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La interpretación de la historia y algunas categorías marxistas (página 2)




Enviado por Orlando Chirinos



Partes: 1, 2

El segundo punto se refiere al concepto de
Libertad;
específicamente sobre Igualdad y
Libertad dentro de una sociedad donde
las relaciones sociales entre los individuos están medidas
por las relaciones económicas. Se habla del derecho a ser
iguales, del derecho a ser libres; pero veremos que estas son
premisas que se presentan cada vez mas ajenas en la medida en que
se desarrollan las Fuerzas Productivas.

El tercer punto está referido a la Plusvalía y
relacionado a la vez con el concepto de Libertad. Libertad para
vender la Fuerza de
Trabajo por
parte del obrero y Libertad para comprarla por parte del poseedor
del dinero. De
modo que la Fuerza de Trabajo como mercancía, dentro de un
determinado sistema de
relaciones económicas, ceden e más Fuerza de
trabajo para provecho del "comprador"; de este modo, y como lo
plantea Marx, la
prestigiditación de su resultado: el dinero se
ha convertido en mercancía.

Por último, al salir del círculo de la Fuerza de
Trabajo como mercancía, entraremos a desarrollar las
relaciones que se dan entre capital y la
total configuración del elemento ideológico con la
separación de capital y trabajo asalariado.

Finalmente hablaremos de la extrapolación que Marx hace
cuando compara los desarrollos económicos de Modos de
Producción distintos, para lanzar una de sus famosas
"predicciones", nos referimos al desplazamiento que las máquinas o
la automatización de las factorías
hacen con la Fuerza de Trabajo humana, la cual pasa a convertirse
en vigilante y reguladora del proceso de la
producción.

Teorías
sobre la
interpretación de la historia

Las viejas teorías
de la historia
estudiaban los fenómenos sociales a través de dos
concepciones:

  • a) Examinaban solamente los móviles
    ideológicos de la actividad histórica del
    hombre sin llegar al origen de ellos.

  • b) No se tomaba en cuenta el papel de las masas.

Es con el descubrimiento del Materialismo
Histórico que se encuentra el camino para estudiar,
global y multilateralmente el proceso de aparición,
desarrollo y
decadencia de las formaciones socio-económicas. Con el
Materialismo
Histórico se examina en conjunto todas las tendencias
contradictorias y se elimina el subjetivismo de las concepciones
dominantes.

El Materialismo Histórico plantea que el factor que en
última instancia determina la historia es la producción y la reproducción de la vida real. Tergiversar
este postulado –actitudes muy
comunes en los nuevos innovadores de la teoría
marxista-, diciendo que lo económico es el único
factor determinante, convierte la tesis en
simple palabrerío. En este particular, y no tanto ahora,
después de la – muerte de Marx
(1.883), Engels se enfrenta a los innovadores de la teoría
marxista, quienes con sus interpretaciones, tergiversan las
concepciones sobre el desarrollo de la historia de la
humanidad.

Marx y Engels siempre plantearon que la situación
económica es la base, pero que la superestructura ejerce
también su influencia sobre el curso de las luchas
históricas; es una relación dinámica de acciones y
reacciones donde el movimiento
económico acaba imponiéndose, producto de
las necesidades materiales.
Los fundadores del marxismo
jamás negaron que lo ideológico (por ejemplo) pueda
en un momento determinado darle forma a un proceso; esta
consideración, de variados elementos en el hacer
histórico, concuerda con el planteamiento marxista de que
somos nosotros mismos quienes hacemos nuestra historia con
arreglos a premisas y condiciones muy concretas. Entre esas
condiciones concretas, la económica es la que decide en
última instancia; aunque también desempeñan
su papel, las condiciones políticas
y hasta la tradición.

La caracterización de una sociedad -desde el punto de
vista de su estructura– ha
sido representada por el marxismo bajo un concepto de totalidad,
donde lo económico es la base por supuesto, dentro de las
diversas interpretaciones que de ella se han hecho tienen mucha
fuerza aquellas que concluyen diciendo que Marx fue un
"economicista".

Esta actitud
deformadora del marxismo, al intentar reducirlo a un saber
especializado, busca restarle cientificidad como materialismo
dialéctico e histórico, a favor de la economía
política.

Al intentar rechazar estas concepciones tenemos que considerar
que el estudio de la sociedad -Marx analiza la sociedad
capitalista- se basó en la relación monetaria y
Marx hizo aflorar esas relaciones económicas hasta hacer
las visibles a los ojos de la sociedad, de ahí que las
principales son teorías económicas enmarcadas
dentro de una totalidad: el análisis de la sociedad humana.

En el campo práctico podemos citar el caso de Alemania
(1.648). En este país, con respecto a los demás
países europeos, poseía una notable
diferenciación en cuanto al desarrollo
económico y político producido por la Revolución
Industrial; por supuesto es un caso donde se dieron cita lo
religioso, lo político y lo económico, cada uno
ejerciendo su influencia hasta llegar a definir el proceso de
refeudalización.

La base económica alemana estaba débilmente
sostenida por un gobierno
descentralizado, el cual no pudo responder militarmente al avance
de Inglaterra,
Holanda y España.
Ante esta situación interna de descalabro económico
y militar, surge el factor religioso como la "chispa" que
encendería la rebelión protestante.

La necesidad de "sacudirse" el yugo poderoso de la iglesia romana
encuentra su causalidad en un factor externo a la
problemática alemana; nos referimos al descubrimiento de
América y con ello el traslado de las actividades
económicas del Báltico y Mediterráneo, al
Océano Atlántico; este factor fue determinante para
que la Reforma Protestante tome cuerpo y poder. Todo
esto está muy lejos de decir que el factor
económico fue el único que originó la
crisis,
hacerlo es caer en el "determinismo monista", concepción
hegeliana en contra de la cual está el Materialismo
Histórico.

Sin embargo, las concepciones deformadoras del marxismo
insisten en presentarlo como un saber especializado, relegado
únicamente al campo de la economía, la sociología, filosofía, etc. Aquellos que mantienen esta
posición desconocen que la sociedad que Marx
analizó fue la capitalista, fundamentada en las relaciones
económicas y que a partir del concepto de totalidad usado
por Marx es cuando afloran a la luz
pública las características de una sociedad basada
en la relación extremadamente monetaria.

  • A. La Historia Sustantiva

La filosofía sustantiva de la historia ha sido
caracterizada como dar cuenta de toda la historia, se entiende de
todo el pasado. Aunque dar cuenta de todo el pasado es cosa
imposible. Aunque si bien es cierto, esta Filosofía
Sustantiva trata del pasado, de los datos del pasado,
lo hace en referencia a una teoría que proyecta hacia el
futuro. A partir de los datos del pasado se prevee el futuro.

Un ejemplo muy concreto de
esta concepción de la historia la encontramos en San
Agustín, quien utilizó la Biblia como
único documento histórico para hacer historia. Su
descripción no es meramente teórica,
es una descripción real dé la historia -desde el
pasado hasta el futuro-.

"Porque la venida de Jesucristo hecho hombre, y todo
lo que por este gran Señor claramente sucedió y se
cumplió en su nombre (…) y el reino eterno de la
gloriosísima Ciudad de Dios (.): todo esto está
dicho y prometido en las Escrituras". (1)

San Agustín utiliza la Biblia como profecía para
decirnos hasta donde va a llegar la historia, y cual será
su fin. Es la historia en línea recta.

Muchos autores han visto en la teoría marxista una
especie de pensamiento
anticipatorio, algo así como profesión de
salvación para el hombre y la
humanidad. Precisamente con las concepciones de la
Filosofía Sustantiva se han proyectado dos teorías:
una sustantiva y otra explicativa.

La sustantiva, como ya lo habíamos indicado, juzga con
un patrón los elementos del pasado y luego pretende que
este patrón se repita en el futuro. La explicativa -y
valga la redundancia- es aquella que explica hechos (patrones),
en términos causales, del pasado para justificar los
hechos del presente. El patrón que usan los autores para
catalogar de sustantivista a Marx es la célebre frase
"toda la historia es una lucha de clases". Para Marx, la
existencia de clases sólo va unida a determinadas fases
históricas del desarrollo de la historia y, la existencia
de clases determina la existencia de conflictos y
precisamente en ciertas etapas de la historia existieron clases
que luchaban, pero no dijo que así va a ser en el futuro,
el
conocimiento de la sociedad presente nos da la clave de la
sociedad pasada, de ninguna manera la futura, lo que sucede es
que los ideólogos de la burguesía siempre
están interpretando, de ninguna manera estudiando la
historia del pasado, para hacerla eterna (Aquí se refiere
a la Ideología Alemana).

En la Miseria de la Filosofía, en el Capítulo
dos (La Metafísica
de la Economía Política) dice lo
siguiente:

"Así como los economistas son los representantes
científicos de la clase
burguesa, los socialistas y los comunistas son los
teóricos de la clase proletaria". (2)

Según esta división hecha por Marx existen dos
maneras de ver la historia o dos tipos de historia. Una historia
que hace una clase o los ideólogos de una clase y otra
historia hecha por la otra clase; dos maneras de ver el mundo. En
los párrafos anteriores habíamos dicho que los
ideólogos de la burguesía siempre han mal
interpretado la historia.

Continuando con el párrafo
dice:

"Mientras que el proletariado no estaba aún
suficientemente desarrollado para constituirse en clase, que por
consecuencia la lucha misma del proletariado con la
burguesía no tenía aún carácter político, y que las fuerzas
productivas no estaban todavía bastante desarrolladas en
el seno mismo de la burguesía para dejar entrever las
condiciones materiales necesarias para la emancipación del
proletariado y la formación de una sociedad nueva, estos
teóricos sólo han sido utopistas que, para
responder a las necesidades de las clases oprimidas, improvisan
sistemas y corren
tras una ciencia
regeneradora. Pero a medida que con ella la lucha del
proletariado se acentúa más claramente, no tienen
ya necesidad de buscar la ciencia en
su mente, sino darse cuenta de lo que pasa ante sus ojos, y
hacerse el órgano de los sucesos. Mientras que buscaban la
ciencia en sí y no elaboraban más que sistemas,
mientras se hallaban en el principio de la lucha, no veían
en la miseria otra cosa que la miseria, sin ver el lado
revolucionario, subversivo, que ha de derribar la sociedad
antigua. Desde este momento, la ciencia, producida por el
movimiento histórico, y asociándose a él con
pleno conocimiento
de causa, ha dejado de ser doctrina para hacerse revolucionaria".
(3)

Esto significa que el proceso –el conocimiento
histórico- no se da de una sola vez. Y, que es con el
desarrollo histórico y en el crecimiento de las fuerzas
productivas que las utopías dejan de ser utopías,
que la realización de una sociedad nueva tiene que ser
obra de la práctica de esa clase; por supuesto que esta
concepción teórica planteaba la necesidad de una
nueva sociedad (hechos que hoy en la práctica se han
cristalizado en muchas partes) en el plano de las ideas, en el
plano del pensamiento, que no significaba que en el plano de la
realidad fuese necesario, para que fuese necesario en la realidad
se necesitaba la práctica revolucionaria. Por eso para
Marx las ideas tienen que hacerse prácticas.

B. El Instrumentalismo en Marx

Hay una interpretación que asegura que Marx es un
instrumentalista de la Historia en el mismo sentido que lo es
"Charles S. Pierce" (4), es decir que toda la teoría de
Calos Marx es instrumentalista.

Ante esta interpretación hay que dejar en cuenta que
Marx, en cierta medida, hace historia a la manera tradicional; es
decir, parte de documentos, hace
comprobaciones mediante esos documentos buscando lo verdadero en
el pasado.

El ejemplo más inmediato lo vemos en el Prefacio de
Engels sobre Lucha de Clases en Francia donde
dice:

"Todas las condiciones de una exposición
sintética de la historia diaria, implica inevitablemente
fuentes de
errores sin que por ello nadie desista de escribir la historia
diaria". (5)

De modo que es relevante la interpretación con respeto a un
instrumentalismo en Marx, por esto plantea la necesidad de usar
fuentes tales como documentos.

Otros de los planteamientos que se han usado para esta
interpretación instrumentalista son aquellos donde al
parecer las fuerzas productivas juegan el papel de un
término teórico.

Partimos del hecho de que los hombres no escogen libremente
sus fuerzas productivas -base de toda su historia- sino que
éstas se les presentan como una fuerza adquirida producto
de una actividad anterior.

Por tanto las fuerzas productivas son el resultado de la
energía práctica de los hombres; pero esta misma
energía se haya determinada por las condiciones en que los
hombres se encuentran colocados por las fuerzas productivas ya
adquiridas. El simple hecho de que cada generación
posterior se encuentre con fuerzas productivas adquiridas por la
generación precedente, que le sirve de materia prima
para la nueva producción, crea en la historia de los
hombres una conexión, crea una historia de la
humanidad.

Lo anterior, nos llevaría a pensar en un
instrumentalismo, pues, las fuerzas productivas se ven como
establecedoras de una conexión histórica, y aunque
las fuerzas productivas no son observables en el pasado, ni
observable ahora, al producir, los hombres cambian. De modo que
éste sería el término teórico que
explican todos los cambios históricos. Las fuerzas
productivas serán un término que servirá,
desde el punto de vista de los instrumentalistas, para organizar
la historia, para darle cierta coherencia a hechos
observables.

El instrumentalismo fue una corriente que surgió entre
los que defendían los términos teóricos y a
la cual R. Carnap le da ese nombre y a la cual pertenece.

La posición de los instrumentalistas es planteada por
R. Carnap en su libro
Fundamentos Lógicos de Física. Cap. 26 y
refiriéndose al ejemplo de los electrones dice:

"Este punto de vista recibe a veces el nombre de
Concepción Instrumentalista de los Teóricos, es
cercano a la posición defendida por Charles S. Pierce,
John Dewere y otros pragmatistas así como por otros
filósofos de la Ciencia". (6)

Desde este punto de vista, los términos no tratan de la
realidad, son simplemente herramientas
lingüísticas para organizar los fenómenos
observacionales de la experiencia en algún tipo de esquema
que funcione con eficiencia en la
predicción de nuevos observables.

Los términos teóricos son símbolos convenientes, se adaptan a los
postulados que los contienen porque son útiles, no porque
sean Verdaderos. No tienen ningún significado excedente
más allá de la manera como funcionan dentro del
sistema.

No tiene sentido hablar del electrón real o del campo
electro-magnético real. De la paradoja de Hempel
ésta es una solución. Los términos
teóricos son meros instrumentos útiles que sirven
para organizar los datos observables, más allí no
sirven para nada. No son ni Verdaderos, ni Falsos, son meras
herramientas para organizar.

De modo que un término teórico como un
electrón no es real, es simplemente un término
teórico que sirve para explicar una serie de
fenómenos observables.

Charles S. Pierce aplicó este tipo de instrumentalismo
a la Historia. En el Tomo V de su obra, parágrafo 589,
dice con respecto a la Historia:

"Hay ciertas inferencias, que consideradas
científicamente son indudablemente hipótesis y sin embargo que
prácticamente son perfectamente ciertas. Tal por ejemplo
es la inferencia que Napoleón
Bonaparte realmente vivió.

Una hipótesis que adoptamos para los propósitos
de explicar el testimonio concordante de cientos de memorias, los
documentos públicos de la Historia, innumerables
monumentos y reliquias. Así sería una locura dudar
de la existencia de Napoleón Bonaparte". (7)

En este planteamiento Napoleón Bonaparte juega el papel
del electrón, es también un término
teórico que sirve para organizar una serie de datos
observables. De modo que si nosotros aseguramos que
Napoleón Bonaparte existió, lo único que
estamos diciendo es que necesitamos ese término para dar
una explicación de todos esos hechos observables. De tal
manera que si se dice que el electrón existe y que
Napoleón Bonaparte existe, eso no es ni Verdadero, ni.
Falso. Servirán simplemente para organizar una serte de
datos observables.

Volviendo a la posición de Carlos Marx,
sería la existencia de las fuerzas productivas lo que
ocuparía el lugar que ocupa en Pierce, la existencia de
Napoleón Bonaparte, es decir, las fuerzas productivas
jugarían el papel de término teórico. Sin
embargo, en algunos pasajes de El Capital aparecen las fuerzas
productivas como una categoría ahistórica que
explica la historia, pues las fuerzas productivas no solamente
existen, sino que a su vez cambian al hombre, lo que el hombre
es, coincide con su producción.

Al igual que Pierce otro historiador real llamado Ernest Van
Den Hoag dice:

"La idea que los historiadores retrodicen con los mismos
métodos
esencialmente mediante los cuales los científicos
predicen, cubre una parte, pero no es una descripción
suficiente de su tarea, ellos obtienen el pasado de la evidencia
presente, como los científicos obtienen el futuro de
él, pero primero no aplican pruebas ni
leyes
establecidas, segundo no obtienen el pasado sino una imagen adecuada a
la evidencia presente que fue construida por juicios extra
científicos de significación". (8)

También Ayer, en un Artículo llamado
"Afirmaciones sobre el pasado" formula la siguiente crítica:

"Puesto que quienes estén situados en un tiempo
posterior, sólo pueden obtener conocimientos de
acontecimientos anteriores a través de las huellas que
éstos dejan, se puede sacar inferencias que las
proposiciones de acontecimientos anteriores, que han de ser
significativo de un modo tienen que ser equivalentes a
proposiciones reales o hipotéticas". (9)

En este caso hay que tener claro que los instrumentalistas no
parten de la idea de causa y efecto y que sus planteamientos
realmente son una posición del sentido común y eso
es normal.

En otro párrafo dice:

"Así yo me inclino a decir que no hay ninguna
diferencia de significado entre las proposiciones.

Jorge VI fue coronado en 1.937.

Jorge VI está siendo coronado en 1.937.

Jorge VI será coronado en 1.937.

Difieren en las indicaciones desde el punto de vista temporal;
pero no difieren en su contenido fáctico". (10)

Esta es la crítica que Ayer hace, sin embargo
ésta no es fácticamente comparable. Por eso es que
el instrumentalismo es una posición del sentido
común.

Los que dicen que Marx es un instrumentalista se afianzan en
un párrafo de El Capital donde se refiere al proceso de
trabajo.

"Los elementos simples del proceso laboral son la
actividad orientada a un fin, o sea, el trabajo
mismo, su objeto y sus medios".
(11)

Para Marx tanto el medio de trabajo como el objeto de trabajo
se ponen de manifiesto como medios de producción.

Mas adelante y refiriéndose de nuevo al trabajo
plantea:

"El proceso de trabajo tal como lo hemos presentado en sus
elementos simples y abstractos es una actividad orientada hacia
un fin, el de la producción de valores de
uso, apropiación de lo natural para la necesidad humana.
Condición general, intercambio de materia entre
el hombre y la naturaleza.
Eterna condición natural de la vida humana y por tanto
independiente de toda forma de esa vida y común por el
contrario a todas sus formas de sociedad". (12)

El trabajo es una actividad orientada a un fin, esto es, la
determinación del trabajo humano. Los animales
trabajan, pero no orientados a un fin; esa orientación a
un fin es lo que convierte a un trabajo meramente animal en
trabajo humano.

No se presenta el trabajo humano social porque si fuera
social, entonces tendría que presentarse en
relación con otra actividad entre hombres. De modo que
aún Marx no habla de trabajo social
pues, esta es una determinación más que puede tener
el trabajo humano.

Así comienza la duda si el proceso de trabajo no es
algo intemporal o eterno o si será una constante en toda
la historia.

El problema de interpretar esto así es que se ve a Marx
como cayendo en una contradicción con lo mismo que se
plantea en La Miseria de la Filosofía (Carlos Marx.
Respuesta a la Filosofía de la Miseria del Sr. Proudhon)
donde dice que no hay ninguna categoría económica
que pueda eternizarse y lo compara con el sabor del trigo de
quien no sabemos el nombre de su cultivador.

Mucho antes en un párrafo llamado La Dualidad del
Trabajo como creadora de valores de uso, dice que el trabajo como
trabajo útil es independiente de cualquier cambio social,
que es una condición de la existencia humana y es el
eterno mediador entre el intercambio de materia entre el hombre y
la naturaleza. De modo que este párrafo de la pág.
223 es muy discutido pues, en él aparece el elemento
histórico real, pero curiosamente no forma parte de la
historia. Interpretarlo de esta manera desvirtúa la
interpretación de la Escuela de
Frankfort de modo que lo dicho por Marx no es una
interpretación teórica.

Existe otro planteamiento presentado por Adam Schaff respecto
a la conceptualización de la historia presentada por
Carlos Marx.

"El historiador, por consiguiente, es el sujeto de un
compromiso de clase, de un compromiso determinado por su
época, aunque proyectado sobre la pantalla del pasado"
(13).

Como marxista, Schaff rechaza de plano el relativismo y
presentismo subjetivista que se le quiere etiquetar a Marx y en
concreto a su teoría del materialismo histórico.
Para un marxista, la historia debe ser entendida como una
posición de militante comprometido con una de las partes
que libera esa lucha de clases dentro de una sociedad
determinada.

C. Concepción Historicista

Muchos son los intentos de distorsionar el contenido de las
ciencias
sociales y del materialismo histórico. Uno de estos y
el que con más fuerza gravita sobre las cabezas de los
filósofos es el que sustenta Karl
Popper.

Este filósofo, cuyos planteamientos tienen un fuerte
asidero en las tesis burguesas contemporáneas (esto es lo
que hoy plantean la historia y la sociología
norteamericana y europea), señala la imposibilidad del
conocimiento
científico social y, precisamente, esta
posición es la que caracteriza a la filosofía de la
historia burguesa.

Si bien es cierto que K. Popper atacó algunos de los
postulados formulados por el Neopositivismo, él se
identifica con esta corriente. En todo caso y en lo que nos
concierne, sus obras sociales son un ataque a Platón
y al marxismo al cual ha calificado de "historicista".

En una de sus obras dice:

"El curso de la historia está influido por el
crecimiento de los conocimientos y es este conocimiento
totalmente impredecible por métodos racionales. Por lo
tanto resulta imposible una ciencia histórico social de la
misma naturaleza que la física teórica". (14)

A esta concepción la calificaremos de "idealismo
histórico" que junto a las posiciones deterministas
subjetivas intentan negar la posibilidad del conocimiento
histórico, quieren explicar los hechos históricos
separando lo específico de lo social, quieren ignorar la
dialéctica que se produce entre lo objetivo y lo
subjetivo ignoran que la historia tiene un doble carácter:
como proceso histórico natural (aspecto objetivo) y como
procesos
conscientes individuales (aspecto sujetivo). Una y otra buscan
hacer de la historia un arte, negando su
carácter científico. Ignoran que toda la historia
no es sino una transformación contínua de la
naturaleza
humana.

El marxista considera que su sinceridad es verdad, que sus
motivos son razones, que su compromiso personal es, por
tanto, intelectualmente coherente, es decir, el marxista se
considera un socialista científico.

Muchos consideran que esta estimación de los marxistas
no es posible. Consideremos por ejemplo el argumento de Karl
Popper, el cual parte de la Tesis de que el marxismo es una forma
de historicismo, que ni como sistema, ni como método
puede ser científico.

Para argumentar tal Tesis el autor escribe dos obras:

La Miseria del Historicismo y la Sociedad Abierta y sus
Enemigos, concretamente en la primera obra Popper dice: "La
creencia en un destino histórico es pura
superstición y no puede haber predicción del curso
de la historia humana por métodos científicos o
cualquier otra clase de método racional". (15)

Popper estima que existen posiciones netamente historicistas
en planteamientos hechos por Marx que confirman su Tesis, para
él, esta formulación hecha por Marx:

"Cuando una sociedad ha descubierto la ley natural que
determina su propio movimiento ni aún entonces puede
saltarse las fases naturales de su evolución ni hacerlas desaparecer del mundo
de un plumazo. Pero si puede hacer esto: acortar y disminuir los
dolores del parto". (16) y
que constantemente trae a colisión en su obra, confirma lo
dicho: el marxismo es historicista.

En el primer volumen de El
Capital, Marx escribió:

"En la presente obra nos proponemos investigar el
régimen capitalista de producción y las relaciones
de producción y circulación". (17)

De te fábula narratur. Vemos que aquí Marx
subraya cuál es la técnica definitoria de su
tesis:

"Descubrir la ley económica que preside el movimiento
de la sociedad moderna". (18).

Y precisamente Popper prefiere el análisis del
planteamiento desde el punto de vista retórico –
pedagógico eliminando de plano el momento más
rigurosamente definidor de la tesis marxista.

Popper en sus críticas al marxismo ha generado un
método que ha hecho escuela a nivel de los neopositivistas
modernos; por un lado, Popper y sus seguidores, olvidan los
momentos racionales que formalmente definen el empeño del
marxismo, delimitando así su carácter
científico hasta llegar a compararlo con otras variantes
utópicas o irracionalistas. Por otro lado se
empeñan en caricaturizar las resonancias hegelianas que se
encuentran en los escritos de juventud de
Marx y que posteriormente éste denunció.

En su ataque contra el marxismo, Popper se permite darle
algunas concesiones a éste. Por ejemplo en los dos
volúmenes de la Sociedad Abierta y sus Enemigos
concretamente en el segundo, Popper le asigna títulos
éticos y humanísticos, inclusive, no tiene reparos
en considerar al socialismo como
pretensión ética,
pero lo que no tolera es que se le adjetive de científico,
aún reconociendo sus méritos
científicos.

La resistencia de
Popper a los postulados del marxismo pueden tener una
explicación irracional de su posición incondicional
con los postulados del capitalismo.
Popper se opone a la transformación estructural del
régimen capitalista, es enemigo de la revolución
socialista; para él son suposiciones historicistas la idea
de que la revolución social conducirá a un mundo
mejor.

Sobre la
libertad

"Por otro lado, queda en evidencia igualmente la
tontería de aquellos socialistas según lo cual el
intercambio de valor, etc.,
originariamente o ateniéndose a su concepto en su forma
apropiada, constituye un sistema de igualdad para todos pero, ha
sido desnaturalizado por el dinero, el capital, etc.

A ellos hay que responderles: que el valor de cambio
jamás precisamente, el sistema monetario, es de hecho el
sistema de la igualdad y la libertad y lo que a ellos en el
preciso desarrollo del sistema se oponen perturbadoramente, son
perturbaciones inherentes a él, que comprueban como la
desigualdad y falta de no libertad son precisamente la
realización de la libertad y de la igualdad". (19)

En primer lugar diremos que esta categoría no tiene
nada de esencialista para Marx. No es la esencia tras el
accidente, ni la realidad tras la apariencia. Es lo que aparece
cuando se analiza la realidad mercantil y su funcionamiento en el
mercado. "Valor"
designa una relación eminentemente humana.

Marx cuando habla de los socialistas se está refiriendo
a los socialistas franceses, quienes planteaban la existencia de
una justicia
social subyacente en el intercambio de los valores de
cambio.

En otro párrafo de la Crítica al Programa de Gotha
y refiriéndose al Derecho dice:

"El Derecho de los productores es proporcionar a su
rendimiento de trabajo la igualdad que consiste en que son
medidas por la misma escala de
trabajo. Pero uno es más fuerte física o
mentalmente que el otro, libera por tanto en el mismo tiempo
más trabajo o puede trabajar duramente más tiempo y
el trabajo para servir de medida debe ser determinado por la
extensión o la intensidad de otro modo, cesaría de
ser escala de medida. El Derecho igual es un Derecho desigual
para trabajo desigual. No reconoce ninguna diferencia de clase
porque cualquiera es trabajador como el otro, pero reconoce
silenciosamente la desigual capacidad individual y por eso el
talento del trabajador como un privilegio natural.

Es por eso un Derecho de la desigualdad de acuerdo a su
contenido como todo Derecho". (20)

Si comparamos las partes, dos mercancías por ejemplo,
encontramos contenidos en ellas, el mismo tiempo de trabajo
simple. Igual de otra manera no podríamos compararlas.

Ahora bien, ¿En qué consiste este Derecho? En
que están, dealmente en la misma relación de modo
que en contra de lo que digan los señores socialistas
franceses, resulta todo lo contrario, porque Libertad e Igualdad
vistos ideológicamente es justamente todo lo contrario,
vale decir: es la confirmación de que no hay Igualdad y
Libertad y no las hay sencillamente porque los fines individuales
de uno, no son los fines individuales de otro.

Lo interesante de todo esto es que cuando se pasa a analizar
el trabajo simple igual, se están echando las bases para
que ideológicamente haya un Derecho igual y esto
tendrá grandes repercusiones pues, tendrá que ser
libre para que haya intercambio de mercancía. Y
precisamente esa es la ideología.

En otro párrafo de los Grundrisse se observa claramente
el surgimiento de una Ideología:

"Vale decir que en el interés
común lo que aparece como del acto conjunto es ciertamente
reconocido por ambas partes como facto; pero en sí no es
el motivo, transcurre por Decreto, así a espalda de los
intereses particulares reflejados en sí mismos y opuestos
a los otros.

Según este último lado, el individuo
puede tener a lo más la consoladora conciencia de que
la satisfacción de sus intereses particulares opuestos es
justamente la realización de la oposición
cancelada, el interés social mediante el propio acto del
intercambio; el individuo, cada uno de ellos se refleja en
sí mismo como sujeto decisivo y dominante de aquel acto".
(21)

Como lo habíamos dicho, en este párrafo se tiene
a la vista el surgimiento de una Ideología, está
reflejando exactamente lo mismo y la característica que ha
de tener el Derecho.

Hemos visto como la Ideología no es Falsa, que refleja
lo que ocurre, está confirmando la desigualdad que es
natural pues, el ser humano ni es igual ni produce lo mismo, ni
tiene la misma capacidad de trabajo.

Los distintos orígenes de las relaciones entre los
individuos pueden ser enfocados de diversa manera y con distintos
orígenes:

  • El trabajo simple igual, esto es lo que sirve para medir
    la mercancía.

  • La diversidad natural entre los hombres.

  • La pérdida de la finalidad individual de los
    hombres en el trabajo que han hecho, de tal suerte que el
    trabajo individual no produce mercancía, de
    allí que unas relaciones sociales han terminado siendo
    cosas, han terminado siendo dinero y el dinero siendo una
    cosa es una relación social.

Por eso es que los socialistas franceses piensan que el
Derecho es injusto. No, el Derecho no es injusto; él
está asentado en la Igualdad y la Libertad porque para que
haya intercambio tiene que haber Igualdad y Libertad. Lo que
ocurre es que el intercambio se va a reflejar en las ideas.

En ese proceso de intercambio, necesariamente los individuos
que producen, necesitan las mercancías de otro y, puesto
que existe una escala de medida dentro del Derecho
burgués, éste hará que todos sean iguales y
a la vez tengan Libertad, que sean libres.

Esto es la Libertad, concretamente, la existencia de obreros
libres forma parte de las premisas históricas para la
aparición del capital. El obrero es libre de todas las
trabas y restricciones impuestas a la venta de su
fuerza de trabajo y libres para no tener medios de
producción, de modo que para subsistir no tiene más
recurso que vender su fuerza de trabajo como si fuera una
mercancía que va a hacer trabajo por un determinado
tiempo. El que la vende es libre de hacerlo ó no y el que
la compra es libre de comprarla ó no; es precisamente en
este intercambio donde se encuentra lo presupuesto.

Mientras todo esto sucede, las relaciones sociales entre los
individuos se han hecho ajenas porque el fin último de los
trabajadores individuales agrupados, no coincide con el fin de
ninguno de ellos. El fin de cada uno de ellos es recibir a cambio
de su fuerza de trabajo, dinero.

En otro párrafo de los Grundrisse Marx aclara
más el asunto referido a la Libertad y la Igualdad.

"La Igualdad y la Libertad son, no sólo respetadas en
el intercambio que descansa en los valores de cambio, sino que el
intercambio de valores de cambio es la base real productiva de
toda Igualdad y Libertad. Como ideas puras son meramente
expresiones idealizadas de la misma; en cuanto desarrolladas en
vínculo jurídico, político y social estos
son sólo base en otra potencia".
(22)

Igual sucede con la concepción que sobre el Estado, nos
han impuesto las
clases dominantes.

Marx, oponiéndose a la concepción hegeliana de
Estado no lo
concibe como espíritu, de ser así habrá que
aceptarlo como una mistificación, como visión
fantasmagórica, que existe antes de la
organización social.

Las abstracciones hegelianas, manejadas por la clase dominante
nos presentan al Estado como una idea que está por encima
de la sociedad civil y
la familia,
superior a toda organización social que va
desarrollándose hasta adquirir realidad concreta.

Ante esta concepción filosófica hegeliana, que
es la ideología de la clase dominante, surge la denuncia
de Marx contra el concepto hegeliano de Estado. Marx plantea que
el Estado es un instrumento de dominación con vida propia,
que ha surgido de la relación entre los individuos y del
cual se ha apoderado la clase dominante para usarlo como
instrumento de dominación.

Adjetivar a Marx como operacionalista sería incorrecto,
pero más incorrecto aún sería acusarle de
metafísico-esencialista. Todo esto se dijo a raíz
de los planteamientos hechos por los neo—positivistas en
sus análisis del marxismo. En este caso Karl Popper se
pronuncia contra el marxismo como ciencia cuando analiza el
concepto de Estado. Partiendo de la pregunta ¿Qué
es el Estado? Los marxistas no lo hacen para descubrir la
función
esencial de las instituciones
legales; para un marxista el Estado existe como expresión
política de la clase dominante que lo sostiene.

El Estado se explica por su funcionamiento efectivo dentro de
la sociedad de clases.

La posición política de Popper, contenido por
ejemplo en "La Sociedad Abierta y sus Enemigos", plantea
situaciones ligeramente ingenuas:

."el poder político es fundamental y puede controlar el
poder económico… podemos limitar la jornada de
trabajo… garantizar por ley un nivel de vida digno a todos
aquellos que están dispuestos a trabajar y no hay ninguna
razón para que esto no se logre". (23)

Todo esto es, según Popper, posible dentro de un Estado
clasista, Esto lo llamaría Marx utópico,
platónico o esencialista.

La
plusvalía

Cuando la producción de mercancías alcanza un
límite de desarrollo, el dinero se convierte en capital,
es decir, se busca incrementar el valor primitivo del dinero que
se lanza a la circulación, el dinero aumenta y ese aumento
lo convierte en capital; producto de una relación social
de producción de carácter masivo.

Puesto que la plusvalía no es el producto de la
circulación de mercancía, el poseedor de dinero es
libre de comprar en el mercado una mercancía cuya
característica sea la de ser fuente de valor; es decir,
que al mismo tiempo que se consuma crea valor.

"Si el obrero sólo necesita media jornada de trabajo
para vivir un día entero, sólo necesita para que
subsista su existencia como obrero, trabajar medio día. La
segunda mitad de la jornada laboral es trabajo forzado; trabajo
excedente. Lo que desde el punto de vista del capital se presenta
como plusvalía, desde el punto de vista del obrero se
presenta exactamente como plustrabajo". (24)

Una cosa debe quedar clara, la naturaleza no sólo
produce a los poseedores de capital -ya sea dinero o
mercancía- también crea su contrario, aquellos que
sólo poseen la fuerza de trabajo.

Se nos presenta la fuerza de trabajo como mercancía la
cual consiste simplemente en vender unas cuantas horas de
trabajo; no todo el trabajo. Ahora bien, si la fuerza de trabajo
es una mercancía, debe tener un valor. Y aquí surge
la duda ¿Cómo se determina el valor de una fuerza
de trabajo?

Tanto en El Capital y en Elementos Fundamentales para la
Crítica de la Economía Política (Grundrisse)
1.857-1858, existen extensos capítulos donde se analiza el
valor de la fuerza de trabajo. En concreto Marx plantea que el
valor de una mercancía -concepto que engloba a la fuerza
de trabajo- se determina por el tiempo que se consume para
producirla y reproducir la mercancía en específico,
es decir, para la conservación de la fuerza de trabajo
vivo para lo cual requiere de cierta cantidad de medios de
subsistencia, por lo tanto el tiempo de trabajo necesario para la
producción de dichos medios de subsistencia.

Cuando Marx habla de trabajo necesario plantea que éste
no se da igual pues, oscilará según la sociedad
donde se de. Luego, cuando se refiere al tiempo de trabajo
necesario para la producción de ese artículo es
necesario señalar que en valor de uso de una herramienta
tiene que invertirse trabajo en ella para que siga siendo valor
de uso pues, dejada sin uso vuelve a su forma natural; y tiene
que ser trabajo vivo y no trabajo objetivado, ni trabajo pasado y
naturalmente que el valor de la fuerza de trabajo varía
puesto que no es fijo.

Otro elemento que menciona el autor, cuando hace referencia a
la fuerza de trabajo, es el de las necesidades imprescindibles.
Para él, el volumen de éstas, así como la
condición de su satisfacción es producto
histórico; por lo tanto, dependerá del grado de
desarrollo del país en cuestión y de las
condiciones bajo las cuales se ha formado la masa de trabajadores
libres, por lo tanto de sus hábitos y aspiraciones.

Al hacer mención de necesidades imprescindibles se
está refiriendo a las necesidades humanas (comer, vestir,
etc.) ya que las otras serian secundarias. Respecto al valor
mismo de la fuerza de trabajo nos encontramos que éste es
oscilante, y a esto se le suma el hecho de que rara vez el
precio
coincide con el valor.

Existe un párrafo de Grundrisse donde Marx plantea el
asunto del dinero y su crecimiento:

"El supuesto elemental de la sociedad burguesa es que el
trabajo produce inmediatamente el valor de cambio, en
consecuencia dinero, y que del mismo modo, el dinero
también compra inmediatamente el trabajo, y por
consiguiente al obrero". (25)

El dinero crece porque existe un trabajo pretérito
encerrado en la fuerza de trabajo y en el trabajo vivo que esta
pueda realizar, de modo que trabajo pasado, son todos los medios
de subsistencia producto del trabajo pasado y allí
está la suma de todos los medios de subsistencia. En otros
párrafos Marx distingue entre el consumo
productivo y el consumo individual y distingue en que el
último consume los productos en
cuantos medios de subsistencia del individuo y el primero en
cuanto a medio de subsistencia del trabajo; de la fuerza de
trabajo de ese individuo.

En concreto lo que plantea Marx es que el producto del consumo
individual es el consumidor mismo
y el resultado del consumo productivo es algo que se distingue
del consumidor; esto se debe a que en el trabajo se puede
producir más de lo que necesita el trabajador para
conservarse. Esta es la diferencia que hace Marx.

Ahora en relación con los medios de subsistencia a que
se le dan a cambio de la fuerza de trabajo resulta que eso no
coincide con el trabajo vivo pues, este trabajo vivo puede
producir más que los medios de subsistencia. Aquí
está apareciendo en su forma concreta esa
determinación; algo que era meramente abstracto se nos
presenta mas determinado.

En otro párrafo dice:

"El tiempo de trabajo vivo no produce otra cosa que la parte
del tiempo de trabajo objetivado (del capital) que se presenta
como equivalente de la disposición sobre la capacidad viva
de trabajo, parte que por lo tanto, debe reemplazar como
equivalente al tiempo de trabajo objetivado en esa capacidad de
trabajo, es decir, reemplazar los costos de
producción de la capacidad viva de trabajo, o, e en
otras palabras, mantener vivo al obrero en cuanto obrero".
(26)

El hecho de que sea necesario una jornada de cuatro horas
diarias para mantener vivo las veinticuatro horas al obrero, de
ninguna manera le impide trabajar una jornada completa, por eso
es que el valor de la fuerza de trabajo y su valoración en
el proceso de trabajo son pues, dos volúmenes
diferentes.

Dicho de otra manera: si el vendedor de su fuerza de trabajo
labora media jornada (cuatro horas, por ejemplo) para vivir las
24 horas nada le impedirá trabajar una hora o algo mas; y
al extrañar su valor de uso estará cediendo su
fuerza de trabajo, así como se cede una mercancía.
Esta es la gran suerte del comprador de la fuerza de trabajo: que
el valor de uso creado por la fuerza de trabajo durante un
día sea dos veces mayor que el valor diario de la misma.
Esa mercancía produce más valor que el valor que
recibe a cambio; de modo que esto viene a constituir una
condición material del trabajo humano a diferencia del
trabajo animal.

De esta suerte 30 bolívares (por ejemplo) se convierten
en 60. Se le ha añadido un plusvalor de treinta (30)
bolívares. El dinero se ha convertido en capital.
Finalmente la ilusión ha dado resultado.

En efecto, el valor de uso específico de la
mercancía ha sido la de ser fuente de valor, de más
valor que el que ella tiene y, ese plustrabajo extraído de
la segunda jornada es trabajo forzado excedente que desde la
perspectiva del capital es plusvalía; pero desde la
perspectiva del vendedor de la fuerza de trabajo está por
encima de su necesidad inmediata, es decir, para el mantenimiento
de su condición vital.

"El tiempo de trabajo vivo añade un cuanto nuevo de
trabajo; pero mediante este añadido cuantitativo no
conserva el cuanto de trabajo ya objetivado, sino mediante su
cualidad como trabajo vivo porque como trabajo se las ha con los
valores de uso en las que el trabajo pasado existe". (27)

Aquí el autor está considerando la
cuestión, primero, desde un punto de vista cuantitativo,
después cualitativo. Cualitativamente el trabajo vivo
añade efectivamente nuevo trabajo; pero desde esta
perspectiva no conserva el cuanto de trabajo ya objetivado. El
cuanto de tiempo de trabajo ya objetivado que tienen que
conservar son sus instrumentos y sus objetos de trabajo que
sólo se conservan como tales con el trabajo vivo, de lo
contrario pasan a ser cosas naturales. Es en los valores de uso
donde ya hay trabajo objetivado y será el trabajo vivo
quien conserva ese trabajo objetivado; será su cualidad y
no su cantidad lo que lo conserva. De tal modo que hay que
conservar el trabajo objetivado lo más que se pueda.

Capital e
ideología

Marx dice que en el proceso de la producción se cancela
la separación entre el trabajo y sus momentos objetivos de
existencia. Este modo de cancelarse es en el sentido hegeliano
que siendo distintos es como si se unificaran en el proceso de
trabajo; no hay trabajo sin medios de trabajo y objetos de
trabajo, estos son los dos puntos, el instrumento y el material.
Pero es en el proceso de trabajo donde se funda la existencia de
capital y trabajo asalariado y esto sucede porque el capital pasa
por la cancelación de la separación;
cancelación que ocurre en el proceso de producción;
y por si fuera poco produce más valor que el que le
cuesta.

La circulación de dinero y capital se presenta dentro
de la economía en dos actos. El primer acto es el
intercambio entre capital y trabajo y pertenece a la llamada
circulación habitual. El segundo posee cualidades
diferentes y por costumbre se le ubica dentro de los intercambios
de cualquier tipo, oponiéndose a este.

Cuando Marx se refiere a un primer acto está haciendo
referencia a la mercancía y un segundo acto es cuando esta
mercancía es ya fuerza de trabajo. De modo que ya estamos
en la Órbita de la circulación del capital; se ha
dejado la circulación de dinero, ahora ha aparecido el
capital.

Esta producción creada en el capital adquiere su forma
adecuada sólo cuando se desarrolla la libre competencia,
momento en que el modo de producción está basado en
el capital, de modo que no son los individuos los que
están puestos libres en esa competencia, mientras esta
descanse en el capital.

"Frente a quien lo emplea, el trabajador no está en la
posición de un libre vendedor… el capitalista es siempre
libre de comprar el trabajo, el trabajador está siempre
obligado a venderlo". (28)

Significa esto que el poseedor de la fuerza de trabajo, no
está en situación de libre vendedor frente a aquel
que lo emplea. El que posee la libertad es el capitalista, pues,
el vendedor de trabajo sabe que su trabajo se destruye si no lo
vende. El trabajo no es susceptible de acumulación en la
forma de ahorro como lo
es la verdadera mercancía -el dinero-.

Cuando aparece el capital, aparece como en un círculo
exterior y en ese momento, lo que antes veíamos en el
sitio de la Igualdad y la Libertad no va a parecer lo mismo.
Aparecerá la Libertad del individuo dentro de las
condiciones del capital. Aparecerá como lo que es, la
Libertad de competencia entre capitales y capitalistas.

Esta condición de Libertad es a su vez la más
completa cancelación de toda la Libertad individual en un
sistema donde las condiciones sociales toman la forma de fuerzas
cósicas, sobrepoderosas, por encima de los individuos que
conforman el desarrollo de lo que es la libre competencia. Todo
lo anterior debe entenderse como un desarrollo y a la vez una
explicación. Un desarrollo real y la explicación de
lo que es la libre competencia.

En los párrafos que presentamos a continuación
va a aparecer el aspecto ideológico a través de la
famosa separación donde el proceso de trabajo se funda en
una unidad.

Marx utiliza la palabra Dirimetión que en alemán
quiere decir separación y en castellano se
traduce como dirimir, aunque esta no es la traducción más adecuada. Debe
entenderse este término Dirimetión como lo que
entendemos por divorcio, pero
un divorcio no consumado donde las partes están y no
están separadas.

Marx plantea que la única Dirimetión aportada
por el proceso de producción es la Dirimetión entre
materia prima, el instrumento de trabajo y el trabajo vivo. De
manera que esto se ve como una separación a medias que en
el proceso de trabajo se funde en una unidad; se cancela esta
diferencia originaria en el proceso de trabajo mismo pues, fuera
de él se ve como si estuviera separada a medias ya que de
hecho no hay instrumento de trabajo sin trabajo.

A esta separación le queda un resultado
histórico y este cuasi divorcio no es meramente más
que separar por un momento los instrumentos y los objetos de
trabajo: pero por detrás está siempre la
unión del hombre con la naturaleza en un proceso de
intercambio de materia mediado por el trabajo que está
continuamente en todo el proceso histórico.

En verdad esto no necesita mucha explicación, la que si
lo necesita es la separación entre capital y trabajo
asalariado.

"El ser para sí autónomo del valor frente a la
capacidad viva del trabajo; de allí sus existencia como
capital, la diferencia objetiva conservada en sí misma,
ajenidad de las condiciones objetivas de trabajo ante la
capacidad viva de trabajo. Ajenidad que llega hasta el punto en
que estas condiciones de la persona del
trabajador se lo ponen en la persona del capitalista como
personificación, voluntad e intereses propios". (29)

Lo dicho en este párrafo tiene que ver con la enajenación pues, cuando dice "como
personificación" es la personificación de algo que
tiene sus fines propios, su voluntad e intereses propios; es algo
que no es hombre y que creado por el hombre tiene voluntad e
intereses propios que no son los del trabajador pero tampoco son
los del capitalista en persona.

De modo que esto es el fundamento para pasar a la parte
ideológica del asunto.

"Esta separación absoluta de propiedad, o
sea, objetivos de trabajo contra la capacidad viva de trabajo, de
tal modo se le oponen como propiedad ajena que son la propiedad
de otra persona jurídica; dominio absoluto
de la voluntad de ésta y, de tal modo que el trabajo se
presenta ante el valor personificado en el capitalismo o ante las
condiciones de trabajo como trabajo ajeno; esta separación
entre la capacidad viva de trabajo y las condiciones de su
realización, entre trabajo objetivado y trabajo vivo,
entre valor y la actividad creadora del valor. De allí
también la ajenidad del fin del trabajo con respecto al
trabajo mismo.

Esta separación se presenta ahora también como
producto del trabajo mismo, como objetivación de sus
momentos propios". (30)

El salto a la Ideología se encuentra en el momento en
que dice "que son la realidad de otras personas jurídicas"
de manera que la enajenación va en constante aumento; pero
lo más interesante es que antes de darse la
separación, la cual no forma parte del capital, el valor
de trabajo se ha convertido en precio de trabajo, el precio se ha
convertido en salario y el
salario oculta esa separación y la diferencia que hay
entre trabajo necesario y el trabajo que va mas allá del
necesario pues, el que vende su fuerza de trabajo recibe una sola
paga por su trabajo.

"Desarrollo que ha alcanzado un punto tal que la
conservación de la riqueza general por un lado exige un
tiempo de trabajo menor para la sociedad entera y que por otra
parte la sociedad trabajadora se relaciona científicamente
con el proceso de su producción progresiva, de su
producción en plenitud cada vez mayor; por consiguiente ha
cesado de existir el trabajo por el cual el hombre hace lo que
puede lograr que las cosas hagan en su lugar". (31)

En este párrafo escrito en 1855 encontramos referencia
a la famosa predicción de Marx quien planteó la
inevitable realidad de que las cosas trabajaran en lugar del
hombre en la medida en que la gran industria
capitalista se desarrolla. Y serán precisamente esas
formas de desarrollo las que servirán para interpretar el
planteamiento de Marx. Estos límites
son:

"1. El trabajo necesario como límite del valor de
cambio de la capacidad viva del trabajo o del salario de la
producción industrial.

2. El plusvalor como límite del plustiempo del, trabajo
y con respecto al, plustiempo relativo del trabajo como barrera
del desarrollo de la fuerza productiva.

3. Lo que es la misma cosa, la transformación en dinero
del valor de cambio en general como límite de la
producción; esto es.

4. De nuevo lo mismo como limitación a los valores de
uso para los valores de cambio o que la riqueza real tiene que
adoptar una forma determinada diferente de sí misma y por
tanto absolutamente idéntica a ella misma para
transformarse sin más en objeto de la producción".
(32)

El tercero y cuarto límite son repeticiones de lo mismo
y corresponden a las soluciones que
el capitalismo pone contra esos límites.

Una alternativa a esto sería por ejemplo, en el primer
límite, aumentar los salarios con lo
cual aumenta la demanda
efectiva. Esto trae como consecuencia la inflación por un
lado, y por el otro, la reducción de la tasa de
crecimiento.

En el segundo sería la obtención de menos
plusvalía; y esto trae como consecuencia una baja en la
tasa de la ganancia.

El tercero sería distribuir los productos bajo el
límite de su valor; estos serían los últimos
recursos de un
plan de
emergencia.

El cuarto será no vender productos o no producir y con
ello la depresión
combinada con la inflación.

Pero será en este otro párrafo de los Grundrisse
donde Marx extrapola su idea de una sociedad totalmente
mecanizada.

"El intercambio de trabajo vivo contra trabajo objetivado, es
decir, el poner el trabajo social en la forma de oposición
entre capital y trabajo asalariado, es el último
desarrollo de las relaciones de valor y de la producción
basada en el valor. Su presupuesto es y permanece: la medida de
tiempo de trabajo inmediato, el cuanto de trabajo aplicado como
factor decisivo de la producción de riqueza. Pero, en la
medida que la gran industria se desarrolla, la creación de
riqueza real deviene menos dependiente del tiempo de trabajo y
del cuanto de trabajo aplicado que del poder de los agentes, que
han sido puestos en movimiento durante el tiempo de trabajo y que
él mismo (el movimiento) de nuevo -su powerful
effectiviness- no está en ninguna relación con el
tiempo de trabajo inmediato que cuesta su producción, sino
más bien depende del estado universal de la ciencia y del
progreso de la tecnología o
aplicación de esta ciencia a la producción (el
desarrollo de esta ciencia, particularmente, la ciencia natural,
y con ella todas las otras, está él mismo de nuevo
en relación con el desarrollo de la producción
material)…. La riqueza real se manifiesta más bien, y
esto lo revela la gran industria, en la monstruosa
desproporción entre el tiempo de trabajo y sus productos,
como también en la desproporción cualitativa entre
el trabajo reducido a una pura abstracción, y el
poderío de los procesos de producción a los que
supervisa. El trabajo no aparece tanto más incluido en el
proceso de producción, cuanto más bien el hombre se
las ha, como vigilante y regulador, con el proceso mismo de
producción (lo que vale para la maquinaria, vale
también para la combinación de actividades humanas
y el desarrollo del comercio
humano). El trabajador ya no intercala más el objeto
natural modificado como intermedio entre sí y el objeto,
sino que empuja el proceso natural, al que ha cambiado en un
proceso industrial, como medio entre él y la naturaleza,
para adueñarse de ella. Entra al lado del proceso de
producción, en lugar de ser su agente principal. En este
cambio, ya no es el trabajo inmediato que el hombre mismo
ejercita, ni el tiempo que trabaja, sino la apropiación de
su propia fuerza universal productiva, su entendimiento de la
naturaleza y su dominio de la misma mediante su existencia como
cuerpo social, en una palabra, el desarrollo del individuo social
el que aparece como gran sostén de la producción y
de la riqueza. El robo del tiempo ajeno de trabajo en el cual
descansa la riqueza actual, parece un fundamento miserable frente
a éste nuevamente desarrollado; creado mediante la gran
industria misma. Tan pronto ha creado el trabajo, en forma
inmediata, de ser la gran fuente de riqueza, el tiempo de trabajo
cesa y tiene que cesar de ser medida y por tanto, el valor de
cambio medida de valor de uso. El plustrabajo de la masa ha
cesado de ser condición del desarrollo de la riqueza
universal, al igual que el no trabajo de las pocas condiciones
del desarrollo de las fuerzas universales de la cabeza humana.
Con eso se rompe la producción que descansa en el valor de
cambio y el proceso material de producción mismo queda
desnudo de la forma de la indigencia y la oposición. El
desarrollo libre de las individualidades, no para poner por
tanto, la reducción del tiempo de trabajo necesario a
plustrabajo sino, sin más, la reducción del trabajo
necesario de la Sociedad a un mínimo, que entonces,
mediante todo tiempo liberado y todo medio creado corresponde a
la formación artística, científica, etc.,
del individuo. El capital mismo es la contradicción en
proceso; porque pugna por reducir el tiempo de trabajo a un
mínimo, mientras pone, por otro lado, el tiempo de trabajo
como única medida y fuente de la riqueza misma. Disminuye
el tiempo de trabajo en la forma de necesario, para aumentarlo en
la forma de superfluo; pone, por tanto, la superflua creciente
medida -question de vie or de mort- como condición del
necesario. Por un lado, llama a la vida todas las fuerzas de la
ciencia y de la naturaleza, así como la combinación
social y el comercio social, para hacer la creación de la
riqueza independiente (relativamente) del tiempo de trabajo
aplicado a ella. Por otro lado, quiere medir estas creadas,
gigantescas, fuerzas sociales con el tiempo de trabajo y
conformarlas en los límites exigidos, para conservar el ya
creado valor como valor. Las fuerzas productivas y los
vínculos sociales -ambos lados distintos del desarrollo
del individuo social- aparecen ante el capital sólo como
medios y son sólo medios para él, para producir a
partir de su fundamento limitado. In Fact, sin embargo, son las
condiciones materiales para volarlo por los aires". (33)

"El tiempo de trabajo como medida de la riqueza, pone a la
riqueza misma como fundada en la miseria y el disposable time
como existente en y mediante la oposición con el
plustrabajo opone al tiempo entero de un individuo como tiempo de
trabajo y degradación del mismos por eso, como mero
trabajador; subsunción bajo el trabajo. La maquinaria
más desarrollada constriñe al trabajador a
trabajar, por eso, más largamente que lo hacen los
salvajes o como él mismo lo hace con las herramientas
más simples, más toscas". (34)

El sentido de este párrafo es que el trabajador se va
poniendo continuamente al lado de la producción misma, ya
no es el agente principal, sino el que regula la
producción.

Este es un párrafo donde parte es verdad y otra parte
predicción es verdad porque se basa en algo que él
estaba viendo y a la vez comparativamente extrapolado esa
tendencia. Comparando estos tres últimos párrafos
citados notamos que los dos primeros límites a los cuales
él hace referencia se encuentran desarrollados en el
antepenúltimo párrafo. Todo está creado
hasta el punto de predecir la formación de una sociedad
donde todas las fábricas estuvieran robotizadas,
completamente computarizadas como la gran mayoría de las
fábricas de automóviles de Japón.

Conclusiones

a. Para Marx, en la historia, el pasado está
continuamente presente; de modo que para él no es
necesario hacer historia del pasado pues, el pasado no se ha ido,
está presente, solo que determinado de otra manera,
está en otra relación.

Esa tesis de catalogar a Marx como instrumentalista de la
historia, la de achacarle el uso de determinadas premisas
históricas como instrumentos organizadores de su
teoría viene de los pragmatistas.

Para los pragmatistas, las teorías no tratan de la
realidad, ellas son sólo herramientas que se usan para
organizar fenómenos observables. Son útiles y no
tienen más significado excedente que la manera como
funciona dentro de un sistema.

Si bien es cierto que Carlos Marx hace historia a la manera
tradicional; es decir, recopilando documentos, observando,
comparando el presente con el pasado y extrapolando hacia el
futuro, no es elemento de juicio para decir que sus
teorías no tratan de la realidad. Si tratan de la
realidad, sus términos teóricos tienen excedente
más allá de como funciona dentro de un sistema.
Está manifestado en los Modos de Producción.

La organización teórica de la historia, desde el
punto de vista de Marx es real; es el resultado de la destreza y
el adiestramiento
del hombre en el uso de las herramientas de trabajo que le sirve
para modificar la naturaleza y modificarse él
recíprocamente.

Para Karl Popper, el curso de la historia está
determinado por la forma en que los conocimientos crezcan y como
éste conocimiento es imprescindible por métodos
racionales, resultará imposible la existencia de una
ciencia histórico – social como el materialismo
histórico y las ciencias
sociales. De esta manera, el neo-positivismo
está planteando -según las nuevas necesidades que
se vayan creando- la reinterpretación de la historia para
cada nueva generación; de esta manera se está
negando a la sociedad como producto de los conocimientos
acumulados. Esta manera de interpretar la historia es
característica en las ideologías burguesas; los
ideólogos siempre están interpretando la historia,
nunca estudiándola.

El trabajo del individuo produce Plusvalía, produce
trabajo excedente; produce algo real. De modo que, la
Plusvalía no puede ser una simple construcción hipotética; de ser
así, la teoría económica de Marx
sería lo más infantil de las teorías
económicas.

Lo que él plantea es algo que está en constante
cambio en la historia. Las Fuerzas Productivas, los Modos de
Producción y la Lucha de Clases Antagónicas son
elementos de su teoría que están en constante
movimiento. Si fueran estáticos serían meros
conceptos vacíos; instrumentos que no tendrían
correspondencia con la realidad.

El Materialismo Histórico estudia con exactitud las
condiciones sociales de los individuos y sus relaciones. Las
estudia no de manera fragmentaria, sino en forma multilateral
eliminando el subjetivismo y la arbitrariedad de las ideas
dominantes.

En Marx la causalidad tiene sentido histórico, aunque
no tiene que ver con la causalidad física, ni natural. Las
leyes que él establece, son leyes históricas que
tienen validez en el contexto que a lo sumo indicarán una
cierta etapa del desarrollo de la producción. Marx en
ningún momento se planteó una concepción
subjetiva de la historia; pues, si el asunto -como lo interpretan
muchos- se trata de pasar de los eventos del
pasado al futuro causalmente, estas leyes serían
ahistóricas; por eso, la concepción materialista de
la historia no recurre a las constantes, ya que dejarían
de ser un evento.

El conocimiento de la sociedad presente nos da la clave de la
sociedad pasada, de ninguna manera la futura.

El embrollo sobre las llamadas predicciones de Marx, vienen
dadas por las interpretaciones que de éste se han
hecho.

Cualquiera que se haya iniciado en la teoría marxista,
o que pretenda tenerla como punto de referencia en su estadio de
la lucha de clases, no puede negar que el Estado es un
órgano de coerción de una clase sobre otra. Esto es
así desde que surge como una necesidad para frenar los
antagonismos de clase, siendo en la antigüedad, como lo es
hoy, cualquiera sea la forma que éste adquiera, una
maquinaria de la que se valen los burgueses para someter a los
obreros y otras clases explotadas.

b. En el Estado moderno la dominación de la
burguesía descansa sobre la Igualdad y la Libertad.

Igualdad porque el trabajo es medido con la misma escala para
todos los obreros. Existe la Libertad representada en la libre
competencia de los obreros para vender su Fuerza de Trabajo.

Ideológicamente hay un Derecho igual y una Libertad
reflejada en las ideas.

Existe Libertad e Igualdad en el intercambio de
mercancía y esto es reflejado por la Ideología, lo
que ocurre es que el intercambio se va a reflejar en las ideas.
En la sociedad capitalista el obrero es libre de vender su Fuerza
de Trabajo como mercancía es libre de no tener Medios de
Producción.

En este proceso de venta de la Fuerza de Trabajo como
mercancía a cambio de dinero va apareciendo la
Alineación la cual se presenta como haciéndose
distinta de lo que es y a la vez lleva implícita la venta
del trabajo individual. Todo va a la vez junto y no sólo
es que se haga el trabajo extraño al objeto, que siendo
individual aparece universal, que siendo concreto aparece como
abstracto y aparte de eso el trabajo se ha vendido como si fuera
una mercancía. Se ha vendido libremente o de lo contrario
el obrero se muere de hambre.

c. El obrero es libre de vender su Fuerza de Trabajo como
mercancía; el poseedor de dinero es libre de comprarla por
un valor.

El valor que se paga por esa mercancía será el
necesario para que el obrero siga subsistiendo; pero resulta que
ese dinero que recibe para su subsistencia no coincide con el
trabajo hecho. El plustrabajo no es retribuido al obrero

Esa mercancía vendida por el obrero es a su vez fuente
de más valor de la que ella misma tiene. La
mercancía produce más valor del que recibe a
cambio, el plustrabajo extraído es trabajo forzado
excedente, que desde la perspectiva del capitalista es
plusvalía.

d. Marx usa la palabra enajenación en sus
teorías económicas, para referirse a una
condición del hombre en donde sus propios actos se
convierten para él en un poder extraño que
está en contra y por encima de él, y al cual no
puede controlar.

No hay trabajo sin medios de trabajo y objetos de trabajo; es
decir, el instrumento y el material donde se funda el
trabajo.

En el intercambio entre capital y trabajo se dan dos procesos.
Uno como intercambio de mercancía y otro cuando la
mercancía es Fuerza de Trabajo productora de
Plusvalía; y lo que antes era la Libertad y la Igualdad
para los obreros deviene ahora, en el círculo del capital,
como la Libertad de los capitalistas para entrar en la libre
competencia del capital.

El capital produce una separación entre los medios de
trabajo y la objetividad del trabajo: pero lo importante es que
la misma separación que se da en la persona del
trabajador, también se da en la del capitalista como
personificación, como algo que tiene voluntad e intereses
propios que no son los de un capitalista en particular, sino la
de otra persona jurídica.

Bajo este proceso comienza a manifestarse la
enajenación.

El fenómeno de la enajenación es uno de los
efectos más importantes que sobre la
personalidad del individuo ha producido el capitalismo. Este
fenómeno se explica como una experiencia en donde la
persona se experimenta a sí misma como un extraño;
extraño para sí mismo. Ya no se percibe como el
centro de su mundo, como creador de sus propios actos; todo lo
contrario, sus actos y las consecuencias de ellos se han eregido
en amos a los que obedece y adora. La persona alienada
está tan apartada de sí como de cualquier otra. Se
percibe a sí mismo y a los otros como las cosas son
percibidas: con los sentidos y
con el sentido común, pero sin vincularse productivamente
consigo y con el mundo exterior.

Las relaciones entre los hombres van a aparecer realmente como
propiedades de cosas y las propiedades sociales de las cosas van
a aparecer como bien extrañadas. Realmente sucede
así porque en el intercambio de productos del trabajo
humano, éste se valoriza, se mide por el tiempo de trabajo
que ha costado producirlo y al homogeneizarse e intercambiarse
con esas medidas ocurre todo lo contrario, que las relaciones
entre personas se han convertido en relaciones entre cosas.

Este aspecto de la ideología no es Falso, esto no ha
sido imaginado, realmente la Ideología dice lo que pasa,
lo que sucede es que muchos economistas e historiadores no van
más allá de lo que está a la vista y dejan
las cosas en el mundo de las ideas.

La clase dominante presenta como absoluta los juicios
particulares inherentes a sus intereses y a su visión del
mundo, es la Ideología de la burguesía es pues, una
falsa conciencia, una visión deformada del mundo.

Sólo con la aparición del capitalismo se da por
primera vez la posibilidad objetiva de una identidad
entre sujeto y objeto, lo que viene a ser lo mismo, se hace
posible a partir de la conciencia de ser del proletariado,
aprehender los mecanismos de génesis, desarrolla y
superación de la totalidad social, es decir, el ser humano
es un producto histórico social, es el conjunto de sus
relaciones sociales; este lo convierte, desde la óptica
dialéctica marxista, en la verdad absoluta y relativa al
mismo tiempo, en algo que deviene y se hace.

Literatura
citada

1. AYER, A.J.: "Lenguaje.
Verdad y Lógica". Edit. Universitaria de Buenos Aires.
1975.

2. CARNAP, Rudolf: "Fundamentación Lógica de la
Física". Edit. Suramericana. Buenos Aires. 1959.

3. MARX, Carlos: "Crítica al Programa de Gotha".
4ª. Edición. Editorial Ricardo Aguilera.
Madrid. 1971.
pág. 65.

4. MARX, Carlos: "El Capital crítico de la
Economía Política". Traducción de Wenceslao
Roces. Fondo de Cultura
Económica. México.
1973. Tomo 1.

5. MARX, Carlos: "Elementos fundamentales para la
Crítica de la Economía Política (Grundrisse)
1857-1858". Editorial Siglo XXI Editores. Traducido por Pedro
Scaron. 8ª. Edición. México. 1976. Tomo 1 y
2.

6. MARX, Carlos: "Manuscritos Economía y
Filosofía". Alianza Editorial. Madrid. 1977. pág.
249

7. MARX, Carlos: "Miseria de la Filosofía". Ediciones
Orbis S.A. Madrid. 1984.

8. MARX, Carlos y Federico Engels: "La Ideología
Alemana". Ediciones Arca de Noé. Bogotá. 1975.
pág. 746.

9. MARX Y ENGELS: "Obras Escogidas", 1ª. Edición.
Colombiana. Editorial Tupac Amarú. Bogotá. 1975.
pág. 535.

10. PIERCE, Charles S.: "Mi alegato a favor del Pragmatismo".
Edit. Aguilar. Buenos Aires. Argentina. 1971.

11. POPPER, Karl: "La Miseria del Historicismo", Taurus
Ediciones S. A. Madrid. 1969.

12. POPPER, Karl: "La Sociedad Abierta y sus Enemigos
Editorial Orbis S.A. España. 1985 Tomos I y II

13. SAN AGUSTIN: "La Ciudad de Dios". Edit. Orbis SA. Madrid.
1985. pág. 269

14. SCHAFF, Adam: "Historia y Verdad". Editorial
Crítica, Grupo
Editorial Grijalbo. Barcelona. España. 1976.

15. VAN DEN HOAG, Ernest: "History and Factualized Fiction
Philosophy and History." Edit. Sidney Hook. New York. University
Press 1962.

ÍNDICE DE CITAS

  • (1) SAN AGUSTIN: "La ciudad de Dios". Editorial Orbis
    S.A. España. 1985. p.239

  • (2) MARX, Carlos: "Miseria de la Filosofía".
    Ediciones Orbis S.A. Madris. 1984. p. 141

  • (3) MARX, Carlos: "Ob. Cit". pp. 141 – 142

  • (4) PIERCE, Charles: "Mi alegato a favor del
    Pragmatismo". Tomo V. Edit. Aguilar. Buenos Aires. Argentina.
    1971

  • (5) MARX Y ENGELS: "Obra Escogida". 1ª Ed.
    Colombiana. Edit. Tupac Amarú. Bogotá.
    Colombia. 1975. p.535

  • (6) CARNAL, Rudolf: "Fundamentación
    Lógica de la Física". Cap. 26. Edit.
    Suramericana. Buenos Aires. 1959. p. 70

  • (7) PIERCE, Charles: "Ob. Cit" p. 83

  • (8) VAN DEN HOAG, Ernest: "History and Factualized
    Fiction Philosophy and History." Edit. Sidney Hook. New York.
    University Press 1962 p. 273

  • (9) AYER; A.J.: "Lenguaje, Verdad y Lógica".
    Edit. Universitaria deBuenos Aires. P. 93

  • (10) AYER, A.J.: "Ob. Cit". p. 72

  • (11) MARX, Carlos: "El Capital: Crítica de la
    Economía Política" Traducción de
    Wenceslao Roces. México. Fondo de Cultura
    Económica. Tomo I 1973. p. 216

  • (12) MARX, Carlos: "OB. Cit" p. 223

  • (13) SCHAFF, Adam: "Historia y Verdad". Editorial
    Crítica, Grupo Editorial Grijalbo. Barcelona.
    España. 1976. p. 163

  • (14) POPPER, Karl: "La Miseria del Historicismo",
    Taurus Ediciones S. A. Madrid. 1969. p. 12

  • (15) POPPER, Karl: "Ob. Cit". p. 9

  • (16) IBID p. 65

  • (17) MARX, Carlos: "El Capital". Fondo de Cultura
    Económica. Tomo I. Prólogo. Pág. xiv

  • (18) MARX, Carlos: "Ob. Cit". pág. xv

  • (19) MARX, Carlos: "Elementos fundamentales para la
    Crítica de la Economía Política
    (Grundrisse) 1857-1858". Editorial Siglo XXI Editores.
    Traducido por Pedro Scaron. 8ª. Edición. Tomo I.
    México. P. 187

  • (20) MARX, Carlos: "Crítica al Programa de
    Gotha". 4ª. Edición. Editorial Ricardo Aguilera.
    Madrid. 1971. pp. 22 – 23.

  • (21) MARX, Carlos: "Elementos fundamentales para la
    Crítica de la Economía Política
    (Grundrisse) 1857-1858". Editorial Siglo XXI Editores.
    Traducido por Pedro Scaron. 8ª. Edición. Tomo I.
    México. 1976. p. 182

  • (22) MARX, Carlos: "Ob. Cit." p.183

  • (23) POPPER, Karl: "La Sociedad Abierta y sus
    Enemigos Editorial Orbis S.A. España. 1984. p. 307

  • (24) MARX, Carlos: "Elementos fundamentales para la
    Crítica de la Economía Política
    (Grundrisse) 1857-1858". Editorial Siglo XXI Editores.
    Traducido por Pedro Scaron. 8ª. Edición. Tomo I.
    México. 1976. p. 266

  • (25) MARX, Carlos: "Ob. Cit." p. 160

  • (26) IBID p. 305

  • (27) IBID p. 309

  • (28) MARX, Carlos: "Manuscritos Economía y
    Filosofía". Alianza Editorial. Madrid. 1977. p. 66

  • (29) IBID pp. 412 – 413

  • (30) IDEM

  • (31) IBID p. 231

  • (32) IBID p. 368

  • (33) MARX, Carlos: "Elementos fundamentales para la
    Crítica de la Economía Política
    (Grundrisse) 1857-1858". Editorial Siglo XXI Editores.
    Traducido por Pedro Scaron. 8ª. Edición. Tomo II.
    México. 1976. pp. 227 – 229

  • (34) MARx, Carlos: "Ob. Cit." p. 232

 

 

 

Autor:

Orlando José Chirinos

Partes: 1, 2
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