Aproximación al avance del cristianismo protestante en Latinoamérica y Colombia (página 3)

3.1.-Un ejemplo para todos los tiempos

En el proceso de
evangelización dirigida a los jóvenes se recomienda
presentarles el desafío que ofrece la vida del
Señor Jesús: joven, contemporáneo a sus
propias expectativas, fiel consejero y respuesta a sus
múltiples interrogantes de la vida, del presente y de lo
que vendrá en su proceso de formación hacia la
etapa adulta.

Se recomienda hacer acopio de actividades como cine-foros;
escuchar música y a partir de
la letra de los temas, propiciar una discusión de
cómo les afecta; paseos y también conciertos.
Resulta también aconsejable reuniones en las que, en una
dinámica participativa, se identifiquen
temas que resultan atrayentes para los jóvenes de la
congregación.

4.- Evangelización a amas de
casa

La Evangelización a las amas de casa, toma como
fundamento los versículos sencillos planteados al
comienzo, pero debe ir acompañada de actividades que las
integren, como invitaciones a sesiones en las que se
enseñen secretos de belleza, de cocina, de
decoración y artesanías para su hogar.

Resulta más fácil llegar a este segmento
importante de la población con actividades que capten su
atención, centradas en los beneficios que
traerán para su familia los
conocimientos seculares que aprende, los que debe planificar
cuidadosamente la iglesia, y a
partir del momento en que se capture su atención, concluir
las enseñanzas compartiéndole el
evangelio.

5.- Evangelización a
profesionales

Cuando evangelizamos a los profesionales, partimos de
los siguientes presupuestos:

a.- Debe medirse cuidadosamente la forma de
presentación del mensaje, sobre la base de que el nivel
académico del interlocutor es mayor.

b.- Quien comparte el mensaje, debe estar al
tanto de la actualidad. Recuerde que es probable que el
profesional dirija la conversación a algún tema
actual.

c.- Utilice muy bien el tiempo.
Generalmente los profesionales acusan no disponer de mucho
espacio para atendernos.

d.- Aproveche ilustraciones de hombres/mujeres
que, siendo profesionales, han conocido el Evangelio y han
experimentado cambio.

6.1.- Elementos a considerar

En el proceso de Evangelizar, debemos brindar especial
cuidado a los profesionales, y la primera recomendación es
que se vaya a su oficinas—previo contacto y su
invitación—para compartirles el mensaje. De esta
manera se les brinda comodidad.

6.1.1.- Enfatice en el hecho de que Jesucristo trae
propósito a la vida

La vida con un norte, tiene propósito y sentido
para vivirla. Recuerde que en el ámbito profesional muchos
expresan una sensación permanente de
vacío.

6.1.2.- Las dificultades ayudan a
crecer

Dado que el cúmulo de dificultades de los
profesionales, tal como lo evidencian encuestas, es
alto, es importante orientarles sobre la importancia que en las
dificultades crecemos, si estamos en el plan de Dios
(Romanos 8:28)

6.1.3.- Hay salida al laberinto

Frente a situaciones que los profesionales llegan a
considerar insostenibles, es importante enfatizar que sí
hay salida al laberinto y está en Jesucristo, el
Señor (Juan 14:6)

6.1.4.- En Dios encontramos la paz

Una estrategia eficaz
frente al profesional en estado de
crisis, es
recabar en una realidad y es que en Jesucristo, y el Evangelio,
encontramos la paz.

6.1.5.- Los errores del pasado quedaron en el
pasado

Quien no tiene a Cristo Jesús en su corazón y
considera que sus errores son tan grandes como para ser
perdonados, debe recibir por la palabra de Dios un mensaje
tranquilizador que le muestre que el Señor perdona
nuestras fallas y, una vez recibimos el perdón, no se
acuerda más.

6.1.6.- Es imprescindible recibir a Jesucristo en el
corazón

Es importante direccionar la conversación hacia
la necesidad de aceptar a Jesucristo en el corazón como
único y suficiente Salvador. En caso de que la persona se
muestre renuente, se le deja el mensaje y lo más
aconsejable es recomendarlo con literatura.

6.- Evangelismo Masivo

Evangelistas como Luis Palau recomiendan la
realización de actividades masivas por considerar "El
evangelismo masivo continúa siendo una de las herramientas
más poderosas que Dios ha puesto en nuestras
manos–particularmente en esta generación. ¿Por
qué? Porque hoy el evangelismo masivo significa no
sólo multitudes en auditorios y estadios, sino
también el uso de la
televisión, la radio y todos
los medios
modernos para comunicar el evangelio de
Jesucristo.".

Palau y otros ganadores de almas en actividades de gran
alcance que involucran la participación inter eclesial en
la
organización de los eventos, resaltan
las razones por las cuales resulta altamente
conveniente.

6.1.- Esquema de los Impactos
Evangelísticos

Una vez estamos a las puertas de realizar un impacto
evangelístico –tras ubicar con anticipación el
lugar apropiado, orar con por la actividad y designar a quienes
nos prestarán su colaboración distribuyendo
material, en la realización del servicio
religioso al aire libre, y
quienes servirán como consejeros—procedemos a
revisar:

1.- Que el lugar donde estaremos ubicados ofrece
visibilidad y, en lo posible, registra buena afluencia de
público.

2.- Que disponemos de un sonido adecuado.
Es necesario dirigirlo a espacios abiertos y—algo que
parece intrascendente pero que es fundamental—no dirigir
las emisiones del altavoz en contra de la corriente del
viento.

3.- Que los creyentes que prestarán su
colaboración estén ubicados
estratégicamente.

Lo que generalmente hacemos es pedirle a algunos
creyentes que estén detrás de las personas nuevas,
visitantes o curiosas.

¿El propósito? Que una vez llegue el
momento de hacer la oración de decisión de fe por
Jesucristo, estén prestos a orientarles, suministrarles
material y, en lo posible, tomar su dirección y teléfono.

6.2.- Tiempo recomendado para un
evento

Es esencial tener en cuenta que un servicio o impacto
evangelístico al aire libre no debe tomar mucho tiempo en
su realización porque el grado de atención de las
personas se pierde con rapidez.

En lo posible, podemos distribuir el tiempo –que
se aconseja oscila entre los 15 minutos– de la siguiente
manera:

a.- Oración y apertura del servicio
religioso (3 minutos).

b.- Interpretación de Coros (6 minutos
–equivalente a dos o tres coros o alabanzas–).

c.- Testimonio (un testimonio de 3 minutos es
más que suficiente).

d.- Predicación del mensaje (un mensaje de
10 minutos).

Es necesario tener en cuenta que, tras una lectura muy
breve de la Palabra de Dios, viene su exposición
de manera concisa. Recuerde que los oyentes no tienen a mano una
Biblia y es por tanto usted quien debe guiarles.

e.- Oración de decisión de fe (3
minutos).

f.- Consolidación de nuevos
creyentes

En el caso de campañas masivas, el período
de tiempo puede variar. Pero es esencial recordar siempre que
cada minuto y segundo, cuenta mucho.

7.- Evangelización en
vehículos de transporte

En Latinoamérica es frecuente que los
vehículos de transporte
urbano e intermunicipal, –como buses y colectivos– se
constituyan en espacios para la comercialización de todo tipo de productos,
desde elementos de aseo hasta libros.

Esta se ha convertido en una nueva alternativa para la
generación de empleo frente
a la recesión que muchos países enfrentan, y que ha
traído como consecuencia un progresivo cierre de las
fuentes de
trabajo.

Es una práctica generalizada que abre las puertas
para la proclamación del Evangelio, con la diferencia de
que usted y yo no vamos a pedir recursos sino a
compartir gratuitamente una salida al laberinto que viven miles
de hombres y mujeres, quienes todavía no tienen a
Jesucristo en su corazón.

7.1.- ¿Cómo se integran
los equipos?

Para evangelizar en los vehículos de transporte
urbano se aconseja integrar equipos de tres personas.

La primera persona se encarga de proclamar el evangelio
de Jesucristo a través de un mensaje corto. La segunda
persona, distribuye los tratados o
folletos evangelísticos entre quienes viajan en el
automotor.

El tercer colaborador estará intercediendo
mentalmente a favor de esa actividad. Se ubicará en la
parte posterior del bus o colectivo, en la
salida. De esta manera, si alguien va a bajarse sin escuchar la
totalidad del mensaje, le pueda obsequiar un folleto para que lo
lleve consigo.

7.2.- ¿Qué tipo de mensaje
compartir?

El mensaje de evangelización que se
compartirá, debe ser breve. Lo aconsejable son cinco
minutos. No olvide que con facilidad perdemos la atención
de los oyentes y es imprescindible aprovechar al máximo
cada segundo.

Se recomienda leer un versículo bíblico
(puede hacerlo directamente de la Biblia o acudiendo a la
memorización del texto) y, a
partir de allí, desarrollar la
predicación.

En lo posible, acuda a las ilustraciones con hechos
prácticos que le permitan a los oyentes asimilar todo lo
relacionado con el evangelio y la forma como contribuye a nuestro
crecimiento personal y
espiritual.

Insistimos en un principio: que su exposición sea
breve. Mire a los ojos a quienes están
escuchándole. No se sienta inquieto ni se desanime o
distraiga porque hayan quienes siguen dialogando sin prestar
atención a sus palabras. Inconscientemente están
asimilando información. Ellos también son
impactados.

7.2.- ¿Qué hacer cuando se
entrega un tratado (folleto) ?

Lo más aconsejable es que entregue cada tratado
con una amplia sonrisa, un sincero "Jesucristo te ama" y
la disposición de enfrentar con optimismo cualquier
rechazo.

Si no le reciben el material, recíbalo de vuelta.
No exprese molestia o desilusión. Usted predica a
Jesucristo, no a usted mismo.

Hay quienes dicen "Gracias por recibirlo" a
aquellos que notan con un semblante renuente al mensaje.
Generalmente esas tres palabras desarman a cualquiera, rompen el
hielo y le comprometen sutilmente para que reciba el
plegable.

7.3.- ¿Es viable realizar una
oración de decisión de fe por
Jesucristo?

Por supuesto que es viable llevar a quienes se
encuentran en el vehículo a abrir su corazón para
que reciban a Jesucristo como su único y suficiente
Señor y Salvador. Lo que no es conveniente es invitar a
quienes tomaron dicha decisión, a levantar la mano. Pocos
lo harán, probablemente ninguno. ¿La razón?
Pueden sentirse cohibidos.

¿Qué podemos y debemos hacer entonces?
Formularles tres invitaciones. La primera, para que diariamente
hablen con Dios mediante la oración. La segunda, que
asuman el principio de leer cada día la Biblia, y la
tercera, acercarse a una iglesia cristiana y, compartirle al
pastor, que ya tomaron la decisión de fe.

Es probable que alguien quiera más
información. No desperdicie la oportunidad. Usted puede
tomar los datos de la
persona y hacerle una visita. Es importante que, desde hoy,
evalúe la posibilidad de llevar a su congregación a
proclamar a Jesús el Señor en los vehículos
de transporte urbano.

Tipología
de personas con las que nos encontraremos

En el proceso de compartir el Evangelio es previsible
que nos encontremos con personas cuya forma de reaccionar ante la
presentación del mensaje, son totalmente distintas. Con el
fin de aprender un poco más acerca de su tipología,
comparto con ustedes algunas características y
recomendaciones de qué estrategias
utilizar.

Otras categorías especiales

Hay tres categorías especiales de personas con
quienes tenemos trato y a quienes evangelizaremos:

a.- Nuestro cónyuge

b.- Nuestros Hijos

c.- Nuestros padres y/o hermanos

Con estas personas, lo más apropiado es que
impacte el testimonio más que las palabras.

1.- Quien responde con entusiasmo a la
Predicación del Evangelio

Para tener una aproximación a este tipo de
personas, considere el siguiente texto: Juan 3:1-15

1.1.-¿Qué demanda de
nosotros?

– Ante todo, saber escuchar. Mantenernos atentos a
descubrir de dónde provienen las inquietudes de la
persona: de su formación académica, trasfondo
religioso, influencia cultural, presión
económica circundante, lógica
de su condición social.

– De igual manera buscaremos responder solo a las
inquietudes que nos formulan y no generar otros
interrogantes.

– Utilizar términos sencillos, comprensibles,
desechando acudir a palabras de carácter teológico.

Resulta esencial y como parte del proceso comunicacional
que se establece, saber escuchar, mirando a la persona, atentos a
lo que dice y formulando las preguntas que tengamos de manera
adecuada.

1.2.- Preguntas de diagnóstico

Dos preguntas de DIAGNÓSTICO para la
persona que responde con entusiasmo al Evangelio:

a.- ¿Qué significa el Señor
Jesucristo para su vida.

b.- ¿Qué expectativas tiene al
convertirse en cristiano?

Al escuchar las respuestas podremos
descubrir;

a.- Si la persona solo tiene una
inclinación primaria al Señor
Jesucristo.

b.- Si la persona desconoce qué
ocurrirá en su vida al convertirse al Señor
Jesucristo.

Jamás olvide que en la decisión de estas
personas puede influir:

a.- Una situación traumática o de
crisis.

b.- Es el fruto de una motivación.

En los dos casos es importante hacer conciente a la
persona del paso que va a dar. No debemos enfriar su entusiasmo,
así obedezca a un paso emocionalista. El evangelio, por
tanto, debemos explicárselo de manera sencilla. Un ejemplo
lo hallamos en la historia de Felipe y su
encuentro con el eunuco (Hechos 8:26-40).

2.- Convertidos por nuestro testimonio

Nuestro testimonio de vida es fundamental. Contribuye a
que alguien tenga una aproximación al Evangelio o se
distancie. Las características a considerar son las
siguientes:

2.1.- Recomendaciones

Una recomendación valiosa dentro de todo el
proceso de dar nuestro testimonio, es escribirlo. Un texto corto,
que no caiga en la exageración. Un segundo elemento es que
debemos revisar lo escrito y en lo posible, aprenderlo
verbalmente.

La forma más apropiada de vencer la timidez, es
compartir el testimonio con un familiar o amigo. Orar a Dios para
que llegue la oportunidad de compartirlo y que sea usado por el
Señor Jesucristo para llevar al interlocutor a los pies de
Cristo (Hechos 22:6-16).

3.- El amigo o familiar indiferente

El amigo o pariente indiferente, generalmente evidencia
las siguientes características:

– Nos conoce bien—con defectos y virtudes–,
gozamos de su confianza pero no conoce a Jesucristo.

– Se muestra
apático

– No valora al igual que usted o yo, la importancia de
la Salvación.

– Vive el presente únicamente. Los temas
espirituales no le interesan.

– Por la proximidad que tiene con nosotros, le resulta
más fácil decir: "Tu religión no me
interesa"

3.1.-¿Cómo abordamos a estas
personas?

a.- Evaluar honestamente si de verdad hemos
experimentado una transformación personal y
espiritual.

b.- Prima el testimonio de vida. El cambio debe
ser natural, no "fabricado".

c.- Debemos interceder en oración por esa
persona.

d.- Si conocemos algo de su vida, podemos
enfatizar de qué manera el amor de
Dios le ha ayudado, protegido, acompañado.

e.- Manifestar interés sincero en la
persona.

f.- Esperar el momento oportuno para
abordarla.

g.- Aprovechar oportunidades para compartirles
breves tips del poder
maravilloso y transformador de Jesucristo.

h.- Compartirle literatura y abordarle luego para
preguntarle su opinión o si tiene alguna inquietud. Es
tanto como caminar en un campo minado.

4.- El vecino desinteresado

El vecino es la persona que, por el más estrecho
contacto social, conoce de cerca nuestro testimonio. Sabe
cómo vivimos, el trato intrafamiliar que desarrollamos y
de qué manera el ser creyentes afecta positivamente
nuestro desenvolvimiento.

Debemos tener presente siempre que el amor de Dios se
expresa con hechos más que con palabras.

– Una forma práctica es suministrarle literatura
con temas de actualidad que ofrezcan consejos
bíblicos.

– Reconozca que todos somos diferentes. Nuestra
cosmovisión es distinta.

– No sermonear al interlocutor.

– Expresarle paciencia y confianza.

5.- El interlocutor eventual

Los interlocutores eventuales pueden ser aquellas
personas con quienes tenemos contacto diario o también,
aquellos con los que llegamos a interactuar fugazmente. Podemos
incluir en este conjunto a los compañeros de trabajo de
quienes no somos literalmente "amigos", con quienes estudiamos en
la universidad, o
las personas con las que habitualmente viajamos en el
autobús. Le aconsejamos leer Juan 4:1-12.

5.1.- Aspectos a tener en cuenta al abordar a un
interlocutor eventual:

a.- Auscultarle cuidadosamente.- Mírele
con prudencia pero tomando nota de cada detalle (si usa
algún tipo de amuletos, si lleva libros, de qué
tipo, si evidencia gestos que expresen que está deprisa
etc.). Nos pueden servir como instrumento para romper el hielo y
testificar del Señor Jesucristo.

b.- Ser prudentes si una primera reacción es
de rechazo.- Recuerde que no es aconsejable insistir porque
caeríamos en la condición de
impertinentes.

c.- Si nos dan oportunidad, manifestemos
interés en el diálogo.- Mire a la persona a los
ojos, preste atención a lo que dice. Que no salte a la
vista que usted únicamente busca evangelizarlos, sin
interesarles el ser humano como tal. También sea oidor
atento.

d.- Ser cuidadosos con la forma como nos
expresamos.- No hacer gala de un lenguaje
religioso o súper espiritual.

e.- Ore mentalmente a Dios para que prepare el
corazón del interlocutor.- No podemos olvidar que Dios
es quien hace la obra. Él se manifiesta con poder y nos va
a respaldar si vamos en oración.

f.- Testifique con el amor de Cristo en su
corazón.- Hay que tratar a las personas como les
trataría el amado Señor Jesús.

g.- En caso de encontrar oposición y no pueda
evangelizarle con detalle, habrá sembrado una semilla del
Evangelio.- El trabajo de evangelizar jamás
estará perdido. A veces nuestros hechos hablan más
que las palabras,

5.2.- ¿Qué puede
utilizar?

– Un versículo o varios, dependiendo del caso,
que hablen de la Salvación en Cristo
Jesús.

– Un tratado evangelístico.

6.- El opositor al Evangelio

Es probable que al encontrarse con un opositor al
Evangelio piense que la tarea será muy difícil. Sin
embargo, puede ser lo contrario. Muchas personas que rechazan el
amor de Dios a través de su Hijo Jesús,
están manifestando un vacío emocional y espiritual
que usted puede aprovechar para predicarle la Palabra.

No se intimide si la persona se muestra agresiva. En los
gestos o palabras identificamos cuál es la actitud que
está asumiendo el interlocutor. Tres aspectos que debemos
tener siempre en cuenta son:

a.- No discutir.

b.- No dejarse provocar.

c.- Tener en cuenta que el "adversario"
tiene una necesidad espiritual.

6.1.- Estrategias para tratar con estas
personas

a.- Escucharla si tiene una queja por "malas
experiencias" con otros creyentes.

b.- Entender que discutir abrirá una
enorme brecha, perjudicial para el Evangelio.

c.- Si presta atención a lo que dice el
interlocutor, podrá desahogarse.

d.- Dejar de lado toda prevención o
prejuicio. Esa
actitud levanta barreras.

e.- No tomar los ataques del interlocutor como
algo personal. Finalmente se oponen es al Señor
Jesucristo.

f.- Guarde la calma en toda circunstancia. No
asuma una reacción hostil. Ore a Dios que el
Espíritu Santo le permita conservar la
serenidad.

g.- No necesitamos defender a Dios. El
Señor no nos pide defender sino que proclamemos Su Nombre,
que es distinto.

h.- Si le dan la oportunidad, pregúntele
qué sabe o ha oído del Evangelio. Es probable que
tenga un conocimiento
errado de las Escrituras y usted puede orientarle.

6.2.- Para recordar

Cuando nos encontramos con un opositor al Evangelio,
tenemos una oportunidad de demostrar el amor de Dios.
Exprésele que usted está convencido de su fe y que
cualquier cuestionamiento que le hagan, no le moverán de
su militancia cristiana.

Finalmente recuerden que la oposición en muchos
casos no es más que una "coraza"" para ocultar su
fragilidad.

7.- El cristiano de la religión
tradicional

7.1.- Una sencilla
definición:

Técnicamente estamos tratando con una persona que
se auto define como cristiana aunque no vive a Cristo en su
cotidianidad. Es un creyente nominal que se ampara en una
denominación, a la que considera su "credencial" para
presentarse a todos como perteneciente al pueblo cristiano. Por
esa misma razón, porque no hay vivencia de la fe, carece
de compromiso. Además, considera que se las sabe
todas en cuanto a su militancia como creyente en el
Señor Jesús y desea vivir a su
manera, sino por ello dejar de llamarse
cristiano.

7.2.- Recomendaciones

A los creyentes nominales hay que darles un tratamiento
especial. Es necesario hacerles comprender que estamos
interesados en su crecimiento personal y espiritual, y que los
hermanos de la congregación apreciarían que les
acompañe en las reuniones.

No es apropiado que presionemos a la
persona para que, con celeridad, comience a vivir a
Cristo Jesús, específicamente en la manera como
nosotros consideramos que debe ser.

Es importante y aconsejable suministrarles material
impreso y/o audiovisual de contenido cristiano que sirva para su
edificación. Una forma práctica de abordarle e
incorporarle en el proceso de edificación espiritual y,
además, comprometerle, es invitándole a estudios
bíblicos que tengamos en casa o en un grupo
específico.

7.3.- ¿Quiénes no encajan en la
tipología analizada hasta el momento?

En la tipología que ha sido objeto de análisis durante todo este tiempo, no
encajan:

7.3.1.- El cónyuge no creyente.

La razón es sencilla: como nuestras convicciones
de fe chocan con las suyas, encuentra en nuestra condición
de cristiano (a) un motivo para entrar en confrontación, y
de ser posible, atacarnos.

7.3.2.- Los hijos rebeldes

Por su proceso de crecimiento, o bien por que ya han
entrado en el período de juventud o etapa adulta, han
definido sus propias perspectivas de la vida y quieren hacer las
cosas a su manera. Rechazan todo lo que les suene a
religión.

7.3.3.- Alguien en gran necesidad

Se trata de la persona que considera que su problema es
tan grande, que no tiene solución y que ni siquiera el
Señor Jesucristo podría darle una
respuesta.

Si tenemos en cuenta cada tipo de persona y sus
eventuales reacciones, nuestra labor de Evangelizar podrá
resultar mucho más eficaz.

Libros que
recomendamos consultar

BASTIAN, Jean-Pierre. Los disidentes,
sociedades
protestantes y revolución
en México.
México, El Colegio de México-FCE, 1989. 
Historia del Protestantismo en América
Latina. México, Ed. CUPSA, 1990.

DUBAL, Enrique "A History of The Church in
Latin America"

DUSEEL, Enrique "Historia General de la
Iglesia en América
Latina" I/1. 1983. Cehila,

GONZALEZ, Justo L, Historia del
Cristianismo

GONZALEZ, Justo. "Retorno a la historia del
pensamiento
cristiano. Tres tipos de teología", Buenos Aires,
ASIT/Kairós Ediciones, 2004.

PIEDRA, Arturo, Evangelización
protestante en América Latina. Análisis de las
razones que justificaron y promovieron la expansión
protestante, 2 tomos, Ecuador,
CLAI/Universidad Bíblica Latinoamericana, 2002, 262
páginas.

POWELL, David R. Huellas que perduran.
Personalidades cristianas de América Latina,
Argentina, Ediciones Crecimiento Cristiano, 2004.

SANTANA ZAMBRANO, Fanny. "El ecumenismo y
la formación de ASMICEV adapta-ción del
protestantismo local al proceso de secularización".
Tesis
(Sociólogo).– Univer-sidad del Valle. Facultad de
Ciencias
Sociales y Económicas. Colombia,
2001.

SEGURA Carmona, Harold, "Hacia una
espiritualidad evangélica comprometida", Buenos
Aires, Visión Mundial/Kairós Ediciones, 2002
STOCKWELL, B. Foster. "Que es protestantismo". Editorial Columba,
Buenos Aires, 1957

Autor:

Ps. Fernando Alexis
Jiménez

Seminario Bíblico Alianza de
Colombia – Módulo de Evangelismo – Escuela de
Misiones

Colombia