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Pruebas Alternativas en Examen General de Orina




Enviado por escalera69



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Anatomía del
    riñón

    3. Fisiología
    Renal

    4. Formación de la
    Orina

    5. Introducción y utilidad
    clínica del análisis de orina

    6. Resumen y explicación de las
    tiras reactivas.

    1.
    Introducción

    El examen general de orina (EGO) es una prueba de gran
    importancia para el clínico y para el paciente mismo, sin
    embargo esta área, al igual que la del coprologico, son
    vistas con cierto recelo, esto se debe al tipo de muestra que en
    ellas se analizan. Para algunos químicos, no pasa de ser
    una simple rutina engorrosa, donde lo único que se puede
    realizar es la lectura de
    tiras y la vista al microscopio, pero
    el uroanálisis es algo más que la simple
    impregnación de la tira y la observación del sedimento, es la
    aplicación de todos nuestros conocimientos y el empleo de
    todos nuestros recursos dentro
    del laboratorio
    para proporcionar al médico y al paciente resultados de y
    con calidad.

    Este trabajo no pretende abarcar todas las pruebas
    alternativas, solamente aquellas que debido a su importancia es
    preciso confirmar o descartar por un método
    más especifico, así mismo, se piensa que los
    reactivos aquí empleados se tienen en todos los
    laboratorios. Claro que en cada laboratorio se
    pueden implementar otras técnicas
    de acuerdo a sus recursos y
    necesidades.

    2. Anatomía del
    riñón
    Anatomía
    macroscópica

    Los riñones son órganos pares situados en la
    pared posterior del abdomen a ambos lados de la columna
    vertebral. Debajo de la cápsula de tejido fibroso que
    incluye los riñones se ubica la corteza, que contiene los
    glomérulos. La porción interna del
    riñón, la médula, contiene los tubos
    colectores. La pelvis renal disminuye rápidamente su
    calibre y se une dentro del uréter. Cada uréter
    desciende al abdomen al costado de la columna vertebral para
    unirse en la vejiga. La vejiga provee un almacenamiento
    temporal de orina,que es eventualmente vertida a través de
    la uretra al exterior.

    Anatomía microscópica
    Cada riñón esta constituido por aproximadamente 1
    millón de unidades funcionales, o nefronas. La nefrona
    comienza con el glomérulo, que es un penacho de capilares
    que se forman desde la arteriola aferente (entrada) y son
    drenados por la arteriola eferente de menor tamaño
    (salida). El glomérulo esta rodeado por la cápsula
    de Bowman, la cual esta formada por la porción final
    dilatada ciega del túbulo renal. El túbulo
    contorneado proximal recorre un curso tortuoso a través de
    la corteza, entrando en la médula y formando primero la
    rama descendente del asa de Henle y luego la rama ascendente del
    asa de Henle. La sección gruesa de la rama ascendente del
    asa de Henle vuelve a entrar en la corteza, formando el
    túbulo contorneado distal. La salida de dos o más
    túbulos dístales marca el comienzo
    de un túbulo colector. Como los túbulos colectores
    descienden a través de la corteza y médula, reciben
    el efluente de una docena o más túbulos
    dístales. Los túbulos colectores se unen y aumentan
    su tamaño así como pasan hacia abajo en la
    médula. Los túbulos de cada pirámide se unen
    para formar un túbulo central, el cual vacía a
    través de la papila en unos cálices menores,
    eventualmente evacuando en la pelvis renal.

    3. Fisiología Renal

    El riñón es el principal regulador de todos los
    fluidos corporales y es primariamente responsable de mantener la
    homeostasis, o
    equilibrio
    entre fluido y electrolitos en el organismo. El
    riñón tiene seis funciones
    principales:

    1. Formación de la orina

    2. Regulación del equilibrio
    hidroelectrolítico

    3. Regulación del equilibrio ácido-base

    4. Excreción de los productos de
    desecho del metabolismo
    proteico

    5. Función
    hormonal

    6. Conservación proteica

    El riñón es capaz de efectuar estas funciones
    complejas porque aproximadamente el 25% del volumen de
    sangre
    bombeado por el corazón en
    la circulación sistémica circula a través de
    los riñones; por lo tanto los riñones, que
    constituyen cerca del 0.5% del peso total del cuerpo, reciben un
    cuarto de la salida cardíaca.

    4.
    Formación de la Orina

    La función
    principal de los riñones es la remoción de productos
    potencialmente tóxicos y es realizada mediante la
    formación de la orina. Los procesos
    básicos involucrados en la formación de la orina
    son filtración, reabsorción y secreción. Los
    riñones filtran grandes volúmenes de plasma,
    reabsorben la mayoría de lo que es filtrado, y queda para
    la eliminación una solución concentrada de desechos
    metabólicos llamada orina. En individuos sanos, altamente
    sensibles a fluctuaciones de la dieta e ingesta de fluido y
    electrolito, los riñones compensan cualquier cambio
    variando el volumen y la
    consistencia de la orina.

    Filtración glomerular.
    Por los riñones pasan entre 1000 y 1500 mL de sangre por
    minuto. El glomérulo tiene una membrana basal
    semipermeable que permite el libre pasaje de agua y
    electrolitos pero es relativamente impermeable a moléculas
    grandes. En los capilares glomerulares la presión
    hidrostática es aproximadamente tres veces mayor que la
    presión
    en otros capilares. Como resultado de esta gran presión,
    las sustancias son filtradas a través de la membrana
    semipermeable en la cápsula de Bowman a una velocidad
    aproximada de 130 mL/min; esto es conocido como la velocidad de
    filtración glomerular (IFG). Las células y
    proteínas plasmáticas de gran peso
    molecular son incapaces de pasar a través de la membrana
    semipermeable. Por lo tanto el filtrado glomerular es
    esencialmente plasma sin las proteínas.
    La IFG es un parámetro extremadamente importante en el
    estudio de la fisiología renal y en la evaluación
    clínica de la función renal. En una persona promedio
    sana, se forman por día más de 187,000 mL de
    filtrado. La excreción normal de orina es alrededor de
    1500 mL por día, lo cual es solamente cerca del 1% de la
    cantidad de filtrado formado; por lo tanto el otro 99% debe ser
    reabsorbido.

    Túbulo proximal.

    Las células
    del túbulo proximal desempeñan una variedad de
    roles fisiológicos. Aproximadamente un 80% de la sal y
    el agua son
    reabsorbidos desde el filtrado glomerular en el túbulo
    proximal. Toda la glucosa filtrada y la mayoría de los
    aminoácidos filtrados son normalmente reabsorbidos
    aquí. Las proteínas de bajo peso molecular, urea,
    ácido úrico, bicarbonato, fosfato, cloruro,
    potasio, magnesio, y calcio son reabsorbidos en grado variable.
    Una variedad de ácidos
    orgánicos y bases, así como también iones
    hidrógeno y amoníaco, se secretan en el
    fluído tubular por las células tubulares. En
    condiciones normales, la glucosa no es excretada en la orina;
    todo lo que filtra se reabsorbe. Cuando la concentración
    plasmática de glucosa esta aumentada por encima de un
    nivel crítico, llamado el umbral plasmático renal,
    el máximo tubular para la glucosa es excedido y la glucosa
    aparece en la orina. Cuanto mayor es la concentración de
    glucosa plasmática, mayor es la cantidad excretada por la
    orina. También existen umbrales renales plasmáticos
    para los iones fosfato y bicarbonato.

    La mayoría de la energía metabólica
    consumida por el riñón es usada para promover la
    reabsorción activa. La reabsorción activa puede
    producir el movimiento
    neto de una sustancia contra un gradiente de concentración
    o eléctrico y por lo tanto requiere gasto de
    energía para el transporte de
    células. La reabsorción activa de glucosa,
    aminoácidos, proteínas de bajo peso molecular,
    ácido úrico, sodio, potasio, magnesio, calcio,
    cloruro, y bicarbonato está regulada por el
    riñón de acuerdo a los niveles de estas sustancias
    en la sangre y la necesidad del organismo. La reabsorción
    pasiva ocurre cuando una sustancia se mueve por difusión
    simple como el resultado del gradiente de concentración
    químico o eléctrico, y no se involucra
    energía celular en el proceso.
    El agua, urea,
    y cloruro son reabsorbido de esta forma.

    La secreción tubular, que transporta sustancias al
    lumen tubular (que es, en la dirección opuesta a la reabsorción
    tubular), también puede ser un proceso activo
    o pasivo. Las sustancias que son transportadas desde la sangre a
    los túbulos y excretadas en la orina incluyen potasio,
    iones hidrógeno, amoníaco, ácido
    úrico, y ciertas drogas, como
    la penicilina.

    Asa de Henle.

    La rama descendente del asa de Henle es altamente permeable al
    agua. En la
    médula, el asa de Henle desciende en un medio
    progresivamente hipertónico a medida que se aproxima a la
    papila. Hay una reabsorción pasiva de agua en respuesta a
    este gradiente osmótico, dejando la presunta orina
    altamente concentrada en el fondo del asa. La rama ascendente es
    relativamente impermeable al pasaje de agua pero reabsorbe
    activamente sodio y cloruro. Este segmento de la nefrona es a
    menudo llamado el segmento dilutorio porque la remoción de
    la sal con pequeño pasaje de agua desde el contenido
    tubular disminuye la sal y la concentración
    osmótica, diluyendo en efecto el fluído tubular. La
    rama gruesa ascendente del asa de Henle transfiere cloruro de
    sodio activamente desde su luz hacia el
    fluído intersticial. El fluído tubular en su
    luz se vuelve
    hipotónico, y el fluído intersticial
    hipertónico. Este fenómeno es conocido como el
    mecanismo de contracorriente. Una serie de mecanismos sucesivos
    producen el atrapamiento de cloruro de sodio en el líquido
    intersticial medular. A medida que el fluído
    isotónico en la rama descendente alcanza el área en
    la cual la rama ascendente está bombeando sodio, se vuelve
    ligeramente hipertónico debido al movimiento de
    agua al intersticio hipertónico. El primer paso se repite,
    y nuevamente, a medida que se agrega más cloruro de sodio
    al intersticio por la rama ascendente, se produce una mayor
    salida de agua de la rama descendente.

    Túbulo contorneado distal.
    Una pequeña fracción de sodio, cloruro, y agua
    filtrado es reabsorbida en el túbulo distal. El
    túbulo distal responde a la hormona antidiurética
    (HAD), y por lo tanto su permeabilidad al agua es alta en
    presencia de la hormona y baja en su ausencia. El potasio puede
    ser reabsorbido o segregado en el túbulo distal. La
    Aldosterona estimula la reabsorción de sodio y la
    secreción de potasio en el túbulo distal.
    También ocurre la secreción de hidrógeno,
    amoníaco, y ácido úrico y la
    reabsorción de bicarbonato, pero hay un pequeño
    transporte de
    sustancias orgánicas. Este segmento de la nefrona tiene
    una baja permeabilidad a la urea.

    Túbulo colector.

    La HAD controla la permeabilidad del agua del túbulo
    colector a lo largo de su longitud. En la presencia de la
    hormona, el fluído tubular hipotónico entra al
    túbulo perdiendo agua. El sodio y cloruro son reabsorbidos
    por el túbulo colector, con el transporte de sodio
    estimulado por la aldosterona. El potasio, hidrógeno, y
    amonio son también reabsorbidos por el túbulo
    colector. Cuando la HAD está presente, la velocidad de
    reabsorción de agua excede la velocidad de
    reabsorción de soluto, y la concentración de sodio
    y cloruro aumenta en la presunta orina. El túbulo colector
    es relativamente impermeable a la urea.

    5. Introducción y utilidad
    clínica del análisis de orina

    El análisis de orina realizado en el
    laboratorio clínico, puede proporcionar una información amplia, variada y útil
    del riñón de un individuo y de las enfermedades
    sistémicas que pueden afectar este órgano excretor.
    Por medio de este análisis, es posible elucidar tanto
    desórdenes estructurales (anatómicos) como
    desórdenes funcionales (fisiológicos) del
    riñón y del tracto urinario inferior, sus causas, y
    su pronóstico. La realización cuidadosa del examen
    de orina, por parte del laboratorio, ayuda al diagnóstico diferencial de numerosas
    enfermedades del
    sistema urinario.
    Usualmente, los datos de
    laboratorio obtenidos por medio de este análisis, se
    logran sin dolor, daño o tensión para el paciente.
    Esta es la razón por la cual, la realización e
    interpretación correcta del análisis de orina, por
    parte del laboratorio permanecerá siempre como una
    herramienta esencial más no definitiva de la
    práctica clínica.

    Tabla 1. Principales constituyentes de la orina.

    Constituyente

    Valor

    Albúmina

    Calcio

    Creatinina

    Glucosa

    Cetonas

    Osmolaridad

    Fósforo

    Potasio

    pH

    Sodio

    Gravedad específica

    Bilirrubina total

    Proteinas totales

    Nitrógeno ureico

    Acido úrico

    Urobilinógeno

    < 15-30 mg/l

    100-240 mg/24h

    1.2-1.8 mg/24h

    <300 mg/l

    <50 mg/l

    >600 mOsm/l

    0.9-1.3 g/24h

    30-100 mEq/24h

    4.7-7.8

    85-250 mEq/24h

    1.005-1.030

    No detectada

    <150 mg/24h

    7-16 g/24h

    300-800 mg/24h

    <1 mg/l

    En la actualidad, se practican tres tipos de
    exámenes de orina: análisis de orina por tira
    húmeda, empleado generalmente por los médicos en
    sus consultorios y por los pacientes en sus casas; tamizaje de
    análisis húmedo de la orina, comúnmente
    llamado análisis básico o rutinario de orina; y
    citodiagnóstico de la orina, que es una evaluación
    citológica especializada del sedimento urinario que
    correlaciona con los análisis realizados por medio de la
    tira reactiva. El análisis de orina realizado con la tira
    húmeda es un ensayo de
    primera etapa para la detección y monitoreo de pacientes
    con anormalidades químicas. Los pacientes
    diabéticos a menudo monitorean permanentemente su propia
    enfermedad, buscando signos de glucosuria, proteinuria, e
    infecciones del tracto urinario, mediante pruebas
    realizadas en casa.

    El análisis de orina húmedo o rutinario,
    proporciona, a costos
    razonables, un tamizaje adecuado para la detección de
    anormalidades químicas y morfológicas presentes en
    la orina. Este procedimiento se
    compone de dos partes:

    1. Un análisis macroscópico, en el cual se
      determinan las características fisicoquímicas
      (apariencia, gravedad específica y la medición de los constituyentes
      químicos por medio de la tira), y
    2. Un examen microscópico del sedimento, en campo
      claro o contraste de fases, para verificar hematuria, piuria,
      cilindruria, cristaluria, y otros signos. Por medio de este
      simple examen de orina, un uromicroscopista experimentado puede
      detectar y monitorear muchas entidades que afectan al
      riñón y al tracto urinario inferior.

    Recientemente, el citodiagnóstico de la orina ha
    ganado aceptación médica como un análisis
    nuevo, más sensible en el diagnóstico de ciertas patologías
    renales y del tracto urinario inferior. s Como este
    análisis requiere mayor inversión de tiempo debido a
    la preparación de coloraciones, debe reservarse para
    pacientes sintomáticos con enfermedades renales, del
    tracto urinario inferior, o neoplasias. Este análisis
    especializado ha reemplazado al recuento de Addis, proporcionando
    información secuencial del progreso o
    regresión de muchas de las patologías renales o del
    tracto urinario inferior.

    El propósito de este trabajo, dirigido a los
    laboratorios médicos o de química
    clínica, es describir en forma breve las
    metodologías mas comúnmente empleadas en la
    mayoría de los laboratorios de análisis rutinarios,
    haciendo énfasis en las responsabilidades del laboratorio
    de uroanálisis en los siguientes aspectos:

    1. Procedimientos y equipos más
      comunes;
    2. Calidad de los reactivos;
    3. Sensibilidad, especificidad, y limitaciones de cada
      procedimiento;
    4. Pruebas confirmatorias;
    5. Identificación precisa de los elementos
      principales del sedimento urinario empleando
      microscopía de campo claro; y
    6. Control de calidad.

    6. Resumen y
    explicación de las tiras reactivas.

    Las tiras reactivas para uroanálisis son bases
    plásticas en las que hay adheridas diversas áreas
    reactivas para determinar Glucosa, Bilirrubina, Acetona, Densidad, Sangre,
    pH,
    Proteínas, Urobilinógeno, Nitritos y
    Leucocitos.

    Los resultados obtenidos por las tiras reactivas
    proporcionan información referente al metabolismo de
    carbohidratos,
    función hepática y renal, balance ácido-base
    e infecciones del tracto urinario.

    Las tiras reactivas están listas para utilizarse
    y son desechables. Estas pueden ser leídas visualmente
    aunque existen presentaciones que pueden ser leídas
    instrumentalmente empleando autoanalizadores .

    Las instrucciones deben seguirse correctamente,
    considerando los tiempos de espera para cada parámetro
    así como los procedimientos de
    almacenaje y utilización.

    Los valores
    mínimos detectables para la mayoría de las tiras se
    resume en la tabla correspondiente.

    Tabla 2. Valores
    mínimos detectables de las tiras reactivas.

    Area Reactiva

    Tiempo de Lectura

    Sensibilidad

    Glucosa

    Bilirrubina

    Cetona

    Sangre

    Proteína

    Nitritos

    Leucocitos

    pH

    Densidad

    30"

    30"

    40"

    60"

    60"

    60"

    2’

    60"

    45"

    75-125 mg/dL

    0.4-0.8 mg/dL

    5-10 mg/dL (Acido
    acetoacético)

    0.015-0.062 mg/dL (Hemoglobina)

    15-30 mg/dL (Albumina)

    0.06-0.1 mg/dL (Ion nitrito)

    5-15 células /m L

    5.0-8.5

    1.000-1.030

    Es posible no encontrar una concordancia
    exacta entre el resultado determinado de manera visual sobre las
    tiras y el resultado obtenido por algún método
    instrumental, esto puede deberse a las diferencias inherentes
    entre la percepción
    del ojo humano y el sistema
    óptico del instrumento.

    Determinación de glucosa en orina.
    Principio.
    La Glucosa es una sustancia reductora, la cual reduce al sulfato
    cúprico (color azul), de
    la solución de Benedict , a óxido cúprico
    (color rojo) que
    es insoluble.

    Método.

    1. Con una pipeta depositar 5 mL de solución de
      Benedict en un tubo de ensayo.
    2. Agregar 8 gotas de orina y mezclar
      completamente.
    3. Hervir durante 2 minutos.
    4. Dejar enfriar la muestra a
      temperatura
      ambiente.
    5. Examinar la muestra y ver si existe algún
      cambio de
      color o precipitado.

    Resultados.

    Color

    Resultado

    Concentración
    mmol/L*

    Azul

    Verde

    Verde con precipitado amarillo

    Desde amarillo hasta verde oscuro

    Castaño

    Desde anaranjado hasta rojo ladrillo

    Negativo

    Huellas

    +

    ++

    +++

    ++++

    0

    14

    28

    56

    83

    111 ó más

    *Dividir el
    resultado por 0.055 para convertirlo a mg/dL

    Reactivo de Benedict.

    1. Disolver los cristales de sulfato cúprico por
      calentamiento en 100 mL de agua destilada (solución
      A)
    2. Disolver el citrato trisódico y el carbonato
      sódico aproximadamente en 800 mL de agua
      (Solución B).
    3. Añadir la solución A lentamente a la
      solución B, removienco constantemente.
    4. Completar a 1000 mL.

    Determinación de pigmentos biliares en
    orina.

    Principio.
    Cuando se añade yodo (solución de Lugol) a la orina
    que contenga pigmentos biliares se forma un complejo
    verde.

    Método

    1. Colocar 4 mL de orina
    2. Agregar 4 gotas de lugol
    3. Agitar el Tubo y Observar.

    Resultados.
    Verde Pálido: +
    Verde Intenso: ++

    Amarillo Castaño: Negativo 

    Determinación de urobilinógeno en
    orina.

    Fundamento:
    El p-dimetilaminobenzaldehído reacciona con el
    urobilinógeno para dar un complejo rojo.

    Método.

    1. Colocar 5 mL de orina recién emitida (la orina
      vieja contiene uurobilina, no detectable).
    2. Añadir 0.5 mL del reactivo de
      Ehrlich
    3. Reposar 5 minutos y observar.

    Resultados
    Color Rojo Intenso: Urobilinógeno aumentado.
    Color de Rosa
    a Castaño ténue: Normal.
    Reactivo de Ehrlich.

    p-Dimetilaminobenzaldehído 2g
    HCl concentrado 20 mL
    Agua destilada 80 mL

    1. Mezclar el p-dimetilaminobenzaldehído con el
      agua y
    2. A continuación ir adicionando el HCl
      lentemente y con cuidado.

    Determinación de sangre en
    orina.
    Técnica del Sulfato de
    Amonio
    Fundamento.
    Aprovechando la diferencia de solubilidad de la hemoglobina y la
    mioglobina es posible diferenciar una de otra, cuando en un
    análisis en tira se tiene sangre positiva y el sedimento
    muestra escasos o ausencia de éstos.

    Método

    1. Saturar la orina al 80% con sulfato de amonio (2.8 g
      + 5 mL de orina).
    2. Mezclar hasta disolución total.
    3. Filtrar o centrifugar para separar la hemoglobina que
      precipita, de la mioglobina que queda en
      solución.

    Existen diversos ácidos que
    pueden usarse para precipitar proteínas, éstos son:
    ácido sulfosalicílico, tricloroacético,
    nítrico y acético. Sin embargo el de
    elección es el ácido sulfosalicílico debido
    a que no requiere de calentamiento para su precipitación.
    El método que se empleará usa el reactivo de Exton,
    que lo hace más sensible y especifico para todas las
    proteínas.

    Método.

    1. Centrifugar una alícuota de orina y utilizar
      el sobrenadante.
    2. Mezclar volúmenes iguales de orina
      centrifugada y reactivo de Exton.
    3. Observar resultados.

    Reactivo de Exton

    1. Disolver 88g de sulfato de sodio en 600 mL de agua
      destilada con ayuda de calor.
    2. Agregar 50g de ácido sulfosalicílico y
      llevar a 1000 mL

    Resultados.

    No existe turbidez

    Se percibe turbidez sólo sobre fondo
    negro

    Se observa turbidez pero no granular

    Se observa turbidez y es granular

    Turbidez considerable y existe
    aglutinación

    Nube densa con masas aglutinadas de gran
    tamaño que pueden solidificarse

    Negativa

    Trazas

    +

    ++

    +++

    ++++

    7. Bibliografía
    Argeri-Lopardo.
    Análisis de orina. Fundamentos y Práctica.
    Editorial Médica Panamericana. Argentina
    1993.
    Bernard, J.H. Diagnóstico y Tratamientos Clínicos
    por el laboratorio. 8ª Ed. Editorial Salvat, españa
    1988.
    Graff, S.L. análisis de Orina, Atlas Color. Editorial
    Médica Panamericana. Argentina
    1987.
    Serie Paltex. Manual de
    Técnicas Básicas para un laboratorio
    de Salud. O.P.S.
    1983.
    Strasinger, S.K. Líquidos Corporales y Análisis de
    Orina. Manual Moderno,
    México
    1991.

     

     

    Autor:

    Q.F.B. Carina Gutiérrez Iglesias
    Q.F.B. Enrique Escalera Zuñiga

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