Indice
1.
Introducción
2. La génesis del estado
burgués
3. La dictadura del proletariado y la
conversión del estado político en estado
social
4. Engels y su concepción del
estado
5. El manifiesto
comunista
6. Fuentes
Marx hasta 1852 está inmerso en el marco
hegeliano. Sus artículos sobre la libertad de
prensa y la
censura están escritos desde un enfoque más
jurídico que político, el estado es
contemplado desde una perspectiva ético
filosófica
En la Kölnische Zeitung el estado es
planteado como la unión libre de hombres morales y cumple
funciones de
educación
pública sobre sus miembros para integrarlos en su
existencia racional y pública. Los fines particulares se
transforman en generales, los impulsos brutos en tendencias
éticas y la independencia
natural en libertad
espiritual. Marx concluye:
"un estado que no
sea la realización de la libetrtad racional es un
pésimo estado". Marx rechaza el
positivismo
sociológico jurídico.
El distanciamiento de la teoría
hegeliana del estado se hace patético en la Kritik des
Hegelischen Staatrechts, se trata de una crítica del
idealismo
hegeliano más que una concepción dl estado
moderno.
La contraposición entre estado y sociedad civil la
realiza en el plano lógico, por lo que no puede ser
considerada como la afirmación directa del materialismo
histórico. Marx sintetiza los tres pasos
lógicos de la concepción hegeliana del
estado:
- La soberanía, la esencia del estado, es
considerada primeramente como una esencia independiente y
objetivada. - 2.Después pretende que lo objetivado debe ser
reconstruido como sujeto. - Pero este sujeto aparece hora como una
autoencarnación de la soberanía, mientras que la
soberanía no es más que el espíritu
objetivado de los sujetos del estado.
En la cuestión judía presenta esbozo de la
escisión burguesa el estado respecto a la sociedad civil
(denuncia en la que refleja el influjo de <Rousseau)
mientras que en Introducción a la crítica de la
filosofía hegeliana del derecho presenta por primera vez
el papel
revolucionario del proletariado.
El influjo de Feuerbach le permite explicación en
términos de alienación antropológica: "la
concepción alemana del estado moderno, quien abstrae del
hombre real
era posible en cuanto el estado moderno mismo abstrae el hombre real
en forma imaginaria al hombre
total".
Por esto mismo el papel
revolucionario del proletariado lo presenta en términos
antropológicos más que políticos. La
teoría
de Feuerbach es su norte, la teoría que reconoce en
el hombre el
ser supremo par el hombre. De aquí que la revolución
de la clase proletaria consista en la emancipación general
humana por la mediación de los trabajadores: al
emanciparse una parte de la sociedad civil
desde su situación particular emprende la
emancipación general de la sociedad.
LA emancipación se producirá por la vía
rusoniana: al superar la clase proletaria sus intereses
particulares y coincidir con los intereses generales. Una clase o
estamento no puede emanciparse más que emancipando a los
demás estamentos de la sociedad. Y este estamento o clase
ha de ser el proletariado, porque su misma génesis
histórica es efecto de la disolución de la
sociedad. El paso primero y necesario es la negación d e
la propiedad
privada, pues ella es la responsable de la disolución de
la sociedad, idea que será ampliamente desarrollada en Die
Heilige Familie y, sobre todo, en los
Ökonomish-Philosophische Manuskripte aus dem Jahre 1844.
YA en la crítica de la filosofía hegeliana del
estado había denunciado Marx la disyunción burguesa
del estado de la sociedad civil como el origen de todas las
alienaciones estamentales; y la teoría hegeliana del
estado representaba no sólo su justificación, sino
también su canonización teórica. Marx hace
constatar esta situación con la época medieval,
donde existía una identidad real
entre el estado y la sociedad civil: " la sociedad civil era la
sociedad política". Los
estatutos jurídico-políticos de los particulares
eran privilegios, por lo que no se producía una verdadera
disyunción política en el seno
de la sociedad civil. Los estamentos sociales, por tanto, no
rompían la profunda unidad del tejido social.
La revolución burguesa fue también
política, sancionada por la revolución
francesa, por su distinción entre los "derechos del hombre" y los
"derechos del
ciudadano", a través de la cual los del ciudadano
adquieren un estatuto jurídico-político
independiente de los derechos generales del "hombre". Justamente,
frente a esta disyunción operada por la revolución
política burguesa orienta Marx su proclama por la
revolución social que preconiza, esencialmente, la
reunificación del hombre y del ciudadano.
El moderno estado burgués se asienta,
según el análisis marxiano en los siguientes
puntos:
El estado moderno se apoya sobre la escisión de la vida
política respecto a la vida privada;
El estado moderno se sitúa era de la sociedad civil;
el estado moderno se sustenta sobre la abstracción del
estado puramente político
La participación de la sociedad civil en el estado
mediante los diputados es la expresión misma de su
separación y su
dualidad
La "comunidad
política" se contrapone a la "sociedad civil".
2. La génesis del
estado burgués:
Las diferencias sociales pierden relevancia
política en contraste con la situación en el
antiguo régimen, donde los estamentos sociales eran
"estados políticos". 2. El derecho sucede al privilegio.
3. La esfera pública va a regirse exclusivamente por la
razón, mientras que la religión tiene cabida
sólo en la esfera privada; 4. El hombre se escinde
internamente en dos niveles, el público y el privado,
independientes entre sí: son. Respectivamente, los niveles
del ciudadano (persona
jurídica, derechos políticos) y del hombre
(persona
privada, derechos civiles). En el primer nivel los hombres son
"iguales"; en el segundo, desiguales. Esta escisión ha
sido posible únicamente mediante abstracciones de la vida
real. Marx contempla en el proceso de
génesis del estado burgués la alienación
antropológica de la teoría feuerbachiana. Hay
influencia de Rousseau en la
concepción marxista del estado burgués.
La reabsorción del estado en la sociedad civil
mediante la emancipación humana:
Lo característico de la sociedad civil moderna
es considerar a los miembros como "individuos" no ya centrados en
la comunidad
político social, sino en sus intereses privados; la
sociedad civil se compone de átomos egoístas e
independientes, enfrentadas entre sí como enemigos (la
cuestión judía). La sociedad civil se rige por el
individualismo, por los intereses privados, sin atender
directamente al interés
general.
Marx considera a Hegel como el
teórico y apologista del estado burgués. El mejor
ejemplo lo ve en la teoría hegeliana del derecho privado
en cuanto "derecho de la
personalidad abstracta" Nada le parece tan artificioso y
nocivo como la escisión entre los derechos civiles "del
hombre" y los políticos " del ciudadano". Por eso en la
cuestión judía realiza un examen del doble proceso
histórico de la "emancipación del hombre",
convertido en individuo egoístamente independiente, y de
la "emancipación del estado", que ha arrojado sobre la
sociedad civil los vínculos religiosos, estamentales e
individuales, privando a tales constricciones de toda
significación política.
Influencia de Rousseau. Marx le reprocha a Hegel que al
haber optado por la monarquía constitucional frente a la
república democrática rusoniana, convierte al
monarca en el intérprete individual de la soberanía
popular. Marx prefiere el modelo
rusoniano, en el cual la soberanía auténtica radica
en la asamblea democrática, mientras que el soberano lo es
en cuanto "representante de la unidad popular" y de esta
representatividad efectiva depende la legitimidad de su poder. En el
esquema feuerbachiano se traduce así: El pueblo es el
estado real mientras que el estado es una abstracción. O
también: "no es la constitución la que crea al pueblo si9no el
pueblo quien crea la constitución". Esto es cierto para el caso
inglés.
El valor de la
democracia
reside en que su seno, la constitución, las leyes, el estado
mismo, son simplemente una autodeterminación del pueblo
con un determinado contenido del pueblo. Por eso en la
cuestión judía propone, frente a Bauer, no la
"emancipación política" sino la
"emancipación humana" como el verdadero objetivo a
conquistar, ya que supone la reunificación del estado
político y la sociedad civil por reabsorción del
primero en la segunda.
A la luz de esta
reunificación se entiende su crítica a la
teoría hegeliana de la representatividad y de la burocracia. El
poder
legislativo del estado es representativo solamente si la
sociedad civil deviene una " sociedad política real"; solo
entonces la representatividad será también real.
Marx plantea la reforma electoral como un arma eficaz para
terminar con el estado abstracto: "la reforma electoral es dentro
del estado político abstracto, la instancia de la
disolución del mismo como también de la
disolución de l sociedad civil".
De ahí que Marx rechace también la
teoría hegeliana de la burocracia en
cuanto a estado general encargado de salvaguardar los intereses
generales. Marx veía en la exposición
hegeliana una transposición de la burocracia prusiana
(Alemania antes
de Bismarck). Hegel fundamenta la separación del estado
(interés
general) y de la sociedad (intereses privados),
encomendándole una función
mediadora entre los dos, de modo que puedan salvaguardarse ambos
tipos de interés, aunque velando sobre todo por el
primero. Dado que Marx considera que Hegel realiza una mera
apología sobre el estado prusiano, su crítica se
hace ahora sociológica (o sociopolítica): la
burocracia es un fruto del estado, como las corporaciones lo son
de la sociedad civil, la burocracia es la corporación del
estado". Por ello adjudicar a los funcionarios administrativos el
cuidado por el interés general es también ilusorio,
ya que la burocracia protege, en realidad, la imaginaria
generalidad de su interés particular; en último
término " pretende ser el fin último del estado",
pero en realidad "convierte los fines estatales en fines
burocráticos" o los fines burocráticos en fines del
estado. Marx evoca una metáfora eclesial: "la burocracia
es la república clerical".
Ello explica su menosprecio por la república
burocrática: " la autoridad es
la base de su ciencia y la
idolatría de la autoridad
constituye un sentimiento" Procreo que no se puede hablar
aquí de ciencia en el
sentido clásico del término, ya que la ciencia
como tal obliga a desprenderse del principio de autoridad como
actitud
crítica ante la generación de conocimiento
mediante el uso del método
científico. Tras el servicio al
estado y bajo el desvelo por los fines generales, el
burócrata oculta apenas "la conversión del fin
estatal en fines privados, una trepa de los cargos más
elevados, el hacer carrera". Solo tras la reunificación
real y no abstracta de los intereses generales y los particulares
podrá tener consistencia la figura
burocrática.
Por último, en su polémica con A. Ruge
sobre la insurrección de 1844 en Silencia (Prussia
Oriental), Marx muestra su
escepticismo en la posibilidad de resolver los problemas con
meras medidas administrativas: cuando el estado achaca el origen
de los males sociales al "orden de la sociedad", se está
autoacusando, ya que el estado moderno reposa sobre el
"sometimiento" de la sociedad civil. Así lo entienden de
hecho los proletarios silesios al rebelarse contra la propiedad
privada, por lo que Marx insiste en la insuficiencia de toda
revolución meramente política que sólo puede
cambiar la forma de gobierno mientras
deja intactas las bases del estado.
La revolución ha de ser social, de tal modo que la
sociedad civil reabsorba al estado y lo suprima como tal. Pero
este "anarquismo " de Marx no debe ser malentendido: se trata de
recuperar el estado rusoniano, subordinándolo a la
sociedad civil. EN los años sucesivos, Marx va a modificar
notablemente su marco epistemológico: el materialismo
abstracto de Feuerbach va a trocarse en materialismo
histórico (sobre la base de la teoría de los
modos de
producción y del papel revolucionario del
proletariado).
3. La dictadura del
proletariado y la conversión del estado político en
estado social
Antecedentes: El establecimiento de la Comuna de
París en 1871, que da lugar a la guerra civil
en Francia y la
unificación de los partidos obreros alemanes en torno al
"programa de
Gotha" (1875), que censuró en su Crítica al
programa de
Gotha. En ambos casos se replantea la cuestión de la
dictadura del
proletariado y el futuro del estado: desde el entusiasmo por la
realización de la comuna parisina y desde la profunda
desconfianza ante el programa de Gotha, bajo cuya
inspiración lassalliana se habían unificado los dos
partidos obreros alemanes.
La experiencia revolucionaria de la comuna de París y su
mantenimiento
por dos meses del poder popular
mediante una fórmula creativa de dictadura del
proletariado (como república democrática)
complacieron tanto a Marx como a Engels, quienes la proclamaron
como paradigma de
toda dictadura del proletariado, pese a que sus inspiradores eran
Blanqui (para lo político) y Proudhon para lo
económico, pero su práctica conducía al
comunismo, como
afirma Marx en el tercer capítulo de la guerra civil
en Francia.
Ante el comité central de la Comuna Marx advierte que la
clase obrera no puede limitarse a tomar la maquinaria del estado
para servirse de ella en sus propios fines. La
justificación es clara: el aparato estatal proviene de la
revolución burguesa, basada en la separación y
autarquía del estado respecto a la sociedad
civil.
Las disposiciones de la Comuna se orientaban a la
supresión de cualquier tipo de dominación de clase.
La Comuna empleó dos remedios infalibles: 1. Cubrió
todos los cargos administrativos, judiciales y de enseñanza por elección mediante
sufragio universal, concediendo a los electores el derecho de
revocar en todo momento a sus elegidos y 2. "todos los
funcionarios estaban retribuidos como los demás
trabajadores" ¿Coincide esto con lo que se tiene en
Venezuela en
el 2000? De seguro el lector
concluye que en el punto 2 ciertamente no. La comuna era una
corporación electiva y revocable que ejercía
simultáneamente los poderes ejecutivo y legislativo, no
era un parlamento. Cada aldea o ciudad habría de regirse
por su propia comuna. No se trataba de destruir la unidad de la
nación
sino de agruparla mediante un régimen comunal,
convirtiéndola en una realidad al destruir el poder del
estado que pretendía ser la encarnación de aquella
unidad.
El objetivo de la
Comuna era: ""extirpar los cimientos económicos " sobre
los que reposa la dominación de clase, porque "
emancipando el trabajo,
todo hombre se convierte en trabajador". Marx sitúa la
comuna como el modelo de
trabajo para todo intento futuro de implantar el comunismo. La
dictadura del proletariado solo se justifica cuando es
transitoria y tiene significación revolucionaria hacia el
nuevo estado social que va a sustituir al estado político
(de dominación de clases) hasta ahora conocido. El
único perfil es que el nuevo estado estará
plenamente reconciliado con la sociedad civil sin clases. En la
Comuna y en la crítica al programa de Gotha se distinguen
dos fases d la sociedad comunista a propósito del derecho.
La primera fase incluye "defectos inevitables" pero en la fase
superior de la sociedad comunista regirá plenamente este
lema: "de cada cual según su capacidad; a cada cual,
según sus necesidades".
El objetivo del proletariado no es el estado libre, pues la
libertad consiste en convertir al estado en órgano que
está por encima de la sociedad en un órgano
completamente subordinado a ella.
El estado comunista será inédito. Se
destruirá el estado clasista, pero subsistirá el
estado aunque transformado. "¿ Qué funciones
sociales, análogas a las actuales funciones del estado
subsistirán?" Marx proyectaba estudiar
sistemáticamente la cuestión del estado en el tomo
4 del Kapital, no lo llegó a esbozar.
4. Engels y su concepción del
estado
Tenía una concepción más
instrumentalista del estado, a la vez que una oposición a
toda herencia
burguesa. Muestra de ello
son sus expresiones: "aparato estatal" y la " extinción
del estado".
Engels, en los dos textos del último período, se
limita a resumir y glosar el pensamiento de
Marx. En Introducción a la guerra civil en Francia,
Engels reconoce que los teóricos de la comuna eran
blanquistas (responsables de los decretos políticos) y
proudhonianos (responsables los decretos económicos), pero
suscribe la opinión de Marx de que tal organización " forzosamente habría
conducido en última instancia al comunismo" (Nótese
su conocida expresión en "última instancia").
Igualmente suscribe y enfatiza el paradigma de
que la comuna representaba la "dictadura del proletariado". Su
labor consistió en desmontar el aparato estatal
burgués hasta que "una generación futura, educada
en condiciones sociales nuevas y libres, pueda deshacerse de todo
ese traste viejo del estado". Este último texto suele
citarse en pro de la "extinción del estado", pero del
contexto se sigue que se refiere al modelo burgués del
estado ("viejo trasto"), mientras confía a las nuevas
generaciones la concepción de un nuevo tipo de estado. El
dejar la cuestión abierta a las futuras generaciones hace
pensar que se previó el surtimiento de problemas que
para el momento de esta transición no existían o no
eran problemas de magnitudes globales, como lo sería hoy
el problema de la insostenible contaminación
ambiental.
Engels se hace eco de la consigna marxiana de 1880: hay
que transformar el sufragio universal de "medio de engaño
que ha sido hasta aquí en medio de emancipación".
En una carta a Kautsky
lo expresó claramente: " una cosa absolutamente cierta es
que nuestro partido y la clase obrera sólo pueden llegar
al poder bajo la forma de república democrática.
Esta es, incluso, la forma específica de (für) la
dictadura del proletariado, como lo ha puesto de relieve la
gran Revolución
Francesa".
Los famosos pasajes "extincionistas" de su Anti-Düring
(1878), Engels plantea la revolución proletaria como la
"solución de las contradicciones". Al anular la propiedad
privada de los medios de
producción se anulan las clases
sociales, y con ellas la opresión y los conflictos,
por lo que no quedará nada qué reprimir que haga
necesarios un poder especial de represión, un estado"
(Nótese su concepción liberal del estado). Y
añade: a partir de la revolución proletaria, "la
intervención de los poderes del estado en las relaciones
sociales va haciéndose innecesaria en un ámbito
tras otro, y acaba por desaparecer. En lugar del gobierno de las
personas aparece a administración de las cosas y la dirección de los procesos de
producción". El estado no se "abole", se
"extingue".
La tradición utópica del estado justo
viene dese Rousseau a Marx: el proyecto
rusoniano del estado recibió en Kant una primera
traducción formal, que Hegel tomó luego hasta
autonomizar al estado de la sociedad civil. Marx recupera en lo
esencial el modelo rusoniano, aunque con un sello nuevo: es la
soberanía popular quien elige y controla al ejecutivo; el
estado se reabsorbe en la sociedad civil y se pone a su servicio
efectivo.
Algunos Términos:
Moral: Lo que
no cae bajo la jurisdicción de los sentidos, por
ser de apreciación del entendimiento o de la conciencia y
también de lo que no concierne al orden jurídico
sino al fuero interno o al respeto
humano.
Sociedad: contrato por el
cual dos o más personas se obligan mutuamente en una
prestación de dar o hacer, con el fin de obtener alguna
utilidad
apreciable en dinero, la que
dividirán entre ellos en la proporción de sus
respectivos aportes o de lo que hubiesen pactado.
Diccionario de
Derecho Usual: cualquier reunión o asociación de
personas o fuerzas sociales. Conjunto de familias con un nexo
común, así sea tan sólo en el trato.
Relación entre pueblos o naciones. Agrupación
natural o convencional entre personas, con unidad distinta y
superior a la de sus miembros individuales que cumple, con la
cooperación de sus integrantes, un fin general, de
utilidad
común. La clase dominante en la vida pública y
suntuosa. La Humanidad en su conjunto de interdependencia y
relación con argumentos idealistas. Marx se sitúa
en la tradición racionalista frente a la teológica.
A diferencia de Hegel el concepto central
de su epistemología no es la Idee sino la Natur:
"la regla racional puede deducirse solamente de la naturaleza de la
cosa"
Sociedad Civil: Según Víctor Abreu (Abreu, 1999) la
sociedad civil surge de la decadencia entre la esfera publica y
el espacio social moderno dinamizado por el mercado se
corresponde con el estado y la sociedad civil, cuyos polos
empiezan a ofrecerse como realidades palpables y definidas
conjuntamente con el establecimiento del estado liberal desde las
ultimas décadas del siglo XVIII. Precisamente fue la
conformación y movimiento de
la sociedad civil donde surgen los reclamos del individuo que
desencadenaron los procesos
políticos que conllevan a la actual forma de estado. El
estado organizado en sociedades
liberales y la sociedad civil son los dos grandes correlatos de
una sociedad moderna tejida con la producción privada y el
establecimiento de riqueza entre los individuos soberanos. Con la
delimitación de estos dos ámbitos
desapareció el sentido de gobierno de la casa del
príncipe que tenia el régimen absolutista en el que
el rey ejercía respecto a su reino la figura del jefe de
familia,
cuando el mercado y el
individuo mostraban poca fortaleza. En el estado liberal el
motivo del arte de gobernar
será el gobierno de lo que empezara a llamarse población, que es el conjunto de individuos
soberanos serializados y amalgamados por las prácticas
mercantiles y reunidos ellos en un entorno social tal como, de
nuevo, desde entonces comenzara a entenderse como sociedad
civil.
Blanquistas:partidarios de una corriente en el movimiento
socialista francés, encabezados pos luis Augusto Blanqui
(1805-1881), eminente revolucionario y destacado representante
del comunismo utópico francés. Los blanquistas,
decía Lenin, esperaban que "la humanidad se
libraría de la esclavitud
asalariada por medio de un complot de una minoría de
intelectuales, y no por medio de la lucha de clase del
proletariado" (V. I.Lenin, A propósito del balance del
congreso). Al sustituir la labor del partido revolucionario con
las acciones de un
puñado de conspiradores, no tenían en cuenta la
situación concreta necesaria para el triunfo de la
insurrección y menospreciaban los vínculos con las
masas.
Proudhonianos:adeptos de una corriente anticientífica del
socialismo
pequeñoburgés que recibieron tal
denominación del nombre de su ideólogo, el
anarquista francés Proudhon. Este criticaba la gran
propiedad capitalista desde un punto de vista
pequeñoburgués; soñaba con perpetuar la
pequeña propiedad privada; rechazaba la lucha de clases,
la revolución proletaria y la dictadura del proletariado,
y, como anarquista que era, negaba la necesidad del Estado. Los
"teóricos" burgueses han utilizado mucho las ideas del
proudhonismo para predicar la colaboración entre las
clases. Marx hizo una crítica demoledora del proudhonismo
en su obra Miseria de la ¿.
Programa de Gotha: programa aprobado por el Partido Socialista
Obrero de Alemania en su
Congreso de Gotha (1875) en el que se unificaron los dos partidos
socialistas alemanes existentes hasta entonces: los eisenacheanos
(dirigidos por Augusto Bebel y Guillermo Liebknecht e
influenciados ideológicamente por Marx y Engels) y los
lassellanos. El programa adolecía de eclecticismo y era
oportunista, pues los eisenacheanos hicieron concesiones a los
lassellanos en las cuestiones más importantes y aceptaron
sus fórmulas. Marx y Engels sometieron el proyecto de
Programa de Gotha a una crítica demoledora /el primero, en
su obra Crítica del Programa de Gotha; el segundo, en su
carta a Bebel
del 18-28 de marzo de 1875), viendo en él un considerable
paso atrás en comparación con el programa
eisenacheano de 1869.
Programa de Erfurt: programa del Partido Socialdemócrata
Alemán aprobado en el Congreso de Erfurt (octubre de
1891). Representó un paso adelante en comparación
con el Programa de Gotha (1875). Se basaba en la doctrina
marxista acerca del hundimiento inevitable del modo de
producción capitalista y de su sustitución por el
modo de producción socialista. En el Programa de Erfurt se
recalcaba la necesidad de que la clase obrera desplegara la lucha
política, se destacaba el papel del partido como dirigente
de esta lucha, etc., pero en él se hacían
también serias concesiones al oportunismo. Engels
criticó detalladamente el proyecto inicial de este
programa en su obra Contribución a la crítica del
proyecto de programa socialdemócrata de 1891,que fue, en
el fondo, una crítica del oportunismo de toda la II
Internacional. Sin embargo, los dirigentes de la socialdemocracia
alemana ocultaron a las masas del partido la crítica de
Engels, y sus observaciones más importantes no fueron
tomadas en consideración al redactarse el texto
definitivo del programa. Lenin consideraba que el silenciamiento
de la dictadura del proletariado era el defecto principal del
Programa de Erfurt, una concesión cobarde hecha al
oportunismo.
La Liga de los Justos y el Comunismo
El término "comunista" merece una
explicación. En la época, el "socialismo" era
considerado una doctrina burguesa, identificada con los distintos
esquemas reformistas experimentales y utópicos de los
ideólogos pequeño-burgueses. Los comunistas eran
aquellos que estaban claramente a favor del derrocamiento
revolucionario del orden existente y del establecimiento de una
sociedad igualitaria. El comunismo de aquella época se
originaba de una rama de extrema izquierda del jacobinismo
francés, representado por Graco Babeuf y Felipe
Buonarroti.
La Liga de los Justos estaba compuesta por trabajadores,
principalmente artesanos alemanes exiliados, localizados en
Londres, Bruselas y París, y en algunas partes de
Alemania. No se trataba de obreros modernos trabajando en grandes
fábricas mecanizadas. Sin embargo, fueron atraídos
por las concepciones de Marx y Engels acerca de la naturaleza de la
sociedad capitalista moderna. La Liga de los Justos usaba en su
bandera el eslogan "¡Todos los Hombres son Hermanos!".
Cuando abrazó las concepciones de Marx y se
transformó en Liga de los Comunistas, adoptó el
llamado del Manifiesto: "Trabajadores del mundo,
¡uníos!".
Abreu, Víctor. La tradicion Liberal: individuo
soberano y desigualdad. En Trabajo de ascenso en el
Escalafón Docente, UCV, Caracas, 1999.
Carracedo, José Rubio. Paradigmas de
la política. Edit. Anthropos, Barcelona,
1990
ENGELS, Federico. El origen de la familia, de
la propiedad privada y del estado. Edit Ayuso, Madrid, 1975.
Ossorio, Manuel. Diccionario de
Ciencias
jurídicas, políticas
y sociales. Editorial Obra Grande, S.A. Edit. Heliasta, Bs As
Argentina
Autor:
Ma. Elena Lavaud.
Ninoska Litchenka Arellano
Carlos Alberto Marcano