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Causas de la independencia (Ecuador) (página 2)




Enviado por Fernanda Gabriela



Partes: 1, 2

Los doctores Morales y Quiroga concurrían a los
domicilios de los Marqueses de solanda, de Villaorellanay de
Miraflores para hacerles conocer el éxito
de la revolución; igualmente fueron enviados
mensajeros a las haciendas de "El Obraje" para solicitar la
presencia del Marques de Selva Alegre.

Avanzada ya la mañana queda constituida la Junta
Suprema de Gobierno con la
redacción del acta respectiva.

Con la vigencia de esta acta, se transforma, de hecho,
la estructura
política
reinante y se consolida la naciente Junta Suprema d Gobierno,
cuyo presidente fue designado Dn. Juan Pío Montufar,
Marques de Selva Alegre.

El 10 de agosto de 1809 muy temprano, dos ciudadanos de
Quito Ante y
Aguirre se presentan en la residencia del presidente con una
carta en la
que se redactaba la resolución que había tomado la
Junta Soberana, debido a las anomalías observadas durante
muchos años con los que se encontraban al mando de los
territorios de Quito.

En esta carta se indicaba también sé hacia
conocer al Rey Fernando VII, que los hermanos
trasatlánticos habían resuelto formar gobiernos
provisionales para la seguridad
personal y que
todas las autoridades designados por el rey Fernando VII,
habían cesado en sus funciones.

A las 6 de la mañana se formo en la plaza frente
al palacio un grupo numeroso
de ciudadanos, al mismo tiempo que
sonó una salva de Artillería o saludo real, y la
banda militar estuvo tocando piezas nacionales hasta la 9 de la
mañana, a esa hora se reunieron los miembros del nuevo
Gobierno Ejecutivo, compuesto por el Marques de Selva Alegre como
presidente; de los marques de Orellana, de Solanda, y de
Miraflores , del Conde de casa Guerrero, de Dn. Manuel Zambrano,
Dn Miguel Mateuy Dn Pedro Montufar, Quienes tenían como
ministros a Morales y Quiroga. Se publico la declaración
relativa a la instalación de la Junta, y se redacto la
formula del juramento que debían prestar todos los que
formaban parte del nuevo gobierno.

Luego se visito a todos los cuarteles y se preguntaba si
querían seguir siendo dominados o querían un propio
gobierno constituido, a lo que se acogieron la mayoría de
cuarteles exclamando ¡Viva Frenando VII ¡ ¡Viva
Quito!

Este grito se regó por todo el territorio y en
todos los cuarteles se procedió a realizar el siguiente
juramento "JURO POR DIOS Y POR LA CRUZ DE MI ESPADA DEFENDER A MI
LEGITIMO SOBERANO FERNANDO VII, SOSTENER SUS DERECHOS, MANTENER LA PUREZA
DE LA SANTA IGLESIA
CATOLICA, ROMANA Y OBEDECER A LAS AUTORIDADES
CONSTITUIDAS".

A las trece idas de instalado el nuevo gobierno, se
dirigió en cuerpo a la iglesia del Carmen Alto, cada uno
llevaba un traje diferente para ser distinguido en sus
cargos.

02 de agosto de
1810

Después de que el Presidente de la Junta, Juan
Pío Montufar, entregó las funciones a Juan
José Guerrero, el 12 de octubre de 1809, empezó a
cundir el descontrol, la incertidumbre dentro de las filas
criollas, posiblemente porque carecían de un verdadero
líder
militar y porque las fuerzas españolas al mando del Crnl.
Manuel Arredondo, que fueron enviadas por el Virrey de
Perú, entraban a Quito el 24 de noviembre de
1809.

Arredondo y Arrechaga retoman la presidencia y niegan
haber ofrecido no tomar represalias sobre los insurgentes del 10
de agosto de 1809…

A través de una ley en donde se
declaraba con pena de muerte
a todos los participantes de la sublevación.

Acto seguido son capturados los cabecillas del movimiento
subversivo, entre los cuales constaban;

Crnl. Juan Salinas

Dr. Dn. Juan de Dios Morales

Dr. Manuel Rodríguez Quirola

Dr. Dn Juan Pablo Arenas

Tcnl. Francisco Xavier Ascazubi

Dn Pedro Montufar

Tnte. Dn. Juan Larrea y Guerrero

Entre otros

Además de estos patriotas fueron capturados una
cuarentena de patriotas que tuvieron participación en el
movimiento revolucionario, para los cuales fue dictada la
sentencia de muerte para
algunos y destierro para otros.

Cuando los ciudadanos criollos tuvieron conocimiento
de esto, decidieron organizarse para tratar de rescatar a los
patriotas de las cárceles donde fueron
llevados.

Es así que el 2 de marzo de 1810, a las 13:30 que
un grupo de bravos patriotas armados de rudimentarios
revólveres y puñales irrumpieron en una de las
cárceles para liberar a sus coterráneos, pero la
falta de coordinación jugo un papel desagradable ,
puesto que mientras los patriotas liberaban a una parte de los
presos de unas celdas , los presos de otras cárceles eran
eliminados y además los guardianes de esas celdas eran
llamadas a reforzar loas cárceles que habían sido
allanadas por los patriotas.

Además algunos compatriotas habían sido
recluidos en algunas celdas de alta seguridad a donde no pudieron
llegar los patriotas para liberar a sus coterráneos,
produciendo así una masacre dentro de las celdas,
inclusive en presencia de unas niñas menores de edad que
habían ido a visitar a su padre las cuales se salvaron de
milagro, pero quedaron en sus mentes las imágenes
de la matanza suscitada esa tarde en la cárcel y que
acabaron con la vida de sus progenitores.

No satisfechos con dar muerte a los recluidos en las
cárceles, salieron a las calles de la cuidad y empezaron a
matar a toda persona que
creían sospechosas, cometiendo así muchos desmanes
y robos en el pueblo.

Solo la intervención conciliadora del Obispo
Cuero y
Caicedo, hizo que se detuviera la matanza y los desmanes que se
producían durante horas interminables.

Las autoridades españolas pretendieron justificar
la masacre con la versión de que los cuarteles
habían sido asaltados por ciudadanos ebrios y por la muerte del
Capt. Encargado de los calabozos el cuál dio la orden de
que echen fuego a los presos, por lo que procedieron a dar muerte
a todos los presos-

Constitución española de
1812

Tras el levantamiento del pueblo de Madrid contra
los franceses, ocurrido el 2 de mayo de 1808, se produjo en
numerosos territorios un fenómeno espontáneo de
resistencia que
se agrupó en las llamadas Juntas. Estas comprendieron que
su unión y agrupación produciría una mayor
eficacia.

El 25 de septiembre del mismo año se
constituyó la Junta Suprema Central Gubernativa con sede
primero en Arranques y luego en Sevilla. Sus funciones fueron las
de dirigir la guerra y la
posterior reconstrucción del Estado.

Se plantearon dos posibilidades sobre el futuro
político español.
La primera de ellas, representada fundamentalmente por
Jovellanos, consistía en la restauración de las
normas previas
a la monarquía absoluta, mientras que la segunda
posibilidad suponía la promulgación de una nueva
Constitución.

Después de Sevilla, las Cortes se trasladaron a
San Fernando, entonces conocido como La Isla de León,
efectuando su primera reunión el 24 de septiembre de 1810
en el actual Teatro de las
Cortes. Posteriormente, tras un brote de fiebre amarilla y
el avance francés, a Cádiz.

La Constitución de Cádiz no fue un acto
revolucionario, ni una ruptura con el pasado. Desde la legalidad del
momento, quienes eran los legítimos representantes, la
acordaron. Comenzaron los actos del citado 24-09-1810 con
procesión cívica, misa y la petición
encarecida del Presidente de la Regencia, el Obispo de Orense a
los reunidos que cumplieran fiel y eficientemente sus
cometidos.

09 de octubre de
1820

Prendida la primera llama de la Libertad el 10
de agosto de 1809, en Quito luz de América, y sellado con el más grande
sacrificio el 2 de marzo de 1810, constituyo el sagrado holocausto,
que abono en terreno fecundo y heroico del movimiento de
Guayaquil, hasta alcanzar ufanos la gloriosa libertad, terminando
para siempre con el yugo español..

Al amanecer del día 9 de octubre, a las 2 de las
madrugada, el Capt. Febres Cordero, se dirige al cuartel de los
"Granaderos", cuyo cuerpo estaba listo y sobre las armas,
permanecían en silencio para no despertar
sospechas.

Febres Cordero tomó media compañía
de Granaderos y se dirigió hasta los cuarteles de
Artillería, irrumpiendo al cuartel y apoderándoce
de todo el armamento y municiones.

Se detuvo al Comandante de Las fuerzas reales, al
Gobernador, y a todos los personajes que se encontraban asumiendo
el mando y oprimiendo a la sociedad
entera con sus leyes y
reglamentos drásticos.

Ya al amanecer los ciudadanos Guayaquileños
celebraban el triunfo de la revolución y además el
pueblo se armó y se dirigió al cuartel de los
"Granaderos", para prestar su contingente para la defensa, Febres
Cordero se sorprendió de este acto de heroísmo,De
esta manera se redacta el ACTA DE INDEPENDENCIA
DE GUAYAQUIL el 9 de Octubre de 1820, para lo cual firman algunas
figuras claves de la Revolución para aportar con su
valor al
pueblo Guayaquileño.

03 de noviembre
de 1820

Los patriotas cuencanos de 1820 habían decidido
acabar con el yugo colonial para encontrar la ruta de su propio
destino. José María Vázquez de Noboa,
Joaquín Salazar y Lozano, Tomás
Ordóñez, León de la Piedra,

José Cisneros, Pedro y Felipe Serrano, Vicente
Toledo, Joaquín Astudillo, Zenón de San
Martín, Gerónimo Illescas, Fernando Coronel,
José Moscoso, Ambrosio Prieto, son algunos nombres de los
conspiradores.

Antonio Díaz Cruzado, Gobernador representante de
la autoridad
española, había accedido a entregar el mando a los
patriotas el primer día de noviembre de 1820, pero al ser
descubierto el proyecto, fue
tomado prisionero y enviado a Quito por los caminos del
Cañar.

Le sucedió en el cargo Vásquez de Noboa,
Segundo Alcalde, quien el tres de noviembre mandó a
pregonar bandos reales en la plaza central de Cuenca, lo que fue
aprovechado por los rebeldes para sorprender a la escolta y
desarmarla: todo había sido planificado con el secreto
apoyo de Vázquez de Noboa.

Los patriotas, provistos de armas -escasas, por cierto-,
se apertrecharon en la plaza de San Sebastián, para
preparar el ataque al cuartel rigurosamente guarnecido por l09
soldados realistas al mando de Antonio García
Tréllez.

La plaza central -hoy Parque Calderón-, era
escenario de repetidas escaramuzas, con la reacción del
pueblo en favor de la independencia. ¡Que viva la libertad,
abajo los chapetones, abajo la terquedad!, eran los gritos de la
gente ansiosa de acabar con el dominio
extranjero.

Tomás Ordóñez, que había
sufrido una herida de bayoneta en una pierna durante el asalto a
la escolta, recorría por la ciudad sobre una
acémila sin ensillar alentando los ánimos de todo
el mundo e invitando a sumarse al movimiento
libertario.

Las fuerzas eran desiguales. Al atardecer, por
seguridad, los patriotas prefirieron trasladarse al barrio de El
Vecino, desde donde se podía dominar la ciudad y
también conseguir refuerzos de gente que venía por
los caminos del norte.

"Esta situación, grave de suyo, y mucho
más aún para una ciudad donde era ésta la
primera vez que se oía el estrépito de un combate,
se prolongaba sin esperanza alguna de solución. Las horas
del día 3, desde la del asalto, todas las de la noche del
mismo día, y las del 4 siguiente, gastadas en infructuosa
lucha, eran para descorazonar aún a los más bravos.
Parece que los patriotas pensaban ya en una retirada definitiva,
y que aún la habían comenzado por los dos caminos
de El Rollo, cuando asomó allí, este último
día, el célebre cura de Chuquipata, el maestro
Javier de Loyola, con numerosos refuerzos de gente blanca y de
indígenas armados", escribe Octavio Cordero
Palacios.

Reforzados, los patriotas, rehicieron filas. Al caer de
la noche se apoderaron de la plaza central, tomaron el cuartel
que abandonaron en fuga los realistas y proclamaron triunfales la
independencia de Cuenca.

El cura Loyola se sumó a la lista de
héroes de la jornada y el pueblo le aclamaba con
entusiasmo: "¡Que viva el cura Loyola, que viva la
libertad. Abajo los chapetones, que muera la terquedad!", era la
copla que resonaba en las calles de la ciudad.

Batalla de
Pichincha 24 de mayo de 1822

A las 8:00 de la mañana llegamos a las alturas
del Pichincha que dominan a Quito, dejando muy atrás
nuestro parque CUBIERTO CON EL Batallón Albión:
Mientras las tropas reposaban, la Compañía de
Cazadores del Paya fue designado a recorrer las avenidas;
seguía luego el Batallón Trujillo (del Perú)
dirigido por el Crnl. Santa Cruz, Comandante General de la
División del Perú. A las nueve y media dio la
compañía de los Cazadores con la División
Española, que marchaba por nuestra derecha a la
posición que teníamos; y roto el fuego se sostuvo
mientras conservó municiones; llega el Batallón
Trujillo y se comprometió al combate; muy especialmente
las dos compañías de Yaguachi reforzaron este
Batallón conducido por el Crnl. Morales, en persona, El
resto de nuestra infantería a las órdenes del
General. Mires seguía el movimiento excepto las dos
compañías de Magdalena con el Sr. Crnl.
Córdo v marcho a situarse por la espalda del enemigo, pero
encontrándose con obstáculos invencibles, tuvo que
volverse.

El Batallón Paya pudo estar firmado, pero
consumidos los cartuchos de estos dos cuerpos, tuvieron que
retirarse, no obstante su brillante comportamiento. El enemigo se adelantó, por
consiguiente, algún poco; Y como el terreno apenas permite
entrar más de un batallón de combate, se dio orden
al Payaque marchase a bayoneta, lo ejecuto con un brío que
hizo perder al enemigo en el acto la ventaja que había
obtenido y comprometido nuevamente el fuego, la mezcla del
terreno permitió que los españoles aún se
sostuviesen.

El enemigo destacó tres compañías
de Aragón a flanquearnos por la izquierda; Y a favor de la
espesura del bosque conseguía estar ya sobre la cima,
cuando llegaron las compañías de la Albión
que se había atrasado con el parque; y entrando con la
bizarría que siempre ha distinguido a este cuerpo, puso en
completa derrota los de Aragón. Entre tanto, El Crnl.
Córdova tuvo la orden de relevar al Paya, con las dos
compañías del Magdalena y este jefe, cuya
intrepidez es muy conocida, cargo con un denuedo admirable y
desordenado al enemigo y derrotándole, la victoria
coronó a las doce del día a los soldados de la
Libertad. Reforzado este jefe con los Cazadores del Paya, con una
compañía del yaguachi y con los tres de la
Albión persiguió a los españoles,
entrándose hasta la Capital y
obligando a sus restos a encerrarse en el Fuerte del
Panecillo.

Los resultados de las jornadas del Pichincha sido la
ocupación de esta cuidad y su fuerte es el 25 por la
tarde, la posición y tranquilidad de todo el Departamento,
y la toma de 1.100 prisioneros de tropa, 160 oficiales, 14 piezas
de Artillería, 1.700 fusiles, fornituras, cornetas, cajas
de guerra y cuantos elementos de guerra poseía el
Ejército español.

Cuatrocientos cadáveres enemigos y doscientos
nuestros han regado el campo de batalla: Además tenemos
1.190 heridos de los españoles y 140 de los nuestros.
Entre los primeros contamos al Tnte, Molina, Subt. Mendoza, y
entre los segundos a los capitanes Cabal, Castro y Alzuro, Tnte.
Calderón y Ramírez y
a los Subts. Borrero y Arango.

Los cuerpos todos han cumplido su deber: jefes,
Oficiales y Tropa se disputaban la gloria del triunfo: El
boletín que dará el Estado
mayor recomendará a los jefes y subalternos que se han
distinguido; y yo cumpliré con el deber de ponerlos en
consideración del Gobierno; en tanto: hago una particular
de la conducta del
Tnte. Calderón, que habiendo recibido sucesivamente cuatro
disparos no quiso retirarse del combate. Probablemente
morirá , pero el Gobierno de la
República sabrá compensar a su familia los
servicios de
este oficial heroico.

La caballería española va dispersa y
perseguida por el cuerpo del combate Cestaris, que antes
había yo interpuesto sobre Quito y Pasto.

La gran
Colombia

El sueño de Bolívar,
influido por la conformación de Estados Unidos y
su éxito económico, era formar una gran nación
americana de estados confederados. Consciente de las dificultades
de dicho proyecto, buscó que Colombia se
convirtiera en uno de los ejes de la política mundial y en
una fuerza
opositora al colonialismo europeo. Consideraba que sólo
mediante una gran unidad supranacional era posible garantizar la
libertad, el progreso económico y el desarrollo
democrático.

Ya desde la independencia de Nueva Granada, en 1819, el
proyecto de Simón Bolívar contemplaba la
formación de una gran nación
en la que estuvieran incluidos la Capitanía General de
Venezuela y el
Virreinato de Nueva Granada, del cual formaba parte la Audiencia
de Quito. Eran tres distritos: Distrito de Venezuela, Distrito de
Cundinamarca o Nueva Granada y Distrito del Sur, cuyo presidente
era Simón Bolívar; pero la Gran Colombia nunca
logró una real integración.

De un día a otro, las ciudades que habían
luchado por regir sus propios destinos eran parte de un
territorio cuyo centro de decisiones y eje de interés se
ubicaban muy lejos. Una vez más el territorio de lo que
sería Ecuador, el
Distrito del Sur, se sentía relegado y desplazado del
poder
político y de la conducción económica. Se
percibía que el gobierno bogotano trabajaba a favor de
intereses ajenos y reproducía el centralismo
virreinal tan combatido. Pronto, distintas medidas de corte
liberal entraron en conflicto con
los intereses de las élites locales serranas, del clero,
de comerciantes e incluso del fisco, y mostraron la
división intrínseca del Distrito del Sur. Mientras
la Costa se beneficiaba de las políticas
de apertura comercial, la Región Andina -de
vocación artesanal y manufacturera- vio desmoronarse su
economía.

En 1824 el gobierno de Bogotá recortó el
territorio de lo que había sido la audiencia,
llevándose Popayán y Pasto a la jurisdicción
de Cundinamarca. En 1828 Perú invadió la provincia
de Loja y llegó casi hasta Cuenca. Contaba con el respaldo
de algunos terratenientes que rechazaban la incorporación
a Colombia. Pero el ejército peruano fue vencido por
Sucre, jefe superior del sur. Las continuas guerras, la
crisis
económica, la reducción de territorios de lo que
había sido la Audiencia de Quito y, principalmente, su
situación de marginalidad y el
poco respeto a sus
intereses, hicieron insostenible la pertenencia del Distrito del
Sur a la Gran Colombia.

Lo que aceleró la separación de Venezuela
y la gran colombia fue la discrepancia de opiniones entre
federalistas y centralistas. Quito no había tenido una
representación real en las deliberaciones constitucionales
y solo fue hasta 1822 que se une a la Gran Colombia. A pesar de
existir apoyo a la Constitución de Cúcuta,
más específicamente en Guayaquil, Quito y Venezuela
ansiaban una constitución federalista, es decir una que
les permitiera tener un control y
libertad regional sin imposiciones centrales fuertes; en
particular el cuerpo militar Venezolano esperaba ejercer
más poder en su región.

A los miembros del ejército se les había
permitido votar en las elecciones desde la Constitución de
Cúcuta en especial como justo reconocimiento al esfuerzo
realizado en las campañas libertadoras. En 1827 el
congreso decide reducir ese derecho e hizo un cambio
constitucional para excluir desde los sargentos hacia abajo, ya
que excluir la cúpula militar era un movimiento muy
atrevido.

En Abril de 1828 se reúnen en Ocaña los
representantes de los municipios (parroquias) para elegir el
congreso constituyente que reformaría la
Constitución de Cúcuta. Los Santanderistas
(federalistas) lograron una gran representación. El
descontento de los Bolivarianos fue tal que decidieron abandonar
las deliberaciones por lo cual no se logró el
quórum. Esta incapacidad para ejercer la democracia y
de resolver los conflictos
bajo el diálogo,
la negociación y el voto, optando más
bien por el abandono, fue un comportamiento que persiguió
como mal fantasma a los partidos tradicionales durante el siglo
XIXX y XXX y fue causa generadora de violencia. A
pesar de todo se nombran los miembros en las elecciones del 1 de
julio de 1828.

Bolívar con su ferviente deseo de ver una Gran
Colombia unida decide hacer imponer su voluntad en forma
dictatorial como último recurso y presenta, en Agosto de
1828, una constitución que había desarrollado en la
que se incluía Perú y Bolivia (pues
Bolivia ya se había separado de Perú), con un
fuerte gobierno central y una presidencia de por vida en la que
el presidente podría tener la facultad de nombrar su
sucesor. Esa fue la chispa final que incendió a los
Santanderistas pues vieron en esa propuesta un retroceso a una
monarquía y llegaron al punto de intentar asesinar al
libertador en Septiembre 25. Adicionalmente, los líderes
venezolanos vieron con bastante recelo las intenciones de
Bolívar y en Noviembre de 1829 deciden separarse de La
Gran Colombia y así lo dejan saber en la convención
de Enero. Bolívar finalmente renuncia a su posición
durante la convención constitucional de Enero de 1830
(también llamada el Congreso Admirable), adicionalmente,
empezaba a mostrarse enfermo.

Los Quiteños, al saber que Venezuela se
había separado y que Bolívar se retiraba en forma
definitiva, tomaron la resolución de separarse. Y con esto
se desvanece la Gran Colombia después de 11 años de
existencia.

El descontento militar y el de los grupos liberales
se acentúan y conlleva a la dictadura del
General Rafael Urdaneta. Finamente en Diciembre de 1830 muere el
libertador Simón Bolívar.

Batalla de
Ibarra

La Batalla de Ibarra o Batalla de la Ribera de Tahuando
fue un enfrentamiento ocurrido el 17 de julio de 1823 entre
tropas independentistas lideradas por Simón Bolívar
y tropas realistas lideradas por Agustín Agualongo. El
coronel Agustín Agualongo comandante realista de Pasto,
aprovechando un posible descanso de Bolívar en El Garzal,
en la provincia de Los Ríos, se sublevó el 12 de
julio de 1823. Bolívar, escuchando que Agualongo
había vencido al coronel Juan José Flores. Se pone
en marcha a acabar con la insurrección de
Pasto.

Simón Bolívar después de 7
días de marchas forzadas vence a Agualongo. Bolívar
reunió a sus tropas en Otavalo, y el 17 de julio de 1823,
derrota a Agualongo en las calles de Ibarra, y cerca de la
hacienda la Victoria, que se ubica al otro lado del Río
Tahuando, lugar donde está la famosa piedra Chapetona, que
recuerda el hecho. Se dice que sobre esta piedra se
encaramó Bolivar para
dirigir a sus tropas a la victoria. La batalla guarda especial
importancia por ser la única dirigida personalmente por El
Libertador en territorio ecuatoriano y por supuesto te ire a
matar

Manuelita
Saenz

Nació en Quito el 27 de diciembre de 1793, se
educó en el Monasterio de la concepción,
aprendió tres idiomas. A los 19 años se casó
con el naviero ingles James Thome en Panamá,
el mismo que fue asesinado en 1847.

El 16 de junio de 1822, conoció al gran
libertador Simón Bolívar cuando hacia su entrada
triunfal en Quito. Al llegar Bolívar a la Plaza Mayor,
Manuela le arroja una corona de ramas de laurel, este acto le
causo bastante sorpresa al Libertador que desde ese instante se
quedo maravillado.

Luego de algunos encuentros amorosos en la Hacienda
Cataguango, que luego se convirtió en la leal consejera,
desinteresada partidaria, sumisa, servidora, genio titular
y la más enamorada de las mujeres.

Manuelita Saénz se convirtió en
héroe en tres ocasiones por haber salvado la vida al
libertador por parte de sus enemigos, por lo que le pusieron el
sobre nombre "LA LIBERTADORA DEL LIBERTADOR".

Se separaron para siempre en mayo de 1830 cuando
Bolívar renunció a la Presidencia, pero esta no
cesó en sus múltiples manifestaciones a favor de su
amante Bolívar.

En enero de 1834, fue deportada de Colombia por
Santander, paso en algunos calabozos, luego de salir libre se
radico en Paita donde acabo su existencia por una peste de
difteria un día 23 de noviembre de 1856, a la edad de 59
años.

Simón
Bolívar

Caudillo de la independencia hispanoamericana (Caracas,
Venezuela, 1783 – Santa Marta, Colombia, 1830). Nacido en una
familia de origen vasco de la hidalguía criolla
venezolana, Simón Bolívar se formó leyendo a
los pensadores de la
Ilustración (Locke, Rousseau,
Voltaire,
Montesquieu…) y viajando por Europa. En
París tomó contacto con las ideas de la
Revolución y conoció personalmente a Napoleón y Humboldt. Afiliado a la
masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 se
juró en Roma que no
descansaría hasta liberar a su país de la
dominación española. Y, aunque carecía de
formación militar, Simón Bolívar
llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra
por la independencia de las colonias hispanoamericanas;
además, suministró al movimiento una base
ideológica mediante sus propios escritos y discursos.

En 1810 se unió a la revolución
independentista que estalló en Venezuela dirigida por
Miranda (aprovechando que la metrópoli se hallaba ocupada
por el ejército francés). El fracaso de aquella
intentona obligó a Bolívar a huir del país
en 1812; tomó entonces las riendas del movimiento,
lanzando desde Cartagena de Indias un manifiesto que incitaba de
nuevo a la rebelión, corrigiendo los errores cometidos en
el pasado (1812).

En 1813 lanzó una segunda revolución, que
entró triunfante en Caracas (de ese momento data la
concesión por el Ayuntamiento del título de
Libertador). Aún hubo una nueva reacción
realista, bajo la dirección de Morillo y Bobes, que
reconquistaron el país para la Corona española,
expulsando a Bolívar a Jamaica (1814-15); pero éste
realizó una tercera revolución entre 1816 y 1819,
que le daría el control del país.

Bolívar soñaba con formar una gran
confederación que uniera a todas las antiguas colonias
españolas de América, inspirada en el modelo de
Estados Unidos. Por ello, no satisfecho con la liberación
de Venezuela, cruzó los Andes y venció a las tropas
realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819),
que dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada (la
actual Colombia). Reunió entonces un Congreso en Angostura
(1819), que elaboró una Constitución para la nueva
República de Colombia, que englobaba lo que hoy son
Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; el
mismo Simón Bolívar fue elegido presidente de esta
«Gran Colombia». Luego liberó la Audiencia
Quito (actual Ecuador) en unión de Sucre, tras imponerse
en la batalla de Pichincha (1822).

 

 

 

 

Fernanda Gabriela

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