- Una radiografía
de la corrupción - Riobamba: las
secuelas de la explosión - Cronología
- Juntas campesinas o
servicio de justicia privada - Entrevista
- El
dirigente - Los
casos - Análisis
- Una "papa
caliente" - ¿Cuántos
árboles quedan en Chimborazo? - Bibliografía
Introducción
El periodista Julio Paredes resume en este libro algunos
reportajes publicados en los diferentes medios de
comunicación en los que ha trabajado, especialmente
Diario Hoy y Diario La Prensa.
Los temas se refieren a varias instituciones
de la provincia de Chimborazo pero destacan las investigaciones
periodísticas al Consejo Provincial de Chimborazo,
Empresa
Eléctrica Riobamba y Cemento
Chimborazo. En el primer caso el periodista hace un análisis de varios casos de corrupción generados al interior de la
cámara provincial y la distribución clientelar del presupuesto
institucional.
Cada uno de los trabajos tuvo un soporte documental,
convirtiéndose en verdaderas denuncias cumpliendo de esa
manera el rol que tienen los medios de
comunicación como es la veeduría ciudadana.
La realización de estos trabajos periodísticos
no tuvo sino otro objetivo el
que se rectifiquen actitudes y se
emprenda en un verdadero desarrollo de
Chimborazo, orientando el gasto
público a la prioridades, desterrar la corrupción
y transparentar la información. No fue fácil publicar
estos trabajos, hizo falta confrontar fuentes,
consultar documentación, revisar nuestras leyes y
finalmente publicar los trabajos con el apoyo de los editores de
cada uno de los medios.
El libro se quiere convertir en un aporte documental y de
consulta para los periodistas y la ciudadanía en general y de esa manera
evitar que hechos, como los aquí denunciados, no se
vuelvan a repetir. Sólo conociendo la realidad nos
permitirá cultivar una verdadera cultura del
reclamo, sin ser sujetos de manipulación y engaño
político.
Reconozcamos a quienes han usado el poder
político para beneficio propio, han despilfarrado los
recursos del
Estado
(nuestros recursos) y a quienes usan el sindicalismo
para enriquecerse. Finalmente, respetando una premisa del
periodismo, el
lector es quien saca sus propias conclusiones.
Una
radiografía de la corrupción
¿Qué es la corrupción?
Todos, de algún modo, podemos identificar el concepto de
corrupción. En nuestro país, en donde todos los
días escuchamos hablar de incorrecciones en la administración
pública, la idea de corrupción está en
nuestras mentes y generalmente se lo vincula con el robo.
Posiblemente la palabra "corrupción" es una de las
primeras que un niño aprende. Éste es un tema de
conversación en las calles, oficinas, la mesa familiar, el
colegio, etc.
La gran enciclopedia Larousse señala que
corrupción es la "acción
o efecto de corromper o corromperse". El diccionario
Kapelusz coincide en esa definición pero va más
allá al señalar que es el "vicio o abuso
introducido en las cosas no materiales:
corrupción de las costumbres.
Más allá de los conceptos enciclopédicos
la corrupción posiblemente es el mayor mal que tiene
nuestro país y ello debido a que la mayoría de los
ecuatorianos incurrimos en este grave vicio, voluntaria o
involuntariamente. Osvaldo Hurtado, en el libro "25 años
de Democracia en
Ecuador"
señala que la corrupción está generalizada
en la sociedad
ecuatoriana, "hay corrupción en los políticos y en
los no políticos, en los blancos, en los negros, en los
indios, en los mestizos, en los mulatos, en los católicos
y en los protestantes, en quienes creen en Dios y en quienes no
creen en Dios, en los ricos y en los pobres, en los militares
también". Hurtado más adelante explica "contesto de
esta manera porque si los ecuatorianos seguimos creyendo que el
problema de la corrupción es el de fulano de tal,
no vamos a enfrentar este cáncer que ha tomado todo el
cuerpo social del Ecuador".
Es que la corrupción no sólo puede definirse
como un acto que afecta a los bienes
públicos, como aparentemente se piensa. Muchas veces se ha
dicho que los políticos encarnan los más altos
niveles de corrupción, posiblemente sea así, pero
quienes no intervenimos en política
también caemos en incorrecciones de todo tipo. Acaso no es
corrupción no denunciar a los malos funcionarios, coimar a
un policía, falsificar una licencia, hacerse de "la vista
gorda" ante una incorrección. Es tanto el nivel de
corrupción en la sociedad civil
ecuatoriana que casi se ha incluido en la cultura de nuestro
pueblo. Basta recordar frases que identifican plenamente a
nuestro pueblo como la famosa "hora ecuatoriana" o la "viveza
criolla". En el primer caso nos preguntaríamos si es
lícito que alguien que llega a un evento a la hora
señalada tenga que esperar por lo menos una hora hasta que
los demás invitados y autoridades lleguen para iniciar,
¿no es eso corrupción generalizada?
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