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Álvaro Reynoso (1829-1888): sus investigaciones y aportes en el campo de la medicina, la fisiología y la bioquímica (página 2)



Partes: 1, 2

Este sabio cubano a los 27 años de edad era reconocido
como genio en toda
Europa.
Múltiples fueron los reconocimientos y distinciones
recibidos que avalan sus aportes a la
ciencia.

Merecen ser destacados sus investigaciones y
aportes en el campo de la medicina, la
fisiología y la bioquímica
dado que son poco difundidos:

Durante su época de estudiante en la Facultad de
Ciencias y en
la Escuela de
Medicina de la Universidad de
París (1848-1856), Reynoso trabajó en el laboratorio de
investigaciones químicas del profesor
Theóphile Jules Pelouze, bajo su guía
científica, inició y concluyó una serie de
investigaciones químicas y bioquímicas que le
dieron amplio renombre en el mundo de las ciencias. Todas fueron
publicadas en anales y revistas de reconocido prestigio
científico

Cuando solo tenía 20 años de edad (1849)
publicó un trabajo de
gran interés:
"Nuevo procedimiento
para el reconocimiento del Iodo y del Bromo". Ese mismo
año publicó otro trabajo titulado: "Observaciones
sobre la dosificación de la cal". En 1850, publicó
dos folletos, uno denominado, "Notas sobre las diversas
combinaciones nuevas del amoníaco con los cianoferruros y
en particular con los cianoferruros de níquel", el otro
titulado, "La acción
de las bases sobre las sales y en particular sobre los
arsenitos". Al año siguiente (1851), vio la luz el trabajo
"Nota sobre la preparación de los ácidos
metálicos".

Relacionado con sus investigaciones en medicina
fisiológica, publicó en 1851, "Nota sobre la
presencia del azúcar
en las orinas", incluido en los Comptes rendus de la Academia de
Ciencias de París. En 1852, "La presencia del
azúcar en las orinas de los histéricos y
epilépticos". En 1853, en colaboración con M.
Michéa publicó el trabajo "Nota sobre la presencia
de azúcar en la orina de los epilépticos". El
propio año, el folleto "Memoria sobre la
presencia de azúcar en las orinas y la relación de
este fenómeno con la respiración", producto de
sus numerosas observaciones sobre la enfermedad conocida como
diabetes
mellitus. Elaboró y presentó una novedosa teoría,
que le hizo merecedor de un premio de la Academia de Ciencias de
Paris y el elogio de los fisiólogos más notables de
su época. Esta teoría de Reynoso aunque no tiene
vigencia en nuestros días, estimuló nuevas
investigaciones por otros científicos. Reynoso tuvo el
honor de ser el primer cubano que investigara
científicamente la diabetes. En los textos, revistas que
abordan lo relacionado con esta enfermedad, consultados por las
autoras no existe referencia a los aportes realizados por el
científico cubano Álvaro Reynoso.

En 1854 el trabajo "Memoria sobre la presencia de sangre en la
orina de las personas sometidas a la inhalación de
medicamentos anestésicos", mereció un premio de 500
francos en el concurso de Medicina y Cirugía de la
Academia de Ciencias de Paris y el elogio de su secretario
Flourens; ese mismo año fue publicado un folleto con los
resultados de una investigación sobre toxicología titulado" Experiencias de
interés para la historia sobre el
envenenamiento por el Curare", donde las experiencias aportadas
por Reynoso fueron aprobadas por una comisión de
académicos designada al respecto. En 1855, publicó
un folleto "Investigaciones naturales, químicas y
fisiológicas sobre el Curare, sustancia con que los
salvajes americanos emponzoñaban sus flechas".

El 8 de septiembre de1856, presentó su tesis de grado
para obtener el título de Doctor en Ciencias con el
trabajo titulado "Investigaciones sobre la formación del
éter", insertado en los Annales de Chimie et de Physique,
de París. Reynoso no solo fue brillante en su examen de
química,
pues en el examen de física, formalidad
requerida para recibir el doctorado, también tuvo éxito.
La edición
de la tesis de
Reynoso recibió una amplia acogida en los círculos
científicos de Francia y
España.

En 1857 al producirse una discusión sobre el
embalsamamiento de cadáveres en la Academia de Ciencias de
París, en su sesión de 13 de julio, Reynoso
presentó un trabajo titulado "Noticias sobre
el embalsamamiento practicado por los indios americanos".
Publicado en los Comptes rendus del propio año y en un
folleto, editado en París. Luego publicado en los Anales y
Memorias de la
Real Sociedad
Económica de Cuba. Otro
trabajo de Reynoso aparecido en el primer número de los
Anales y Memorias de la Real Sociedad Económica de Cuba
fue "Apuntes sobre las sustancias alimenticias". Trabajo
relacionado con la alimentación del
hombre y las
consecuencias de ésta en su desarrollo
fisiológico.

En septiembre de 1857 fue designado catedrático de
Química Orgánica en la Facultad de Ciencias de la
Universidad Central de Madrid,
eximido de presentarse a oposición en reconocimiento a su
valiosa labor científica. Recibió el honor de ser
nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de Ciencias
Exactas, Físicas y Naturales de Madrid, en mérito a
sus valiosos aportes científicos. Igual nombramiento le
otorgó la Real Academia de Historia de
España.

El doctor cubano Rolando García Blanco, refiere en su
libro Cien
Figuras de la Ciencia en
Cuba, que Reynoso "rechazó el nombramiento de
catedrático de Química Orgánica de la
Facultad de Ciencias, de la Universidad Central de Madrid, para
asumir en 1858, la Cátedra Especial de Química
Aplicada a la Agricultura y
a la Botánica, de la Escuela General
Preparatoria de La Habana" (3). Resulta evidente la voluntad de
Reynoso de regresar a Cuba y de esa forma contribuir al
desarrollo de la agricultura, con los conocimientos adquiridos
durante sus estudios científicos en Francia.
Convirtió al Instituto de Investigaciones Químicas
en una de las primeras estaciones agronómicas del mundo y
puso a disposición de éste todo el
conocimiento y el equipamiento de laboratorio traído
desde Francia.

Las visitas a las bibliotecas y
museos de artes y ciencias de las ciudades más importantes
del continente europeo, enriquecieron de tal modo su cultura, que
pocos en Cuba y en el exterior podían
comparársele.

A su regreso a La Habana, el 25 de febrero de 1858, trajo
consigo su biblioteca
particular, considerada una de las más valiosas,
especializada en ciencias del país, la cual había
enriquecido con libros raros y
toda la literatura científica
de la época. Entre sus libros más preciados se
encontraba una colección de tesis de medicina de la
Universidad de París, formada por 392 voluminosos libros
que contenían más de 8000 tesis. A esta biblioteca
eran solicitados ejemplares por científicos de renombre
internacional en esa época. La fama de la biblioteca de
Álvaro Reynoso trascendió tanto que hasta el
presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas,
Físicas y Naturales de Madrid, acostumbraba a solicitarle
libros en calidad de
préstamo. Reynoso donó la biblioteca a la Real
Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales
de La Habana, de la que era Socio de Mérito.

Un aspecto poco conocido de la vida de Reynoso,
es que al llegar a Cuba en el año 1858, y observar que el
embalsamamiento de cadáveres era deficiente y muy costoso,
se dedicó a estudiar una fórmula química que
detuviera el proceso de
descomposición orgánica y resultara más
económico que los procedimientos
corrientes. Como resultado de sus estudios e investigaciones el 6
de octubre de 1859 se publicó en un diario de la capital una
nota relativa al fallecimiento del joven Ramón
Creza, donde se consignaba que su cadáver había
sido embalsamado con el líquido- invención del
químico Álvaro Reynoso.

Una vez en Cuba, demostró sus intenciones
de contribuir al desarrollo de los estudios de Química.
Solicita la Cátedra de Química aplicada a la
agricultura y la botánica, en la Escuela General
Preparatoria de la Habana. Inicia las clases el 3 de octubre de
1858 y el 4 de diciembre retoma sus investigaciones sobre el
cultivo de la caña de azúcar.

En 1858 Reynoso comenzó la
publicación de la transcripción hecha por él
en Madrid, de los manuscritos del padre benedictino Martin
Sarmiento, escogiendo el fechado en 1761 titulado "Origen y
antigüedad de las bubas o sífilis".
Desmintió así los falsos argumentos sobre el origen
de dicha enfermedad.

Por Real Orden, en julio de 1859, el doctor
Álvaro Reynoso es nombrado director del Instituto de
Investigaciones Químicas de La Habana, en
sustitución del profesor Casaseca. Se cumplían
así las aspiraciones de quien fuera su maestro.

Imposible que la obra de Reynoso fuera viable en
la
república neocolonial, en la que nuestro país
se convirtió en un apéndice económico y
político de los EE.UU., subdesarrollado, con una estructura
caracterizada por el latifundio, el analfabetismo
y el bajo nivel cultural de las grandes masas. Sus estudios
constituyeron una severa crítica
a la esclavitud y a
las condiciones de un país colonizado; Ponen de manifiesto
su lucha por tratar de superar esas condiciones. Por ser Cuba un
país eminentemente agrícola.

Los intereses monopolistas del gobierno
norteamericano, frenaron el desarrollo científico y
tecnológico alcanzado durante el siglo XIX. Los principios
agronómicos del eminente científico cubano
Álvaro Reynoso solo lograron plena relevancia con el
triunfo de la Revolución
en 1959. Hasta entonces su Ensayo sobre
el cultivo de la caña de azúcar era más
conocido y estudiado en otros países, que en Cuba.

En tierra cubana,
entregado a la experimentación y divulgación
científica acerca de diferentes cultivos como tabaco, arroz,
maíz y
café,
este científico de talla universal vivió sus
últimos años en condiciones de extrema pobreza. Enfermo
de tuberculosis y
abandonado, a las 6:30 de la tarde del 11 de agosto de 1888,
dejó de existir en su casa del Cerro, tenía
entonces 58 años de edad.

"La ciencia cubana de hoy se vincula con la ciencia del
pasado, en la que Álvaro Reynoso ocupa sitio prominente,
profundiza en sus raíces, estudia y destaca sus
legítimos valores", (7).
Conocidos son los logros de la Tarea Álvaro Reynoso
llevada a cabo por el Ministerio de la Industria
Azucarera, en todo el país lo cual ha permitido elevar el
nivel de preparación técnica y cultural de los
trabajadores de este importante sector de la economía nacional.

José Martí,
citado por Francisco Díaz Barreiro, al referirse a Reynoso
planteó: "Hay en la juventud de
hoy la misma energía que conquistó lauros
imperecederos a la juventud de que era digno, en la ciencia y en
la justa fama europea, el ilustre químico, el cubano
Álvaro Reynoso", (1). Martí
hace referencia al científico cubano, respetado y admirado
por los más destacados hombres de ciencia de su
época y a la valía de la juventud cubana de hoy y
de todos los tiempos. Resulta de gran importancia para la
formación integral de los futuros profesionales de las
ciencias médicas el conocimiento
de la labor de éste destacado científico
cubano.

Bibliografía y
notas utilizadas

1- Cardellá, L. Bioquímica. Ed.
Pueblo y Educación. Tomo IV.
Capítulo. 75. p. 1035- 1039. La Habana, 1999.

2- Díaz Barreiro, Francisco. Selección
de textos: Álvaro Reynoso. Editorial de Ciencias
Sociales, La Habana, 1984.

3- _____________. Álvaro Reynoso: La
polémica de la esclavitud. La Habana. Editorial de
Ciencias Sociales, 1987.

4- García Blanco, Rolando. Álvaro
Reynoso Valdés. En: Cien figuras de la ciencia en Cuba.
Rolando García Blanco. /et- al /. Editorial
Científico –Técnica. La Habana, 2002

5- López Sánchez, José.
Ciencia y Medicina: historia de la
medicina. Editorial Científico Técnica. La
Habana, 1986.

6- _____________. Ciencia y Medicina: historia de
las ciencias. Editorial Científico Técnica. La
Habana, 1986.

7- San Miguel, Raúl. Mito de las
Ciencias Cubana. La Habana, 2004.

8- Robles Martínez- Pinillo, Julio
Alberto. Generalidades de la Diabetes Mellitus. Ediciones El
Abra. Isla de la Juventud, 2002.

9- Revista Cubana
de Medicina. Volumen 26 No.
7

10- Revista Cubana de Medicina. Volumen 26 No.
8

11- Revista Panamericana de Salud
pública. Volumen 10 No. 5 Noviembre 2001(Número
Especial sobre Diabetes)

12- Varela Pérez, Juan. Álvaro
Reynoso: Científico que se adelantó a su tiempo. La
Habana, 2007.

Biografía de los autores.

Lic. Carmen Arias Martínez: realizó sus
estudios primarios en la escuela Jesús Menéndez de
su provincia natal. La enseñanza secundaria en la ESBEC Batalla de
Palo Seco y el preuniversitario en el IPUEC José Maceo
ambos en la Isla de la Juventud. Realizó sus estudios
universitarios en el Instituto Superior Pedagógico Enrique
José Varona de Ciudad de la Habana donde se graduó
en el año 1990 como Licenciada en Educación en la
Especialidad de Química. Actualmente labora en la Facultad
de Ciencias Médicas de la Isla de la Juventud como
profesora de Bioquímica y Jefe de Departamento de
Formación General. Categoría docente: Instructor.
Ha participado en diferentes eventos
científicos tales como: Pedagogía, en calidad de autora; Forum de
Ciencia y Técnica, como jurado y como ponente con
resultados relevantes; Mujer Creadora;
Talleres El Hombre la
Naturaleza y
el Medio Ambiente
como jurado y tutora de trabajos premiados; Primer Congreso de
Tecnología
de la Salud y en el
evento territorial Universidad 2010. Se encuentra cursando la
Maestría en Docencia
Universitaria.

Lic. Mercedes Valdés Pérez.
Realizó sus estudios primarios en la escuela Fabián
Fernández Riera en la Isla de la Juventud. La
enseñanza secundaria en la ESBEC Batalla de Palo Seco y en
la ESBEC Cristóbal Labra Pérez al terminar 9º
grado optó por la carrera de Enfermería, la cual cursó en el
Politécnico de la Salud Giovanni Ardizzone en la Isla de
la Juventud. En 1988 se gradúa de Técnico Medio en
Enfermería y posteriormente realiza la licenciatura en
Enfermería en el Instituto Superior de Ciencias
Médicas Victoria de Girón en Ciudad de la Habana.
Actualmente labora en la Facultad de Ciencias Médicas de
la Isla de la Juventud como profesora de Preparación para
la Defensa. Categoría docente: Instructor. Ha participado
en Jornadas Científico Pedagógicas, Forum de
Ciencia y Técnica; Mujer Creadora, Taller de Desastres,
curso de Derecho
Internacional Humanitario (DIH). Se encuentra cursando la
Maestría en Atención Integral al Niño.

 

Enviado por:

Jara

Autoras:

Carmen Arias Martínez

Mercedes Valdés Pérez

Cuba, Isla de la juventud.

Febrero del 2008

Partes: 1, 2
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