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Ayudas a maestros principiantes para instruir la comprensión de textos con fábulas



Partes: 1, 2

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    A continuación te presentamos 17 fábulas
    del conocido autor ESOPO.

    Las fábulas son escritos cortos que ofrecen una
    enseñanza, expresadas en un enunciado
    también corto, pero que constituyen enseñanzas y
    son colocados al final del texto
    –relato. Asimismo, se tomaron algunas imágenes
    de los protagonistas de los referidos escritos.

    Fueron seleccionadas 17 fábulas de un
    total de 300 revisadas.

    El criterio de selección
    fue la presencia de tres participantes, lo que permitirá
    el establecimiento de relaciones tríadicas (de tres),
    relación que es la más identificada entre las
    secuencias de las teleclases. Para su práctica
    profesional le recomendamos que oriente A SUS ALUMNOS el
    establecimiento de relaciones entre textos verbales o de
    diferente naturaleza
    sígnica, verbal icónico, por ejemplo,
    proponemos:

    A. Averigua datos importantes
    de la vida de Esopo

    B. Relacione el texto con el mensaje
    –enseñanza

    C. Relacione el mensaje con el texto que
    corresponda

    D. Localice la definición, coloque su
    número junto a la imagen

    E. Determine cuáles son las acciones
    humanas criticadas en las fábulas

    F. Cuáles son los hechos que relacionan
    los tres animales de las
    fábulas

    G. Selecciona las estructuras
    gramaticales que incluyan el significado principal

    H. Determina los significados que conforman el principal,
    teniendo en cuenta personajes, hechos, enseñanza

    CON ESTOS EJERCICIOS SE DESARROLLA EL PRIMER
    NIVEL DE COMPRENSIÓN TEXTUAL:

    • IDENTIFICACIÓN DE SIGNIFICADOS

    • IDENTIFICACIÓN DE RELACIONES ENTRE
      TEXTOS

    1. RELACIONE EL MENSAJE CON EL TEXTO QUE
    CORRESPONDA. Localice la fábula

    1.1 Pon tu esfuerzo y dedicación en lo que realmente
    estás preparado, no en lo que no te corresponde.

    1.2. Siempre corresponde generosamente con tus
    bienhechores, y por prudencia mantente alejado de los malvados
    que insinúan hacer lo incorrecto.

    1.3. Muchas veces, muy pequeñas molestias
    nos hacen olvidar las grandezas que poseemos.

    RESPUESTAS

    01– El águila, el cuervo y el
    pastor.

    03 – El águila de ala cortada y la
    zorra.

    51 – El león, Prometeo y el
    elefante

    2. RELACIONE EL TEXTO CON EL MENSAJE
    –ENSEÑANZA

    02 – El águila, la liebre y el escarabajo.

    Estaba una liebre siendo perseguida por un
    águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un
    escarabajo, suplicándole que le ayudara.

    Le pidió el escarabajo al águila
    que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la
    insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su
    presencia.

    Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los
    lugares donde el águila ponía sus huevos, y
    haciéndolos rodar, los tiraba a tierra.
    Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera
    que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar
    seguro para
    depositar sus huevos.

    Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo,
    pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo
    una bolita de estiércol, voló y la dejó caer
    sobre el regazo de Zeus.

    Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella
    suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta.
    Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la
    época en que salen a volar los escarabajos.

    06 – Las zorras, las águilas y las
    liebres.

    Cierto día las águilas se declararon en guerra contra
    las liebres.

    Fueron entonces éstas a pedirle ayuda a las zorras.
    Pero ellas les contestaron:

    — Las hubiéramos ayudado si no
    supiéramos quienes son ustedes y si tampoco
    supiéramos contra quienes luchan.

    54 – El león, la zorra y el
    ratón.

    Dormía tranquilamente un león,
    cuando un ratoncillo se puso a correr sobre su cuerpo.

    Se despertó el león, y se
    movió en todas direcciones buscando a ver quien era el
    intruso que le molestaba.

    Lo observaba una zorra, y le criticó por
    creer que tenía miedo de un simple ratoncillo, siendo
    él todo un señor león.

    — No es miedo del ratoncillo — dijo el
    león–, sino que me sorprendió que hubiera un
    animal que tuviera el valor de
    pisotear el cuerpo de un león dormido.

    58 – Los lobos, los carneros y el carnero
    mayor.

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