Introducción
Se denominan ejercicios físicos a los actos motores de
carácter voluntario que se ejecutan para
dar cumplimiento a las diferentes tareas del deporte y la educación
física, Aunque se denominan activos y
voluntarios, todos están determinados por una u otra
causa.
En la ejecución de los movimientos un importante papel
le corresponde a los mecanismos reflejos, incondicionados y
condicionados. Los movimientos se efectúan en respuesta a
la influencia de diferentes irritadores que actúan desde
el exterior o que generan fuentes de
excitación dentro del propio organismo.
Dentro del grupo de
agentes estimulantes encargados de desencadenar la acción
motora, un importante lugar ocupan las irritaciones relacionadas
con la palabra. El efecto desencadenador puede estar generado por
una instrucción u orden oral directa, emitida por otra
persona; pero
también puede ser el resultado de la influencia de otros
factores internos o externos.
Lo que debe quedar claro es que, independientemente del
carácter u origen de la señal inicial, el acto
motor transcurre
en el marco de un discurso
interno simultáneo, que se realiza para sí, sobre
el ejercicio que se realiza.
La reiteración de los movimientos se acompaña de
innumerables irritaciones, que aparecen en el proceso de su
realización y que se enlaza con la acción de
estímulos provenientes del medio interno y del
exterior.
Estas irritaciones tienen como fin establecer las correcciones
de los procesos
nerviosos, y de toda la actividad del organismo,
adecuándolas a las características del acto motor
que se realiza, o que se confirma al estudiar el movimiento
desde el punto de vista biomecánico.
Durante la ejecución de cualquier acto motor el trabajo
muscular que se realiza está dirigido a superar diferentes
manifestaciones de resistencia
externa: fuerza de
gravedad, fuerzas iníciales y reactivas; la resistencia
elástica de los tejidos, etc.,
que se modifican continuamente durante el desarrollo del
acto motor.
El efecto de los ejercicios se observa luego de su
sistemática y prolongada realización y como
resultado de esto, se asimilan por cada individúo, nuevos
actos motores y continuamente se perfeccionan los ya adquiridos.
Bajo la influencia del entrenamiento es
posible realizar ejercicios cada vez más complejos y
ejecutarlos con mayor precisión,belleza, corrección
y ligereza.
Cuando se cumplen cargas deportivas intensas se manifiestan
los signos del
síndrome de adaptación general,
entendiéndose como tal un conjunto de alteraciones no
específicas que tienen lugar en el organismo. Las cargas
de trabajo que
cumple el deportista provocan el desarrollo de la resistencia no
específica a los factores desfavorables. Lo anteriormente
expuesto permite afirmar que el ejercicio físico,
además de su importancia posee características que
se describen a continuación.
Desarrollo:
Por las razones apuntadas, al valorar la influencia de los
ejercicios físicos, es necesario establecer qué
carga real representan ellos para quiénes los realizan, lo
que puede determinarse tomando como base la capacidad de trabajo
de cada individúo.
Se consideran cargas máximas o submáximas
aquellas que se acercan, por las reacciones que provocan, a los
límites
de las posibilidades funcionales del organismo; es por ello
frecuente que las cargas físicas se definan de manera muy
relativa (grande, moderada, etc.). Por ejemplo, ante cargas donde
predomina la fuerza, es común establecer los esfuerzos al
90%, al 70%, al 60% de la magnitud máxima posible. Esta
manera de nominar o identificar el volumen y la
intensidad de las cargas es empleado no solo en ejercicios
aislados, sino también para las sesiones de entrenamiento
y para los ciclos de preparación completos.
Para que el entrenamiento deportivo rinda dividendos es
indispensable la aplicación de cargas cercanas al
límite de las posibilidades funcionales, sin ello no se
puede lograr el desarrollo de la capacidad de trabajo.
El significado de las cargas físicas durante la
realización de los ejercicios puede ser juzgado, en alguna
medida, tomando en consideración los cambios que se
presentan en las diferentes funciones
orgánicas.
Los cambios en el organismo, durante el trabajo físico,
abarcan todos los sistemas
funcionales aunque estos no están dirigidos en un solo
sentido.
La respiración y la circulación se
incrementan para asegurar el aumento del intercambio gaseoso; el
aparato
digestivo, por el contrario, disminuye su nivel de actividad
ante cualquier tipo de trabajo. Mientras más significativa
sea la carga de trabajo realizada, mientras más cercana
esté a los límites de la capacidad de trabajo del
deportista, mayor será la disminución de la
actividad digestiva. Esto se relaciona también con una
influencia refleja que genera un efecto inhibitorio por una parte
y, por otra, con la redistribución de la sangre, lo que
limita la circulación en la región
gástrica.
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