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Compendio médico para neurofisiología clínica, sintetizado y alfabetizado. Letra N-O (Versión 2015) (página 3)



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En el atrapamiento en codo, el debut
clínico
suele consistir en las
manifestaciones sensitivas antes que en las motoras
(parestesias y después atrofia), y
según Payan (1969) las alteraciones en el EMG
suelen ser antes las sensitivas que las motoras
también. Sin embargo personalmente se ha
venido observando en algunos casos lo contrario, e
incluso se puede comprobar en esta misma serie de 49
casos expuesta más arriba en alguno de
ellos.

Véase más abajo qué
ocurre en comparación con lo que ocurre en el
caso del atrapamiento, en los casos de
compresión aguda del nervio cubital en el
codo
(que no hay que confundir con el
atrapamiento), pues una diferencia entre atrapamiento
y compresión es precisamente que en el
atrapamiento parece haber una tendencia a una ligera
mayor afectación motora, mientras que en la
compresión parece haber claramente una
tendencia a una mayor afectación
sensitiva.

El caso de la parálisis cubital
tardía
es distinto al del atrapamiento y
al de la compresión aguda, porque suele
debutar clínicamente por atrofia muscular, y,
desde el punto de vista del EMG, con acusada
afectación motora y sensitiva del nervio. En
la parálisis cubital tardía suele haber
más atrofia que en el atrapamiento, y
además, en caso de atrofia, la amplitud motora
en la parálisis cubital tardía puede
ser normal o alta de manera incongruente con la
atrofia, debido a compensación crónica
por las fibras musculares restantes, por hipertrofia,
reinervación colateral, o ambas, a diferencia
de lo que se observa en el atrapamiento, en el que la
amplitud motora suele ser baja en correlación
con el grado de atrofia, al ser un cuadro menos
evolucionado en el tiempo; pero estos detalles
técnicos tiene un interés más
académico que clínico, ya que en la
parálisis cubital tardía el claro
antecedente traumático suele hacer innecesaria
tanta sofisticación técnica del EMG a
la hora de confirmar el
diagnóstico.

En general, en los síndromes
compresivos de otros nervios
, aparte del cubital,
se observa en la práctica que se afectan antes
las fibras sensitivas que las motoras, y que cuando
el bloqueo sensitivo ya he empezado a producirse
empieza entonces a detectarse el bloqueo motor, a
diferencia del atrapamiento del nervio cubital en
codo, que en la mayoría de los casos afecta
tanto a las fibras motoras como a las sensitivas
desde el principio, y, a veces, incluso más a
las motoras que a las sensitivas (en el atrapamiento
de nervio mediano en muñeca, a diferencia del
atrapamiento del nervio cubital en el codo, se
afectan las fibras sensitivas antes que las motoras
desde el punto de vista EMG en casi todos los casos,
ocurriendo lo contrario en menos del 1% de los
casos).

En un atrapamiento del nervio cubital en
el codo de larga evolución
, la velocidad
motora por nervio cubital, aparte de estar
lentificada, puede ser más lenta en antebrazo
que en codo (es decir, se puede acabar invirtiendo la
tendencia inicial, lo cual sería un nuevo caso
de inutilización del criterio de los 10 m/s),
pero no del de los 48 m/s.

NERVIO CUBITAL, CLÍNICA: la
descripción en la literatura de la
exploración clínica de nervio cubital
incluye una extensa lista de manifestaciones
características diversas, incluyendo varios
signos específicos, algunos con nombre propio.
Ejemplos: signo de Pitres de la mano, en el que el
dedo medio no puede moverse en dirección
sagital; incapacidad para colocar la mano en la
frente en forma de visera; signo de la parrilla o
mano de esqueleto por atrofia de interóseos;
signo de Froment, o imposibilidad para sujetar una
hoja de papel haciendo la pinza con el borde radial
del índice y el borde cubital del pulgar, que
se ve obligado a sujetar el papel con la yema (el
signo de Froment puede dar un falso negativo si la
compensación la realiza el extensor largo del
pulgar en vez del flexor largo) (1. Froment J. La
prehénsion dans les paralysies du nerf cubital
et le signe du pouce. Presse méd 1915; 23:
409. 2. Froment J. La paralysie de l´adducteur
du pouce et le signe de la préhension. Revue
Neurol 1915; 28: 1236
); signo de Sicard o de la
doble tabaquera anatómica, etc.

En la práctica lo más
útil es la anamnesis y la
exploración.

En la anamnesis no hay que olvidar la
descripción de los factores de riesgo
(diabetes, alcoholismo, traumatismos, VIH, hepatitis,
fármacos como interferón o vincristina,
ciertos oficios, como el de carpintero,
hipotiroidismo, etc.), y las causas directas
(traumatismos con sección traumática,
compresión por apoyo prolongado del codo, en
relación con situaciones diversas, como
encamamiento, cirugía mayor, inconsciencia
profunda, posición inadecuada en el cine,
utilizando el ordenador, en relación con un
síndrome del sábado noche, etc.
fracturas/luxaciones del codo, golpes directos,
fracturas antiguas de codo +/- codo en valgo,
flexión/extensión prolongadas del codo
como en carpintería al usar el cepillo,
etc.).

En la anamnesis interesa la
cronopatía:

  • Evolución aguda en el caso de una
    sección o compresión aguda, o de un
    empeoramiento brusco de un atrapamiento previo
    por diversas causas.

  • Evolución subaguda o
    crónica como en el síndrome de
    atrapamiento en codo, que puede aparecer en meses
    o años, o como en la parálisis
    cubital tardía, que suele aparecer tras
    decenas de años.

  • En la exploración de la
    sensibilidad
    interesa el dedo quinto, el
    borde cubital de dedo cuarto y el borde cubital
    de la mano (eminencia hipoténar). Puede
    faltar la hipoestesia en la mano, o en dedos
    cuarto y/o quinto, y la hipoestesia en dedos
    puede limitarse a las yemas. No debe haber
    hipoestesia (ni otras alteraciones de la
    sensibilidad) en la parte proximal del
    antebrazo.

    En la exploración
    física
    interesa:

    • El trofismo muscular, en referencia
      al grado de hipotrofia de interóseos
      (la de primer interóseo dorsal se
      aprecia mejor abduciendo el pulgar en sentido
      palmar).

    • Además es importante la
      palpación de los músculos y del
      nervio en el codo. En el caso del nervio hay
      que comprobar si está engrosado (el
      nervio es aplanado en condiciones normales, y
      cilíndrico o fusiforme y endurecido en
      el caso de un atrapamiento crónico), o
      subluxado (se desplaza sobre el
      epicóndilo), o luxado (se desplaza por
      delante del epicóndilo), o adherido a
      planos profundos en algún punto, o
      todo ello. Es importante la
      comparación con el nervio
      contralateral.

    • Interesa comprobar si hay
      deformación artrósica en codo,
      como pueda ser codo en valgo, codo
      inextensible hasta los 180 grados, o por
      encima de los 180 grados, o la presencia de
      un "mazacote" artrósico en codo que
      comprima, o atrape el nervio, o
      ambos.

    • En algunos casos de atrapamiento
      primario en codo no se palpa ninguna de estas
      anomalías, por lo que desde un punto
      de vista práctico carece de sentido
      tratar de distinguir entre el síndrome
      del túnel cubital y el síndrome
      del canal epitrocleolecraniano, porque
      además desde el punto de vista EMG son
      también indistinguibles, a pesar de
      existir literatura en la que se afirma que
      cada uno tiene signos propios
      característicos, extremos que no se ha
      podido reproducir ni confirmar personalmente
      hasta ahora.

    • El balance muscular es importante,
      sobre todo la comprobación de la
      abducción-aducción de los dedos
      segundo y quinto.

    El atrapamiento en codo suele debutar
    clínicamente con parestesias en el
    territorio del nervio cubital, aunque algunos
    pacientes demoran la visita hasta que empiezan a
    notar falta de fuerza por hipotrofia
    progresiva.

    A diferencia del atrapamiento en codo,
    la parálisis cubital tardía suele
    debutar clínicamente como amiotrofia de
    primer interóseo dorsal.

    La compresión aguda en codo suele
    afectar más a las fibras
    sensitivas.

    El atrapamiento en codo podría
    ser subclínico a veces, pues hay evidencia
    de signos de atrapamiento en autopsias de sujetos
    asintomáticos (Neary D et al.
    Sub-clinical entrapment neuropathy in man. J
    Neurol Sci 1975; 24: 283-98
    ), e incluso
    posibles alteraciones EMG en sujetos
    asintomáticos (Eisen A. Early
    diagnosis of ulnar nerve palsy. Neurology 1974;
    24: 256-62
    ).

    Dolor: en cualquier cuadro con
    afectación del nervio en codo, y
    posiblemente en relación con
    inflamación del mismo (neuritis) se
    añade a la clínica dolor local
    espontáneo, a la palpación del
    nervio, o ambos. En el caso del atrapamiento de
    nervio cubital en codo, y a diferencia de lo que
    ocurre en el síndrome del túnel
    carpiano (cuadro en el que el dolor es
    característico), el dolor en codo es
    más raro (y quizá sea esta la
    razón de por qué acuden a consulta
    con atrofia muscular en la primera consulta con
    más frecuencia que en el caso del
    síndrome del túnel carpiano, que
    con frecuencia acuden a consulta por el dolor, no
    por las parestesias nocturnas).

    La neuritis en codo, con signos
    irritativos del nervio (dolor, parestesias, Tinel
    positivo) puede aparecer aisladamente, sin otros
    signos de afectación del nervio, y suele
    deberse a compresión aguda o golpe en la
    zona, y ocasionalmente evoluciona a atrapamiento,
    con signos neurológicos deficitarios
    entonces (hipoestesia, amiotrofia).

    El signo de Tinel suele ser
    positivo en las neuropatías en el codo (el
    signo de Tinel es positivo en el 65% de los
    pacientes con atrapamiento unilateral de nervio
    cubital en codo). Según observaciones
    personales el signo de Tinel en las
    neuropatías del cubital en el codo es
    importante clínicamente sobre todo cuando
    es unilateral (este argumento no es válido
    en el caso de un atrapamiento
    bilateral).

    La afectación de la rama
    profunda en la palma
    de la mano (conocida
    como enfermedad de Hunt, cuando es categorizable
    como lesión profesional) no incluye
    afectación sensitiva (es una rama motora
    pura) lo que permite distinguirla de la
    afectación en muñeca (en canal de
    Guyon) y en codo, que sí conllevan
    afectación sensitiva en casi todos los
    casos. Además por lo general la
    afectación de la rama profunda implica
    afectación de primer interóseo
    dorsal solo, mientras que en muñeca o
    canal de Guyon se afecta por regla general el
    abductor del meñique
    también.

    Personalmente no se ha observado hasta
    ahora la afectación en canal de
    Guyon
    primaria, es decir, sin causa
    traumática previa.

    En condiciones normales el nervio es
    desplazable dentro del surco, pero no subluxable
    o luxable mediante la palpación o la
    flexión del codo.
    Subluxación quiere decir
    desplazamiento sobre el epicóndilo durante
    la flexión del codo.
    Luxación quiere decir
    desplazamiento más allá del
    epicóndilo durante la flexión del
    codo. La luxación traumática
    es dolorosa, y la recidivante, con
    compresión sobreañadida, puede
    derivar en neuritis (Osborne, 1970). En caso de
    atrapamiento prolongado el nervio
    dañado suele presentar forma
    cilíndrica o fusiforme, y suele estar fijo
    a planos profundos al penetrar en el
    músculo cubital anterior, y también
    adherido a planos profundos en su corredera en un
    elevado número de casos. Puede estar
    subluxado en un lado y adherido en el otro, o en
    otras y diversas combinaciones
    posibles.

    En cuanto al tratamiento
    quirúrgico
    , a priori lo más
    lógico sería no modificar la
    técnica quirúrgica en
    función del túnel o el canal,
    siendo lo más lógico utilizar en
    todo caso una sola técnica en caso de
    atrapamiento clínico y EMG: la
    liberación quirúrgica del nervio, y
    tal vez añadir la transposición
    anterior del mismo, evitando rizos
    (kinking) disecando por el borde cubital
    ya que las ramas se originan por el borde radial
    (Kopell HP, Thompson WAL. Peripheral
    entrapment neuropathies. Chapter 18: Ulnar nerve.
    The William and Wilkins company. Baltimore
    1963
    ).

    De todos modos, la técnica
    quirúrgica todavía es un asunto
    discutido, por ejemplo, Bimmler y Meyer prefieren
    recomendar la descompresión sin
    transposición anterior para el
    atrapamiento sin subluxación o sin
    luxación, reservando la
    descompresión con transposición
    submuscular anterior para los casos con
    atrapamiento y subluxación o con
    atrapamiento y luxación (Bimmler D et
    al. Surgical treatment of the ulnar nerve
    entrapment neuropathy: submuscular anterior
    transposition or simple descompression of the
    ulnar nerve? Annals of hand and upper limb
    surgery 1996; 15: 148-156
    ).

    El diagnóstico diferencial
    se hace fundamentalmente con los procesos
    clínicos en los que haya,
    básicamente, amiotrofia de primer
    interóseo dorsal, parestesias en el
    meñique, o ambos.

    En cuanto a la amiotrofia de primer
    interóseo dorsal
    , las causas pueden
    ser las siguientes (Fontoira M et al.
    Diagnóstico del paciente con amiotrofia
    del músculo primer interóseo
    dorsal: a propósito de 15 casos
    clínicos. Rehabilitación 2002; 36:
    50-58
    ):

    • Afectación de primera
      motoneurona en corteza, vía piramidal,
      o ambas: desuso, AVC.

    • Afectación de segunda
      motoneurona en médula espinal:
      enfermedad de la motoneurona (siringomielia,
      ELA, AME, etc.).

    • Afectación de segunda
      motoneurona en plexo braquial: por
      traumatismo, proceso inflamatorio o
      síndrome compresivo. Se debe a
      lesión de las raíces nerviosas
      C8/T1, o por lesión del tronco
      inferior, o del cordón
      medial.

    • Afectación de tronco
      nervioso, nervio cubital: localizada en
      sección traumática,
      compresión, atrapamiento; difusa en
      polineuropatías o
      mononeuropatías
      múltiples.

    • Unión neuromuscular:
      principalmente botulismo y miastenia
      gravis
      de larga evolución
      (situación infrecuente, pero posible:
      personalmente se ha visto un solo caso de un
      paciente con amiotrofia de primer
      interóseo dorsal por miastenia
      gravis
      de larga
      evolución).

    • Músculo: miopatías con
      afectación distal (las
      miopatías distales, hereditarias o
      esporádicas, son raras; la miositis
      por cuerpos de inclusión es rara, y
      los hallazgos EMG son similares a los de la
      polismiositis; la enfermedad de Steinert es
      más frecuente, se registran
      personalmente 2 casos nuevos al año, y
      es característica la amiotrofia en
      partes acras).

    • Miscelánea: varias de las
      causas anteriores pueden concurrir en un
      mismo enfermo. Aparte de esto, existe un
      síndrome AD raro conocido como
      syndrome of muscle wasting of hands and
      sensorioneural deafness
      (Buyse ML.
      Birth deffects enciclopedia. Dover:
      Blackwell. 1990 p 1176
      ), que afecta a
      niños y cursa con amiotrofia bilateral
      en manos asociada a hipoacusia neurosensorial
      que puede ser unilateral.

    8. Por último, hay que recordar
    que la causa de la amiotrofia en primer
    interóseo dorsal puede ser externa al
    sistema neuromuscular, y estar, por ejemplo,
    asociada al envejecimiento, a la
    desnutrición o ambos.

    En cuanto a las parestesias en dedo
    quinto
    , las causas pueden ser las
    siguientes:

    • Afectación de nervio
      cubital.

    • Afectación de raíces
      C8-T1, plexo braquial (tronco inferior,
      cordón medial, o ambos), o
      ambos.

    • Afectación de sistema
      nervioso central (médula,
      encéfalo, o ambos).

    • Combinaciones de varios de los
      anteriores.

    • Otros, como tetania por
      hipocalcemia, etc. (hay diversas causas
      posibles en relación con
      parestesias).

    Por tanto, una polineuropatía
    diabética, una radiculopatía
    cervical, una ELA, una enfermedad de
    Charcot-Marie-Tooth, una siringomielia, un
    síndrome del canal de Guyon, una
    plexopatía braquial, una mononeuritis, un
    síndrome del estrecho torácico
    superior, un síndrome de los hombros
    caídos (clavículas horizontales),
    una hiperventilación por neurosis ansiosa
    (o unas parestesias en manos por otras de las
    diversas causas que se puedan relacionar con
    parestesias), etc., se pueden confundir con un
    atrapamiento de nervio cubital en codo, y
    también un síndrome del
    túnel carpiano (un atrapamiento o una
    compresión del cubital en codo puede
    cursar con parestesias nocturnas también).
    Y además, una neuritis del cubital en
    codo, al cursar con dolor en codo, Tinel + y
    parestesias en dedo quinto también se
    puede confundir con un atrapamiento en codo,
    sobre todo teniendo en cuenta que durante un
    atrapamiento puede haber neuritis, y que una
    neuritis puede complicarse con un
    atrapamiento.

    En cuanto al tópico de la
    confusión con el síndrome del
    túnel carpiano, o la posible
    afectación del cubital en el curso del
    síndrome del túnel carpiano en
    ausencia de atrapamiento de nervio cubital
    ,
    hay diversos trabajos al respecto, por ejemplo:
    Gianneschi (Ginanneschi F et al. Evidence of
    altered motor axon properties of the ulnar nerve
    in carpal tunnel syndrome. Clilnical
    Neurophysiology 2007; 118: 1569-1576
    )
    concluye que podría haber
    compresión en el canal de Guyon en
    relación con la compresión en
    túnel carpiano por el
    atrapamiento.

    Según la experiencia propia sobre
    este asunto de la posible afectación
    del nervio cubital en el canal de Guyon
    al
    aparecer parestesias en dedo meñique
    coincidiendo con una afectación del nervio
    mediano del mismo lado en el túnel
    carpiano, la afectación del nervio cubital
    en el canal de Guyon es un hecho raro de ver, y
    en todos los pocos casos vistos hasta ahora ha
    resultado ser secundaria a algún tipo de
    traumatismo, mientras que las parestesias por
    territorio cubital en el curso de un
    síndrome del túnel carpiano son
    frecuentes (y acompañadas de normalidad
    del EMG del nervio cubital), por lo que la
    explicación para la presencia de
    síntomas sensitivos en el territorio de
    nervio cubital en el curso de un síndrome
    del túnel carpiano ha de ser otra:
    probablemente se deba a la existencia de una
    doble inervación del dedo quinto por
    nervio mediano y cubital, ya sea por una
    auténtica doble inervación del dedo
    quinto, o bien por una falsa doble
    inervación por la existencia de una
    posible anastomosis de cubital a mediano proximal
    al túnel (anastomosis que no habría
    que confundir con la de
    Martin-Gruber).

    NERVIO CUBITAL, CONDUCCIÓN
    MOTORA:
    latencia motora con estímulo
    proximal al codo, límite superior normal:
    hasta 9,6 ms para Kimura, con una diferencia
    entre ambos lados de hasta 0,9 ms.

    Estas cifras en concreto, tomadas en sus
    valores absolutos, probablemente son poco
    recomendables, porque en una persona con el
    miembro superior corto una latencia superior a 8
    ms podría ser anormal (la
    comparación con el otro lado podría
    ser necesaria en este caso, suponiendo que el
    otro lado fuera normal), por lo que no es
    suficiente con la latencia en valor absoluto para
    una confirmación diagnóstica, dado
    el rango de normalidad, siendo preciso realizar
    otras mediciones complementarias para obtener un
    valor relativo.

    Por ejemplo, si la clínica es
    compatible con un atrapamiento del nervio en el
    codo, la latencia en codo es larga y la respuesta
    sensitiva está ausente por bloqueo
    sensitivo, deben valorarse también otros
    parámetros como la velocidad motora en
    codo, la diferencia de velocidad motora entre
    codo y antebrazo, la caída en la amplitud
    en codo y la desincronización del
    potencial motor, la actividad EMG
    neurógena en primer interóseo
    dorsal, la MUNE, etc., para una
    valoración más precisa del grado de
    atrapamiento en particular, o de
    afectación por otra causa distinta al
    atrapamiento.

    Hay que tener en cuenta que en la
    afectación de nervio cubital en codo por
    causas diversas puede haber alteración
    sensitiva, motora, o ambas, por lo que la
    normalidad de una de ellas no descarta la
    anormalidad de la otra medición; por
    ejemplo, en un atrapamiento en codo la
    conducción sensitiva puede ser normal y la
    motora puede estar lentificada en codo, y en la
    compresión aguda en codo la
    conducción sensitiva puede estar bloqueada
    en codo y la conducción motora puede ser
    normal.

    Según observaciones personales la
    amplitud de la respuesta motora medida en
    abductor del meñique oscila en general
    entre 7 y 30 mV en condiciones
    fisiológicas, siendo más frecuentes
    los valores de 10-15 mV
    , tanto con electrodos
    cutáneos como con electrodo bipolar de
    aguja.

    En las lesiones del nervio cubital en
    la palma
    de la mano interesa la latencia
    motora por la rama profunda desde muñeca,
    con registro en abductor del meñique, cuyo
    valor normal presenta un límite superior
    de aproximadamente 4 ms (Bhala y Goodgold, 1968),
    siendo la diferencia en un mismo lado entre
    primer interóseo dorsal y abductor del
    meñique de hasta 2 ms (Olney RK,
    Wilbourn AJ. Ulnar nerve conduction study of the
    first dorsal interosseus muscle. Arch Phys Med
    Rehabil 1985; 66: 16-18
    ), y siendo la
    diferencia entre ambos lados con registro en
    abductor del meñique de hasta 1,3 ms
    (Olney y Wilbourn, 1985).

    Para distinguir entre lesiones en
    palma y en canal de Guyon
    interesa esa
    diferencia entre la latencia a abductor del
    meñique y a primer interóseo dorsal
    en una misma mano estimulando en muñeca,
    que es de hasta 2 ms (es útil en el caso
    de una afectación de la rama profunda, y
    también es útil la detección
    de anomalías EMG en primer
    interóseo, con el EMG de abductor del
    meñique y la conducción sensitiva a
    dedo quinto normal en caso de lesión de
    rama profunda en palma, y con un antecedente
    clínico compatible en todo
    caso).

    Velocidad de conducción motora
    en codo, la posición del codo:

    Kincaid, Phillips y Daube (Kincaid
    JC et al. The evaluation of suspected ulnar
    neuropathy at the elbow Arch Neurol 1986; 43:
    44-47
    ) recomiendan una posición del
    codo entre 90 y 135 grados porque al estirar el
    codo (más o menos180 grados) el nervio se
    despliega y por tanto la distancia medida es
    más fiable si no se despliega.
    Personalmente se explora con el codo a 90
    grados
    en todo caso, y la razón es la
    siguiente: con frecuencia se ha observado que a
    menos de 90 grados aparecen parestesias e incluso
    hipoestesia (como una especie de signo de Phalen
    en el codo), lo cual ha llevado a pensar que a
    menos de 90 grados de arco podría haber un
    estiramiento excesivo del nervio en algunos
    pacientes (en sujetos con el nervio tal vez
    más corto que la media, o atrapado y por
    tanto menos extensible, algo que se puede
    comprobar a veces observando la facilidad para
    subluxarse e incluso luxarse sobre la espina del
    epicóndilo al flexionar el codo, tal vez
    por ser el nervio más corto, lo cual, por
    cierto, también falsearía el
    resultado de la medición de la distancia
    si no se tuviera en cuenta la luxación,
    por lo que no debería ser menor de 90
    grados el ángulo del codo; y otra
    razón para no subir de 90 grados es la de
    hacer la técnica en igualdad de
    condiciones en todo caso).

    Diversas investigaciones apoyan la
    conveniencia de hacer la técnica con una
    flexión de 90 grados (Kothari MJ,
    Preston DC. Comparison of the flexed and extended
    elbow positions in
    localizing ulnar
    neuropathy at the elbow. Muscle and Nerve 1995;
    18: 336-340
    ).

    Kincaid acepta una diferencia de
    velocidad entre codo y antebrazo
    de hasta
    11,4 m/s (pero nótese que una velocidad en
    codo de 49, con una velocidad en antebrazo de
    60,5 sería una situación normal, y
    sin embargo según este criterio de Kincaid
    sería anormal, y probablemente un falso
    positivo, por lo que se trata de un criterio
    discutible, sobre todo teniendo en cuenta que el
    tratamiento es quirúrgico, y no tiene
    sentido indicar la cirugía si no
    está indicada).

    Personalmente, para la medición
    de la velocidad motora en codo se emplea
    por sistema el músculo abductor del
    meñique
    (menos frecuentemente el
    primer interóseo dorsal), con electrodos
    cutáneos o de aguja, según convenga
    más (conviene intentarlo primero con
    cutáneos, para causar la menor molestia
    posible para un mismo resultado
    final).

    En una serie propia de 92 sujetos sanos
    con edades entre la segunda y octava
    décadas, se obtuvieron los siguientes
    valores de referencia:

    Latencia motora con estímulo en
    muñeca: de 1,9 a 4,3 ms. Latencia motora
    desde codo (estímulo proximal al
    túnel cubital):

    6,8 a 10,8 ms (en personas con
    miembro superior largo se alcanzan estas cifras:
    10,8 ms, que como se ve es superior a la cifra
    presentada por Kimura, que es 9,6 ms, como se
    recordará).

    Obsérvese que uno de los
    criterios posiblemente considerado como
    clásico para el diagnóstico
    positivo de atrapamiento en codo con un EMG es
    una latencia desde codo superior a 8,8 ms, y ya
    en esta serie propia 34 de los 92 sujetos
    presentaban una latencia mayor de 8,8 ms, y
    estaban sanos, lo cual personalmente se considera
    que invalida el criterio de los 8,8
    ms.

    Velocidad de conducción motora
    en codo: de 48 a 79,9 m/s.
    La distancia se
    midió con el codo a 90 grados con
    una cinta métrica flexible apoyada sobre
    el epicóndilo para medir la distancia con
    la cinta métrica en "L", siendo la
    distancia por término medio de unos 12 cm,
    aunque hay que tener en cuenta que, como dijo
    Kimura, cuanto menor sea el segmento explorado en
    el caso de una neuropatía focal, mayor
    será la posibilidad de detectarse la
    anormalidad, a diferencia de lo que ocurre en las
    polineuropatías, en las que la
    sensibilidad del EMG aumenta cuanto mayor sea el
    tramo de nervio explorado (Kimura J. The
    carpal tunnel
    syndrome: localization of
    conduction abnormalities within the distal
    segment of th median nerve. Brain 1979; 102:
    619-35
    ), a pesar de lo cual existe cierto
    convencionalismo en cuanto a procurar que esta
    distancia en codo no sea menor de 10
    cm.

    La velocidad fue mayor en codo que en
    antebrazo en 46 de los 92 (la mitad justa). La
    velocidad en codo fue 10 o más m/s
    más lenta que en antebrazo en 12 de los
    sujetos normales, que por tanto podrían
    haber dado lugar una vez más a 12 falsos
    positivos para el diagnóstico de
    atrapamiento en codo en caso de haber empleado el
    criterio clásico de los 10 m/s, sin haber
    atrapamiento.

    La velocidad motora en codo fue menor de
    49 m/s en 2 sujetos de esta serie de 92, lo cual
    también podría haber dado lugar a
    un falso positivo de haber seguido ciegamente el
    criterio clásico de los 49 m/s. De estos 2
    sujetos con velocidad menor de 49 m/s, en uno de
    ellos la latencia en codo era de 8,9 (superior a
    8,8) y en el otro la latencia fue de 10,2, y
    estaban sanos. En cambio, en ninguno de los 92
    sujetos sanos la velocidad motora en codo fue
    menor de 48 m/s, incluyendo estos dos sujetos en
    los que la velocidad fue menor de 49
    m/s.

    En cuanto a la técnica de
    obtención de la velocidad motora en codo,
    hay algún detalle interesante más a
    tener en cuenta: un estímulo
    submáximo en codo (en los dos puntos del
    codo en los que se estimula, uno proximal y otro
    distal a epicóndilo) puede dar lugar a una
    velocidad falsamente lenta, y un estímulo
    supraumbral excesivo puede dar lugar a una
    velocidad falsamente rápida, por lo que es
    preciso buscar con detenimiento la intensidad de
    estimulación
    supramáxima.

    Y es importante repetir uno a uno con
    minuciosidad los pasos de la técnica si la
    velocidad está lentificada en un primer
    intento (por tanto, es recomendable el
    retest, paso a paso, incluyendo la
    remedición de las distancias y el
    remarcaje de los puntos de estímulo
    óptimos, recordando que la distancia
    mínima entre los puntos de estímulo
    en codo debe ser de 10 cm por
    sistema).

    También hay que recordar que es
    preciso no confundir una lentificación en
    codo, antebrazo, o ambos, por atrapamiento, con
    una lentificación en codo por
    polineuropatía o por enfriamiento del
    miembro (la temperatura de la piel debe
    estar al menos a 33 grados C, aunque, como es
    lógico, si está a menos de 33
    grados C y la velocidad en codo es de, por
    ejemplo, 60 m/s pues evidentemente ya no hace
    falta calentar el miembro para repetir la
    prueba).

    La duración del potencial motor
    es ligeramente superior desde codo que desde
    antebrazo, y en una situación normal no
    está desincronizado en codo, por lo que la
    desincronización es un signo de
    anormalidad en todo caso, y aun más: puede
    ser el único parámetro alterado en
    un atrapamiento en codo.

    El bloqueo motor en codo suele ir
    acompañado de simplificación del
    trazado en abductor del meñique (sobre
    todo si el bloqueo es al menos del 50%), y en
    ocasiones de fibrilaciones y ondas positivas,
    pistas importantes para confirmar si dicho
    bloqueo incluye algún grado de
    axonotmesis.

    NERVIO CUBITAL, CONDUCCIÓN SENSITIVA
    ANTIDRÓMICA:
    la

    velocidad de conducción
    sensitiva antidrómica normal a dedo quinto
    desde muñeca
    (midiendo la latencia en
    la primera "deflexión" de la línea
    de base), obtenida por observaciones personales,
    con una temperatura cutánea de 33 grados
    C, es de 44-60 m/s.

    La diferencia entre las velocidades
    sensitivas antidrómicas de los nervios
    cubital y mediano de un mismo lado,
    obtenidas
    con registro en los dedos quinto y tercero
    respectivamente, en condiciones normales, no
    debería ser mayor de 13 m/s, o de un
    20
    %.

    Una velocidad del cubital menor de 44
    m/s es anormal de todos modos, aunque en
    personas añosas es posible aceptar un
    límite inferior de 42 m/s

    ocasionalmente, y este límite de 42 m/s
    será además aceptable como tal en
    función del resto de las velocidades
    relativas (las de radial y mediano).

    Las amplitudes de las respuestas
    sensitivas antidrómicas
    dependen de la
    temperatura (de 33 a 28 grados C las amplitudes
    pueden aumentar en un factor de 10 en una misma
    persona, por ejemplo, pasando de 6 mcV a 60 mcV)
    por lo que en todo caso las amplitudes no deben
    valorarse en su valor absoluto, sino que deben
    valorarse por ejemplo en función de la
    diferencia entre muñeca y codo, y en su
    comparación con las amplitudes de otros
    nervios sensitivos, y con el otro lado, antes de
    llegar a conclusiones, sobre todo si no ha habido
    corrección de la temperatura, aunque en
    general se puede afirmar que en condiciones
    normales las amplitudes sensitivas
    antidrómicas de nervio cubital son
    mayores de 6 mcV como mínimo desde
    muñeca (hace años que personalmente
    ha dejado de practicarse el estudio de
    conducciones ortodrómicas, por no ser
    más útiles en la práctica,
    aunque sí por ser un procedimiento
    más lento y laborioso que la
    medición de las
    antidrómicas).

    Murashima et al (Murashima H et al.
    Spread to the dorsal ulnar cutaneous branch: A
    pitfall during the Soutine antidromic sensory
    nerve conduction study of the ulnar nerve. Clin
    Neurophysiol 2012; 123: 973-978)
    han
    observado que la dispersión del
    estímulo de nervio cubital en
    muñeca para obtener la respuesta sensitiva
    antidrómica hacia la rama cutánea
    dorsal puede aumentar el valor de la amplitud de
    esta respuesta antidrómica en quinto dedo
    y tomarse este valor equivocadamente por el del
    cubital, por lo que recomiendan tener en cuenta
    esta posible fuente de error.

    Se ha obtenido una muestra para
    presentar estos valores de referencia. Se
    exploró la conducción sensitiva
    antidrómica
    en 60 sujetos de 22 a 81
    años de edad. Los valores obtenidos fueron
    los siguientes (los valores máximos
    aparecieron en la franja de los 45-50
    años, quizá por ser la franja con
    el mayor número de sujetos en esta
    ocasión):

    Latencia en muñeca: 1,9 a 3,3
    ms
    (el potencial antidrómico es
    difásico, y la latencia fue medida en la
    "deflexión" del primer pico).

    Latencia en codo (proximal al
    túnel cubital): 5,5 a 8,8 ms (en la
    latencia influye de manera importante la longitud
    del antebrazo, aparte de la velocidad de
    conducción).

    Amplitud del potencial sensitivo con
    estímulo en muñeca: 8,7 a 68
    mcV
    (las amplitudes se han medido de pico a
    pico).

    Amplitud estimulando en codo: 4,6 a
    40 mcV
    (el límite inferior de 4,6 se
    repite varias veces en la serie, y a varias
    edades, incluyendo edades extremas).

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20
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