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Calidad Educativa: Un concepto Multidimensional (página 2)



Partes: 1, 2

4. Condición o requisito que se impone a un
contrato.

5. Estado de una persona, su naturaleza, su edad y
demás circunstancias y condiciones que se requieren para
un cargo o dignidad.

Como vemos, se identifica calidad, en
primer lugar como cualidad, como conjunto de atributos o
propiedades referentes a algo o alguien. Y, en segundo lugar,
también hacen referencia a la calidad como superioridad o
excelencia, como grado que expresa la bondad de una
cosa.

En resumen, podríamos distinguir una doble
definición:

  • a. Por una parte calidad, entendida como
    cualidad, es una palabra neutra, que no implica juicios de
    valor y a la que debe añadirse un calificativo.
    Así por ejemplo, podríamos decir, que un
    material didáctico es de buena (o mala) calidad. La
    valoración viene dada a través de la palabra
    bueno y calidad es entendida como algo equivalente a atributo
    o propiedad. Por tanto, el término calidad es
    aquí independiente de toda valoración. Calidad
    en este sentido "neutro" se correspondería con la
    acción de calificar (bien o mal). Un sinónimo
    podría ser, aunque ciertamente no es lo mismo, clase.
    Ej.: Libros de 1ra, 2da,… calidad.

  • b. Por otra parte la calidad, entendida en
    términos absolutos como superioridad o mayor bondad de
    algo, es un término ambiguo, al que cada uno puede
    dotar de un significado muy particular. Quizá
    podría entenderse como bondad. Así, por
    ejemplo, si decimos que la educación es de calidad, en
    el término calidad ya va implícita una
    estimación de la bondad de la educación en base
    a unos valores y parámetros propios. Por ello, en este
    caso, la palabra calidad va imbuida de valores, no es neutra,
    ya incluye el adjetivo "buena". Calidad en este sentido
    valorativo se correspondería con la acción de
    cualificar (obviamente, se sobreentiende que bien, puesto que
    algo cualificado está preparado, es correcto). Un
    sinónimo podría ser, aunque tampoco es igual,
    excelencia.

En este caso, se hablaría de calidad como
superioridad o excelencia per se. Éste es el sentido con
el que más habitualmente se emplea el término
calidad. Desde esta perspectiva, en general calidad se entiende
como superioridad, satisfacción de necesidades, logro de
la excelencia, eficiencia,…

Una definición descriptiva equipararía la
calidad con un "rasgo característico" o "atributo mental o
moral"
intentando "liberarse" en la medida de lo posible de juicios
morales, limitándose a narrar las características o
elementos que particularizan un objeto o situación. Se
entendería calidad en sentido neutro, como conjunto de
propiedades.

Una concepción más normativa
entendería la calidad como un "grado de excelencia", es
decir, conllevaría una asunción de ciertos valores como
válidos. De este modo, la calidad se entendería
como superioridad, intrínsicamente implicaría
cierta superioridad.

Por otra parte, existen otras definiciones que van
más allá de las genéricas, es así que
hallamos concepciones que pueden agruparse en bloque en función
del elemento que priorizan, como son los siguientes:

a. La calidad en el diseño
o de las características
intrínsecas.

Podemos hallar definiciones relativas a las
características innatas de un producto o
servicio que
consideran, frente a las definiciones que aceptan la subjetividad
de la valoración realizada por el cliente o
usuario, que la calidad es una suerte de superioridad per
se.

b. La calidad en el proceso o de
la calidad como conjunto de maneras de proceder o de
hacer

Adoptando las ideas de Bernillón, A. y Cerutti,
O. (1989), podemos considerar que la calidad consiste en: hacer
bien el trabajo
desde el principio, responder a las necesidades de los usuarios,
administrar óptimamente, actuar con coherencia, un proceso
o modo de hacer, satisfacer al cliente/usuario, disfrutar con el
trabajo y
ofrecer lo mejor de uno mismo, reducir cosas inútiles,
evitar fallos, ser más
eficaz/eficiente/productivo/…

También existen otras concepciones que relacionan
las características de un producto con el objetivo
propuesto, que combinan la existencia de ciertos atributos
innatos y la satisfacción del usuario, integrando todo
ello bajo la exigencia de la aptitud para su utilización.
Este concepto refleja
el grado de coincidencia con las exigencias, como la
correspondencia entre las propiedades de un producto, elemento o
material y el fin al que se destina.

  • c. La calidad centrada en el resultado o de la
    satisfacción de los clientes

Estas definiciones hacen referencia a la
satisfacción de necesidades. Este es el caso de la
definición dada por la Internactional Standard
Organization (ISO) y la
Asociación Española de Normalización y Certificación
(AENOR), entre otras:

"Calidad: grado en el que un conjunto de
características inherentes cumple con los requisitos"
(Definición de la norma ISO 9000
Versión año 2000).

También muchos autores se mueven en esta
línea:

"La calidad es, simplemente, lo que proporciona placer
al cliente: es, en primer lugar, adelantarse a sus deseos y, a
continuación, velar porque el producto le satisfaga cuando
lo disfrute" (Droin, R, 1993, p. 7).

López Rupérez, F (1994), dice:

"Como si de una palabra mágica se tratara, el
término calidad evoca en la mente de las personas la
referencia a un valor seguro, se trata
de un atributo o conjunto de atributos de los objetos, de los
servicios o de
las relaciones que circula en el sen de las sociedades
modernas y que, según la percepción
del ciudadano, satisfacen sus expectativas razonables
haciéndolos dignos de confianza" (p. 11).

Por su parte, De Miguel, M; Madrid, V.,
Noriega, J y Rodríguez, B. (1994), ofrecen otra
clasificación. Consideran que la calidad
educativa es un concepto multidimensional, que puede ser
operativizado en función de variables muy
diversas. En el cuadro adjunto (que ilustra la calidad como
concepto multidimencional) se relacionan algunas de las opciones
frecuentemente utilizadas según Garvin (1984, citado en
Guía DidácticaEvaluación
para la Calidad Educativa – Pontificia Universidad
Católica del Perú, 2004) y Harvy y Green (1993,
citados en Guía Didáctica – Evaluación para la
Calidad Educativa – Pontificia Universidad Católica
del Perú, 2004).

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Y finalmente también Rul, J. (1995) en su obra
"Relaciones entre modelo escolar
y calidad educativa" propone su propia clasificación.
Señala que el concepto de calidad es un mito de las
sociedades postindustriales y que se emplea en educación como
justificación de determinadas políticas.
Considera que toda aproximación al concepto ha de
presentar una necesaria desmitificación.

Para él, los planteamientos sobre la calidad se
abordan con demasiada frecuencia de una manera reduccionista, sin
ir más allá de unos enunciados formales y de
afirmaciones vacías de contenidos efectivos. Coincide en
señalar que el concepto de calidad es claramente
dinámico y transformacional. Para él y
concretamente en educación el concepto de calidad se puede
manifestar en dos perspectivas.

1) La perspectiva axiológica, referida al
potencial humano. Se deriva del concepto griego de
"areté", en el sentido de excelencia, perfección,
valor. Significa, por tanto, excelencia y altura de miras en el
cumplimiento o en el desarrollo de
las funciones. Es una
orientación modulada por el potencial de la experiencia y
la sabiduría y se relaciona con el concepto griego de
Sofía, en el sentido de experiencia y perspicacia.
Entonces, bajo esta perspectiva, calidad es la tendencia a la
excelencia fundamentada en el potencial de la experiencia y
sabiduría de las personas.

2) La perspectiva del mundo de la vida, referida a la
capacidad de transformar información en acción.
Se trata de la capacidad de gestión
de una persona o de una
organización determinada que transforma las
ideas y los recursos en
realidades beneficiosas. Se vincula con el término griego
"tecné", entendido como arte,
creación. En este sentido la calidad es la habilidad
ingeniosa o artística que sabe incidir en una realidad
dada transformándola mediante la guía de la
experiencia del conocimiento.

Considera que hay que combinar la perspectiva del mundo
de la vida (donde la calidad es el objeto o la obra humana que
contiene o expresa potencial creador de servicio mediante el
ingenio y la habilidad técnica o artística) con la
perspectiva axiológica (para la cual la calidad es el
potencial de un individuo o de
una colectividad que tiene la virtualidad de desencadenar
actuaciones generadoras de objetos y obras excelentes o
virtuosas).

1.3 Características del concepto de
calidad.

El concepto de calidad, en términos generales,
posee unas características que a continuación
detallarnos y que, obviamente, pueden ser también
referidas a la calidad de la educación en
particular.

1) La relatividad, la subjetividad, la complejidad o la
ambigüedad

Pareciera existir el consenso de considerar que el
concepto de calidad es relativo, subjetivo, impregnado de
valores. Existen multitud de definiciones, a menudo no excluyente
e imposible de rebatir, dado el carácter subjetivo de la palabra calidad.
Es cierto que todos nosotros lo equiparíamos a lo bueno,
deseable, … pero ¿en qué se concreta?
Probablemente lo que para una persona puede resultar muy
favorable o conveniente, para otro puede ser indiferente y otra
persona encontrarlo incluso perjudicial. Así pues, es un
concepto imbuido de valores personales.

De ahí que podamos decir que el término
calidad es un concepto relativo que puede ser definido desde una
perspectiva multidimensional. Ello se refleja claramente en la
frase de Pirsing, R. (1974, citado en De Miguel et al,
1994).

"Calidad… se sabe qué es, pero no se sabe
expresar lo que es. Sin embargo, esto no es una
contradicción. Algunas cosas son mejores que otras, es
decir, tienen más calidad. Pero cuando se intenta expresar
lo que es calidad separada de las cosas que la poseen, no se
tiene ni idea. No hay nada de que hablar. Si no se puede
determinar qué es calidad, ¿cómo se sabe
qué es, o siquiera que existe? Si nadie sabe lo que es
entonces en la práctica no existe. Pero en la
práctica existe. ¿En qué se basan si no las
calificaciones? ¿Por qué si no la gente paga
fortunas por unas cosas y arroja otras a la basura?
Obviamente algunas cosas son mejores que otras… pero
¿qué es lo mejor? Así pues, nos movemos en
círculo, rodando mentalmente sin encontrar algo en que
agarrarnos. ¿Qué demonios es la calidad?"(p.
87).

De Miguel et al. (1994) van más allá
sentenciando que calidad es un concepto relativo en tanto
que:

a) significa cosas diferentes para diferentes personas,
es decir, existe una diversidad de intereses de las personas
implicadas;

b) puede suponer cosas distintas para una misma persona
en diferentes momentos y situaciones, según sus
objetos;

c) se trata de un concepto que tanto puede definirse en
términos absolutos considerándolo un ideal al que
no se puede renunciar (al igual que sucede con la verdad o la
belleza), como en términos relativos y
finalmente

d) es un concepto escurridizo asociado a lo que es bueno
y merece la pena y con el que es necesario
comprometerse.

Y es que puede suceder que los padres piensen y digan
que la institución educativa es bueno porque un buen
número de sus alumnos ingresan a la universidad o por que
hay mucho orden; los estudiantes piensen que la
institución es bueno porque se aprueba fácilmente o
porque los profesores son amables o porque hay un ambiente
estupendo entre los compañeros y los profesores piensan y
dicen que la institución donde trabajan es muy bueno
porque el equipo directivo es excelente, el ambiente de trabajo
es acogedor y los alumnos son trabajadores.

2). La variabilidad.

Calidad es, como hemos mencionado, un concepto relativo
y dinámico, que depende de los momentos históricos
y que está en función de los valores
que cada uno tenga. Por lo tanto es variable a lo largo del
tiempo y el
espacio. La calidad está, por tanto, relacionada con
parámetros temporales, ideológicos,
económicos y es imposible, por ello, llegar a consensuar
una definición válida para cualquier contexto y
época.

3) La diversidad.

La calidad de la educación forzosamente
deberá referirse a la multiplicidad de elementos del
proceso educativo, desde la amplitud de objetivos de
la educación a la variedad de elementos intervinientes.
Como señalan Cajide et al. (1994, citado en Guía
Didáctica – Evaluación para la Calidad
Educativa – Pontificia Universidad Católica del
Perú, 2004) refiriéndose a la educación
superior, pero que bien puede aplicarse a todo el sistema
educativo, pese a los sucesivos intentos de definir y
delimitar en qué consiste la calidad y cómo
evaluarla, el problema permanece todavía como materia de
controversia debido a la "megadiversidad" acerca de cuáles
son las instituciones
y cuáles las funciones de la educación. La calidad
se asocia con: el nivel en que se alcanzan unos objetivos; el
valor añadido; el nivel en que se satisface al usuario; la
excelencia de procesos y
resultados; el desarrollo adecuado de habilidades y aptitudes; la
realización de sí mismo y buen entrenamiento
para desempeñar un puesto de trabajo en la sociedad o la
eficiencia (en tanto que se ponen en relación las entradas
con las salidas) entre otras cosas. Por lo tanto, la calidad ha
de valorarse necesariamente en forma plural.

4. La temporalidad: a largo plazo.

La calidad es un proceso a largo plazo. Conseguirla
puede exigir, un alejamiento parcial o radical de las
disposiciones y practicas establecidas y plantearnos a cada
momento objetivos de la sociedad y los propósitos de la
escuela como
institución.

Por su parte, Raúl Caroy Zelaya, docente
capacitador del Grupo
Editorial Santillana, en un encuentro pedagógico
organizado por esta institución en febrero de 2008,
señalaba lo siguiente: "El apoyo de la educación ha
estado pocas
veces acorde con las circunstancias del desarrollo del
país ni con las necesidades y aspiraciones de su población mayoritaria, sobre todo en
tiempos de gobiernos autoritarios. De todos modos, aun en los
países democráticos, prevalece a menudo el
afán partidista de complacer demandas a sectores
electorales sin considerar suficientemente las consecuencias que
tales planteamientos pueden acarrear a la larga…La
planificación en educación
está poco extendida y es frecuente el cambio de
políticas educativas al vaivén de las coyunturas
sociales y económicas, debido al relevo frecuente de los
responsables de este sector y a la falta de la que siempre
debería ser una política de
estado"

Ello nos ha de llevar a reflexionar acerca de la
coherencia de las sucesivas políticas que se emprenden
así como de sobre si las medidas que se proponen avanzan
en una misma línea o suponen u ir y venir incongruente en
diversas direcciones.

5. ¿La calidad es un asunto
técnico?

Con frecuencia el tema de la calidad aparece bajo
enfoques heredadas de la gestión
empresarial de la calidad, como algo meramente
técnico, como un conjunto de especificaciones que deben
ser cumplidas y cuyo grado de consecución puede ser medido
para detectar así en qué nivel nos encontramos.
Pero, lejos de esta acepción puramente
tecnocrática, la calidad es, como se ha dicho, un proceso
impregnado de valores. En definitiva, medir la calidad no es
más que realizar una evaluación y ésta, es
sin duda, un proceso político cargado de opciones
personales. La calidad de la educación no es sólo
un problema pedagógico y técnico, es
prioritariamente un problema social y político.

Calidad
educativa

2.1 Una definición de Educación

Para entender el sentido que tiene la calidad educativa,
consideramos necesario definir qué entendemos por
"Educación". En tal sentido asumimos la definición
que nos brinda el Instituto Central de Ciencias
Pedagógicas de Cuba a
través de un folleto titulado "Grupo Pedagogía" y editado en 1997, cuando nos
dicen que:

"La educación es un proceso conscientemente
organizado, dirigido y sistematizado sobre la base de una
concepción pedagógica determinada, que se plantea
como objetivo más general la formación multilateral
y armónica del educando para que se integre a la sociedad
en que vive y contribuya a su desarrollo y perfeccionamiento. El
núcleo esencial de esa formación ha de ser la
riqueza moral" (p. 29).

2.2 ¿Cómo surge el concepto de calidad
educativa?

El concepto de calidad educativa es relativamente
reciente en la literatura
pedagógica. A través de la historia, se han ido
realizando mejoras en la educación, pero muchos de estos
cambios han carecido de continuidad y han quedado sólo en
propuestas, debido principalmente a las políticas
educativas y a los diversos métodos
utilizados para ellos. Estos cambios educativos no han buscado
solamente cubrir criterios cuantitativos (número de
alumnos beneficiados, mayor número de escuelas, etc.),
sino también han considerado aspectos cualitativos que
permitan ir mejorando los niveles de enseñanza y aprendizaje
adaptándolos a las nuevas exigencias de la
sociedad.

A partir de la 2° Guerra Mundial se
produce en los países desarrollados, un movimiento
para impulsar una mejora cualitativa de la educación
tomando en cuenta los nuevos desafíos de la sociedad. Esto
hizo que se impusiera en la literatura pedagógica y en las
políticas científicas el tema de la "calidad
educativa". Sin embargo, a pesar de que el término se
había acuñado, carecía de un concepto
unificador.

2.3 Definiciones de Calidad Educativa

Lo que sucede con el concepto general de calidad
también se produce cuando nos referimos a calidad de la
educación: es relativo, subjetivo y disperso.

A continuación, ofrecemos algunas definiciones
que hemos intentado clasificar en función a tres
preferencias claramente diferenciadas en que se le aborda en
literatura especializada: una de ellas procura discutirlo y
definirlo en forma constitutiva o conceptual, o sea, busca
definirlo teóricamente; la segunda trata de definirlo
operacionalmente, es decir a través de un conjunto de
indicadores y
la tercera elude definirlo. Simultáneamente haremos un
análisis, de ellas basado en ejemplos
concretos.

1ª propensión:

El autor argentino Pedro Lafourcade (1988), en su obra
"Calidad de la Educación" señala que:

"Una educación de calidad puede significar la que
posibilite el dominio de un
saber desinteresado que se manifiesta en la adquisición de
una cultura
científica o literaria, la que desarrolla la máxima
capacidad para generar riquezas o convertir a alguien en un
recurso humano idóneo para contribuir al aparato
productivo; la que promueve el suficiente espíritu
crítico y fortalece el compromiso para transformar una
realidad social enajenada por el imperio de una estructura de
poder que
beneficia socialmente a unos pocos, …" (p. 1).

Este autor se inscribe en la primera tendencia a la que
hacíamos referencia anteriormente, es decir, procura
ofrecer una definición teórica del concepto calidad
de la educación. Ahora bien, en nuestra opinión, al
hacerlo comete el error de darle un carácter adjetivo a la
calidad cuando habla de "educación de calidad",
presuponiendo entonces la existencia de otra educación
"sin calidad". Comete así un error conceptual, pues la
calidad de todo objeto, en este caso la educación,
está enlazada como un todo, lo engloba por completo y es
inseparable de él. El concepto calidad se vincula con el
ser del objeto, que, siendo el mismo, no puede perder su calidad.
Por lo tanto, toda educación tiene una determinada
calidad, ahora bien, esta puede ser de mejor o peor nivel, en la
medida en que sus características se acercan o se alejan
de los paradigmas
antropológicos, filosóficos, pedagógicos,
psicológicos y sociológicos que imperen en una
sociedad histórico-concreta.

Por otra parte, para nuestra sociedad no es la
formación de un "recurso humano" idóneo el objetivo
esencial de la educación, sino el que cada hombre y
mujer se
desarrolle plenamente en correspondencia con sus potencialidades
y esté en capacidad y disposición de poner su
talento y energías al servicio de la sociedad a partir de
los valores universales y nacionales de los cuales se ha
apropiado. Además, la educación no sólo debe
posibilitar el dominio de un "saber", sino también de un
"saber hacer" y de "saber ser". Esto último está
determinado por la formación de un conjunto de cualidades
de la
personalidad que no se reducen a poseer un determinado
espíritu crítico, y que posibilita que el individuo
aprenda a "vivir junto a los demás seres humanos",
aceptándolos como legítimos "otros".

Al interior de esta primera tendencia, podemos
significar la existencia de varias subtendencias, la principal de
las cuales es sin duda definiciones centradas en el proceso
versus definiciones centradas en el producto.

La mayor parte de las definiciones teóricas,
relacionan la calidad con los resultados. Una de ellas es la
siguiente:

"Una educación será de calidad en la
medida en que todos los elementos que intervienen en ella se
orientan a la mejor consecución posible" (Cobo, J, 1985,
p. 358).

A nuestro entender, una educación vista como una
simple revisión de los productos
finales hace perder de vista la consideración de la
institución educativa como un ecosistema que
permite explicar y dar sentido al funcionamiento general y a los
procesos mediante los que se desarrolla la actividad
docente.

Esteban y Montiel (1990), nos muestran un ejemplo de
definición teórica del concepto calidad de la
educación, centrada en el producto, cuando la definen como
un "Proceso o principio de actuación que no apunta
exclusivamente a la obtención de unos resultados
inmediatos o finales, sino, fundamentalmente, a un modo de ir
haciendo, poco a poco, las cosas para alcanzar los mejores
resultados posibles en orden a lo que se nos demanda y a
las posibilidades y limitaciones reales que se tienen" (p.
75).

Otra importante subtendencia agrupa a un conjunto de
autores, que en el intento por brindar una definición
teórica de calidad de la educación, proponen
centrarla en uno de los elementos que intervienen en el proceso
de enseñanza – aprendizaje o influyen en él.
Así, encontramos definiciones que otorgan la
primacía al currículum, al alumno, al docente, a la
institución en su conjunto, etc. Algunos ejemplos de estas
son las siguientes:

Centradas en el profesorado:

"El propósito del estudio de la calidad de la
educación, consiste en entenderla mejor, en aclarar
cómo puede alcanzarse y en canalizar los recursos para
ayudar a todos los profesores a perfeccionar un nivel actual de
rendimiento y a satisfacer así las expectativas
públicas de la inversión en el sistema
educativo" (Wilson, J., 1992, p. 34).

"La calidad de la enseñanza se concibe como el
proceso de optimización permanente de la actividad del
profesor que
promueve y desarrolla el aprendizaje
formativo del alumno" (Carr, W. y Kemmis, S., 1988, p.
48).

Nuestra opinión es que, sin duda, el gran
artífice o guía de una enseñanza de calidad
es el profesor, pero este profesional no es un ente en abstracto
que trabaja aisladamente sino que lo hace en condiciones
temporales e ideológicas y con una determinada
formación. Por ello hay que reflexionar acerca de la
tendencia a culpabilizar a los profesores (Actitud muy
fuerte actualmente en muchos lugares) de todos los males del
sistema educativo porque quizás todos seamos, al fin,
responsables del modo en que se ejerce la docencia.

Centradas en el alumno

"El esfuerzo por mejorar la calidad de la
educación tiene como últimos destinatarios a los
alumnos. Son ellos quienes, finalmente, han de verse beneficiados
por el mejor funcionamiento de los centros docentes. Lo
que se intenta conseguir es que los alumnos, todos los alumnos, y
de acuerdo con sus posibilidades, aprendan más y mejor,
aprendan a aprender por sí mismos, desarrollen el gusto
por el estudio, el deseo de saber más, y alcancen
progresivamente una madurez personal, social
y moral que les permita actuar de forma responsable y
autónoma" (Ministerio de Educación, Política
Social y Deporte de
España,
1994. Centro de publicaciones, p. 33).

Nuestra opinión es que al centrarnos en el alumno
corremos el peligro de acabar valorando sólo los
resultados que éste alcanza dejando de lado las otras
variables intervinientes en el logro de la calidad
educativa.

Centradas en el
currículum

"La calidad consiste en planificar y evaluar el
currículum óptimo (según los criterios de
cada país) para cada alumno, en el contexto de una
diversidad de individuos que aprenden" (Wilson, J., 1992, p.
34).

Centradas en el centro educativo

"La calidad de la educación, en cuanto se
manifiesta en un producto válido, dependerá
fundamentalmente de lo que acontece en la escuela, de las
estructuras y
procesos de las instituciones educativas" (De la Orden, A., 1993,
p. 264).

Nuestra opinión es que si tomamos a un centro
educativo como una unidad y hablamos de la calidad de la escuela
en su conjunto podemos caer en una falsa apreciación en
tanto que se puede conducir a realizar listados de centros de
mayor o menor calidad sin aclarar los indicadores por los que se
rigen para tales clasificaciones.

Cada una de las definiciones anteriores da luz sobre
esencialidades que deben lograrse en el quehacer de cada agente
educativo y en los elementos vitales propio sistema como son la
escuela y el currículum. Pero resulta necesario, construir
una visión holística de lo que es la calidad de la
educación, para poder lograr "incluir" a sus elementos
esenciales "como un todo".

2ª propensión

La autora mexicana Silvia Schmelkes (1997)
asegura:

"En países como los nuestros, en los que la
universalización de la educación básica
todavía no es una realidad, es importante precisar que por
calidad de este nivel educativo estamos entendiendo un concepto
complejo que incluye cuando menos los siguientes
componentes:

a) La relevancia: Un sistema educativo, para ser de
calidad, debe ser capaz de ofrecer a su demanda real y potencial
aprendizajes que resulten relevantes para la vida actual y futura
de los educandos y para las necesidades actuales y futuras de la
sociedad en la que estos se desenvuelven. La relevancia de los
objetivos y de los logros educativos se convierte en el
componente esencial de esta manera de entender la calidad de la
educación, fundamentalmente porque ella tiene mucho que
ver con la capacidad de asegurar cobertura y permanencia de los
alumnos dentro del sistema educativo.

b) La eficacia:
Entiendo la eficacia como la capacidad de un sistema educativo
básico de lograr los objetivos – suponiendo que estos son
relevantes – con la totalidad de los alumnos que
teóricamente deben cursar el nivel, y en el tiempo
previsto para ello. Un sistema educativo será más
eficaz en la medida en que se acerque a esta finalidad. Este
concepto incluye el de cobertura, el de permanencia, el de
promoción y el de aprendizaje
real.

c) La equidad: Un
sistema de educación básica -que es el nivel que se
presenta como obligatorio para toda la población en una
determinada edad- para ser de calidad, debe partir del
reconocimiento de que diferentes tipos de alumnos acceden a la
educación básica con diferentes puntos de partida.
Al hacerlo, se propone ofrecer apoyos diferenciales a fin de
asegurar que los objetivos de la educación se logren, de
manera equiparable, para todos. La equidad implica dar
más, apoyar más, a los que lo necesitan. La equidad
se verá reflejada en la eficacia.

d) La eficiencia: Un sistema será de mayor
calidad en la medida en que, comparado con otro, logra resultados
similares con menores recursos". (Págs. 4 – 5).

Esta autora comete el mismo error, ya comentado
anteriormente, en relación con el uso de la
expresión "educación de calidad". Además,
partir de una definición operacional del concepto calidad
de la educación, sin una precedencia de su
definición teórica, nos hace perder el
vínculo entre teoría
y práctica, y quedan por lo tanto muchas preguntas
esenciales sin respuesta. Por ejemplo, cuándo podemos
decir que es relevante un aprendizaje, un objetivo o un logro
educativo.

3ª propensión

En su libro "Claves
para una educación de calidad", los autores chilenos Juan
Casassus y Violeta Arancibia (1997) plantean:

"Calidad de la educación es uno de esos conceptos
significantes, movilizadores y cargados de fuerza emotiva
que se manejan extensivamente en la sociedad. Su riqueza radica
precisamente en su ambigüedad" (p. 9).

Desde el punto de vista filosófico en general y
lógico en particular, consideramos inadecuada esta
definición a los efectos de poder penetrar en la esencia
de este complejo objeto que es la calidad de la educación.
Definir, caracterizar, ejemplificar, dividir, limitar y
generalizar un concepto son operaciones
lógicas que se deben realizar con el mismo para poder
conocerlo con profundidad y no cabe dudas de que si no hay
suficiente claridad acerca de la esencia de este concepto, poco
puede hacerse para diseñar un adecuado sistema que permita
evaluarlo.

2.4 ¿Por qué centrarse en la calidad
educativa?

En los últimos 30 años en el mundo entero
se ha buscado incorporar al sistema educativo básico y
superior el mayor número de niños y
jóvenes dejando de lado otras variables importantes que
intervienen en este proceso. Se hizo hincapié en el
objetivo del acceso universal a la educación.
Confundiéndose cantidad (matrícula, cobertura,
egresados, gasto nacional y mundial) con calidad. Pero, a nuestro
entender, el logro de la participación universal en la
educación dependerá fundamentalmente de la calidad
de la educación ofrecida.

Por ejemplo, la calidad de la enseñanza impartida
a los alumnos y la cantidad de conocimientos que éstos
adquieren pueden influir decisivamente en la duración de
su escolaridad y en su asistencia a la escuela. Además, el
que los padres decidan o no escolarizar a sus hijos depende
probablemente de su opinión sobre la calidad de la
enseñanza y del aprendizaje ofrecidos, es decir de que
valga la pena que la familia
invierta el tiempo y el dinero que
suponen para ella el hecho de enviar a los niños a la
escuela. La función instrumental de la educación
– ayudar a las personas a alcanzar sus propios objetivos
económicos, sociales y culturales y contribuir al logro de
una sociedad mejor protegida, mejor servida por sus dirigentes y
más equitativa en aspectos importantes – se
fortalecerá si su calidad es mejor. La
escolarización permite a los niños desarrollar sus
facultades creativas y emocionales y adquirir los conocimientos,
competencias,
valores y actitudes
necesarios para convertirse en ciudadanos responsables, activos y
productivos. El grado en que la educación consigue esos
resultados es importante para sus usuarios. En consecuencia, se
tiene que tener muy en cuenta la cuestión de la
calidad.

Más fundamentalmente, la educación es un
conjunto de procesos y resultados definidos cualitativamente. La
cantidad de niños que aprenden es, por definición,
un aspecto secundario: contentarse con llenar de niños
unos espacios llamados "escuelas" ni siquiera responde a los
objetivos cuantitativos, a no ser que se imparta en las aulas una
educación efectiva. Por eso, el número de
años de escolaridad es una medición de aproximación –
útil en la práctica, pero discutible en
teoría – de los procesos que tienen lugar en las escuelas
y de los resultados obtenidos. En este sentido, cabe lamentar que
en los últimos años los aspectos cuantitativos
hayan acaparado la atención no sólo de los encargados
de elaborar las políticas de educación, sino
también de muchos especialistas en ciencias
sociales que tienden a dar prioridad al aspecto
cuantitativo.

2.5 Nuestra propuesta: Un concepto
multidimensional.

La calidad en el contexto educativo, debe ser entendida
como un concepto multidimensional cuya definición requiere
la determinación de sus componentes y la selección
de aquellos elementos que pueden ser considerados como
indicadores de tales componentes. Al ser multidimensional exige
que tener en cuenta lo siguiente:

En primer lugar, entender la calidad como tendencia,
como trayectoria, como proceso de construcción continuo más que como
resultado.

En segundo lugar, creer en la calidad como filosofía en tanto que implica y compromete
a todos los miembros de la comunidad
educativa en un proyecto
común que asumen con convicción de hacer bien las
cosas, de mejorar.

En tercer lugar, buscar que los componentes contribuyan
al efecto global de un modo integrado.

En cuarto lugar, no equipararla con eficiencia. Huimos
de conceptos estereotipados del tipo "conseguir los
máximos resultados con los mínimos recursos". A
nuestro juicio, la calidad va más allá de un
rendimiento más o menos alto (si, por ejemplo, éste
no se acompaña de un proceso de aprendizaje
satisfactorio).

En quinto lugar, considerar que el desarrollo cognitivo
es un importante objetivo explícito de todos los sistemas
educativos. El grado en que éstos logran realmente ese
objetivo constituye un indicador de su calidad. Aunque ese
indicador puede medirse con relativa facilidad – por lo
menos dentro de cada sociedad, y a veces mediante comparaciones
internacionales –, es mucho más difícil
determinar cómo mejorar los resultados. Así pues,
si la calidad se define en términos de adquisiciones en el
plano cognitivo, los modos de incrementarla no son ni sencillos
ni universales.

En sexto lugar, considerar el papel de la
educación en: el estímulo del desarrollo creativo y
emocional de los educandos; la contribución a los
objetivos de paz, civismo y seguridad; la
promoción de la igualdad; y la
transmisión de valores culturales, tanto universales como
locales, a las generaciones futuras. Muchos de esos objetivos se
definen y enfocan de diversas maneras en el mundo. El grado de su
consecución es más difícil de determinar que
el desarrollo cognitivo.

Finalmente, apostar por la calidad como una espiral
ascendente. Un moviendo de búsqueda de la calidad es, por
esta razón, un proceso que, una vez iniciado, nunca
termina. No hay tal cosa como "niveles aceptables" de calidad.
Siempre tenemos que estar insatisfechos con los niveles de
calidad alcanzados, porque siempre será posible
mejorarlos.

Por ello, entendemos calidad educativa como el proceso
consensuado (por todos los miembros implicados) de
construcción de objetivos para cada contexto y momento y
como la trayectoria o tendencia que realizamos para conseguirlo.
Es un proceso de construcción y/o fijación (por
miembros de los distintos estamentos de la comunidad
educativa) de objetivos educativos, no sólo referidos a
los logros de los alumnos, sino también a cuestiones
curriculares y organizativas, a la vida del centro y el camino
que recorremos para lograrlos.

Aparte de estas consideraciones, creemos necesario
incluir y lograr otros indicadores. Porque, si bien es cierto que
una infinidad de cosas influyen en la calidad, cada uno puede
entender que unas lo hacen más que otras y por ello se
requiere explicitar la opción que cada persona toma para
cada contexto y momento, aclarando así a qué nos
referimos.

No podemos señalar aspectos muy concretos porque
para ello tendríamos que situarnos en un centro y un
momento determinados, pero podemos trazar las grandes
líneas o los aspectos que consideramos y, que por todo lo
explicado, serán totalmente discutibles y rebatibles.
Éstos son, según nuestro punto de vista, los
siguientes:

  • 1. Cumplimiento de la normativa: respetar y
    fomentar los mandatos constitucionales (derecho a la
    educación de todos…); coberturar al cien por
    ciento la educación básica; seguir procesos de
    matrícula y selección que respeten la igualdad
    de oportunidades, terminar con el analfabetismo entre
    otros.

  • 2. Selección y formación del
    profesorado. Desde nuestra perspectiva, tanto la
    selección de estudiantes que deseen cursar estudios de
    magisterio como el desarrollo de los estudios debería
    estar sometido a unos baremos muy rigurosos, debido a la
    repercusión social y a la trascendencia de la
    profesión.

Por otra parte, en relación a la formación
permanente del profesorado, ésta debiera ser
contextualizada, en el centro y ligada a las necesidades
concretas de cada grupo de docentes.

  • 3. Escuchar la voz de los padres. Se han de
    crear canales para fomentar la participación de los
    padres y su implicación activa conjugándola con
    el respeto por la actuación de los profesionales de la
    educación. Los padres (a quienes, según
    algunos, podemos considerar "clientes") tienen una
    opinión acerca del servicio educativo ofertado y
    acerca de cuál es la enseñanza más
    conveniente para sus hijos, Deberíamos de escuchar
    más su voz, articulando sus demandas con las del
    profesorado y todo ello con las condiciones y recursos
    existentes para lograr un proyecto de escuela
    compartido.

  • 4. Importancia del clima entre el profesorado,
    del clima del aula y del ambiente escolar en general. Un
    clima de colaboración revertirá en una mayor
    satisfacción y en un mejor desarrollo de las tareas
    docentes. Por otra parte, dicho clima puede traspasarse al
    aula y, como propone la Calidad Total aplicada a la
    educación en su ámbito más
    académico, crear una dinámica de
    cooperación a través de comunidades de
    investigación y trabajo continuos.

Desde nuestra perspectiva, éstas son medidas a
las que debiéramos adherirnos completamente puesto que,
pese a resultar sencillas e incluso sobradamente conocidas,
aún distamos mucho de ponerlas en práctica de forma
óptima.

Modelos de
estimación de la calidad que pueden ser aplicados a
Instituciones Educativas

3.1. Los modelos de
estimación de calidad de una
institución.

En los últimas años han surgido diversos
modelos de estimación de la calidad aplicables a cualquier
tipo de empresa u
organización, tanto del sector privado como del
público, hospitales, centros de educación,
pequeñas organizaciones,
etc.., los mismos que no resultan incompatibles entre sí,
sino que buscan poner en marcha procesos de articulación
entre todos los componentes de la
organización que permitan la gestión y la
conducción de la calidad. Estos modelos no se limitan a
llevar a cabo mediciones, se trata más bien, de procesos
dinámicos que buscan fundamentalmente analizar e
interpretar la información a partir de un marco
referencial que permita emitir juicios de valor y tomar
decisiones. Entre los principales modelos están: La
familia ISO,
EFQM y Malcolm Baldrige.

3.2 Modelo de estimación de la calidad: La
familia ISO.

a) ¿Qué significa ISO?

ISO deriva del griego isos que significa igual
(estandarización)

ISO = Internactional Standard Organization
(Organización Internacional de
Normalización)

ISO lo podemos definir de las siguientes
maneras:

  • La ISO es una red de los institutos de
    estandarización nacionales de 157 países, sobre
    la base de un miembro por País, con una
    secretaría Central en Ginebra, Suiza, que coordina el
    sistema.

  • ISO es una organización no gubernamental: sus
    miembros no son del sistema de Naciones Unidas, o
    delegaciones de gobiernos nacionales. Sin embargo, la ISO
    tiene un puesto especial entre el sector público y
    sectores privados

  • ISO es una herramienta para la gestión de la
    calidad que promueve un enfoque basado en procesos
    estandarizados para aumentar la satisfacción del
    cliente mediante el cumplimiento de sus
    requisitos.

b) ¿Qué es un modelo de estimación
de la calidad ISO?

Es un sistema que determina las necesidades y
expectativas del producto o servicio. Su enfoque es basado en
procesos. Involucra a la alta dirección dentro del sistema. Trabaja con
la documentación y registros.
Realiza permanentemente una evaluación,
autoevaluación y auditorías de eficacia. Promueve la mejora
continua y utiliza las técnicas
estadísticas.

c) ¿Qué son las normas de la
Serie ISO?

Son un conjunto de dispositivos editadas y revisadas
periódicamente por la Organización Internacional de
Normalización (ISO) sobre la garantía de calidad de
los procesos.

Su objetivo es estandarizar los sistemas de
calidad de las diferentes empresas y
sectores.

d) ¿Qué es un estándar?

El vocablo estándar deriva del vocablo inglés.
standard. Sus significados son:

  • adj. Que sirve como tipo, modelo, norma,
    patrón o referencia.

  • m. Tipo, modelo, patrón, nivel.
    Estándar de vida.

e) ¿Por qué usar ISO?

Porque permite configurar un sistema de gestión
de la calidad. Los sistemas de gestión de la calidad
tienen dos características:

  • Pueden mejorar continuamente.

  • Evolucionan.

La familia ISOS esta compuesta oir:

Monografias.com

Monografias.com

3.3 Modelo de estimación de la calidad:
EFQM

EFQM (European Foundation for Quality Management), se
enmarca en los Modelos de Calidad Total,
aplicable a cualquier tipo de empresa u organización,
tanto del sector privado como del público, hospitales,
instituciones de educación, etc. Los conceptos
fundamentales que subyacen al Modelo son: la orientación
hacia los resultados y hacia el cliente, el liderazgo y la
constancia, la gestión por procesos y hechos, el
desarrollo y la implicación de las personas, el
aprendizaje y la mejora continua, la colaboración, y la
responsabilidad
social.

El modelo de la EFQM fue creado por la y es una herramienta para la
gestión que posibilita orientar la organización
hacia el cliente, siendo uno de sus frutos la
sensibilización del equipo directivo y del staff en aras
de la mejora de sus productos y/o servicios. Este modelo es de
fácil adaptación al campo educativo.

La base del modelo es la autoevaluación,
entendida como un examen global y sistemático de las
actividades y resultados de una organización que se
compara con un modelo de excelencia empresarial (normalmente una
organización puntera). Aunque la autoevaluación
suele ser aplicada al conjunto de la organización,
también puede evaluarse un departamento, unidad o servicio
de forma aislada. La autoevaluación permite a las
organizaciones identificar claramente sus puntos fuertes y sus
áreas de mejora y, a su equipo directivo, reconocer las
carencias más significativas, de tal modo que estén
capacitados para sugerir planes de acción con los que
fortalecerse.

Los agentes facilitadores incorporados en el modelo
informan de cómo enfoca la organización sus
acciones para
lograr los resultados que desea: ¿hasta qué punto
se implica la Dirección en la calidad?, ¿son
accesibles los líderes?, ¿cómo se definen
objetivos y se establecen prioridades?, ¿cómo se
clasifican y evalúan las capacidades de los miembros de la
organización?, ¿cómo se fomenta el
aprendizaje para lograr la mejora de la calidad?, ¿se
enfatiza la eficiencia?, ¿se reciclan los residuos?,
¿cómo se definen los procesos?, o si ¿se
examinan periódicamente?, son ejemplos de algunas de las
cuestiones básicas por las que se pregunta.

La utilización sistemática y
periódica del Modelo por parte del equipo directivo
permite a éste el establecimiento de planes de mejora
basados en hechos objetivos y la consecución de una
visión común sobre las metas a alcanzar y las
herramientas a
utilizar. Es decir, su aplicación se basa en:

  • La comprensión profunda del modelo por parte
    de todos los niveles de dirección de la
    empresa.

  • La evaluación de la situación de la
    misma en cada una de las áreas.

El Modelo EFQM de Excelencia, creado en 1988, se basa en
la siguiente premisa: La satisfacción del cliente, la
satisfacción de los empleados y un impacto positivo en la
sociedad se consiguen mediante el liderazgo en política y
estrategia, una
acertada gestión de personal, el uso eficiente de los
recursos y una adecuada definición de los procesos, lo que
conduce finalmente a la excelencia de los resultados
empresariales.

Este un modelo de aplicación continua tiene 9
elementos (criterios) los mismos que se desglosan en un cierto
número de subcriterios, pudiendo utilizarse de forma
independiente o conjunta. Estos subcriterios se evalúan y
ponderan para determinar el progreso de la organización
hacia la excelencia.

Sus elementos de evaluación son:

Monografias.com

3.4 Modelo de estimación de la calidad: Malcom
Baldrige

El Premio Nacional a la Calidad en Estados Unidos,
llamado Malcom Baldrige, se creó el año 1982 en
memoria del
secretario de comercio que
lo impulsó. Se crea en el momento en el que la
invasión de productos japoneses en el mercado
estadounidense precisa de una respuesta por parte de las
organizaciones de este país. En la creencia de que la
Gestión de
Calidad Total es necesaria para que las organizaciones puedan
competir en el mercado internacional, surge el proyecto del
Premio Nacional de la Calidad Americano. La misión de
este premio es:

  • Sensibilizar al país y a las industrias,
    promocionando la utilización de la Gestión de
    Calidad Total como método competitivo de
    gestión empresarial.

  • Disponer de un medio de reconocer formal y
    públicamente los méritos de aquellas firmas que
    los hubieran implantado con éxito.

Este sistema de acreditación de calidad se
sustenta en unos conceptos y valores fundamentales, que son los
siguientes:

  • Liderazgo

  • Enfoque hacia el cliente

  • Aprendizaje de la organización y
    de su personal

  • Participación y desarrollo de
    empleados y asociados

  • Agilidad de respuesta y
    flexibilidad

  • Orientación al futuro

  • Gestión de la
    innovación

  • Gestión basada en
    hechos

  • Responsabilidad
    pública

  • Orientación a los resultados y a
    la generación de valor

Estos criterios ofrecen una perspectiva completa del
sistema de gestión de la organización que puede ser
aplicada al campo educativo. La base del sistema está
formada por las siete categorías y los valores del modelo.
Para alcanzar el éxito,
es necesaria una visión de conjunto de toda la
organización, representada por la estructura del modelo y,
al mismo tiempo, un enfoque más profundo de las
principales áreas que vienen identificadas en las
categorías del mismo.

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Autor:

Psic. Jesús Alberto Sarria
García

Reseña biográfica del
autor:

Psicólogo.

Peruano, Licenciado en Educación y en Psicología, con
estudios concluidos en Maestría con mención en
Psicología
Educativa. Especialista en Proyectos
Educativos y
Cultura de Paz. Actualmente ejerce la
docencia en la Educación Básica Alternativa y
Superior. Miembro del Colegio de Psicólogos y del Colegio
de Profesores del Perú.

Ciudad, país y fecha del trabajo
realizado:

Lima – Perú. Febrero del
2009.

Partes: 1, 2
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