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Factores de Riesgo de las Enfermedades Cardiovasculares: Una Perspectiva desde la Bioética (página 2)




Enviado por Ireri Y. V�zquez



Partes: 1, 2

El trabajo
terapéutico y la relación de ayuda, son la base del
rol del psicólogo clínico, por lo que hace su
estudio y mejoramiento de vital importancia, porque quien es el
principal actor que se involucra en ella, es una persona
vulnerable y susceptible a la ayuda que ha de
entregársele. Por esto el psicólogo no puede tomar
a la ligera su papel dentro de éste rubro y nunca olvidar
que quién se encuentra frente a él, es una persona
digna y muy valiosa, a quien ante todo, debe respetar.

El psicólogo se sirve de unos instrumentos de
medición o evaluación
que le permitirán establecer el diagnóstico del paciente y proponerle la
solución adecuada a su caso. Cuando una persona acude a la
consulta psicológica por primera vez, desconoce el
procedimiento
que va a seguir el psicólogo para poder decirle
qué le pasa y ofrecerle las pertinentes soluciones a
su problema, por lo que conocer el proceso que se
va a seguir para poder ayudarle, le proporcionará mayor
tranquilidad, disminuyendo la tensión o ansiedad que
provoca el desconocimiento de lo que va a suceder.

Fernández-Ballesteros (citado en Moreno Rosset,
2002), expone las distintas herramientas o
instrumentos de evaluación psicológica que utiliza
el psicólogo:

  • Técnicas de observación, a
    través de las cuales se realiza una indagación
    intencionada, sistemática y estructurada del
    comportamiento del sujeto o sujetos de
    exploración.

  • Técnicas objetivas, instrumentos y aparatos
    que permiten la observación y registro objetivo del
    comportamiento manifiesto o encubierto de los sujetos a
    través de dispositivos mecánicos o
    eléctricos que amplifican tales conductas.

  • Técnicas de autoinforme por medio de los que
    el sujeto ha de realizar una autoobservación de sus
    comportamientos motores, cognitivos o fisiológicos
    producidos en el presente o recordar estos mismos eventos
    ocurridos en el pasado.

  • La entrevista, como técnica a través
    de la cual se recogen tanto los autoinformes del sujeto como
    otras informaciones de personas allegadas.

  • Técnicas proyectivas, o procedimientos de
    recogida de información que permiten, a través
    de materiales o instrucciones estándar, recoger
    muestras de la conducta verbal, gráfica o constructiva
    del sujeto con el fin de analizar su  mundo cognitivo y
    afectivo.

Es importante mencionar que existen distintos modelos de
evaluación psicológica derivados de los distintos
paradigmas de
la Psicología
y en función de
la teoría
psicológica de la cual parte el psicólogo,
éste formulará determinadas hipótesis, elegirá distintas
técnicas de recogida de información y diferentes análisis de datos, a
través de los cuales obtendrá
resultados.

Fernández-Ballesteros (2000) indica que el marco
referencial teórico del psicólogo le guiará
hacia una determinada evaluación, por lo que,
dependiendo del modelo
teórico, él elegirá distintos tipos de
variables
(ambientales, cognitivas, fisiológicas, motoras, rasgos,
dimensiones, estructura de
personalidad),
aplicará distintos tipos de métodos
(estrategias
correlacionales, experimentales, observación clínica) y distintos
tipo de técnicas (autoinformes, técnicas
proyectivas y/o de observación).

En definitiva, se puede decir que el psicólogo,
al igual que cualquier otro profesional de la salud, utiliza un
procedimiento científico, que no se reduce a la
aplicación de test, siguiendo
pautas de funcionamiento que permite ser replicado, como sucede
en toda investigación científica.

En el área psicológica, la historia personal y
familiar son importantes para que, aunado a los estudios
médicos colaboren a realizar un trabajo terapéutico
multidisciplinario.

Juárez (2007) menciona, que en México la
tasa de mortalidad por enfermedades
cardiovasculares es de 16.4% y con lo que respecta a
morbilidad, la hipertensión ocupa un 30%. Cabe mencionar
que en una investigación realizada en la ciudad de
Cuernavaca acerca de los factores psicosociales relacionados con
la tensión arterial y síntomas cardiovasculares se
encontró que los desórdenes cardiovasculares y
circulatorios son una de las principales causas de morbilidad y
mortalidad en nuestro país.

Del mismo modo, también Juárez (2007)
menciona que el estrés
laboral es uno de los principales factores psicosociales que
contribuyen para que se desencadenen las enfermedades
cardiovasculares, pero hasta la fecha ha sido una enfermedad que
muy poco se ha relacionado con el trabajo y
por el contrario se le ve como un ente separado, y más
bien éste tipo de enfermedades se han visto relacionadas
con diversos factores como la inseguridad en
el empleo.

También se han realizado estudios en diferentes
países, tal es el caso de Colombia, en
donde se ha encontrado que los factores de riesgo
comportamentales como el tabaquismo, el
consumo de
bebidas alcohólicas, la inactividad física y la dieta
aterogénica ocupan un 12.5%, 58.3%, 56.3% Y 82.3%
respectivamente dentro de las enfermedades cardiovasculares,
así como los factores de riesgo biológicos:
Hipertensión arterial, Sobrepeso, Diabetes,
Dislipidemia, y antecedentes familiares de enfermedades
cardiovasculares con un 11.5%, 45.8%, 1%, 61.5% y 58.3%
respectivamente. (Díaz, Muñoz y Sierra,
2007).

Según (Díaz, Muñoz y Sierra, 2007),
los factores de riesgo se han agrupado en dos grandes
categorías: los modificables que son susceptibles de
cambiar como el estilo de vida
y los no modificables que son los que no se pueden cambiar como
la edad y la herencia.
También existen otros tipos de clasificaciones de los
factores de riesgo, en los que se pueden encontrar los
inherentes, los tradicionales y los emocionales; los inherentes
son aquellos que como se había mencionado anteriormente,
no son susceptibles de cambios ya que pertenecen al área
de la genética y
éstos son por ejemplo la edad, el sexo, la
diabetes, y la historia familiar; los tradicionales son los que
se encuentran relacionados con los físico/biológico
como el colesterol, los triglicéridos y la
hipertensión arterial; y los emocionales, en los cuales se
van a encontrar la
personalidad Tipo A, la ira, la hostilidad, la reactividad
cardiovascular, la depresión,
la ansiedad y la falta de apoyo social, (Fernández,
Martín y Domínguez, 2003).

Programas de
Prevención

Las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) han emergido
poco a poco como un importante problema de salud en el mundo en
desarrollo. En
la actualidad se conoce un número importante de
comportamientos relacionados con ésta, aprehendidos a
través de la
investigación epistemológica. Oblitas,
refiriéndose a Hashell, (2000, 2003, 2004, 2004ª)
expone que se debe: 1) practicar ejercicio
físico
, de forma regular; siendo benéfico ya
que previene y atenúa la intensidad de la enfermedad
cuando ésta se presenta. Los principales beneficios tienen
que ver con la prevención de problemas
cardiovasculares, como la dolencia coronaria. También se
puede hablar de los beneficios psicológicos, ya que al
hacer ejercicio, el individuo
reduce los sentimientos de estrés y
ansiedad. 2) Tener una nutrición
adecuada
, en términos de los efectos en la salud, una
nutrición correcta se hace indispensable, ya que
proporciona la cantidad adecuada de todos los nutrientes que el
cuerpo necesita para su salud. Las dos causas principales de
morbilidad y mortalidad de la década de los 90´s
fueron las enfermedades cardiovasculares entre otras y esto se
debió en gran parte a comportamientos nutricionales
inadecuados. 3) Adoptar comportamientos de seguridad,
pensando que la mayoría de los accidentes de
cualquier clase, pueden
evitarse o reducirse mediante medidas generales de
prevención. 4) Evitar el consumo de drogas, 5)
Sexo seguro, para no contraer enfermedades sexuales o
embarazos no deseados, 6) Desarrollo de un estilo de vida
minimizador de emociones
negativas
, se sabe que este tipo de emociones influyen sobre
la salud a través de diferentes mecanismos. El
estrés, por ejemplo, hace a los sujetos muy vulnerables a
padecer algún tipo de enfermedad cardiovascular, 7)
Adherencia terapéutica, estar conscientes como
pacientes que se deben llevar al pie de la letra las
prescripciones médicas, para evitar recaídas o
perjudicar a la salud. Hablando de hipertensión, las
consecuencias de la falta de adhesión al tratamiento,
acarrea consecuencias bastante negativas en las esferas
psicológica, física y social, además del
gasto económico que esto eroga.

Dentro de la prevención, existen varios programas de los
cuales se puede hacer uso para disminuir la probabilidad
de presentar ECV, de tal modo que dentro de ésta se tienen
que llevar a cabo una serie de modificaciones conductuales tales
como: dejar de fumar, realizar actividad física, cambios
en la alimentación, en los que se incluya por lo
menos limitar el consumo de sal, ingerir fibra dietética e
ingerir cinco raciones de frutas y vegetales al día,
además de llevar un control de peso y
de masa corporal; y en cuanto a lo psicológico es
necesario aprender a controlar el estrés (Antepara,
2005).

Con respecto a la prevención
Fernández-Abascal, Martín y Domínguez
(2003), basados en otras investigaciones,
proponen la implementación de "un componente educacional,
estrategias de afrontamiento y ensayo
conductual" (p. 624). La intervención conductual-cognitiva
aunada a la modificación de hábitos alimenticios, a
la práctica de ejercicio físico y de la
relajación resultan ser eficaces para la atención de las enfermedades
cardiovasculares.

Del mismo modo estos autores hacen referencia a lo que
Cunnane en 1993 plantea como prevención de aplicaciones
tempranas desde la infancia, con
modificaciones en los estilos de vida, modificación
dietética y práctica de ejercicio en
otros.

En México el Instituto Nacional de
Cardiología (INC) (Ilarraza, 2003), lleva a cabo un
programa de
rehabilitación y prevención cardiovascular que
aunado con la intervención del cardiólogo ayudan a
que el paciente que presenta cualquier tipo de cardiopatía
pueda reintegrarse a su actividad normal.

Ilarrarza (2003), quién fue jefe de departamento
de Rehabilitación Cardiaca y Medicina en el
INC, considera "en muchas ocasiones el efecto psicológico
y conductual que provoca la cardiopatía en el paciente es
mucho más dañino de lo que el propio paciente y el
médico hubiera creído" (p.247)

El programa que se lleva a cabo en el INC con fines de
rehabilitación y prevención se adapto en base a los
alcances logrados por países desarrollados como Suiza,
Alemania,
Francia,
Canadá y E.U.A. y se sustenta en la importancia de
realizar una intervención interdisciplinaria, donde el
psicólogo se encuentra involucrado en un trabajo
coordinado con el área médica y social del
instituto.

El ejercicio físico, la intervención
psicológica, la información e intervención
del estilo de vida del paciente son incorporados en el programa
del INC. El ejercicio es considerado como un medicamento en este
programa por los efectos que tiene sobre el organismo. IIarraza
(2003) considera que los beneficios del ejercicio junto con los
fármacos tiene beneficios "a nivel muscular,
miocárdico, vascular, hematológico,
metabólico, gastrointestinal, sistema nervioso,
etcétera" (p. 249).

Aunque IIarraza (2003) menciona la importancia de la
intervención psicológica en el programa del INC,
por que se ha notado que se incrementa la calidad de
vida y sensación de bienestar en el paciente, no
especifica en que consiste ni describe su impacto de manera
detallada como lo hace con los beneficios alcanzados con el
ejercicio físico.

A pesar de que la mayoría de las enfermedades
pueden ser prevenidas, como menciona Piña (2004) "es
fundamental el papel que el comportamiento
humano juega, tanto en lo que hace a su dimensión
psicológica como social", (p. 197), en el Sector Salud de
México se le ha dado poca trascendencia a la
intervención psicológica en los problemas de salud
graves como los trastornos cardiovasculares.

Es importante considerar que dentro del área de
psicología se ha dado importancia a la
actualización de los profesionales de la psicología
y en base a ello en la Universidad
Iberoamericana (UIA) de la ciudad de México se imparte un
curso coordinado por Gerardo Leija Alva, llamado "Introducción a la psicocardiología:
la relación entre el cerebro y el
corazón".

Con respecto a la relación entre trastornos
cardiacos y nutrición Castillo (2006) destaca que la dieta
es un factor implicado en la prevención cardiovascular ya
que se ha visto que desde la infancia el consumo de alimentos de alto
contenido en grasa, sodio y carbohidratos
simples, aunado al sedentarismo, incrementa la posibilidad de
presentar una enfermedad de este tipo.

Por otro lado el estrés en la vida adulta y el
sobrepeso debido a la ingesta de alimentos con alto contenido de
conservantes y grasa aumentan los riesgos de
enfermedades cardiovasculares.

Por eso Castillo (2006) propone como medida preventiva
la orientación sobre las formas de alimentarse
adecuadamente reduciendo el consumo de calorías y grasas
así como en porciones de alimentos de acuerdo con las
necesidades de cada edad.

Intervención

El gran reto de la psicología en general y de la
psicología de la salud, según Oblitas (2006), es
promover estilos de vida saludables, motivo por el cual es
imprescindible se haga un cambio de
conducta en los
pacientes y de ahí que la psicología y sus
técnicas, deban de ser efectivas para que se dé
este cambio, pudiendo reducir la morbilidad y mortalidad de las
enfermedades más importantes de los países
desarrollados.

Las ECV se reconocen, cada vez más, como un
importante problema de salud
pública en muchos países en desarrollo. Reddy
(2004) reconoce que el incremento de las tasas de mortalidad y la
prevalencia de factores de riesgo observados en Asia, África y
América
Latina, son los más importantes indicadores de
la magnitud de la epidemia que está por venir. Por otra
parte, la rápida y continua disminución en las ECV
en la mayoría de los países industrializados, es
una buena evidencia de la efectividad de las actuales estrategias
diseñadas para su prevención y control. A pesar de
ello, aún existe la pregunta de que ¿si
podrán ser aplicadas tales estrategias en los
países en desarrollo con igual efectividad que en los
países ricos?, siendo la posible respuesta a esta pregunta
es que aún se requiere de nuevas y más consistentes
investigaciones. El proceso de adaptación de estas
estrategias representa un inmenso desafío, que incluye, un
adecuado balance entre prevención primaria y la calidad de la
asistencia médica que se le brindará a los que
sufren tales enfermedades.

Dentro de la intervención, Antepara (2005)
menciona que la rehabilitación se tiene que llevar a cabo
con el fin de que el paciente cardíaco tenga una mejor
calidad de vida y eso incluye el disminuir los síntomas,
el que el paciente sea útil y se sienta satisfecho con su
papel tanto personal como en la sociedad.
Gracias a la rehabilitación, los pacientes logran un
cambio en sus hábitos de vida, y esto se da por medio de
la intervención médica, fisioterapéutica,
terapia ocupacional, nutricional, psicológica y/o
psiquiátrica, de enfermería
y social. (Antepara, 2005).

Uno de los programas de intervención es la
Rehabilitación Cardíaca, que consiste en un trabajo
multidisciplinario que está enfocado a lograr un cambio en
el estilo de vida de los pacientes, tratando en lo posible de que
estos cambios sean para toda la vida. Dentro de éste tipo
de programas se encuentran: los intrahospitalarios, los
domiciliarios supervisados y sin supervisión y los residenciales (Ilarraza,
2005).

Otro tipo de programa de intervención es el
relacionado con el ejercicio físico, ya que éste
tiene efectos positivos en el organismo como la adaptación
periférica para la utilización del oxígeno, disminución de la
impedancia al vaciamiento miocárdico, aumento en el
número, tamaño y densidad de las
mitocondrias, cambio de la fisiología cardíaca, el
corazón disminuye su frecuencia cardíaca y
tensión arterial sistólica (Ilarraza,
2005).

En Salamanca, España; se
llevó a cabo un estudio cuasiexperimental con pacientes
hipertensos, en el que la intervención iba dirigida a
mejorar la calidad de vida de los pacientes y consistió en
un programa combinado de audit, feedback, sesiones de
formación e implementación de guías
clínicas y se esperaría que el resultado fuera un
descenso del riesgo cardiovascular (García, et. al.,
2004).

Dentro de los programas de intervención de las
ECV se encuentran las medidas de rehabilitación y las de
prevención las cuales se encuentran ligadas. Por un lado
la rehabilitación esta encaminada a recuperar la
funcionalidad del paciente que ha padecido un ataque cardiaco y
por otro lado prevenir que reincida este problema.

Anteriormente el manejo de la rehabilitación
estaba dirigida a evitar que el paciente realizará
ejercicio y como lo menciona Vázquez "los enfermos con
infarto agudo del
miocardio, permanecían en cama de seis a ocho semanas,
en un sillón durante seis meses y a estos no se les
permitía subir ni pequeños tramos de escalera
durante su primer año de convalecencia" (s.f. p. 2). A
mediados del siglo pasado empezó a cambiar esta postura y
es entonces que en 1963, "la
Organización Mundial de la Salud en Ginebra, Suiza
recomendó la realización de programas de actividad
física para pacientes cardiópatas" (Vázquez,
s. f. p.4)

Las investigaciones que se fueron realizando sobre el
tema, dieron como resultado que por la década de los
noventa se estipularon nuevos protocolos para
la intervención con los pacientes para tener un mayor
control sobre los factores de riesgo. Entonces se contemplo la
importancia del ejercicio, la dieta, la educación y la
intervención psicológica en el proceso de
rehabilitación y prevención de enfermedades
cardiovasculares.

Estos programas no solo se aplican a personas que han
padecido un infarto, sino
también en aquellas que por su sistema de vida y
por su personalidad se encuentren en riesgo de presentar un
evento de este tipo.

Según Vázquez (s. f.), los países
europeos han llevado la delantera en cuanto a
investigación y aplicación de programas integrales de
intervención. Este autor considera que: "en estos
países han tomado tanto auge, que ha pasado a integrarse y
consolidarse, en una sola área, lo que se conoce como
Prevención Cardiovascular y Rehabilitación
Cardiaca, impartiéndose en unidades conjuntas mediante
tres tipos de programas: El Hospitalario, el Domiciliario y el
Comunitario, (p.6)

Sin embargo por la limitación de recursos
económicos, tecnológicos y humanos los
países en vías de desarrollo no han logrado un
eficaz manejo de las ECV, razón por la cual en el
año 2002 la Organización Mundial de la Salud (OMS)
publicó el informe
"Innovative care for chronic conditions.Building blocks for
action" (Balaguer, 2004, p. 492) dirigido a la prevención
y el control de enfermedades crónicas donde la enseñanza, la detección precoz, el
incremento en la actividad física, la evitación del
tabaco y de
alimentos no nutritivos marcan la pauta a seguir en los programas
de salud.

En países de habla hispana también se han
realizado actualizaciones en la prevención y
rehabilitación de los problemas cardiovasculares, como es
el trabajo que ha venido realizando Laham en Argentina y que ha
brindado importantes aportes sobre el tema. Para la autora es
relevante que el abordaje que se le dé a las
intervenciones de las enfermedades coronarias, se realice desde
una perspectiva psicológica ya que "la intervención
psicocardiológica se dirige a la corrección de
hábitos de comportamiento
de riesgo cardiovascular y al entrenamiento de
estrategias de enfrentamiento y control de estrés" (Laham,
2008, p. 157)

Dentro del programa de intervención que realiza
Laham se encuentran los siguientes componentes:

  • Modificación de las conductas
    riesgo.

  • Cambio en condiciones de vida

  • Información al paciente sobre los factores de
    riesgo en su estilo de vida.

  • Manejo del estrés

  • Control de emociones negativas

  • Realización de ejercicios
    controlados

  • Dieta adecuada

  • Abstinencia al tabaco

En Cuba las ECV
han sido la principal causa de muerte como lo
reportan Cooper et. al. (2005). En este país se ha
aplicado la prevención primaria para cambiar los patrones
de dieta y de tabaquismo aunado a una asistencia médica de
alta calidad.

Cabe mencionar que en dicho país
Rodríguez, Castro, Navarro y Bernal (2008) aplicaron
técnicas de relajación en pacientes con infarto
agudo con el fin de lograr un control de sus emociones y
encontró que con esta aplicación existía "un
aumento de la capacidad de relajación y
modificación  del afrontamiento a situaciones 
estresantes  y favoreció modificaciones en
algunos  parámetros fisiológicos en pacientes
infartados graves" (p. 6).

Se ha encontrado que existen variables conductuales,
fisiológicas, socioculturales y ambientales involucradas
en los trastornos cardiovasculares, razón por la cual
Fernández, Martín y Domínguez (2003),
mencionan que es importante modificar preventivamente los
siguientes factores: Dieta, perfil de personalidad de tipo A y
hábitos de vida.

En esta publicación Fernández,
Martín y Domínguez (2003), reportan que para actuar
sobre la hipertensión existen estrategias como la respiración diafragmática, la
evocación de pensamientos y sentimientos positivos
así como la hipnosis clínica que contribuyen a que
el paciente experimente "estados de profunda y duradera
serenidad" (p. 2).

Los factores socioculturales y psicobiológicos se
encuentran inmersos dentro de la hipertensión arterial y
para Alcocer (2003) la intervención del psicólogo
en esta área es de importancia, debido a los factores
emocionales implicados en la personalidad del hipertenso. El
autor reconoce el beneficio del biofeedback, la relajación
y la terapia cognitivo conductual en la reducción de la
presión
arterial.

Aspectos
Bioéticos

El Diccionario de
la Real Academia Española, da la siguiente
definición: "disciplina
científica que estudia los aspectos éticos de la
medicina y de la biología en general,
así como de las relaciones del hombre con los
restantes seres vivos". Es la rama de la ética que
provee principios
orientadores de la conducta humana
en el campo biomédico y proviene del griego bios
(vida) y ethos (ética).

Sgreccia (2002), menciona que la bioética
no es una ciencia en
sí, por lo que no se le concede un estatuto
epistemológico autónomo completamente distinto de
la ética clásica. Es una disciplina con el objeto
de regular los actos humanos (animal y vegetal), que suponen una
intervención sobre la vida, para considerarlos bajo el
punto de vista formal de la ética y conocer si son buenos
o malos encauzando su actuar. Quien mantiene que es mejor hacer
lo justo que sufrir injusticias, respeta a los otros, no solo
como personas humanas, sino por la bondad de la actitud y
rectitud moral de ese
comportamiento.

El término Bioética, corresponde al
oncólogo norteamericano Van Rensselaer Potter, utilizando
el término por primera vez en 1970 en un artículo
publicado en la revista de la
Universidad de Wisconsin "Perspectives in Biology and Medicine" y
cuyo título ostentaba por primera vez dicho
término: "Bioética: la ciencia de
la supervivencia". Posteriormente, en 1971 Potter publica un
libro con el
título de "Bioética: Puente hacia el futuro"
("Bioethics: Bridge to the future"). Guillén (1989),
mencionando a Beauchamp sostiene que, los principales pilares de
la Bioética, tienen como supuesto, detallar que las
decisiones éticas deben ser tomadas mirando tres
principios: 1. Autonomía, 2. Beneficencia /no maleficencia
y 3. Justicia.

La diferencia entre "lo bueno" de la ética
clásica y un "principio" bioético, es que la
Ética se ha abierto siempre a la posibilidad de reconocer
un origen transubjetivo de la normatividad moral, el que permite
hablar de "objetividad moral", con todas las reservas que se
quieran. El "principio" bioético en cambio, tal como se
entiende hoy, privilegia la instancia subjetiva, de ahí
que el origen último de su normatividad, es el que surge
del consenso o del procedimiento seguido para llegar a ese
consenso y en esta búsqueda de "principios
bioéticos", los aspectos consensuales han alcanzado una
inusual importancia.

Los principios bioéticos no tienen el carácter de lo que la ética
clásica entiende como "principios", esto es, de verdades
tan manifiestas que eximen de toda necesidad consensual, sino
más bien de postulados, ya que para que exista el consenso
debe haber una instancia no consensual, que es a la cual la moral
clásica llama principios. (Di Pietrantonio, s.
f.).

Las primeras declaraciones de bioética surgen con
posterioridad a la Segunda Guerra
Mundial, cuando el mundo se escandaliza con el descubrimiento
de los experimentos
médicos llevados a cabo por los facultativos del
régimen hitleriano sobre los prisioneros en los campos de
concentración. Esta situación, a la que se suma el
dilema planteado por el invento de la fístula para
diálisis renal de Scribner (Seattle, 1960), las
prácticas del Hospital Judío de Enfermedades
Crónicas (Brooklyn, 1963) o la Escuela de
Willowbrook (Nueva York, 1963), van configurando un panorama
donde se hace necesaria la regulación, o al menos, la
declaración de principios a favor de las víctimas
de estos experimentos. Ello determina la publicación de
diversas declaraciones y documentos
bioéticos. (Oblitas, 2009)

Declaración de
Derechos de Los Pacientes

En lo que al Psicólogo
refiere:

  • Solicitar y recibir información sobre la
    capacidad profesional del psicólogo, incluyendo la
    condición de su Cédula Profesional para
    ejercer, su educación, capacitación,
    experiencia, participación en asociaciones
    profesionales, especialización y otros.

  • Recibir información sobre el plan de
    tratamiento.

  • Disfrutar de un ambiente seguro, libre de abuso
    sexual, físico o emocional mientras esté bajo
    el cuidado de un psicólogo.

  • Esperar que su psicólogo no lo involucre en
    ninguna relación social o comercial aparte de su
    relación de terapia.

  • Hacer preguntas sobre su terapia o evaluación
    psicológica.

  • Pedir que el psicólogo le diga cómo
    está progresando.

  • Rehusar cualquier tipo de tratamiento o suspender el
    tratamiento en cualquier momento sin obligación u
    hostilidad.

  • Solicitar y (en la mayoría de los casos)
    recibir un resumen de su historial, incluyendo el
    diagnóstico, el plan de tratamiento, su progreso y el
    tipo de tratamiento.

  • Denunciar conducta no profesional por parte del
    psicólogo.

  • Recibir una segunda opinión en cualquier
    momento sobre su terapia o sobre los métodos usados
    por su psicólogo.

Discusión

La intervención de la psicocardiología
necesita realizarse desde una prevención temprana, de
manera multidisciplinaria, para establecer desde la infancia
hábitos saludables de vida y de alimentación. En el
manejo de emociones, pueden implementarse programas con niños y
padres de familia, sobre la
permisividad y limites de las manifestaciones de emociones
displacenteras como lo es la ira, la tristeza y el
miedo.

Estos mismos programas se pueden establecer en la
población que se encuentra en riesgo de
padecer un trastorno cardiaco, aunado con ejercicios de
respiración y relajación para disminuir la
presión arterial.

En la prevención secundaria la
psicocardiología estaría encaminada a que el
paciente identifique los síntomas de alarma que anteceden
a una crisis
cardiaca; y el biofeedback junto con la terapia
cognitivo-conductual pueden contribuir a evitar y disminuir estos
riesgos.

Conclusiones

Las enfermedades cardiovasculares y sus componentes
hereditarios y presiones sociales, reviste gran importancia el
tema de bioética y psicología.

El papel del psicólogo es relevante en cuanto al
tratamiento se refiere y conocer el tema dentro del enfoque de la
medicina, le facilita hacer empatía con el enfermo que la
padece, pero siempre teniendo en cuenta que el conocer del
padecimiento, no lo autoriza abundar con el interesado sobre su
mal, esto es únicamente competencia del
cardiólogo.

En cuanto al campo de la bioética, se concluye
que toda persona, tiene derecho al alivio del dolor, por lo que
se han de buscar métodos efectivos y económicos
para mitigarlo. Los Gobiernos deben disponer de conocimientos
sobre los factores psicosociales de riesgo de manera racional
para el establecimiento de políticas
sanitarias claras, la implementación de servicios
específicos en cardiología y obviamente la correcta
educación
de profesionales de la salud, en cualquier servicio a
nivel local, regional y/o nacional.

El psicólogo contribuye esencialmente en la
promoción de la autotomía y la
dignidad del
afectado, en cuanto a control de síntomas a nivel de apoyo
emocional y estando consciente que se trabaja en un equipo
interdisciplinario. De no darse lo anteriormente investigado,
éstas serán causas de fracaso para los pacientes en
su tratamiento, pudiendo deberse a la falta de continuidad en el
tratamiento, no reconocer en el individuo sus necesidades, no
considerar parte normal del tratamiento el soporte psicosocial y
la falta de trabajo en
equipo.

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Autor:

María I. Morales

Virginia M. Sierra

Ireri Y. Vázquez

Iván M. Vega

Universidad de Morelia

Partes: 1, 2
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