- Introducción
- Definición
- Prevalencia
- Teorías
sobre el suicidio - Características
del acto suicida - Signos de
alarma - Factores
de riesgo - La familia
o contexto de los que cometen el acto suicida - Intervención
- Discusión
- Bibliografía
Resumen
En la actualidad se ha incrementado la tasa de suicidios,
siendo este fenómeno más resaltante en los
adolescentes, considerándolo como la tercera causa de
muerte. De acuerdo al riesgo de cometer el acto se ha agrupado a
las personas según género, etnicidad, estatus
socioeconómico y profesión, llegando a la
conclusión que los hombres son quienes se suicidan
más en una proporción de 3 a 1, siendo en su
mayoría adolescentes blancos, de un nivel económico
bajo (lo cual aún está en discusión). No
existe un solo causal para el suicidio, más bien se
considera que tiene un origen multicausal en donde intervienen
factores predisponentes, factores de riesgo y factores
precipitantes con ausencia de factores protectores, lo cual eleva
seriamente la probabilidad de quietarse la vida. En cuanto al
tratamiento, la elección del mismo dependerá del
riesgo del paciente, pudiendo ser ambulatorio u hospitalario, en
ambos casos es esencial la participación de la familia y
el círculo social inmediato para brindar el apoyo
necesario.
Introducción
El deseo de dejar de existir está presente por lo menos
en un par de ocasiones en las personas. Pero hasta qué
punto este deseo se convierte en realidad, dejando de ser un
anhelo para llegar a ser una amenaza total con el objetivo
principal de eliminarse uno mismo.
¿Por qué los adolescentes prefieren dejar de
lado las oportunidades que puede ofrecerle la vida,
cegándose completamente a esta oportunidad, escogiendo
cerrar los ojos y dejar de respirar? No es fácil responder
a este tipo de preguntas. Cada persona, cada adolescente, tiene
sus propios pensamientos, su propias reacciones y su propia
interpretación de sus sentimientos.
Podríamos decir que solo aquellos que presentan
problemas internos, o aquellos que provienen de una familia
disfuncional en la cual no cuentan con el apoyo ni con lazos
familiares lo suficientemente funcionales para brindar
contención, o aquellos que no cuentan con redes sociales
que le permitan una adaptación adecuada a su medio, son
quienes se suicidan.
Pero qué de aquellas personas que lo tienen todo, una
familia que podría considerarse funcional, un
círculo social saludable, buen rendimiento y prestigio
frente a los demás. ¿Aún así el
sentimiento sigue siendo el mismo? El vacío y las pocas
ganas de vivir están presentes también en ellos,
pero cómo es que se presentan. Pero en este caso
¿en qué se diferencian?
Aún no se puede especificar un solo causal, simplemente
se llega a la conclusión que existen muchos factores que
influyen en el momento que la persona toma la decisión de
dar fin a su vida. Puede ser por un ataque de ira contra uno
mismo, un hecho impulsivo en el cual se toma la
determinación de terminar con todo. Pero también
existen caso en los cuales los adolescentes vienen arrastrando
una serie de conflictos internos y/o externos que poco a poco se
fueron acumulando generando este tipo de pensamientos que a larga
se trasformaron en un acto contundente.
Definición
Antiguamente el suicidio era considerado como un acto honroso,
en el cual la persona prefería la calidad de vida que la
cantidad de tiempo vivido, según fue postulado por
Séneca, filósofo estoico romano del siglo I. En los
últimos tiempos, este concepto ha cambiado rotundamente,
postulado planteado por San Agustín, viendo al suicidio
como un pecado puesto que se viola el quinto mandamiento
según la fe cristiana (Davison y Neale, 2000).
La mayoría de los autores que han investigado el
suicidio concuerdan en que este es un acto autodestructivo cuyo
objetivo es terminar con la propia vida, dejando de existir
porque han perdido la confianza en sí mismo y para
eliminar el sufrimiento y/o desesperanza con respecto a su
vida.
El término suicidio, desde una perspectiva
etimológica, proviene del latín sui que
significa sí mismo y del término
cidium que significa matar, es decir
matarse a sí mismo. La palabra suicidio fue
empelado por primera vez por el abate Desfontaine, en el siglo
XVIII (Rivas, 2006).
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