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La Revolución Bolivariana y los mitos americanos (página 3)




Enviado por irapavilo



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Este exacerbado presidencialismo consagrado en la
Constitución de 1999, aunado a la excesiva
personalización del régimen político en la
figura del presidente Chávez permite apreciar el
carácter hiper-presidencialista de la Revolución
Bolivariana. Chávez sostiene, por un lado, que:
"entendamos que nosotros, los representantes del pueblo,
jamás, pero jamás de los jamases, podemos pretender
sustituir a la masa, al colectivo, al dueño, al soberano
que nos eligió, ellos son los dueños del poder, no
somos nosotros los dueños del poder. Esa es una
concepción básica de la Revolución
Bolivariana" (Discurso pronunciado en el acto de
juramentación ante la Asamblea Nacional Legislativa como
Presidente Electo para el período 2000-2006),
sin
embargo, en entrevista realizada por Agustín Blanco
Muñoz, reconoce que "por aquí decirle caudillo a
alguien es echarlo al basura de la
historia", así como que el mesianismo pareciera
inevitable, es algo que está allí, "el caso es
hacia dónde dirigirlo."

Empero, más allá de los discursos y
declaraciones del presidente, la realidad está
allí, evidente e indiscutible: la revolución
bolivariana es Chávez, el gobierno es Chávez, el
M.V.R. es Chávez, y lo que es peor aún,
Chávez cree ser, él mismo, el pueblo, no su
representante sino su encarnación soberana. Ya lo
había advertido Arturo Sosa S. J.: "el mesianismo
político motiva también a personas y a grupos,
incluso bien intencionados, que se consideran llamados y capaces
de ofrecer soluciones a
los problemas y de conducir los destinos de la Nación.
Este tipo de actitudes se
reproducen por igual en los partidos de organización leninista, en instituciones
cerradas como los militares e incluso en los llamados nuevos
movimientos sociales." (43)

E. El cambio institucional y el debilitamiento de las
instituciones

Jean Servier recuerda que: ". cada revolución, cada
cambio de régimen, tratará de remontarse en el
tiempo merced a un nuevo calendario y de situar un irrisorio
cambio de instituciones en los albores del año 1 de una
nueva era." (44)

En este sentido, en una entrevista
ofrecida en 1999 al diario argentino La Nación,
el recién electo Presidente Chávez respondió
a una pregunta sobre este aspecto de las nuevas eras, de la
siguiente manera: "¿Por qué apela con frecuencia
a signos
funerarios, como la moribunda, por la Constitución de 1961, o aquello de los
muertos que entierran a sus muertos, por la derrota de la
oposición en las elecciones de constituyentes del 25 de
julio? –
También hablo de parto.
Así como hablo de la muerte,
también hablo de la vida, del amor, de la
esperanza, de la reconstrucción del país, de la V
República que va a nacer, pero, por supuesto, está
presente la muerte. No es
la muerte física
de nadie, sino el fin de una época. Sobre la muerte
siempre triunfa la vida."

En consecuencia, la revolución
bolivariana no fue la excepción; luego de la
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente se
promulgó en 1999, mediante referendo, una
nueva Constitución con el objetivo de
"refundar la
República para establecer una sociedad
democrática, participativa, y protagónica,
multiétnica y pluricultural en un Estado de
justicia,
federal y descentralizado, que consolide lo valores de la
libertad, la
independencia,
la paz, la solidaridad y el
bien común, la integridad territorial, la convivencia y el
imperio de la ley para estas y
las futuras generaciones , asegure el derecho al trabajo, a la
cultura, a
la
educación, a la justicia social y a la igualdad sin
discriminación de ni subordinación
alguna." (Preámbulo de la Constitución)

Esta nueva Constitución, además de cambiar la
denominación del país a República
Bolivariana de Venezuela,
transformó el tradicional esquema de tres poderes
separados, heredado de las ideas de Charles Montesquieu
(1689-1755) y Juan Jacobo Rousseau
(1712-1778), por una estructura de
cinco poderes: Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y
Electoral.

  • El Poder Ejecutivo: Aunque la nueva
    Constitución Bolivariana de 1999 introduce la novedad
    del Vicepresidente Ejecutivo, el Presidente de la
    República continúa ejerciendo la jefatura del
    Estado y del Ejecutivo Nacional. El Vicepresidente Ejecutivo
    es colaborador inmediato del Jefe de Estado y de Gobierno y
    es designado y removido por éste. Para ser elegido
    Presidente de la República se requiere ser venezolano
    por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, ser mayor de 30
    años, de estado seglar, y no estar sometido a condena
    mediante sentencia firme. Estos requisitos se exigirán
    igualmente al Vicepresidente Ejecutivo, y adicionalmente, no
    podrá tener ningún parentesco de consanguinidad
    ni afinidad con el Presidente. Con la nueva
    Constitución el período presidencial
    aumentó de 5 años a 6 años,
    además de la posibilidad de la reelección
    inmediata y por una sola vez para un nuevo período.
    Las faltas temporales del Presidente serán suplidas
    por el Vicepresidente Ejecutivo hasta 90 días,
    prorrogables por la Asamblea Nacional por 90 días
    más. El Presidente de la República podrá
    disolver a la Asamblea Nacional cuando ésta destituya
    en tres oportunidades en un mismo período al
    Vicepresidente Ejecutivo. En este caso deberá
    convocarse a elecciones para una nueva legislatura dentro de
    los 60 días siguientes a su disolución. La
    Asamblea Nacional no podrá ser disuelta el
    último año de su período
    constitucional.

  • El Poder Legislativo: Es ejercido por la Asamblea
    Nacional, anteriormente llamado Congreso Nacional, conformado
    por diputados elegidos en cada entidad federal, según
    una base poblacional de 1,1% de la población total del
    país. Además, cada entidad podrá elegir
    a tres diputados, así como los pueblos
    indígenas tendrán derecho a elegir a tres
    representantes a la Asamblea Nacional. Esta Asamblea
    sólo estará conformada por una cámara, a
    diferencia del pasado Congreso Nacional que estaba compuesta
    por dos: La Cámara Baja o de Diputados y la
    Cámara Alta, Senado o de senadores. A diferencia de la
    anterior Constitución de 1961, que sólo
    permitía la postulación al cargo parlamentario
    a venezolanos por nacimiento, la Carta Magna vigente
    también acepta la postulación de los
    venezolanos por naturalización con quince años
    de residencia en territorio venezolano. Para ser diputado se
    requiere ser mayor de 21 años y haber residido cuatro
    años consecutivos en la entidad correspondiente antes
    de la fecha de su elección,. Los Diputados
    gozarán de inmunidad en el ejercicio de sus funciones,
    desde su proclamación hasta la conclusión o
    renuncia de su mandato.

  • El Poder Judicial: El sistema de justicia
    está constituido por el Tribunal Supremo de Justicia,
    los demás tribunales que determine la ley, el
    Ministerio Público, la Defensoría
    Pública y los órganos de investigación
    penal. El Poder Judicial es independiente y el Tribunal
    Supremo de Justicia gozará de autonomía
    funcional, financiera y administrativa. El sistema de
    justicia tendrá asignada una partida anual variable,
    no menor de 2% del presupuesto ordinario nacional. El
    Tribunal Supremo de Justicia -anteriormente llamado Corte
    Suprema de Justicia- se encarga de la dirección, el
    gobierno y la administración del Poder Judicial, la
    inspección y vigilancia de los tribunales y de las
    defensorías públicas. Este Tribunal funciona en
    salas Plena, Constitucional, Político-administrativa,
    Electoral, de Casación Civil, de Casación Penal
    y de Casación Social.

  • El Poder Ciudadano: Se ejerce por el Consejo Moral
    Republicano integrado por el Defensor del Pueblo, el Fiscal
    General y el Contralor General de la República. Los
    órganos que ejercen el Poder Ciudadano son la
    Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y
    la Contraloría General de la República. Estos
    tienen a su cargo, prevenir, investigar y sancionar los
    hechos que atenten contra la ética pública y la
    moral administrativa; velar por la buena gestión y la
    legalidad en el uso del patrimonio público, el
    cumplimiento y la aplicación del principio de la
    legalidad en toda la actividad administrativa del Estado, e
    igualmente, promover la educación como proceso creador
    de la ciudadanía, así como la solidaridad, la
    libertad, la democracia, la responsabilidad social y el
    trabajo.

  • El Poder Electoral: Lo ejerce el Consejo Nacional
    Electoral (CNE), anteriormente llamado Consejo Supremo
    Electoral, como ente rector, sus órganos subordinados
    son: la Junta Electoral Nacional, la Comisión de
    Registro Civil y Electoral, y la Comisión de
    Participación Política y Financiamiento. Los
    órganos del Poder Electoral garantizarán la
    igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y
    eficiencia de los procesos electorales, así como la
    aplicación de la personalización del sufragio y
    la representación proporcional.

Sin embargo, a un lustro de la promulgación de la nueva
constitución, la actuación del Presidente
Chávez se ha caracterizado por un discurso y una
acción
dirigidos al debilitamiento intencionado y permanente de las
instituciones
públicas -las viejas y las novísimas- del
país; la democracia se
ha convertido en una verdadera dictadura de
la mayoría, ejercida a través del control absoluto
de los poderes públicos nacionales, de buena parte de los
regionales y locales. En este sentido, es conveniente recordar
las palabras de James Madison: "la concentración de todos
los poderes legislativo, ejecutivo y judicial en las mismas
manos, sean estas las de muchos, pocos o uno.puede con mucha
razón definirse como la dictadura verdadera."

Inestabilidad, anomia, informalidad, ingobernabilidad y una
progresiva disolución institucional son el resultado de la
refundación de la República. En cinco años
de actuación, la revolución
bolivariana no ha hecho sino debilitar progresivamente el ya
precario sistema
institucional venezolano. El constitucionalista Henrique Meier,
luego de una larga y exhaustiva enumeración de las
consecuencias negativas que esta utopía neopopulista
bolivariana ha tenido sobre la institucionalidad pública,
concluye: ".destruyó los sistemas,
funciones y
procedimientos
institucionales creados y organizados a lo largo de 90
años, aquellos asociados a la existencia del Estado,
independientemente de su connotación axiológica,
autoritario o democrático de Derecho.Estos sistemas,
funciones y procedimientos sólo existen a escala formal, en
el papel, y en la retórica del régimen,. En la
práctica reina la pura voluntad personal,
arbitraria, autocrática del jefe de la revolución."
(45)

Nada más alejado de lo recomendado con acertada
visión por el propio Montesquieu: "para que no se pueda
abusar del poder, es
necesario que por disposición de las cosas, el poder frene
al poder."

F. El valor
simbólico de las fechas

Los revolucionarios franceses promulgaron, en su oportunidad,
un nuevo calendario, a fin de hacer palpable y evidente que,
luego de la caída de la monarquía y la instauración de la
República, el tiempo, los
tiempos no eran los mismos; ya Goethe lo había anunciado:
"en este lugar y en este día empieza una nueva historia del mundo." En
efecto, recordemos que los enemigos de la realeza y del absolutismo
encomendaron al poeta Fabre d"Eglantine que propusiera nuevos
nombres para la cronología de la nueva era. Producto de la
sustitución del calendario gregoriano, durante doce largos
y convulsos años, el pueblo francés vivió
bajo la égida de un nuevo calendario revolucionario que
respondía a los siguientes criterios:

  • Dividía el año en doce meses, de treinta
    días cada uno, subdivididos, a su vez, en tres
    períodos de 10 días, conocidos como
    décadas. El último día de cada
    década era de descanso. Los cinco días al final
    del año (del 17 al 21 de septiembre en el calendario
    gregoriano), eran fiesta nacional.

  • El primer año, que se contó a partir de
    fines de septiembre de 1792.

  • El calendario republicano fue abolido por Napoleón,
    en agosto de 1805.

Por supuesto que la Revolución Bolivariana no ha
caído en la tentación de modificar el calendario
gregoriano vigente en el país, sin embargo, no es menos
cierto que ha generado una pasión por las fechas y la
contabilidad
alrededor de ellas, el propio Presidente Chávez así
lo reconoce: "Hemos llegado en el medio de todo este torbellino
de cosas, en medio de esta etapa de cambios mundiales, de cambios
epocales, (sic) en esta transición en marcha, hemos
llegado a 100 días. Cien días difíciles, 100
días de haber asumido con mucha voluntad, eso si, con
mucho tesón sin duda.Cien días son, debo
recordarlo, los primeros cien días, porque esta
mañana me puse a echar números, ustedes saben yo
les he dicho que me gusta mucho la matemática, sacar cuentas como
dicen, y bueno, cinco años, período previsto para
esta primera fase de los gobiernos de transición y de
transformación que vienen en lo adelante, pues esos cinco
años son o implicarán 18 celebraciones, 18 veces
cumpliremos 100 días. Esta es la primera, un poco
así como las primaveras, esta es la primera primavera,
serán 18 primaveras. Exactamente el día 7 de enero
del año 2004 estaremos celebrando estoy seguro, Dios
mediante, y que Dios nos acompañe pues siempre en este
esfuerzo. Estaremos celebrando en el año 2004
—repito compatriotas— el 7 de enero de ese año
por venir, estaremos celebrando los 18, las 18 primaveras, 18
veces cien días. Son 1.825 días, cinco años
de gobierno,
así que hemos dado apenas el primer paso, y este primer
paso yo hoy quiero reflexionarlo con todos ustedes, pues no he
venido aquí a adornar un discurso." (Alocución
Presidencial con motivo de los 100 primeros días de
gobierno)

Los números, los datos
numéricos son de particular importancia para el proceso
bolivariano, incluyendo la manipulación de procesos que
están relacionados con fechas. De esta forma, aunque la
nueva constitución permita la reelección del
presidente por un período de gobierno más,
Chávez anuncia, simbólicamente, que se
quedará en el poder hasta el año 2021. Incluso,
como producto de los procesos constituyente y plebiscitario, el
Presidente Chávez se juramentó dos veces,
extendiendo por más de un año su mandato. Si bien
la situación no es incierta, es por lo menos ambigua y
confusa en lo que a fechas institucionales se refiere.

G. La vestimenta como símbolo

Jean Servier recuerda que en los planteamientos
utópicos: "la vestimenta también evoca las
magnificencias de un pasado embellecido por las luces de la
imaginación." En este sentido trae a colación
algunas realidades literarias y sociales que ilustran con
claridad el carácter simbólico de la
vestimenta:

  • Los benselmitanos en La Nueva Atlántida llevan
    vestidos de resplandecientes colores o pequeños
    turbantes a la turca.

  • Owen recordará el uso de ropas sueltas, al estilo
    de la Roma antigua.

  • Morris en sus Noticias de ninguna parte hará que
    sus londinenses utilicen nuevamente trajes medievales.

  • Campanella viste de blanco, evocando la pureza, a sus
    habitantes de la Ciudad del Sol.

  • En Francia, la revolución prestó particular
    atención al ropaje de los insurrectos, promoviendo el
    uso de estos símbolos indumentarios: el rojo del gorro
    frigio, una especie de pene, símbolo antiguo de la
    liberación de los esclavos y de afirmación de
    la virilidad; la carmañola o chaqueta corta opuesta a
    los trajes de la nobleza, a los hábitos del clero y a
    la toga de los magistrados: el pantalón rayado para
    contraponerlo a los contra-revolucionarios calzones a la
    francesa. (46)

La adopción
de estas nuevas vestimentas, de un ropaje revolucionario,
explicita una voluntad de regeneración, una segunda
piel, un
instrumento para la identidad con
la utopía revolucionaria, el neopoulismo utópico
venezolano no ha sido la excepción. Chávez y sus
seguidores intentaron arrogarse la bandera venezolana como su
nueva vestimenta, pronto sus opositores la reivindicaron para
sí, hoy compartida sigue siendo de ambos bandos. Sin
embargo, el chavismo reaccionó con prontitud a objeto de
que sus seguidores adoptaran como símbolos de pertenencia al proceso
revolucionario la franela, la camisa, la chaqueta de color rojo como
la boina del comandante, así como el chaleco de pescador
que identifica también a los partidarios del
régimen y del partido de gobierno. El hábito vuelve
a hacer al monje.

El
neopatrimonialismo chavista

En este capítulo estableceremos la relación
entre el Mito del
Dorado y su expresión en la conducción de la
política
económica y en el manejo de los recursos fiscales
de la Nación
por parte del Presidente Hugo
Chávez que puede ser calificada, de acuerdo con los
más recientes enfoques político –
económicos, como de neopatrimonialismo, debido a
la transformación del Estado en "propiedad
privada" de quien ejerce el poder
ejecutivo o detenta la dominación de un partido
mayoritario.

1. El Mercantilismo
y el Mito del Dorado.

A continuación examinaremos la noción y rasgos
más descollantes del sistema mercantilista, pondremos
especial énfasis en su desarrollo en
España,
para luego precisar la significativa contribución del mito
del Dorado en la consolidación del mercantilismo español.

A. Concepto y
características del mercantilismo

Los estudiosos de la Historia de la Economía
Política coinciden en señalar que fue Adan
Smith quien introdujo el término para referirse al sistema
comercial o mercantil, sin embargo, subrayan que: "al presente se
entiende el mercantilismo como una fase de la historia
económica que corre entre la Edad Media y
el tiempo del laissez faire, con la consideración debida
por las diferencias que es menester admitir entre los diversos
países." (47) En efecto, existe también consenso en
afirmar que más que un sistema económico en
sí mismo, el mercantilismo fue más bien un tiempo,
una época, una fase especial del acontecer
económico, caracterizada por la homogeneidad relativa de
las prácticas económicas, y en especial
comerciales, – y no necesariamente por principios o
preceptos formales – adoptadas por diversos países
en el lapso que transcurrió de la Edad Media hasta la
época liberal.

En este orden de ideas, el mercantilismo se asocia con el
nacimiento de los modernos Estados Nacionales europeos. Sus
inicios se ubican a mediados del siglo XV, en tiempos en que los
nacientes estados debían sustituir el inmenso poder que
sobre la vida de la sociedad medieval ejerció la Iglesia
Católica y proteger, además, su existencia como
entidades políticas
autónomas e independientes, por primera vez soberanas. En
esta perspectiva histórica, Baptista, citando algunas
precisiones acerca de este período mercantilista
formuladas por Gustav Schmoller, recuerda lo siguiente:
"…teniendo como referencia el tiempo medieval que ha quedado
atrás, – la ciudad-mercado formaba
un sistema completo de moneda, crédito, comercio,
impuestos,
finanzas,
cerrada sobre sí misma y manejada como un todo unido sobre
un plan establecido;
un sistema que tenía su centro de gravedad en los puros
intereses locales.Lo que se tiene frente a los ojos, en la Edad
Media, son centros económicos locales y municipales.todas
las fuerzas empujaban la sociedad hacia una reorganización
sobre bases más amplias y apuntaban a la creación
de Estados Nacionales." (48)

Por supuesto que cada Estado Nacional adoptó su propia
manera de hacer las cosas en términos del mercantilismo:
en Francia
tomó el nombre de Colbertismo; en Alemania y
Austria se denominó Cameralismo; en Inglaterra se le
atribuye su origen, hacia 1550, vinculado con las propuestas del
grupo de los
bullionistas. En todo caso, a pesar de las particularidades que
asumió el mercantilismo en diferentes espacios
políticos, todos los autores mercantilistas conciben la
economía de sus respectivos estados
nacionales como un todo, y subordinan los intereses individuales
al interés
nacional, al de la colectividad.

Entre las máximas o prácticas promovidas por las
naciones mercantilistas destacan fundamentalmente las
siguientes:

  • La asimilación entre riqueza nacional y metales
    preciosos
    , en especial oro y plata,
    constituyéndose éstos en la base de
    sustentación de la economía mercantilista. En
    consecuencia, sí una nación no disponía
    de minas o no tenía acceso directo a ellas,
    debía adquirir comercialmente los metales preciosos.
    Como bien lo expresa Baptista en el subtitulo correspondiente
    de su ya citada obra: Dinero es poder tanto como poder es
    dinero. Sin embargo, luce conveniente recoger también
    la extensa cita de Jacob Vine que ayuda a comprender mejor
    esta asociación de conceptos: "la
    identificación de la riqueza con los metales
    preciosos, bien si es un supuesto tácito o
    explícito que yace tras su razonamiento, ha de
    considerarse, sin embargo, como una fase extrema de la
    doctrina mercantilista prominente en la literatura, que
    influyó de modo importante dentro de la opinión
    pública. Se utilizó de alguna manera
    apologéticamente por sus adherentes menos vehementes,
    y no estuvo presente del todo, e incluso fue de modo expreso
    repudiada por los escritos de unos pocos entre los más
    ilustrados mercantilistas, cuya ilustración, sin
    embargo, tendió a tomar la forma de dejar de lado
    algunas proposiciones centrales del mercantilismo. Algo de la
    aparente identificación puede haber sido puramente
    terminológica, aunque debe repetirse que la
    ambigüedad de la terminología estaba muy cerca,
    como causa y efecto, de una genuina confusión del
    pensamiento." (49)

  • El fomento del crecimiento de la población,
    en virtud de que una nación con mayor cantidad de
    habitantes estaba en mejor disposición para proveerse
    de fuentes de mano de obra, de militares, y podía
    también contar con un mercado de mayores
    proporciones.

  • El desarrollo de la industria, aunque la misma
    estuviese prohibida de ser ejercida en las colonias de las
    potencias mercantilistas.

  • La intervención del Estado en la vida
    económica
    , dando origen al concepto del Estado
    intervencionista.

  • La necesidad de contar con una balanza de pagos
    favorable
    , positiva, es decir, que el valor de las
    exportaciones superase al de las importaciones. La mayor
    parte de las naciones mercantilistas poseían colonias
    que servían como mercados naturales a los productos de
    la metrópoli, y, a su vez, actuaban como proveedoras
    de materias primas. El mercader inglés Thomas Mun
    (1571 – 1641) fue uno de los principales propulsores y
    defensores de esta máxima durante su desempeño
    como director de la East India Company.

Algunos autores dividen la historia del mercantilismo en tres
etapas:

  • La fase monetaria: cuyas manifestaciones
    principales consistieron en prohibir la exportación de
    las monedas, su alteración física y la
    fijación de su curso legal.

  • La fase del balance de los contratos: tiene su
    origen en las prácticas mercantilistas inglesas;
    consistía en un conjunto de normas que regulaban la
    celebración de contratos entre comerciantes ingleses y
    extranjeros. Usualmente se pautaban, entre otras, las
    siguientes restricciones: obligación para los
    comerciantes ingleses de traer al país, en
    metálico, una parte del precio de sus ventas en el
    extranjero; obligación de los comerciantes extranjeros
    que vendían sus artículos en Inglaterra de
    emplear el dinero recibido en pago en la compra de productos
    ingleses. Con estas regulaciones se concretaba la voluntad de
    los mercantilistas para que el Estado pusiese en
    práctica mecanismos legales agresivos y defensivos
    para promover y proteger las ventajas derivadas del comercio
    internacional.

  • La fase de la balanza comercial: Recordemos de
    nuevo que, en criterio de los propulsores del mercantilismo,
    la balanza comercial era el instrumento fundamental para
    enriquecer a la Nación, en la medida en que el valor
    de las exportaciones superase al de las importaciones, con el
    fin de obtener un saldo positivo.

B. El Capitalismo de
Estado y el Mercantilismo español

Los historiadores de España consideran que el logro de
la llamada Unidad Nacional bajo el reinado de los Reyes
Católicos marcó un
hito importante que propicio el florecimiento de doctrinas y
prácticas estatales que promovieron un capitalismo de
Estado, y un sistema mercantilista bastante sui géneris y
ampliamente criticado por sus negativos y desfavorables
resultados para la economía
española de la época de la colonización de
América.

En lo relativo a la concentración de riquezas en manos
de la monarquía, en un apretado análisis, el historiador Jacob Pirenne
resume esta situación de la siguiente manera: "A fines del
Siglo XV, España iniciábase en las prácticas
del capitalismo de Estado.en la Península Ibérica,
después de la expulsión de moriscos y judíos
y la confiscación de sus bienes,
pasaban a disposición de la monarquía enormes
recursos financieros, el Estado fue
la principal, por no decir la única, potencia
financiera, y ese capitalismo estatal, puesto al servicio de
una monarquía centralizada, permitió a ésta
una independencia total y la afirmación de un absolutismo
que pronto se hizo autoritario; en el terreno económico,
ese capitalismo permitió la realización de grandes
empresas como
la del descubrimiento del Nuevo Mundo y la fundación de
vastos imperios coloniales." (50)

El descubrimiento de
América incorporó una nueva corriente mercantil
a las dos que los españoles atendían comercialmente
para la época: la de norte de Europa y la del
Mediterráneo. Fray Tomás de Mercado, en su obra
Suma de Tratos y contratos de
1569, narra que, para entonces, España "tiene
contratación en todas partes de la Cristiandad y aun en
Berbería. A Flandes cargan lanas, aceites y bastardos; de
allí traen todo género de
mercería, tapicería y librería. A Florencia
envían cochinilla, cueros; traen oro hilado,
brocados, perlas, y de todas aquellas partes gran multitud de
lienzos. En Cabo Verde tienen el negocio de los negros, negocio
de gran caudal y mucho interés. A todas las Indias
envían grandes cargazones de toda suerte de ropas; traen
de ellas oro, plata, perlas y cueros en grandísima
cantidad.Todos los factores (comerciales) penden unos de otros, y
todo casi tira y tiene respecto al día de hoy a las
Indias, Santo Domingo, Tierra Firme y
México,
como partes do va todo lo más grueso de ropa y do viene
toda la riqueza del mundo."
(51) (las negritas son
nuestras)

Las ingentes cantidades de oro, plata y piedras preciosas
traídas de las Indias a España contribuyeron, en lo
político, a fortalecer el poder de la monarquía, al
concentrar en manos del rey la casi totalidad de las rentas
coloniales y, en lo económico, a profundizar el
carácter mercantilista de la economía
española. No se dispone de datos seguros y
confiables acerca de la magnitud – muchas veces exagerada o
intencionalmente deformada – de los envíos de oro y
plata que comenzaron a llegar a España en proveniencia del
Nuevo Mundo. Sin embargo, se conoce que desde 1503 afluyeron a la
metrópoli colonial cantidades importantes de metales preciosos
desde La Española, Cuba y
Puerto Rico,
que se incrementarían paulatinamente con las conquistas de
México y Perú, y se elevarían de manera
extraordinaria con la explotación de las minas de
Potosí, Guanajuato y Zacatecas, y con el tratamiento del
mineral de plata con mercurio, es
decir, con la aplicación de la técnica de la
amalgama.

Los historiadores de este período mercantilista
español confirman que: "desde mediados del siglo XVII
hasta el cuarto decenio del siglo XVII se mantienen los
envíos a un nivel casi constante y luego disminuyen, sin
cesar por completo." (52) En todo caso, según las dispares
cifras de algunos tratadistas modernos, las cantidades de oro y
plata enviados de las Indias a la metrópoli estuvieron en
el orden de 181.333 kilos de oro y 16.886.815 kilos de plata,
según las investigaciones
de J. Earl Hamilton; y de 300.000 Kilos de oro y 25.000.000 kilos
de plata, de acuerdo con las pesquisas más optimistas de
Pierre Chaunu.

Este intenso comercio con las Indias Occidentales, con
América, promovió el desarrollo y
consolidación del mercantilismo español, el cual se
sustentó en instituciones y prácticas como las
siguientes:

  • La imposición de un monopolio comercial:
    mediante el llamado pacto colonial el producto de la
    exportación de metales preciosos desde las colonias
    americanas fue la base de la percepción por parte de
    la monarquía española del llamado quinto real,
    aplicado igualmente a las diversas mercancías o
    productos –alimenticios, manufacturados, de lujo
    – que eran enviados a América. A los efectos de
    la recaudación de este impuesto España
    constituyó un monopolio comercial controlado por la
    Casa de Contratación, creada en 1503 y sita en
    Sevilla. Esta institución tenía como objetivo
    fundamental reunir en sus almacenes todas las
    mercaderías que se exportaban a las Indias y se
    importaban de las mismas, y a presidir sus compra, venta y
    transporte. Otra vez de acuerdo con las cifras de Chaunu,
    sólo el 2% del comercio legal escapó del
    estricto control monopólico sevillano.

  • La protección y defensa de las rutas
    comerciales:
    España puso en práctica una
    política de convoyes armados –flotas de Nueva
    España y armadas de Tierra Firme – que
    permitía la protección de los envíos
    comerciales y el control de la recaudación de los
    impuestos derivados del comercio con las colonias, aunque la
    multiciplicidad y complejidad de los procedimientos
    administrativos alargaban los tiempos de navegación.
    Las flotas que partían anualmente desde Sevilla
    tenían destinos diferentes: la primera se
    dirigía al Sur, a Venezuela, Nueva Granada y
    Diarén, la segunda tomaba rumbo a las grandes islas,
    Honduras y Nueva España; a partir de esos centros se
    establecían dos rutas por el Pacífico: el
    célebre Galeón de Manila que
    partía de Acapulco con productos de inconmensurable
    valor, y el codiciado enlace con el Perú y Chile.
    Desde 1554, los navíos no regresaban juntos a la
    metrópoli, ya que los provenientes de Nueva
    España llegaban más tarde a Cuba. La
    importancia que estas flotas comerciales tuvieron para
    España fue tal que: "un contratiempo que supusiera la
    no llegada de un convoy era un auténtico revés
    económico, implicaba la posibilidad de una
    suspensión de pagos de la Real Hacienda en la feria de
    Medina del Campo y, en el fondo, una dificultad para realizar
    la política de la Monarquía. Eso explica que la
    piratería fuera en ocasiones una actividad de Estado
    organizada por potencias rivales para impedir la llegada de
    los tesoros de las Indias." (53) De esta forma, la Casa de
    Contratación no fue sólo una casa de negocios
    para proteger los derechos patrimoniales de los reyes
    españoles, sino que se transformó
    también en todos estos disímiles organismos a
    la vez: un departamento del Gobierno, un Ministerio de
    Comercio, una Escuela de navegación y una Aduana para
    el comercio colonial.

Este esquema mercantilista español sustentado en
prácticas monopólicas y fiscalistas, ha sido
ampliamente cuestionado. Las críticas más
relevantes se relacionan con los siguientes argumentos:

  • La hegemonía política fue alcanzada sin
    contar con el florecimiento económico, la Hacienda
    Española practicó como único sistema el
    de trampa y adelante, siempre empujada por la perentoriedad
    de lo político y lo militar.

  • El deseo de atesorar y valorizar el oro de las Indias se
    vio prontamente frustrado, debido a que la escasa
    producción nacional hacía indispensable la
    importación de bienes desde otras naciones, lo que
    condujo a tener que utilizar los metales preciosos para pagar
    el saldo negativo de la balanza comercial y los
    empréstitos que los reyes obtenían para
    financiar la hegemonía política y militar.
    Así, los beneficiarios finales del mercantilismo
    español fueron los financistas y comerciantes
    extranjeros. Ya las Cortes de 1588 a 1593 lo habían
    registrado: "Con poder estar (nuestros reynos) los más
    ricos en el mundo oro y plata en ellos ha entrado y entra de
    las Indias están los más pobres porque solo
    sirven de puente para pasarlos a los otros Reynos nuestros
    enemigos y de la Santa Fe Católica."

  • En lo referente al comercio monopólico, un
    sinnúmero de restricciones y un monopolio en
    demasía celoso, sumados a un creciente contrabando
    ejercido por extranjeros en Cádiz o en Sevilla, son el
    resultado final de la historia comercial de España con
    las Indias. Así la Corona de Castilla vio pasar el
    comercio con el Nuevo Mundo a manos rivales, su marina
    reducida a niveles insospechados conducida por tripulaciones
    y bajeles suministrados por comerciantes extranjeros, quienes
    desviaban la riqueza española en su propio origen.

  • Las repercusiones de la política mercantil fueron
    desastrosas para los burgueses nacionales, quienes perdieron
    la influencia que habían tenido; la nobleza sobre la
    que se apoyaba el absolutismo, empleó las
    disponibilidades financieras que se le atribuían en la
    compra de fincas, promoviendo así la creación
    de inmensos e ineficientes latifundios, trabajados por un
    campesinado que vivía míseramente.

  • Entre 1500 y 1650 se triplica la cantidad de metales
    preciosos. Las entradas de oro y plata superaron la
    producción de bienes y servicios y, ante el temor a la
    escasez o aumento de los precios, se efectuaron compras
    inmediatas de oro y plata: De esta forma, se aceleró
    la circulación del dinero y los precios subieron,
    mientras que los salarios se incrementaron a un ritmo menor
    que los precios. La inflación en España fue
    también un producto de su política
    mercantilista. Ya en 1608, Pedro de Valencia lo
    advertía: "El daño vino del haber mucha plata y
    mucho dinero, que es y ha sido siempre.el veneno que destruye
    las Repúblicas y las ciudades. Piénsase que el
    dinero las mantiene y no es así: las heredades son
    labradas y los ganados y pesquería son las que dan
    mantenimiento."

  • Al no existir empleo bien remunerado en la agricultura, y
    muy poco o ninguno en la industria o el comercio, la
    población española terminó
    empleándose en la Administración Pública
    o en órdenes religiosas. A fines del siglo XXVIII, los
    empleados estatales eran la quinta parte del censo y un 30%
    de los españoles formaban parte del clero o de
    órdenes religiosas, o vivían a expensas de la
    Iglesia Católica. (54)

En fin, la situación planteada por el capitalismo de
Estado y el mercantilismo en España puede verse muy bien
resumida en estos versos de Francisco de Quevedo y Villegas:

"Nace en las Indias honrado

Donde el mundo le acompaña;

Viene a morir en España

Y es en Génova enterrado.

Pues quien le trae al lado

Es hermoso, aunque sea fiero,

Poderoso caballero

Es Don Dinero."

C. La contribución del mito del Dorado

Para entender mejor la contribución que el mito del
Dorado tuvo sobre el desarrollo de la España
mercantilista, es conveniente tener presente las motivaciones, el
imaginario, la ideología, su percepción
del mundo medieval que el conquistador español trajo al
momento de encontrarse con un Nuevo Mundo. Uslar Pietri anota
que: "Lo que vino de afuera también era viejo. Vino en los
conquistadores la Castilla del final de la Edad Media, con una
lengua y una
religión
formadas en más de quince siglos de historia. Con una
estructura
social y una concepción del mundo que venía de
las más viejas fuentes de
Mediterráneo.Todo lo más vetusto de Occidente
llegó con ellos. Lo primero que hacían era aplicar
una institución romana: establecer un cabildo, y dar un
nombre del santoral católico a las nuevas tierras.El
español que llega a América viene con la
visión de que simplemente ha encontrado un espacio que
llenar y que va a reproducir lo que dejó. Va a crear una
nueva España, una nueva Castilla, una nueva
Andalucía." (55)

Este español que se topa con lo que después se
denominaría América, trae consigo motivaciones
diversas y contradictorias, entre las que destacan las
siguientes:

  • La ideología caballeresca como herencia
    significativa y específica de la Alta Edad Media. En
    efecto, más de la mitad de los españoles que
    vinieron a las Indias en los tiempos de la
    colonización eran hombres de armas. Entre ellos
    había un predominio evidente de los segundones de la
    nobleza e hidalgos, en quienes estaba muy arraigada la
    mentalidad guerrera y aventurera de la época, exaltada
    al máximo por los héroes de las novelas de
    caballería .Recordemos que la expresión
    hidalgo, fijodalgo en la Edad Media, resulta de la
    expresión hijo de algo. Para Menéndez
    Pidal tiene el sentido de hijo de valía, hijo de pro,
    osease, hombre que tiene un valer heredado, Américo
    Castro, por su parte, vincula el de algo más
    bien con riqueza, bondades. En todo caso, la expresión
    fijodalgo: "se usó a veces durante la edad
    Media en sentido amplio, aludiéndose con ella a todo
    noble por linaje, pero comprendiendo en esa
    denominación, no sólo a los nobles de segunda
    categoría o infanzones, sino a los miembros
    de la clase nobiliaria superior o burocrática, como
    los magnates o ricos-hombres, sin embargo, el uso más
    corriente fue el de designar con el nombre de
    fijosdalgo a los nobles de categoría
    secundaria o infanzones." (56)

  • La fama es un componente fundamental de la
    ideología individualista de la época, cuando
    los héroes, el victorioso caballero andante o el
    enriquecido mercader, eran los personajes públicos por
    antonomasia a ser emulados. Cualquiera que se prendase de
    sí mismo y de sus heroicas acciones, dignas de la
    posteridad, hubiese podido bien acoger el célebre
    epitafio del poeta español Gómez Manrique:
    "Aquí muerto yace el hombre que vivo queda su
    nombre."

  • La conquista espiritual: el conquistador
    español apeló permanentemente al
    carácter católico y evangelizador de la Empresa
    de Indias; el cronista Bernal Díaz del Castillo lo
    confirma en respuesta a Hernán Cortés: ".y los
    que habíamos sido en el concierto le respondimos que
    no era bien traernos engañados; que en Cuba
    pregonó que venía a poblar e que viene a
    rescatar, y que le requeríamos de parte de Dios
    Nuestro Señor y de su majestad que luego poblase, y no
    hiciese otra cosa, porque era muy gran bien y servicio de
    Dios y su majestad."

  • La aventura estuvo por supuesto indisolublemente
    asociada con el descubrimiento, la conquista y la
    colonización de América. De ninguna otra forma
    se podría denominar el móvil que llevó a
    ese conjunto de hombres a perseverar en su intento de conocer
    en profundidad la nueva y disímil realidad
    geográfica y cultural que el Nuevo Mundo
    ofrecía. Tan sólo en lo geográfico,
    imaginemos la nueva dimensión: "hombres que nunca
    habían visto un río más grande que el
    Guadalquivir desembocaron en el Amazonas, en el Plata, en el
    Orinoco, en el Magdalena, Hombres que nunca habían
    visto una montaña más alta que los Pirineos se
    encontraron con el Aconcagua, con la cordillera blanca del
    Perú, con las murallas de nieves más
    gigantescas que el mundo conoce fuera de Asia. Las llanuras,
    las selvas inmensas, e inagotables, el espacio
    geográfico, en una dimensión que ellos no
    conocían, y la presencia de una naturaleza activa y
    agresiva que tampoco existía para ellos." (57)

  • La fortuna que para los españoles
    suponía, por un lado, la posesión de tierras y
    brazos para trabajarlas, y por el otro, fruto de la
    visión mercantilista predominante, la posesión
    de metales preciosos, y en especial, oro. Otra vez Bernal
    Díaz del Castillo realiza la crónica de esa
    incesante y obsesiva búsqueda de fortuna, de oro, por
    parte de los conquistadores de América: "porque me
    dicen muchos curiosos lectores que ¿qué es la
    causa de los verdaderos conquistadores que ganamos la Nueva
    España y la grande y fuerte ciudad de México,
    porqué no nos quedamos en ella a poblar y no nos
    veníamos a otras provincias? Tienen razón de lo
    preguntar; quiero decir la causa por qué, y es esto
    que diré. En los libros de renta de Montezuma
    mirábamos de qué partes le traían el
    oro, y donde había minas y cacao y ropa de mantas; y
    de aquellas partes que veíamos en los libros que
    traían los tributos de oro para el gran Montezuma,
    queríamos ir allá."

El incontenible afán de encontrar el oro del Dorado, en
medio de la perspectiva mercantilista de la época, fue
suficiente motivación, detonador de incursiones y
expediciones en épocas y localidades distintas por parte
de aventureros españoles, alemanes y hasta por el propio
Walter Raleigh, quien consignó el testimonio de su
incesante búsqueda en tierras guayanesas, en su conocida y
difundida obra Discovery.

Mucha razón tiene el doradista Ramos Pérez,
quien después de años de investigación concluye lo siguiente acerca
del Dorado y su trascendental relevancia: " el mito, según
las conclusiones a las que llegamos, más que estar en un
lugar concreto, vive
latente, hasta que brota en la mente de los que le adivinan, como
resultado de una suma de elementos: primero, de una teoría
– que de momento nada tiene que ver con él –
sobre el ámbito que suponían más propicio
para la existencia de veneros auríferos, en la que
participan por congio , sucesivos conquistadores, después,
por las sugestiones localizadas y concretas que originan una
exaltación imaginativa y, por último, con la
superposición interpretativa determinada por unas nociones
subyacentes que se transportan a la realidad, al reconocerse en
ella una serie de indicios confirmantes." (58)

2. El nuevo Dorado: el
petróleo en la economía y la sociedad
venezolana

Sería redundante y alejado de nuestro propósito
realizar un exhaustivo análisis de la influencia y
repercusiones que el petróleo
ha tenido sobre la vida nacional, en general, y el rentismo
petrolero sobre la economía venezolana, en particular. Son
muchos las reflexiones que venezolanos ilustres de diferentes
formaciones profesionales y militancias políticas, han
realizado sobre el tema para confirmar que: " En Venezuela.la
división internacional del trabajo y el atraso del
país a comienzos de siglo dieron lugar a un proceso de
desarrollo bajo condiciones atípicas, con una renta de
la tierra de
monto creciente, como fuerza motriz
primordial. De allí la clasificación del
capitalismo venezolano como un capitalismo rentístico.Este
capitalismo peculiar constituye el tema central del pensamiento
económico venezolano." (59)

Arturo Uslar
Pietri, en su celebrado artículo Sembrar el
petróleo
publicado el 14 de julio de
1936 en el diario Ahora, fue el primero en subrayar de
manera enfática el carácter deformante de dicho
recurso sobre la economía venezolana: " El petróleo
no es una cosecha ni una renta, sino el consumo
continuo de un capital
depositado por la naturaleza en
el subsuelo."

En este acápite lo que más interesa destacar son
los efectos que nuestro nuevo Dorado – el petróleo – ha
tenido sobre la participación cada día más
creciente del Estado en la vida económica, el capitalismo
de Estado venezolano.

A. Efectos económicos

Entre las consecuencias nocivas de la influencia del
petróleo en la economía nacional, podemos subrayar
las siguientes:

  • Sector público y privado dependiente de la
    exportación petrolera y, en especial, del ingreso
    fiscal petrolero.

  • Sector privado excesivamente dependiente de las
    decisiones de política pública,
    como es el
    caso en materia de gasto corriente, inversión,
    protección económica, subvenciones, precios,
    financiamiento, política laboral, monetaria o
    cambiaria.

  • Control ineficiente de la inflación generada por
    el exceso de circulante ocioso sin destino
    productivo.

  • Débil competencia entre empresarios, reforzada
    por el carácter familiar de los grupos
    empresariales
    .

  • Búsqueda de alta rentabilidad a corto plazo
    como respuesta a los ciclos de precios el petróleo y a
    las cambiantes políticas petroleras de los gobiernos
    de turno.

  • Baja competitividad internacional de las empresas
    venezolanas.

  • Empresas públicas de baja rentabilidad,
    debido a políticas de subvenciones sociales o
    económicas, a las altas reivindicaciones sindicales, a
    la partidización y el clientelismo político,
    así como a la falta de productividad y
    competitividad.

  • Concentración del ingreso en manos de un
    reducido sector de la población
    .

Sin embargo, coincidimos totalmente con Uslar Pietri cuando,
en su oportunidad, advertía que el más pernicioso
efecto sería el que citamos: " una parte de esa gran
riqueza.se ha invertido en crear un Capitalismo de Estado.Ese
Capitalismo de Estado tiene consecuencias graves. Si sigue
creciendo ilimitadamente, Venezuela va a llegar a ser un
país, no ya de dependientes del petróleo, sino de
dependientes del Estado, y ese capitalismo monstruoso del Estado,
llegará fatalmente a convertirse.en una terrible
máquina de tiranizar." (60)

B. Efectos socio-políticos

En lo concerniente a los efectos negativos de la dependencia
del rentismo petrolero sobre la vida social y política nacional,
podemos destacar las siguientes:

  • Necesidad de un gasto público creciente,
    como producto del reforzamiento del Estado como exclusivo
    mecanismo distribuidor de una renta petrolera insuficiente
    ante nuevas y extendidas demandas sociales.

  • Corrupción administrativa generalizada y
    establecida como práctica común en la forma de
    hacer negocios con el Estado.

  • Creencia arraigada de vivir en un país rico.
    Ya Rómulo Betancourt lo había constatado:
    "mentalidad minera de nuevos ricos manirrotos, comenzaron a
    adquirir los sectores privilegiados de la población.
    El ininterrumpido fluir de dólares estimuló las
    importaciones, se hipertrofió el comercio y se
    configuró, para años, esa fisonomía de
    nación principalmente consumidora de mercancías
    extranjeras." (61)

  • Distribución desigual del ingreso nacional,
    aumento desmedido de la pobreza crítica y de la
    economía informal.
    Una vez más con Uslar
    Pietri: "una población emocional y socialmente
    desajustada, de conuqueros, trabajadores manuales no
    clasificados, de millares de niños y adolescentes
    abandonados, se mueve o tiende hacia las ciudades y las
    regiones donde brilla el azariento atractivo de la riqueza
    petrolera, como si quisieran pasar, por una operación
    de magia colectiva, en las aldeas y pueblones que no han
    salido todavía de lo más dormido de nuestra
    época colonial, a la abundancia, al dinero y al lujo
    de las pródigas ciudades donde se concentra la riqueza
    nueva." (62)

En fin, como bien lo señalan Baptista y Mommer: "Es
así como la experiencia vivida revela una abierta
desproporción entre los medios
empleados – la renta percibida y gastada – y el desarrollo
real de la economía nacional. Esta desproporción es
la que se siente como un fracaso." (63)

3. Concepto de patrimonio
real: diferencia entre Corona y Rey

Desde la antigüedad, se denomina patrimonio real al
conjunto de bienes que constituyen el patrimonio del rey en
cuanto regente y que se distinguen de los bienes de la Hacienda
del Estado, y, por supuesto, de los particulares del monarca o
majestad. En efecto, ya a partir del principado de Augusto, se
diferenció en el Imperio Romano
entre el tesoro público formado por el Erario
(Aerarium Saturni) y el fisco imperial (Fiscus
Caesaris
) y el patrimonio particular del emperador. Sin
embargo, en la práctica, después de la
desaparición del Emperador Augusto, este patrimonio
privado fue usurpado por sus sucesores y se fue transmitiendo de
unos a otros como un patrimonio del Emperador en cuanto tal, el
llamado Patrimonium Principis, distinto de los bienes
privados (res privata) de cada emperador o gobernante.
El patrimonio imperial o real, según el caso, estaba
constituido fundamentalmente por grandes dominios territoriales.
(64)

En un excelente ensayo de
Manuel García – Pelayo acerca la Corona como
símbolo y concepto político, el politólogo
nos ayuda entender mejor esta distinción entre Corona y
Rey, y, en consecuencia entre el patrimonio de uno y otro.
Sintetiza nuestro autor sus reflexiones acerca de la Corona de la
siguiente forma: ".la Corona se manifiesta como un centro
jurídico ideal de integración:

a. De bienes, de derechos y de poderes de
índole heterogénea, pero que en todo caso,
comprende los iura y las potestades referentes
a la utilidad
pública.

b. De un territorio no solo concebido como simple objeto de
poder político (por ejemplo: tal feudo o tal tierra
perteneciente a la Corona), sino como algo de lo que la Corona
misma es su configuración política y que, por tanto
está indisolublemente articulado a esta, de lo que son
denominaciones como Corona Anglaie, Corona Bohemiae,
etc.

c. De la dignidad,
oficio o cargo real que es ejercido por el monarca, según
el orden de sucesión del trono y que, por tanto, y como
vinculado trasciende a la persona
física del Rey.

d. De ciertos cargos del Gobierno central.

e. De los estamentos que se consideran vinculados al rey por
razón de la Corona y que entienden que atañendo la
Corona a todos no puede modificarse su status sin el
asentimiento de todos

f. Del conjunto de lealtades que derivan de estas
vinculaciones." (65)

A los fines de nuestro análisis, vale la pena citar de
nuevo a García Pelayo en lo concerniente a la
ampliación de sus conclusiones en relación con el
tema más específico de la diferenciación
entre Rey Y Corona: "Rey y Corona.se desprende que la
Corona es concebida como una entidad jurídico
pública distinta de la persona física del rey."
(66)

Establecida esta muy importante diferencia entre Corona y Rey,
examinemos cuál fue su repercusión sobre la
titularidad jurídica de las Indias al momento de su
descubrimiento por el Almirante Cristóbal
Colón.

4. Las Indias: patrimonio de los Reyes
Católicos

Desde el momento mismo del descubrimiento de las Indias, de la
futura América, se planteó una preocupación
fundamental en relación con la fundamentación
jurídica, el justo titulo, que sustentase el
dominio por
parte de España y de los Reyes Católicos de la
conquista y
posterior colonización de los nuevos territorios de
ultramar. (67)

En este sentido, los historiadores de la España
colonial reconocen que: ".el problema de los títulos que
justificarán la dominación española en
Indias, confundido parcialmente con el de la condición de
los indígenas y la licitud de las encomiendas, devino el
tema central de aquellas Juntas consultivas para las Indias
celebradas bajo la inspiración soberana a lo largo de la
primera mitad del siglo XVI, aparte de la elaboración
doctrinal que numerosos autores, teólogos y juristas
formularon con carácter privado, o con cierta
relación con los aludidos debates." (68)

En un primer momento, se consideró suficiente recurrir
al titulo romanista del propio descubrimiento, basado en un
texto de las
Siete Partidas de Alfonso X, el Sabio, que
permitía sujetar las tierras descubiertas al
señorío de Castilla; además las tierras
descubiertas por Colón se encontraban fuera de la zona
reservada a Portugal de acuerdo con el Tratado de Alcazovas.

Sin embargo, en virtud de que muchos de los territorios
descubiertos estaban poblados, en la corte se arguyó que
este titulo romanista no era suficiente, ni totalmente aplicable
al caso de las recién descubiertas Indias. Estas
argumentaciones, unidas a la rivalidad marítima entre
España y Portugal, y una posible amenaza de guerra entre
ambas naciones por los nuevos territorios del Poniente
Atlántico, obligaron a los Reyes Católicos a
recurrir a la autoridad
temporal del Papa, bajo el concepto medieval del dominus
orbis
, a fin de que éste les permitiera disponer a su
albedrío de los territorios en manos de infieles,
idólatras y paganos, y transferirlos, en plena soberanía, a un dignatario cristiano para
evangelizarlas.

Teniendo en cuenta estos criterios, el 3 de mayo de 1493, el
papa Alejandro Borgia, Alejandro VI, promulgó la bula
Inter Cetera – que junto con otras cuatro bulas del
mismo pasaron a ser conocidas como las Bulas Alejandrinas
en la que otorgaba a los reyes de Castilla y a sus
sucesores el señorío sobre las tierras e islas
descubiertas,
es decir, que la titularidad sobre las Indias
recayó sobre los reyes como personas y no sobre sus
coronas.

Esta titularidad de los Reyes Católicos sobre las
Indias, hace que la reina Isabel la Católica, en su
testamento fechado en 1507, declaré: "el reino de Granada
y las tierras y las islas y tierra firme del mar Océano,
descubiertas o por descubrir, ganadas o por ganar, han de quedar
incorporadas a sus reinos de
Castilla y León; pero manda que se pague a su marido
Fernando la mitad de lo que rentaren. Era, ni más ni
menos, un legado voluntario, y se refería no a la mitad de
las tierras, sino a la mitad de sus rentas, y no de todas las
islas y tierras de Indias, sino de las que en ese momento de
hacerse el legado estuviesen descubiertas y ganadas. Sin embargo,
Don Fernando, en más de una ocasión, habló
como de cosa suya la mitad de las Indias." (69)

Sin embargo, la línea que fija la bula papal es poco
precisa: a 100 leguas de las Azores y de Cabo Verde, a Occidente
de ella, lo que se descubriese para España, a Oriente para
Portugal. El rey de Portugal Juan II no acepta este arbitraje
geográfico de su Santidad y envía a sus embajadores
reclamando un nuevo acuerdo. Como resultado de la negociación se suscribe el Tratado de
Tordesillas de junio de 1494, según el cual se fija el
nuevo límite a 370 leguas de Cabo Verde y se acuerda que
también pertenecerá a España todo lo ya
descubierto a 250 leguas de dicha demarcación. Los efectos
de este pacto han sido objeto de consideraciones
disímiles, de opiniones a favor y en contra, sin embargo,
como bien lo señala Juan Pérez de Tudela y Bueso:
".la concordia de Tordesillas fue cardinal en sus efectos. Para
comprenderlos mejor en su totalidad bastaría con suprimir
imaginativamente aquel acuerdo: ni Castilla ni Portugal hubieran
podido sin él dar continuidad coherente a sus respectivas
empresas ultramarinas, embargadas por una rivalidad vieja que
ahora se hubiese agigantado. El monopolio
sobre un marco geográfico era una condición de
lógica
instrumental para la colonización moderna (como ya lo
había sido en la antigua), y el convenio de 1494 se
apresuró a comprenderlo." (70)

De esta forma, a pesar de la alteración del
ámbito geográfico de actuación de uno y otro
imperio allende los
mares, en el Poniente Atlántico, permaneció sin
cambios, inalterable, la titularidad de la propiedad de
América española en cabeza de los Reyes
Católicos y sus sucesores. Eduardo Casanova lo ilustra muy
bien, cuando, en su novela En los
Tiempos de Bolívar,
asevera para justificar y
entender mejor la Guerra de Independencia de América del
Imperio Español: "no hay rey en España, y se
trata de que el vínculo de América no es con el
Estado, sino con la persona del Rey,
de manera que se ha roto
y ha surgido el derecho de gobernarse por sí solos para
los americanos." (71) (las negritas son nuestras)

Venezuela:
patrimonio de Hugo Chávez

Hemos señalado que el neopatrimonialismo implica la
concentración de los recursos públicos, en este
caso, los ingresos
fiscales, en una elite que termina transformando el Estado en
propiedad privada, en patrimonio personal – en nuestra
realidad en patrimonio presidencial- de quien ejerce el
poder ejecutivo o detenta el control de las decisiones del
partido mayoritario gobernante.

La ya citada investigadora María Gloria Trocello, en
referencia al neopatrimonialismo sostiene lo siguiente:
"Según Weber, la
dominación tradicional es la que sostiene a estos
regímenes y se caracteriza porque la dominación
tradicional se sostiene en la tradición, dándole al
ungido amplios poderes arbitrarios. Si nos enfocamos en los
patrimonialismos modernos, y procuramos adaptar los conceptos
weberianos podemos concluir: la legitimidad que se obtiene por el
voto popular produce.una valoración mítica que
adquiere la funcionalidad de la santidad de las
ordenaciones
en los modos de legitimación tradicional.En la
legitimación se requiere de un señor que
no es un superior sino un señor
personal.
La estructura patricial de dominación es
patrimonial cuando aparece un cuadro administrativo personal del
señor y los compañeros se transforman en
súbditos…De acuerdo con esta
caracterización weberiana, podríamos decir que
los patrimonialismos modernos centrarán sus
prácticas en dos instituciones: el clientelismo y el
prebendalismo. El primero tendrá entre sus
prácticas directas la entrega de bienes a las clases
más pobres y el segundo como un sistema de favores con los
leales al régimen, generalmente en otras clases
sociales.
(72) (las negritas son nuestras)

Examinemos a continuación algunas de las
prácticas y modalidades de actuación que
caracterizan al gobierno del Presidente Hugo Chávez como
neopatrimonialista.

A. El país como ventaja comparativa

Aunque el término ventaja comparativa es de uso
común en la Economía Política e
Internacional, en la actualidad, y en especial desde la
perspectiva gerencial, es utilizado para referirse exclusivamente
al valor de las riquezas naturales, a los atributos
físicos de los que está dotado un país. Se
diferencia así la ventaja competitiva de la comparativa,
la primera se relaciona con la inteligencia
de la gente, con su conocimiento,
con su talento, con su capacidad para crear riqueza y
prosperidad, a pesar, incluso, de la no tenencia de recursos
naturales, la segunda, por el contrario, enfatiza el valor de
los recursos naturales, del clima y la
vegetación, de los metales preciosos, del
petróleo. En fin, un eslogan francés, no exento de
suficiencia y arrogancia ilustró a cabalidad esta
diferencia durante el embargo perolero impuesto por los
países árabes en la década de los setenta:
En Francia no tenemos petróleo, pero tenemos
ideas.

A objeto de ilustrar el énfasis que el Presidente
Chávez le otorga a las ventajas comparativas venezolanas,
citemos su descripción estratégica de
Venezuela, que por supuesto no excluye la gloria libertadora de
Bolívar, ni el carácter heroico de nuestro pueblo:
" un país con una fachada Caribeña, dos mil
doscientos kilómetros tiene Venezuela de costas en el
Caribe. Decenas de Islas algunas más grandes que algunos
otros países del Caribe. Una fachada caribeña, una
fachada atlántica que nos da salida por el Orinoco, a ese
inmenso Océano Atlántico y una fachada Andina que
nos une. Venezuela es como un engranaje, un engranaje
geopolítico entre el Caribe, la Amazonía y los
Alpes, una excepcional ventaja geopolítica. Pero no solo es un país
con más de medio millón de kilómetros
cuadrados de mar territorial y zona económica exclusiva.
En la fachada caribeña Venezuela limita por el Norte no
como nos enseñaron a nosotros cuando éramos
niños,
«Venezuela limita por el norte con el Mar Caribe»,
no. Venezuela limita por el norte con República
Dominicana, Venezuela limita por el norte con Estados Unidos.
Ahí está el Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Venezuela, limita por el Norte con los Países Bajos, el
Reino de los Países Bajos, Venezuela limita por el Caribe
con Francia, los llamados Territorios de Ultramar, lo cual nos da
una configuración geopolítica sumamente
interesante. Además de todos estos países,
Venezuela pertenece a esa gran cuenca del Amazonas, siete
millones de kilómetros cuadrados —me refiero a toda
la Cuenca— con la que nos interconectamos no solo con la
selva, sino con los grandes ríos. El Orinoco se une con el
Amazonas, por ejemplo, en una gigantesca arteria vial, es como la
arteria del Continente Suramericano, una de las riquezas, creo
que las riquezas que tiene, el más grande que tiene el
planeta, en cuanto a recursos de vías, biodiversidad
y reservas para la vida humana. Venezuela, además, cuenta
con la más grande reserva de petróleo del mundo,
cuando incluimos las gigantescas e incalculables reservas que
fueron descubiertas hace pocas décadas, de lo que se llama
la Faja Bituminosa del Orinoco, todas las riberas nortes del
Orinoco tienen una gigantesca e incalculable reserva de
petróleo, solo que superpesado. Eso nos coloca en el
primer lugar en el mundo en depósitos naturales de
petróleo. Y además ya tenemos la tecnología, ya
estamos convirtiendo petróleo superpesado que es como
piedra, un proceso tecnológico, en petróleo
liviano. De seis, siete grados API, lo llevamos allá mismo
en nuestro territorio a veintiocho grados API, petróleo
liviano. Venezuela, con millones de kilómetros cuadrados
de hectáreas de tierras fértiles, de grandes
sabanas para la cría, la siembra. Venezuela, con recursos
de agua dulce
gigantescos, somos el séptimo país en recursos de
agua dulce en el mundo, grandes ríos, grandes lagos,
además del mar. Venezuela con bellezas turísticas
como el salto de agua más alto del mundo y Canaima, que es
en verdad un paraíso. Venezuela, con grandes riquezas
minerales de
bauxitas, de hierro,
montañas de hierro a flor de piel, minerales preciosos,
oro, diamantes." (Visión Estratégica de
Venezuela, Madrid, 16 de
abril de 2002)

Es evidente que no sería objetivo decir que la
visión estratégica del Presidente Chávez se
limite a exaltar únicamente nuestros recursos naturales,
nuestras ventajas comparativas, pero tampoco se puede negar que
es una percepción presidencial de reiterado corte
mercantilista, rentista y doradista. En esta perspectiva,
Venezuela sigue siendo, en el imaginario presidencial, yacimiento
petrolero, plataforma de gas, minas de oro
y de diamantes, costas idílicas, selva lujuriosa,
imponentes montañas, animales sin
nombre conocido e inmensos mares de agua dulce.

En el mismo momento de su toma de posesión, el 2 de
febrero de 1999, así lo subrayaba: "¡Tanta
riqueza¡, se preguntarán ustedes; la reserva de
petróleo más grande del mundo, la quinta reserva
más grande del mundo en gas, oro, un inmenso Mar Caribe
rico y hermoso que nos une con tantos hermanos de ese mare
nostrum, ríos inmensos, caudalosos, hay pueblos que han
tenido que hacer ríos debajo del desierto, han tenido que
construir ríos debajo de la arena para llevarle agua a sus
pueblos, nosotros somos uno de los países con mayor
reserva de agua dulce del mundo entero, millones de
hectáreas de tierra fértil, inmenso territorio
propicio para el turismo, un pueblo joven,
alegre, dicharachero, caribeño y pare ahí de
contar."

De allí el desmedido interés, el innecesario
protagonismo del Presidente de la República en el
otorgamiento de una concesión de gas, en la firma de un
convenio para la explotación de la orimulsión, en
la suscripción de un contrato con
una empresa
multinacional minera, en fin, en todo aquel acto administrativo
que suponga la explotación de las ventajas comparativas
nacionales.

B. El agrarismo bolivariano

Un corolario de esta visión de explotación
prioritaria del sector primario de la economía, muy propio
además del pensamiento utópico, lo constituye el
agrarismo sustentado por el presidente Chávez y la
revolución bolivariana. En este sentido, Chávez
enfatiza: "Que no se queden los campos abandonados, sería
muy doloroso ver tanta tierra fértil y los campesinos a un
lado sin trabajo, sin tierra, sin crédito, eso es muy
doloroso porque ellos viven de eso y el país necesita la
producción para elevar su nivel de
independencia y de soberanía. No podemos seguir importando
casi todo lo que nos comemos, tenemos que producir aquí.
La agricultura
tiene rango constitucional de primer orden y lo tendrá,
tiene rango estratégico incluso de seguridad del
país y así lo vamos hacer y las Fuerzas Armadas
también están incorporándose a esto. Hemos
activado ya varias granjas cívico militares
para integrarnos con todos esos recursos a este proyecto que es
estratégico, granjas integrales.
(Alocución presidencial a los 100 días de
gobierno)

Como bien lo subraya Joaquín Marta Sosa,
refiriéndose a la ya citada frase de Uslar Pietri –
sembrar el petróleo -, en palabras también
aplicables al agrarismo bolivariano: "Sembrar no es una
apuesta industrial, moderna, urbana, es una metáfora
agro-rural. Es decir, la Venezuela pos-petrolera debe
ser una Venezuela pre-petrolera, y regresar a la
economía productiva, es decir, a la del campo, como si el
petróleo fuese un túnel en el tiempo en cuya
oscuridad debe desaparecer para hacer posible el mito del eterno
retorno, en este caso el de la recurrencia mítica de lo
agrario. De esta manera "sembrar el petróleo" es
volver al mito del "buen salvaje" por otra vía: el
petróleo nos ha deformado al punto de convertirnos en el
mal salvaje, su "siembra" nos devolverá a la perdida y
edénica condición de "buenos salvajes". Y en contra
de ese mito identitario convertido en mito motor,
según el cual somos un país petrolero,
afirmación de la que Uslar descree, llega a escribir cosas
tan terribles y definitivas como esta: "necesitamos librarnos
como quien se libera de un peligro de muerte de la dependencia
petrolera
." (Conferencia
Queremos tanto al mito dictada el 17 de marzo de
2004).

Además de la vuelta a la tierra, de la
exaltación arcádica de lo rural, los utopistas
clásicos también propugnaban la necesidad de
graneros, de despensas populares. En coherencia con la
visión utópica bolivariana se crean los mercados
populares, los llamados Mercal, cuya misión y
mecanismos de acción son los siguientes: efectuar el
mercadeo y
comercialización, permanente, al mayor y
detal de productos
alimenticios y otros productos de primera necesidad, manteniendo
la calidad, bajos
precios y
fácil acceso, para mantener abastecida a la población venezolana y muy especialmente la
de escasos recursos económicos, incorporando al grupo
familiar, a las pequeñas empresas y a las cooperativas
organizadas, mediante puntos de comercio fijos y móviles;
desarrollando una imagen
corporativa en todos sus procesos y con apego a las normas que rigen
la materia; para
garantizar la seguridad alimentaria. En ejercicio de su objeto,
la empresa
podrá comprar, vender y permutar dichos productos,
instalar mercados permanentes, puntos de venta fijos,
módulos de mercados ambulantes, así como
desarrollar megamercados o mercados populares en cualquier parte
del territorio nacional.

En su programa
Aló Presidente del 2 de Mayo de 2004,
Chávez vuelve a enfatizar el carácter agrarista de
su gobierno, así como la importancia que le otorga a
graneros, despensas y centros de acopio comunitarios: "Venezuela
tiene que volver a ser un país agro – productor, un
país que produzca buena parte de lo que nosotros nos
consumimos, alimentos para la
vida, alimentos para la soberanía, alimentos para la
fortaleza mental, para la fortaleza física, para la
fortaleza individual y sobre todo la colectiva. La agricultura,
eje estratégico para la vida nacional, pero no sólo
de la agricultura, de la producción, sino se trata de la cadena
agroalimentaria. Desde allí, desde los campos del
Guárico dicen que está muy buena la
producción de arroz.Todo el arroz que estamos consumiendo
es arroz nacional, y en esa dirección tenemos que seguir avanzando. El
arroz, el maíz, el
ganado vacuno como la carne de pollo, la carne de pescado, los
alimentos básicos para la dieta alimentaria.que sea
asequible, que llegue a todos.Eso es parte del compromiso de este
gobierno con Venezuela y estamos aquí en ese
camino.Así que estas instalaciones. las estamos
recuperando, así como hemos estado recuperando en todo el
país: silos, depósitos, galpones, terrenos,
etc."

No en vano, con el fin de alimentar su utopía
bolivariana, el Presidente Chávez acentúa, en sus
alocuciones y entrevistas,
sus orígenes campesinos, evocando el paraíso rural
perdido, su Arcadia barinesa.

C. Nuevas modalidades para la asignación de los
recursos públicos

Al momento de conceptuar el neopatrimonialismo, es decir,
la patrimonialización del Estado, destacamos que
entre sus características constitutivas y diferenciadoras
teníamos dos de sus mecanismos fundamentales de
actuación: el clientelismo y el prebendalismo,
enfatizando que el primero, el clientelismo, tiene como
práctica privilegiada de acción la entrega de
bienes y la prestación de servicios, sin
costos o a
menores costos, a las clases más pobres de la sociedad; el
segundo, el prebendalismo, implica el otorgamiento de
favores, de concesiones graciosas, de prebendas, a aquellas
personas leales al régimen, generalmente pertenecientes a
clases sociales altas y medias, profesionales, empresariales y
militares. En esta oportunidad, analizaremos las nuevas
modalidades de actuación instituidas por el Presidente
Chávez para enfatizar el carácter
neopatrimonialista de su gobierno.

a. El Aló Presidente

Instaurado como un eficaz y novedoso mecanismo audiovisual de
comunicación directa del primer mandatario
con el soberano, con sus gobernados acerca de sus programas de
gobierno y sus realizaciones, el programa televisado
Aló Presidente prontamente se transformó
en un mecanismo de Chávez para llevar a cabo tareas y
actividades insólitas y fuera de lugar tales como:

  • Despedir públicamente a funcionarios del Estado y
    de sus empresas.

  • Agredir – hasta el insulto, la burla y la
    descalificación personal – a cualquier crítico
    u oponente, nacional o extranjero, de su gestión
    gubernamental.

  • Incitar a sus seguidores a ejercer acciones violentas de
    retaliación y hostigamiento a los opositores a su
    régimen.

  • Designar a los nuevos integrantes de su cambiante tren
    ministerial o de sus colaboradores más cercanos.

  • Anunciar inéditos programas gubernamentales no
    previstos en los planes operativos aprobados para su
    ejecución por los organismos de la
    Administración Pública.

  • Y, lo que es más grave, realizar la
    asignación directa de fondos a cualquier actividad de
    su ocurrencia, transferir o asignar partidas presupuestarias
    de un organismo a otro o a alguna nueva
    Misión gubernamental.

A través de esta inaudita y personalizada manera de
gestionar el Estado y sus ingresos fiscales, los venezolanos
asistimos, cada domingo, a un largo talk show
presidencial que sustituye sin más a otras instancias y
niveles de decisión pública, muy especialmente en
lo que se refiere a la asignación y distribución de los recursos de la Hacienda
Pública Nacional, del Tesoro Nacional, de PDVSA, de la CVG
o cualquier otro ente del Estado que el Presidente Chávez
maneja, gestiona, manipula, según su mejor criterio y
personal prioridad.

El mismo Presidente en esos episódicos actos de
contrición personal que realiza en momentos de su
interés político, ha reconocido, y por supuesto
justificado, los excesos y las distorsiones que él mismo
introduce en las reglas del quehacer público y del manejo
fiscal. En
efecto, en entrevista realizada a por la periodista chilena Marta
Harnecker, Un hombre,
Un pueblo, Chávez expresa lo siguiente, acerca de su
programa Aló Presidente: "Bien, tengo que decirte que la
situación política del país afecta el
programa; la coyuntura hace a veces que cambie lo planificado, he
cometido errores o hago comentarios que no estaban previstos.
Una de las críticas que he oído es
que tú has anunciado el despido de gente que se entera de
ello a través del programa.
Ese es uno de los errores
más graves que yo he cometido, además con un pito.
(Ríe)"

En fin, con pito o sin él, con sinceros u oportunistas
arrepentimientos, al momento de redactar estas reflexiones nos
acercamos al Aló Presidente No 200, el Presidente
Chávez continúa utilizando su espacio comunicativo
dominical para profundizar la patrimonialización personal
del Estado venezolano.

b. Los Programas Sociales y las Misiones
Presidenciales

Donde mejor y con mayor claridad se evidencia el
carácter clientelar del neopatrimonialismo del gobierno de
Hugo Chávez es en los innumerables, diversos y apresurados
programas y misiones de corte social y populista que ha
emprendido a lo largo de su gobierno.

En lo que se refiere a los Programas Sociales,
creados al inicio del gobierno de Chávez como producto de
una improvisación solidaria entre los militares, el
gobierno y algunos sectores populares – aunque improvisados al
fin -, puestos en marcha y abandonados los más, bajo el
nombre de Plan Bolívar 2000, tenemos una larga
lista de iniciativas llevadas a cabo por cada componente de La
Fuerza Armada, que incluye, entre otros, los siguientes:

  • Rutas Sociales.

  • Pescar 2000.

  • Plan Casiquiare 2000.

  • Barranco Yopal y Carabalí.

  • El Plan Avispa.

  • Carretera a más bajo costo.

  • Voluntariado Médico. (73)

Partes: 1, 2, 3, 4
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