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La codicia de los mercados (el virus mutante) ? Parte III (página 3)




Enviado por Ricardo Lomoro



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El desplome financiero ha acabado con la paciencia de
los reguladores. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, y el
titular del Tesoro, Henry Paulson, dijeron ayer al Congreso que
los supervisores, sobre todo la Fed, necesitan actualizar y
aumentar su poder para
atajar la crisis,
devolver la normalidad al sistema
financiero y aislar a la economía en caso de que una firma de Wall
Street caiga. Así se lograría mayor disciplina en
el mercado.

Las turbulencias en el sistema
financiero estadounidense están lejos de encontrar su fin.
Ayer el presidente de la Fed dijo que aunque sus esfuerzos hoy se
concentran en ayudar a que el sector vuelva a la normalidad, "no
es demasiado pronto para pensar en los pasos que se deben tomar
para reducir la incidencia y severidad de futuras crisis". En un
país en el que se rehúye de la supervisión y regulación, el
cambio de
tercio de las autoridades es muy notable.

En la misma línea que Bernanke, Paulson dijo al
Congreso que cuando presentó el proyecto de nueva
regulación para los mercados
financieros pensó que éste podría ser
desarrollado a largo plazo. Pero ya no. "El episodio de Bear
Stearns y las turbulencias financieras han revelado que nuestro
sistema regulatorio es anticuado y me han convencido de que
tenemos que movernos mucho más deprisa para actualizarlo y
mejorar la supervisión y la disciplina de mercado",
explicó.

El presidente de la Fed aprovechó la oportunidad
para reiterar la necesidad de que un solo regulador federal tenga
poder para establecer los estándares de
capitalización, liquidez y gestión de
riesgos en las firmas de inversión.

Bernanke no pidió directamente estos poderes para
la institución que él preside, aunque si herramientas
para controlar la actual crisis porque no tienen todas las que le
gustaría tener. El consenso político y el borrador
de la nueva regulación de Paulson se inclinan a otorgar
este poder extraordinario a la Fed en detrimento de la
SEC.

Lo que el presidente de la autoridad
monetaria pidió al Congreso que considerara es otorgar a
la Fed y el Tesoro "nuevas herramientas para asegurar una
liquidación ordenada de una institución
sistemicamente importante que esté al borde de la
bancarrota". Algo que la Fed no tuvo en el caso de Bear Stearns,
lo que debilita al libre mercado.

Según el secretario del Tesoro, "para que haya
una disciplina de mercado que controle el riesgo de forma
efectiva, debe permitirse que las entidades financieras se
caigan". Paulson admitió que hay muchas firmas cuya
debacle causarían un impacto sistémico.

Paulson tuvo que dedicar parte de su intervención
a calmar el nerviosismo causado alrededor de las hipotecarias
Freddie Mac y Fannie Mae. Ambas cotizan en bolsa pero su objeto
social está fijado por el Estado y es
garantizar el acceso a la vivienda. Freddie y Fannie, garantizan
y compran hipotecas y en su cartera tiene casi la mitad del
mercado hipotecario del país, unos seis billones de
dólares (el PIB de EEUU es
de 14 billones). En lo que va de semana Freddie ha caído
un 44,5% y Fannie un 30%.

Los analistas cuestionan la salud financiera de estas
dos compañías clave para el mercado de la vivienda
en EEUU. Creen que las perdidas que acumulan de 11.000 millones
de dólares van a ampliarse por el aumento de los embargos
y se especula con que necesiten una millonaria inyección
de capital.
Paulson dijo ayer que ambas están bien capitalizadas pero
en el turno de preguntas Bernanke tuvo que reconocer que "su
papel, que es vital, estaría mejor cubierto sin estuvieran
mejor capitalizadas y mejor supervisadas". Preguntado sobre si
habría posibilidad de que estas firmas desaten un riesgo
sistémico, Bernanke se limitó a contestar que "la
especulación no ayuda". Horas antes, el ex miembro de la
Fed, William Poole, aseguraba que ambas son
insolventes.

En sintonía

El presidente del comité financiero, el
demócrata Barney Frank, estuvo ayer en sintonía con
Bernanke y Paulson "Es evidente que estamos en una de las crisis
económicas más serias en parte por lo inadecuado de
las regulaciones". Frank, no obstante, dijo la
actualización tomará tiempo.

Lehman sigue a merced de los rumores

La cotización de Lehman Brothers se
precipitó ayer con el rumor de que Pimco, el mayor gestor
de renta fija del mundo, estaba retirando sus fondos y no
aceptaba a este banco para sus
operaciones en
el mercado de repos. Bill Gross, gestor de fondos de Pimco,
apareció en televisión
para negar ese extremo. "No estamos reduciendo nuestra exposición". "Seguimos trabajando con
Lehman". La cotización se recuperó ligeramente. Los
rumores que circulaban ayer en torno a esta
firma eran similares a los que se oyeron cuando colapsó
Bear Stearns. Con su intervención en la cadena CNBC, Gross
dio una de cal y otra de arena porque, por un lado aseguró
que gracias a la ventanilla de la Fed la insolvencia del banco no
se puede cuestionar pero, por otro, manifestó sus dudas
con respecto al futuro del modelo de
negocio del banco. Muchos analistas se preguntan ahora
cómo va a ganar dinero la
entidad financiera que más productos
estructurados apoyados en hipotecas ha suscrito.

– La Fed podría extender su programa de
préstamos de emergencia a Wall Street (Libertad
Digital – 11/7/08)

(Por M. Lamas)

El tiempo da y quita la razón. Los salvavidas de
los bancos centrales
para inyectar liquidez en el mercado no han servido absolutamente
de nada para recuperar la estabilidad financiera, tal y como
avanzó Libertad Digital. Así, se confirma que lo
peor del credit crunch (restricción del crédito
o falta de liquidez) aún estaba por llegar, pese al
optimismo mostrado por algunos de los grandes gurús
económicos.

Es más, tal y como adelantó este diario,
la Fed se encuentra en estos momentos ante una disyuntiva
histórica: Acudir al rescate de nuevas entidades
financieras y grandes compañías que cotizan en
Bolsa, ante la amenaza masiva de quiebras en el mercado
estadounidense. De hecho, ya ha tenido lugar un proceso
similar, puesto que la Reserva Federal ha puesto en marcha en los
últimos meses diversos mecanismos en un intento
desesperado por nacionalizar la mala deuda que acumulan los
bancos norteamericanos.

Sobre todo, los gigantes hipotecarios de EEUU, cuyo
riesgo de quiebra se ha
disparado en el mercado de derivados (credit-default swaps), tal
y como advierte LD. Ante este negro panorama, el presidente de la
Reserva Federal Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry
Paulson, han reiterado este jueves que los reguladores
públicos del mercado financiero necesitan competencias
adicionales para proteger a la economía de un
posible colapso de una importante compañía de Wall
Street. Y ello, apenas dos días después de anunciar
la extensión de su programa de créditos de emergencia para apoyar a las
empresas que
cotizan en la Bolsa estadounidense.

Estas recomendaciones forman parte de un debate ante el
Comité de Servicios
Financieros de la Cámara de Representantes sobre la manera
de modernizar el sistema regulador del país, para
responder mejor a crisis como las actuales del mercado
inmobiliario o de crédito.

Según Bernanke, múltiples firmas
están casi en la "bancarrota"

Tanto Bernanke como Paulson abogan, así, por
nuevas medidas y procedimientos
con los que el Gobierno pueda
efectuar una liquidación "ordenada" de un banco de
inversión en crisis, con el fin de evitar un posible
contagio al sistema financiero y la economía en general.
Precisamente, Fortis advertía hace escasas fechas del
riesgo real de que el sistema financiero de EEUU se viera inmerso
en el colapso en apenas unas semanas.

Tales procedimientos existen para la banca comercial,
pero no para la de inversión, y unas normas claras
habrían facilitado la disolución de la firma Bear
Stearns, que fue adquirida finalmente por JPMorgan Chase. "A la
luz del
episodio de Bear Stearns, el Congreso podría analizar si
se necesitan nuevas herramientas para asegurar una
liquidación ordenada de firmas importantes que se
encuentran en el abismo de la bancarrota", según
Bernanke.

En concreto,
Bernanke opina que las reformas en materia
reguladora de bancos de inversión deben tener en cuenta la
particularidad de este negocio y establecer una
"supervisión consolidada" de esas entidades. La Reserva ha
abierto un debate con otras agencias federales para reformar la
regulación de las instituciones
financieras a raíz del colapso de Bear Stearns y las
turbulencias financieras provocadas por la crisis de las
hipotecas de alto riesgo.

El Tesoro de EEUU estudia rescatar a Fannie Mae y
Freddie Mac

Bernanke no se ha referido en sus declaraciones ante el
Comité de Servicios Financieros sobre qué agencia
federal debería tener más poder para proteger a la
economía de las crisis financieras. El secretario del
Tesoro, por su parte, que fue quien recientemente propuso esa
reforma, afirma ante el Congreso que "está claro que
algunas instituciones, si colapsan, pueden tener un impacto" en
la economía y otras empresas, alerta.

De hecho, no se trata de ninguna posibilidad remota. El
Tesoro de EEUU estudia ya la aplicación de diversos planes
de contingencia para acudir al rescate de Fannie Mae y Freddie
Mac (los gigantes hipotecarios de EEUU) en caso de que ambas
entidades acaben en quiebra, según recoge el diario Wall
Street Journal. Según esta información, los reguladores llevan
estudiando esta posibilidad desde hace meses, dada la necesidad
de capitalización que presentan los balances de ambas
entidades, de cuya salud depende además directamente el
mercado inmobiliario del país (copan el 80 por ciento de
las hipotecas), y una parte sustancial del sector
bancario.

Las rebajas en las anotaciones ascienden a 1,6 billones
de dólares

Según un reciente estudio de la entidad de
inversión Bridgewater Associates, las pérdidas y la
necesidad de ampliar capital apenas ha dado comienzo. Así,
según este informe, las
entidades financieras retienen en sus balances un importante
volumen de
activos cuyo
valor no es
real. En concreto, dicha firma estima que la rebaja (writedowns)
en la valoración de activos podría alcanzar una
cifra astronómica: 1,6 billones de dólares. De
momento, tan sólo ha salido a la luz una parte de estas
devaluaciones. Es más, anotaciones por valor de otros 26,6
billones de dólares podrían también estar en
riesgo, en caso de aplicar el valor actual de mercado.

Según dicho documento, "tenemos grandes dudas de
que las instituciones financieras sean capaces de obtener
suficiente capital para cubrir las pérdidas. Lo cual
empeorará la falta de liquidez o restricción del
crédito", según recoge en un reciente
artículo el diario Sonntagszeitung. Bridgewater Associates
es el segundo mayor fondo de cobertura crediticia del
mundo.

Nueva subprime: Tarjetas de
crédito, préstamos comerciales…

Las pérdidas esperadas se extienden a una amplia
gama de productos crediticios, tales como hipotecas, tarjetas de
crédito o meros préstamos comerciales, tal y como
adelantó LD. La mayoría de estas pérdidas se
concentrarían en EEUU. Bridgewater considera que, hasta el
momento, las entidades financieras tan sólo han reconocido
rebajas de activos por valor de 400.000 millones de
dólares (la mayoría por parte de UBS).

De este modo, la compañía prevé que
las mayores pérdidas en el futuro se concentrarán
en EEUU, pudiendo afectar a entidades tales como Citigroup, Bank
of America o JP Morgan Chase, entre muchas otras de menor
tamaño.

– Las gemelas que pueden dar la puntilla a la crisis (El
Confidencial – 11/7/08)

(Por S. McCoy)

Lo que está ocurriendo en los Estados Unidos es
de una importancia excepcional. Sólo la vorágine
diaria en la que nos desenvolvemos nos impide apreciar su
verdadera dimensión. Se trata de un mercado financiero en
estado de
excepción como consecuencia de la implantación de
un conjunto de medidas extraordinarias que persiguen que la
situación no se descontrole aún más. Un
sistema intervenido por unas autoridades que, por más que
tratan de poner diques al violento cauce que, con su desidia,
ayudaron a engordar, se ven impotentes ante la fortaleza de una
corriente que amenaza con llevarse el conjunto de su negociado
por delante. Sí, soy todavía pesimista. Y con
noticias como
las conocidas a lo largo de esta semana sobre las dos principales
agencias hipotecarias pseudo gubernamentales, Freddie Mac y
Fannie Mae, todavía más. Estas instituciones son
capitales para mantener el herido inmobiliario a flote a la
espera de tiempos mejores. Y están muy tocadas. Y, lo que
es peor, el mercado lo sabe. Tendremos noticias no muy tarde
sobre ellas que generarán momentos de pánico.
Será la oportunidad. Sean pacientes entre
tanto.

En esencia, Fannie Mae y Freddie Mac actúan como
garantes de la solvencia del mercado hipotecario norteamericano a
través de una labor de intermediación según
la cual compran hipotecas, las empaquetan, les prestan su rating
y se las venden al mercado que las adquiere con la tranquilidad
que dicha aparente, que no real, garantía estatal otorga.
Su papel ha ido ganando relevancia con el paso del tiempo y, si
en 1990 apenas respaldaban el 4,7% de la deuda hipotecaria
norteamericana, y a finales de 2006, el 12,9%, en la actualidad
entre las dos garantizan o son titulares de casi la mitad de las
hipotecas en vigor en aquél país. Es la
consecuencia inmediata de la muerte del
mercado hipotecario estadounidense que ha llevado a que ambas
compañías hayan dado soporte a más del 80%
de las hipotecas constituidas en aquél país desde
el inicio de la crisis hace ahora doce meses. La consecuencia no
se ha hecho esperar: las llamadas GSEs o Goverment Sponsored
Entreprises se han convertido en unos hedge funds terriblemente
apalancados y con pura exposición hipotecaria. En efecto:
los recursos propios
apenas son un 5% del total de su deuda emitida, en un momento en
el que las ejecuciones de activos residenciales aumentan, los
precios de las
casas continúan cayendo y las pérdidas en el
balance se acumulan. No es de extrañar que no sólo
la bolsa sino también el mercado de deuda, les
estén dando la espalda, poniendo en riesgo su solvencia y
elevando el coste de su financiación para adquirir nuevas
hipotecas al doble de lo que pagaban hace un
año.

Un panorama sombrío para el que sólo se
presenta, dada la situación del mercado residencial
estadounidense, una solución realista: el rescate. El
debate que está sobre la mesa ahora en Estados Unidos es
quién puede llevarlo a cabo cuando hay tan pocos
argumentos que hagan interesante la inversión, dada su
escasa visibilidad a corto y medio plazo. Parece que la
única alternativa es una intervención
pública (directa mediante inyección de fondos o
líneas de crédito; indirecta, a través del
reaseguramiento o la apertura de la ventana de descuento como ya
hizo la FED con los brokers) que asegure su supervivencia. Una
obligación moral, en este
caso sí, que se derivaría de que fueron las propias
autoridades las que modificaron al alza su capacidad operativa
con objeto de que pudieran dar contrapartida al mercado el pasado
mes de enero. Un colapso de las GSEs provocaría menos
hipotecas, caída de la demanda de
pisos, precios más bajos, mayores dificultades para hacer
frente a las hipotecas ya concedidas, un incremento de los
impagos, más pisos en manos de los bancos y vuelta a
empezar. Casi nada. Como señalan numerosos analistas de
aquél país, el impacto que una situación de
este tipo podría tener sobre el conjunto del sistema
haría que la intervención de Bear Stearns pareciera
un chiste a su lado. Ya en abril S&P´s
cuantificó el riesgo en un billón de los nuestros
(millón de millones) de dólares y subrayó
que podría afectar a su visión sobre la propia
solvencia de Estados Unidos. Casi nada. No quiero ni pensar a
dónde se podría ir el dólar si esto
ocurriera (argumento defensivo, por cierto, que podría
incentivar la entrada de un fondo soberano con moneda ligada a la
divisa estadounidense). Tal y como anticipaba ayer Bloomberg a
última hora, no les pueden dejar caer.

Pese a que el Secretario del Tesoro estadounidense,
Henry Paulson, considera a Freddie y Fannie como bien
capitalizadas a los niveles actuales, al menos desde el punto de
vista regulatorio, hay algunos que han decidido ponerse la venda
antes de la herida. Así la
Administración Bush, según informaba el WSJ
ayer, habría elaborado un plan de
contingencia para el caso en que lo inevitable, como tiende a
ocurrir, acabe produciéndose. Mientras, ex miembros de la
Reserva Federal, como Poole, apuntan ya directamente al corazón
del problema al señalar, de forma justificada a mí
entender, que ambas sociedades
son, en la práctica, insolventes. ¿Qué va a
determinar que el estallido se produzca o no finalmente? La
evolución del mercado inmobiliario, uno de
los elementos, junto con el desapalancamiento, que hay que
vigilar para encontrar un punto de inflexión en esta
crisis. Pues bien, pese a que algunos columnistas como John Berry
de Bloomberg defienden que lo peor ha podido pasar ya, lo cierto
es que el número de ejecuciones hipotecarias sube a un
ritmo de 70.000 casas al mes mientras que el de impagados crece a
un ritmo tres veces y media superior en lo que es ya el peor
entorno inmobiliario desde la década de los 30. La cosa no
pinta demasiado bien, desde luego. Al menos de momento. Claro que
cuando se han tomado tantas medidas y la situación no
mejora es precisamente el tiempo el que apremia. No obstante,
cuando el estado de sitio es lo que prevalece, cualquier
iniciativa se puede tomar para salvaguardar el orden. Y es
exactamente lo que va a ocurrir. Nos vamos a divertir. Buen fin
de semana a todos.

– Claves: Fannie Mae y Freddy Mac (BBCMundo –
11/7/08)

Los gigantes hipotecarios Freddie Mac y Fannie Mae,
cuyas acciones
perdieron casi la mitad de su valor en la bolsa de Nueva York, se
encuentran en el corazón del mercado de la vivienda de
Estados Unidos.

Sus acciones se hundieron debido a los temores de que el
gobierno de EEUU se vea obligado a intervenir las dos
empresas.

¿Qué clase de
empresas son Fannie Mae y Freddie Mac?

Ambas son compañías cuya propiedad -por
mandato del Congreso de EEUU-, está en manos de
accionistas, y tienen como fin proporcionar financiamiento
al mercado de la vivienda.

Fannie Mae es la abreviación de la Federal
National Mortgage Association. Freddie Mac es la
abreviación de la Federal Home Loan Mortgage
Corporation.

Fannie Mae fue fundada en 1938, en momentos en que
millones de familias no tenían la posibilidad de ser
propietarios, o enfrentaban la posibilidad de perder su vivienda,
todo debido a la falta de recursos destinados a la
financiación de hipotecas.

Fannie Mae fue un organismo gubernamental hasta
1968.

Freddie Mac fue creada en 1970.

¿Qué hacen estas dos
compañías?

Estas empresas no prestan directamente a los compradores
de vivienda, sino que compran las hipotecas aprobadas por las
entidades que prestan el dinero, y
luego las venden a inversionistas.

Ellas garantizan o son dueñas del cerca de la
mitad del mercado hipotecario de EEUU, que en total asciende a
US$ 12 billones.

Casi todos los prestamistas hipotecarios de EEUU, desde
enormes instituciones financieras como Citigroup, hasta bancos
pequeños, locales, dependen de Fannie Mae y Freddie
Mac.

Los prestamistas se dirigen a Freddie Mac y Fannie Mae
para obtener los fondos que necesitan y atender la demanda de
hipotecas inmobiliarias.

Las entidades hipotecarias se dirigen a Freddie Mac y
Fannie Mae para obtener los fondos que necesitan para satisfacer
la demanda de los consumidores de préstamos
hipotecarios.

Mediante la vinculación de los prestamistas
hipotecarios con los inversores, las dos empresas mantienen
disponible el suministro de dinero a un costo más
bajo.

¿Por qué están en problemas?

Fannie Mae y Freddie Mac han sufrido enormes
pérdidas debido a que el mercado de la vivienda en EEUU ha
experimentado un fuerte aumento de la morosidad en los pagos, por
lo que han aumentado los embargos.

Para cubrir estas pérdidas, las dos empresas han
estado recaudando fondos, pero los inversionistas temen no ser
capaces de conseguir la cantidad de dinero suficiente como para
cubrir sus pasivos.

Si los propietarios de las viviendas no pagan sus
préstamos hipotecarios, ellas deben responder.

¿Qué podría ocurrir si entran en
bancarrota?

Los mercados asumen
que el contribuyente adquiriría la carga de todas sus
hipotecas porque las dos empresas apuntalan todo el mercado
hipotecario de EEUU.

Si se derrumbaran, se agravaría la
situación del sistema financiero estadounidense y otras
entidades financieras podrían sufrir mayores
pérdidas.

También se dificultaría la
concesión de hipotecas y éstas serían
más costosas.

El secretario del tesoro de EEUU, Henry Paulson, dijo
que la tarea principal del gobierno es respaldar a Fannie Mae y
Freddie Mac, y que, de producirse una intervención, ambas
empresas mantendrían su actual estructura.

– ¿Armagedón?: Rescatar los gigantes
hipotecarios de EEUU triplicaría el déficit
público (Libertad Digital – 11/7/08)

(Por M. Lamas)

El Gobierno de EEUU se plantea asumir el control de los
gigantes hipotecarios del país (Fannie Mae y Freddie Mac).
Su nacionalización dejaría sin valor alguno las
acciones de ambas entidades, y además conllevaría
el desembolso de casi 1 billón de dólares por parte
de los contribuyentes, según el peor escenario
(Armagedón) contemplado por la agencia de
calificación Standard & Poor´s. Los expertos
coinciden en que ambas compañías son
"insolventes".

Y el pánico estalló, pese a que los
análisis vaticinaban los peores augurios
desde hace meses. Los tambores de quiebra se dispararon en los
ámbitos financieros especializados de la primera potencia mundial
durante las últimas jornadas.

Hasta tal punto está en duda la solvencia de los
gigantes hipotecarios norteamericanos, que la Reserva Federal
reconocía abiertamente este jueves la posibilidad de poner
en práctica un plan de contingencia para acudir al rescate
de ciertas compañías cotizadas "al borde de la
quiebra", con el fin de evitar el "colapso" de Wall Street, tal y
como avanzó este diario.

Pese a ello, el secretario del Tesoro de EEUU, Henry
Paulson, ha lanzado un mensaje de calma a los mercados al
asegurar que el Gobierno quiere que los gigantes hipotecarios
sigan adelante con su labor. "Nuestro objetivo es
respaldar a Fannie Mae y Freddie Mac en su estado actual mientras
llevan adelante su importante misión",
señala Paulson en un comunicado. Sin embargo, el mensaje
no ha tranquilizado a los inversores y las bolsas han registrado
importantes caídas.

Ambas entidades, que cuentan con el respaldo
gubernamental para la emisión de hipotecas, copan casi el
80 por ciento de los préstamos hipotecarios que se
conceden en la actualidad en EEUU. Casi el doble que en 2007.
Fannie Mae y Freddie Mac acumulan un capital próximo a los
83.000 millones de dólares, mientras que su deuda supera
casi los 5 billones.

Su elevada exposición a la crisis inmobiliaria
que sufre el país ha disparado la incertidumbre
bursátil acerca de la posible quiebra de ambas
compañías, tal y como avanzó LD. William
Poole, el ex presidente de la Reserva Federal de Sant Louis,
afirmaba a Bloomberg que la situación de ambas entidades
es de clara "insolvencia".

EEUU estudia planes de contingencia

Hasta tal punto esto es así, que el Tesoro de
EEUU estudiaba desde hace meses la posibilidad de poner en
práctica diversos planes de contingencia para acudir al
rescate de Fannie Mae y Freddie Mac en caso de quiebra. Y es que,
las cuantiosas pérdidas por la rebaja a aplicar en el
valor de las anotaciones (writedowns) de los balances obligan a
ambas compañías a ampliar su capital. Y ello, en un
momento en el que, precisamente, el capital privado no
estaría dispuesto a asumir tales riesgos.

De este modo, el Gobierno de EEUU se encuentra ante una
disyuntiva: Acudir o no al rescate de ambas entidades.
Según los analistas, la Administración norteamericana no
dejará caer a Fannie y Freddie, debido a los enormes
efectos colaterales que provocaría sobre el sistema
financiero y la economía estadounidense e, incluso,
mundial.

Las consecuencias de la quiebra "serían mucho
peores que la caída del banco de inversión Bear
Stearns", según Sean Egan, director de calificaciones
crediticias de Egan Jones. "Sumiría a la economía
en la depresión", según recoge la revista
Fortune. Tan sólo Freddie tendría que ampliar
capital por valor de 7.000 millones de dólares en los
próximos dos trimestres debido a la acumulación de
writedowns y pérdidas.

Sin embargo, su valor en el mercado apenas alcanza los
8.700 millones de dólares, tras el desplome
bursátil de las últimas jornadas. Este jueves las
acciones de ambas compañías habían perdido
más de un 80 por ciento en lo que va de año, al
tiempo que la cotización caía cerca de un 50 por
ciento al cierre de esta edición.

"Nivel crítico de capital"

Pese a todo, Fannie Mae y Freddie Mac deberían
registrar unas pérdidas de 77.000 millones de
dólares antes de que el Gobierno norteamericano se viera
obligado a acudir al rescate financiero de ambas
compañías, según las estimaciones de
Fox-Pitt Kelton and Friedman, Billings, Ramsey & Co
analistas, informa Bloomberg.

La tutela
gubernamental se activaría en caso de que las empresas
cayeran por debajo del denominado "nivel crítico de
capital", que se sitúa en el 2,5 por ciento de los activos
más el 0,45 por ciento del balance de obligaciones,
basadas, principalmente, en valores
hipotecarios garantizados. Para que algo así suceda, el
precio de la
vivienda tendría que registrar una caída
próxima al 40 por ciento a nivel nacional, al tiempo que
la morosidad tendría que ascender a un nivel
próximo al 10 ó 12 por ciento en las hipotecas
contratadas en 2006 y 2007, respectivamente, según los
analistas consultados por dicha agencia. Algo "muy poco
probable".

En este sentido, algunos análisis a los que ha
tenido acceso LD, sitúan ya la caída del precio de
la vivienda en EEUU próxima al 20 por ciento
interanual.

En todo caso, y ante la necesidad de tener que acudir al
rescate de ambos gigantes hipotecarios, existen diversos
escenarios, según los expertos. Según un informe de
Standard & Poor´s del pasado mes de abril, aunque un
escenario de Armegedón (el peor posible) es "poco
probable", la mera posibilidad de quiebra supone una amenaza para
la economía estadounidense mucho mayor que el derrumbe de
cualquier banco de inversión (en referencia a Bear
Stearns).

Pese a ello, en caso de que se cumpliera el peor de los
escenarios posibles (es decir, el rescate financiero) el coste
directo para los contribuyentes estadounidenses podrá
ascender a cerca de 1 billón de dólares. De este
modo, tan sólo esta decisión dispararía casi
por tres el déficit presupuestario estadounidense previsto
para 2008 (400.000 millones de dólares, casi el 3 por
ciento de su PIB).

Efectos sobre la deuda de EEUU

Llegados a este punto, al agencia de calificación
se vería obligada, incluso, a degradar el rating de
solvencia (indicador de riesgo país) de EEUU, con las
implicaciones que ello conllevaría sobre la calidad de la
deuda
pública del Gobierno estadounidense.

Mientras, la revista Times señala este viernes
que en caso de que la Administración se vea obligada a intervenir
y avalar la deuda hipotecaria de ambas entidades, garantizar la
solvencia de los 5 billones de dólares que acumulan tales
compañías duplicaría el monto de la deuda
pública estadounidense.

En este sentido, entidades financieras de la talla de
Fortis o Royal Bank of Scotland (RBS) advertían hace
escasa fechas del riesgo de "colapso". En concreto, RBS
aconsejaba a sus clientes
prepararse para un "crash en el mercado mundial de
crédito", según recogía el diario
británico Telegraph.

– Tambalean bancos hipotecarios (BBCMundo –
12/7/08)

Uno de los principales bancos hipotecarios de Estados
Unidos es intervenido por el gobierno mientras caen las acciones
de otros dos. Los reguladores financieros tomaron control de
todos los bienes del
banco Indy-Mac de California tras su colapso.

Las autoridades temieron que la institución no
hubiera podido enfrentar el continuo retiro de fondos de los
inversionistas presionados por la crisis crediticia. Indy-Mac
había estado luchando para recaudar fondos y mantenerse a
flote en uno de los estados más impactados por la
caída en el mercado inmobiliario.

Caen las acciones

El fracaso del banco sucedió el día en que
las acciones de otras dos instituciones de crédito
hipotecario cayeron a casi la mitad de sus valores. Fannie Mae y
Freddie Mac poseen o garantizan la mitad de las deudas
hipotecarias en Estados Unidos. Que dos instituciones financieras
tan grandes quiebren sería casi impensable y
provocaría un caos en la economía
estadounidense.

Las acciones se desplomaron el viernes en Wall Street
tras los temores de los inversionistas de que se les
acabarían los fondos por los miles de clientes que dejaron
de pagar sus mensualidades. El presidente se reunió en la
mañana con sus altos consejeros financieros y
declaró que "se trabaja sobre el problema con mucha
intensidad". El secretario del Tesoro Henry Paulson
también prometió apoyar a las dos instituciones en
dificultades. "Hoy, nuestra principal prioridad es apoyar a
Fannie Mae y Freddie Mac tan como existen a medida que
desempeñan su importante misión", declaró
Paulson.

Las acciones de los dos bancos se recuperaron más
tarde después de que el director de la Reserva Federal,
Ben Bernanke, dijo que podría poner fondos a
disposición de las dos empresas en caso de tener una
crisis de liquidez.

– Paulson desiste de intervenir las hipotecarias en
crisis (El País – 12/7/08)

(Por S. Pozzi)

Wall Street tembló ayer al ver cómo los
títulos de las entidades hipotecarias semipúblicas
Fannie Mae y Freddie Mac volvían a desplomarse. El
secretario del Tesoro, Henry Paulson, dejó claro que no se
plantea una intervención para hacerse con su control,
aunque garantizó que las respaldará para que sigan
cumpliendo su misión, que calificó de
"vital".

Fannie y Freddie garantizan la mitad de los
créditos concedidos en EEUU para la compra de la vivienda,
un mercado estimado en 12 billones de dólares. En el
parqué dudan de la solvencia de las dos entidades, y
presionan al Gobierno para que salga a su rescate cuanto antes.
El Dow Jones reaccionó con fuertes caídas, que al
cierre se quedaron en el 1,14%; Freddie cedió el 6,25% y
Fannie, un espectacular 23%. Paulson trató la
cuestión por la que atraviesan las dos entidades con el
presidente George Bush, quien dijo que tanto el Tesoro como la
Reserva Federal "trabajan duro" para evitar su
colapso.

– EEUU aumentará temporalmente la línea de
crédito para sus dos principales hipotecarias (Cinco
Días – 14/7/08)

El secretario del Tesoro estadounidense, Robert Paulson,
anunció hoy el incremento temporal de la línea de
crédito para las dos principales hipotecarias del
país, Fannie Mae y Freddie Mac, como medida previa a la
solicitud que se espera presente la administración Bush
para que el Congreso apruebe "un paquete de rescate", como apunta
el diario estadounidense The New York Times, por el que se
concedería al Gobierno la autoridad necesaria para comprar
miles de millones de dólares en reservas y prestar dinero
a ambas compañías para que cubran sus necesidades a
corto plazo.

"Fannie Mae y Freddie Mac juegan un papel fundamental en
nuestro sistema hipotecario, y deben seguir haciéndolo en
su calidad actual de empresas controladas por accionistas",
declaró hoy Paulson. "El apoyo que prestan al mercado es
particularmente importante, sobre todo mientras resolvemos la
situación hipotecaria actual",
añadió.

El plan pide específicamente al Congreso que
conceda al Gobierno la autoridad necesaria, durante los dos
próximos años, para comprar una cantidad no
especificada de dichas reservas. Además, como ha
señalado el propio Paulson, se ampliará la
línea de crédito que ambas compañías
tienen respecto del Tesoro, y actualmente estimada en 2.225
millones de dólares para cada una, establecidas ambas hace
40 años, cuando su deuda era mucho menor de la que se
estima ahora -800.000 millones de dólares en el caso de
Fannie; 740.000 millones de dólares en lo que respecta a
Freddie.

La línea de crédito que el Tesoro concede
a las compañías es considerada por el mercado
estadounidense como una señal de que ambas empresas
serían "rescatadas" por el Gobierno si alguna vez se
encontraran afectadas por severos problemas económicos. Se
trata de un sistema de "garantía implícita", tal y
como indica el Times cuya existencia ha sido negada varias
ocasiones por los altos funcionarios de la economía
estadounidense.

Ahora, no sólo se acepta la realidad de este
sistema, sino que además varios funcionarios del Tesoro y
de la Reserva Federal Estadounidense (FED) hablan de un
"endurecimiento" de esta garantía, y todo ello
después de que el propio Paulson saliera el viernes al
paso de las informaciones publicadas en la prensa
estadounidense respecto a un posible "plan de contingencia" del
Gobierno que colocaría a las dos entidades bajo la tutela
de la Administración e implicaría que las
potenciales pérdidas de las dos compañías
repercutirían en los contribuyentes.

El plan que pretende adoptar ahora la
administración Bush estipula además una
petición adicional al Congreso para que aumente el
límite de la deuda nacional, según informaron
fuentes
cercanas al plan al diario estadounidense. Del mismo modo, se
solicitará a la cámara que conceda a la FED un
papel más relevante a la hora de determinar "el
colchón de capital" con el que cada compañía
hipotecaria debería contar.

– EEUU sale a apagar el incendio provocado por la crisis
de confianza en gigantes hipotecarios (The Wall Street Journal –
14/7/08)

(Por Michael Corkery, James Hagerty, Liz Rappaport,
Deborah Solomon y Sudeep Reddy)

En un intento por apuntalar la confianza en los gigantes
semiestatales de hipotecas Fannie Mae y Freddie Mac, el
Departamento del Tesoro y la Reserva Federal estadounidense (Fed)
anunciaron un paquete de medidas que deja en claro el respaldo
del gobierno a ambas entidades.

En un comunicado divulgado antes de la apertura de los
mercados el lunes y de una anticipada subasta de deuda de Freddie
Mac, el Departamento del Tesoro señaló que planea
solicitar al Congreso la aprobación de un aumento temporal
de una línea de crédito para ambas
compañías. También anunció que
buscará obtener una autorización temporal para
adquirir una participación accionaria en cualquiera de las
dos compañías "en caso de ser necesario". El plan
también contempla "un rol de asesoría" para la Fed
en el proceso para establecer los requisitos de capital y otros
temas para Fannie y Freddie.

La Fed, por su parte, otorgó al Banco de la
Reserva Federal de Nueva York facultades para prestar dinero a
las entidades si se estima necesario. La medida les otorga a
Fannie y Freddie acceso a los fondos de la ventanilla de
descuento.

En su conjunto, el paquete constituye un intento de
parte del gobierno para hacer todo lo que esté a su
alcance sin tener que intervenir en las entidades. El objetivo es
enviar a los inversionistas una clara señal de su respaldo
a Fannie y Freddie y su fe en sus perspectivas de largo
plazo.

Para gran parte del mundo, el mayor impacto de la crisis
de Fannie y Freddie puede ser un mayor deterioro de la confianza
en los mercados globales de capital y en la posibilidad de que la
economía estadounidense y el dólar se puedan
recuperar en el corto plazo.

Los bancos centrales e instituciones financieras de
Asia, por
ejemplo, son grandes tenedores de deuda estadounidense y se cree
que poseen sustanciosas porciones de deuda de Fannie Mae y
Freddie Mac. Según los últimos datos del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los extranjeros
poseían un 21,4%, o US$ 1,3 billones (millones de
millones) del total de la deuda circulante a largo plazo emitida
por el gobierno estadounidense hasta junio del año pasado.
China y
Japón
eran con holgura los mayores inversionistas en estos
valores.

Las medidas del gobierno buscan romper lo que algunos
economistas denominan un círculo vicioso que agobia al
mercado inmobiliario.

Todo empieza con una oferta
excesiva de viviendas que hace que los precios se precipiten. La
caída en los precios causa más ejecuciones
hipotecarias, a medida que aumentan las dificultades de los
propietarios para refinanciar sus préstamos o vender sus
casas. Los bancos son reticentes a prestar en un momento en que
el valor de las viviendas se sigue hundiendo y los impagos siguen
subiendo. Eso, a su vez, perjudica la demanda por bienes
raíces, que se traduce en nuevas caídas de precios
y más cesaciones de pagos.

Este círculo vicioso, que empezó con los
deudores de créditos hipotecarios de alto riesgo o
subprime, ha crecido mucho más allá de ese
pequeño segmento y ahora abarca a las hipotecas que no son
de alto riesgo, el principal sustento de los activos hipotecarios
de Fannie y Freddie. Por ahora, las pérdidas crediticias
de ambas empresas han sido relativamente pequeñas en
comparación a su tamaño. En el primer trimestre,
Fannie Mae reportó US$ 728 millones en pérdidas
sobre préstamos individuales que resultaron impagos y que
están en el proceso de ejecución. Eso representa
una mera fracción de los US$ 5,2 billones en hipotecas que
Fannie Mae posee o garantiza. Sin embargo, las
compañías están sufriendo una crisis de
confianza porque no está claro cuán grandes
llegarán a ser las pérdidas relacionadas al
crédito. Mucho dependerá de hasta dónde
caigan los precios de las viviendas."El derrumbe en los precios
inmobiliarios está en la raíz de todos nuestros
problemas económicos y financieros", dice Mark Zandi,
economista jefe de Moody's Economy.com y autor de un nuevo
libro sobre la
debacle de las hipotecas subprime.

Los problemas de Fannie y Freddie ya empiezan a
repercutir en los mercados de deuda. Los bonos del Tesoro
estadounidense son ampliamente considerados como la
inversión de menor riesgo. No obstante, a medida que se
acumulan las dificultades financieras, algunos inversionistas
empiezan a evaluar el riesgo de un evento antes inconcebible: una
cesación de pagos por parte del gobierno estadounidense.
Los bonos del Tesoro estadounidense llevan una
calificación de triple A, la máxima a la cual se
puede aspirar, y tienen el respaldo de las empresas y los
contribuyentes del país. Así que dicha posibilidad
es difícil de imaginar. Sin embargo, un vistazo al mercado
de los seguros contra la
cesación de pagos, instrumentos financieros derivados
llamados en inglés
de credit default swap, o CDS, sugiere que los inversionistas
creen que pueden ganar dinero si aumenta la percepción
de que el peor de los escenarios es factible. La semana pasada,
se duplicó el precio de un CDS que se activa si el bono
del Tesoro de EEUU a diez años cae en cesación de
pagos. Actualmente, un inversionista tendrá de pagar US$
35.050 al año para asegurar un total de US$ 10 millones en
bonos del Tesoro de EEUU, mucho más que su auge anterior
de US$ 28.677, alcanzado en marzo.

– Dolor para el dólar (El Confidencial –
14/7/08)

(Por Rubén J. Lapetra)

Y reaparece la crisis financiera, cuando parecía
que la liquidez volvía a regresar. Cuando se observaban
visos de normalización en los mercados de
crédito, la desconfianza financiera vuelve a campar a sus
anchas. Fannie Mae y Freddie Mac han desatado el último
terremoto, ante las amplias posibilidades de que el Estado tenga
que salir en su rescate. EEUU ya ha tenido que tomar el control
de la hipotecaria IndyMac, otra entidad hipotecaria que se ha
quedado corta de liquidez. El prólogo lo escribieron los
SIV (Special Investments Vehicles), el primer capítulo los
hedge funds, el segundo las hipotecarias, el tercero, los bancos,
el cuarto, las monolines; el quinto, otra vez las hipotecarias y
después vendrá algún otro banco.

La siguiente víctima de la actual crisis
financiera va a ser el dólar estadounidense, sobre el que
se cierne unos nubarrones de desconfianza. Cuando la Reserva
Federal (Fed) parecía que tenía claras las cosas,
un camino que seguir, ha vuelto a dejar a todos estupefactos
desandando el camino andado y abriendo otra vez la puerta a los
rescates de instituciones financieras. Lo de IndyMac sucede al
episodio terrorífico del Bear Stearns y a las superrebajas
monetarias (del 5,25% al 2%) realizadas durante la crisis.
Además, el viernes, la Fed abrió el grifo de la
ventana descuento -esa fórmula de financiación de
emergencia para bancos comerciales, primero, y de
inversión, después- a las agencias semiestatales
Freddie Mac y Fannie Mae.

En consecuencia, con el sector privado de las finanzas hecho
unos zorros, se avecina un nuevo golpe para EEUU en esta crisis.
El enésimo proceso de caída del dólar
estadounidense. George W. Bush inició su mandato con una
balanza de pagos
en equilibrio y
saneada, crecimiento
económico y un dólar en cotas de 0,82
dólares por euro. Ocho años después va dejar
tras de sí un déficit de un billón de
dólares, el PIB al borde de la recesión y la
emblemática moneda en 1,6 dólares por euro, a la
mitad de su valor. En ese periodo, el precio del petróleo
-denominado en dólares- se ha salido de órbita,
pasando de apenas 20 dólares a más de
140.

El punto de partida semanal es de 159 centavos de
dólar. Los inversores, ante la nueva ola de desconfianza
surgida en el sector hipotecario de EEUU y las amplias
posibilidades de que se tenga que utilizar dinero público
para su rescate, huirán de todo lo que huela a
dólar. Sí. No hay ahora mismo nada que sostenga los
flujos de inversión extranjeros hacia las arcas del Tesoro
que dirige Hank Paulson, el ex jefe de Goldman Sachs. Tanto
éste como Ben Bernanke, responsable de la Fed, han
asegurado que mirarán para otro lado ante la
próxima caída de instituciones financieras para
asegurar la disciplina del sistema. Han faltado a su palabra con
IndyMac, pero puede que no les quede más remedio que
cumplirla con otras sociedades de menor tamaño.

El dólar sufrirá como nunca en esta crisis
en las próximas semanas, salvo los bancos centrales (Fed,
BCE, Canadá, Australia, Japón…) se alineen para
contener una turbulencia sobre la divisa. Puede que se necesite
incluso, la ayuda de China y su ya decisivo banco central. La
divisa estadounidense ha pasado en el último año de
1,36 a los 1,59 dólares actuales, que supone una depreciación del 17% aproximadamente. Una
caída muy dura que están sufriendo casi todos los
agentes de mercado. Y puede venir más. En el mercado ya se
barajan apuesta de 1,7 y 1,8 dólares para este verano, un
tipo de cambio
que puede ser demoledor para los exportadores europeos. Y,
además, traerá consigo nuevos ascensos de los
precios del crudo. Según cálculos de Barclays
Capital, la correlación entre los movimientos del
euro/dólar y el crudo es la más alta desde la
introducción de la moneda única. Por
cada subida o caída del 10% del petróleo se traslada un movimiento del
1% para el tipo de cambio; al contrario, el efecto divisa es
menor: por cada 1% de vaivén entre las dos monedas se
traslada un impacto del 1,2% al oro negro.
Estadística dixit.

– La banca de inversión y las tecnológicas
provocan una caída del 0,4% en Wall Street (Cinco
Días – 14/7/08)

(Por M. Iñiguez)

El Dow Jones cayó un 0,4% tras el retroceso de
las firmas financieras y de las hipotecarias Freddie Mac y Fannie
Mae, que ahora cuentan con la ayuda del Departamento del Tesoro y
de la Reserva Federal de EEUU para afrontar la crisis. El alivio
inicial sobre el rescate de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie
Mac duró poco. El Dow Jones terminó perdiendo otros
45 puntos y encadena una caída del 20% desde sus
máximos de octubre. Por su parte, el S&P 500
retrocedió un 0,90%, mientras que el tecnológico
Nasdaq 100 cayó un 1,17%.

Sin duda alguna, las dos hipotecarias Freddie Mac y
Fannie Mae estuvieron en el ojo del huracán durante toda
la sesión. Sus títulos, que subían en torno
a un 20% tras la campanada de inicio, acabaron perdiendo un 8,2%
y un 5%, respectivamente. El banco Indymac, especializado en
créditos de alto y medio riesgo, también estuvo en
el punto de mira de los inversores. El viernes pasado, la
Administración de Bush se vio obligada a nacionalizarlo
por sus problemas de liquidez. Sus títulos se hundieron un
57% y provocaron un efecto que golpeó, principalmente, a
los bancos regionales.

National City, el mayor banco de Ohio, terminó
perdiendo un 14%, tras estar suspendido temporalmente de
cotización. Zions Bancorporation cayó más de
un 23% y Huntington Bank un 17,2%. Pero una de las caídas
que más preocupó a los economistas fue la de
Washington Mutual. Los títulos de la principal caja de
ahorros y préstamos de Estados Unidos se hundieron un 34%
al cierre…

– La SEC estrecha el cerco a los rumores (Negocios
14/7/08)

Misión: acabar con la manipulación de los
precios en la bolsa.

Los malintencionados rumores lanzados al mercado para
que unos pocos obtengan beneficios se han acabado. Al menos es lo
que pretenden los mayores reguladores de Wall Street, que han
iniciado una investigación sobre la difusión de
informaciones falsas con el fin de manipular los
precios.

Las turbulencias vividas la semana pasada, donde el
sector bancario e hipotecario en EEUU fue un hervidero de este
tipo de noticias, han acelerado la decisión tomada el
domingo por la comisión del mercado de
valores estadounidense Securities Exchange Comission (SEC, en
sus siglas en inglés). "Los operadores saben que hay
información falsa en el mercado. Tienen que
pensárselo dos veces antes de realizar cualquier
movimiento", señaló el director de la oficina de
inspecciones de la SEC, Lori Richards. "Es importante que las
empresas sean conscientes de la supervisión y cumplan con
sus obligaciones para prevenir que se viole la ley del mercado
de valores", dijo Richards.

Las investigaciones
tendrán como objetivo ver qué políticas
han puesto en marcha las empresas para prevenir la
transmisión de información falsa. La
intención es poner fin a los rumores maliciosos sin
obstaculizar el natural intercambio de información en el
mercado. Desde el colapso sufrido por Bear Stearns a principios de
año, los altos ejecutivos de Wall Street han rogado a los
reguladores que investigaran cómo los especuladores
cortoplacistas lanzan informaciones falsas para beneficiarse de
ellas.

Un ejemplo claro fue el vivido la semana pasada por
Lehman Brothers. Varios rumores que apuntaban a que dos
importantes clientes habían dejado de hacer negocios con
la firma, hundieron su cotización un 20%. Poco
después, ambos clientes negaron por completo la
información. La SEC no lo va a tener fácil. Los
rumores han sido parte del engranaje de la fábrica de Wall
Street desde su nacimiento y demostrar que son falsos es
misión casi imposible, sobre todo en la era de la tecnología
de la información y de noticias 24 horas.

– Los fondos soberanos, con más dinero para
comprar bancos gracias al crudo (Negocios –
14/7/08)

(Por Gema Velasco)

Sea cual sea la referencia que se tome, la que se
utiliza en EEUU, el crudo de Texas (WTI), la que se usa en
Europa, el Brent,
o el barril de crudo de la OPEP, la cifra es
la misma: en un año, el precio del petróleo se ha
duplicado, ha crecido más de un 100% para colocarse en una
horquilla de entre 140 y 146 dólares por barril. Y el fin
de la carrera alcista parece lejos de acabar.

Esta evolución perjudica a muchas
economías, pero beneficia a otras cuantas, como las que
basan su riqueza en las exportaciones de
crudo; las mismas que controlan los mayores fondos soberanos del
mundo, esos temidos y opacos grandes inversores que desde 2007
mantienen en vilo a la comunidad
financiera por su especial gusto por tomar participaciones
significativas en bancos en dificultades de EEUU y
Europa.

Más ricos que nunca

Unos fondos que ahora son más ricos que nunca. En
total, según los datos que maneja el Banco Central Europeo
(BCE) en un informe interno, estos inversores soberanos gestionan
entre 2 y 3 billones de dólares (1,2 y 1,9 billones de
euros), cifras que representan en torno a un 6% del PIB mundial.
Los datos son orientativos porque sólo unos pocos dan
información sobre su cartera. Y, además, en los
últimos tiempos se ha aliado a ellos la escalada imparable
del petróleo que les ha hecho más
poderosos.

Los países productores de petróleo y
materias primas, fundamentalmente Oriente Medio, son los que con
más ahínco han desarrollado fondos soberanos que
tienen como objetivo precisamente gestionar los ingresos
procedentes de estas exportaciones. Nada menos que 12 de los 20
mayores inversores de este tipo pertenecen a gobiernos
exportadores de crudo. Entre ellos está el más
grande del mundo, el Abu Dhabi Investment Council, con unos
activos de entre 400.000 y 800.000 millones de dólares, y
controlado por el Gobierno de los Emiratos Árabes,
país que este año arrojará un
superávit comercial de 72.500 millones de dólares,
un 60% más que en 2007, gracias al crudo, según las
estimaciones del FMI.

En total, según el BCE, los vehículos de
inversión de los gobiernos de estas naciones exportadoras
controlan la mayor parte de los activos gestionados por estos
fondos, entre 1,2 y 2 billones de dólares. Y los expertos
y autoridades esperan que sigan creciendo gracias al aumento de
ese superávit externo. Esta circunstancia
alimentará aún más los recelos hacia este
tipo de inversores. Muchos de ellos han manifestado de forma
clara en los últimos tiempos su tendencia a tomar
posiciones en las principales entidades financieras de EEUU y
Europa. En total, los mayores fondos han invertido en lo que va
de año en instituciones financieras y cinco grandes
grupos
bancarios internacionales más de 45.000 millones de
dólares.

De entre los fondos de países exportadores
destaca el mencionado Abu Dhabi con una inversión de 7.600
millones en Citigroup, el Kuwait Investment Authority con 3.400
millones en Merrill Lynch o el Investment Corporation de Dubai
(también de Emiratos Árabes) con una
inversión de 1.000 millones en Standard
Chartered.

Su capacidad para hacerse fuertes en el sector bancario
de los países desarrollados crece, y con ella la
desconfianza que generan en las instituciones financieras. El BCE
se ha unido al grupo de
entidades preocupadas por el tema. La autoridad monetaria
europea, en su informe sobre el impacto de los fondos soberanos
en las finanzas globales, asegura que su capacidad para
desestabilizar el sistema hace que sea "particularmente
importante que estos inversores sean lo suficientemente
transparentes sobre su tamaño, distribución de cartera y motivos de la
inversión, a fin de aliviar las preocupaciones sobre
potenciales distorsiones y reducir la incertidumbre en los
mercados financieros"… Hoy por hoy, esa transparencia que
demanda el BCE no existe.

Monografias.com

– Fannie, Freddie y tú (El País –
15/7/08)

(Por Paul Krugman)

Y ahora, la nueva etapa de nuestra aparentemente
interminable crisis financiera. Esta vez ocupan los titulares
Fannie Mae y Freddie Mac, con serias advertencias de quiebra
inmediata. ¿Hasta qué punto debemos estar
preocupados? No podemos dejar caer a Fannie y Freddie. Son
más importantes que nunca para la
economía

Pues bien, voy a ser la voz de la discordia: el temporal
en torno a estas dos entidades hipotecarias se ha exagerado.
Seguramente, Fannie y Freddie necesitarán que el Gobierno
acuda al rescate. Pero, como ya está claro que ese rescate
se va a hacer, sus problemas no tendrán consecuencias
negativas para la economía. Además, aunque Fannie y
Freddie son unas instituciones con problemas, no tienen la culpa
del lío en el que nos encontramos.

He aquí los antecedentes: Fannie Mae -la
Asociación Nacional Federal de Hipotecas- se creó
en los años treinta para facilitar la adquisición
de viviendas mediante la compra de las hipotecas a los bancos,
con lo que se liberaba un dinero que podía utilizarse para
hacer nuevos préstamos. Fannie y Freddie Mac, que hace
prácticamente lo mismo, financian hoy la mayoría de
los préstamos hipotecarios que se llevan a cabo en Estados
Unidos.

Los argumentos contra Fannie y Freddie empiezan por su
condición peculiar: aunque son compañías
privadas, con accionistas y beneficios, son "empresas
patrocinadas por el Gobierno", creadas por una ley federal, lo
cual significa que gozan de privilegios especiales.

El más importante de estos privilegios
está implícito: es la convicción de los
inversores de que, si Fannie y Freddie están en peligro de
quiebra, el Gobierno federal acudirá al rescate. Esta
garantía implícita significa que los beneficios
están privatizados pero las pérdidas están
socializadas. Si a Fannie y Freddie les va bien, sus accionistas
cobran los beneficios, pero si las cosas van mal, Washington paga
la factura. Cara,
ganan ellos, cruz, perdemos nosotros.

Estas apuestas marcadas pueden animar a correr riesgos
peligrosos, porque los inconvenientes son problema de otros. El
clásico ejemplo de cómo puede ocurrir eso es la
crisis de las entidades de ahorro y
préstamo en los años ochenta: los propietarios
ofrecieron tipos de interés
elevados para atraer numerosos depósitos garantizados por
el Gobierno federal y luego, en definitiva, apostaron con ese
dinero. Cuando muchas de sus apuestas salieron mal, las
autoridades federales tuvieron que hacerse cargo. Arreglar la
situación acabó costando a los contribuyentes
más de 100.000 millones de dólares.

Pero hay que decir una cosa: Fannie y Freddie no
tuvieron nada que ver con la explosión de préstamos
de alto riesgo de hace unos años, una explosión al
lado de la cual el desastre de las entidades de ahorro no fue
nada. Es más, Fannie y Freddie, después de haber
tenido un rápido crecimiento en los años noventa,
desaparecieron casi por completo del escenario durante el apogeo
de la burbuja inmobiliaria.

En parte se debió a que las autoridades, ante los
escándalos de contabilidad
en las compañías, establecieron límites
provisionales para Fannie y Freddie que restringieron su
capacidad de préstamo precisamente cuando los precios de
las viviendas empezaban a dispararse. Además, tampoco
emitían ninguna hipoteca basura, porque no
pueden: la definición de un préstamo basura, o de
alto riesgo, es precisamente un préstamo que no cumple el
requisito, impuesto por ley,
de que Fannie y Freddie sólo compran hipotecas emitidas a
prestatarios que hayan dado unas entradas sustanciales y hayan
aportado minuciosas pruebas
documentales de sus ingresos.

Por tanto, fueran cuales fueran los malos incentivos
creados por la garantía federal implícita, se han
visto compensados por el hecho de que Fannie y Freddie
tenían y tienen estrictamente regulados los riesgos que
pueden asumir. Podría decirse que la experiencia de Fannie
y Freddie prueba que la regulación funciona.

Ahora bien, en ese caso, ¿cómo han acabado
en esta situación?

La respuesta está, en parte, en el enorme
tamaño de la burbuja inmobiliaria y la dimensión de
la caída de los precios que está
produciéndose ahora que se ha pinchado esa burbuja. En Los
Ángeles,
Miami y otros lugares, cualquiera que pidiera prestado dinero
para comprar una casa en el momento de apogeo del mercado tiene
seguramente un capital negativo en este momento, aunque
inicialmente diera una entrada del 20%. El resultado es el
aumento de los impagos incluso en préstamos que se atienen
a las directrices de Fannie y Freddie.

Además, a Fannie y Freddie, aunque tienen muy
regulados sus préstamos, no se les ha exigido que
aportasen suficiente capital, es decir, dinero recaudado mediante
la venta de
acciones, y no mediante los préstamos. Eso significa que
la más mínima caída en el valor de sus
activos puede dejarles en una situación complicada, con
una deuda mayor de lo que poseen.

Es verdad que nos encontramos ante un verdadero
escándalo político: ha habido advertencias
repetidas de que la escasa capitalización de Fannie y
Freddie representaba riesgos para los contribuyentes, pero los
directivos de las dos compañías compraron el
proceso político y contrataron sistemáticamente a
personajes influyentes de ambos partidos. No obstante, las
maquinaciones políticas de Fannie y Freddie, aunque eran
peligrosas, no fueron un factor importante en la aparición
de nuestros problemas actuales.

Pese a todo, ¿no llama la atención que los contribuyentes tengan que
acabar rescatando estas instituciones? La verdad es que no.
Estamos atravesando una grave crisis financiera y dichas crisis
casi siempre acaban con algún tipo de rescate del sistema
bancario por parte de los contribuyentes.

Y hay que dejar una cosa clara: no podemos dejar que
Fannie y Freddie vayan a la quiebra. Con la caída de los
préstamos basura, son hoy más importantes que nunca
para el mercado de la vivienda y la economía en
general.

(Traducción de María Luisa
Rodríguez Tapia. © 2008 New York Times News
Service)

– La SEC restringe la venta al descubierto de acciones
de Fannie Mae y Freddie Mac (The Wall Street Journal –
15/7/08)

(Por Kara Scannell)

La Comisión de Bolsa y Valores (SEC)
anunció una medida de emergencia dirigida a reducir las
ventas al
descubierto que afectan a las firmas de corretaje de Wall Street
así como a Fannie Mae y Freddie Mac e inmediatamente
comenzará a considerar nuevas reglas para extender nuevos
requerimientos al resto del mercado.

El presidente de la SEC, Christopher Cox, dijo que el
regulador implementaría una orden de emergencia
restringiendo la venta al descubierto de acciones de Fannie Mae y
Freddie Mac, las alicaídas entidades semiestatales que
poseen o respaldan más de la mitad de las hipotecas de
EEUU. También sería aplicable a las acciones de
Lehman Brothers, Goldman Sachs, Merrill Lynch y Morgan Stanley.
La orden es a corto plazo y expirará en 30
días.

La medida probablemente limitará las ventas al
descubierto para las dos entidades hipotecarias, las cuales han
visto cómo se han hundido sus precios en las
últimas semanas. Wall Street ha estado clamando para que
la SEC tome medidas frente a la venta al descubierto, que para
algunos está contribuyendo a la volatilidad del mercado y
podría ser usada para manipular las acciones
financieras.

Esto llega cuando la cantidad de acciones en
circulación compradas al descubierto está en su
nivel más alto para las acciones que cotizan en NYSE
Euronext.

Vender al descubierto, una legítima estrategia
bursátil para obtener ganancias de la caídas de los
precios de las acciones, ha sido un tema controversial por mucho
tiempo, por eso los cambios que abarquen a todo el mercado
probablemente serán muy discutidos. Las
compañías se han quejado de que los vendedores al
descubierto le apuntan a sus acciones con el propósito de
hacerlas caer, aunque les han dado crédito por identificar
el valor de mercado real de las
compañías.

Bajo las reglas actuales, un vendedor al descubierto
debe localizar acciones para pedir prestadas, las cuales luego
son reemplazadas con acciones compradas a un precio menor.
Algunos observadores se han preocupado de que los vendedores
pidieran prestadas las mismas acciones del mismo banco o
institución financiera una y otra vez, e hicieran bajar
sus precios.

Bajo la medida de emergencia, los vendedores
tendrán que pedir prestadas las acciones y el banco o
institución financiera luego lo sacaría del mercado
y no dejaría que otros vendedores las usen para satisfacer
sus requerimientos de que consigan acciones.

– El Dow cierra por debajo de 11.000 puntos (The Wall
Street Journal – 15/7/08)

(Por Peter McKay)

Las acciones industriales cayeron a niveles que no se
habían visto en dos años, pese a la mayor
caída del petróleo en un sólo día
desde la primera guerra del
Golfo Pérsico, a medida que los temores de más
colapsos bancarios y un crecimiento anémico continuaron
rondando a los mercados.

El Promedio Industrial Dow Jones cayó 92,65
puntos, o 0,8% a 10.962,54, su primer cierre por debajo del nivel
psicológicamente importante de los 11.000 puntos desde
julio de 2006. El indicador fue afectado por un pronunciado
declive de American Internacional Group, que cayó 8,5% y
de Bank of America que descendió 8,1%. Citigroup
cerró la sesión con una caída de
4,3%.

Otras mediciones sugirieron que la incertidumbre
comienza a apoderarse de los pisos de negociación. Las acciones a la baja
superaron a las que ganaron terreno en la Bolsa de Nueva York,
mientras que 1.272 acciones tocaron sus puntos más bajos
en los últimos 12 meses, frente a sólo 12 que
alcanzaron su cenit en el mismo período.

Los mercados fueron altamente volátiles durante
la sesión. Las acciones inicialmente cayeron a medida que
los inversionistas continuaban concentrados en los riesgos del
sector financiero. Pero el crudo cayó rápidamente
en un período muy corto, ayudando a lanzar un alza. Pero
las ganancias se desvanecieron por el debilitamiento de los
fundamentos económicos y financieros.

El Índice Compuesto Nasdaq bajó 2,84
puntos, cerrando en 2.215,71, mientras que el S&P 500
cayó 13,39 a 1.214.91.

Los futuros de crudo cayeron US$ 6,44 su mayor baja en
un día desde el 17 de enero de 1991, cuando EEUU y sus
aliados comenzaron su campaña para sacar a las fuerzas de
Irak de
Kuwait. El martes, el
petróleo cerró 4,4% a la baja a US$ 138,74 el
barril en Nueva York.

Los comentarios de los principales funcionarios
financieros y económicos parecieron alimentar el aire de
incertidumbre sobre el mercado. El presidente de la Reserva
Federal Ben Bernanke hizo comentarios pesimistas sobre el
panorama económico, los cuales fueron un factor para
reducir el precio del petróleo.

– El optimismo de Bernanke apenas duró un mes (El
Mundo – 15/7/08)

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo
a mediados de junio que los problemas de la crisis estadounidense
habían empezado a solventarse. Salvo el brusco aumento del
desempleo, las
turbulencias empezaban a calmarse y ya no era necesario bajar
más los tipos de interés.

Craso error. Un mes después, Bernanke ha
reconocido que los riesgos que acechan al crecimiento y a la
inflación son mayores "de forma significativa".

En su comparecencia ante la comisión bancaria del
Senado, el máximo responsable de política
monetaria de Estados Unidos incidió otra vez
más en las causas de todo el problema: las dificultades
para solicitar créditos, el desplome inmobiliario, el
debilitamiento del mercado laboral y el
encarecimiento del petróleo, de los alimentos y de
otras materias primas.

El Departamento del Tesoro de EEUU ha tenido que tomar
la iniciativa para salvar del hundimiento a Fannie Mae y Freddie
Mac, las dos mayores inmobiliarias del país, con las
aportaciones que necesiten de fondos y
préstamos.

"El crecimiento económico saludable depende del
buen funcionamiento de los mercados financieros, por lo que
ayudar a los mercados financieros a volver a un funcionamiento
normal continuará siendo una prioridad máxima para
la Reserva Federal", afirmó Bernanke.

No obstante, el presidente de la Fed admitió que
la inflación se mantiene elevada y probablemente
"subirá temporalmente en el corto plazo" para moderarse en
2009 y 2010 ante la ralentización económica, aunque
reconoció que esta estimación se encuentra bajo una
"inusual incertidumbre" ante la escalada de precios de la
energía y de las materias primas, que de prolongarse,
supondría un "importante riesgo" para los pronósticos del comité de mercado
abierto de la Fed (FOMC).

Por otro lado, el máximo responsable de política monetaria en
EEUU afirmó que la depreciación experimentada por
el dólar en los mercados internacionales "puede haber
contribuido algo" al encarecimiento del crudo, aunque
señaló que es difícil cuantificar este
efecto, puesto que el petróleo se ha encarecido
considerablemente en todas las principales divisas, lo que
en su opinión "sugiere que hay otros factores aparte del
dólar, especialmente aquellos relacionados con cambios en
la demanda global de petróleo, han sido los elementos
fundamentales de este encarecimiento".

– Los mercados se recuperan de mano de las acciones
financieras (The Wall Street Journal – 16/7/08)

(Por Peter McKay)

Una frenética recuperación de las acciones
financieras y una segunda caída consecutiva de los precios
del crudo impulsaron a las acciones el miércoles, a medida
que los corredores y analistas sintieron confianza de que la
ronda más reciente de temores crediticios ha
terminado.

El Promedio Industrial Dow Jones saltó 276,74
puntos o 2,5% a 11.239,28 impulsado por grandes ganancias en sus
componentes financieros. Bank of America tomó la
delantera, subiendo 22,4% mientras que J.P. Morgan Chase
avanzó 15,9% a medida que los inversionistas apostaron en
anticipación del informe de ganancias del banco de
inversión que será presentado antes de que se abra
el mercado el jueves. El S&P 500 subió 2,5% a
1.245,36.

"Mucha gente ha buscado una oportunidad para comprar
acciones financieras y esta fue una de ellas" dijo el estratega
de S&P Alec Young. "Las noticias de estas
compañías no van a ser buenas, pero tiene que
verlas como relativas a las expectativas".

Los inversionistas también analizaron una
conflictiva perspectiva inflacionaria, después que el
Departamento de Trabajo
reportara un sorprendente salto de 1,1% en los precios al
consumidor en
junio, el segundo mayor desde 1982. Sin embargo, el
petróleo cayó por segundo día consecutivo,
más de US$ 4 el barril en Nueva York, un factor que
podría hacer que las presiones inflacionarias se calmen si
se mantiene…

– El FBI investiga por fraude al banco
norteamericano IndyMac (La Vanguardia
16/7/08)

El FBI ha abierto una investigación por supuesto
fraude a IndyMac, uno de los mayores prestamistas hipotecarios de
Estados Unidos, apenas una semana después de que el
Gobierno interviniera la entidad por problemas de
solvencia.

En concreto, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI,
por su sigla en inglés) investiga al banco, con sede en
Pasadena, California, en conexión con préstamos
hipotecarios que ha hecho a prestatarios considerados de "alto
riesgo", informó hoy la cadena de noticias CNN.

El FBI no quiso revelar detalles sobre la
investigación. La pesquisa de la agencia se centra en
la compañía y no en empleados o responsables de la
entidad, que fue intervenida el viernes por la Corporación
Federal Aseguradora de Depósitos (FDIC, por su sigla en
inglés), una agencia pública.

La FDIC mantendrá el control de la
institución mientras decide si venderla o escindir sus
activos. Sus planes son que el banco vuelva a estar pleno
funcionamiento y en manos privados en unos meses.

IndyMac, que abrió el lunes sus puertas bajo el
nombre de IndyMac Federal Bank, fue víctima de los
problemas del sector hipotecario estadounidense. El banco
sufrió fuertes pérdidas durante los últimos
nueve meses debido al elevado índice de morosidad de sus
prestatarios.

Sus clientes habían retirado 1.300 millones de
dólares desde el 27 de junio ante las dudas sobre la
solidez de las cuentas del
banco, que tenía una cartera muy amplia de hipotecas de
alto riesgo. Se trata del segundo mayor colapso de la banca en la
historia de
Estados Unidos.

Las investigaciones del FBI sobre posibles fraudes en el
sector de las hipotecas de alto riesgo han aumentado en los
últimos meses, a tal punto que el organismo ha hecho de
ellas una de sus prioridades.

En abril estaba trabajando en 19 investigaciones y
actualmente tiene ya sobre la mesa 21 dossiers de empresas
relacionadas con el mercado hipotecario que podrían haber
incurrido en fraude.

– "Una generación sin patrimonio"
(BBCMundo – 17/7/08)

(Por José Baig)

El sistema funcionaba así: los inmigrantes
llegaban al país, comenzaban a producir, compraban una
casa y para el momento en que la terminaban de pagar, ya
tenían un patrimonio para dejarle a sus hijos. Pero ese
sistema ya empezó a colapsar por culpa de la actual crisis
hipotecaria aquí en Estados Unidos y que ya se está
sintiendo con fuerza en
otros países.

"Si no actuamos ahora, toda una generación de
latinos se va a quedar sin patrimonio", advierte Carol Ornelas,
de la
organización Visionary Homebuilders, que apoya a
familias de escasos recursos para tener casa propia. Es decir,
los que hoy pierdan sus casas en la crisis hipotecaria, no van a
poder dejarle a sus hijos ni las viviendas ni los ahorros que
invirtieron en ellas.

La situación afecta especialmente a los latinos
porque este sector de la población recibió dos veces
más préstamos caros y de alto riesgo -las famosas
hipotecas sub-prime- que otros grupos. Alan Fisher, de la
California Reinvestment Coalition, que facilita el acceso a
créditos a familias pobres, asegura que "estos
créditos de alto riesgo fueron comercializados
intencionalmente entre trabajadores de escasos recursos". Las
observaciones de estos expertos fueron hechas en el transcurso de
un seminario
sobre la crisis hipotecaria, en el marco de la Asamblea Anual del
Consejo Nacional de la Raza, la organización latina más importante
del país.

"Profunda
crisis"

Los expertos presentes y los asistentes a la
reunión confirmaron que las ejecuciones de las hipotecas
ya comenzaron a afectar no solamente a familias, sino
también a vecindarios y hasta ciudades enteras en todo el
país. "Las hipotecas (sub-prime) se concedieron a pesar de
que los prestamistas no tenían ninguna certeza de que los
deudores iban a poder pagar", explicó Martin Gruenberg,
directivo del Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC,
por sus siglas en inglés).

Explicaron que muchas veces, los prestatarios
convencieron a las familias de aceptar el crédito con la
promesa de mensualidades muy bajas. Pero que pocas veces se
explicaba que el costo iba a aumentar hasta niveles insostenibles
en pocos años. 60% de las personas que enfrentan la
ejecución de su vivienda se quejan de que hicieron toda la
transacción en español de
principio a fin, pero los documentos que
firmaron estaban en inglés y sin traducción,
según un informe de la California Reinvestment
Coalition.

Para millones de personas, la posibilidad de tener una
casa pagada en mensualidades bajas hizo realidad una de las
principales aspiraciones del llamado sueño americano:
tener una casa propia. Hoy se calcula que 1 de cada 12
créditos hipotecarios en todo el país van a
terminar en ejecución, es decir, ante la imposibilidad de
pagar, la gente va a devolverle las casas a los bancos. "Es una
profunda crisis nacional", dijo Gruenberg.

"No hay luz al final del túnel"

Los especialistas explicaron que cuando una vivienda
entra en ejecución, inmediatamente las casas de alrededor
se deprecian porque baja su valor de mercado. Eso crea una
reacción en cadena de casas que, al perder valor, son
más baratas que la deuda que la familia
tiene con el banco y, por lo tanto, ya no vale la pena seguir
pagando.

La crisis ha tenido efecto también en la seguridad de
algunos vecindarios y hasta en las finanzas de decenas de
ciudades. "Muchas ciudades se van a declarar en bancarrota porque
han dejado de cobrar impuestos sobre
esas propiedades", explicó Ornelas. Agregó que "los
esfuerzos actuales de la industria y
del gobierno no están funcionando" para detener la crisis.
"Este problema no se va a resolver fácilmente y, por
ahora, no hay luz al final del túnel", dijo. Las organizaciones
demandaron que los prestamistas comiencen a trabajar junto a sus
deudores para buscar soluciones y
que se apruebe una legislación federal que ponga freno a
las prácticas abusivas de algunos bancos.

– Caruana alerta de que lo peor aún no ha llegado
y que habrá "sorpresas" (ABC – 17/7/08)

El director general del departamento de mercados
monetarios y de capital del Fondo Monetario
Internacional (FMI), Jaime Caruana, aseguró ayer que
las turbulencias financieras continuarán todavía
"algunos meses", y alertó de que no se puede decir que lo
peor ha pasado porque la situación sigue siendo
"frágil" y puede haber "sorpresas".

El ex gobernador del Banco de España
explicó que, de acuerdo con las estimaciones del FMI, las
pérdidas totales de los bancos por la crisis
ascenderán a un billón de dólares (630.000
millones de euros).

"Ha habido un proceso de ajuste ya importante pero que
todavía no ha terminado. Ajustar los balances de las
entidades de crédito y del sistema financiero lleva su
tiempo y por lo tanto es prudente esperar que todavía en
términos de la crisis financiera nos queda una temporada
en la que la situación va a ser relativamente
frágil como para que pueda haber sorpresas", dijo tras su
comparecencia ante la comisión de Asuntos
Económicos de la Eurocámara.

Caruana precisó que "ha habido una buena parte
del ajuste que ha sucedido, pero las complicaciones que vienen de
la situación de deterioro en la economía global y
de las presiones inflacionistas están añadiendo
tiempo al proceso de ajuste", afirmó.

– La inflación de EEUU llega al 5%, máximo
nivel desde 1991 (El País – 17/7/08)

(Por Sandro Pozzi / Nueva York)

La inflación se desboca también en Estados
Unidos. Los precios subieron en junio un 1,1%, el mayor
incremento mensual en 26 años. Este fuerte repunte
elevó la tasa anual al 5%, un nivel que no se veía
desde mayo de 1991. La energía y los alimentos vuelven a
ser los que trastocan el indicador general, pero incluso cuando
se excluyen se observa que hay inflación dispersa por
todos lados.

El precio de la energía subió un 6,6% en
junio, impulsada por un alza del 10,1% en las gasolinas, del 4,9%
en el gas natural y del
3,4% en los transportes. La bebida y los alimentos también
subieron con fuerza, en torno a un 0,8%, más de lo que
esperaban los analistas de Wall Street.

La inflación subyacente, que es la que sigue el
banco central para guiar su política monetaria,
subió tres décimas en el mes, el nivel más
alto de los últimos dos años, lo que eleva la anual
al 2,4%. Por su parte, Eurostat confirmó ayer que la
inflación alcanzó una tasa anual del 4% en junio en
la zona euro, el mayor incremento desde su
creación.

– Los bancos se vuelven locos en Wall Street: firman la
mayor subida en la historia del S&P´s (El Confidencial
17/7/08)

(Por María Igartua)

El sector financiero se ha vuelto loco en Estados
Unidos. La mayor parte de las entidades que cotizan en la bolsa
de Nueva York han terminado con repuntes de dos dígitos
que han llevado a acumular la mayor subida en la historia del
Standard & Poor´s.

Tras una apertura bajista después de conocerse
que el IPC en Estados Unidos ha alcanzado el 5% en el mes de
junio, su nivel más alto desde 1991, los principales
indicadores de
Wall Street han rebotado con fuerza al calor de un
nuevo desplome del precio del crudo, que encadena dos
caídas consecutivas hasta los 134 dólares y con el
sector financiero volando alto tras los buenos resultados
trimestrales de Wells Fargo que han devuelto la confianza a los
inversores.

De esta manera, el Dow Jones ha firmado un alza del
2,5%, al igual que el Standard & Poor´s, mientras que
el Nasdaq ha acabado un 3,1% arriba.

El gran protagonista de la sesión ha sido, por
tanto, el sector financiero. De hecho, en su conjunto han firmado
la mayor subida de la historia del S&P´s 500 cerrando
en total con un alza del 12%.

Los resultados presentados por el banco estadounidense
Wells Fargo han contribuido a dicho baño de optimismo. Y
es que a pesar de ganar un 23% menos en el segundo trimestre del
año, ha batido las expectativas de Wall Street. Sus
acciones han firmado un alza del 32% al cierre.

Por otro lado, cabe destacar el comportamiento
tanto Fannie Mae como de Freddie Mac, que han rebotado con
fuerza. Ambas compañías se han visto en el ojo del
huracán después de que la Reserva Federal y el
Departamento del Tesoro acudieran en su rescate para evitar su
debacle bursátil y parece que las medidas adoptadas, que
en un principio no convencieron a los inversores, comienzan a
tener su efecto. Prueba de ello es que tanto Fannie como Freddie
han terminado por encima del 30%.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24
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