- La
formación de un naturalista - El viaje en el
bergantín - La
construcción teórica y evolutiva de las
especies - Mis
últimos años de vida
Acto Primero
La
formación de un naturalista
Cuando navego por el largo viaje de mis recuerdos, siempre
llego a mi infancia,
donde mis sueños, deseos y fantasías eran ajenas a
los pensamiento e
ideales de aquellos tiempo,
nací en shreswbury un pequeño pueblo al oeste de
Inglaterra un
día 12 de febrero del año 1809, desde mi infancia
el gusto por la naturaleza,
suscitaba mi curiosidad. Se me consideraba un niño
corriente, o mas bien bajo el promedio de intelecto normal, se
decía que era muy lento para aprender, incluso mi padre
que fue el hombre mas
sabio que he conocido me reprendió alguna vez diciendo:
¡ nunca serás nada, lo único que te preocupa
es cazar, y matar ratas, te convertirás en una
vergüenza para ti y para tu familia!.
Mis intereses eran coleccionar huevos, animales,
conchas, minerales y
vegetales, y leer libros sobre
naturaleza, lo que avergonzaba a mi familia, es así como
pase toda m vida siendo un devoto naturalista. Desde que fui a
cambridge, en ese lugar es Donde comenzó lo que a la
postre seria el viaje mas complejo, fantasioso y hermoso de toda
mi vida.
Recuerdo muy bien en mis años de estudiante en
cambridge al reverendo Henslow sacerdote de la iglesia
anglicana y un gran botánico, quien me alentó a
estudiar zoología y botánica, junto al reverendo realizamos un
viaje al norte de Gales donde observábamos las formaciones
rocosas y trabajando sobre un mapa geológico de la
región .
Durante mi último año en cambridge leía
con profundo interés
las memorias de
Alexander von humbolt, quien en cinco años de viajes por
Sudamérica contribuyó al progreso de la geología,
la mineralogía, y la geografía. La lectura de
un libro de
humbolt me incitó para planear mi primera
expedición a las islas canarias, y desde ese viaje me
decidí a aportar cualquier contribución, aun la mas
humilde, a la noble estructura de
la ciencia
natural.
Acto segundo
El viaje en el
bergantín
Cuando regresé de mi expedición de las islas
canarias encontré una carta del
reverendo Henslow, en la cual me invitaba a dar una vuelta al
mundo como naturalista no retribuido de la expedición. El
Beagle, bergantín de tres palos, 242 toneladas, armado con
Díez cañones en el cual debíamos convivir
varios años setenta y cuatro personas. al mando estaba el
capitán de la real armada Robert Fitzroy un reconocido
cartógrafo inglés
Henslow escribía ( en esta ocasión el actor saca de
su bolsillo un carta vieja y lee. ) "estimado charles se me ha
pedido… que recomiende… a un naturalista experto como
compañero del capitán Fitzroy empleado por el
gobierno para que
inspeccione el sur de América. He manifestado que considero que
usted es la persona mas
cualificada que conozco para desempeñar tal trabajo, no
por su condición de naturalista experto sino, amas bien
para recolectar, observar y tomar nota de todo aquello que la
historia natural
requiera y además su condición de caballero me hace
recomendarlo…
De regreso a cambridge me encontré con malas noticias ya
había otro naturalista invitado según me comento
Henslow. su nombre era Mister Chester era un famoso naturalista y
amigo del capitán del Beagle, aun así mi
espíritu de lucha me fortaleció de valor y me
dirigí a entrevistar con el capitán . Al llegar
ahí estaba decidido a viajar cuando ingresé a su
despacho me comento que era un hombre con
suerte, el motivo era que el tal Mister Chester, no podía
incorporase a tan largo viaje. Y quien ocupo aquel lugar fui
yo.
Zarpamos con el beagle el día 27 de diciembre de 1831
desde el puerto de playmouth durante este viaje recorrí y
examine las costas del ecuador la
gran vegetación de Galápagos con sus
grandes e increíbles especies aquellas tortugas que solo
se encuentran en la imaginación pero que realmente existen
esa naturaleza que se convirtió en la cuna de mis grandes
estudios, como olvidar Perú la gran naturaleza de los
incas y la
herencia de
una gran cultura, y el
sur de Chile el cual me llamo mucho la atención por sus grandes canales, fiordos,
vegetación fascinante, y sobre todo su gran cordillera,
aquella que no tenia fin ,recorrí el pacifico sur, donde
en cada rincón había un cúmulo de imágenes y
recursos que me
hacían enamorarme de la naturaleza y su mas varada
cultura, era excitante recorrer sus caminos que no tenían
fin ,a este viaje le llame" mi autentico nacimiento" desarrolle
en mi mente las mas notables y al mismo tiempo inútiles
teorías
naturalistas pero, lo que viví en cada rincón que
explore del sur americano descubrí la importancia de la
esencia natural y su complemento con el ser humano.
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