Indice
1.
Introducción
2. Asesoría vs.
Consejería
3. La Persona Del Asesor Y Sus
Características Principales
4. Principales Momentos En La
Asesoría Y Sus Objetivos
5. Elementos Centrales Del
Proceso
6. Referencias
Bibliograficas
La aparición de la infección por VIH
planteó un reto enorme para la medicina y las
ciencias
afines; se trataba de lograr, de la manera más
rápida posible, una comprensión frente a la
etiología, curso, tratamiento y prevención a fin de
amortiguar el impacto que esa nueva condición
implicaría en los más diversos campos humanos.
Con el devenir del tiempo, esta
infección ha cambiado muchos de los conceptos y paradigmas que
en las ciencias de la
salud y en las
sociales teníamos por seguros y
creíamos poco modificables.
Uno de los cambios mencionados se presentó en el "nuevo"
estilo de la relación establecida entre el personal de
salud y los
consultantes o pacientes, la que dejó de ser tan
paternalista y vertical para, nuevamente, ser más humana;
hasta el calificativo para referirse a la persona que busca
asistencia se modificó: ¿se trata de un
consultante, es un paciente o quizás, un cliente?.
El empleo de
determinada palabra, elicita en la persona que la
escucha, no solamente aspectos simbólicos relacionados con
la misma sino además conceptos, sentimientos, actitudes y
eventualmente, prejuicios. Tal cosa ocurre, obviamente, con las
palabras asesoría / consejería; podrían ser
comprendidas como sinónimos, pero en realidad son
totalmente diferentes.
Consejería: transmite la idea, que la persona que la
efectúa es un consejero, un individuo que evalúa
una situación problema y como consecuencia, propone una
meta de comportamiento
que el aconsejado deberá seguir, si desea lograr sus
objetivos.
Así, la consejería se convierte en una
acción jerárquicamente determinada, con sesgo
impositivo, generadora de dependencias, ya que el aconsejado
trata de plegarse a los lineamientos propuestos por el consejero,
delegando la responsabilidad personal que el
aconsejado tiene frente a determinadas circunstancias-problema,
comprometiéndose seriamente la autonomía y el
control
personales de la persona que recibe la consejería.
Contrariamente, el término asesoría se relaciona
con la idea de una relación con una persona experta en
determinado tema, que siendo ajena a una circunstancia, puede
comprenderla de manera más objetiva y proponer
alternativas de solución en forma mancomunada con el
asesorado, de acuerdo con los recursos reales y
actuales con los que este cuenta, con sus características propias y con las
expectativas que tiene. De esta manera, por ejemplo, un asesor de
seguros no le
determina a su cliente las
acciones que
este debe seguir, sino que, contando con su experiencia y
conocimiento,
le informa sobre las diversas posibilidades que el cliente tiene
y entre los dos, eligen la que mejor se adapte a la meta buscada,
siempre bajo las condiciones individuales y especificas de su
asesorado. Es por eso que se desaconseja, en cuanto a la
infección por VIH y el SIDA, el
empleo de la
palabra consejería y se propone el término de
asesoría, empleado ya en publicaciones de carácter
universal.
Para los autores, la asesoría en la infección por
VIH es cualquier tipo de conversación entre un consultante
y alguno de los miembros del equipo de salud, en relación
con una dificultad o problema asociado con su condición
y/o enfermedad, cuya solución repercutirá en
beneficio del consultante, de su familia y/o del
entorno.
Para el Ministerio de Salud, de acuerdo con el Decreto 1543 de
junio de 1.997, consejería es: "Conjunto de actividades
realizadas para preparar y confrontar a la persona con
relación a sus conocimientos, sus prácticas y
conductas, antes y después de la realización de las
pruebas
diagnosticas"
La diferencia de criterio entre lo consignado por la Ley y los
aspectos técnicos mantenidos por los autores, estriba en
que para la primera, la consejería es una actividad
puntual relacionada única y específicamente con el
evento diagnóstico y las pruebas de
laboratorio
necesarias para el mismo, mientras que para los segundos se trata
de una actividad vinculada del todo a un tratamiento integral
para el paciente, realizable en cualquier etapa a partir de los
contactos iniciales con el consultante (aún antes de haber
llegado a su diagnóstico) de modo que se efectúa
en momentos muy distintos de su proceso y
directamente en relación con sus necesidades
específicas, como pueden ser, por ejemplo, la
búsqueda de soluciones
para, adherencia al tratamiento, autocuidado, sexualidad
segura, información a contactos o a familia,
etc..
¿Es la asesoría una psicoterapia?. Aunque es
posible que existan algunos puntos de contacto, son operaciones
bastante diferentes: la psicoterapia puede ser comprendida como
una relación entre consultante y terapeuta, centrada en la
búsqueda de la salud mental y la
estabilidad psicológica, mientras que la asesoría
es una actividad pragmática y diversa, no mediatizada
únicamente por elementos psicológicos sino que
busca la adaptación del sujeto mediante cambios o
modificaciones actitudinales y comportamentales, involucrando
campos y escenarios diferentes, como pueden ser laboral,
educativo, social, comunitario, interrelacional,
económico, religioso, etc.. Bajo ese concepto, el
asesor es el puente entre el consultante y su entorno, mientras
que el psicoterapeuta lo es entre el paciente y su mundo
interno.
Por Qué De La Asesoría En La
Infección Por Vih / Sida
La asesoría se ha convertido con el transcurso del
tiempo, en una
herramienta de trabajo sumamente útil en múltiples
campos del área de salud, de modo que se puede y debe
efectuar con personas aquejadas por diversas dolencias, como:
diabetes,
hipertensión, colostomías, cirugía
reconstructiva, etc.. Existen entonces, algunas consideraciones
por las cuales se debe emplear en personas con infección
por VIH o con SIDA como
son:
1. Tendencia hacia la fatalidad. Tanto la infección por
VIH como el SIDA son
situaciones generadoras de conflictos o
agresiones en todos los campos del quehacer humano, ya que
confrontan al individuo con su finitud, lo que desencadena una
serie de amenazas de naturaleza
interna al sujeto, como: sentido de la vida, sentido del dolor y
sufrimiento, existencia de un ser superior, culpa, castigo, etc.
Esto constituye un duelo que debe ser elaborado de una manera
constructiva, de forma que le permita al ser, continuar su
proceso de
crecimiento y desarrollo.
Por otro lado, el paciente, su pareja y su familia, deben llegar
a lograr niveles de ajuste en todos los campos, encontrando
nuevas formas de expresión y de vida, cambios que deben
propender por ser adecuados y significativos.
2. Ausencia de cura. En los albores del siglo XXI, la ciencia
médica se encuentra abocada al mismo paradigma de
nuestros antecesores: se está en capacidad de curar muy
pocas enfermedades.
Es por eso que cobra vigencia el aforismo de los viejos maestros
de la medicina: el
médico cura muy pocas veces, alivia algunas, pero
acompaña siempre. Con esto se quiere puntualizar que el
hecho de ausencia de cura en la infección por VIH,
constituye en un factor de desesperanza que podría
contribuir negativamente en el estado de
salud posterior del infectado y aún de su grupo
social.
3.- Proceso infeccioso. Uno de los problemas que
viven el paciente, la familia y/o
pareja y equipos de salud, se relaciona con la naturaleza
transmisible de la enfermedad. Ello implica conflictos de
la persona consigo misma y potencialmente desarrollo de
actitud
derrotista y estigmatizadora expresada potencialmente bajo la
siguiente postura: todo lo que tocaba el rey Midas, se
volvía oro; yo soy Sadim, todo lo que toco, lo infecto o
lo daño.
En la base de este tipo de idea se encuentra el hecho que el acto
de amor se
transforma muchas veces para el infectado, en acto de
destrucción.
4.- Edad de la población mas afectada. Los grupos
etáreos mas afectados son los que se encuentran entre los
15 a los 49 años, , evidentemente uno de los
momentos de mayor productividad
económica en nuestro medio.
5.- Temores Personales y Sociales. Los temores, la ansiedad y la
depresión se han visto claramente
relacionados con la disminución de la respuesta inmuneEn
referencia a los temores sociales, existe una doble
vía:
- La primera de ellas es por parte del paciente hacia
el colectivo, relacionada con la presencia de discriminación, rechazo y
aislamiento. - En segundo lugar se tienen los temores del colectivo
hacia el paciente. Esta circunstancia se expresa, entre otras
cosas, como rechazo de la comunidad a la
presencia de sitios de tratamiento, intentos de
destrucción de viviendas de personas infectadas, entre
otras.
6.- Información Errada, Incompleta o
Conflictiva. La desinformación en el campo de la
infección por VIH y el SIDA parece ser
más la regla que la excepción. Las fuentes de
información con que cuenta la población general son básicamente
los chismes cotidianos, chistes verdes
y las publicaciones amarillistas.
7.- Existen Múltiples Eventos
Relacionados con la Enfermedad que Pueden ser Prevenibles. En el
curso de una asesoría el miembro del equipo de salud puede
detectar o identificar situaciones que a corto plazo, vayan a
generar daño en el consultante o en su entorno.
8.- Atomización del Paciente. El desarrollo de la tecnología, sumado al
conocimiento
minucioso de aspectos científicos, ha conducido a la
aparición de especialidades y subespecialidades; la
consecuencia inmediata es que el consultante comienza a ser visto
como un agregado de órganos, funciones y
patologías. No resulta extraño que un especialista
formule un medicamento y otro especialista que atiende al mismo
paciente, lo considere como contraindicado.
3. La Persona Del Asesor Y
Sus Características Principales
La asesoría está inextricablemente unida
al cuidado de salud; es en ese sentido en el que todo profesional
de la salud que tiene pacientes a su cuidado es en realidad un
"asesor". Sin embargo, al tocar el tema de la asesoría,
una de las preguntas fundamentales que surge es:
¿Quién es la persona que la efectúa?.
De manera tradicional, las intervenciones sobre un paciente o
consultante por parte del personal de salud que puedan tener un
efecto en la esfera mental o actitudinal, se dejan del todo para
que la hagan las personas con entrenamiento en
psicoterapia o los especialistas en psicología o
psiquiatría.
Dado que la asesoría no es, estrictamente hablando, una
forma de psicoterapia, los conocimientos necesarios de salud mental son
los que se imparten en cualquier programa de
formación universitaria en ciencias de la salud; las
calificaciones para enfrentar una asesoría se relacionan
básicamente con los siguientes campos:
- Conocimientos generales amplios y suficientes sobre
la infección y tener la capacidad de traducir todo ese
conocimiento a un lenguaje
cotidiano, comprensible y coloquial, elemento de gran
importancia para el establecimiento de un contacto
empático. - Conocimientos sobre asesoría en
infección por VIH y el SIDA, específicamente
hablando que no es un acto empírico sino que se
relaciona con técnicas
específicas de intervención, que pueden ser
desarrolladas en el marco de una actividad académica de
aprendizaje
y entrenamiento,
a cargo de personas con conocimiento y experiencia. - Características individuales especificas en
estructura
psíquica y relaciones
interpersonales, habiendo el asesor trabajado en sí
mismo, conceptos relacionados con sexualidad,
elección de pareja, muerte,
dolor, sufrimiento, sentido de la vida y de la muerte,
de manera que frente a estos temas su conflicto
interno sea el menor posible para no cargar al consultante con
los conflictos propios de él y con los del
asesor.
Es esencial el contar con capacidad empática,
entendida esta como la capacidad de darse cuenta de los
sentimientos de otros. Necesita calidez y calidad humanas
para enfrentar una relación que exige involucrarse mas no
comprometerse.
- Abierto al diálogo y con habilidades de comunicación.
- Consistente consigo mismo en conocimientos y estilo
de vida. - Alto nivel ético pero con posibilidad de
excluir los juicios morales y de valor dentro
de la relación con el paciente. Es importante que en una
situación de asesoría, se parta de los valores
y estructura
ética
del consultante, no las del asesor. - Disposición voluntaria y deseo personal de
trabajar en éste campo. De lo contrario, esto no conduce
sino a malestar fuerte y daño serio en el trabajador de
la salud y en la persona asesorada, contribuyendo aún
más al desarrollo del Síndrome de Desgaste
8, 9, 10 y a la agresión potencial hacia el
consultante. - Posibilidades de trabajar en equipo y de dejar de
lado la autosuficiencia personal para recurrir a la
acción multidisciplinaria en el momento en que lo
requiera. - Competencia cultural11: quiere decir que
el asesor se encuentra en capacidad de comprender diversos
marcos culturales y subculturales, y que conoce, aunque sea de
forma superficial, los ritos, creencias, tradiciones,
hábitos, valores,
etc., de determinada cultura.
Para lograr ser competente culturalmente hay que transitar un
camino interior que le permita a la persona pasar desde los
extremos de la intolerancia característicos del
genocidio, racismo,
fanatismo, ghetos de aislamiento, prejuicios, hacia la
búsqueda del desarrollo
personal de tolerancia
étnica y conciencia
cultural que desemboquen en una adecuada competencia
cultural.
4. Principales Momentos En
La Asesoría Y Sus Objetivos
Se ha dicho que la asesoría en la
infección por VIH y el SIDA es una intervención
longitudinal y no necesariamente transversal; sin embargo, por lo
que a la legislación colombiana respecta, (Decreto 1543 de
junio de 1.99712) se puntualizan dos momentos
de asesoría: pre-prueba y post-prueba.
Este concepto pretende
asegurar que la decisión de realizarse una prueba
presuntiva o diagnóstica sea autónoma, voluntaria,
consciente y generadora de cambios comportamentales del posible
infectado o del no infectado que necesita mantenerse en ese
estado.
Comprendiendo el interés
del legislador, se considera que existe un tercer momento que no
puede ser descartado durante el proceso: asesoría de
seguimiento.
Asesoría Pre-test
Cuando se habla de una asesoría pre-test, en realidad
no se pretende decir una sino que podría ocurrir que se
trate de varias sesiones para lograr el cumplimiento de los
objetivos
propuestos.
La asesoría pre-test responde a
tres objetivos básicos:
- Asegurarse que la decisión de la prueba de
laboratorio
se basa en el
conocimiento de las implicaciones personales,
médicas, laborales y sociales que pueden derivarse de la
misma. - Brindar preparación para un posible resultado
positivo. - Suministrar información para disminuir el
riesgo de
infección, en el caso de un resultado consistentemente
negativo, lo cual implica una búsqueda de cambio de
actitud en
el consultante. - Conocer lo mas ampliamente posible al paciente en
cuanto a su información respecto a la infección
por VIH y el SIDA y sus respuestas frente a los conflictos y
crisis
previas.
Los puntos a tratar en una asesoría pre-test son
independientes de si la solicitud de la prueba de anticuerpos
para VIH ha sido prescriptiva o voluntaria, es decir, si ha sido
por indicación médica o por solicitud personal. A
pesar de las diferencias entre cada uno de los pacientes y entre
cada sesión de asesoría, en términos
generales, en la sesión inicial deben considerarse los
siguientes puntos:
- Dentro de las limitaciones de tiempo asociadas con
"rendimientos de consulta" de cada institución, se
deberá tomar el tiempo necesario para entablar una
comunicación humana con el
paciente. - Discutir los elementos de confidencialidad y su
significado. - Investigar las motivaciones del paciente para la
consulta y/o la prueba (si es voluntaria), o informar las
razones que tiene el equipo de salud para haber solicitado una
prueba (si es prescriptiva)13. - Brindar información sobre lo que es la prueba
y sobre lo que no es la prueba. - Explorar los conocimientos que tiene el paciente
acerca de la enfermedad. Aclarar o suministrar la
información básica y necesaria en ese momento,
sobre la infección o el síndrome. Utilizar
lenguaje
claro, cotidiano, comprensible, y llano para el paciente.
Emplear ejemplos de la vida diaria o de otras enfermedades conocidas por
el paciente. - Explicar el período de "ventana
inmunológica" u "horizonte inmunológico" y su
significado. - Explorar las consecuencias que para el paciente
tendría el estar infectado por el VIH no solamente desde
su visión como asesor sino también desde la
óptica del paciente, al igual que las
implicaciones de un resultado (+) en la vida de pareja,
relación sexual, vida laboral, social
y seguimiento médico. - Explicar los beneficios de la prueba bajo las
circunstancias propias del paciente. - Establecer y reforzar el
conocimiento que tiene el paciente sobre transmisión
y prevención y estimular los comportamientos de
sexualidad segura del consultante. - No dar nada por sobreentendido. Asegurarse que el
paciente entiende el significado de cada una de sus expresiones
y que está comprendiendo lo que se le
expresa. - Explorar las posibles reacciones psicológicas
adversas por parte del paciente en caso de un resultado (+) y
plantear estrategias
para poderles hacer frente, si se llegara a dar la
situación. - Identificar las conductas de riesgo del
paciente. Buscar opciones de cambio
frente a las mismas (que no es lo mismo que pretender modificar
su orientación sexual, lo cual, en ningún
momento, constituye una meta para la asesoría). Recuerde
que en prevención ya es valioso el hecho de disminuir el
riesgo, sin pretender bajarlo a "0", probablemente eso es
utópico. - Identificar la red de apoyo social
(familiar, laboral, afectiva) con que cuenta el paciente y a la
que se pudiera recurrir en caso de respuestas
adversas. - Hacer arreglos para la cita de entrega de resultados,
explicar al paciente el lugar, la hora y quien lo
atenderá, en cuyo caso, debe suministrarse nombre y
función del trabajador dentro del equipo.
Informar que sea cual sea el resultado de prueba, se
tendrá otra entrevista
de asesoría.
No olvidar que durante una sesión de
asesoría pueden distinguirse dos momentos diferentes: uno
de exploración y uno de información.
Estos momentos no son consecutivos sino que se dan de manera
alterna, de acuerdo al objetivo;
cuando se tengan momentos de exploración, el paciente
habla. Se debe escuchar activamente; la única
intervención del asesor en ese momento, será para
pedir aclaración de lo manifestado por el paciente,
abriendo el espacio de comunicación.
Por el contrario en los momentos de información, es el
asesor quien habla, permitiendo, eso si, la interrupción
por parte del paciente.
No deberá pretenderse que todos los pacientes luego de una
sesión de asesoría lleguen a una prueba de
anticuerpos para VIH; si se considera que el consultante no esta
en condiciones psicológicas para recibir un resultado (+)
ya que este pudiera conducir a unas severas reacciones de
crisis,
deberá diferirse la solicitud de prueba mientras se remite
al paciente a un trabajador de salud mental que efectúe la
psicoterapia conducente a minimizar el riesgo de crisis.
Deben realizarse las asesorías pre-test que requiera el
paciente, hasta que se considere que el riesgo de daño
psicológico serio, es mínimo. Así por
ejemplo si el paciente comenta: "me suicidaría si la
prueba fuera (+)", no deberá solicitarse hasta haber
trabajado ese aspecto. Si el asesor considera que no tiene las
herramientas
para intervenir sobre este u otros puntos difíciles ("mato
a quien me lo prendió"),será importante solicitar
interconsulta con el personal del equipo multidisciplinario
capacitado para su intervención.
Asesoría Post-test
En esta se deben considerar dos posibilidades: cuando el
resultado de la prueba es negativo y cuando es positivo.
Cuando el resultado de la prueba de anticuerpos para VIH es
negativo, se hace indispensable hacer de todas formas una
asesoría. Esto se basa en que posiblemente el paciente, en
el curso de la asesoría pre-test podía estar muy
tenso, con lo cual, parte de la información que se
suministró no se fijó en la memoria. En
éste momento la asesoría cumple con los siguientes
objetivos:
- Dar el resultado.
- Discutir el significado del resultado
- Buscar un cambio de en las conductas de riesgo
preexistentes.
Algunas de las acciones que
son posibles de emprender en este momento se relacionan
con:
- Verificar lo que el paciente entiende por este
resultado. - Trabajar la falsa sensación de seguridad
que se tiene cuando se recibe un resultado (-). - Reforzar nueva y completamente la información
sobre sexualidad segura. - Si es conducente, hablar y trabajar la importancia de
pruebas alternas o sucesivas.
Dar un resultado (+) es difícil; es posible que
el asesor trate de presentarlo con rodeos para hacerlo aceptable.
Sin embargo, suele ser inaceptable para el paciente, de manera
que no existe la forma de convertirlo en "aceptable"; si se trata
de presentarlo así, el paciente puede concluir que si ni
siquiera el terapeuta puede enfrentarlo ¿cómo
hará él?. Por lo tanto el resultado se debe dar
claramente, sin rodeos, pero sin brusquedad.
Antes de iniciar la asesoría post-test con resultado (+)
se deben tener presentes los objetivos de trabajo:
- Dar el resultado.
- Hacer frente a la posible crisis.
- Evaluar la necesidad de pruebas
subsiguientes. - Dejar establecido el vinculo entre el equipo de
trabajo y el paciente.
Para lograr los objetivos propuestos es importante tener
en cuenta los siguientes puntos:
El asesor debe estar disponible para suministrar el resultado, es
decir que no se puede, sin lesionar al paciente, dar un resultado
"de afán" y citarlo para otro día. Hay que tener en
cuenta que no es fácil estandarizar un tiempo para esta
intervención. En realidad se parte de la base que se
conoce la hora de inicio de una asesoría para resultado
(+), pero se desconoce el tiempo de duración de la
misma.
Las dificultades que se le plantean al paciente ante su
resultado, no pueden ser resueltas todas en el curso de una
única consulta. Ayuda jerarquizar las dificultades de
forma que se puedan enfrentar y colaborar en la búsqueda
de soluciones de
las más apremiantes. De acuerdo a la matriz de
urgente e importante, califique lo que se observa en el paciente
así:
– Urgente
– Urgente e importante
– Importante
– No importante
En ese mismo orden se trabajará y al final de
cada sesión se volverá a calificar los nuevos y
viejos aspectos planteados por el paciente, lo que le
permitirá al asesor definir cual será su siguiente
punto y los objetivos que se propondrá alcanzar en la
próxima asesoría.
Es importante recordar que bajo el estado
inicial de shock, parte de la información suministrada no
se asimila, por lo que se deberá volver sobre ella en
sesiones futuras.
Los puntos que pueden ser tratados en la
asesoría post-test a paciente (+) son:
- Entregar el resultado.
- Revisar lo que el paciente entiende por
éste. - Discutir el significado que para el paciente tiene lo
relativo a:
* Ausencia de cura y posible fatalidad del proceso.
* Transmisibilidad
* Pronóstico.
Es fundamental recordar que se trata de preparar al
paciente PARA LA VIDA y no para la muerte, ya
que aunque potencialmente fatal, es una enfermedad
crónica. Parafraseando a Hervé
Guibert14, persona con SIDA:
" Se trata de una enfermedad que da tiempo para morir y que da
tiempo a la muerte para
vivir, tiempo para descubrir el tiempo, y para descubrir por
fin… la Vida."
4. Identificar la preocupación inmediata del paciente,
atendiendo cuidadosamente a lo que dice a continuación de
conocer el resultado.
5. Discutir a quién podría el paciente decirle,
qué, cómo y cuando.
6. Indagar lo que el paciente va ha hacer en las próximas
horas o días a fin de asegurar los recursos para la
descarga de la tensión psicológica, de manera
constructiva y adaptativa.
7. Investigar qué dificultades prevé el paciente y
las maneras de hacerles frente.
8. Preguntar directamente sobre la posibilidad suicida.
9. Vigilar la respuesta afectiva del paciente ante la
información que se le dio para prever consecuencias.
9. Aclarar a quién va a buscar el paciente para
compañía o ayuda inmediata.
10. Asegurar que el paciente despeja dudas. Alentarlo a que le
haga preguntas sobre su condición de infectado por
VIH.
11. Fomentar el autocuidado hacia el futuro.
12. Asegurar que no se le dejará solo en el futuro, que
cuenta con un equipo empeñado en mantener su calidad de
vida. Esta afirmación y otras aparentemente
baladíes, configuran gran parte de la alianza
terapéutica futura y disminuyen ciertas respuestas
psicológicas o comportamentales dañinas para el
paciente, la familia o
la sociedad.
Enfatizar la importancia de su seguimiento.
13. Informar sobre las personas de su institución a las
que el paciente puede acudir, si lo requiere.
14. Dar una nueva cita en un tiempo relativamente
corto.
Asesoría de Seguimiento
Los objetivos de esta asesoría, son :
- Hablar al paciente.
- Crear un medio de comunicación libre de
crítica. - Afrontar las dificultades que se vayan
presentando. - En caso de recibir el paciente terapia
antirretroviral asegurar la adherencia al
tratamiento.
Algunas recomendaciones de trabajo en este momento de
asesoría se relacionan con:
1. Escuchar lo que dice y notar lo que no se dice. Es importante
estar atento al lenguaje verbal y extraverbal usado por el
paciente.
2. Identificar preocupaciones mediatas e inmediatas y ayudar al
paciente en el manejo de estas; es deber del asesor, como ya se
ha dicho, trabajar desde el punto de vista del paciente,
ayudándolo a encontrar respuestas adaptativas para su
momento de crisis. Recordar que se debe partir de hechos
concretos y no de supuestos, ya que estos últimos inhiben
la discusión libre y la exploración de la verdadera
naturaleza de las preocupaciones del consultante.
Suministrar la información que se requiera acerca de la
infección por VIH, de manera completa y suficiente. El
desconocimiento de la realidad trae unas consecuencias
individuales y colectivas más serias que el enfrentarse a
la verdad, por más dura que ésta sea. El
consultante tiene el derecho de conocer lo relativo a su
condición en todos los aspectos de su vida.
Eso sí, tal información deberá ser
suministrada de manera cuidadosa y en el momento oportuno. Es
aquí en donde reside el arte del
asesor.
Existen sin embargo aspectos de información en los que no
se puede comprometer el equipo de trabajo, pues de la enfermedad
hay mucho por comprender y tanto el paciente como el asesor deben
conocer las limitaciones del saber científico actual y
aprender a manejar esa incertidumbre que puede ser generadora de
ansiedades para el terapeuta, el o la paciente, la pareja y la
familia.
Valorar el impacto psicológico y emocional que las
preocupaciones actuales tienen en el paciente. Aunque el asesor
no sea un especialista en alguno de los campos de la salud
mental, debe siempre estar atento a las reacciones
psicológicas actuales y a las potenciales que el paciente
pueda desarrollar en el futuro. Aquí cobra una gran
importancia el trabajo en equipo
multidisciplinario, sobre el cual el asesor debe apoyarse. Hay
que reconocer que todos los miembros del equipo no poseen las
mismas habilidades para medir éste impacto, por lo tanto,
la
comunicación y discusión permanente dentro del
equipo de las situaciones de cada uno de los pacientes,
reforzará al asesor en su trabajo y manejo de la
situación, permitiéndole una intervención
adecuada en el campo de las situaciones psicosociales que el
paciente enfrenta.
Valorar el comportamiento
del paciente en busca de déficits neurológicos o
manifestaciones psiquiatras propias de la infección por
VIH o el SIDA. Uno de los problemas de
ésta patología es su tendencia a atacar
tempranamente el SNC (destrucción de la glía e
infecciones cerebrales) produciendo una encefalopatía
progresiva que se traduce en sintomatología de carácter
demencial de variada intensidad
El asesor debe
estar atento a la aparición de signos y síntomas de
esta condición ya que ellos impiden o dificultan la
consecución de las metas propuestas en la asesoría,
al comprometer la capacidad de juicio, raciocinio y
comprensión del paciente. La demencia debe ser reconocida
de manera temprana pues existen alternativas terapéuticas
para éste grupo de
pacientes, las cuales deben implementarse a la mayor brevedad
posible.
Por otro lado, la enfermedad por sí misma, o la
posibilidad del diagnóstico pueden reactivar
patologías mentales preexistentes, las cuales deben
recibir una inmediata atención por parte del equipo
multidisciplinario, con miras a proteger al individuo y/o al
grupo social. Es deber del asesor la detección temprana y
eficiente de éstas condiciones para poder hacer
una referencia oportuna al especialista adecuado.
Alentar y ayudar al paciente a tomar sus propias decisiones,
basado en todos los hechos posibles y alentarle a manejar su
propia vida, hasta donde las circunstancias lo permitan. Uno de
los mayores inconvenientes observados que se presenta en el marco
de la asesoría, es la tendencia por parte del paciente a
no asumir sus propias responsabilidades o el manejo de su
vida.
El paciente se torna dependiente y manipulador de los terapeutas.
Tiende a evitar sus responsabilidades, incluso en el papel que
desempeñó en su infección, ya que se
encuentra con frecuencia la tendencia de atribuírsela a
otros: "Me prendieron el SIDA". No, no se lo "prendieron"; el
paciente se colocó en circunstancias de riesgo para que lo
infectaran, a sabiendas o no. De la misma manera pretende que el
equipo de salud conduzca su vida a partir del descubrimiento de
su condición de seropositividad.
Forma pues parte importante de la asesoría, la necesidad
que el paciente reasuma el control de su
vida, de su tratamiento, de su autocuidado y obviamente, de las
conductas de riesgo en las que pueda incurrir en el futuro.
El reasumir el control de la existencia tiene la consecuencia
comunitaria inaplazable de que el paciente no necesite
"policías" externos para evitar la dispersión de la
epidemia y/o la reinfección personal, sino que
éstos mecanismos de control puedan ser establecidos desde
el interior de su propia persona.
Identificar los mecanismos y vías de actuación que
el consultante ha tenido en el pasado, para hacerle frente a los
problemas. No es raro que el consultante haya manejado
vías ineficaces o desadaptativas de solución de
conflictos en su vida anterior.
5. Elementos Centrales Del
Proceso
Una de las cosas de las cuales se habla poco se
relaciona con el espacio físico en el que se realiza la
asesoría. Si se "construye" un marco adecuado,
resultará un tanto más fácil la
intervención. No resulta conveniente lanzarse a esa
actividad por ejemplo en una sala de hospitalización en la
que hay 7 personas más. Debe buscarse un sitio que permita
una conversación confidencial y libre de interrupciones,
para que el paciente pueda descargar sus sentimientos sin que las
personas se "asusten" por el llanto, los gritos, la inquietud
ansiosa, el pasmo, etc.
Por otra parte, debe tenerse en cuenta los siguientes
puntos:
- Fijarse en cada sesión de asesoría,
objetivos pequeños, limitados y alcanzables. Los
objetivos muy grandes pueden no ser logrados, con la
desesperanza que esto trae para el paciente y los
asesores. - El asesor maneja la sesión. Es quien da
comienzo y final, define sus propósitos y guía la
conversación. Al final de la sesión el paciente
deberá estar en capacidad de sentir que ha tenido la
oportunidad de hablar, explorar sus preocupaciones y contar con
estrategias de
manejo para algunas de ellas - Ayudar al paciente a ver sus problemas en forma
diferente. El asesor puede ayudar al paciente a manejar su
enfermedad y no a que ella lo maneje, por lo que se convierte
en un reto para el asesor el lograr que el paciente se vea a
sí mismo y a su enfermedad de forma
diferente. - Trabajar en la disminución de la ansiedad a
proporciones manejables y que no inunden al paciente; de esta
manera se facilita la toma de
decisiones adecuada y adaptada. La ayuda puede venir a
través del desarrollo de planeación para superar sus
dificultades. - Evadir la dependencia y la tentación de
resolver los problemas de los pacientes. Son ellos mismos los
que deben tener las riendas de su vida y tratar de encarar sus
problemas, evitando de ese modo los sentimientos de inutilidad
y rabia del paciente. - Tener clara la manera cómo el paciente ha
enfrentado situaciones críticas en el pasado ya que esas
maneras pueden configurar un estilo de enfrentamiento
desadaptativo y estable. - Permitir que el paciente maneje la negación
como mecanismo de defensa, bajo la premisa de sus propias
circunstancias. Si ella es de una naturaleza patológica,
remitir a salud mental. De igual manera hay que actuar en el
caso de un estado
depresivo importante, de ansiedad fuerte o de verbalizaciones
suicidas o heteroagresivas. - Establecer límites
de lo que se logrará en las sesiones, de lo que puede o
no puede esperar el paciente y de hasta dónde
llegará su intervención como asesor. - Las sesiones deben tener una continuidad y frecuencia
adecuada. No se logran cambios o modificaciones
comportamentales si la frecuencia de reuniones es muy
baja. - Evitar el plantear cosas desde una seguridad
absoluta. El equipo de salud y los pacientes deben aprender a
manejar ciertas incertidumbres en relación con la
enfermedad y su proceso. - Compartir responsabilidades con los otros miembros
del equipo o con otros especialistas de la
región.
Los puntos anteriores únicamente representan
sugerencias (una especie de "manual de vuelo
de asesoría") que a los autores les han resultado
útiles en el desarrollo del trabajo y por lo tanto es un
resumen de la experiencia aunada con la lectura de
otros autores.
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Estadísticos de la Infección por VIH y el SIDA. Op.
Cit.
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SOBRE EL VIH/SIDA. ONUSIDA. Informe sobre la
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Op. cit.
MILLER, R., BOR, R. AIDS. A Guide to Clinical Counselling Op.
cit.
GUIBERT, H. Al Amigo que no me Salvó la Vida. Barcelona;
Tusquets Editores, 1.991.
MILLER, R., BOR, R. AIDS. A Guide to Clinical Counselling Op.
cit.
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Jonathan Mann, Daniel J. M. Tarantola y Thomas W. Netter.
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Autor:
Alvaro Fernández Mejía