Indice
1.
Introducción
2. Política
Fiscal
3. Medidas Con Relación
A
4. Conclusiones
5. Bibliografía
La política
fiscal se aplica básicamente a través de la
implementación de nuevos impuestos y la
disminución de proyectos que
afectan el gasto
público, esto hace que disminuya la demanda para
el consumo y/o
para la inversión, afecta al consumo a
través de la imposición de ventas o a
través de la disminución de subsidios de empresas, como
por ejemplo los de servicios
públicos que cobran sus tarifas por debajo de sus gastos de
producción. Afecta la inversión del gasto
público en ciertos sectores, como el de la construcción o el sector automitriz.
El Estado es,
sin ninguna duda, uno de los "jugadores" centrales en toda
economía.
Sus patrones de gastos tienen un
efecto fundamental sobre variables como
el empleo, el
salario real y la
tasa real de cambio. El
tipo y distribución de los impuestos tienen
un impacto directo sobre, por ejemplo, la producción, las tasas de
interés y la fuga de capitales. El déficit del
sector
público determina en forma directa la expansión
de la deuda
pública y la carga fiscal que
caerán sobre los hombros de las generaciones futuras. En
consecuencia, el sector privado no podría operar
eficientemente en el mercado de
capitales si no tuviese una precisa y exhaustiva información acerca de las cuentas
estatales.
La presente obra contiene la definición de la política fiscal,
objetivos de
la política
fiscal, medidas con relación a: ingresos
públicos, gasto público y déficit . El
Banco Central
tiene carácter
fiscal cuando, por ejemplo, ofrece créditos subsidiados, o cuando remunera las
reservas legales de los bancos
comerciales. Su inclusión en las cuentas fiscales
es necesaria dado que el Banco Central
pertenece, sin ninguna duda, al sector
público.
2. Política
Fiscal
Dirección gubernamental de la economía mediante la
variación del volumen y
contenido de los impuestos, deuda
pública, gasto público, fondos gubernamentales,
etc. Cuando las rentas bajan, y la economía experimenta
una depresión,
una aminoración de la presión
fiscal puede ayudar a estimular el recobro inyectando poder
adquisitivo y aumentando, de esta forma, la actividad
económica; cuando el poder
adquisitivo es excesivo, como en el caso de la inflación,
puede aumentarse los impuestos para frenarlo. Además los
cambios automáticos en los impuestos y otros tipos de
ingresos
gubernamentales, tienen lugar junto con las fluctuaciones de la
renta y el empleo. La
política fiscal se refiere al comportamiento
del gobierno en
cuanto a los impuestos y el gasto.
Objetivos De La Política Fiscal
La política fiscal tiene tres objetivos
fundamentales:
- Contrarrestar los efectos de los auges y las
depresiones (política
"anti-cíclica"). - Aumentar el nivel general de la renta real y la
demanda, que
algunos economistas creen que exige un aumento a largo plazo en
el gasto gubernamental, aunque otros creen que exige una
política a largo plazo para la reducción de los
impuestos para agudizar los incentivos y
ampliar la elección individual. - Redistribuir la renta y los recursos con
unos tipos de impositivos altos a las rentas altas y a la
riqueza, transfiriéndolos a otros mediante suavizaciones
en los impuestos, subsidios y otros gastos gubernamentales,
hasta el punto en que la debilitación de los incentivos al
esfuerzo reduzca la producción y la renta
nacional.
Mientras la política fiscal estuvo limitada a
conseguir el equilibrio
anual entre el Ingreso y el Gasto, el campo para influenciar a la
economía, mediante medidas fiscales estuvo limitado. Con
la aceptación en los años recientes de las ideas
Keynesianas, de que el gasto excesivo o deficiente en el sector
privado de la economía pide la acción gubernamental
para contrarrestar la deflación o la inflación
mediante Déficits o Superávits del presupuesto, las
posibilidades y el campo de la política fiscal han quedado
aumentadas.
Ingreso publico:
La gestión
financiera del Gobierno Central
se inició en el año 2000 con cambios significativos
en el escenario fiscal proyectado en la Ley de Presupuesto, lo
que demandó la realización de ajustes en los
ingresos y gastos, así como en las necesidades de financiamiento, sin que éstos alterasen la
orientación de la política fiscal definida para el
ejercicio.
En materia de
ingresos fiscales, el escenario observado en el mercado petrolero
internacional en el primer trimestre del año, indicaba ya
una consolidación en el corto plazo de la tendencia
alcista en los precios del
petróleo,
lo que permitía estimar un precio
promedio de realización de la cesta de exportación venezolana significativamente
superior al precio
promedio de US$/b 15,0 establecido en la Ley de
Presupuesto. Este escenario petrolero más favorable se
traducía en un apreciable incremento de la
contribución fiscal de PDVSA, lo cual mejoraba la
capacidad del Gobierno para financiar el gasto y reducir brecha
fiscal proyectada.
Sin embargo, el favorable impacto que los mayores ingresos
petroleros tendrían sobre la gestión
fiscal, se veían en parte contrarrestado por una menor
recaudación tributaria no petrolera, como consecuencia,
básicamente, de la lenta recuperación de la
actividad económica interna y del efecto negativo de la
recesión económica del año 1999 en la
recaudación por concepto de
impuesto sobre la
renta.
Gasto publico:
En lo que respecta al gasto público, la gestión
presupuestaria del Gobierno comenzó con nuevos y mayores
requerimientos sociales, vinculados, entre otros factores, con la
necesidad de acometer obras para la reconstrucción del
Estado Vargas,
severamente afectado por la tragedia natural acontecida en el mes
de diciembre de 1999. Asimismo, el Gobierno Central debía
ejecutar de manera perentoria los programas de
obras públicas anunciados para coadyuvar a la
reactivación del crecimiento
económico y disminuir la elevada tasa de desempleo;
mejorar la remuneración de los trabajadores mediante la
fijación de un nuevo salario
mínimo nacional; aprobar un decreto de aumento salarial y
firmar contrataciones colectivas en el sector público,
así como asignar los recursos
necesarios para honrar oportunamente el pago del servicio de la
deuda pública.
La conjunción de estos factores de ingresos y gastos
determinó que la gestión financiera del Gobierno
Central arrojara, según cifras preliminares del BCV, un
déficit global de 1,8 del PIB, cifra
inferior a la registrada en 1999 (2,6% del PIB). Este
resultado es producto de un
nivel de gasto pagado que, no obstante haberse incrementado
nominalmente (46,2%) a una tasa menor a la que crecieron los
ingresos fiscales (54,6%), continuo siendo superior al nivel
absoluto alcanzado por estos últimos, originando el saldo
fiscal deficitario antes señalado.
Gobierno central
Gestión financiera
( % del pib)
2000 (**) | 1999 (*) | 1998* | |
INGRESOS TOTALES | 19.6 | 16.6 | 16.4 |
Petroleros | 10.0 | 6.3 | 6.2 |
No Petroleros | 9.6 | 10.3 | 10.2 |
GASTOS TOTALES | 21.4 | 19.2 | 20.6 |
Gastos corrientes | 16.8 | 15.7 | 16.1 |
Capital | 3.3 | 2.8 | 3.3 |
Gastos Extrapresupuestarios | 0.4 | 0.3 | 0.5 |
Concesión neta de | 0.8 | 0.3 | 0.7 |
SUPERÁVIT O DÉFICIT (-) | (1.8) | (2.6) | (4.1) |
(**) Estimación preliminar
(*) Cifras provisionales
Cifras revisadas
Fuentes: BCV y
Ministerio de Finanzas
En materia de
gasto público, el Gobierno Central atendió las
mayores demandas señaladas, mediante la solicitud de
créditos adicionales. En efecto, el gasto
acordado aumentó de 21,7% (Ley de Presupuesto 2000) a
28,7% del PIB, al cierre del año. En lo que respecta al
gasto pagado, éste alcanzó un nivel de 21,4% del
PIB, cifra ligeramente superior a la registrada en el año
anterior (19,1%).
Gobierno central
Gasto fiscal
( % del pib)
2000 (**) | 1999 (*) | 1998* | |
Acordado | 28.7 | 23.3 | 22.7 |
Pagado | 21.4 | 19.2 | 20.6 |
Primario | 18.9 | 16.5 | 18.2 |
Interno | 19.5 | 17.3 | 18.5 |
(**) Estimación preliminar
(*) Cifras provisionales
Cifras revisadas
Fuente: BCV Y ministerio de Finanzas
El incremento del gasto acordado para el 2000 se tradujo en
mayores necesidades de financiamiento, las cuales fueron atendidas en el
marco de la estrategia
dirigida a la captación de recursos, fundamentalmente, en
el mercado interno.
En efecto, durante el año se mantuvo la preferencia por la
obtención de fondos en dicho mercado, tanto por la
vía de bonos de mediano
y largo plazo como por la emisión de Letras del Tesoro de
corto Plazo.
La estrategia de
colocación de deuda interna continuo favorecida por los
excedentes de liquidez presentes en el sistema
financiero, dada la incipiente recuperación del
crédito
bancario, lo que permitió que el Gobierno pudiera colocar
los títulos públicos a un valor muy
cercano a la par ( 99,0 % en promedio). No obstante, la tasa de
interés efectiva en términos reales de los
Bonos DPN
mostró un incremento de 1,1 puntos porcentuales, al pasar
de 8,6 % en 1999 a 9,7 % al cierre del 2000.
Asimismo, durante el cuarto trimestre del año el Gobierno
Nacional inició un proceso de
refinanciamiento de la deuda interna mediante una emisión
de DPN utilizando el mecanismo de canje. El propósito de
este refinanciamiento es mejorar el perfil de la deuda interna,
incrementar su sostenibilidad e impulsar el mercado de
capitales.
La estrategia de concentrar la obtención de financiamiento
en el mercado doméstico fue complementada con la
captación de recursos en los mercados
voluntarios de crédito
externo, para lo cual en el segundo trimestre del año el
Gobierno Central logró colocar en el mercado de eurobonos
un monto de US$ 498,0 millones, a una tasa fija nominal de 10,5 %
y un plazo de 5 años. Con esta colocación, la
República recobró su presencia en el mercado
externo, a diferencia de lo ocurrido en años anteriores
cuando se presentaron dificultades para acceder a dicho mercado.
La República continuó recibiendo préstamos
de organismos multilaterales y bilaterales de crédito (
Bs. 727,4 millardos).
Al contrastar el financiamiento externo recibidos con
los pagos de amortización efectuados, el financiamiento
externo neto resulto negativo, según cifras preliminares,
en Bs. 554,7 millardos. Por otra parte, el Gobierno Central
realizó aportes al Fondo de Inversión para la
Estabilización Macroeconómica (FIEM) por un monto
de Bs. 1.413,5 millardos, lo que contribuyó a que el saldo
acumulado en dicho fondo al 19/12/2000 se ubicara en US$ 3.603
millones.
En Venezuela, un
método
temporal de financiamiento del déficit público se
hace a través de la emisión de Letras del Tesoro,
las cuales son obligaciones
de la República emitidas a dos años de vencimiento
y devengan cero intereses. Estas Letras, por ser un compromiso de
pago de una cantidad determinada en una fecha preestablecida, se
colocan como parte de encaje legal requerido a los bancos. Esto
representa una operación cuasifiscal que disminuye el
cálculo
del déficit público consolidado.
La considerable influencia de la gestión fiscal
en las variables
macroeconómicas importantes del país: la liquidez
monetaria, la demanda agregada
interna, la estructura de
los salarios, el
empleo, la actividad financiera, entre otras en función de
la percepción básica de ingresos
petroleros y del dominio de la
industria y el
comercio de
hidrocarburos
del país, imprime una característica notable al curso de los
hechos que afectan al espacio en que se mueven las políticas
conducidas por el BCV. Por ello, lo indicado es una coordinación entre la política
fiscal, la monetaria, la cambiaria y la financiera, dentro de una
estrategia de Estado que se
proponga determinados objetivos: de estabilidad con crecimiento
económico equitativo, de elevados niveles de empleo y
de conformidad social.
Las estimaciones de los ingresos fiscales se hacen tomando en
consideración precios y
volumen de
exportación petrolera, tasa de cambio y de
inflación proyectadas, tasa de crecimiento del PIB y de
las importaciones y
tasa de impuestos. Asimismo se pautan comportamientos de precios
y tarifas de bienes y
servicios
producidos por las empresas
públicas, de acuerdo con decisiones de política
gubernamental.
Las estimaciones del gasto público se fundamentan en
supuesto sobre: tasas de interés
interna y externa, tasa de inflación y planes de gastos
pautados por el Gobierno Central, PDVSA y empresas
públicas no financieras, ajustados a sus respectivos
presupuestos
del período. Los resultados financieros así
proyectados deben adecuarse a los valores,
meta del déficit fiscal global pautados para el
período. No obstante, debe ocurrir cambios en el escenario
económico, particularmente en el mercado petrolero, las
metas del programa
económico pueden ser revisadas.
La gestión fiscal contempla el Fondo de Inversiones y
Estabilización Macroeconómica (Fiem), mediante el
cual se canalizan los ingresos petroleros extraordinarios de modo
de impedir que las flutuaciones externas de carácter
coyuntural se manifiesten en desequilibrios
macroeconómicos indeseados.
Seldon, A (1994). Diccionario de
Economía.
Barcelona–España.
Oikos-Tou, S.A. Ediciones
Velasquez, E (1991). El Déficit Público y la
Política Fiscal en Venezuela.
Banco Central de Venezuela
Autor:
José Antonio Páez
Caracas – Venezuela