Una de las causas a tener en cuenta en los resultados o
calidad de la
atención de salud, está
relacionada precisamente con el error médico (EM), por lo
que hoy día constituye un problema de gran
preocupación internacional y resulta de interés
para todos los que brindamos servicios de
salud (1-3).
El problema del EM no es nuevo, sus antecedentes se pierden en
la historia, al
menos con el surgimiento de la escritura.
No existe un consenso internacional sobre la definición
del EM, en nuestro medio las definiciones del EM se han basado en
concepciones y principios de
la moral, la
ética y
deodontología médica, es decir, vinculada, al
deber, al humanismo,
hermandad y solidaridad, que
significan el respeto a la
dignidad
humana.
Hay estudios que prueban la posibilidad de prevención
del EM, aunque existen errores no prevenibles. Así, en una
investigación en hospitales del Estado de
Colorado, EUA en 1999, en 15 000 historias clínicas se
encontró que el 54 % de los EM eran prevenibles.
En este mismo estado, en el año 2000, se realizó
otro estudio en hospitales, de 1 133 historias clínicas se
determinó que (4):
El 70 % de los eventos adversos eran prevenibles,
El 6 % potencialmente prevenibles.
El 24 % no prevenibles.
Lucian Leape considera que si se ofrece una
atención médica segura se reducen los EM en un 80,0
% (5).
Muchos autores han publicado sus experiencias, sobre todo en
la década del noventa, etapa que constituye el comienzo de
estos estudios y su incremento. Mencionamos las siguientes:
En hospitales estatales de Colorado, en 1984 y 1992, la
frecuencia del EM fue de un 2,9 y 3,7 % de los egresos
respectivamente (4).En el reporte del IOM se concluye que en EE.UU. en 1999
más de 1 millón de norteamericanos sufrieron de
algún error prevenible (3,0 % de los egresos
hospitalarios) y 98 mil fallecieron (para otros las cifras
varían entre 40 y 100 mil) con un costo de $17 a 29
billones. El EM fue la octava causa de muerte nacionalmente,
por encima del cáncer de mama, accidentes de
vehículos y el SIDA y la sexta causa de mortalidad en
hospitales (para un 0,3 % de los egresos anuales) (6).En un estudio de la Asociación de Cirugía de
México, en el año 2004, en 7 715 historias
clínicas, se encontró un 49,9 % de EM y un 16,8
% de MP (8).En 1999 la Agencia de Investigación de la Calidad
de Atención Médica (AHRQ) de EUA reportó
que en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) se
producía al menos 1 error por día (7).Agundez, en hospitales de California en el
año 2003, al analizar los resultados de las
necropsias, planteó que se encontraron entre un 8 y un
24 % de errores (9).Blendon, en el 2002, en una encuesta nacional en
EE.UU. realizada a 831 médicos y 1 207 familias,
encontró en los primeros que un 35 % conocían
de eventos adversos (EA) y en los segundos fue un 42 % y de
estos EA fallecieron un 7 y 10 % respectivamente (10).Harding, en el 2004, en una investigación
en más de 5 millones de egresos en hospitales
pediátricos, en menores de 19 años, de 27
estados de EE.UU., encontró 4 500 fallecidos por EM
para un 0,9 % de los egresos (11).Consejo Internacional de Enfermería (CIE),
año 2000. Resume los estudios de Europa y Australia
sobre EM (12):En Australia, encontraron EA en el 26,0 % de los egresos
hospitalarios.En Inglaterra, estudios en hospitales del Servicio
Nacional de Salud (NHS), señalan aproximadamente 850
000 EA por año.En Europa, un grupo de trabajo en hospitales,
señala que 1 de cada 10 pacientes sufre enfermedades
evitables y efectos adversos como producto de la asistencia
médica.Moreno y otros en Cuba, realizaron una
investigación en dos años diferentes para
conocer el grado de error en la no correlación
clínico patológica para el diagnóstico
de bronconeumonía y encontraron en 1989 un 28,9 % y en
1994 un 28,6 % de errores, valores que se encuentran por
encima de lo reportado en la literatura internacional
revisada (13).Aspiazu y otros, en Cuba, en un estudio en el
2002, para conocer los errores más frecuentes de los
residentes en el interrogatorio a pacientes en
relación con la anamnesis, encontraron un 10,5 % de
errores, como promedio, que dificultaron el
diagnóstico y que consideraron como un fallo de la
docencia (14).
Lo primero a tener en cuenta es que el EM no solamente es
privativo del médico, sino que incluye a todos los
profesionales, técnicos, trabajadores, la propia
institución y el sistema (15).
Leape (2000) plantea que la mayoría de los EA
no son producidos por negligencia, inadecuada atención,
educación
o entrenamiento,
más bien ocurren en los servicios de salud debido al
diseño
del sistema o factores de organización, mucho más frecuentes
que en otros sectores y afirma que las evidencias son
aplastantes en reconocer que el EM se debe a múltiples
factores y raramente a falta de cuidado o de un solo individuo
(5).
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