La neuritis óptica
es una enfermedad en la que la inflamación del nervio óptico
produce una desmielinización. La pérdida de la
mielina hace que el nervio quede desprotegido y la
conducción de los estímulos visuales sea
defectuosa, por ello los pacientes con neuritis óptica
perciben alteraciones visuales.
Esta enfermedad se presenta como una
perdida aguda de la visión en un ojo o en ambos (pudiendo
ser afectados estos simultáneamente u sucesivamente)
desarrollándose en una variedad de sintomatología
clínica particularmente cuando se presenta esclerosis
múltiple.
La situación más frecuente
que se presenta es en un adolescente o adulto joven (raro en
niños)
que nota una rápida disminución en la visión
de un ojo (como si un velo le estuviera cubriendo el ojo) algunas
veces progresando en cuestión de horas o días a una
ceguera completa.
El disco óptico y la retina pueden
lucir normal (neuritis retrobulbar), pero si la
inflamación del nervio esta cerca de la cabeza del nervio,
va a haber inflamación del disco óptico, es decir
papilitis, (como en la figura)
Los márgenes del disco óptico
se ven elevados, borrosos y raramente rodeado de hemorragias.
Como previamente se explico la papilitis está asociada a
una marcada perdida de la visión y a escotoma,
distinguiéndola así del papiledema de la presión
intracraneal elevada. El dolor al movimiento y
la suavidad del globo ocular a la palpación y una
diferencia de la percepción
del brillo de la luz
éntrelos dos ojos son hallazgos consistentes.
La pupila en el lado afectado puede haber
disminuido su reactividad a la exposición
directa de luz. El paciente puede reportar visión borrosa
después o durante una ducha caliente (fenómeno de
Uthoff). Si hay papilitis, al examen puede descubrirse opacidad
variable del humor vítreo que causa dificultad en la
visualización de la retina.
En casos extremos, el edema puede
expandirse desde el disco óptico y causar una
ondulación en la retina adyacente. En cualquier caso, la
mayoría de las causas de neuritis óptica son
retrobulbar y es muy poco lo que se puede ver al examen de la
cabeza del nervio óptico.
En alrededor del 10 % de los casos, ambos
ojos están involucrados, ya sea simultáneamente o
en rápida sucesión.
Neuritis óptica aguda en un paciente
en un paciente con esclerosis múltiple. Se puede apreciar
que el disco óptico está hinchado por un proceso
inflamatorio cerca de la cabeza del nervio (papilitis) y el
paciente está virtualmente ciego del ojo
afectado.
En proporción a estos pacientes no
se puede encontrar la causa de neuropatía óptica,
pero en el primer brote de esclerosis múltiple siempre se
sospecha. Después de varias semanas hay una
recuperación espontanea; la visión regresa a su
normalidad de 2/3 de los casos. La regresión de los
síntomas puede ocurrir espontáneamente o puede ser
acelerada mediante la
administración de corticosteroides por vía
intravenosa o vía oral ya que ambas formas tienen la misma
frecuencia de relapso de la neuritis óptica.
Ocasionalmente pueden quedar con
disminución del brillo, discromatopsia, o un escotoma;
rara vez el paciente queda ciego. Tiempo
después el disco óptico se vuelve ligeramente
pálido, especialmente en el lado temporal, y la palidez se
extiende mas allá de los márgenes del disco hacia
la fibra nerviosa de la capa de la retina pericapilar.
El líquido cefalorraquídeo en
estos pacientes puede estar normal o contener de 10 a 100
linfocitos por campo, proteínas
totales y gammaglobulinas elevadas, y bandas oligoclonales
elevadas.
Mientras pasa el tiempo aproximadamente la
mitad de estos pacientes van a desarrollar otros signos y
síntomas de esclerosis múltiple, usualmente dentro
de 5 años, y probablemente aun mas van a desarrollarlos
cuando están bajo observación por periodos
prolongados.
En aproximadamente el 15 % de los pacientes
con esclerosis múltiple, la historia de la enfermedad
comienza con la neuritis retrobulbar como primer síntoma.
La enfermedad desmielinizante post-infecciosa es una causa
probable en la minoría de los casos que no muestran
más tardíamente signos de esclerosis
múltiple.
Se conoce menos acerca de los niños
con neuropatía retrobulbar, en los cuales este desorden es
más frecuente de forma bilateral y relacionada
frecuentemente a una infección viral precedente. Su
pronóstico es mejor que en los adultos.
La neuritis óptica anteriormente
había sido relacionada a enfermedad de los senos
paranasales, pero esta entidad raramente afecta la visión
y este diagnostico debe de ser afectado solo cuando hay evidencia
de infección, como fiebre, descarga
nasal purulenta, leucocitosis, etc.; aun así, la
asociación entre estas entidades es tenue.
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