Indice
1.
Introducción
2. Antecedentes históricos de la
economía y política venezolana entre los siglos XVI
y XIX.
3. La transición
económica de Venezuela en el siglo XX.
4. Movimientos migratorios de Venezuela
siglo XX.
5. Influencia de la actividad petrolera
en el comportamiento del venezolano.
6.
Conclusión
7.
Bibliografía
Para comprender la concepción, que tiene tanto
los venezolanos como otros de cualquier otra nacionalidad, es
necesario indagar el proceso
histórico por el cual ha transitado y poder analizar
el comportamiento
que desde finales del siglo XV hasta nuestros días, el
venezolano; como base fundamental de este proceso, ha
experimentado debido a características que se encuentran fuera de
su entorno. Debido a que el proceso histórico de Venezuela es
complejo y por demás se haría muy extenso el trabajo, se
ha optado, por comenzar el mismo, haciendo un señalamiento
de las causas que dieron origen a la implantación de
concepciones económicas y político –
administrativas, manteniendo en constante dominio tanto a
la tierra como
a los hombres que forman parte de ésta, desde el siglo XVI
hasta el siglo XIX.
Al culminar con esta pequeña reseña
histórica pasaremos, al punto que más nos interesa,
pues ha dado un fuerte giro en la sociedad
venezolana. Es un núcleo que se da a través de la
transición económica basada en la
explotación petrolera, en la que se abre un nuevo
período en la historia venezolana, ya que
en ésta se opera un conjunto de transformaciones, que a la
vez tendrán una significación histórica muy
importante en la medida, que afecta a la totalidad de los
aspectos que conforman un todo en nuestra sociedad.
Se representaran como los aspectos que han sido
influenciados por la aparición del petróleo.
Entre esos tenemos; primero, aparte del cambio de
economía,
a la implantación de compañías extranjeras,
que a la vez generan ingresos al
país. Al implantarse tales compañías en las
grandes ciudades surgirán, con el tiempo las
migraciones tanto internas como externas, generando con ellas, no
sólo el urbanismo sino también la marginalidad, la
dependencia económica, social y política, sin dejar a
un lado, las ventajas y desventajas, entre ellas, la evolución demográfica y la
destrucción del ecosistema, la
modernización del país, así como
también la influencia de una nueva cultura en el
venezolano, que se entenderá como un neocolonialismo. Por
último se explica las políticas,
que los gobiernos han ejecutado, para desarrollar y controlar la
nueva economía industrial y minera.
2. Antecedentes
históricos de la economía y política venezolana
entre los siglos XVI y XIX.
Para explicar las transformaciones que ha experimentado
el territorio, hoy venezolano es necesario comprender las causas
que originaron las mismas. Cambios que de una manera u otra
comienza por el sector económico, que interactúa a
la vez con el político y el social.
La concepción económica y política
del poblamiento hispano.
Para el momento del "descubrimiento" de América
en 1492, Europa
vivía la etapa del renacimiento, en
la que desató en el continente europeo el espíritu
de aventura, del conocimiento
científico y de la libertad del
hombre. Sin
olvidar, por supuesto, la crisis
económica y social por la cual atravesaba, y en la que se
reflejaban, el hambre, las pestes y las guerras. Estas
fueron las causas que dieron origen a la búsqueda de
nuevas rutas marítimas que no fueron las del
mediterráneo.
Cuando los europeos y especialmente los españoles
atraviesan el Atlántico su teoría
económica, era el mercantilismo,
la cual se basaba en que las riquezas de las naciones derivaban
de la acumulación de metales preciosos
(oro y plata). En 1499 cuando exploran la Costa Oriental, hoy
día Cubagua, encuentran grandes yacimientos los cuales
comenzaron a explotar, así como a explorar las
áreas cercanas, entre ellas, Margarita,
dirigiéndose luego al Occidente de tierra firme
para aplicar la misma técnica.
Al percatarse de la existencia de recursos mineros
comenzaron no sólo a explotar las zonas donde se hallaban
éstos, sino también a los grupos
indígenas que en ella se encontraran. Una actividad
forzosa que provocó la muerte a la
mayoría, la esclavitud y la
servidumbre al resto, así como también
provocó con el transcurso de los años la
reducción de los pueblos de indios.
En la primera mitad del siglo XVI, a los
españoles no les interesaba asentarse permanentemente. Su
objetivo
principal era la búsqueda de minas de plata, oro y
yacimientos de perlas. Sin embargo, una vez agotados los recursos mineros,
estos hombres se ven obligados o forzados a cambiar su
concepción económica. Tal fue el cambio que
comenzaron a valorar las tierras, puesto que era el único
medio de producción que le podía satisfacer
sus necesidades primordiales. Fue bajo esta nueva mentalidad
cuando los pobladores hispanos comenzaron a fundar ciudades y por
ende a dedicarse a la agricultura
para su sustento; adaptándose por demás a la
alimentación indígena, y
éstos a la que traían de España, ya
que comenzaron a cultivar productos
europeos (trigo, caña de azúcar,
algodón). Durante este siglo los productos
exóticos se mezclaron con los autóctonos (papa,
yuca, maíz,
cacao) y eran cultivados en la franja de la Costa Montaña,
área donde estaban asentadas las tribus indígenas y
en el que de manera arbitraría se impusieron los
pobladores hispanos, primero por su agradable clima y segundo
por contar con mano de obra y técnica indígena,
para el aprovechamiento de la fertilidad de los suelos. Es en
ésta franja, específicamente, en los valles del
centro – norte de Venezuela,
donde se desarrolla el cultivo del cacao, un producto que
desde el siglo XVII, XVIII y parte del siglo XIX (en este
último siglo había ya sido sustituido por el
café),
aunque esto, no quiere decir que no se siguiera comercializando
con el mismo. Se exportaba a España,
dando lugar a la inmigración de ciertos empresarios. Una
inmigración que para el siglo XVI fue lento
y tardío, debido a la ausencia de excedente de producción lo que no permitió las
relaciones comerciales de otros países con
Venezuela.
Ya para la primera mitad del siglo XVII con el
propósito de aumentar las exportaciones se
optó por buscar nuevas tierras no sólo para
expander su población sino también a la
economía, fue entonces cuando llegaron a los Llanos y se
dedicaron a cultivar algodón, añil, zarza parrilla,
caña de azúcar
y la cría de ganado, generando producto tales
como el lienzo de algodón, cacao, el azúcar y el
cuero, y que dieron paso a los mercados externos
así como también a las migraciones
extranjeras.
A finales del siglo XVIII, surge un gran cambio, desde
el punto de vista económico, la exportación del cacao es sustituido por el
café y
como consecuencia la importancia demográfica
aumentó en los Andes ya que en esta región era
donde mejor se producía este producto. Aunque la
región centro – norte no dejó de ser el
área de mayor porcentaje de población, específicamente Caracas,
por ser el núcleo de la actividad exportadora de
Venezuela. A través de Caracas se relacionaban las
demás regiones del país y por demás con los
del exterior. En cambio, los Llanos no sufrió
ningún cambio durante la exportación del café.
A inicio del siglo XX, año 1925, la actividad
agro – exportadora decae, puesto que se inicia en el
país otro modelo
económico que no responde a la agricultura y
a la ganadería.
Este modelo se basa
en la explotación del subsuelo, con la aparición
del petróleo,
el cual transforma totalmente la vida de los
venezolanos.
Aspectos políticos de Venezuela siglos XVI
– XIX.
Desde el punto de vista político – administrativo,
el siglo XVI al siglo XVIII, el territorio venezolano depende
jurídicamente de dos virreinatos: la región
Oriental dependía del Virreinato de Santo Domingo y la
región Centro – Occidental del Virreinato de la
Nueva Granada (Audiencia de Santa Fe de Bogotá) y a partir
de 1777, el país política y administrativamente
pasó a ser una Capitanía General, sin embargo
judicialmente seguían dependiendo de los
virreinatos.
Treinta y cuatro años, más tarde,
Venezuela logra su independencia,
la cual genera deudas a los nuevos gobernantes: Páez, Los
Monagas, Guzmán Blanco entre otros, quienes para
solucionarlas otorgaron tierras a los militares como pago por su
participación en el proceso independentista, como haberes
militares. Por otro lado el país no contaba con un
capital para
invertir y desarrollar la economía nacional, implementaron
políticas de arrendamiento, para fomentar
la inmigración extranjera y desarrollar las vías de
comunicación, así como de la
economía. Pero estas políticas, implantadas por una
serie de mecanismos, entre estos, el catastro y el usufructo de
tierras nacionales, no fueron muy productivas debido a las
dudosas informaciones que estos aportaban y sobre todo dio cabida
al surgimiento del latifundio, debido a la adjudicación de
tierras a los militares, sí se obtuvieron pequeños
ingresos, los
que luego, permitieron comenzar una limitada inversión en el país, así
como también a la reducción de los
indígenas, quienes al igual que los campesinos quedaron
marginados de sus tierras y fueron incorporados a los
latifundios, para seguir siendo explotados por los terratenientes
sin ninguna o con muy poca esperanza de mejoramiento de su
condición social.
"La gran masa campesina desprovista de tierra,
obligada a pagar altos cánones de arrendamientos en
especie o a trabajar como peones por bajísimos salarios,
sufría condiciones miserables de vida". (De La Plaza;
1974, 23).
3. La transición
económica de Venezuela en el siglo XX.
La palabra transición según el diccionario de
la lengua
española la define como la "acción y efecto de
pasar de un estado a
otro", esto significaría por lo tanto que la
economía venezolana basada en la agro –
exportación; pues, como ya se explicó en el
capítulo anterior, del siglo XVII a inicios del siglo XIX
el producto que mayor demanda
tenía era el cacao y del siglo XIX a primeros años
del siglo XX, lo fue el café; es sustituida por una
economía de exportación minera cuyo producto
principal sería el
petróleo. Una concepción económica que
de nuevo transformará la vida de los venezolanos,
destacando que, este producto, es una composición
orgánica formada por hidrógenos, los cuales abundan
en la naturaleza bajo
la tierra,
específicamente en el subsuelo. Con respecto a su origen
se pueden apreciar dos versiones, la primera dice que antes de
llegar los españoles al territorio venezolano, los
indígenas ya hacían uso del petróleo,
sólo que era denominado por éstos como MENE, el
cual les servía como impermeabilizante, en la
cacería, para alumbrarse e incluso para uso medicinal y la
segunda considera que el
petróleo en Venezuela fue "descubierto" por los
españoles y que a raíz de éste se desarrollo el
uso del asfalto para calafatear a los barcos para que no les
entrara el agua. (Cfs:
Martínez; 1988, 128; Guillermo; 1958, 52).
A partir de 1917, al dar inicio a la explotación
petrolera, se abre un nuevo período en la historia venezolana en el
cual se opera todo un conjunto de transformaciones significativas
en los distintos aspectos de la sociedad, los cuales en la medida
extrema han permitido "superar" el estancamiento característico de un país
agropecuario.
Este fenómeno traerá consigo las inversiones
extranjeras, motor fundamental
de ese conjunto de cambios. Estas empresas
inversionistas, al principio van a tener participación a
nivel nacional en la explotación de hidrocarburos,
luego en la mineral de hierro y
posteriormente en la industria, el
comercio, los
transportes y en menor grado, la agricultura, ya que con la
apertura de las vías de comunicación, los productos
agrícolas aumentaron en el mercado interno
fomentando el mayor consumo,
constituyendo lo que hasta nuestros días es la
economía nacional; si se puede llamar nacional,
pués con el fenómeno de la
globalización no sabemos que es nuestro y que no lo
es.
Las transnacionales en Venezuela.
Con las inversiones
extranjeras, nuestras políticas sobre todo las
económicas van a depender mucho más de las empresas
internacionales y de aquellos países como los Estados Unidos,
trasladando al país la técnica y la
organización capitalista más avanzada de la
época, pero esto conlleva a condiciones de dependencia
tecnológica, pues nuestro país no tenía
ninguna posibilidad de participar en la producción y
desarrollo de
la maquinaria y equipo, actividad que se reservan los
países desarrollados. Por su importancia el
petróleo pasó a ser el factor determinante en
aquella prosperidad económica, ya que fue y será la
energía vital para el desarrollo industrial del mundo,
sobretodo en el momento de la Primera Guerra
Mundial donde Venezuela se caracterizó como
país exportador de abundante petróleo, con grandes
recursos petrolíferos, generando interés de
potencias como: (Estados Unidos,
Inglaterra,
Holanda).
En la primera etapa de otorgamientos de concesiones, la
compañía privilegiada fue la Shell de origen anglo
– holandesa, ya que en 1912 recibe el permiso de explorar
en 12 de los 20 Estados de Venezuela, por un tiempo de 10
años. A partir de 1922 comienzan a llegar las
compañías estadounidenses, como la petrolera
Sinclair Oil, pocos años después el gobierno de Juan
Vicente Gómez (1908 – 1935) otorgará
más concesiones a tales compañías, generando
el desplazamiento de Shell a un segundo plano.
Ya para 1964 existían más de 25
compañías subsidiarias, que operan en el territorio
venezolano, las cuales incrementaron el capital que se
ha invertido en la industria
petrolera.
Viendo tal situación, de la avalancha de
transnacionales, buscando participar del festín petrolero
en Venezuela, surgieron oposiciones entre ellas la de Alberto
Adriani, quien consideraba que la actividad petrolera era una
imposición económica extranjera, que nos
haría dependientes de políticas y criterios no
nacionales. Para reforzar su planteamiento en torno al
neocolonialismo, iniciado con la actividad petrolera, Luis Pedro
España, hace referencia al planteamiento que al respecto
hiciera Adriani, Alberto en su obra Labor Venezolanista. 1984.
pág. 197.
"No debemos equivocarnos en la apreciación de los cambios
que han seguido al auge de la industria petrolera en Venezuela;
esta industria es precaria; está en manos extranjeras; es,
desde el punto de vista económico, una provincia
extranjera enclavada en el territorio nacional, y ejerce una
influencia relativamente insignificante en la prosperidad
económica de nuestro pueblo. No insistamos sobre lo del
petróleo". (España; 1988, 15).
Los ingresos al país.
Debido a la exportación petrolera, ya para 1936, con el
otorgamiento de concesiones a empresas extranjeras para la
exploración y explotación del territorio
venezolano, el país obtiene por medio de la renta
petrolera un ingreso que "servirá" tanto para invertir y
generar nuevos capitales, como para cancelar las deudas
públicas y crear industrias que
produzcan bienes y
servicios para
satisfacer las necesidades de los habitantes del país.
Aunque el Estado con
todos los recursos que ha recibido, ya sea en la primera etapa
cuando estaban las concesionarias en Venezuela, como en la
segunda cuando Venezuela tiene el control de su
industria petrolera, no ha podido satisfacer las necesidades de
la población.
Algunas propuestas presagiaban el futuro de nuestro
país, desde el gran auge del capitalismo a
través del petróleo.
"Utilizar sabiamente la riqueza petrolera para financiar
su transformación en una nación
moderna, próspera y estable en lo político …
económico y social; o quedar, cuando el petróleo
pase … como todos los sitios por donde pasa la riqueza
azarienta pasa sin arraigar, dejándonos más pobres
y más tristes que antes". (Uslar, 1949, 66).
Sin embargo, al principio, los ingresos que se
obtenían de la exportación petrolera sólo
beneficiaba a las empresas petroleras extranjeras, luego con la
aplicación de reglas, en las que la renta petrolera es de
todos los venezolanos y se comienzan a aumentar los sueldos y
salarios, importación de productos para el consumo, para
"mejorar" las viviendas y la ampliación de
políticas de salud; es decir, mejorar las
condiciones de vida de los venezolanos, así como el
crecimiento de la población. Aunque esto no significa que
todo esta solucionado, puesto que hoy día, debido a la
inflación sigue estando presente factores que cada
día deprimen más y más a la sociedad, ya que
en su contorno se sigue reflejando la inseguridad,
la pobreza, la
riqueza de una minoría, debido a la ineficiencia del
Estado para
controlarlos y en su mayor caso capacitarse para una mejor
administración económica y
social.
La destrucción del ecosistema.
El territorio venezolano, a partir de la década de 1910,
es transformado por la mano del hombre
capitalista, debido a la incesante búsqueda de minerales
(petróleo, oro, hierro), para
1956 el gobierno
venezolano había otorgado a los concesionarios 6.171.869
hectáreas de tierra, de las cuales para las
transnacionales estadounidenses le correspondían 4.804.849
hectáreas, y a la empresa
inglesa 1.138.049 hectáreas, lo que significara para ese
entonces el 7% de la superficie del país. La mayor parte
de estas tierras fueron utilizadas para la construcción de campos petroleros, lo que
ocasionó desde entonces hasta hoy día la
contaminación del Lago de Maracaibo y sus afluentes,
ya que los tanqueros petroleros al cargar y descargar el
petróleo, ocurren derramamientos ocasionando la contaminación de las aguas. El resto de las
tierras fueron abandonadas por no encontrarse petróleo,
pero las tierras no utilizadas quedaron inutilizadas, para la
producción agrícola, por quedar contaminadas debido
a las perforaciones en la búsqueda de petróleo y
por la construcción de plantas
industriales. La misma situación sucedió con el
resto de las cuencas petroleras, ya que los espacios utilizados y
sus alrededores quedan inhabilitados para toda actividad
agrícola y pecuaria.
4. Movimientos migratorios
de Venezuela siglo XX.
El territorio, Venezolano, ha experimentado desde miles
de años; incluso desde antes de Cristo, movimientos
migratorios. Hoy día, estos movimientos tanto los externos
como los internos han tenido sus ventajas y desventajas, ya que
tales migraciones van a generar cambios económicos,
sociales, políticos – administrativos, etc., los
cuales de alguna manera van a influenciar en nuestra cultura, en
sí, en nuestro modo de pensar y actuar.
Migraciones externas.
Antes del cambio económico, en Venezuela las migraciones
exógenas eran pocas por no decir, nulas. Estas se
diferenciaban a través del tiempo, de la situación
económica del país de origen de estos inmigrantes,
y de la política, no sólo la de su país sino
también la del lugar de asentamiento o llegada, ya que la
idea de tal migración
era mejorar su nivel social.
Las migraciones externas se desplazan en las zonas urbanas, por
poseer la mayor posibilidad de progreso.
"Los inmigrantes externos están diseminados por todo el
país, pero se concentran especialmente en los centros
industriales y mineros tales como Distrito Federal, Estado
Miranda, Zulia, Aragua y Carabobo". (Chen; 1968, 51).
Para 1950 distintos grupos de
personas, provenientes tanto del Continente americano:
norteamericanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos, y del
europeo: italianos, portugueses, españoles como del Medio
Oriente: árabes, de Asia: chinos,
japoneses y del continente africano.
Durante este mismo año, la inmigración
externa era de 461.584, de la cual el 19.1 % pertenecían a
Colombia, el
24.6% italianos y el 29.3% españoles, los cuales
representaban los principales grupos de inmigrantes extranjeros.
Algunos eran trabajadores técnicos y especializados que
llegaron junto con alguna empresa para
trabajar en Venezuela; otros querían conseguir en este
país mejor trabajo y por demás un mayor ingreso,
pero que no tenían ninguna especialidad, y por
último aquellos que pasaron a englobar a la
población inactiva. Para este año, tal movimiento fue
positivo, pero años posteriores se convirtió en un
aspecto que dependía de la situación
económica, puesto que dependía de las perspectivas
que existían en el momento. Venezuela, podría
decirse se convierte en la "tierra de refugio", donde todo es
solidaridad,
amabilidad y respeto e
incluso, ya en 1936, dentro del programa de
gobierno de Eleazar López Contreras, uno de sus puntos
principales era el de Inmigración y Colonización en
la que consideraba que la misma contribuiría a la
formación de una población fuerte y educada. Sin
embargo para ello era necesario solucionar los problemas
higiénicos, laborales, comunicacionales, educativos,
comerciales y agrícolas, por la que Venezuela atravesaba,
para que la población extranjera gozara, de un hogar
confortable y que en lugar de estar distantes, puedan mezclarse
con la población nativa.
Migraciones internas: De lo rural a lo Urbano.
Tanto el gobierno como el pueblo sufrirán los cambios que
a raíz de la transición económica, basada en
el petróleo, tendrán que enfrentar,
adaptándose no sólo al nuevo hábitat sino a
la nueva forma de vida, que por supuesto no se va a parecer en
nada a la anterior.
Cuando se implantaron las compañías
extranjeras, la economía tradicional, es decir, la
agropecuaria padecía una crisis, que
determinaba el estancamiento de toda actividad productiva y
condenaba al campesinado a una vida de miseria. Ahora bien, la
actividad petrolera significará en el aspecto social, la
descomposición del campesinado, pués éste,
en búsqueda de mejores condiciones de vida, abandona el
campo y se traslada a la ciudad en donde se desarrolla la clase
obrera y la urbanización; produciendo en los trabajadores
del campo un impacto considerable, ya que, aparte de adaptarse al
medio físico tuvo que cambiar de especialidad.
Los campesinos carentes de conocimientos y capacidad
suficiente para emprender una actividad industrial, se dedicaron
a los servicios
domésticos, a vendedores ambulantes, artesanos y otros
trabajos de muy bajos ingresos, que no requerían ninguna
especialidad. Fuera de estas grandes ciudades como consecuencia
del hacinamiento se van consolidando los barrios construidos por
dos elementos: la gran cantidad de ranchos, como producto de la
insuficiencia de las viviendas y marginalidad
producto del subempleo y desempleo, puesto
que no todos tuvieron la suerte de conseguir un empleo en una
industria petrolera o en cualquier otra industria.
Podría decirse, que el empobrecimiento de gran
parte del poblamiento venezolano, se debe a la aparición
del petróleo, a pesar de que la producción
agrícola y ganadera ya venía presentando una
crisis. Sin embargo, la mayoría de los venezolanos se
dedicaban al cultivo de la tierra, pero con las ganancias seguras
que producía la actividad petrolera, el país no
diversificó la economía, que a la vez permitiera
acumular un capital propio, que nos hiciera menos dependientes de
los vaivenes del mercado petrolero
internacional. Más bien, el Estado
creó miles de empresas estatales, se concedieron créditos, que no se recuperaron y al no
poder
cancelarlos estregaban las empresas como pago. Además
aumentó por un lado la burocracia, la
cual alimentaba el clientelismo político, gremial y
sindical. Las malas administraciones provocaron al país un
endeudamiento externo e interno en éstos últimos
años, que incluso han dado origen a la inflación,
el desempleo y el
deterioro no sólo de los servicios públicos:
escuelas, hospitales, carreteras, etc., sino también de
los salarios de los
trabajadores, debido a su poco poder adquisitivo, y por el otro
con la formación de las ciudades urbanizadas, los campos
petroleros y el desarrollo del capitalismo,
se forma la clase media, que cada día se consolidaba y se
extendía más e incluso individuos, de hogares
pobres encontraron a través de la educación y el
empleo la
posibilidad de ascender de nivel social.
Para la primera mitad del siglo XX, la población
rural dominaba económicamente en todo el territorio
venezolano, pero a partir de la segunda mitad de este mismo siglo
el dominio lo
ejerce el poblamiento urbano.
La población seguía concentrándose
por toda la franja costera – montañosa,
profundizándose mayormente en el centro – norte,
noreste y el noroeste, disminuyendo por lo tanto la
población en la zona o región de los Andes, y
Guayana. Para 1926, habían ciudades que contaban con
más de 20.000 habitantes, y a medida que la industria
petrolera, la de hierro, la siderúrgica se desarrollaran
como la actividad más importante de Venezuela, iba
aumentando la población en los sitios más cercanos
a estos campos, principalmente en los campos petroleros del
Estado Zulia.
Evolución demográfica en Venezuela.
El aumento de la demografía en Venezuela, sucede a partir de
la década de 1920, a raíz de la nueva actividad
venezolana, la petrolera, ya que no sólo las
transnacionales invirtieron en la extracción del
petróleo, sino también colaboraron con el gobierno
nacional, para solventar los graves problemas de
salubridad, como por ejemplo: paludismo, la
viruela, las pestes, tuberculosis,
sífilis, sarampión, etc., para el
caso del paludismo, la
introducción del DDT, ayudo a la
eliminación de los zancudos causantes del paludismo, para
las demás enfermedades, la
utilización de antibióticos, ya que eran
provenientes de virus. Venezuela
hace frente a éstos problemas higiénicos, por medio
de la construcción de centros sanitarios, la
construcción de acueductos, la construcción de
carreteras, para poder llegar a los lugares más distantes
de los centros urbanos.
A medida que Venezuela, fue dando respuesta a los problemas
sanitarios, se logró la disminución de la
mortalidad y el aumento de la natalidad, como se reflejan en los
siguientes cuadros.
5. Influencia de la
actividad petrolera en el comportamiento
del venezolano.
La actividad petrolera ha tenido una gran influencia en
los venezolanos, ya que fue un fenómeno que
transformó el comportamiento de estos hombres, sobre todo
por ser económicamente una actividad que daría paso
a una nueva etapa social, cultural, política. En sí
fue un proceso de transición que afectó, a todas
las estructuras de
la sociedad venezolana, alterando arbitrariamente nuestra cultura
"propia", la cual, nuevamente es subestimada, así como en
el siglo XVI, con la llegada de los españoles, a la
cultura indígena le fue impuesta otra, supuestamente
superior a la autóctona de la población
prehispánica.
La cultura petrolera.
Durante la primera mitad del siglo XX, Venezuela no contaba con
las grandes construcciones que en la actualidad podemos observar.
Antes de esto, sólo habían pueblos, aldeas y
caseríos que aun no habían sido influenciados por
el urbanismo, a excepción de Caracas, la cual, durante el
período de Gobierno de Guzmán Blanco, había
dado inicio a la modernización, de la capital con el fin
de mejorar las comunicaciones, la educación y el
confort de una minoría.
Pero cuando los extranjeros, establecieron sus empresas
en Venezuela, captaron primero, que los venezolanos no estaban en
capacidad intelectual, debido a que su educación era baja,
para participar en las actividades petroleras; segundo, era una
sociedad que podía adaptarse a nuevos patrones culturales,
que se manifestaran con la aparición de la economía
petrolera, los cuales al pasar los años se transformaron
en dependencia económica y marginalidad social, pues
muchos inconscientemente nos convertimos en consumidores de
productos importados y aprendimos a vivir en construcciones
verticales que de alguna manera influyeron en nuestras relaciones
interpersonales, ya que la
comunicación tradicional es muy poca, y que ahora
incluso distinta, producto de las innovaciones
tecnológicas. Esto ha generado un cambio en las costumbres
del venezolano, debido a la
motivación que los estadounidenses, ingleses, etc.,
han inculcado en la población venezolana: a vestirse, y a
alimentarse como ellos. Al principio fue impuesta, luego fue
aprendida, tanto que aun sigue siendo muy común la
imitación de las comidas extranjeras en nuestro
país. Al parecer nos hemos acostumbrado a consumir
alimentos
ligeros, de fácil preparación (las hamburguesas,
espaguetis, el pan y los enlatados), desarrollando el comercio a
favor de las empresas extranjeras, el objetivo
principal de la cultura petrolera: transformar la mentalidad de
los venezolanos, interesándola en la comodidad material,
obligándolos a comprar aparatos eléctricos,
automóviles, etc., y convenciéndolos que todo esto
es sinónimo de libertad
individual.
"La cultura del petróleo… establece normas y crea una
filosofía de la vida, para adecuar a una sociedad a la
necesidad de mantenerla en las condiciones de fuente productora
de materias primas… no se subordina a las necesidades de
nuestros grupos humanos, sino que estos son sometidos por
aquella". (Quintero; 1968, 21).
Sin embargo, otros autores con otras tesis o
discursos se
oponen a esto, ya que se plantea que el petróleo, es una
actividad que durará muy poco, por no ser nacional sino
más bien un enclave extranjero; mientras que para otros,
es una buena posibilidad de generar ingresos al país pero,
fundada bajo políticas que no perjudiquen aun más a
Venezuela. (Cfs: España; 1988, 15; Arturo; 1949,
77).
Este tipo de cultura, por último, a pesar de lo
que ya se ha nombrado: la dependencia y la marginalidad, trajo
como consecuencia a nivel social la promiscuidad, las relaciones
libres, la paternidad irresponsable, estimuló la
desconfianza hacia los gobiernos, así como el aislamiento
familiar, la desigualdad social, puesto que el capital de los
ricos aumenta y los pobres carecen de el.
Hacia el neocolonialismo.
La cultura del petróleo, ya definida anteriormente, es a
ciencia
cierta, la nueva conquista de los venezolanos, en este caso, por
los norteamericanos, la cual porta elementos de la misma, a
nuestro país. Tales elementos son de tipo industrial,
comercial, turístico, recreacional, literario, religioso
que se divulgan a través de los medios de
comunicación: revistas, periódicos, TV,
radio,
cine. Esta
penetración indirecta, refleja la dependencia con respecto
a las informaciones, opiniones públicas, conceptos de
vida, la conducta
familiar, recreación
y transporte.
Por otro lado el territorio venezolano, fue explotado
turísticamente desde el momento que los venezolanos;
influenciados por las informaciones norteamericanas, valoraron al
turismo externo,
como un factor que en gran medida podía incrementar los
ingresos nacionales. En los centros urbanos, aun contando con el
territorio suficiente para la construcción de viviendas
horizontales, se construye de manera vertical, imitando a los
rascacielos de los Estados Unidos. En cuanto a la educación se
sustituye la tradicional por una más didáctica y científica, la cual hoy
día sigue desarrollándose (Internet), e incluso el
ingles, como idioma universal, es materia
obligatoria en el programa
educativo venezolano.
"En menos de cincuenta años, parte de la
población venezolana se ha hecho usuaria de elementos
propios de la civilización norteamericana… puede
observarse en la profesión médica, la moda, los
productos de belleza, y la preferencia del ingles…". (Quintero;
1968, 107).
Petróleo y Dependencia.
Con la llegada de los andinos al poder a través de la
Revolución
Restauradora, se inicia un período de conflictos
tanto internos como externos. Castro asumió una postura
nacionalista que se revirtió en enfrentamientos con la
oligarquía nacional y con las potencias extranjeras
(Alemania,
Francia,
Inglaterra y los
Estados Unidos de América).
El bloqueo económico al gobierno de Cipriano Castro (1899
– 1908), tuvo su origen en las deudas contraídas por
la nación
con los países extranjeros y por las medidas que este
había tomado contra dichas empresas.
Venezuela, estaba enfrentando no sólo un mal momento
económico, sino también de peste bubónica y
plagas, lo que traía como consecuencia malas cosechas de
café y cacao, aunado al aumento de los impuestos de
exportación a estos rubros que, dificultaban la competitividad
en el mercado internacional.
Cipriano Castro de una u otra manera sabía de las
verdaderas intenciones, de las llamadas inversiones extranjeras,
las cuales eran de apoderarse de las materias primas, cancelar
pocos impuestos, luego
Venezuela las compra en manufacturas, el país se hace
dependiente de las potencias explotadoras de los recursos
naturales de la nación. Es por ello, que Cipriano
Castro dificultó las inversiones extranjeras en el
período (1899 – 1908). Al final de dicho
período hasta hoy día, Venezuela vive de la renta
petrolera, como uno de los productos que más se exporta
tanto a los países europeos como a los Estados
Unidos.
Políticas petroleras del Estado venezolano (1899
– 1996).
El inicio de la actividad petrolera determinó importantes
cambios en el poder político del país, en efecto el
Estado de la República agropecuaria era desde el punto de
vista económico un organismo pasivo cuyos bajos ingresos
dependían fundamentalmente de los impuestos al comercio
exterior, tales ingresos apenas alcanzaban para mantener la
burocracia y
el aparato militar. Sin embargo al convertirse en el principal
receptor de los ingresos petroleros a través del cobro de
impuestos y regalías, el Estado pasa a constituirse en el
organismo económico más importante del
país.
Surgió un Estado importante que pasara a ser el
coordinador entre los ingresos petroleros y el resto de la
economía, aumentando su responsabilidad sobre el tipo de desarrollo que va
a tener el país, pues de su política
económica va a depender en gran medida el tipo de
crecimiento que va a tener el país desde entonces hasta
nuestros días.
En la presidencia de Cipriano Castro (1899 –
1908), se crea la Ley de Minas, el
14 de agosto de 1908, fundamental como base de legalidad, en el
desarrollo de la posterior industria petrolera, como ejemplo las
concesiones entregadas por Castro en 1907 a Vigas Aranguren y
Jiménez Arráiz.
Bajo la presidencia de Juan Vicente Gómez (1908
– 1935), Venezuela se convierte en país productor de
petróleo y se instituyó una política
petrolera liberal, con el objeto de traer el mayor volumen de
capitales extranjeros, con la consecuencia de mayores beneficios
para dichas empresas, obtenidos a través de las
concesiones otorgadas por Gómez, sin contratiempos, a
grandes plazos y bajas tazas impositivas. Tomando en cuenta esta
situación, el mayor logro del gobierno gomecista fue,
pagar la deuda externa que
tanto aferraba al país.
El ministro Gumersindo Torres, desde 1920 a 1935
promulgó cinco versiones de Ley de Hidrocarburos,
con el objeto de asignar más concesiones a las
transnacionales, para aumentar las áreas de
exploración. Fue importante el consagrar el principio de
restitución de las instalaciones petroleras al Estado, al
final del término de la duración de la
concesión. En 1923 se crea la Compañía
Venezolana del Petróleo, se promulgó la Ley de
Vigilancia para impedir la
contaminación de las aguas por el petróleo, se
creó la primera Ley del Trabajo, con el objeto de
garantizar mejores beneficios para los trabajadores
venezolanos.
A la muerte de
Gómez, el 17 de diciembre de 1935, asume la presidencia el
general Eleazar López Contreras (1935 – 1941), quien
enfrentó en diciembre de 1936 la primera huelga de
obreros petroleros, quienes exigían un aumento de salario,
terminando ésta en enero de 1937. En 1936 se funda la
Ciudad de El Tigre (Edo Anzoátegui) y en 1939 se funda
Ciudad Ojeda (Edo Zulia), consideradas como ciudades
petroleras.
En plena Segunda Guerra
Mundial, esta en la presidencia el general Isaías
Medina Angarita (1941 – 1945), quien dictó una nueva
Ley de Hidrocarburos, para otorgarles por 40 años
más de duración a los concesionarios, el derecho de
explotar el petróleo venezolano. Medina Angarita tuvo la
oportunidad de nacionalizar la industria petrolera, sin costarle
al fisco nacional.
En 1943, se crea la oficina para
recaudar el impuesto Sobre la
Renta y para el año de 1944 comenzó a funcionar
la Escuela de
Ingeniería de Petróleo en la
Universidad
Central de Venezuela (UCV), para formar a los venezolanos en la
actividad petrolera y no tener que salir del país para
conocer las técnicas y
modos de
producción petrolera.
El 18 de octubre de 1945, es derrocado Medina Angarita y toma el
poder una Junta Revolucionaria de Gobierno, encabezada por
civiles y militares, quienes en dicho período corto por
demás no aplicaron política alguna dirigida al
petróleo.
Al finalizar el gobierno de tal Junta, sume el poder
Rómulo Gallegos y dicta un decreto en 1948, que otorga
ganancias de 50 – 50, es decir 50% de ganancias para la
Estado y 50% de ganancias para las transnacionales. Por tal
decreto el Estado comienza a obtener más ganancias por la
explotación petrolera.
En la década de 1950 Venezuela, bajo la dictadura de
Marco Pérez Jiménez, se incrementan las exportaciones
petroleras y el Estado goza de grandes ganancias por la renta
petrolera, y comienza con estas ganancias años más
tarde la construcción de obras y servicios
públicos.
A partir del 23 de enero de 1958, comienza la época de la
democracia, en
donde Rómulo Betancourt, como presidente creó la
Corporación Venezolana del Petróleo (CVP) y la
Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP), cuyo fin
es lograr la unificación de políticas petroleras de
los países miembros.
Faltando pocos años, para que finalizara el contrato con las
transnacionales, firmado por Medina en 1943 y finalizaba en el
año de 1983, surgió el sentimiento de la
nacionalización de la industria petrolera, en la que el
Estado venezolano tomaba ya conciencia de
valorar esta industria como propia, además Venezuela
contaba con el personal
capacitado para llevar adelante la industria. Es por ello que en
1975, Venezuela para controlar la industria y el comercio de los
hidrocarburos, tuvo que cancelar una indemnización a los
concesionarios, por haber adelantado la fecha de la
restitución al Estado de la industria petrolera convenida
en 1943.
Como consecuencia el gobierno a partir del primero de
enero de 1976, tomó el control de la
exploración, explotación y comercialización del petróleo, por
medio de la empresa
Petróleos de Venezuela.
En la actualidad Petróleos de Venezuela (PDV), dio inicio
a partir de 1996, la modalidad de "Apertura Petrolera", que
consiste en otorgar contratos a
empresas privadas, para la exploración y
explotación de petróleo, algo parecido a la
política implantada por el gobierno del general
Gómez, pero con la diferencia que estas concesiones son
cedidas, en este caso a la empresa que mayor
porcentaje de ganancia deje al país.
Reflexión final.
Podría decirse, que nuestro destino es seguir siendo
colonias de las grandes potencias, pues al inicio del
"descubrimiento", la población prehispánica, fue
explotada como mano de obra, para generar riquezas a los
europeos; la segunda conquista fue la de los norteamericanos,
quienes nos implantaron sus productos, haciéndonos
consumidores de los mismos. Hoy día, vemos como los chinos
están lentamente influyendo en el comercio venezolano, e
incluso como Colombia, siendo
un país igual o peor que el nuestro nos trasmita su
cultura musical.
Nos hemos, adaptado a recibir y aceptar, cualquier
patrón cultural, pues se nos ha enseñado a valorar
más lo importado que lo nacional, aunque, en el caso
nuestro y Latinoamérica entera, es difícil
hablar de nacionalismo,
ya que por ser producto de una mezcla de culturas, carecemos de
identidad
propia y es complica aun más con la aparición de un
fenómeno nuevo como lo es, la globalización. Sin embargo, es necesario,
por no decir urgente que los venezolanos tomemos conciencia y
comencemos a desarrollar ideas propias para hacer frente a
cualquier tipo de conquista, pues todos los que hasta ahora nos
han colonizado, no han hecho absolutamente nada a favor de
nuestro porvenir, todo lo contrario nos han dejado más
pobres y hambrientos, mientras que ellos, se apoderan de los
recursos
naturales que contiene nuestro territorio, los cuales
aumentan más sus riquezas, que son equivalentes a
prestigio y poder.
El surgimiento del hacinamiento de las viviendas, la
marginalidad, la prostitución, la economía informal,
no puede ser culpa de un brote de petróleo, sino
más bien de la incapacidad de los gobiernos, en establecer
medidas o políticas, que desde un principio dieran al
pueblo venezolano una seguridad
económica y social, y poder evitar siempre la
imposición de los "buscadores de
oro", ya sea dorado o negro.
La economía, es y seguirá siendo, el
elemento que transformará la vida de todo hombre. En el
caso de Venezuela, las concepciones económicas han estado
siempre sujetas a la tierra. Primero con la agro
exportación cuya base era la tierra y segundo la
exportación petrolera, proveniente del subsuelo. Todo lo
surgido, a raíz de la economía petrolera venezolana
a partir del siglo XX, como se plasmo en el trabajo,
para bien o para mal, ésta es la realidad, que las cosas
han podido ser mejor, nadie lo pone en duda. Venezuela al
iniciarse el siglo XXI, si algo es prioritario, sin duda es
evitar todos los errores cometidos, desde el siglo XX, que al
parecer es el siglo más nefasto en la historia de
Venezuela.
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Autor:
Carlos Arellano Rojas
Estudiante de Historia de la Universidad de
Los Andes
Mérida – Venezuela, abril de 2001.