- Introduccion
- La Construcción
De La Fantasía . - El Guardián De Las
Ninfas - El Engaño
- La
Improcedencia - La
Naturaleza - La
Cueva
Construcción de conjuntos simbólicos:
La particular construcción del
espacio físico y del espacio ideal dentro de un mismo
imaginario social. La fantasía. La capacidad comunicativa
de la Arquitectura en cuanto al
análisis del discurso.
Sin abarcar la totalidad de la obra de Gaudí, se
trata de analizar solamente en función de esta
relación que pretendo establecer entre los espacios que
crean dos disciplinas del arte creadas por el hombre como la literatura y la Arquitectura y la posibilidad de
encontrar en ambas una estructura en cuanto al
lenguaje y al discurso, comparándolas y
buscando repertorios "formales" comunes.
Se trata de dilucidar qué sucede
cuando este arquitecto construye un conjunto de significaciones
en donde predomina lo fantástico (basándome en la
apreciación de lo estético) que es propio de otras
disciplinas del arte y cuando la literatura, mediante sucesivas
descripciones, secciones, cambios y giros de su
discurso y apelando al imaginario social construye
espacios "recorribles",
tiempos que el receptor transcurre en otros mundos y "vive"
como realidad en paralelo.
Se puede observar que al leer un libro de ciencia ficción
necesariamente se nos devela un nuevo "lugar", un nuevo mundo por
llamarlo de alguna manera y un nuevo tiempo de vida. Estos
tópicos comunes en el análisis de una obra
literaria construyen un universo paralelo en la vida del
receptor (lector) que lo absorbe en un espacio-tiempo real.
Podemos decir que los escritores toman como base una
porción de la realidad y mediante construcciones
semánticas, crean una trama, esta trama se sitúa en un
espacio que vemos o reconstruimos mentalmente mientras leemos la
obra, que lo podemos recorrer en un determinado tiempo que
varía según quien sea el fruente y que si bien parte de
algo que conocemos que es el lenguaje y las palabras, es
inédito y se relaciona intrínsecamente (como toda obra
de arte) con la subjetividad del observador. Además, este
espacio puede ser recorrido en infinitas ocasiones y seguramente
proporcionará en cada nuevo recorrido mas u otra información.
Entonces ¿qué sucede con la Arquitectura de
Gaudí? El espacio de Gaudí no es ya mental, sino
concreto y palpable pero nos
proporciona también una vivencia espacial inédita. Este
arquitecto también parte de algo que conocemos que pueden
ser realidades tales como principios fundamentales de
estática, cargas
gravitacionales y repartición de los esfuerzos (por citar
algo), sin embargo, es tal su intención transliguística
(voluntad de crear nuevos elementos lingüísticos
apartándose de los ya conocidos) que acude al uso emocional
del lenguaje para la
conformación de sus espacios.
Este ir y venir entre disciplinas diferentes, lo
encuentro parcialmente reflejado en el siguiente párrafo de Gillo
Dorfles:
«(…) Quedando el lenguaje como "el
único medio de articular el pensamiento", se desvanece
toda posibilidad de considerar el arte como equiparable a una
actividad lingüística, y todo lo que se relaciona con
el arte se echa de nuevo al reino del sentimiento. (…) todo
lo que no sea pensamiento hablado, es
sentimiento.
Es obvio que una tan neta demarcación entre el
"reino del sentir" y el de pensar se presta a algunos
equívocos: nuestra capacidad de un pensar imaginativo, de
un pensar figurado hace que sea posible concebir también
un pensamiento articulado más allá del lenguaje
hablado. Y nada nos prohibe, me parece, creer que también
el arte es –a menudo- la articulación de un
pensamiento, además de un
sentimiento.»
Considerando a la obra de Gaudí como arte e
intentando no caer en el equívoco que puntualiza el Autor
citado podemos decir que su obra articula un pensamiento figurado
con puras raíces lógicas porque no descuida normas básicas pero lo
mezcla artesanalmente con sentimiento y emoción, con claros
toques fantásticos y es esta mezcla o forma la que procesa
infinitamente los contenidos, los articula, frente al espectador
que solo puede ver en primera instancia el sentir del
objeto.
Para empezar a comprender las relaciones entre la
capacidad discursiva de ambas disciplinas, cito otro párrafo del mismo
Autor:
«(…) Los signos, pues (en sus diversas
subdivisiones y clasificaciones, de símbolos, íconos,
señales y emblemas), son los primeros y principales
instrumentos de toda comunicación.
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