Cuestiones
Preliminares
El tema de las drogas, traspasa todos los esquemas sociales
del mundo, la cultura, educación, salud, economía;
etc. etc.; incluso el humor solapado de los baños
públicos en donde se escriben frases como: "La marihuana
mata lentamente, pero yo no tengo apuro"; "La marihuana causa
amnesia.y otras cosas que no recuerdo"; "Di no a las drogas, que
somos muchos y quedan pocas"; "Para que tomar y manejar, si
puedes fumar y volar"; "La droga te buelbe vrutho"; "Es bueno
dejar la droga, lo malo es recordar donde"; "ni se te ocurra
pisar la hierva, fúmatela"; "Tenéis que dejar las
drogas, pero en mi casa"; "Cuando me fumo un porro, no consumo
droga… Colaboro en la destrucción del hachís";
"yo no tengo problemas con las drogas, los problemas eran con la
policía"; entre otras.
Sin embargo, conocido es que a la fecha todos los intentos por
aliviar éste mal que aqueja al mundo han fracasado lo que
conlleva a plantear alternativas como su legalización.
La semana que pasó, el acalde de surquillo Gustavo
Sierra propuso que el Estado, a través de Ministerio de
Salud (MINSA), se haga cargo de la venta legal de drogas a
adictos registrados en un padrón oficial, a fin de que
éstos puedan adquirir los estupefacientes. Sierra
explicó que si el Ministerio de Salud vende
narcóticos en pequeñas cantidades podrá
ayudar en la lucha contra el tráfico de drogas. El
burgomaestre se reunió a las 10:30 de la mañana con
la comisión de Salud que preside el legislador Daniel
Wilson Ugarte, y antes de su ingreso al recinto parlamentario,
pidió a las autoridades dejarse de hipocresías y
dar luz verde a su propuesta, además de sincerar las
cifras sobre el número de adictos en el país.
Opinó que la Ley 28002 es hipócrita, pues indica
cuales son las cantidades máximas de posesión de
sustancias y plantas prohibidas (5 gramos de pasta básica
de cocaína, 2 gramos de clorhidrato de cocaína, 8
gramos de marihuana, 1 gramo de látex de opio o 200
miligramos de sus derivados), pero no dice dónde
adquirirlas.
Las actuales opciones políticas sobre el consumo de
drogas se revisan en el contexto histórico de los Estados
Unidos. Una política restrictiva es un impedimento para el
consumo de drogas y ayuda a reducir los costes y los problemas
sociales relacionados con la droga. Aunque la legalización
de las drogas podría reducir algunas de las consecuencias
legales del consumo de drogas, un aumento del consumo de drogas
conllevaría consecuencias perjudiciales.
La prohibición moderna de las drogas empezó en
el siglo XIX cuando la industria química médica
empezó a producir muchas drogas potentes que creaban
hábito. Una de estas drogas fue la heroína, que se
vendió por primera vez en los Estados Unidos en 1898.
Estas drogas se vendían como artículos comerciales
ordinarios junto a una nueva bebida popular que contenía
cocaína: la coca-cola. En ese momento, los médicos
prescribían libremente drogas adictivas a sus pacientes,
generando de este modo un gran grupo de adictos médicos.
Drogas como la cocaína se utilizó originalmente
para aprobadas indicaciones médicas. Más tarde el
consumo de drogas del público aumento rápidamente
hasta llegar al consumo compulsivo, la actividad ilegal para
apoyar el uso no médico y el consumo en general a pesar de
las claras consecuencias negativas médicas y sociales.
[1]
Esta era de venta y consumo indiscriminados de drogas
adictivas finalizó en las dos primeras décadas del
siglo XX con un nuevo contrato social incluido en el Pure Food
and Drug Act de 1906[2]que clasificó el
etiquetado de las drogas. En 1914, la Harrison Narcotics Act
prohibió la venta de narcóticos. La Volstead Act,
junto con la enmienda 18 de la Constitución de 1919,
prohibió la venta de alcohol. Estas leyes formaron parte
de un movimiento más amplio de reforma en los Estados
Unidos que también promovió el derecho al voto de
las mujeres.
"En base a este nuevo pacto social, las drogas que generaban
hábito no estaban disponibles sino por prescripción
médica; incluso entonces las drogas se usaron poco en el
tratamiento de otras enfermedades excepto en la adicción.
En 1933, se eliminó el alcohol de la lista de sustancias
estrictamente controladas o prohibidas. En 1937, se
añadió la mariguana a la lista de sustancias
prohibidas debido a un aumento súbito del consumo";
[3]la epidemia de droga empezó con la
morfina y la heroína en la última década del
siglo XIX y finalizó con un aumento espectacular del
consumo de cocaína durante la primera década del
siglo XX.
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