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El financiamiento de las pymes (página 2)



Partes: 1, 2, 3

c) El recurso financiero, o sea, el dinero que
circula a través de la operación del
negocio.

Ahora, debe preguntarse: ¿Qué activos concretos
se requieren, y a cuanto asciende su valor?, y la
otra cuestión clave es: ¿Cómo obtener los
fondos necesarios para tales inversiones?

Veamos un ejemplo. El señor Pedro Pérez
decide montar una empresa
productora de calzado; para ello requiere invertir inicialmente
en maquinaria, equipo, instalaciones y capital de
trabajo; este último se refiere básicamente al
dinero y la
materia prima
necesarios para comenzar el proceso
productivo. Supongamos ahora que el monto de la inversión es de $ 500.000. La pregunta
ahora es cómo obtener esos fondos. Quizá, aunque no
es muy probable, el señor Pérez disponga de toda
esa suma de dinero; en este caso, y al menos para iniciar las
operaciones,
no es necesario buscar ninguna fuente de financiamiento. Si, por el contrario, sólo
dispone de $ 200.000, tendrá que analizar alternativas que
le permitan completar lo requerido. Puede buscar socios que
aporten el resto o acudir a alguna entidad crediticia que
esté dispuesta a otorgarle un crédito.

Para obtener fondos debemos basarnos en el principio de
que nada es gratis. Todo cuesta y requiere recursos, los
cuales deben conseguirse de alguna forma. Las fuentes de
financiamiento son muy variadas, como veremos más
adelante en este apunte, y el emprendedor puede tener a su
alcance, alguna de ellas.

Definir cuál o cuales son las más
adecuadas requiere un análisis profundo que tenga en
cuenta:

  • a) Costo del interés

  • b) Flexibilidad para la obtención de
    prórrogas (aplazamientos o períodos de
    gracia).

  • c) Riesgo en que se incurre en cuanto a las
    posibilidades de pagar.

  • d) Expectativas de nuevos
    préstamos.

Evacuados esos interrogantes, se procede a tomar la
decisión de financiamiento.

Una vez que la empresa
esté en marcha y tenga cierto grado de madurez, debe
financiarse, hasta donde sea posible, con fondos generados por el
propio negocio; es decir, con utilidades que se retienen luego de
participar una parte de las mismas a los propietarios.

2.1.Objetivo
financiero de un emprendimiento.

Muchas personas piensan que quien invierte dinero en un
proyecto o
empresa, lo
hace con el ánimo de obtener el máximo de
utilidades. Esta apreciación es demasiado simplista y no
considera una cantidad de factores que envuelven la actividad
empresarial.

En una economía como la nuestra, la supervivencia
de estos proyectos
requiere que ellos produzcan utilidades, pero al tratar de
llevarlas al máximo en un corto plazo denota una
visión especulativa, la mayoría de las veces
atentatoria contra el desarrollo
integral de la empresa a largo plazo.

Las utilidades son fundamentales, nadie lo niega, pero
el afán de maximizarlas impide que el emprendedor se
percate de que ciertos desembolsos de dinero, aparentemente no
necesarios a corto plazo, se requieren con el fin de conservar
equipos, o bien adquirirlos para mejorar la tecnología. Como
asimismo la incorporación de mano de obra calificada e
información suficiente y oportuna del
mercado. Es
posible que se privilegie el afán de maximizar
rápidamente utilidades, pero debemos ponderar a costa de
qué se han obtenido, tal vez a costa de la propia
supervivencia del emprendimiento.

Veamos un ejemplo para entenderlo mejor:

El Sr. Martínez era el dueño de una
pequeña empresa de confecciones de ropa, que en sus
primeros 5 años de vida había experimentado un
éxito
sin precedentes, mostrando utilidades fuera de lo normal, muy
superiores al promedio de la actividad.

Ante las expectativas del mercado y la aparición
de nuevos competidores, un amigo del señor Martinez le
recomendó contratar una consultora de empresa para
realizar una Investigación
de Mercado, que incluyera no sólo el análisis
del consumidor y la
competencia, sino
también la necesidad de adoptar nuevas
tecnologías (innovaciones), de acuerdo a las
tendencias que venía adoptando el sector.

El Sr. Martínez solicitó a varias
consultoras de la ciudad que le presupuestaran el costo de la
Investigación de Mercado, pareciéndole
demasiado alto. En realidad, el negocio estaba en condiciones
financiera de absorber dichos gastos. Sin
embargo, en los 2 años siguientes, las utilidades se
presentaron notoriamente inferiores a las generadas en los
años anteriores. Ante tal situación, el Sr.
Martínez se abstuvo de realizar el estudio. Como
consecuencia, por falta de información oportuna y
adecuada, la empresa no pudo adaptarse a las exigencias del
mercado. Hoy día forma parte de un conjunto de negocios
fracasados, que en cierta época fueron exitosos pero que
no aceptaron sacrificar utilidades cuando ello era necesario y
permitirle de esa forma asegurar el futuro y la supervivencia a
largo plazo.

En consecuencia, el empresario
debe buscar el crecimiento del valor de su
inversión
, el cual se mide en relación con lo
que el mercado está dispuesto a pagar por el negocio, en
el caso de que se pusiera en venta. Este
crecimiento a través del tiempo es lo
que constituye el objetivo financiero de un
negocio.

Por lo expuesto, se requiere para garantizar el
crecimiento una labor administrativa integral. O sea es necesario
realizar una continua investigación, lo que puede permitir la
innovación de maquinarias, equipos,
procesos
productivos y de distribución, acordes con las exigencias
del mercado. Por supuesto esto demanda
recursos, pero a la postre permitirá que el emprendedor
recoja los frutos de un patrimonio
incrementado.

2.2 Decisiones financieras
fundamentales.

Son 3 las decisiones básicas que caracterizan la
función
financiera, a saber: decisión de financiamiento,
decisión de inversión y decisión de
dividendos (reparto de utilidades).

Las tres decisiones están íntimamente
relacionadas, pudiéndose afirmar que la realización
de cualquiera de ellas presupone que está afectada por las
demás.

A la empresa fluyen fondos provenientes de haber
contraído deudas con terceros (p.e.: Bancos, Proveedores,
et.) y de recursos propios (p.e.: aportes de capital, y
retención de utilidades). Estos ingresos se
invierten básicamente en Capital de Trabajo
(efectivo, cuentas por
cobrar, inventarios,
etc.), bienes de uso
y otros activos.

El Capital de Trabajo y los Bienes de Uso comprenden las
inversiones operativas (propias del giro normal del negocio);
otros activos incluyen inversiones (p.e: acciones,
títulos públicos, fideicomisos, etc.) las cuales
permitirán ingresos adicionales a largo plazo.

La decisión de financiamiento conduce a
aprovechar las ventajas que puede deparar el uso adecuado del
endeudamiento (p.e.: con Bancos) cuando el costo del interés es
menor al rendimiento que con él se puede
realizar.

La decisión de inversión implica
balancear adecuadamente lo asignado a capital de trabajo, que por
su naturaleza no
es rentable, y lo aplicado a Bienes de Uso y otros activos,
orientados a producir renta (ingresos). La magnitud de las
inversiones origina costos fijos que
permiten incrementar utilidades operativas en mayor
proporción que el incremento porcentual en ventas. Por
ejemplo: Un aumento del 10% en las ventas originaría un
aumento porcentual en utilidades mayor del 10%. Este efecto se
conoce bajo el nombre de "apalancamiento operativo".

Empero, debe tenerse en cuenta que si un negocio
disminuye sus ventas, siendo que sus costos fijos se mantienen
constantes (p.e. alquileres, impuestos
inmobiliarios, etc.) tendrán un efecto desfavorable en las
utilidades.

Liquidez vs. Rentabilidad
es el dilema que continuamente afronta el dueño o el
encargado de las finanzas del
emprendimiento. En ocasiones es necesario sacrificar la
rentabilidad en aras de la liquidez o viceversa. Veamos un
ejemplo:

La pequeña empresa "El Porvenir Ltda."
solía mantener en su cuenta corriente un promedio de $
20.000 y en caja de ahorros $ 30.000, suma que consideraba
necesaria para atender los pagos de sueldos y
salarios, intereses, servicios
públicos, alquileres, proveedores, etc… Cierto
día un amigo del dueño le propuso un negocio
bastante rentable, el cual requería una inversión
de $ 35.000 a un año de plazo; las utilidades
también se recibirían al concluir el
año.

Como el dueño no tenía línea de
crédito bancaria disponible en ese momento, debido al alto
nivel de endeudamiento del negocio, decidió retirar dicho
dinero de su capital de trabajo; como consecuencia la empresa
empezó a tener problemas de
liquidez, incumpliendo en los pagos de los intereses, alquileres
y proveedores, lo que afectó notablemente su
reputación. Con muchas dificultades logró salir del
problema, pero con una clara lección: no se debe
sacrificar liquidez en aras de la
rentabilidad.[1]

Problemas
generales para acceder al crédito

Aunque fue un problema siempre, las dificultades para
acceder a financiamiento se agudizaron tras la crisis del
2001/2002. Hoy siguen siendo escasas las PyMEs que
están trabajando con los Bancos, salvo en líneas
como los descubiertos en cuenta corriente. La mayoría
recurre al financiamiento de sus proveedores y, fundamentalmente,
al capital y utilidades propias.

En las empresas
pequeñas el financiamiento se compone en un 55% de
capital propio y utilidades retenidas, mientras que
se reduce al 36% para aquellas empresas medianas.

A la hora de buscar financiamiento las cosas no resultan
tan simples para las Pymes, dado que se enfrentan con tasas de
interés extremadamente elevadas. Además, la
cantidad de firmas que pueden acceder a un crédito
bancario apenas supera el 25%.

Un estudio que fuera realizado por la consultora Nielsen
indica que sólo el 10,6% de las Pymes tiene cuenta
corriente en un Banco.

Si nos preguntamos si el sistema bancario
argentino prefiere a las PyMES, podemos afirmar que ello no es
así, puesto que sólo el 10% del total de los
créditos del sistema bancario es otorgado a
las pequeñas y medianas empresas. Además, las pocas
empresas de ese tipo que logran obtener un crédito deben
pagar excesivas tasas de interés.

Merece destacarse que se aprecia una deficiente coordinación entre los distintos niveles de
organismos vinculados con las PyMEs. Como la información
no está unificada, no llega a todos los potenciales
beneficiarios. Resultado: finalmente son las empresas más
preparadas, que menos necesidad tienen de reconvertirse, las que
acceden a los fondos, y ello termina aumentando la heterogeneidad
que caracteriza a este segmento de empresas.

Las estadísticas disponibles muestran que
sólo una de cada diez empresas pequeñas tiene buen
acceso al sistema
financiero (combina financiamiento de corto y largo plazo y
opera con más de dos bancos), menos de un diez por ciento
exporta y los vínculos asociativos son mínimos: un
86% de las firmas realiza sus compras en forma
individual, según un estudio realizado entre 1.500
empresas.

Se ha podido determinar que siete de cada diez firmas
pequeñas y medianas tienen necesidades de financiamiento
para capital de trabajo insatisfechas. Además, sólo
un 8% de las empresas registra un buen acceso al sistema
financiero, considerando como "bueno" a operar con más de
dos bancos, tener una estructura de
deuda importante de corto y largo plazo y enfrentar tasas
inferiores a las del promedio.

La mayor parte de las necesidades se satisfacen con
fondos de corto plazo, para cubrir descalces del negocio. Una
encuesta entre
1.000 PyMEs mostró que el financiamiento vía
proveedores
es, por lejos (con un 37%), la herramienta
más utilizada por las PyMEs locales.

La mayoría de las firmas consultadas
señaló que las tasas, los plazos y las
garantías exigidas por los bancos condicionan el acceso al
financiamiento y limitan la evolución de sus negocios.

Pese a todo lo expuesto, hacer recaer toda la culpa
sobre los bancos o sobre las PyMEs, depende del lugar en el que
esté situado. Desde las entidades, se repite que la
subdeclaración impositiva y la difusión de
la economía negra que está presente en el
sector atentan contra la presentación de carpetas para
solicitar créditos. Para colmo, una vez sorteado este
obstáculo, aparece la falta de información de
siempre: los bancos no tienen estudios de seguimiento
sectorial
para la heterogeneidad del mundo PyME. Y analizar
una carpeta de crédito para un préstamo chico vale
lo mismo que para uno de varios millones. ¿Cuánto,
exactamente?; el costo de análisis inicial de una carpeta
de crédito está en los 15.000 pesos. Este monto, en
una operación por 150.000 pesos a un año representa
un costo fijo del 10% anual, mientras que en una de tres millones
a dos años implica uno del 0,25%.

El alto grado de aislamiento es otra de las dificultades
centrales que los economistas identifican entre las PyMEs
locales, es decir, hay muy poca vinculación
interempresarial
para abordar acciones asociativas, tanto en
los mercados de venta
de sus productos como
en los de compras de sus equipos o insumos. Son escasas las
firmas medianas o chicas que realizan sus compras en forma
asociada.

El Gobierno quiere
estimular distintas formas de cooperación entre empresas.
Para ello, pretende alentar consorcios de
exportación
, motorizar las SGR, fomentar la interacción a través de las agencias
regionales y promover la formación de cadenas de
proveedores.

Herramientas de
financiación

El reducido y oneroso acceso al crédito de las
PyMES se debe a que los Bancos consideran a las firmas riesgosas,
y además estas instituciones
financieras tratan de reducir el costo administrativo de sus
fondos concentrando los préstamos que otorgan en firmas
grandes como se expresara anteriormente. Esto plantea un problema
para el financiamiento comercial de las empresas chicas, y
naturalmente para sus posibilidades de aumentar sus
inversiones.

En resumen, debe tenerse en cuenta la importancia
económica de apuntalar el desempeño de las firmas menores, cuyo
progreso contribuirá, además, a ampliar la base
imponible y consecuentemente las posibilidades recaudatorias de
impuestos del Estado.

El preconcepto de ser cumplidores es el principal
condicionante para acceder a fuentes de
financiamiento. De hecho, los bancos comerciales no miran a este
segmento (Pymes) por considerarlo de alto riesgo, al tiempo
que la exigua demanda de dinero los convierten en poco
rentables.

Encontrar un crédito a la medida de un
microemprendimiento no es tarea sencilla. Sus pequeñas
estructuras no
sirven para ser usadas en garantía y su carácter de economía "informal",
se convierte en la principal traba para que los bancos lo cuenten
entre sus clientes.

Las instituciones que apoyan este segmento saben que el
riesgo es grande. Sin embargo en la práctica sus niveles
de morosidad no superan el 5%.

Veamos ahora por qué las Pymes son reacias a
solicitar créditos en los Bancos:

La respuesta a esta pregunta no es simple. Una gran
mayoría de Pymes, por la crisis que atravesó el
país (2001/2002) posee un stock de deuda fiscal
todavía imposible de regularizar sino a través de
un plan que ate la
reactivación y el crecimiento al pago de dicha deuda. El
primer requisito exigido por los Bancos es estar al día
con la AFIP por lo que este grupo de Pymes
ya se encuentra descartado.

Vamos a suponer que este punto se hubiere cumplido, si
en algún momento a la Pyme se le rechazó un
cheque por
falta de fondos, aparecerá "tachado" en el requisito
número dos, que consiste en no figurar en ninguna Base de Datos
Comerciales (tipo Veraz u otras).

Para aquellos que pudieron sortear estos dos primeros
escollos, el Banco le exigirá, además, que no
sólo exhiba su proyecto, sino que le demuestra cómo
sobrevivió y como piensa sobrevivir en

el futuro. Por ello, en ese instante se le
solicitará un Balance Proyectado y un Flujo de Fondos a 36
meses como mínimo.

Pero, aunque todo esto sea preparado, son pocos los
Bancos que se "animan" a dar un crédito a mediano plazo y
a una tasa de
interés baja. Por esa razón, muchas de estas
Pymes reciben la misma respuesta: "el comité de
crédito de este Banco considera que su idea es buena pero
que su plan a tres años no cierra; por eso
únicamente le podemos dar un adelanto en su cuenta
corriente por 180 días a la tasa del mercado".

Así, la Pyme abandona su ilusión y
continúa trabajando con lo que tiene, es decir, sin un
verdadero desarrollo industrial y con alto atraso
tecnológico.

Podemos observar a continuación lo difícil
que resulta acceder a un crédito bancario, en
función del volumen de
documentación exigida:

4.1 Requisitos exigidos por las instituciones
financieras para el otorgamiento de
créditos.

  • Copia certificada por el Consejo de Ciencias
    Económicas de los últimos tres
    balances.

  • Copia autenticada del Estatuto Social

  • Copia autenticada de Acta de Asamblea con
    designación de autoridades (última)

  • Copia autenticada de Acta de Asamblea con
    distribución de cargos (última).

  • Copia autenticada de Acta de Asamblea que aprueba la
    distribución de utilidades del último
    ejercicio.

  • Fotocopia de los comprobantes de pago del IVA de los
    últimos seis meses.

  • Fotocopia de los comprobantes de pagos de aportes
    jubila torios, cargas sociales y Obra Social de los
    últimos seis meses.

  • Declaración Jurada del Impuesto a las
    Ganancias del último año.

  • Reseña breve de la actividad y destino de los
    fondos solicitados.

  • Detalle de las contragarantías a
    ofrecer.

  • Deuda bancaria actualizada.

  • Manifestación de bienes de los
    socios/directores de las empresas.

  • Flujo de caja estimado que acompañe el plazo
    del crédito solicitado.

  • Ventas de los últimos tres años y de
    lo que va del corriente.

Sociedades de
Garantías Recíprocas (S: G: R)

5.1.
Características

Estas sociedades
tienen por objetivo otorgar avales que sirven como
garantías para que las Pymes puedan acceder al
crédito. En ese sentido el art. 33 de la ley 24.467
establece que "el objeto principal de las sociedades de
garantía recíproca será el otorgamiento de
garantías a sus socios partícipes mediante la
celebración de contratos
regulados en la presente ley".

Las sociedades de garantía recíproca
surgieron hace casi una década. Desde entonces las PyMes
cuentan con una opción financiera que permite superar la
barrera de las garantías al buscar financiamiento, pues
las SGR se parecen a una compañía de seguros.

En la Argentina esta forma de organización contó con un fuerte
apoyo estatal. Sin embargo en los últimos años, la
proliferación de este tipo de sociedades estuvo impulsada
por empresas privadas. Concretamente, las SGR son sociedades
comerciales cuyo objetivo principal es facilitar a

las PyMes el acceso al financiamiento mediante el
otorgamiento de garantías que respaldan la
devolución del crédito.

Los avales pueden ser financieros (en caso de
préstamos), técnicos (para cumplir contratos), o
mercantiles (para proveedores o anticipo de clientes). Pero,
además, pueden brindar asesoramiento a sus
socios.

Su particularidad respecto a otros sistemas de
garantías es que están constituidas por socios
partícipes (que son los exclusivos beneficiarios de los
avales que otorgan las SGR) y por los socios protectores, es
decir, todos aquellos que realicen aportes al Fondo de Riesgo y
al Capital social.

5.2. Trámites necesarios para ser socio
partícipe

Deben cumplirse las siguientes etapas:

  • 1) Presentar una nota de intención de
    asociarse a la SGR seleccionada por la PyMe.

  • 2) Cumplir con todos los requisitos formales de
    la disposición Nº 147/06 (ver nuestro apunte
    Nº 1).

  • 3) Adquirir las acciones de la SGR a la que la
    empresa solicitante se postuló.

  • 4) Presentar el proyecto de financiación
    específico, que concurrirá a solventar la
    iniciativa productiva de la empresa solicitante.

  • 5) Solicitar la garantía para el
    proyecto específico, y ofrecer la
    contragarantía

  • 6) Aportar la información
    económico-financiera que sea relevante para acceder a
    la solicitud del crédito.

5.3.Costos.

Otro punto importante es analizar el costo que
representa a un empresario PyMe ser socio de una SGR. El costo es
la suma de la adquisición de las acciones, por ejemplo,
200 acciones por $ 200, más el costo de los requisitos
formales, que varía según se trate de una persona física o
jurídica y según la jurisdicción en que
opera la PyMe.

Además, hay que contabilizar la comisión
por los avales otorgados, que oscila entre el 0,1% a 2,5% sobre
el saldo de la operación, dependiendo el porcentaje citado
del riesgo involucrado en el aval. Tampoco no es lo mismo una
persona que figura en el Veraz con situación normal, que
aquella que se encuentra en situación
irregular.

5.4 Proyectos de negocios.

Si bien es fundamental que el proyecto presentado sea
sustentable y que exista capacidad de pago, a veces ello no es
determinante y puede resultar mucho más valorable el
know-how (saber hacer) del negocio, la trayectoria, el tipo de
contragarantía ofrecida, o el grado de cumplimiento en la
cancelación de los pasivos.

El hecho de ser socio no basta para que la empresa
acceda a las garantías. Para obtenerlas, hay que convencer
a la SGR de que el proyecto es rentable.

5.5. SGR destinadas a actividades
específicas.

Existen en general SGR cuyos socios protectores
mayoritarios son grandes empresas, y cuya función es el
apoyo a medianas y pequeñas empresas de su órbita
(p.e. sus proveedores de materias primas, transportistas, etc.).
Veamos algunos ejemplos:

  • 1) Afianzar SGR: sus socios partícipes
    son mayoritariamente productores de lácteos y
    transportistas de Mastellone Hermanos.

  • 2) Los Grobos SGR: Los socios protectores
    corresponde del Grupo Los Grobos, productores agropecuarios y
    del sector industrial.

  • 3) Puente Hnos. SGR: Se encuentra enfocada al
    aval de cheques de pago diferido, propios o de terceros,
    obligaciones negociables bajo el Régimen PyMe de la
    Bolsa de Comercio de Buenos Aires y también
    financiamiento bancario.

  • 4) Garantías del Plata SGR: Constituida
    por Molinos Río de la Plata como socio protector
    mayoritario, con una participación en el capital
    social del 49,5%. Esta sociedad apunta a empresas dedicadas a
    la producción agropecuaria (cereales, oleaginosas,
    olivícola, arrocero, entre otras, y a actividades de
    provisión de bienes y servicios).
    [2]

5.6. Origen de las SGR.

Las PyMes han enfrentado históricamente, serios
problemas a la hora de encontrar garantías que le
permitieran acceder al crédito bancario y al mercado de
capitales. Para paliar esta carencia se diseñaron
instrumentos financieros que tuvieran en cuenta las particulares
necesidades de las pequeñas y medianas empresas.
Así nacieron las Sociedades de Garantías
Recíprocas (SGR).

5.7. Objetivos.

Las SGR son sociedades comerciales que tienen por objeto
facilitar el acceso al crédito bancario por parte de las
PyMes, brindando para ello garantías para el cumplimiento
de sus obligaciones

La idea fundamental es que de este modo las firmas de
mediano y pequeño porte podrán conseguir
financiamiento en condiciones más ventajosas de plazos,
tasas y destino de los fondos.

Por otro lado las SGR brindan a sus socios asesoramiento
técnico, económico y financiero en forma directa o
a través de consultores contratados para ese fin. Las SGR
se convirtieron en una opción interesante para las PyMes
allá por el 2001/2002, cuando, con un sistema bancario
duramente castigado por la crisis, fue necesario generar
alternativas de financiamiento no tradicionales. De este modo,
las SGR se convirtieron en el respaldo necesario para acercar a
los empresarios PyMes al mercado de capitales.

En la etapa siguiente, cuando se regularizó el
sistema financiero y los Bancos públicos aparecieron en
escena para convertir en realidad la expectativa de una oferta de
financiamiento a las PyMes con líneas de crédito
destinadas a fortalecer el capital de trabajo y bienes de
capital, las SGR

permitieron que las pequeñas y medianas firmas
pudieran beneficiarse con tasas de interés de un
dígito, en condiciones similares a las que antes estaban
reservadas exclusivamente para las grandes empresas.

Como ya se expresara, para conseguir un aval el
empresario debe ser socio partícipe de la SGR y presentar
un proyecto de negocios que requiera garantías para el
cumplimiento de alguna obligación.

Las PyMes se benefician en que las SGR aceptan activos
intangibles (títulos de créditos futuros, facturas
o cheques) como
contragarantías, mientras que los Bancos exigen siempre
sobre activos reales (prendas, hipotecas, etc.).

La SGR evaluará las condiciones de riesgo
crediticio de la PyMe y determinará los límites de
la garantía a otorgar y su plazo.
[3]

Además de las PyMes, hay otros actores que
impulsaron el uso de las SGR: las grandes empresas (socios
protectores), que son aportantes al Fondo de Riesgo al ver
atractiva la exención del Impuesto a la
Ganancias que tienen los aportes a dicho Fondo.

El art. 33 de la ley 24.467 establece que "el objeto principal
de las sociedades de garantía recíproca será
el otorgamiento de garantías a sus socios
partícipes
mediante la celebración de contratos
regulados en la presente ley".

Pero, para que funcionen las SGR se necesita el aporte de
dinero de los que se conocen como "socios protectores", entre los
que se encuentran grandes firmas como Mastellones, Techint,
Aluar, Fate y el mismo Banco de la Nación.
Además de los socios protectores las SGR pueden

contar con socios partícipes que podrán serlo
solamente las pequeñas y medianas empresas (sean personas
de existencia física o jurídica).

A los fines de su constitución, y durante los primeros 5
años toda SGR habrá de contar con un mínimo
de 120 socios partícipes y contar con un capital
mínimo de $ 240.000. Como ya se

expresara, se consideran socios protectores todas aquellas
personas físicas o jurídicas, públicas o
privadas, nacionales o extranjeras que realicen aportes al
capital social y al fondo de riesgo. Queda prohibido a la
sociedad
celebrar contratos de garantía recíproca con los
socios protectores.

5.8. Beneficios fiscales para los socios
protectores.

Para incentivar a los socios protectores a realizar los
aportes necesarios, se estableció que el dinero puesto
en las SGR quede exento de pagar el Impuesto a las Ganancias
,
cuya alícuota para esas grandes empresas es del 35%.
Asimismo, se establece la exención del pago del
IVA de todas
las operatorias que realicen las SGR.

Sin embargo, con la ley 25.300 este beneficio (relacionado con
el impuesto a las Ganancias) seguirá vigente pero para
ello la empresa debe dejar por 4 años inmovilizado el
dinero del fondo
(el plazo era de 2 años).
Evidentemente esta modificación no le conviene a ninguna
empresa grande, pues si tiene que dejar inmovilizado por 4
años el dinero para poder quedar
eximida del Impuesto a las Ganancias, podría convenirle
más poner el dinero a plazo fijo sin el riesgo que
contiene la inversión en una SGR ( ello depende de las
tasas de interés vigentes para ese tipo de
inversiones).

Pero, además, como se descubrió el caso de una
SGR que había realizado aportes por una cifra muy superior
a los avales otorgados, la ley 25.300 regula esto obligando a
otorgar, durante el ler. año, avales por el 70% de los
aportes realizados, el 2do. año por el 100% de los
aportes, y el 3ro. y 4to. años por el 80% en promedio.

El punto es que, si la SGR no diera avales en las precitadas
proporciones estos socios protectores (que no necesariamente
están en la
administración de las SGR) se verían
perjudicados teniendo que pagar (con intereses) el Impuesto a las
Ganancias por la diferencia. Es decir, en este punto es donde los
aportantes no van a querer arriesgarse a tener que pagar
intereses cuando no son ellos los que deciden cuántos
avales dar, sino la SGR.

5.9 Límite operativo.

Cabe destacar que las SGR tienen un límite
operativo
dado que no podrán otorgar a un mismo socio
partícipe garantías superiores al 5% del total de
su capacidad de brindar garantías, quedando exceptuadas de
esta limitación las SGR que se encuentren constituidas
mayoritariamente por entidades bancarias (art. 16 ley
25.300).

Por otra parte, corresponde señalar que es incompatible
la condición de socio protector con la de socio
partícipe.

5.10 Capital social.

En cuanto al capital social de las SGR estará
integrado, como se ha citado anteriormente, por los aportes de
los socios, y estará representado por acciones
nominativas de igual valor y número de votos.
En
cuanto a la composición del capital social la ley 25.300
establece que la participación de los socios protectores
no podrá exceder del 50% del capital social, y la
participación de cada socio partícipe no
podrá superar el 5% del mismo, correspondiendo
también como máximo el 50% del capital social a la
totalidad de los socios partícipes.

Además, se establece que las SGR no podrán
recibir aportes de socios protectores con afectación
específica a las garantías que dicho socios
determinen (garantía digitadas). Si desearan hacerlo
deberán celebrar contratos independientes del Fondo de
Riesgo general (en este caso la deducción impositiva, por estos contratos
independientes del Fondo de Riesgo, será equivalente a 2/3
de la que correspondiere para los contratos de garantía
normales).

Los aportes de capital deberán ser integrados en
efectivo como mínimo en un 50% al momento de la
suscripción
, y el remanente (también en
efectivo) en el plazo máximo de 1 año a contar de
esa fecha. Corresponde destacar que la integración total será
condición necesaria para que el socio partícipe
pueda contratar garantías recíprocas.

5.11 Distribución de las utilidades.

En cuanto a las utilidades que generen las SGR (cobran
intereses por los contratos de garantía efectuados), deben
ser distribuidas de la siguiente forma:

  • a) Para reserva legal el 5% anual, hasta completar el
    20% del capital social.

  • b) La parte correspondiente a los socios protectores
    podrá ser abonada en efectivo, como retribución
    al capital aportado.

  • c) La parte correspondiente a los socios
    partícipes se destinará al Fondo de Riesgo en
    un 50%, pudiendo repartirse el resto entre la totalidad de
    dichos socios.

En todos los casos en que proceda la distribución de
los beneficios en efectivo a que no hemos referido anteriormente,
tanto los socios protectores como los partícipes
deberán, para tener derecho a percibir las utilidades,
haber integrado la totalidad del capital social suscripto y no
encontrarse por ningún motivo en mora con la SGR.

5.12 Órganos sociales.

Los órganos sociales de las SGR son: a) Asamblea
General; b) Consejo de Administración y c) Sindicatura.

La Asamblea se integra por todos los socios, y tiene por
función:

  • a) Fijar la política de inversión de
    los fondos sociales.

  • b) Aprobar el costo del otorgamiento de
    garantías.

  • c) Determinar el mínimo de
    contragarantías que la SGR habrá de requerir al
    socio partícipe.

En cuanto al Consejo de Administración tendrá por
función principal la administración y
representación de la SGR, y estará integrado por 3
personas de las cuales al menos 1 representará a los
socios partícipes y al menos 1 a los socios protectores.
Sus atribuciones son:

  • a) Disponer la exclusión de aquellos socios
    que habiendo recibidos garantías, no hubiesen cumplido
    con su compromiso. También puede disponer la
    exclusión cuando los socios no hubiesen integrado en
    término su compromiso de suscripción al capital
    social.

  • b) Admitir nuevos socios.

  • c) Nombrar sus gerentes.

  • d) Realizar todos aquellos actos tendientes al logro
    del objeto social.

  • e) Proponer a la Asamblea el importe total de
    garantías a otorgar durante el ejercicio
    económico.

  • f) Proponer a la Asamblea el costo que los socios
    partícipes deberán oblar para acceder al
    otorgamiento de garantías.

  • g) Determinar las inversiones a realizar, sobre la
    base de las pautas que hubiere fijado la Asamblea.

  • h) Someter a la aprobación de la Asamblea el
    Balance General y Estado de Resultados, y proponer la
    aplicación de los resultados del ejercicio.

  • i) Reembolso de las acciones existentes (manteniendo
    los requisitos mínimos de solvencia).

En lo que atañe a la Sindicatura será un
órgano de fiscalización integrado por 3
síndicos designados por la Asamblea. Para ser
síndico se requiere:

  • Ser abogado, licenciado en economía, licenciado en
    administración de empresas o contador
    público.

  • Tener domicilio en la jurisdicción de la SGR.

Sus funciones
son:

  • a) Verificar las inversiones, los contratos de
    garantía, el estado del capital social, las reservas y
    el Fondo de Riesgo.

  • b) Atender los requerimientos y aclaraciones que
    formule la autoridad de aplicación (Ministerio de
    Economía) y el Banco Central.

Tarjetas de
crédito

Se trata de obtener financiamiento gratis usando las
tarjetas de
crédito. Ellas son una importante fuente de ventas para
los comercios. También pueden convertirse en una gran
herramienta para conseguir fondos y pagar gastos e insumos sin
costo financiero ya que a medida que van vendiendo pueden usar el
monto de esas operaciones y, de paso, obtener una
administración de gastos mas afilada.

En el caso de la tarjeta Visa, se trata de la
tarjeta Business Comercio y
aseguran que es muy buena sobre todo para aquellos comercios que
reciben pagos con "plásticos". Como toda tarjeta tiene un
límite de compra y uno de financiación que, vale la
pena recordar siempre es otorgada por el Banco emisor.

Pero en el caso de esta Business Comercio ese
límite se puede incrementar en la medida que el
comerciante va "depositando" los cupones que recibe. De esa
manera puede comprar más a medida que vende
más.

Una vez depositados los cupones el empresario debe
esperar 48 horas para disponer de ese dinero. Pero no se acredita
el total de la venta, sino el 70% del monto (el otro 30% es una
especie de colchón para cubrir posibles faltas de pago
de los consumidores y se hace efectivo recién cuando el
comprador lo paga).

En el caso de otra líder,
Mastercard, el sistema ya está operando hace
tiempo. Y forma parte de un conjunto de mecanismos denominados
"Soluciones de
Pagos Corporativos".

Tiene una diferencia con el anterior: no es necesario
esperar para acceder a los fondos. El mecanismo "hace" un
promedio de lo que ese comercio vende mensualmente y lo acredita
automáticamente en la cuenta del empresario. Y sostienen
que, si aumentan las ventas, el monto del depósito crece
al mismo tiempo.

Como en el caso anterior, se trata de fondos que se
pueden utilizar sin esperar el plazo habitual de cobro de los
cupones y que no tienen ningún costo
financiero.

De esa manera el vendedor dispone de una especie de
"descubierto" ya que tiene los fondos disponibles, pero sin
pagarle al Banco ningún interés. Pero al igual que
con los cheques debe cargar con los impuestos a los
débitos y créditos bancarios.

Factoring

Es un contrato
celebrado entre una empresa (cedente) y el factor (Banco, entidad
financiera, etc.) por el cual la primera transfiere al segundo, a
cambio de una
remuneración, créditos a cobrar originados por su
actividad comercial, con la finalidad de obtener fondos para su
capital de trabajo. Lógicamente esta forma de
financiamiento debe ser menor al costo del crédito
bancario.

Es decir, que se trata de una técnica de gestión
comercial que, como ya se expresara, consiste en la cesión
de la cartera de cuentas a cobrar,
facturas y cheques, a una entidad especializada, denominada
"Factor", que convierte las ventas a corto plazo en ventas al
contado, y se encarga de su gestión y cobranza.

En la Argentina esta operatoria existe en el mercado
desde hace más de una década y es una de las
herramientas
más sencillas y eficientes a la hora de mejorar la
liquidez, la competitividad
y el riesgo del crédito.

En otras palabras, la intervención de un tercero
aumenta la disponibilidad del capital de trabajo, y asimismo
agiliza la gestión de cobro de las deudas de los clientes.
En el caso de las exportaciones
también les garantiza el riesgo.

Debe aclararse que para poder "factorear" una factura es
imprescindible la anuencia y autorización del comprador,
pues de lo contrario no se puede operar.

Si bien es cierto que la entidad financiera (Factor)
compra las facturas a cobrar de las empresas con efectivo
inmediato, lo hace hasta un máximo del 75% al 80% del
valor de la factura. El resto estará disponible una vez
que el factor le cobra efectivamente al cliente.

Cuando una empresa realiza sus ventas a plazos, mantiene
su dinero trabado, es decir, entrega la mercadería y
recién el comprador paga a los 60 o 90 días, pero
cuando cede sus derechos a un factor, el
proveedor se monetiza de inmediato, es decir, envía la
mercadería, lleva los originales de las facturas al factor
y en 24 horas le acreditan los fondos.

El Factoring se
puede clasificar en:

  • a) Fáctoring
    doméstico.

En este tipo de Factoring intervienen tres actores: el
vendedor de la mercadería o proveedor, el comprador y la
compañía de Factoring. Cuando se opera con este
sistema la acreditación de los fondos es casi
inmediata.

  • b) Factoring internacional

En el Factoring internacional, a diferencia del
doméstico, se agrega la agencia especializada
(Factor del Exterior), quien asume el riesgo de la insolvencia
del importador y se hace responsable del cobro en ese
país.

Para el exportador, este servicio
financiero le simplifica todo, es muy sencillo y, lo más
importante, es la garantía de cobro de cada
operación de comercio
exterior.

Este sistema, sin dudas, es eficiente. En una exportación el proveedor obtiene
garantía por insolvencia del importador, pero
además la administración de la cartera de deudores
queda a cargo del factor, igual que la gestión de
cobranzas, el seguimiento de pagos y, si es necesario, las
acciones legales por la gestión de la mora. Esto es muy
importante porque el proveedor despacha la mercadería,
entrega la factura original a la compañía de
Factoring, obtiene un pago anticipado y se olvida del riesgo de
su comprador y de tener que estar corriendo detrás de un
pago.

Para el exportador la acreditación de los fondos
se realiza dentro de las 48 horas.

El servicio de Factoring doméstico puede ser
utilizado por las PyMEs de la producción, el comercio y servicios que
cuenten con un volumen mínimo anual de ventas de $ 400.000
y $ 35.000 por mes. En el caso del Factoring de
exportación o importación las ventas anuales
mínimas deben ser de u$s 300.000.

Los términos de pago dependen de los plazos de
venta, los cuales en general son de hasta 90 días para el
mercado interno y de 180 días para el
internacional.

Los trámites para que el empresario PyME pueda
operar son accesibles, sencillos y rápidos. Lo primero que
corresponde realizar es asesorarse en la misma
compañía de Factoring. Luego se presenta a la
entidad especializada la lista de clientes. El factor entonces
realiza una evaluación
crediticia de cada uno de ellos, estableciendo un límite
de crédito y asumiendo la responsabilidad de las operaciones con esos
clientes.

El costo de esta operatoria genera un costo
administrativo y por cobertura de riesgo (comisión) y por
supuesto un costo financiero. Respecto a la comisión es de
alrededor del 1% sobre el total de las operaciones más un
interés sobre los fondos que se anticipan y cuya tasa
depende del momento.

Una aclaración importante es que no se debe
confundir el factoreo con el descuento de una factura o
documento. En este último caso la entidad financiera
simplemente compra el documento y lo cobra. Entonces el riesgo es
distinto y el costo también.

En cambio, la operación de Factoring es concebida
por un período de tiempo determinado, donde el cliente, es
decir, el proveedor se compromete a ceder la facturación
que realice a sus compradores, los cuales de mutuo acuerdo se
nominan en el contrato durante el plazo del mismo.

Es una operación con otro riesgo, mucho
más atomizado, por lo que resulta menos costoso para el
cliente a la vez que, al ser por un período de tiempo, le
asegura al proveedor el flujo de fondos, capital de trabajo
durante ese período.

No obstante, hay un gran desconocimiento del Factoring
internacional todavía, y ello es atribuible a un problema
cultural. No hay duda que esta es una herramienta ideal para el
exportador porque sale a negociar con su cliente del exterior
desde una posición muy fortalecida, y tiene además
la capacidad para vender a plazo, con riesgo cubierto y dispone
de los fondos cuando los necesita.

Pese a lo expuesto, esta herramienta de
financiación todavía no está siendo muy
utilizada en nuestro país, y es de esperar que
paulatinamente el exportador lo vaya incorporando, como ha
ocurrido en Chile y en toda Europa, Estados Unidos y
la mayoría de los países orientales.

Leasing

Es una forma de crédito que mediante el pago
de un alquiler (canon) se obtiene la opción de compra de
un bien especificado en el contrato
.

La necesidad que enfrentan muchos empresarios y
productores de equiparse para responder a las necesidades de la
demanda es un factor que ha impulsado al crecimiento del leasing, una
forma de financiación de bienes que permite a las empresas
alquilarlos con opción a la compra final a una
institución financiera. En el año 2004 se han
efectuado transacciones de este tipo por un valor aproximado de $
1.200 millones, lo que pone de manifiesto la importancia de este
recurso financiero.

Otro aliciente para la recuperación del leasing
es el mayor conocimiento
que existe sobre las ventajas impositivas. El que toma un bien
por medio del leasing puede deducir el IVA mensualmente en
cada pago
, mientras que si comprara el bien pagaría
todo al inicio
y generaría un costo financiero por la
inmovilización financiera sobre el IVA abonado.

Influye, además, que este mecanismo de
financiamiento se haya extendido a los servicios y bienes
intangibles, como el software y las
patentes.

Si los gastos más cotidianos pueden comprometer
el bolsillo de una PyMe, no es más alentador el panorama
cuando se trata de incorporar tecnología.

Tras la crisis de 2001 y la devaluación, las exigencias para acceder a
los créditos superaron las posibilidades de muchas
empresas y los proyectos para sumar equipos quedaron
postergados.

Pero actualizarse tecnológicamente, es la clave
para el mundo de los negocios. Frente a esa demanda, el mercado
financiero desarrolló la alternativa del leasing.
Básicamente, como ya se expresara, se trata de un alquiler
de bienes con opción a compra o, estrictamente, un
instrumento por el cual se transfiere la tenencia de un bien
contra el pago de una cuota mensual.

8.1 Clases de leasing.

A grandes rasgos existen dos tipos de
leasing:

a) Leasing operativo:

Contempla la firma de un contrato de arrendamiento
por un plazo determinado y la opción de compra equivale al
valor de una cuota mensual adicional. Este tipo de leasing
es el más usual.

b) Leasing financiero:

Se cambian los términos de la opción de
compra, que queda librada al valor del bien en el momento en que
finaliza el contrato. Es decir, el valor de la cuota mensual es
menor que en el leasing financiero, pero el precio por
hacer uso de la opción de compra es más
elevado.

8.2 Opciones al finalizar el
contrato.

a) Renovar ese mismo equipamiento a plazo a
convenir.

b) Devolver los equipos.

c) Comprarlos.

8.3 Diferencias entre leasing y
créditos

Leasing

Crédito

Financiación del 100% del bien

Si

No

Afecta los límites bancarios

No

Si

Permite deducciones al Imp. a las
Ganancias

Si

No

Permite prorratear el IVA del bien
involucrado

Si

No

Si queremos ampliar los beneficios derivados del
leasing, los especialistas han coincidido en afirmar que
resuelve el problema de las garantías, que
representa uno de los mayores obstáculos que se le
presentan a las PyMes al gestionar un crédito bancario.
Esto es así porque los activos mismos sirven de
garantía, lo que beneficia a personas o proyectos que no
disponen de todos los respaldos necesarios a pesar de su
solvencia moral y su
capacidad técnica.

Para proveedores y fabricantes, la herramienta del
leasing también tiene condiciones ventajosas: al
incorporar financiación, genera un aumento de ventas y
reduce los riesgos de
incobrabilidad. Además, fideliza al cliente en el
reemplazo de nuevos equipos.[4]

Warrant

Este instrumento es un título de crédito
mediante el cual, tanto los productores agropecuarios como otros
actores de la producción entregan su mercadería
en custodia a una empresa especializada que les expide, en la
misma operación, un certificado de depósito y un
warrant.

Estos documentos, que
en definitiva constituyen una garantía respaldada por
mercadería, se endosan luego a favor de una entidad
bancaria
, lo que permite al productor obtener en forma
inmediata el dinero correspondiente al préstamo
solicitado.

En una operación de estas características
interactúan tres actores: un productor, la entidad
financiera y la compañía especializada en la
emisión de warrants.

Es decir que el warrant es un instrumento ágil
que permite al productor retener la producción en
depósito o custodia dándole la posibilidad de
hacerse de capital de trabajo y así aprovechar las mejores
condiciones del mercado al momento de vender la
mercadería.

¿Cuáles son los pasos a seguir para operar
con los warrants? En primer lugar hay que asesorarse sobre los
costos, que suelen variar según la naturaleza y cantidad
del producto en
custodia. Una vez aceptados los términos, el dueño
entrega la producción y la compañía extiende
entonces los documentos y el empresario estará en
condiciones de dirigirse a la entidad bancaria a gestionar un
préstamo.

Habitualmente el warrant es un instrumento impuesto en
la actividad azucarera porque goza el productor de la posibilidad
de vender en el momento oportuno sin saturar la plaza con
el producto. De esta manera se evita que el precio disminuya por
sobreoferta.

El costo real depende de varios factores pero, en
términos reales, la empresa cobra por el depósito
del producto y por la garantía o seguro sobre el
bien depositado. Por ejemplo, el costo aproximado es de 1 peso
por cada bolsa de 50 kilos de azúcar
a lo cual debe sumarse 20 centavos por bolsa para la
emisión del warrant y la cobertura de la póliza de
seguro.

Es importante destacar que el costo del warrant
varía según el cliente y el producto.
Además hay que contabilizar el costo financiero, pues las
tasas de estos créditos suelen ser más bajas que
las del mercado debido a que estos fondos tienen garantía
de ejecución inmediata. Se calcula para estas operaciones
una tasa nominal anual aproximada del 10%.

En cuanto al monto del crédito a obtener surge
del valor de la mercadería depositada
menos un aforo
que aplica la entidad financiera en concepto de
posibles variables de
los precios, flete
y gastos comerciales. Este aforo suele representar alrededor del
25%.

El monto del crédito que otorga la entidad
financiera depende especialmente del producto. Por ejemplo: si el
kilo de azúcar cuesta $ 0,80 el banco otorgará $
0,60 por kilo, lo que representa el 75% del precio de
mercado.

Está claro que financiarse con este instrumento
tiene algunos problemas. Si el empresario opera habitualmente con
warrants el trámite para obtener fondos frescos es
ágil porque estará calificado en el Banco como
sujeto de crédito y en consecuencia tendrá un buen
legajo de sus actividades y operaciones.

Sin embargo, en el caso del productor que se acerca por
primera vez a gestionar un crédito de este tipo, si bien
la operatoria es dinámica, se exige la presentación
de algunos requisitos, por ejemplo, papeles legales de la
empresa, el estatuto, las actas de directorio, documentos que
certifiquen el tiempo de existencia de la sociedad, los estados
contables, un informe de ventas
de los últimos dos años y el detalle de su deuda
bancaria.

Mercado de
capitales

La posibilidad de que las PyMEs se financien en el
mercado de capitales ya rige desde hace algunos años. Pero
esto se comenzó a aprovechar con mayor intensidad luego de
la devaluación del 2001/2002 y la respectiva crisis
bancaria.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de
Buenos Aires
más de 4.500 PyMes se fondean en el mercado de capitales,
y el porcentaje de financiamiento a estas empresas está en
pleno crecimiento. Otro dato importante es que el 54% responde a
la negociación de cheques diferidos seguida
por la emisión de títulos de deuda.

Las empresas perciben que los cheques de pago diferido
son la herramienta que les faltaba como elemento de
financiación de su capital de trabajo. Se considera que el
cheque diferido es la herramienta que les faltaba a las PyMes
para comenzar a vincularse con la Bolsa. Es el primer paso en la
financiación y es el más simple. Después
seguirían las Obligaciones
Negociables, fideicomisos y finalmente la oferta pública
en el panel PyMe de la Bolsa. [5]

En el año 2002 se creó en la Bolsa de
Buenos Aires el Departamento PyME. y entre las S.G.R se fueron
estudiando nuevas alternativas: por ejemplo Garantizar (la S.G.R.
del Banco de la Nación)
fue la primera en obtener autorización bursátil
para realizar colocaciones en el mercado de capitales.

Se debe recordar que las empresas pueden emitir
títulos por sí mismas o con el aval de una S.G.R.
No obstante, existen muchas PyMEs que tienen trayectoria y buen
concepto por lo que, si realizan una emisión seguramente
tendrán inversores interesados. En cambio, las que no son
conocidas necesitan una garantía extra. La SGR es un
mecanismo para facilitar las primeras incursiones en la
Bolsa.

Las PyMEs tienen a su alcance básicamente cuatro
instrumentos además de la apertura de capital mediante la
colocación de acciones: se trata de la emisión de
Obligaciones Negociables (ON), de valores de
corto plazo (VCP) y la negociación de cheques
diferidos.

El descuento de cheques es lo más simple.
Es una práctica muy común entre las empresas
concurrir a un banco para vender esos valores, pero en el mercado
de capitales lógicamente la tasa es sensiblemente
inferior.

Aportes de
capital y estructuras por medio de otras
empresas

Una alternativa para los emprendedores es buscar
acuerdos con empresas ya consolidadas que aporten capital y
estructuras, mediante la cesión de un porcentaje del
proyecto
. Algunas universidades disponen de espacios, como
las incubadoras de empresas, que ayudan en la primera etapa
suministrando valioso asesoramiento y
tecnología.

En el caso en que un emprendedor haya decidido que es
necesario incorporar un socio-inversor, se sugiere que la
búsqueda se comience acercándose a empresarios
vinculados al mismo sector del proyecto
. Si se trata, por
ejemplo, de un producto alimenticio se puede intentar acercarse a
empresarios que tengan que ver con ese rubro. En particular, es
aconsejable apuntar a empresas exitosas pero de mediano
tamaño, pues ello permitiría tener un acceso
más fluido para interiorizar a los dueños acerca
del proyecto cuya financiación se pretende.

La presentación debería empezar definiendo
la empresa proyectada en forma sintética, y la exposición
sería conveniente que no excediese los 15 minutos. Ello es
así porque si el entrevistado entiende bien como funciona
el proyecto y resulta atractivo, las posibilidades de un buen
resultado se incrementarán.

Hay que explicar, entonces, cuál es el producto,
qué necesidad está satisfaciendo o que tiene de
distinto frente a la competencia. También debe
identificarse el mercado, presentar alguna estimación
financiera haciendo una previsión a tres años o si
es posible a cinco años de ingresos e ingresos. Finalmente
debe presentarse el emprendedor junto con el equipo que lo
acompañará. O sea, es fundamental la
presentación de un Plan de Negocios, cuya
elaboración es objeto del trabajo final para los alumnos
de sexto año.

El importe que se habrá de solicitar debe estar
en función del plan de inversiones necesario para el
proyecto y también debe estimarse un sueldo razonable para
el personal
directivo. Lo primero, y más importante, es saber
cuánto es necesario de inversión inicial
para que funcione la

empresa, y a esa suma agregar el dinero que
insumirá los gastos operativos hasta que se encuentre el
punto de
equilibrio donde los ingresos y egresos se igualarán
(ver trabajo práctico realizado en clase)..

El emprendedor debe tener en cuenta hasta qué
punto se siente cómodo y suficientemente motivado para
saber cuánto es lo que debe ceder de su empresa. Acerca de
ello se estima que entre el 30% y el 40% es un porcentaje
razonable
, porque siempre es mejor no perder la
mayoría y el control del
negocio.

Considerando uno de los datos más
auspiciosos del período poscrisis, el financiamiento de
PyMes a través de la Bolsa ha crecido en forma sostenida
en los últimos años. Es que la entidad
bursátil dejó de ser un recinto exclusivo de
grandes empresas y abrió sus puertas a las pequeñas
y medianas en 2002.

Transparencia, plazos más amplios y mejores tasas
que la oferta bancaria son algunos de los atributos con los que
se promociona la operatoria bursátil para estas empresas.
No obstante, si los Bancos son estrictos a la hora de exigir
requisitos de formalidad a las firmas necesitadas de fondos, las
operaciones en la Bolsa resultan bastantes más exigentes.
[6]

Cheques
diferidos

La negociación de cheques diferidos (CHD) es la
estrella del sistema. Esta herramienta que permite negociar la
tasa de descuento por el cobro anticipado de un valor y hacerse
de los fondos en forma inmediata, se puede implementar a
través de dos modalidades: patrocinado o
avalado.

  • a) Cheques diferidos patrocinados.

La empresa libradora del cheque debe pedir
autorización a la Bolsa para pagarles a sus proveedores
por esta vía. El trámite requiere la
presentación de los estados contables y el compromiso de
informar cualquier novedad que pueda incidir en la
cotización de los cheques.

Debe existir la previa autorización de la Bolsa
para que la PyMe pueda emitir chaques de pago diferido
negociables en el mercado de capitales. Los beneficiarios de
estos cheques pueden hacerlos líquidos a menor costo y con
mayor agilidad, de allí que sean una excelente herramienta
de financiación de capital de trabajo.

Los beneficios de este mecanismo incluyen bajo costo de
ingreso y gastos administrativos, mejor calidad de pago
en cuanto a condiciones y plazos y liberarse de las líneas
de crédito bancarias.

  • b) Cheques diferidos avalados.

Consiste en negociar la cotización con el
respaldo de una S.G.R., condición que contribuye a reducir
el riesgo de incobrabilidad para el inversor y por lo tanto la
tasa de descuento.

Para comprar CHD, el inversor sólo necesita abrir
una cuenta en una sociedad de Bolsa (por lo general son sin cargo
y con un costo de mantenimiento
de $5 a $ 10 + IVA por mes), y tener fondos en ella, tras lo cual
basta una orden telefónica.

En los cheques avalados, el inversor cuenta con adecuada
protección: si el día del vencimiento
del documento viene rechazado, la SGR igual lo paga.
Después ésta irá contra el librador, pero ya
es problema suyo.

El rol de las SGR es clave. Al avalar estos documentos
de pago, permite al sector PyMe sortear el primer
obstáculo que enfrenta para obtener financiamiento
bancario: la falta de garantías.
[7]

Los beneficios de este mecanismo incluyen el acceso a
mejores tasas, el anonimato del beneficiario y del emisor del
cheque (ya que la que cotiza en Bolsa es la S.G.R.), la
unificación de tasas y
comisiones.[8]

Obligaciones
Negociables (ON)

S trata de bonos privados
que representan valores de deuda de las sociedades
anónimas y/o cooperativa
que las emite. Entre el emisor de la obligación
negociable, en este caso la PyMe, y el inversor existe una
relación que no se diferencia de un
préstamo.

Las obligaciones negociables pueden ser colocadas entre
el público inversor mediante su cotización y
negociación en la Bolsa. El monto máximo a emitir
es de $ 15 millones. Esto permite obtener una tasa de
interés más baja que la de cualquier otro
préstamo ofrecido en el mercado financiero. A
través de este sistema, las PyMes obtienen un costo
financiero levemente superior al que consiguen las empresas
grandes.. Además, el inversor obtiene una rentabilidad
superior, incluso con una acotación del riesgo muy
importante a diferencia de las que brindan las entidades
financieras. [9]

La primera condición que debe cumplir una PyMe
para financiarse en la Bolsa es que trabaje en blanco. La
recomendación de los técnicos para una primera
emisión de ON de una PyMe es que coloque el equivalente a
1 o 2 meses de facturación.

Se hace notar que para las ON armar la carpeta con la
información a presentar en la Bolsa, es más
compleja que la operatoria para cheques diferidos y lleva
bastante tiempo. Pero, son mejores las condiciones de plazos y
tasas que se obtienen.

El paso siguiente del agente de bolsa es realizar la
oferta pública de las ON, mostrando las
características de la empresa, y finalmente iniciar un
proceso de suscripción y colocación.

Llegar a la Bolsa es trabajoso, pero permite,
además de buenas condiciones de financiamiento, lograr
cierta exposición pública difícil de
alcanzar por otra vía. O sea es sinónimo de
transparencia y de economía formal ( o sea en blanco).
[10]

Fideicomisos

Para muchos, los fideicomisos financieros (FF) son los
hijos de la crisis 2001/02 que facilitaron, en gran medida, la
recuperación del consumo a los
sectores sociales medios y a los
de menores ingresos.

Los fideicomisos son entes que administran
patrimonios independientes de los administradores
, regulados
por su contrato de constitución y por la ley
24.441.

Si bien la mayoría de los instrumentos citados
por los especialistas son de uso habitual, hay dos
particularmente citados; los fideicomisos y los cheques de pago
diferidos.

En el primer caso se trata de un instrumento por el que
una empresa ("fiduciante") le cede a otra entidad, por lo general
una entidad financiera ("fiduciario") la propiedad de
bienes que servirán para garantizar el pago de la deuda
que emite el primero. Suena difícil, pero no lo
es.

Por ejemplo, un Banco tiene los cupones de tarjetas de
crédito por ventas en cuotas. Puede esperar a cobrar mes a
mes o, en otro caso, buscar dinero en el mercado usando los
cupones como garantía de la deuda que emite.
¿Cómo lo hace?- Se organiza un fideicomiso,
con los cupones como garantía de pago. El Banco que quiere
el efectivo, entrega esos cupones a otra entidad que organiza el
fideicomiso y que lo vende en el mercado a los interesados. Los
interesados compran un certificado (como si fuera una
porción del total) y van cobrando a medida que llegan los
vencimientos. Y de esa manera recuperan el capital más los
intereses.

Los pequeños inversores se vienen volcando de
lleno a comprar esta opción que, sin ser menos segura, es
más rentable. El rendimiento actual de los plazos fijos
bancarios (para depósitos pequeños) apenas superan
actualmente el 8%, entonces más atractivos resultan los
fideicomisos (alrededor del 18% anual).

La mayor participación de los ahorristas en la
compra de fideicomisos (FF) no es un hecho puntual sino que
constituye una tendencia que viene progresando y que cobró
una tendencia adicional con la suba de tasas, según se
puede apreciar en el siguiente gráfico:

Monografias.com

Fuente: Diario Clarín, 10/8/08, pág. 6,
suplemento de Economía.

Debemos recordar que un FF se nutre de los fondos
financieros generados por una cartera de activos, como por
ejemplo, los pagos de los créditos hipotecarios o
prendarios otorgados por una entidad financiera.

Vale decir que se toma una cartera de préstamos
de un Banco y se arma con ella un FF. Los cuotapartistas que
deciden participar en el FF adelantan los fondos al fiduciario,
quién a su vez compra los activos al Banco, el cual de esa
manera obtiene liquidez (con el descuento del caso).

El repago a los cuotapartistas provendrá de las
cuotas de los préstamos que los deudores hipotecarios o
prendarios les abone, no ya al Banco sino ahora al
fiduciario.

Otro ejemplo son los FF de Consumo, que tienen como
activo subyacente la gran cantidad de créditos otorgados
para la compra de bienes para consumo.

Veamos como se distribuyen los FF según su
destino:

DESTINO

CANTIDAD

Créditos personales y de consumo

73

Préstamos garantizados

2

Tarjetas de crédito

15

Actividad agropecuaria

14

Créditos hipotecarios

1

Derechos sobre inmuebles

1

Créditos para abastecimiento
energía eléctrica

1

Leasing

1

Prendarios

2

Total

110

Fuente: Diario Clarín, 10/08/08, pág. 6,
suplemento de Economía.

14.1 Fideicomisos de oferta
pública
.

La mayoría de los fideicomisos son de oferta
pública, es decir, deben ser aprobados por la
Comisión Nacional de Valores que es el organismo que
supervisa el mercado de capitales y tienen calificaciones de
riesgo.

Un esquema similar se utiliza habitualmente para colocar
los préstamos personales que otorgan las grandes cadenas
de electrodomésticos. Y por su flexibilidad sirve,
prácticamente, para cualquier activo financiero con un
flujo futuro de caja conocido.

14.2 Fideicomisos "cerrados".

También existen otros tipos de fideicomisos, los
cerrados, que no tienen oferta pública, aunque esto no
quiere decir que no sean seguros y rentables. Hay muchos
inmobiliarios. [2]

14.3 Trámites para adquirir un
FF.

Hace rato ya que los FF vienen ganando terreno como
alternativa de inversión, sobre la base de rendimientos
para el ahorrista que superan en mucho al que se obtiene por un
plazo fijo y que, por tanto, contribuyen a proteger sus
patrimonios contra una elevada inflación.

Salvo algunos casos puntuales en que se puede adquirir
un FF con un mínimo de $ 1.000, en general se requieren al
menos $ 3.000 para adquirirlos.

Para ello, el ahorrista debe concurrir con su documento
de identidad,
CUIT y algún comprobante de domicilio a cualquier sociedad
de bolsa o también algunos Bancos, previa consulta
telefónica para saber si operan con ellos.

Es muy importante que se informe sobre las comisiones
que van a gravar la operación, porque en volúmenes
chicos las tasas altas podrían impactar considerablemente
sobre la utilidad.

Como todo instrumento financiero, los FF también
tienen un componente de riesgo, pero que en el caso de los FF es
objetivamente bajo porque involucra a deudores muy atomizados,
diversificados, con montos pequeños y plazos cortos, y por
lo general se acude a estadísticas históricas para
evaluar el porcentaje de impago, el cual es debidamente ponderado
y cubierto.

Buena parte de los FF son títulos de consumo, o
sea, el dinero recaudado va a préstamos para compra de
productos, por ejemplo electrodomésticos en tiendas como
Frávega, Garbarino, etc… La deuda por los productos
comprados es la única fuente de pago de estos
títulos.

Pero también hay otras variantes, como ya se
expresara anteriormente, basados en tarjetas de crédito
originados por Bancos o con préstamos personales con
retención de haberes originados por entidades
mutuales.

14.4 Funcionamiento

Se colocan varios FF por mes bajo un método de
licitación, en el cual el minorista puede ir en el tramo
no competitivo u aceptar el corte para quienes sí
compiten. En general los FF en pesos devuelven el capital en
cuotas iguales y pagan renta mensual sobre saldos. Su tasa de
interés está muy a tono con las que ofrecen
actualmente los títulos públicos. En el caso de las
emisiones en pesos rondan el 18/20% anual, y en el caso de las de
dólares, pueden obtenerse 9% (los plazos fijos en
dólares pagan, como mucho, un 2,2%).

Cada inversor debe hacerse a la idea de conservar el FF
hasta el final, ya que no tiene un mercado secundario
desarrollado. De todos modos, especialmente con los FF en pesos,
se van recibiendo pagos parciales mensuales que se pueden retirar
o reinvertir. [11]

14.5. Fideicomisos Regionales de
Inversión.

El Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE)
ya está originando y promoviendo fideicomisos financieros
vinculados con la promoción de nuevas inversiones. La SEPYME
ha acordado con el Banco la utilización de esos mismos
instrumentos dirigidos a prestar fondos a micros, medianas y
pequeñas empresas que prioricen los proyectos sanos y con
potencial de crecimiento, como así también que sean
creadores de empleo en sus
respectivas regiones y no tomen, como es norma en el sistema
bancario tradicional, cómo único criterio de
evaluación la situación patrimonial del
solicitante.

De acuerdo con el BICE, este programa se
llevará a cabo mediante la constitución de
Fideicomisos Regionales de Inversión, superando así
una de las limitaciones más críticas del sistema
bancario tradicional que es la de poder adaptar los
requerimientos a las diversas realidades y necesidades locales,
manteniendo un contacto directo con lo tomadores de los
créditos.

La participación del BICE en los
fideicomisos financieros dará el respaldo financiero y las
garantías necesarias al mercado de que se seguirán
estrictamente los requisitos de la Ley para este tipo de
actividades.

La SEPyME y el BICE participarán en
el desarrollo del programa, evaluando la viabilidad, el potencial
económico y la capacidad de generar empleo de los
emprendimientos que requieran apoyo financiero.

Un punto importante es la constitución de los
Administradores Fiduciarios, que son los Organismos de
ejecución del Programa. Estos administradores pueden ser
las instituciones bancarias o empresas de objeto único que
se encuentren registradas en la Comisión de Valores con un
capital no inferior a $ 1.000.000.

El crédito a las PyMEs será otorgado por
un Comité de Créditos que debe seguir las
normas del
Manual de Crédito que forma parte del contrato de
fideicomiso. Dicho Comité está integrado por el
BICE y por el Administrador
Fiduciario. El rol del Administrador Fiduciario es de fundamental
importancia no solo por formar parte del Comité de
Créditos sino para asegurar un funcionamiento ágil
y eficaz del sistema y para asegurar que se cumplan los objetivos
de promoción.

Los fideicomisos y el impuesto a las
ganancias.

Corresponde señalar que los FF gozaban del beneficio de
estar exentos del pago del impuesto a las ganancias.

Por Decreto 1207/08 se deroga un beneficio aplicable a los
fideicomisos financieros que reúnan ciertos requisitos
(por ejemplo, aquellos cuyos fondos se inviertan en
créditos derivados de operaciones de financiación,
con la finalidad de posteriormente colocar los correspondientes
Certificados de Participación en el mercado de capitales).
Es decir, se aplicará a partir de ahora el impuesto a las
ganancias sobre las utilidades que distribuyan los Certificados
de Participación.

El beneficio, ahora retirado, permitió un
extraordinario desarrollo de la titularización para luego
vender esos Certificados en el mercado de capitales, generando en
consecuencia la constitución de gran cantidad de
fideicomisos financieros que, mediante la colocación de
sus valores fiduciarios entre inversores del público,
permitió el financiamiento del crédito,
especialmente el de consumo.

Ahora, todos los fideicomisos financieros están sujetos
al impuesto a las ganancias, con la sola excepción de los
constituidos para financiar obras de infraestructura afectadas a
la prestación de servicios públicos que cumplan
ciertos requisitos, con lo cual antes de distribuir utilidades
entre los Certificados de Participación emitidos se
deberá restar dicho tributo.

Esta medida generará incertidumbre, pero de todas
formas ello no significará un "tiro de muerte" al FF
como vehículo de titulización, pues todavía
conserva ventajas propias respecto de otras alternativas de
financiamiento, en el entendimiento que sigue vigente la
exención en el impuesto a los débitos y
créditos bancarios para las cuentas de los fideicomisos
financieros.[12]

Créditos con tasa de interés
bonificada

Debe tratarse de créditos destinados a capital de
trabajo, adquisición de bienes de capital (por ejemplo,
maquinarias) y reconversión productiva (nuevos modelos,
etc.). La ley Pyme establece que estas tasas de interés
bonificadas se canalizarán prioritariamente hacia las
PyMES nuevas o aquellas que se encuentren en funcionamiento que
se encuentren localizadas en los ámbitos
geográficos que reúnan alguna de las siguientes
características:

  • Regiones en las que se registre tasas de crecimiento del
    PBI inferiores a la media nacional.

  • Regiones en las que se registren tasas de desempleo
    superiores a la media nacional.

La mencionada bonificación será solventada por
el Estado, y
deberá estar especialmente destinada a:

  • Créditos para la adquisición de bienes de
    capital propios de la actividad de la empresa.

  • Créditos para la constitución de capital de
    trabajo.

  • Créditos para la reconversión y aumento de
    la capacidad productiva.

  • Créditos para la actualización y
    modernización tecnológica de procedimientos
    administrativos.

  • Créditos para financiar las exportaciones.

Las características de estos créditos son las
siguientes:

—Adquisición de bienes de capital
nuevos de origen nacional, por un monto máximo de hasta el
80% del precio de compra, sin incluir IVA, sin superar la suma de
800.000 pesos y a un plazo máximo de 60 meses, con hasta 6
de gracia.

—Constitución de capital de
trabajo, hasta 300.000 pesos, sin superar el 25% de las ventas
anuales y a un plazo máximo de 36 meses.

—Prefinanciación de exportaciones:
se admitirá el otorgamiento de límites rotativos
hasta 3 años de plazo, por un monto de 600.000
pesos.

—Financiación de exportaciones:
por un monto máximo de hasta el 80% de la
operación, sin superar la suma de 1.200.000 pesos y a un
plazo máximo de 48 meses.

—Constitución de nuevos
emprendimientos: hasta el 30% de la inversión, sin incluir
el IVA, sin superar la suma de 100.000 pesos y a un plazo
máximo de 48 meses, admitiéndose, cuando el
proyecto lo justifique, hasta 6 meses de gracia para capital e
intereses. Se admite, cuando se encuentre justificado, hasta 6
meses de gracia.

—Regularización de deudas fiscales
y previsionales, sin superar el 20% del monto acordado por alguno
de los destinos señalados anteriormente.

—Otras aplicaciones de financiamiento,
sin superar los montos y plazos establecidos para la
adquisición de bienes de capital.

Las tasas de interés subsidiadas aparecen como los
más convenientes créditos que pueden obtener las
Pymes, aunque, por supuesto, no son fáciles de obtener.
Como se expresara con anterioridad se trata de créditos
destinados a financiar capital de trabajo que tienen una
bonificación (a cargo del Estado) sobre la tasa de
interés que cobran los Bancos. En otras palabras: si un
Banco cobra por ejemplo el 12% anual, el empresario que pide un
préstamo deberá pagar una tasa menor a la
citada.

En abril/04, previa licitación del Gobierno, se
adjudicaron a 14 entidades financieras y el total disponible para
esos subsidios era de $ 100 millones. En mayo/05 a través
de una nueva licitación en la cual resultaron
adjudicatarias 15 bancos (12 privados y 3 estatales) el gobierno
subsidiará hasta el 50% de la tasa de interés por
créditos otorgados por los citados Bancos a las PyMes, que
les permitirá a este tipo de empresas de todo el
país obtener créditos a una tasa en pesos que
oscilará entre el 3,5% y el 9% anual. Con esta nueva
licitación la Sepyme ya ha logrado poner a
disposición, entre el año 2004 y el 1er.
Cuatrimestre del 2005 $ 751,3 millones sobre un total previsto de
$ 1.200 millones.

Partes: 1, 2, 3
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