- Introducción
- El
por qué de la historia local - Justificación
- Metodología
- Principales
actividades económicas - Turismo
y cultura - La
Quebradita - Primeros
pobladores del sector - Aspectos
religiosos y espirituales - Manifestaciones
culturales - Actividades
deportivas y recreativas - Análisis
crítico - Conclusiones
- Glosario
de términos - Bibliografías
y fuentes consultadas
Antecedentes
Nuestra historia no comienza con la
llegada de los europeos. Nuestros llanos venezolanos, por
ejemplo, fueron habitados por el hombre
desde hace aproximadamente 15.000 años antes de nuestra
era y las evidencias
arqueológicas nos permiten conocer con certeza que
grupos
aborígenes cultivaban la tierra,
trabajaban la alfarería y la cestería, pescaban ,
cazaban y recolectaban, estaban instalados en las tierras del
actual estado
Portuguesa.
Cuando llegan los europeos, en el espacio
geográfico que, en todas las crónicas, denominaron
"hacia los llanos" y que hoy forma parte del estado Portuguesa.
Las poblaciones aborígenes eran muy numerosas.
Confluían en las tierras de Portuguesa, Caquetíos,
Cuybas, Coyones, Guaiqueríes, Achaguas y se diferenciaban
entre si por las lenguas que
hablaban y la forma de elaborar cerámicas, pero
coincidían en el grado de desarrollo de
las fuerzas productivas y la
organización social del trabajo:
producción comunal; cultivo del maíz.
Yuca, algodón, pesca
(especialmente los Guaiqueríes del actual Estado Nueva
Esparta) e intercambio de productos o
trueque.
Con la llegada de los Welsares al territorio, la cual
interrumpe el proceso de
poblamiento aborigen, debido a factores de la conquista y
colonización. Para esa fecha destaca la gran aldea de los
Acarigua (Hacarygua), por su numerosa población y abundante producción. Siendo reducidos más
adelante por la vía de diferentes mecanismos: Encomiendas,
Misiones, Pueblos de Indios.
Introducción
Había una vez un territorio poblado y
maravillosamente dotado de todo y cuanto era necesario para
vivir, abastecerse, nacer, crecer, y vivir en armonía con
la naturaleza,
cumplir con las labores cotidianas, defender su soberanía, cuidar los reservorios naturales
y cambiar de lugar cada vez que escaseasen la materia prima
y los alimentos por
causas de la explotación de los recursos y por el
clima. Esto
parece un cuento chino,
en verdad sí fue así, hasta que llegaron unos
señores que hablaban otra lengua, con
armas
desconocidas hasta ese momento con las cuales podían
asesinar y someter a todo el que se opusiera a sus deseos en
nombre de un rey español y
de un Dios hasta ahora desconocido. En nombre de Él y del
Rey tomaban como suyos esos territorios para dominarlos,
explotarlos hasta no dejar nada en ellos si no desolación,
pobreza,
esclavitud,
miseria, hambre y pare de contar todos los males conocidos en la
actualidad. Lo cierto es que el continente Americano pasó
de ser el paraíso maravilloso antes descrito a una colonia
de españoles y portugueses que se dividieron la torta en
dos mitades. Y podríamos seguir y seguir contando
muchísimas cosas, todo ese cuento lo conocemos de
distintas maneras, visiones y puntos de vista. Hay mucha bibliografía sobre el tema,
la historia permite contar hechos, acontecimientos, sucesos,
mitos,
leyendas,
cuentos,
narraciones y algo más.
Nuestra intención es tocar dentro de esta
historia la que nunca o casi nunca se ha tomado en cuenta.
Siempre me he preguntado ¿Por qué mi Mamá no
sabia el nombre de su verdadero progenitor hasta pasados los diez
años? ¿Porque mi papá nunca me ha contado
historias de su padre? Al que conoció, por cierto
también adulto, o ¿Quién fue mi abuelo
paterno? ¿De donde era mi abuelo materno? Preguntas como
estas quizás nos las hemos hecho en algún momento
de nuestras vidas sin respuesta de nuestros padres, pero si vamos
una generación más allá es posible que
logremos sacar mucha información indagando en nuestra familia
más cercana. Esto ocurre en las familias más
comunes, los más pobres porque los historiadores, la
prensa, los
medios solo
recogen información de las clases, castas y apellidos de
alta sociedad, de
personas importantes de los cuales elaboran los arboles
genealógicos y los guardan en archivos bien
conservados.
Todos recordamos que un día en la escuela recibimos
la tarea de realizar nuestro árbol genealógico y a
duras penas completamos algunas partes de dos generaciones.
Después nunca más desarrollamos el tema.
Jamás se nos dijo lo importante que podía ser el
conocer nuestro pasado a través de nuestra propia familia.
¿Quienes fueron?, ¿Dónde vivieron?
¿Que aportes hicieron a la sociedad? etc.
etc.
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