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Corrupción un Cáncer para la Sociedad. Enfrentamiento, experiencia cubana (página 2)



Partes: 1, 2

La desregulación de la economía y la apertura indiscriminada al
comercio y las
inversiones
que conducen a las desprotección del mercado interno
– junto con otorgamiento de privilegios para la
acumulación, así como la aplicación de una
política
activa de reducción de los costos de la mano
de obra.

  • La reestructuración del Estado y la
    redefinición de sus relaciones con el mercado, en
    función de lograr mayor subordinación de lo
    público o lo privado, de lo político a lo
    económico y del estado al mercado.

  • La pretensión de afianzar un modelo de control
    social que garantice la acumulación y
    concentración de capitales mediante la
    implantación de democracias neoliberales en las que se
    acentúa la disociación entre el poder real y
    las instituciones políticas que supuestamente lo
    ejercen, las que deben funcionar dentro de los
    parámetros que no admiten cuestionamiento al dogma y
    una versión de democracia y derechos humanos que
    limitan las libertades políticas al ejercicio de esto
    en elecciones que no interfieran con el ajuste, al tiempo que
    considera a los derechos económicos y sociales como
    obstáculos para la reducción de los costos de
    la mano de obra y la concentración del capital.

América Latina fue invadida por el neoliberalismo
como consecuencia de factores externos e internos. En lo externo
resalta la presión de
las naciones industrializadas para promover la apertura
unilateral al comercio e inversiones, a los ajustes estructurales
y las políticas
de estabilización mediante una avalancha ideológica
y política, el chantaje en la negociación de la deuda externa y
la falsa promesa de acceso a mercados,
capitales y tecnologías.

En lo interno se destaca la necesidad de sustituir al caduco
modelo
desarrollista que funcionaba en la región, por lo que
sectores de las elites locales aceptaron gustosos la nueva
asociación subordinada con el capital
transnacional.

La instauración de este modelo según Regalado y
Gil ha llevado que el panorama latinoamericano se ha
caracterizado por el descrédito de las instituciones
ejecutiva legislativas y representativas, el aumento de las
contradicciones dentro de los partidos y corrientes
políticas, que provocan su fraccionamiento, la
desconfianza creciente en los sistema y
procesos
electorales, el desgaste acelerado de gobernantes recién
electos, el incremento del abastecimiento, la
proliferación de escándalos por corrupción, la extensión de la
producción y tráficos de
narcóticos, el agravamiento de la delincuencia y
la violencia
institucionalizada , la marginación de amplios sectores
sociales , la generalización de la demagogia como recurso
para capitalizar y prestación y la desesperación de
la población, y otros fenómenos que
conducen a los que algunos definen como crisis de
gobernabilidad. Esta crisis referente es el auge de los
movimientos sociales y populares así como el incremento
sin precedentes de rechazo al fraude y a la
corrupción, en muchas ocasiones sin
conducción política partidista.

La
corrupción como fenómeno social.

La corrupción del Estado
según estudios realizados Estévez A. M. 2005, en el
ámbito político, ha favorecido el crecimiento de la
inestabilidad institucional y el persistente desgaste de las
relaciones tanto entre individuos como entre instituciones y
estados. La pérdida de legitimidad que experimentan muchos
gobiernos, la polarización del poder, la
ineficiencia burocrática, etc. son algunos problemas que
atribuyen a la acción
de la corrupción.

Este autor en su trabajo
"Reflexiones teóricas sobre la corrupción: sus
dimensiones políticas, económicas y sociales" hace
varias referencias al concepto de
Corrupción, sin embargo nos parece el más
generalizador y adaptado a las nuevas condiciones, la
definición operativa dada por Olivera Peado, M, (2006)

Corrupción:

"Acción social ilícita o ilegítima
encubierta y deliberada con arreglo a intereses particulares,
realizada vía cualquier cuota de poder en espacios
institucionales públicos (estatales o sociales) afectando
deberes de función,
intereses colectivos y/o la moral
social"

Estévez, A. M. (2005) señala que la teoría
política clásica sobre la corrupción no es
un tópico nuevo. Desde la antigua Grecia,
pasando por el renacimiento y
por la modernidad, el
desvío de las formas de
gobierno "puras" de su objetivo del
bien común, era considerado como un claro indicio de
corrupción. Ya en la modernidad y con la distinción
entre lo público y lo privado, el pensamiento
político en torno a la
corrupción se centró en aquellas acciones
individuales que utilizaban en provecho propio los bienes
públicos. Este autor asegura además que la
reflexión política sobre la corrupción cubre
un amplio espectro de temas que pueden ir desde los sistemas
políticos y la estructura
institucional, el poder, la centralización y la descentralización, la consolidación
democrática, hasta el tamaño del estado y la
legitimidad de los gobiernos.

Según David Goud y José Amaro Reyes
investigadores para el Banco Mundial,
los que desarrollaron la tesis de la
"corrosión", expresan que, "La
corrupción conduce a la ineficiencia económica y
dilapidación debido a su efecto sobre la asignación
de recursos, la
producción y el consumo; es
improbable que la ganancia obtenida gracias a los mecanismos de
la corrupción se traduzcan en inversiones. El dinero mal
habido se utiliza en consumo ostentoso o se transfiere a cuentas bancarias
del exterior. Estas trasferencias constituyen un drenaje del
capital para la economía
doméstica. Además la corrupción genera
ineficiencia en la asignación de recursos cuando permite
que el contratista con mayor habilidad para sobornar sea el
adjudicatario de los contratos del
Gobierno.

Con respecto a los efectos sociales que se originan por este
tema, Estévez, A M. (2005) señala que la mayor
parte de la literatura especializada no
toma en cuenta como prioridad, la dimensión social.
Explica que en los trabajos, desde esta perspectiva de análisis, son menos citados que los
asociados a la política y a la economía. Así
mismo, agrega que es notable lo disperso y escaso de
elaboración teórica acerca de la corrupción
social. La reflexión en torno al asunto tiene en cuenta la
relación entre este y las organizaciones
sociales, la religión, el género,
la pobreza, la
cultura, la
composición étnica de la sociedad entre
otros.

De estos estudios se cita la relación que existe entre
Corrupción y Confianza "… el bienestar de una nación
así como su habilidad para competir en el mundo,
está concentrado por una única
característica cultural que es permeable a toda la
comunidad
política: el nivel de confianza inherente en la sociedad.
Niveles de actos de confianza están relacionados con bajos
costos administrativos y una marcada confiabilidad institucional.
Una sociedad con fuertes lazos de confianza interpersonal
generará transitivamente instituciones confiables. En
estas condiciones se vuelve innecesario un control sofocante
de los agentes gubernamentales.

Adelantándose en la problemática de la
confianza, Rotr Sztomppka (1997) afirma que la medida de la
confianza que los hombres tienen en sus pares y en las
instituciones depende de tres elementos: 1) "La confianza
reflejada" que de modo más o menos racional entre hombres
e instituciones, 2) "Confianza básica que surge desde la
socialización en la vida familiar y del
conjunto de experiencias en las que se ha confiado en otros, y 3)
"La cultura de la confianza" que atraviesa las raíces de
la sociedad generando un marco normativo para cada individuo.

De todo su análisis Estévez, A. M. (2005),
concluye que cree haber encontrado cinco factores estructurales
que darían forma a los estados de corrupción. Estos
cinco factores no intentan explicar exhaustivamente toda la
realidad del fenómeno. Sin embargo considera que su
interacción orgánica o
sistémica puede apreciarse en las realidades en que
aparece la corrupción. Estos elementos serían:

  • Concentración de poder y riquezas asociadas a la
    impunidad. En aquellos casos en los cuales se constatan
    grandes acumulaciones de poder y riquezas acompañadas
    de la sensación de estas por encima de la ley, la
    corrupción suele ser un producto esperable.

  • Profundización de las desigualdades sociales tanto
    en lo material como en los derechos (tener – poder) o en los
    saberes.

  • La racionalidad instrumental/ Eficientismo/Pragmatismo.
    Una característica de la modernidad ha sido la
    racionalidad de tipo técnico que no delibera respeto
    de los fines últimos de la acción humana, sino
    sobre la viabilidad técnica de una decisión.
    Por ello resulta central, poner en cuestión a la
    racionalidad instrumental y adoptar criterios de
    evaluación de valor más amplio para las
    decisiones de tipo técnicas o científicas que
    tengan en cuenta un horizonte ético o moral.

  • La caída de ciertos valores como fundamento de las
    decisiones públicas/Tecnocracia. Ligado al punto
    anterior, encontramos el fenómeno de la
    decisión pública. Criterios como "bien
    público" o "bienestar general" o "bien común"
    no son contemplados por el esquema de decisiones de tipo
    "tecnocrático, que centran su motivación en la
    utilidad pública, medida únicamente en
    términos de costo – beneficios.

  • Egoísmo/individualismo/Razón Individual/
    este punto es especialmente sensible, dado que cierto
    individualismo extremo, que no concibe como parte de un todo
    social y para quienes en función de una "razón
    individual" buscan estrategias de maximización de sus
    beneficios sin importar los costos que se le ocasionan a
    otros.

Todos los elementos, se creen que interactúan de una
forma sistemática y permiten o impiden el funcionamiento
de la corrupción. La estrategia de
atacar a los "grandes corruptos" tiene un efecto escaso sino se
combate el "sistema" a los incentivos que lo
generan.

Razones y efectos
económicos:

Cita el autor David Goud y José Amaro Reyes
investigadores para el Banco Mundial,
los que desarrollaron la tesis de la corrosión de la
corrupción, los que expresan:

"La corrupción conduce a la ineficiencia
económica y dilapidación debido a su efecto sobre
la asignación de recursos, la producción y el
consumo, es improbable que la ganancia obtenida gracias a los
mecanismos de la corrupción se traduzcan en inversiones.
El dinero mal
habido se utiliza en consumo ostentoso o se transfiere a cuentas
bancarias del exterior. Estas trasferencias constituyen un
drenaje del capital para la economía doméstica.
Además la corrupción genera ineficiencia en la
asignación de recursos cuando permite que el contratista
con mayor habilidad para sobornar sea el adjudicatario de los
contratos del Gobierno.

Otros autores según el propio Estévez y que
centran sus estudios en el ámbito del sector
público y luego de una serie de encuestas a
dirigentes empresarios de 60 países subdesarrollados
concluyen en que este tipo de corrupción es el principal
obstáculo para el desarrollo de
las economías nacionales.

Razones y efectos
sociales.

Con respecto a este tema el autor reflexiona y señala
que la mayor parte de la literatura especializada no toma en
cuenta como prioridad, la dimensión social. Explica que
los trabajos, esta perspectiva de análisis, es menos
citados que los asociados a la política y a la
economía. Así mismo, agrega además que es
notable lo disperso y escaso de elaboración teórica
acerca de la corrupción social. Así la
reflexión sobre la corrupción social, enfoca
diversos temas como la relación entre este y las
organizaciones sociales, la religión, el género, la
pobreza, la
cultura, la composición étnica de la sociedad entre
otros.

Por interés
particular al trabajo citamos el análisis efectuado por
Estévez A. en la relación entre Corrupción y
Confianza quien expone citando a otros autores lo siguiente:

"… el bienestar de una nación
así como su habilidad para competir en el mundo,
está concentrado por una única
característica cultural que es permeable a toda la
comunidad
política: el nivel de confianza inherente en la sociedad.
Niveles de actos de confianza están relacionados con bajos
costos administrativos y una marcada confiabilidad institucional.
Una sociedad con fuertes lazos de confianza interpersonal
generará transitivamente instituciones confiables. En
estas condiciones se vuelve innecesario un control sofocante de
los agentes gubernamentales.

Adelantándose en la problemática de la
confianza, Rotr Sztomppka (1997) afirma que la medida de la
confianza que los hombres tienen en sus pares y en las
instituciones depende de tres elementos: 1) "La confianza
reflejada" que de modo más o menos racional entre hombres
e instituciones, 2) "Confianza básica que surge desde la
socialización en la vida familiar y del conjunto de
experiencias en las que se ha confiado en otros, y 3) "La cultura
de la confianza" que atraviesa las raíces de la sociedad
generando un marco normativo para cada individuo.

Por su parte Reos (2002) afirma que la posibilidad de acceder
a información acerca de las distintas
actividades del estado genera condiciones de confianza en la
sociedad y en el clima de los
negocios
reduciendo los costos de transiciones de las empresas. Por el
contrario, la falta de información o la sensación
de que esta es incompleta, genera desconfianza en los mercados y
afecta negativamente los costos que implican llevar adelante un
negocio.

Suárez y Gorrochategui (1998) argumenta que la crisis
cultural y sus valores que
padecen las sociedades
pone en jaque la moralidad
personal y
dejan el campo abierto para su progresiva corrupción. En
el hogar, la escuela, la
iglesia, el
niño aprende una serie de valores que intentan ser
consecuente entre si. Con el tiempo, el
joven descubre que muchas de las actividades del mundo se
desarrollan sobre una útil traición de la
confianza. Se da cuenta además de que la mayor parte de la
propaganda
exagera y hasta en algún punto es totalmente falta de
confianza. La sensibilidad moral de este
joven se vuelve entonces permeable a las distintas formas de
corrupción gestándose la moral de frontera.

De todo su análisis Estévez A, concluye que cree
haber encontrado cinco factores estructurales que darían
forma a los estados de corrupción. Estos cinco factores no
intentan explicar exhaustivamente toda la realidad del
fenómeno corrupción. Sin embargo considera que su
interacción orgánica o sistémica puede
apreciarse en las realidades que parecen la corrupción.
Estos elementos serían:

  • Concentración de poder y riquezas asociadas a la
    impunidad en aquellos casos en los cuales se constatan
    grandes acumulaciones de poder y riquezas acompañadas
    de la sensación de estas por encima de la ley, la
    corrupción suele ser un producto esperable.

  • Profundización de las desigualdades sociales tanto
    en lo material como en los derechos (tener poder) o en los
    saberes. En aquellos contextos en los que se disparan las
    desigualdades simbólicas y materiales, la
    corrupción puede ser otro producto esperable
    además de la aparición de cierta violencia
    social simbólica o física. Cierto tipo de
    corrupción implica cierto nivel de violencia, sutil o
    evidente dado que se afectan los mecanismos de
    decisión social, se alteran los objetivos
    públicos y se desvían cuantiosos fondos de sus
    aplicaciones efectivas.

  • La racionalidad instrumental/ Eficientismo/ Pragmatismo.
    Una característica de la modernidad ha sido la
    racionalidad de tipo técnico que no delibera respeto
    de los fines últimos de la acción humana, sino
    sobre la viabilidad técnica de una decisión.
    Esto ha llevado a una afianzamiento del pragmatismo o
    eficientismo como medida de valor de la acción humana,
    todo aquello que sea práctico o eficiente es
    automáticamente bueno, sin deliberar respeto de su
    bondad o maldad respecto a cierto fines morales o normativos.
    Por ello resulta centrar, poner en cuestión a la
    racionalidad instrumental y adoptar criterios de
    evaluación de valor más amplio para las
    decisiones de tipo técnicas o científicas que
    tengan en cuenta un horizonte ético o moral.

  • La caída de ciertos valores como fundamento de las
    decisiones públicas/Tecnocracia. Ligado al punto
    anterior, encontramos el fenómeno de la
    decisión pública. Criterios como "bien
    publicó" o "bimestral general" o "bien común"
    no son contemplados por el esquema de decisiones de tipo
    "tecnocrático, que centran su motivación en la
    utilidad pública, medida únicamente en
    términos de costo – beneficios. La mirada de
    largo plazo para ciertas sociedades en ahogos financieros,
    suele ser un lujo de difícil alcance, y en virtud del
    contexto económico crítico, las recetas
    termocráticas aparecerían como las que tienen
    un mayor fundamento y realismo. Es necesario volver a
    deliberar sobre la finalidad de las decisiones
    públicas, respecto de qué se busca conseguir y
    a quiénes se busca beneficiar realmente.

  • Egoísmo/ individualismo/ Razón Individual/
    este punto es especialmente sensible, dado que cierto
    individualismo extremo que no concibe como parte de un todo
    social y para quienes en función de una "razón
    individual" buscan estrategias maximización de sus
    beneficios sin importar los costos que se le ocasionan a
    otros. Estas acciones suelen ser el mejor incentivo para la
    búsqueda de "atajos" para lograr los objetivos
    individuales que, muchas veces suelen adoptar a la
    corrupción como estrategia. Según Malen
    Seña (2000) en un sistema en que los individuos miden
    su éxito en la vida por la acumulación
    individual de riquezas o poder, el "atajo" suele ser el
    camino adoptado por aquellos que se sienten fuera de la
    carrera.

Todos los elementos, creemos que interactúan de una
forma sistemática y permiten o impiden el funcionamiento
de la corrupción. La estrategia de atacar a los "grandes
corruptos" tiene un efecto escaso sino se combate el "sistema" a
los incentivos que lo generan.

Añade además a sus conclusiones que la
literatura refleja algunas líneas de combate contra la
corrupción, que surge como "comunes denominadores" o
consensos de análisis de la literatura especializada:

  • La transparencia, las condiciones de capacidad son
    favorables para el desarrollo de la corrupción.

  • Los incentivos. Se debe prestar especial atención
    aquellos incentivos de tipo virtuoso.

  • Los enfoques sistemáticos. Las visiones
    reduccionistas de la corrupción suelen ser
    contraproducentes. El fenómeno tiene
    características sistemáticas, y por tanto para
    buscar controlar la eficazmente, se debe tener una
    visión de conjunto de su funcionamiento.

  • Las estructuras que desalientan usos corruptos: en las
    estructuras sumamente jerárquicas o que tienen una
    gran distancia entre la instancia mas alta y la más
    baja, suelen tener una alta vulnerabilidad a la
    corrupción. Las estructuras jerárquicas
    medianas y con un carácter abierto y participativo
    suelen ser mejores antídotos.

  • Campañas de educación en valores: Uno de los
    mejores antídotos contra la corrupción es el
    reforzamiento de los valores sociales positivos. En aquellas
    culturas en las cuales las corrupción es vista como
    algo "normal" o "inevitable" es el contexto en el que su
    combate resultará más difícil. Si las
    percepciones sociales son funcionales a la corrupción
    resultará imposible sentar las bases para una cultura
    más transparente.

  • Fomentar los vínculos de confianza: en las
    sociedades en las cuales no hay confianza interpersonal entre
    miembros, la corrupción puede ser de tipo "pervasiva".
    Por ello, el incremento de la confiabilidad interpersonal y
    de la calidad de las instituciones resulta un elemento clave
    para el establecimiento de una "cultura de la confianza".

El Pensamiento
ético de la nación ante la corrupción, en
las ideas de sus principales
paradigmas.

Es indiscutible que uno de los paradigmas en
la formación de una ética de
la Sociedad Cubana fue José Martí,
aunque evidentemente importantes hombres como Félix
Varela, José de la
Luz y Caballero, Carlos Manuel de Céspedes, que les
antecedió, fueron también baluartes de los valores
éticos como independencia,
patriotismo, igualdad.
Otros convivieron con él, en época y lugar como
Antonio Maceo, que defendió principios
éticos, como la honestidad, el
sentido del deber y el sacrificio, el optimismo revolucionario,
el espíritu de resistencia,
lucha y victoria, el honor y la dignidad entre
otros.

Sin embargo el ideario moral de José Martí
constituye la cumbre del pensamiento ético en Cuba y, a no
dudarlo, la más elevada expresión de la
ética de la liberación nacional en nuestra Patria.
Asimismo la trascendencia de la ética martiana estriba en
que el Maestro fue un ejemplo vivo de consecuencia entre el
pensamiento y la acción en el ámbito de la
moralidad. Nunca pensó ni planteó algo que no
estuviera dispuesto a concretarlo prácticamente.
Chacón Arteaga N.L y colb 2006).

De su pensamiento se expresan ideas que bien son partes de las
raíces culturales de la nación y expresión
por ende de la resistencia del pueblo al empleo
indebido de las riquezas colectivas o del mal uso de las
responsabilidades sociales, entre otros.

  • "Ni vale que no se parezca delito legal, es que es delito
    moral, que si a la justicia ajena escapamos, no a la
    propia"

  • "Más culpable son los delitos por la
    intención que los engendra que por el modo con que se
    cometen"

  • "El Estado sólo tiene derecho a castigar los
    delitos de sus súbditos cuando ha colocado a
    éstos en un estado de educación bastante a
    conocerlos"

  • "Sólo la moralidad de los individuos conserva el
    esplendor de las naciones"

"… debiera sin duda negarse consideración social,
morarse como asolapados enemigos del país, como a la
roña y como a Yagos , a los que practican y favorecen el
culto a la riqueza, pues así como es gloria acumularla con
un trabajo franco y brioso, así es prueba palpable de la
incapacidad y desvergüenza, y delito merecedor
de pena escrita, el fomentarla por métodos
violentos o escondidos, que deshonran al que los emplea, y
corrompen la nación en que se practican.

Debieran los ricos, como los caballos de raza, tener donde
todo el mundo pudiese verlo, el abolengo de su fortuna"

Otro hombre que
marcó
un mito en la
sociedad cubana es Ernesto Guevara de la Serna, que aunque sus
estudios de sus últimos años han presentado sus
concepciones económicas, políticas, militares,
etc., sin embargo, el referente aglutinador de todas esas
posibles vertientes en su pensamiento ético.

Es evidente que el núcleo central, del pensamiento
ético del Che está constituido por la
concepción del hombre nuevo y
su correspondiente formación.

Se trata de la producción y la autoproducción
del sujeto que hará posible la estructuración de un
modo de equidad y
justicia
social. Tan importante en este hombre nuevo, negación
dialéctica del hombre enajenado, que si no se concreta en
la misma medida que las transformaciones de las circunstancias
socioeconómicas, el proyecto
liberador no será viable. Al decir del Che: " Para
constituir el comunismo,
simultáneamente con la base material hay que hace al
hombre nuevo".

Si bien no fue precisamente el Che el primero habló del
Hombre Nuevo, si es un hábito en el pensamiento cubano su
uso a través de toda la eticidad que lo caracteriza desde
Varela hasta Fidel Castro.
No obstante es el Che, el pensador contemporáneo al que se
le vincula con más fuerza a esa
concepción. Este pensador, con una visión
dialéctica, parte del criterio de que el hombre
nuevo se forja en el crisol de la práctica revolucionaria
a partir de la transformación del hombre alienado que
genera la vieja sociedad.

No es casual que el Che viese en el trabajo, en
la actividad laboral
cotidiana, el escenario idóneo para la formación
del hombre nuevo, que debería desarrollarse por
métodos distintos a los convencionales. Por esa
razón considera el trabajo liberado con base de la
formación del hombre nuevo y estimó indispensable
potenciar con un contenido moral, para lograr ese fin, la
actitud ante
el trabajo, el trabajo voluntario, los estímulos, la
emulación, la lucha por la calidad, la
superación cultural y técnica, la planificación y la vinculación del
estudio con el trabajo.

La ética que propugna Ernesto Guevara, anula
dialécticamente lo universal que proporciona la herencia
conceptual precedente en lo concreto, que
aporta el pensamiento revolucionario desde la perspectiva de los
países subdesarrollados. El énfasis que el Che pone
en el papel de los factores espirituales, revela las
peculiaridades de un mundo que, para salvar el atraso
histórico en lo que sumió la explotación
capitalista, necesita acentuar el papel activo de los
móviles morales como agentes de dimanización y
transformación revolucionaria.

De su ideario, extraemos esta idea que sintetiza su
pensamiento con respecto a los objetivos del
presente trabajo:

No se olviden de esto:

Contrarrevolucionario es aquel que lucha contra la Revolución, pero también es
contrarrevolucionario el señor que valido por su
influencia consigue dos carros, que viola el racionamiento, que
después tiene todo lo que no tiene el pueblo y que lo
ostenta o no lo ostenta, pero lo tiene. Ese es un
contrarrevolucionario y el que utilice su influencia buena o
mala, para el provecho personal o de sus amistades, ese es un
contrarrevolucionario y hay que perseguirlo, pero con
saña, perseguirlo y aniquilarlo.

La "eterna insatisfacción como expresión de la
relación valorativa del hombre con el mundo define premisa
para la comprensión de la dimensión ética
del pensamiento de Fidel Castro. Su situación,
auténticamente transformadora, reflejo de un pensamiento
revolucionario con una profunda orientación ética ,
halla su manifestación suprema en la Revolución,
que con su inmensa carga de humanismo,
significa la realización de los ideales éticos-
sociales de diversas generaciones de cubanos.

Desde un genuino enfoque ético –
axiológico, cuyas raíces se encuentran en el
pensamiento martiano y marxista, le otorga importancia
excepcional a la actuación ética del ser humano,
por muy difíciles que sean las circunstancias en que se
encuentre. De ahí la profunda relación entre
política, ética y valores en un pensamiento –
actuación en el que los fines a alcanzar, de elevado
contenido ético, trascienden los intereses individuales y
encuentran su plasmación en su proyección social y
humano universal a escala
mundial.

Es por ello que puede confundirse como la justicia entendida
en un sentido social, constituye el fundamento de su pensamiento,
la que está en estrecha unidad con la dignidad humana y
que concibe al hombre como merecedor de todas las oportunidades
para desarrollar sus potencialidades, por lo que considera que el
hombre es la clave para la transformación de la realidad y
para llevar a cabo la realización de los sueños de
lograr una sociedad más humana, basada en la conquista de
la independencia, la justicia social, la emancipación y la
dignificación humana.

La igualdad social así concebida, exige el rechazo de
toda forma de explotación y de discriminación por raza, sexo, edad,
credo, origen
social, a partir del criterio de que, en la escala humana, lo
más apreciado son los valores que se sustentan y la
conducta que se
asume ante la vida y las necesidades y aspiraciones de la lucha
para la construcción de una sociedad y patria
socialista cada vez mejor en su calidad humana.

Asimismo esta manera de concebir la justicia social, vinculada
a la igualdad y libertad, le
permite a Fidel relacionarla con valores tales como el respeto a la
dignidad propia y ajena, el precio al
decoro de cada individuo, el enriquecimiento de la vida
espiritual y el protagonismo social de las personas para su
realización humana.

Así se pone de manifiesto un código
de valores donde lo político, lo jurídico, lo
ético, lo patriótico. se da en profunda
interrelación en un pensamiento integral e integrador
expresión de su asunción crítica
de la realidad y de su afán de transformación,
perfeccionamiento continuo, pero sobre todo, su sentido moral de
la existencia humana.

La dimensión ética del pensamiento de Fidel
Castro, como expresión de continuidad de la
tradición del pensamiento y práctica revolucionaria
cubana, revela como dirección esencial, la actividad de la
política, entendida como una actividad humana esencial, en
la cual se pone de manifiesto, los más elevados ideales
éticos del ser humano.

El cumplimiento del deber significa para él, contraer
compromisos, una responsabilidad y subordinar todo ante la patria y
la lucha, pero implica además, adoptar una posición
por ella y una obligación moral ante su pueblo, lo que
debe expresar en una conducta revolucionaria e invariable.
(Chacón Arteaga, N. L. Y colb 2006)

De la reflexión de estos autores, sobre Los retos
éticos – económicos presuponen el logro de
una cultura económica en la sociedad socialista cubana,
extraemos el siguiente contenido que nos parece muy a
propósito de los objetivos del presente trabajo.

Es necesario reforzar la credibilidad del marxismo
leninismo y el socialismo
logrando que la eficiencia se
convierta en un modo de actual práctico y cotidiano que
sea asumida como parte de la cultura ético –
económica de los trabajadores y como una virtud para obrar
bien en todo momento, que el trabajo pierda el carácter enajenado y recobre su
valoración social y sobre todo individual.

En la práctica la conciencia de
propietarios colectivos no ha rebasado las fronteras de lo
jurídico, en ocasiones persisten ineficiencias, la
indolencia, la usurpación individual de los bienes
colectivos, la indisciplina, hechos de corrupción e
ilegalidades en algunos individuos de la población,
así como la especulación con los bienes del estado
para un provecho individual, mal que la sicología social
tiende a justificarse con posiciones contrarias a la moral dual,
estos hechos tienen su fundamento en la situación
económica, pero desde el punto de vista de la ética
socialista son censurables por lo que requieren para su
solución sólida cultura ético- moral,
política y económica en correlación con
adecuados mecanismos de control económico.

Del pensamiento ético de Fidel, del análisis
político y sus consecuencias, sus recientes
reflexiones, reafirman las causas históricas y sociales de
los hechos asociados a la corrupción, los delitos,
ilegalidades e indisciplinas.

En el Aula Magna de la Universidad de la
Habana el 17 de noviembre del 2005 sentenció con
afirmaciones o cuestionamientos los peligros sociales que
implican desatender tales problemas.

"Todo pensamiento revolucionario comienza por un poco de
ética, por un poco de valores que le inculcaron los
padres, le inculcaron los maestros."

"¿Es que las revoluciones están llamadas a
derrumbarse, o es que los hombres pueden hacer que las
revoluciones se derrumben?" ¿Pueden o no impedir los
hombres, pueden o no impedir la sociedad que las revoluciones se
derrumben?"

"¿Puede ser o no irreversible un proceso
revolucionario?, ¿Cuales serían las ideas o el
grado de conciencia que harían imposible la
reversión de un proceso revolucionario?

"Este país puede autodistribuirse por sí mismo,
esta Revolución puede destruirla, los que no pueden
destruirla hoy son ellos, nosotros sí, nosotros podemos
destruirla y sería culpa nuestra"

Muchos han dicho "La revolución no puede, no, esto es
imposible, no, esto no hay quien lo arreste. Pues sí esto
lo va a arreglar el pueblo, esto lo va a arreglar la
Revolución, y de qué manera."

Mientras que el 28 de noviembre del propio año, en la
graduación de estudiantes Instructores de Arte,
argumentaba:

"Una sociedad que quiere ser distinta, una sociedad nueva que
trata de alcanzar altas metas, arrastra todos los vicios de
aquella sociedad corrompida que quiere cambiar. Eso pesa. Solo el
paso del tiempo y el efecto del trabajo, si se trabaja bien. Y
nada ha existido más común y universal en el mundo
que los errores de los revolucionarios, de los que quieren
cambiar al mundo. Por eso no son muchas las revoluciones que
avanzan y no son pocas, entre las pocas, que fracasan a lo largo
de períodos históricos."

"Una Revolución es el triunfo de la virtud sobre el
vicio, es el triunfo del honor sobre la deshonra, es el triunfo
de la integridad moral y patriótica contra el mercenarismo
y el vicio.

La
Práctica Cubana en su lucha contra la Corrupción y
el Delito, las Ilegalidades e Indisciplina.

Durante el IV Congreso se aprueban medidas económicas
que eran necesario para movilizar a las fuerzas productivas que
han sido abordada en otros momentos en este trabajo y que
además también tuvieron consecuencia sobre la
conciencia social.

Del debate que
promovió el Partido Comunista de Cuba, primero entre la
población y posteriormente en las sesiones del Quinto
Congreso (octubre 1997), se reconoció por parte del
análisis y discusión del documento
Resolución Económica, que como parte de la dualidad
en la circulación monetaria y otras medidas
económicas que:

Esta dualidad tiene efectos indeseables, como la
diferenciación de ingresos no
vinculados al aporte del trabajo. Sin embargo este
fenómeno no es atribuirles total y únicamente a la
despenalización pues desde antes de adoptarse esta medida
venía manifestándose mediante la economía
sumergida, más negativa y difícil de controlar y
disminuir.

No obstante por más que resultara inevitablemente y
aunque esa disimilitud ha tendido a atenuarse levemente con la
revalorización de la moneda nacional frente al
dólar – casi 7 veces en tres años – y
el crecimiento de las posibilidades de acceso a las divisas por
diversas vías, entre ellas las de los esquemas de
estimulación y la apertura de casas de cambio, no
deja de generar problemas ideológicos serios por las
desigualdades que crea y los afanes desmedidos de posesión
de divisas que desata, muy distantes de los valores y principios
que defendemos.

Fidel fue quien primero alertó al Partido, al Gobierno
y al pueblo sobre las graves deficiencias que se observaban en la
economía, su crítica entroncaba con las
advertencias que hizo, en particular en los I y II Congreso del
Partido, acerca de no abandonar el trabajo con el hombre, de no
descansar ciegamente en los mecanismos del sistema que se
implantaba, de no olvidar el trabajo ideológico y
político.

Mucho antes de que en la URSS se iniciara la perestroika, la
Revolución iniciaba el proceso de rectificación de
errores y tendencias negativas, cuyo objeto principal es la plena
recuperación del camino socialista y del carácter
autóctono del proceso revolucionario cubano.

Cuando la rectificación llega a su fase de madurez, se
hizo evidente que este proceso que había comenzado por la
economía, abarcaba ya los ámbitos de la
política y de la ideología.

El proceso de rectificación a la altura de 1989, cuando
comienza la desintegración del campo socialista europeo,
ya había eliminado las primas y los pagos indebidos, el
sectorialismo, cambió la mentalidad de medir la
economía sólo en valores, recuperó la
disciplina
inversionista, la voluntad hidráulica, la política
social en la construcción, resaltando el movimiento de
las microbrigadas para las viviendas y obras sociales, el
multioficio, paralizó las tendencias a las plantillas
infladas, recuperó también el trabajo voluntario,
los conceptos de atención al hombre, liquidó la
figura del interrupto, criticó y modificó la
legislación
laboral paternalista, golpeó el afán del lucro,
criticó el formalismo en el trabajo político,
recuperándolo al poner al hombre en el centro de la
atención y al partido en el centro de los problemas.

Con estas transformaciones en lo socioeconómico y a las
puertas del V Congreso del Partido era evidente que la
rectificación debía abordar la sociedad en su
conjunto, tarea nuevamente que solo podría hacerse con las
masas. Es por ello que en marzo de 1990 el Comité Central
del Partido emite el llamamiento al IV Congreso y en abril
convoca a todo el pueblo a discutirlo.

En este sentido histórico del Partido, desde su
responsabilidad constitucional de Fuerza Rectora Superior de la
Sociedad, alertó y editó varios documentos para
la
educación de sus miembros y de la responsabilidad de
sus organizaciones de base con la regulación colectiva
sobre cualquier desviación individual de los valores de la
moral comunista.

En 1996 en un documento dirigido a las organizaciones de base
con el título La Ejemplaridad: Una responsabilidad
irrenunciable de las organizaciones de base.

  • La moral ética y la entereza de principios son
    cualidades que se ponen a prueba, hora a hora, en el bregar
    diario de un revolucionario y es menester poseer criterios y
    convicciones muy firmes para mantener en todas las
    circunstancias la intachable imagen que caracteriza a nuestra
    militancia comunista.

  • Por ese motivo no es ocioso repetir que combatir la
    exaltación de la ideología burguesa, con su
    carga de individualismo, discriminaciones, oportunismo y
    simulación, es el deber primero de los comunistas.

  • Cuando esta realidad no pueden ser asimilada por
    algún militante, cuando notamos que un
    compañero se va perneando por corriente liberaloides,
    derrotistas, escépticas o hipercríticas, el
    Partido y muy especialmente su organización de base,
    están obligados a ejercer su papel rectificador y
    educador.

  • Y cuando hablamos de preparar y educar no nos referimos al
    estudio y análisis entre los militantes, de directivas
    y orientaciones emanadas de los organismos superiores, esos
    instrumentos ayudan en la creación de un marco
    propicio para ese proceso, pero la formación del
    hombre solo se logra en la práctica concreta ante los
    problemas reales y es allí donde el núcleo
    puede actuar, entrenando a sus militantes en la
    búsqueda de vías para detectar las dificultades
    propias y ajenas, así como aplicar las soluciones mas
    sabias.

  • No escapa a la observación más
    epidérmica que la mayor parte de las deficiencias en
    la conducta de algunos militantes surgieron, crecieron y se
    mantuvieron por falta de control de las direcciones de sus
    respectivas organizaciones de base, amén de la poca
    visión de los cuadros municipales encargados de
    orientarlas.

  • Pero, la evaluación y el control de los militantes
    corresponde a su colectivo de comunista, por ser este el
    ámbito ideal para ejercer una labor educativa,
    única vía para dotarlos de la fuerza y el
    convencimiento que los moverá a actuar correctamente
    ante cada coyuntura y adoptar una posición de
    vanguardia en cada instante de su vida, incluso cuando se
    hallen a solas frente a su conciencia.

Durante 1998 el Máximo Órgano de
Dirección del Partido, el Comité Central
editó para análisis en las organizaciones de base
del Partido, 4 documentos de los cuales en 3, se señalaron
errores en la actitud de militantes y falta de control de esas
estructuras
sobre personas que violaban regulaciones y que no
defendían valores sociales reconocidos por el sistema
político cubano. Con los títulos
Irregularidades en la Empresa de
Suministros Agropecuarios de una provincia, Una vez más:
el Descontrol y Aleccionadora Historia de una denuncia mal
atendida, se pretendía llevar al conjunto de hombres que
se afilian a esta organización, una alerta, educación de
fenómenos sociales que se estaban dando en la sociedad y
que se debía enfrentar desde la perspectiva de la
Ética Socialista y de la función reguladora que
tiene la
organización política sobre los órganos
administrativos y gubernamentales.

El cuarto trabajo resume intervenciones de José
Ramón
Machado Ventura (Debemos enfatizar que el Partido
desempeñe un papel rector de la sociedad, en las actuales
y futuras circunstancias) donde Se señalan como tareas
principales para estos momentos: el trabajo político
ideológico, sistemático y diferenciado, el
funcionamiento correcto de las organizaciones de base y el papel
del Partido en sus relaciones con el Gobierno y la
administración, añade además: El
único capaz de guiar a nuestro pueblo para que se
materialice este propósito es el Partido, debido a la
influencia y el prestigio de que goza en nuestra sociedad, a su
liderazgo
natural que se afianza en la confianza, el apoyo y el respaldo de
las masas y que lo hacen acreedor del respeto de todos los
cubanos, aún de nuestros adversarios.

Resalta además que En el caso de los núcleos se
asigna especial importancia a la realización de las
reuniones como marco insustituible en la educación de la
militancia.

Es por eso que se recomienda no dar o dilatar estos encuentros
sin motivos válidos, pero cuando sea necesario, no se ha
de escatimar el tiempo para debatir asuntos de interés
para todos. Lo importante es que se analicen bien las tareas y
cada militante entienda cual es su misión y
la conducta que debe seguir en el momento de que se trate acota
que en materia de
cuadros, se insiste también, una vez más, en la
conveniencia de que nuestros dirigentes tengan presente, en todos
los actos de su vida cotidiana, la austeridad. Deben estar
convencidos de que se les mira con una pupila muy crítica
que no es más que el reflejo de la alta estima en que las
masas tienen al Partido, sus dirigentes y todos los
comunistas.

Ya en 1999, se comienza a denunciar e indicar a sus
estructuras atender, valiéndose de sus facultades en la
política de cuadros, actitudes
nepotistas: En el documento El nepotismo, algo que no debe
prosperar, señala:

La moral, la ética y la entereza de principios de los
cuadros, conforman una imagen, que no
solo corresponde a ellos mismos, sino también refleja a la
institución donde desarrollan sus actividades y la propia
revolución.

Como nepotismo se conoce desmedida que dan algunos
funcionarios a sus parientes o amigos.

Este mal es muy antiguo y ha traído fatales
consecuencias en la historia de la humanidad.

En su argumento se refiere al artículo 7, inciso 11, de
los Estatutos del Partido Comunista de Cuba que recoge: Al
proponer designar o evaluar a dirigentes, colaboradores, o
funcionarios, guiarse por la capacidad política y
profesional, los méritos y la firmeza ideológica de
estos, en ningún caso por razones de amistad,
parentesco o relaciones personales.

Y resume el citado trabajo con la siguiente
indicación:

Se trata entonces, de emprender un enfrentamiento decidido a
estas tendencias nocivas y son precisamente nuestras
organizaciones de base las llamadas a encargar esa misión
en cada centro laboral, utilizando para ello, en primer lugar, lo
establecido en el artículo 34 de los Estatutos que dice:
las organizaciones de base del Partido responden, en lo que les
concierne, por la correcta aplicación de la
política de cuadros en los lugares donde actúan,
controlando que esto se realice adecuadamente.

En mayo del 2000, se publicó otro material dirigido a
la educación de la militancia y además publicando y
decisión del Grupo de
Trabajo del Buró Político con el Título Un
principio inviolable para los comunistas donde se critica y
expresa la decisión que se adoptará en lo sucesivo
con los militantes y cuadros que se les verifique que
mientan.

En sus textos los autores citan unas palabras de Fidel Castro
pronunciadas ante el Comité Conjunto de Instituciones
Cívicas Cubanas el 16 de marzo de 1959.

Columbié Santana Mariela (200) expresa que un
fenómeno social de primordial importancia en todo lo
relacionado con la formación de los valores y en la
perpetuación de una determinada moral, lo constituye la
Educación en tanto que proceso dirigido a la
consecución de objetivos determinados y específicos
en esta área lo que resulta reconocido por todas las
fuerzas que en la sociedad intervienen en este complejo
proceso.

En fecha tan temprana como marzo de 1965, Ernesto Che Guevara
describía la importancia y las complejidades del proceso
educativo y su incidencia en la formación de los valores
que deben caracterizar al hombre que vivirá en nuevo
siglo, en el que ya estamos. Lo definió como un proceso de
formación de valores nuevos, los que
caracterizarían a ese hombre como un producto no
acabado, sometido a un proceso doble de formación: por un
lado actúa la sociedad con su educación directa e
indirecta y por otro el individuo se somete a un proceso
consciente de autoevaluación.

Para mantener la vigencia de la formación moral es
necesario el desarrollo de una conciencia, en la que los valores
adquieren una singular categoría, de ahí su
profética frase: La sociedad en su conjunto debe
convertirse en una gigantesca escuela. Hoy nosotros entendemos
mejor que nunca la vigencia y el alcance de estos
planteamientos.

Del artículo 1 de la Constitución de la
República, explica la propia autora, que se establece
de manera clara y directa cuales son los principios éticos
que caracterizan el país.

Cuba es un Estado Socialista de trabajadores, independiente y
soberano, organizado con todos y para el bien de todos como
república unitaria y democrática, para el disfrute
de la libertad política, la justicia social, el bienestar
individual y colectivo y la solidaridad
humana.

Somos un pueblo que defiende y prioriza los valores por encima
de la riqueza material y que educa a sus ciudadanos en el culto a
la dignidad plena del hombre como indicara José
Martí.

Es indudable que la crisis económica a la que se ha
enfrentado y aún se enfrenta la nación cubana, ha
traído aparejado otros problemas en el terreno de la moral
y de los valores que es necesario combatir directa y
resueltamente.

De la mayor trascendencia es la actitud, la conducta, la moral
que tienen que distinguir siempre a los cuadros de la
Revolución, cita la autora de este trabajo a Carlos Lage,
Secretario del CECM. Es infinito el valor que
tiene que asegurar esas virtudes en los cuadros del Estado y del
Gobierno, así de las empresas estatales que en nuestro
caso constituyen la mayoría. Esto es importante no solo a
los ojos del mundo que nos rodea, que a pesar de su
desmoralización acelerada, enfoca constantemente la mira
hacia nuestro país, buscando el mejor resquicio para
atacarnos, sino muy especialmente ante el juicio crítico y
ejemplo de abnegación sostenida de nuestro pueblo.

En la medida que se abre la economía del país y
en crece la inversión
extranjera, los peligros de la perdida de los principios
éticos y de violación de los valores
morales propios de nuestro pueblo, por parte de determinados
dirigentes y funcionarios son mayores. Es por ello que concedemos
un gran valor al trabajo educativo y preventivo con todos los
cuadros, a la formación y al reforzamiento en ellos de los
valores que consideramos que deben caracterizarlos.

Ciertamente los problemas que se presentan son hechos aislados
y reciben en todos los casos un tratamiento acorde a la magnitud
del mismo, que va desde el análisis político, las
medidas educativas, la sanción disciplinaria o la medida
judicial, cuando así. El análisis educativo en el
colectivo laboral como medio de sacar experiencias de los errores
cometidos, resulta muy efectivo para prevenir nuevos errores o
conductas inadecuados.

En nuestra concepción, todos los cuadros
desempeñan un importante papel educativo, en primer lugar
con el ejemplo personal de capacidad, abnegación,
dedicación al trabajo y cualidades personales, pero a la
vez tienen que ser capaces de desarrollar una labor consciente y
organizada, dirigida a la formación de los valores y
principios éticos que preconizamos, entre todos los que
rodean, ya sean dirigentes o trabajadores.

En ese objetivo se inserta la elaboración y
aprobación hace unos años, del Código de
Ética de los cuadros del Estado Cubano, que fue precedido
por todo un proceso de estudio, discusión y
validación de sus preceptos entre todos aquellos que
ocupan algunas responsabilidades de dirección, tanto en el
ámbito empresarial como público en Cuba.

Como dice la introducción a la 27 preceptos que
conforman el Código, este documento no es una simple lista
de normas
éticas, se inscribe en el conjunto de las actuaciones
éticas a las que nos convoca la Revolución y
constituye un culto a la dignidad plena del hombre, en profunda
armonía con el pensamiento martiano de que Todo hombre
está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como
con la pública, a su Patria.

Este Código constituye un poderoso instrumento de
trabajo educativo y político-ideológico con los
cuadros, quienes tienen la obligación de cumplirlo y
hacerlo cumplir como aparece plasmado en el inciso b) del
artículo 6 del Decreto Ley No. 196 sobre
el Sistema de Trabajo con los Cuadros, que establece
además la firma del Código por cada dirigente en
ceremonia solemne ante su colectivo de dirección, como
elemento esencial del proceso previo para asumir un cargo.

La creación y el reforzamiento de los valores
éticos y morales en los actuales y futuros dirigentes en
el ámbito público en Cuba, constituye uno de los
objetivos principales en el trabajo de preparación y
superación de los cuadros, que se realizan a todo lo largo
y ancho del país, como parte de la política oficial
establecida. En esa dirección es necesario tener muy
presente un grupo de premisas y de principios sin cuya
observancia resulta muy difícil obtener éxito
en ese empeño. Entre ellos destacamos:

  • 1. Se queremos lograr cambios profundos y duraderos
    en las personas no es suficiente tratar de modificar las
    conductas y las actitudes, sino que la esencia está en
    lograr los cambios en los paradigmas, que son los que
    condicionan y las actuaciones posteriores.

  • 2. Los paradigmas son estructuras mentales que
    conforman la manera en que las personas ven, perciben,
    entienden e interpretan el mundo que los rodea. Es sobre
    ellos que hay que actuar, y no sobre sus manifestaciones.

  • 3. Los valores son las formas interiorizadas en
    nuestro subconsciente, como creemos que deben ser las cosas,
    los patrones o normas con los que medidos todo cuanto
    acontece. Hacia el reforzamiento de los valores deseados es
    hacia donde hay que dirigir el trabajo educativo y
    político – ideológico entre los cuadros y
    en el pueblo en general.

  • 4. No se puede mantener la integralidad si se habla
    de una forma y se actúa de otra. Para formar valores
    es preciso ser consecuente, en el comportamiento, que la
    conducta sea la expresión de lo que se piensa y de lo
    que se dice. La actuación debe ser consecuente con el
    discurso.

Finalmente Columbié Santana, Mariela (200) resume las
fortalezas que avala para poder confiar en el éxito de la
estrategia cubana de preparación de los cuadros dirigentes
para ejercer su función en el servicio
público:

Primero: La adopción
de un concepto transformador y autóctono que concibe la
preparación de los cuadros de manera integral, partiendo
de cinco componentes básicos: político –
ideológico, profesional, económico, de
dirección y para la defensa, que incluye a todos
según sus condiciones y características.

Segundo: La existencia de un sistema de educación de
postgrado y de superación de dirigentes que articula
distintas formas, vías y métodos, que se adaptan a
las necesidades de conocimiento
de cada individuo, a las funciones que
este debe desempeñar y a las características de las
entidades.

Tercero: La creación y existencia de un amplio sistema
de trabajo, articulado y en estrecha colaboración,
conformado por las Escuelas de Cuadros de los Organismos y los
Centros de Educación
Superior que se distribuyen por todas las provincias.

Cuarto: Existencia, el estudio, la aceptación y la
aplicación consecuente en el trabajo del Código de
Ética de los cuadros del Estado Cubano, como documento
rector e instrumento educativo en esta esfera.

Quinto: Un destacamento de cuadros y dirigentes
revolucionarios y competentes, con un alto nivel cultural y
técnico y técnico, con probada moral y calidad
humana y una reserva joven, impetuosa y audaz, dispuestos todos
de conjunto a aceptar el reto de llevar al país
adelante.

Unido a esta concepción en la formación de
cuadro la dirección del país ha convenido medidas
regulatorias de compromiso moral, de apoyo jurídico y de
movilización política que tributan a un sistema
integral para la educación y corrección de
conductas inadecuadas desde el punto de vista de la ética
socialista.

Bibliografía

  • 1. Columbié Santana, M. (2000): La
    Ética y los valores en el Sector Publico como un
    imperativo de nuestros pueblos. Ediciones Ministerio de
    Educacion Superior. Cuba.

  • 2. Estéves, A. M. (2005): "Reflexiones
    teóricas sobre la Corrupción: Sus dimensiones
    políticas económicas y sociales". En Cuadernos
    Actuales No.6.

  • 3. Olivera, Peado, M (2006): "Hacia una
    sociología de la corrupción." En Cuadernos
    Actuales. No 11 p 4-23.

  • 4. Ramonet, I. (2004): "El nuevo rostro del mundo".
    Revista "Cuadernos actuales" No 2. pág. 5

  • 5. Suárez F. y Gorrochategui, N. (1998):
    Corrupción Organizacional: Aspectos vinculados a la
    estructura de oportunidades en diversos tipos de
    organizaciones y casos de corrupción
    institucionalizados. Instituto de Investigaciones
    Administrativas de la Facultad de Ciencias Económicas
    de la Universidad de Buenos Aires.

  • 6. Sztompka, P. (1997)"Trust, distrust and the
    paradox of democracy" Centro Científico de
    Berlín para la investigación social. Disponible
    en http:www.skylla.wzberlin.de/pdf/1997/p.97-003.pdf.

 

Autores

Ms.C Antonio Delgado Perdomo

Ms.C Roberto González Peralo

[1] Grantham, Reino Unido, 1925)
Política británica, primera ministra de 1979 a
1990.

[2] 40.º presidente de los Estados Unidos
de América (Kilton, Illinois, 1911 – Los
Ángeles, 2004). Su presidencia
(1981-89)

Partes: 1, 2
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