de
pensamiento
reflexivo o de entendimiento y la necesidad de participación política. Cualquier
necesidad humana que no es adecuadamente satisfecha socialmente
revela una pobreza social y genera procesos de
exclusión y de aumentos de la violencia internalizada en
las relaciones sociales."
(Sirvent, 1996 citado en Aparicio,
2003, p.1)

En consecuencia Muela Meza (2004a, 14) plantea que "[…]
las asociaciones bibliotecarias líderes a nivel mundial
deberían traer este asuntos a los foros de debate mundial
y ante los que elaboran políticas informacionales a todos
los niveles, por ejemplo: ONU, UNESCO, ITU, UNIDO, etc. Ellas
deberían unir fuerzas para que todas juntas se manifiesten
y cabildeen los organismos mundiales acreedores: Fondo Monetario
Internacional, Banco Mundial y a los países del G8:
EEUU, Gran Bretaña, Francia,
Japón, Alemania,
Canadá, Italia y Rusia para
buscar la posibilidad de que se les cancele total y
permanentemente la deuda externa a dichos países
deudores."

Las apreciaciones de Muela Meza presentan un interesante
matiz, máxime si tenemos en cuenta que "The economic
debts of the developing world will not be fully repaid, quite
simply because the people who live in the developing world cannot
afford to repay them. The harsh reality of poverty in poorer
countries was an initial stimulus for the loans."
(Ferraro;
Rosser, 1994, p. 32)

Empero, "[…] éstas son las consecuencias que el
terror holocáustico que ni la IFLA, FAIFE, ALA ni
ningún otro organismo bibliotecario o documental
evidencia, menos se cuestiona, y mucho menos toma acción
de resistencia o
contra tan funesta holocáustica realidad que masacra
diariamente a la población del mundo […]."
(Muela
Meza, 2004a, p. 13)

Pues bien, ha quedado claro que el fenómeno de la
"Sociedad de la Información" es un fenómeno
multidireccional, y como consecuencia, debe ser abordado
interdisciplinariamente.

Desde el campo de la Bibliotecología, no debemos
olvidar que el suministro y acceso de la información y de
las TIC debe obedecer a un único fin: el usuario.

La Declaración de Principios de la CMSI (2003a) en su
punto 9 sostiene "Reconocemos que las TIC deben considerarse
como un instrumento y no como un fin en sí mismas. En
condiciones favorables estas tecnologías pueden ser un
instrumento muy eficaz para acrecentar la productividad,
generar crecimiento
económico, crear empleos y posibilidades de
contratación, así como para mejorar la calidad de
la vida de todos. Por otra parte, pueden promover el
diálogo entre las personas, las naciones y las
civilizaciones."

Desde nuestra perspectiva, las TIC constituyen parte de
"[…] un conocido repertorio de promesas mesiánicas
de felicidad, prosperidad, igualdad, armonía universal,
satisfacción cultural y un largo etcétera, que se
ha repetido con cada innovación técnica en
comunicación."
(Burch; León; Tamayo, 2003, p.
9)

En dicho sentido, es fundamental precisar que"La calidad
de la información no comienza en las antenas
parabólicas ni con los equipos electrónicos -unas y
otros indispensables-, sino en la capacidad de
comunicación y de expresión de una persona, en su
nivel de uso del lenguaje. Una
educación de calidad no es la que únicamente
acumula información, sino la que hace crecer la conciencia
de los alumnos -que es otra manera de decir la capacidad
crítica-, y sobre esa conciencia agudizada, expandida,
alerta, crea las condiciones de acceso a la información.
De la misma manera que el tesoro de oportunidades de una gran
biblioteca es inútil si no se sabe leer, si no se sabe
manejarla, los satélites y las redes electrónicas
serán una colosal y costosísima manera de simular
calidad sino llegan a una población capaz de comunicarse y
expresarse a través del lenguaje que, como ya lo dije, hoy
en día es oral y a la vez escrito. Una educación de
calidad descansa sobre un manejo cada vez más profundo y
capaz del lenguaje, oral y escrito, pues el uso del lenguaje es
lo que hace crecer la capacidad crítica."
(Garrido,
1999 citado en Muela Meza, 2004, p. 17)

Las palabras de Garrido encuentran terreno fértil en la
Bibliotecología cuando las analizamos en relación a
lo planteado por Kranich (2003) "Access to abundance does not
ensure access to diversity. Instead, we now have access to more
and more of the same ideas, with alternatives marginalized more
and more by such forces as corporate profiteering, political
expediency, and the whimsy of the marketplace. The promise of new
technologies is imperiled by powerful political and economic
forces."

Reflexionando a partir de Muela Meza (2004a, p. 22), el
fenómeno de la TIC"s "[…] no se las puede ver
unidimensionalmente o unidireccionalmente: obtengo la
tecnología, doy alfabetización computacional, el
usuario aprende, el usuario es autosuficiente y se completa el
ciclo de autoaprendizaje de habilidades para toda la vida. Visto
así es la mejor forma de preservar en el pensamiento de la
preponderancia de las élites sobre los hambrientos,
miserables y desposeídos."

Con ello, la acción del profesional de la
información debe dirigirse hacia una
"alfabetización informacional" que no reproduzca las
políticas impulsadas desde los gobiernos por las
élites dominantes y, que por el contrario, contribuyan a
la emancipación y toma de conciencia social de las clases
desposeídas.

"Hoje, o novo proletariado não trabalha mais com
signos ou
coisas, mas com massas humanas brutas. Acompanha os povos em
trânsito em meio às tempestades da grande
mutação. Ele humaniza os corpos, os
espíritos, os comportamentos coletivos. Do
coração da batalha, forja às cegas , sem
jeito, as armas da
autonomia. Eis os novos

"paus para toda obra" da sociedade, os anônimos que
produzem as condições da riqueza longe das luzes do
espetáculo, aqueles cujo trabalho é, ao mesmo
tempo, o mais duro, o mais necessário e o mais mal pago: a
legião dos educadores, diretores de colégio,
professores, formadores em geral. Vem encorpar esse contingente a
multidão de assistentes, trabalhadores sociais,
policiais… e carcereiros que não aguentam mais! E
não esqueçamos a massa de auxiliares: os
associativos, os não-governamentais, os caritativos,
aqueles prontos a ajudar em todas as infelicidades, todo o povo
miúdo que segue atrás dos fracassados e recolhe as
vítimas da desterritorialização. Esses novos
proletários carregam
sobre seus ombros o relacional de massa, o laço social
intensivo. Esses justos se encarregam de inserir toda uma
população deixada por sua própria

conta. E, graças à mobilidade e à
aceleração dos fluxos, todos vivem à beira
da exclusão, arriscando-se a saltar para fora. O novo
proletariado só se emancipará pela união,
saindo de suas categorias, prescindindo das alianças com
aquele cujo trabalho se assemelha ao seu (mais uma vez, quase
todos), evidenciando a operação que efetua na
sombra, fazendo com que a produção da
inteligência volte a ser objeto central de
preocupação explícita de todos, investindo
na pesquisa sobre a engenharia do laço social a fim de
instrumentar, na medida do possível, aqueles que moldam o
humano com as mãos nuas e à força do afeto.
Quando o novo proletariado se tornar consciente

de si mesmo decidirá suprimir-se enquanto classe,
instituirá a socialização geral da
educação, da formação e da
produção de qualidades humanas."
(Lévy,
1994 citado en Siqueira Bolaño, 199?, p. 21-22)

3.5.4.2. LA ALFABETIZACIÓN
INFORMACIONAL: UNA VISIÓN HUMANIZANTE

Es preciso señalar que "Plantearnos las Ciencias
Sociales desde los procesos educativos, esto es como área
de conocimiento que tiene la finalidad de generar las capacidades
para explicar e interpretar la sociedad, junto a su aporte al
fortalecimiento de la democracia y a la constitución de
sujetos democráticos desde la escuela, implica un doble
reconocimiento:

  • que desde la perspectiva crítica, las Ciencias
    Sociales tienen posibilidad de colaborar en la
    transformación de la realidad.

  • y que para que los sujetos puedan intervenir en la
    realidad con intención transformadora, las ciencias
    sociales pueden ofrecer el instrumental para un buen
    conocimiento crítico de esa realidad."
    (Gimeno,
    2001, p. 9)

Por ende, analizar la crisis de paradigmas de interpretación de la realidad social, la
problemática de la información y de los procesos
educativos, entre otros fenómenos sociales que
podríamos señalar, reclama una Ciencia Social
crítica e interdisciplinaria que en sus aproximaciones a
la realidad potencie y desarrolle la multicausalidad y las
diferentes perspectivas para poder comprender los hechos, sin
desconocer que detrás de todos estos fenómenos
sociales subyace su centro clasista.

En este sentido, la educación posee un papel crucial.
"Pero no cualquier tipo de educación, sino aquella que
permite aprendizajes críticos. La que desarrolla la
problematización ante la realidad y permite construir
nuevas explicaciones de los hechos que vivimos. La que impulsa la
búsqueda colectiva de soluciones a los problemas que
confrontamos porque considera que el conocimiento se valida
cuando somos capaces de intervenir en la transformación y
en el cambio de nuestra realidad […]."
(Gimeno, 2001, p.
13)

Apostando a una práxis pedagógica
crítica, Rebellato plantea algunos desafíos que
consideramos apropiado visualizar desde la
Bibliotecología:

? "Seguir construyendo una teoría
crítico-emancipadora frente al proyecto
neoliberal y continuar radicalizando sus postulados. Porque es
más radical el peligro de destrucción de la vida,
de la naturaleza y la creciente dificultad para superar la actual
crisis de civilización, dado que nos enfrentamos a la
expansión de una ética y una cultura que pretenden
ahogar los potenciales emancipadores. Esta tarea
teórico-práctica debe ser profundamente innovadora,
para elaborar nuevos temas, desafíos y caminos
alternativos.

? Articular los poderes populares hacia una democracia
radical y apostar a una democracia integral construida desde la
sociedad civil, así como a la constitución de
nuevas subjetividades colectivas.

? Transformar la educación y recuperar su
dimensión ético-política."
(Tani; [et.
al], 2004)

Consecuentemente, Casa Tirao (200, p. 5-6) sostiene:
"Concibo la educación como un proceso permanente e
integral que dura toda la vida del hombre y de
la mujer y creo
que en este proceso la alfabetización tiene un rol
fundamental pero sólo podrá ser realmente efectiva
cuando en ella se encuentre presente la relación de los
individuos con su medio. […] No cabe duda, entonces que la
alfabetización, como cualquier otro proceso educativo,
debe ubicarse en el aquí y el ahora de los sujetos a
quienes está dirigida con el riesgo, en caso contrario, de
transformarse en un quehacer inútil y
frustrante."

Desde la visión de la práctica educativa como
dimensión de la práctica social, Freire (1997, p.
86) plantea "[…] en cuanto práctica social, la
práctica educativa en su riqueza, en su complejidad, es un
fenómeno típico de la existencia y, por eso mismo,
un fenómeno exclusivamente humano. De ahí
también, que la práctica educativa sea
histórica y tenga historicidad. La existencia humana no
tiene el punto determinante de su trayectoria fijado en la
especie. Al inventar la existencia, como los materiales que la
vida les ofrece, los hombres y las mujeres inventarán o
descubrirán la posibilidad que implica necesariamente la
libertad, que no recibirán más que luchando por
ella."

El alfabetizador brasileño afirma además que
"[…] no debemos suponer que lo obvio resulta claramente
comprensible. De ahí nuestro axioma inicial: toda
práctica educativa implica, por parte del educador, una
posición teórica. Esta posición, a su vez,
implica una interpretación del hombre y del mundo, a veces
más y a veces menos explícita. No podría ser
de otra forma. El proceso de orientación de los seres
humanos en el mundo no incluye la asociación de
imágenes sensoriales, como sucede con los animales.
Implica, por encima de todo, pensamiento-lenguaje, es decir la
posibilidad de conocer a través de la praxis, por el
medio de la cual el hombre
transforma la realidad. En el caso del hombre, este proceso de
orientación en el mundo no puede entenderse ni como un
acontecimiento subjetivo, ni puramente objetivo o
mecánico, sino sólo como un acontecimiento en la
cual la subjetividad y la objetividad se encuentran unidas.
Concebida de este modo, la orientación en el mundo plantea
la cuestión de los objetivos de la acción en el
nivel de percepción crítica de la
realidad
."(Freire, 1990, p. 63)

En este sentido, concebimos que la información se
concibe como la base de la relación pensamiento-lenguaje,
y de ahí su importancia otorgado por el poder
hegemónico burgués para su apropiación y
empleo como componente estratégico de los AIE y,
fundamentalmente del AIE escolar, hecho por demás
demostrado a lo largo del presente trabajo.

"El mundo siempre se ha impulsado por la
INFORMACIÓN indistintamente del medio que se utilice para
transmitirla o, la época en que se esté viviendo o,
el lugar donde nos desarrollemos. La información fue, es y
será el motor del
quehacer humano."
(Garmendia Bonilla, 2005, p. 2)

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