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Una revaloración de la teoría del valor de Marx (página 2)



Partes: 1, 2

".Así como los valores de
uso chaqueta y lienzo son combinaciones de actividades
productivas orientadas a un fin que se efectúan con
paño e hilado, y en cambio los
valores
chaqueta y lienzo sólo son mera gelatina homogénea
de trabajo,
también los trabajos contenidos en dichos valores no
tienen validez por su relación productiva con el
paño y el hilado sino sólo como gastos de
fuerza humana
de trabajo."[5]

"Un valor de uso o
un bien, por ende, sólo tiene valor porque en él
está objetivado o materializado trabajo abstractamente
humano. ¿Cómo medir
, entonces, la magnitud
de su valor
? Por la cantidad de "sustancia generadora de
valor" -por la cantidad de trabajo– contenida en ese valor
de uso. La cantidad de trabajo misma se mide por su
duración
, y el tiempo de
trabajo a su vez, reconoce su patrón de medida en
determinadas fracciones temporales, tales como
hora, día
,
etcétera."[6]

Hasta aquí estamos de acuerdo con todo lo que Marx plantea en
las citas anteriores. En primer lugar, el planteamiento de
la dualidad del trabajo
: el trabajo abstracto y
el trabajo
concreto
, es una de las más importantes
contribuciones de Marx a la economía
política, pues de este planteamiento se deriva
la ley más
general y esencial de la economía política como
ciencia: la
ley del valor
. En el caso de los economistas
clásicos, cuando éstos hablaban del trabajo,
solamente se referían al trabajo concreto. Y en
segundo lugar, en cuanto al significado del trabajo abstracto y
del trabajo concreto, podemos sintetizarlo como sigue: el trabajo
concreto es diverso, heterogéneo, diferenciado, es decir,
es el trabajo del sastre, del carpintero, del herrero, etc.; en
cambio, el trabajo abstracto es único, homogéneo,
indiferenciado, ya que este trabajo no es más que la
energía física y mental que
el trabajador gasta al producir mercancías. En otras
palabras, el trabajo abstracto es lo que hay de común
en todos los trabajos concretos.

Con relación a la ley del valor, ésta ley
nos dice que el valor de las mercancías está
determinado por la cantidad de trabajo abstracto absorbido por
ellas en su producción, y la magnitud del valor de
dichas mercancías está determinado por el tiempo
de trabajo transcurrido para producirlas.

Para continuar con este trabajo de investigación, sugerimos al lector poner
mucha atención en las siguientes citas de Marx,
ya que de ellas se deriva nuestra hipótesis central y todas las demás
hipótesis
secundarias.

"… en la producción de una mercancía, solo
utiliza el tiempo de trabajo promedialmente necesario, o tiempo
de trabajo socialmente necesario. El tiempo de trabajo
socialmente necesario es el requerido para producir un valor de
uso cualquiera, en las condiciones normales de producción
vigentes en una sociedad y con
el grado social medio de destreza e intensidad de
trabajo
. Tras la adopción
en Inglaterra del
telar de vapor, por ejemplo, bastó más o menos la
mitad de trabajo de antes para convertir en tela determinada
cantidad de hilo. Para efectuar esa conversión, el tejedor
manual ingles
necesita emplear ahora exactamente el mismo tiempo de trabajo que
antes, pero el producto de su
hora individual de trabajo representa únicamente media
hora de trabajo social, y
su valor disminuyó, por consiguiente, a la mitad del que
antes tenía".[7]

"Es sólo la cantidad de trabajo socialmente
necesario
, pues, o el tiempo de trabajo socialmente necesario
para la producción de un valor de uso, lo que determina
su magnitud de valor.
Cada mercancía es considerada
aquí en general, como ejemplar medio de su clase…".[8]

Desde aquí en adelante es donde empezamos a tener
serias diferencias con los planteamientos de Marx, pues estamos
totalmente en contra de lo que afirma en las dos citas
anteriores. En primer lugar, no estamos de acuerdo que el
trabajo que crea el valor de las mercancías sea un trabajo
social medio
, es decir, una especie de trabajo promedio. Y en
segundo lugar, tampoco estamos de acuerdo que una hora
de trabajo individual
(la del tejedor manual) equivalga a
media hora de trabajo social
(la del tejedor con telar de
vapor). Aquí no estamos de acuerdo en la división
que hace Marx entre trabajo individual y trabajo social.

HIPÓTESIS
CENTRAL.

Las razones por las cuales no estamos de acuerdo con
Marx en estos planteamientos, las desarrollamos en nuestra
hipótesis central, la cual dice lo siguiente: como
la ley del valor es la ley más universal de la
economía
política, entonces el trabajo que crea las
mercancías
no es un trabajo social medio, sino el
trabajo abstracto individual
contenido en cada una de las
mercancías.

Esto, porque el trabajo abstracto es absolutamente
homogéneo e indiferenciado, por lo que no es susceptible
de promedios.
Solamente el trabajo concreto es susceptible de
promedios. Por lo tanto, si hablamos del trabajo abstracto no
podemos hablar de trabajo social medio, ni tampoco de trabajo
individual y de trabajo social
.

También nuestra hipótesis central afirma que es
un profundo error plantear, como lo hace Marx, que una hora de
trabajo individual del tejedor manual puede equivaler a media
hora del trabajo social del tejedor con telar de vapor. El
trabajo individual o privado, que es el que realmente crea el
valor de las mercancías, adquiere su carácter social
no por ser una especie
de trabajo promedio, sino por ser un trabajo útil
socialmente,
pues es un trabajo cuyos productos son
consumidos por la sociedad.

Además, este trabajo individual forma parte del
trabajo social total,
el que es necesario para la
manutención de toda la sociedad
.

Por todas estas razones, afirmamos que Marx identificó
o redujo el trabajo abstracto al trabajo concreto.

La siguiente hipótesis, la cual se deriva de la
hipótesis central, nos dice: las condiciones medias de
destreza de los trabajadores, de productividad y
de intensidad del trabajo, entre otras, determinan el precio de las
mercancías, pero no su valor
como lo planteo Marx.

Si Marx afirmaba que el valor social de las mercancías
podía estar por arriba o por abajo del valor individual de
dichas mercancías, nosotros, por el contrario, afirmamos
que es el precio de las mercancías el que puede estar
por arriba o por abajo del valor de éstas
mercancías.
Esto, porque para nosotros no existen
los valores individual y social de las mercancías,
sólo existe el valor de las mismas.

Los precios de
las mercancías los van imponiendo las empresas y las
ramas productivas de mayor rendimiento,
de tal manera que
dichos precios están por arriba de los valores de las
mercancías de las empresas de mayor productividad, y por
abajo del valor de las mercancías de las empresas de menor
productividad. Por lo tanto, los precios que están por
arriba del valor de las mercancías absorben
plusvalía de otras empresas,
mientras que los
precios que están por abajo del valor de las
mercancías ceden plusvalía a otras
empresas.

De esto deducimos que los precios no son más que un
mecanismo de transferencia de plusvalía (valor) de las
empresas menos productivas a las más productivas. Desde
luego, cuando el precio de las mercancías coincide con su
valor no existe transferencia de valor. Por todas estas razones,
concluimos que Marx identificó el valor de las
mercancías con el precio de las mismas.

De nuestra segunda hipótesis se deriva que las
mercancías no se venden por su valor, sino por su
precio,
por lo que existe una transferencia de valor
(plusvalía) de unas empresas a otras. En cambio, para
Marx las mercancías siempre se venden por su valor
,
por su valor social decía él, y si bien es cierto
que este valor social podía estar por arriba o por abajo
del valor individual de dichas mercancías, la
transferencia de plusvalía (valor) no era posible, pues lo
que realmente pasaba, según Marx, es que el trabajo de las
empresas más productivas es de mayor peso
específico que el trabajo de las empresas menos
productivas. Por ésta razón, Marx afirmaba que
las empresas con mayor productividad generaban más valor
que las empresas menos productivas
, por lo que una hora de
trabajo menos productivo solamente podía equivaler a media
hora de trabajo más productivo. Nosotros pensamos que
por ésta visión, la cual consideramos
equivocada, Marx no pudo prever con más claridad la
etapa monopolista del capitalismo
, ya que entre más se
ha desarrollado ésta etapa el desarrollo
económico es cada vez más desigual y, por lo
tanto, la transferencia de plusvalía de las empresas menos
productivas a las más productivas, a través de los
precios, es cada vez mayor. Por ésta razón,
también la concentración y la centralización de la producción y
del capital es
cada vez mayor.
Para nosotros, las empresas más
productivas no crean más plusvalía que las empresas
menos productivas, sino que absorben más plusvalía
de las empresas menos productivas que es otra cosa.

Para convencernos de que Marx no aceptaba la transferencia de
valor de unas empresas a otras, veamos lo que dice en la
siguiente cita:

"…con la introducción de maquinaría nueva,
mientras la masa de la producción siga basándose
todavía en los viejos medios de
producción, el capitalista puede vender la
mercancía por debajo de su valor social, con la
condición de que venda por encima de su valor individual,
vale decir, por encima del tiempo de trabajo que requiera para su
fabricación en el nuevo proceso de
producción. Aquí parece, pues, que el plusvalor
proviene de la venta, del hacer
pagar más caro a los demás poseedores de
mercancía, de la elevación del precio de la
mercancía por encima de su valor, no de la
disminución del tiempo de trabajo necesario y de la
prolongación del tiempo de plustrabajo. Pero ésta
es sólo la apariencia. Mediante la excepcional fuerza
productiva que el trabajo obtiene aquí a diferencia del
trabajo medio en el mismo ramo de actividad, se convierte en
relación con éste, en trabajo superior, de modo
que, por ejemplo, una hora laboral suya es
igual a 5/4 de una hora laboral de trabajo
medio…"[9].

Otro de los errores de Marx, es el haber considerado los
trabajos
: simple y complejo, potenciado y no potenciado, de
mayor y menor peso específico, cualitativamente superior e
inferior, más o menor productivo y calificado y no
calificado, como formas de trabajo abstracto, cuando realmente
son formas de trabajo concreto.

Esto porque, como ya lo afirmamos antes, el trabajo
abstracto es absolutamente homogéneo e indiferenciado, por
lo que es imposible que tome las formas mencionadas
. Por lo
tanto, también es imposible que una hora de trabajo
abstracto de una empresa
más productiva sea igual o equivalga a varias horas de
trabajo de otra empresa menos
productiva. Nosotros pensamos que el trabajo calificado o
complejo o más potenciado, etc., vale más, pero no
crea más valor. Las que si son formas del trabajo
abstracto son los trabajos más o menos intensivos
. El
trabajo abstracto más intensivo contiene más
trabajo en la misma unidad de tiempo que el trabajo abstracto
menos intensivo, pero si los trabajos abstractos de diferentes
empresas con diferentes productividades tienen la misma
intensidad, entonces la misma unidad de tiempo en todas
éstas empresas contendrá la misma cantidad de
trabajo abstracto, aunque el número de mercancías
(la misma mercancía) producidas por cada una de las
empresas sea diferente: mayor en las empresas mas productivas y
menor en las empresas menos productivas. Esto, porque el trabajo
concreto (el que crea el valor de uso de las mercancías)
depende del desarrollo de
las fuerzas productivas, mientras que el trabajo abstracto no
depende de este desarrollo.

Para reforzar lo que hemos dicho con respecto a las formas del
trabajo concreto y el trabajo abstracto, veamos las siguientes
citas de Marx.

"…pero el valor de la mercancía representa trabajo
humano puro y simple, gasto de trabajo humano en general… Este
es gasto de fuerza de trabajo simple que, término medio,
todo hombre
común, sin necesidad de un desarrollo especial, posee en
su organismo corporal… Se considera que el trabajo más
complejo es igual sólo al trabajo simple potenciado o
más bien multiplicado, de suerte que una pequeña
cantidad de trabajo complejo equivale a una cantidad mayor de
trabajo simple…".[10]

"…el trabajo cuya fuerza productiva es excepcional opera
como trabajo potenciado, esto es, en lapsos iguales, genera
valores superiores a los que produce el trabajo social medio del
mismo tipo…".[11]

"…en la medida en que aquí el trabajo del país
más adelantado se valoriza como trabajo de mayor peso
específico, aumenta la tasa de ganancia al venderse como
cualitativamente superior al trabajo que no ha sido pagado como
tal…".[12]

Como vemos, en éstas citas Marx insiste en que el
trabajo más productivo crea más valor que el
trabajo menos productivo. Sin embargo, nosotros también
insistimos que la fuerza de trabajo más productiva vale
más, pero no crea más valor. Esto, porque como ya
lo mencionamos, el trabajo abstracto como el creador del valor de
las mercancías no puede ser ni simple ni complejo, ni mas
ni menos potenciado, etc., porque es absolutamente
homogéneo e indiferenciado.

LA PLUSVALIA RELATIVA
NO EXISTE.

De su postulado, el cual consideramos falso, que dice
que una unidad de trabajo abstracto de una empresa más
productiva equivale a varias unidades de trabajo abstracto de
otra empresa menos productiva,
Marx deduce la existencia
de la llamada plusvalía relativa
. Esto es, esta
plusvalía depende del desarrollo de las fuerzas
productivas (del desarrollo tecnológico), aumenta
cuando estas fuerzas aumentan, y disminuye cuando dichas fuerzas
también disminuyen. Para nosotros éste tipo de
plusvalía no existe, pues no aceptamos el postulado del
cual Marx la deduce. Para nosotros solamente existe la
plusvalía, sin apellido.

Veamos en la siguiente cita la conclusión a la que Marx
llega:

"El valor de la mercancía está en razón
inversa a la fuerza productiva del trabajo. Igualmente, lo
está porque se halla determinado por valores de las
mercancías, el valor de la fuerza de trabajo. Por el
contrario, el plusvalor relativo está en razón
directa a la fuerza productiva del trabajo. Aumenta cuando
aumenta la fuerza productiva, y baja cuando ésta
baja…".[13]

Para nosotros, en la cita anterior, la parte donde se habla
del plusvalor relativo es falsa, por lo que solamente aceptamos
la primera parte de dicha cita. Entonces la conclusión
verdadera quedaría como sigue:

"El valor de las mercancías está en razón
inversa a la fuerza productiva del trabajo. Igualmente, lo
está, porque se halla determinado por valores de las
mercancías, el valor de la fuerza de trabajo."

La importante conclusión anterior, la podemos
formular como sigue: Con el desarrollo de las fuerzas
productivas, la magnitud del valor de las mercancías,
incluida la fuerza de trabajo, tiende a disminuir
. Esta
conclusión adquiere el carácter de ley, y es la ley
más importante de la economía política
después de la ley del valor.

Si la plusvalía relativa no existe como nosotros
lo postulamos, entonces la teoría
de la tasa descendente de ganancia de Marx se fortalece.
Esto
porque hay economistas y filósofos antimarxistas, e incluso
marxistas, que afirman que dicha tasa de ganancia no tiene
validez general, pues la existencia de la plusvalía
relativa evita su caída permanente como efecto del aumento
también permanente de la composición
orgánica del capital. Pero si la plusvalía relativa
no existe, entonces la composición orgánica de
capital varía con más rapidez que la tasa de
plusvalía, lo que con esto la ley de la tasa descendente
de ganancia de Marx adquiere una absoluta validez general.

Ahora para finalizar este trabajo ¿Cuáles son
las principales fuerzas contrarrestantes para amortiguar la
caída de la tasa de ganancia?
Nosotros pensamos que
son: la concentración y la centralización de la
producción y del capital, y el desarrollo económico
cada vez más desigual.
Con estas dos fuerzas se
aumenta cada vez más la masa de ganancia, y las empresas
que van a la cabeza del desarrollo tecnológico absorben
valor (plusvalía, riqueza) cada vez más de las
empresas menos desarrolladas tecnológicamente. Aunque
considerando toda la economía de un país, no se
evita la caída de la tasa de ganancia, con el desarrollo
económico desigual, las empresas más desarrolladas
tecnológicamente no solamente logran evitar la
caída de su tasa de ganancia, sino que la transforman en
tasa ascendente, por lo menos temporalmente. En cambio, para
las empresas más atrasadas su tasa de ganancia siempre es
descendente
, y en algunos períodos es más
pronunciada de la normal.

Finalmente, consideramos que en la actualidad el capitalismo
mundial ha llegado a niveles alarmantes de concentración y
centralización
de la producción y del capital,
y de desarrollo económico desigual, por lo que se pone
en grave riesgo la
sobrevivencia de la sociedad
. Ante ésta
situación, creemos que la única alternativa es el
socialismo,
por lo que todos debemos luchar por su advenimiento, antes que la
sociedad actual se autodestruya.

CAPITULO II

CONCLUSIONES.

  • a) En la investigación científica, no
    basta con descubrir la esencia de los fenómenos, pues
    entre la esencia y lo externo existen eslabones intermedios,
    en los cuales el investigador se puede perder. Esto es lo que
    de alguna manera le pasa a Marx en su teoría del valor
    de las mercancías.

  • b) Marx diferenció correctamente el trabajo
    abstracto del trabajo concreto, pero cuando formula su
    teoría del valor y del precio, identifica el trabajo
    abstracto con el trabajo concreto y el valor con el
    precio.

  • c) Cuando Marx toma los trabajos: simple y complejo,
    más y menos potenciado, mas y menos productivo, entre
    otros, como formas del trabajo abstracto, llega a la
    conclusión de que una unidad de tiempo de trabajo
    abstracto de una empresa mas productiva equivale a varias
    unidades de tiempo de trabajo abstracto de otra empresa menos
    productiva. Este postulado lo llevó a plantear la
    existencia de la plusvalía relativa y la no
    transferencia de valor de las empresas menos productivas a
    las más productivas.

  • d) En cuanto al valor de las mercancías, Marx
    planteó que es el trabajo abstracto el que crea dicho
    valor, pero luego dice que éste trabajo es una especie
    de trabajo social medio. También hace una diferencia
    entre valor individual y valor social, y que es el valor
    social el verdadero creador del valor.

  • e) Nosotros pensamos que el valor lo crea el trabajo
    abstracto, pero que este trabajo que crea el valor de la
    mercancía no es un trabajo social medio, sino el
    trabajo individual que contiene cada mercancía. Esto,
    porque el trabajo abstracto es absolutamente homogéneo
    e indiferenciado. Tampoco aceptamos la división del
    valor en valor individual y el valor social.

  • f) El precio de las mercancías es el que
    sí, según nosotros, es resultado de las
    condiciones medias y del trabajo social medio, pero no el
    valor. Por esto afirmamos que Marx identificó el
    trabajo abstracto con el trabajo concreto y el valor con el
    precio.

  • g) Tampoco estamos de acuerdo con el postulado de
    Marx, el cual afirma que una unidad de tiempo de trabajo
    abstracto de una empresa más productiva equivale a
    varias unidades de tiempo de trabajo abstracto de otra
    empresa menos productiva, por ésta razón,
    tampoco aceptamos la existencia de la plusvalía
    relativa.

  • h) Creemos que la no-existencia de la
    plusvalía relativa fortalece la teoría de Marx
    de la tasa descendente de ganancia. Y que las principales
    fuerzas que contrarrestan esta caída son la
    concentración y la centralización de la
    producción y del capital, y el desarrollo
    económico cada vez más desigual.

  • i) En la formación del valor, Marx no acepta
    la transferencia de valor de las empresas menos productivas a
    las más productivas, pero en la formación del
    precio de producción si la acepta. Aunque luego
    introduce los conceptos de valor de mercado y de precio de
    mercado, e incluso llega a identificar el valor de mercado
    con el precio de producción. Esto, por haber tomado
    Marx el trabajo abstracto que crea el valor, como un trabajo
    social medio.

  • j) Con el desarrollo del capitalismo, el precio de
    las mercancías diverge cada vez más de su
    valor. Esto, porque el desarrollo económico en el
    capitalismo es cada vez más desigual.

  • k) Finalmente, en el capitalismo actual la
    concentración de la riqueza y el desarrollo
    económico desigual han alcanzado niveles alarmantes,
    los cuales amenazan seriamente la sobrevivencia de la
    sociedad, por lo que es urgente reemplazar al capitalismo por
    otro sistema superior, antes de que la sociedad se
    autodestruya. Nosotros creemos que éste sistema
    superior es el socialismo, y que no hay otra alternativa.

BIBLIOGRAFÍA.

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Autor:

Prof. Rutilo Francisco
Vásquez

Enviado por:

Mónico Silverio Evangelista

Guadalajara, Jalisco.

Junio de 2004.

El Ing. Francisco Rutilo Vásquez es egresado del Centro
Universitario de Ciencias
Exactas e Ingeniería, de la Universidad de
Guadalajara. Actualmente es profesor e
investigador, de medio tiempo Asociado "A", de la Escuela
Preparatoria No. 2 turno nocturno.

La presentación y disposición en conjunto de
EL HOMBRE Y
LA CIENCIA son
propiedad del
Autor. Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o
transmitida, mediante ningún sistema o
método
electrónico o mecánico (incluyendo el fotocopiado,
la grabación o cualquier sistema de recuperación y
almacenamiento de
información) sin consentimiento por escrito
del Autor.

[arroba] Derechos
Reservados.

Primera Edición: 2004.

[1] Carlos Marx: El
capital. Ed. Siglo XXI, T.I, Vol. I, 10a ed., 1981, p. 51.

[2] Ib., p. 47.

[3] Ib., p. 57.

[4] Ib., p. 54.

[5] Ib., 55

[6] Ib., 47.

[7] Ib., 48.

[8] Ib., 48

[9] Ib., 38

[10] Ib., 54

[11] Carlos Marx. El Capital. Ed. Siglo XXI,
T. I. Vol. II. 7ª ed. 1979. p. 386.

[12] Carlos Marx. El Capital. Ed. Siglo XXI,
T.III.Vol.VI. 5ª ed. 1982. p. 304.

[13] Carlos Marx, El capital. Ed. Siglo XXI,
T.I, Vol. II., 7ª ed. 1979, p. 307.

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