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Democracia y democracia. Política y politiquería (página 2)



Partes: 1, 2, 3

El hombre ha
creado miles de lenguas,
creencias, mitos,
costumbres, culturas, música,
plásticas y en general desarrolla diferentes formas de
permitir la resolución de los conflictos. Un
estimativo es que en el mundo existen más de doce mil
sistemas legales
diferentes[1]La necesidad que surge para resolver
los conflictos
desarrolla nuevos conceptos y principios
morales que se convierten en la base del derecho y en ocasiones
de nuevas religiones. La dinámica en la búsqueda de soluciones o
el deseo de lograr una liberación del dominio al que se
somete, es un proceso que
origina el concepto de la
reivindicación, el cual se constituye en el motor de los
movimientos sociales que tienen el sufrimiento como fuente de
actitudes, en
principio pueden ser simples reacciones de rechazo, las que no
pasan de rebeldía, carente de una teoría
política;
otras trascienden a movimientos organizados y orientados a fines
específicos como sucede con los diferentes movimientos
revolucionarios.

En la sociedad
aparece el dolor como una afectación al sentimiento del
hombre; puede ser de carácter físico, originado en
diferentes factores que afectan el cuerpo mediante acciones que
pueden ser accidentales o premeditadas. El dolor puede afectar la
parte intima del ser, en lo volitivo, generando una vida de
hastío al sentirse ajeno por el paradigma
social que permite crear un ser que se sumerge en la completa
infelicidad favoreciendo intereses mezquinos y dejando de lado
sus propios intereses y sus reivindicaciones. El hombre
busca huir del dolor, pero esta acción
no se puede considerar como un logro para alcanzar la
dimensión de la reivindicación, para que la
reacción al dolor logre trascender a la dimensión
buscada, es necesario adquirir conciencia con
claridad de conceptos que permita la sensatez; constituyente de
un estado en que
el hombre concluye que ha sido privado de algo. La
reacción contraria, es decir, cuando no se toma conciencia
se caracteriza por la necesidad de justificar el dolor o la
privación. En las sociedades que
están en una dimensión de enajenación se produce el fenómeno
del visionario, que es la persona que
alerta sobre la privación y señala este hecho como
el factor que origina dolor. El visionario se convierte en el ser
que se encarga de lanzar la idea que las cosas pueden ser
diferentes, mostrando la función
iluminadora de toda utopía. Cuando las aspiraciones son
simples deseos la acción se ubica en el plano de los
intereses, pero si la reivindicación es de carácter
moral la
acción esta en el plano del derecho. En esta forma se
busca el acceso a un valor
merecido. La abolición de la presunta injusticia genera
una nueva situación en la que al existir una carencia o
privación indebida se busque devolver lo que le pertenece
al individuo o a
la sociedad. No se trata de una simple conquista o
una situación de aceptar privilegios, se trata de
restablecer la armonía existente antes de presentarse la
privación injustificada. El origen del dolor es factor
importante en la estructuración de la sociedad ya que al
estar asociado con la privación nos remite al concepto de
la propiedad, la
que cobra gran importancia al estar relacionada con el
sentimiento de justicia. La
injusticia se relaciona con la envidia y la privación de
algo. Nietzsche
considera al hombre como un ser perverso, por eso dijo que
pensando mal casi siempre se acierta. El hombre tiene una
tendencia a exigir igualdad de
condiciones o de posesiones. El origen del resentimiento se
encuentra en las ansias de igualdad, por su parte la
indignación aparece cuando se priva al hombre de algo que
considera de su propiedad, sea la privación de un bien
material o inmaterial. La afectación, al privar a una
persona de lo inmaterial, en lo psicológico se logra
causando dolor y una reacción del individuo a un estado de
indefensión o inferioridad posibilitando la
agresión, la humillación o el vejamen a que es
sometido. Esto permite considerar como Ihering encuentra el
origen de la idea de justicia en el patrimonio. Se
trata de una conquista de bienes que el
hombre no desea abandonar, por querer conservar. El hombre al ser
privado de sus bienes siente que le causan un daño o
una ofensa, lo que lleva a una reacción violenta contra la
acción ejercida para privarlo de su propiedad. Esta
tesis lleva a
concluir que se actúa justo cuando se cumple con el deber,
lo que implica respetar la propiedad del otro y pagar las deudas,
tanto materiales
como inmateriales. El estado de
felicidad es el fundamento de toda organización social. Positivistas como
Kelsen y Ross negaron la relación entre justicia y derecho
al considerar que la justicia es una idea irracional que no puede
tratarse científicamente. Kelsen escribe "Desde el punto
de vista del conocimiento
racional no existen más que intereses humanos y, por
tanto, conflictos de intereses. La solución de estos
conflictos puede encontrarse satisfaciendo un interés en
detrimento de otro o mediante un compromiso entre los intereses
en pugna. Es imposible demostrar que solo una de las dos
soluciones es justa"[2].

La sociedad desarrolla su propia moral, la mantiene durante
siglos valiéndose de mecanismos de reproducción y de inmunización en
contra de toda crítica
o visión diferente creada en forma mediática con el
fin de ajustar la realidad a unos propósitos determinados.
Esta defensa dogmática contra la evidencia o la
crítica logra la continuación en la
imposición de una visión del mundo o ideología; se busca lograr, con el uso de
la
comunicación persuasiva, crear una realidad diferente
a la que se vive. La idealización del discurso se
hace en forma tal que las personas cierran los ojos a la
realidad, como una forma de generar una firme creencia en lo que
dice el gobernante. Los medios
permiten una fácil manipulación de las personas, lo
que se parece a lo descrito por Anderson[3]en el
cuento del
traje nuevo del emperador. Por esto es que la sensatez es la
llamada a abrir los ojos frente a la arremetida de los medios que
imponen una forma de percibir la realidad. Como en el cuento del
traje nuevo del emperador se hace preciso desnudar el poder para que
la verdad sea vista en forma clara. Es conocido que un principio
del fascismo nazi es
que la mentira repetida
sin cesar, sea mediante el rumor o con propaganda que
en forma perversa la refuerza, deja en el ambiente la
sensación que se están diciendo una verdad. La
mentira es una herramienta para convencer, para que se asimile la
idea de que el líder
es quien encarna la salvación de la nación;
una vez lograda esta idea se tiene el convencimiento que
cualquier ataque que se haga a esta figura es entendido como una
agresión a todo el pueblo. El líder se convierte en
la representación de la nación;
de la patria y de los valores
que se deben seguir. Para evitar vivir un modelo
autoritario es necesario crear una organización social,
estructurado en torno a normas claras,
realmente hechas en beneficio de las mayorías más
débiles. Al respecto Kelsen escribe que "la
búsqueda de la justicia es la eterna búsqueda de la
felicidad humana"[4], al convertirse en una
finalidad para el hombre no la puede encontrar solo, por ello la
busca en la sociedad. La justicia es la felicidad social, para
conseguirla se debe garantizar un orden social que satisfaga este
anhelo. Platón
identifica la justicia con la felicidad, para él un hombre
justo es feliz y un hombre injusto es infeliz. En efecto, la
afirmación según la cual la justicia es la
felicidad no es una respuesta definitiva, apenas constituye una
forma de eludir el problema pues una vez hecha esta pregunta
surge inmediatamente la nueva cuestión ¿Qué
es la felicidad?[5]

Las sociedades elevan sus normas a categoría de
constituciones por considerar que respetando ciertos valores se
construye la justicia. Las normas se imponen, su practica las
vuelve costumbre, cuando este mecanismo no es suficiente se acude
a la coacción o el uso de la fuerza,
característica del derecho que se atribuye el monopolio de
la fuerza. Platón
escribió "En mi opinión son los hombres
débiles y las masas las que establecen las leyes para
sí mismos. Para su propia utilidad
implantan leyes, prodigan alabanzas y censuras, quieren
atemorizar a quienes son más fuertes que ellos (…) dicen
que es feo e injusto poseer más cosas que los
demás. Pues, en mi opinión, consideran una
felicidad el tener lo mismo, siendo
inferiores".[6] Nietzsche considera la moral como
hija del resentimiento que siente el débil contra el
fuerte.

El deseo de una sociedad justa es la preocupación que
dinamiza teorías
y procesos
jurídicos. Todos desean una sociedad en los que se
realicen los postulados de equidad,
igualdad, fraternidad, justicia, entre otros propósitos
teóricos. La diferencia entre una teoría y otra
esta en los intereses que favorecen y la forma como se imponen
sus postulados. El para quién es la
organización, el porqué se favorece a una
determinada población y el cómo se logra
garantizar ciertos derechos es lo que determina
el gobierno que
tiene la sociedad. La constitución es la manifestación de
una voluntad social, puede ser impuesta o aceptada. En el caso de
ser impuesta, los gobernados o asociados están obligados a
aceptar las normas ya que su desacato genera una situación
de ser penalizado o castigado por no estar de acuerdo con el
orden impuesto. Cuando
es aceptada la organización política con sus
normas, el sometimiento a ellas es voluntario, esto garantiza que
los hombres no pierdan su dignidad y que
el gobierno sea legitimo. Este proceso de aceptar la norma y la
organización social en forma voluntaria frente a tener que
someterse al ordenamiento, es lo que constituye el origen de la
diferencia entre un gobierno legal y uno impuesto gracias a la
autoridad
derivada de una ley. Un gobierno
legítimo o aceptado en forma voluntaria por sus gobernados
es el producto del
consenso, mientras que el gobierno que se fundamenta solamente en
su legalidad, es
decir que es impuesto, tiene su origen en acuerdos establecidos
por los grupos más
fuertes de la sociedad.

Las constituciones de los países se debaten en la
diferencia de lo público y lo privado. Esta
situación marca la
organización y las políticas
que orientan la sociedad, la moral y el concepto de justicia. Las
religiones
escapan a este análisis entre lo público y lo
privado al lograr ubicar su campo de acción en una
dimensión que trasciende la discusión terrenal. El
poder en estas organizaciones es
incuestionable por su origen divino, en esta forma evitan todo
control o
análisis elaborado con base en la razón o lo
terrenal. Lo público no se puede reducir en forma
simplista como la res pública donde la
propiedad es convertida en el fundamento de los derechos; de la
moral, la dignidad y la organización social, ya que la
religión
entra a jugar un importante papel para justificar la propiedad y
el poder, por ejemplo en España,
los títulos de propiedad de muchas de las fincas
pertenecientes al ministerio de defensa presentan un misterioso
D. C. que es la abreviatura de Derecho de Conquista, recordemos
que la conquista tiene un fundamento religioso que
consistió en difundir la fe católica.

La propiedad no se da en forma exclusiva hacia fuera, el
fenómeno de la propiedad se interioriza en la medida que
se toma conciencia de autopropiedad o propiedad de uno mismo,
este es el fundamento del desarrollo del
concepto de persona y de los derechos que le corresponde, entre
los que encontramos el derecho a la intimidad, la libertad, el
desarrollo de la
personalidad, el disfrute de su ser. Pero no siempre la
evolución de estos derechos se ha dado en
forma simple y acelerada, recordemos que la esclavitud fue
una situación normal, socialmente aceptada y practicada
incluso en sociedades que pregonan el principio: "todos los
hombres nacen libres e iguales en derechos" pero en los que se
podía practicar la esclavitud. La lucha por la igualdad de
los derechos presenta ejemplos como el de George Fox, zapatero
ingles nacido en 1624, quien funda el movimiento
conocido como los quáqueros. Fox era individualista e
igualitarista teológico. Nunca se quitó el sombrero
delante de nadie por ser un hombre consciente de la dignidad
personal y del
valor de los individuos. Esto le valió estar preso en
varias oportunidades. Su creencia de que el espíritu
santo actúa en el interior de todos los hombres lo
lleva a concluir que los hombres no necesitan intermediarios para
comunicarse con Dios. Su doctrina se funda en una teoría
sin dogmas, sin desigualdades ni coacciones y por supuesto, sin
la intermediación de pastores. Para él lo
importante es dejarse llevar por la fuerza del espíritu
santo. El termino quáquers es por el arrebatamiento o
trance en que entraban sus seguidores cuando los poseía el
poder divino. En 1688 por primera vez los quáqueros se
oponen a la esclavitud. En 1716 en Massachussets los
quáqueros afirman en un manifiesto que los esclavos
tenían derecho a la libertad y que en caso de ser privados
de este derecho podían acudir a la vía armada.
Valorando esta tesis encontramos que se reconocen dos derechos;
la libertad y la resistencia a la
tiranía. Este movimiento en 1754, da un paso importante en
su lucha por la libertad al asegurar que "vivir con abundancia
gracias al trabajo de
aquellos a quienes la violencia y la
crueldad ha puesto en nuestro poder es incompatible con el
cristianismo y
la justicia". Ellos fueron quienes fundaron la primera sociedad
antiesclavista. En 1772 su movimiento logró una ley que
prohibía definitivamente la esclavitud, permitiendo que
todo esclavo que pisaba suelo Inglés,
se convirtiera en un ser libre.

DEMOCRACIA Y CRISIS
SOCIAL

Una forma de establecer el grado de comprensión que
tienen las personas del concepto de DEMOCRACIA, en
sociedades con esta forma de organización social, se puede
determinar analizando la dinámica de integración y participación en la
vida pública. Vivir en una sociedad organizada bajo
principios democráticos dista mucho de ser actuante en la
sociedad, cuando el concepto que se tiene de esta
organización social se reduce a considerar que el sistema de
gobierno es democrático por el simple hecho de garantizar
ciertas libertades individuales, no se puede afirmar que existe
un claro concepto de la democracia. El aislamiento de la
población con el poder se facilita cuando el control
social se presenta como una actividad ajena a la persona. Para
lograr la idea de participar en la vida democrática de la
nación, juegan un importante papel los medios masivos de
comunicación, valiéndose de ellos,
las personas que controlan el poder pueden presentar la imagen de una
democracia formal en la que los asociados o personas que integran
la nación son figuras pasivas de la vida de la sociedad.
La marginación en la participación de la actividad
pública facilita el proceso de interpretar el mundo como
un espacio ajeno a los propios intereses. Un sistema que no
permite el desarrollo integral de los individuos generan
vacíos en la existencia. El hombre busca llenar estos
vacíos acudiendo al consumo
patológico, sea de drogas o de
objetos. El carácter del supuesto "status" en lo que se
consume permite la manipulación del individuo que se
somete a una prisión impuesta por el precio de
vivir en una sociedad consumista. El triunfo de la sociedad del
envase, es la imposición de una forma de vida en la que es
más valioso el objeto y la acumulación que el mismo
individuo, se da más importancia a la forma que al
contenido.

Los conceptos que sirven como referente para calificar si una
sociedad es DEMOCRATICA, en algunos estados se reducen a la
posibilidad de vivir en forma tranquila, lo que se equipara a la
capacidad que tiene el sujeto de adquirir algunos bienes. En esta
forma el consumo se convierte en factor que mide el grado de
libertad del individuo. Bajo estos conceptos se establece si la
sociedad vive en paz o en conflicto. Al
identificar la simple tranquilidad con la paz social se reduce el
análisis a situaciones que tiene que ver con la
posibilidad de un bienestar, pero no de una vida digna con un
desarrollo integral. Este pensamiento es
producto del impacto que las teorías económicas,
políticas y sociales producen en la vida de las personas.
Siendo el resultado de factores ajenos a la realidad del
individuo, sus análisis al ser carentes de contenido
sociológico se limitan a justificar la existencia de la
brecha entre la población que tiene una gran
acumulación frente a la población sumergida en
la pobreza.
Estas teorías no son más que discursos
mediante los cuales se minimiza la existencia de enormes
diferencias en los ingresos. Cuando
se desconocen las profundas diferencias que existen entre los
miembros de la sociedad se niega el impacto que tienen las
políticas impuestas. La idea que el individuo es
privilegiado por el simple hecho de disfrutar de beneficios o
bienes de consumo, conduce al abandono de aspectos importantes y
trascendentales de la vida. El control social logrado mediante
acciones que desarrollan una percepción
de la realidad mediante la elaboración y
asimilación de mitos, genera uniformidad en el lenguaje,
ejemplo de esto es cuando se habla de seguridad
democrática, se entiende que es la posibilidad de viajar
por el país, de moverse por el territorio nacional sin el
peligro del secuestro o la
acción violenta. A esta política le hacen eco
personas que no tienen capacidad económica para
alimentarse en forma balanceada, que no se nutren con el
mínimo de calorías, seres que apoyan programas para
poder viajar por el país sin considerar que no cuentan con
recursos para
realizar viajes tan
costosos y largos. Estas personas en ocasiones carecen para
transitar por la misma ciudad. El mito es creado
y los resultados favorecen a sus creadores que son los
privilegiados, con la aplicación de las directrices con el
fin de incrementar su capital. Una
razón que permite explicar el porque se siente la
necesidad de buscar la razón de ser en el consumo
desmesurado o irracional se puede encontrar en el profundo
cambio de
valores y la necesidad de identificación y reconocimiento.
Al considerar lo trivial como algo monástico y lo
monástico como trivial[7]se logra
transmutar los valores. El olvido de los derechos fundamentales,
de la justicia social, la equidad, la inclusión en el
sistema y la efectiva participación y construcción en la democracia permite la
manipulación de las personas que han invertido sus
valores, son los que aceptan la exclusión como algo
normal.

La eficaz participación de las personas en lo
público es una salida, pensar lo contrario conduce a vivir
y reproducir el paradigma excluyente, reflejo de una sociedad
integrada por ciudadanos políticamente inactivos. La
reducción de la acción política al hecho de
cumplir con el solo acto de elegir y ser elegidos es aceptar la
dominación de una minoría privilegiada. Esto
refleja el reinado del principio de parecer antes que ser, la
perpetuidad de los mismos con diferente nombre en el poder.

Los países organizados bajo el sistema
democrático, tienen un catalogo de deberes y de obligaciones
para todas las personas que viven en su territorio. En Colombia el
numeral 5 del artículo 95 de la Constitución
nacional establece el deber y la obligación de
participar en la vida política, cívica y
comunitaria del país
. No votar es desconocer y negar
el derecho que otorga la Constitución para ejercer el
papel de ciudadano. Cuando se falta a este deber constitucional
se origina el fenómeno de la abstención para elegir
los legisladores y gobernantes. La no participación
conduce a tener un gobierno ilegitimo que la sociedad acepta sin
reparos, impuesto por las minorías que manejan los
gobiernos a su antojo para que respondan a sus intereses
particulares.

En Colombia el presidente de la
República es elegido por menos del 25% de los votos
que pueden depositar las personas que tienen la categoría
de ciudadanos. Un estado que se gobierna por la voluntad de las
minorías y que se llama democrático no puede ser
legítimo. Por esta razón se hace necesario
legitimar al gobierno y al estado, lo que se logra mediante la
legalidad. El hecho de presentar las elecciones una mínima
participación, permite alegar que las mismas se ajustan a
lo establecido por la ley, esta es la razón para
considerar que los comicios son actos legales y como por arte de magia se
transmuta lo ilegitimo en legitimo amparado en el concepto de la
legalidad.

Al desconocer que las personas tienen la facultad de ejercer
el control social mediante la participación activa, se
crea el distanciamiento de los individuos con la
administración. Esto constituye el principal
impedimento para construir la organización social con una
finalidad social. La convicción que la
participación activa en los asuntos públicos es
ajena a los sujetos que integran la sociedad genera el mito que
las mayorías son ajenas a toda actividad política.
La abstención a votar o participar en la definición
de los derroteros del país[8]es el
mecanismo que facilita la reproducción del paradigma
impuesto, donde lo público es una actividad ajena a la
persona y la sociedad, volviéndose exclusiva de la
burocracia.

Aunque la realidad descarga su impacto económico sobre
cada persona, en especial los de menos ingresos; las personas no
interpretan esta situación como una imposición del
poder ni como el desconocimiento de sus derechos, lo que se
piensa es que la situación es normal en la vida social. El
logro de esta doctrina es la idea que toda resistencia a las
políticas o a los políticos que se han impuesto
debe ser castigada. El favorecimiento de intereses particulares
se aprecia en dos líneas; una de intereses personales para
una minoría que acumula gran capital y detenta el poder;
la otra, responde con los compromisos adquiridos, con la banca
internacional y nacional, esto genera aceptar los planes trazados
por estos organismos. En la práctica la aceptación
de estas directrices genera perdida de garantías sociales,
como los derechos laborales.

Lo anterior lleva a considerar el planteamiento de Habermas
que fundamenta el concepto de crisis social
en lo establecido por Parson, para quien existe una diferencia
entre el sistema de la vida y el mundo de vida. Estas instancias
son distintas y pertenecen a una misma totalidad social.
Complejidad que junto a la topología de la crisis se presenta al
interior de la sociedad capitalista, donde el surgimiento de la
crisis en su estructura
social es superior al esfuerzo o inversión que conlleva la solución
requerida, para la conservación del estado. En esta forma
la situación se expresa al interior del sistema social
como una contradicción entre los subsistemas
económico y político administrativo, que requiere
para su funcionalidad estar implícito en el mismo sistema.
La esfera socio cultural, cuya característica esencial es
la justificación mediante normas de las correspondientes
formas de vida, al igual que del sistema en general, el cual se
legitima en la medida que supera la crisis. En esta forma se
aprecian dos dimensiones de la dinámica social: La
primera, orientada a garantizar la funcionalidad del sistema,
busca un equilibrio
social con mecanismos impersonales, independientes de cualquier
consenso normativo. Esta situación es propia de la
sociedad capitalista donde la integración esta supeditada
al mercado y el
orden se logra con el control social. La segunda dimensión
se basa en consensos normativos donde la integración se
supedita al marco institucional y a los consensos normativos del
mundo de la vida. La integración social se basa en el
principio del orden social que resulta del consenso. Esta segunda
dinámica solo es posible mediante una real DEMOCRACIA
presente en una organización social incluyente y
participativa.

LA NECESIDAD DEL
DESEMPLEO en las democracias.

Al ser estructurado el estado mediante una organización
excluyente que favorece el capital, se descuida el bienestar que
conlleva tener condiciones de vida digna para la mayoría
de las personas, pero la clase
dirigente, con la corrupción que ocasionan, necesitan la
existencia del desempleo. Esto
logra mayor oferta de
personas capacitadas que se enfrentan a una mínima oferta
de plazas laborales. La ecuación hace que el precio del
trabajo disminuya por la existencia de la demanda. La
disminución del salario, sumado
al aumento de la carga laboral, se
disfraza con el falso concepto de la eficiencia. Por
esta razón es imposible hablar de justicia social y se
desvía este concepto con acciones como la seguridad
democrática. En esta forma la persona es considerada
eficiente si desarrolla la capacidad de soportar cargas laborales
extenuantes y puede sobrevivir con un menor salario. Se crean
empleados que desempeñan labores ejecutadas antes por dos
o tres trabajadores. La persona acepta en forma pasiva las
imposiciones debido al creciente número de inactivos o sin
empleo. Aunque
la Constitución Nacional establece el trabajo
como un derecho de la persona y un deber del estado garantizarlo,
el manejo de la economía convierte en un hecho, que se
califica como de suerte, cuando la persona cuenta con un empleo
que le permite subsistir. La pérdida de algunos derechos
fundamentales es aceptada por esta desigualdad
social, la existencia del desempleo permite desarrollar
nuevas formas de contratación, que acaba la
relación laboral, dando paso a las de carácter
civil. La idea de la eficiencia facilita la privatización del servicio, todo
se presenta como un producto, en esta forma los servicios
públicos al ser privatizados pierden su razón
de ser y se convierten en un producto y como tal se busca el
lucro. La idea de lo privado y de la igualdad de oportunidades
que brinda el mercado hace que las personas crean en el
imaginario de ser sus propios patrones al convertirse en
pequeños empresarios que van a competir con verdaderos
monopolios en una relación totalmente desigual. Son muy
pocos los que logran resultados favorables en esta competencia. El
capitalismo se
mueve por la moraleja del rey midas, todo lo que toca lo quiere
convertir en oro. Las
ansias de riqueza no se ven saciadas y sucede la paradoja de
quien trata de calmar la sed tomando agua de mar.
Ante esta situación la población reacciona con
simples manifestaciones de descontento. Es el caso de Las quejas
o críticas que no plantean soluciones ni generan presión
social sobre los grupos privilegiados, las acciones carentes de
participación activa en la vida pública solo
garantizan reproducir la organización social. Esto hace
que la forma de gobierno se refuerce. La idea de participar
mediante críticas infundadas o la abstención
electoral se ha posesionado en las mentes de las mayorías
debido a este imaginario. Mediante el desempleo se garantiza el
gobierno de las minorías en una dinámica que
alimenta la pasividad, al manipular las ilusiones y la esperanza
de las personas, es así como se genera una clase de
personas que aceptan las decisiones políticas y
económicas como algo normal y piensan que son imposibles
de evitar, esto facilita mantener el poder.

El desempleo como herramienta en el manejo de las elecciones,
se vale de promesas de una plaza de trabajo, las personas se
someten a los caprichos de aquellos que controlan el poder con la
esperanza de lograr un empleo que les permitan ingresos
necesarios para subsistir; otros son seducidos con la
ilusión de ganancias rápidas por la corrupción. La errada creencia que la
política es cosa de politiqueros es una excusa que
reafirma la no participación en la construcción de
la sociedad. El convencimiento de ser agentes ajenos a la
sociedad reafirma la exclusión
social, el mismo ser se autoexcluye debido a la creencia
impuesta por quienes controlan el poder en el sentido de
presentar lo publico ajeno de las personas que no hacen
política, como suelen llamar a esta noble actividad
aquellos que controlan el poder. Este pensamiento es bien
recibido por la mayoría de la población ya que
permite justificar la inacción y el conformismo. Surgen
conductas de aislamiento social que son legitimadoras de
políticas impuestas por personas que ejercen el poder. No
existe la voluntad de las personas que tienen la categoría
de ciudadanos, es decir la mayoría de edad, de ejercer el
papel de constituyente primario, lo que permite realizar control
o veeduría social, esto se debe a la manipulación
que hacen los detentadores del poder de la necesidad que se
manifiesta en lo básico para una vida digna, siendo el
hecho de gozar de empleo una condición importante para
tener una vida que responda a esta aspiración.

La manipulación de la necesidad de un empleo tiene la
finalidad de lograr un resultado en las elecciones. Encontramos
que el censo electoral del año 2006 registra un potencial
de votación de 26.595.171 colombianos, es decir personas
que gozan del derecho de participar en la elección de los
órganos legislativos y ejecutivos de nuestro país.
En las elecciones del 12 de marzo de 2006 se registró la
siguiente votación: [9]

  • Votos sufragados y contabilizados como válidos

9.390.408

 

  • Número de votos en blanco 272.645

  • Votos nulos 1.053.721

  • Tarjetas no marcadas 336.539

El total de votos depositados fue de 10.716.774, cifra que
incluye o contabiliza tarjetas no
marcadas al considerar que las mismas reflejan la voluntad de no
participar[10]no marcar la tarjeta de
votación o tarjetón manifiesta la voluntad de las
personas de no participar en la elección de aquellos que
deben dirigir los destinos del país. La cifra de votantes
indican una abstención del 59.7%, la participación
es tan solo del 40.3%. El partido que obtuvo la mayoría de
votos alcanzó 1.064.256 votos, que equivale al 6.17% del
total de personas que pueden votar, esta cifra es diferente al
17.49% que señala El
Espectador
[11]Teniendo en cuenta esta
mínima participación en el ejercicio
político, se hace necesario aclarar el concepto de
democracia, considerando la diferencia que existe entre legitimación y legalidad en el ejercicio
del poder. Lo anterior indica que el 6.17% de las personas que
podían votar impusieron su candidato para gobernar a mas
del 93 % del total de la población que podía
votar.

LA
DEMOCRACIA

La palabra Democracia aparece en el latín tardío
como democrafia, derivada del vocablo griego
dëmokratía – o gobierno
popular.
Tomando su significado de pueblo que tiene la
palabra demos y krateo en su significado de yo
gobierno,
la democracia viene a ser el gobierno del pueblo.
Se trata de una suma imaginaria de los gobiernos individuales que
tienen las personas que integran la sociedad, construyendo la
abstracción de un gobierno de todos. El concepto -yo
gobierno- forma una sola voluntad, esta es la razón de ser
de todo gobierno democrático. El –yo- no se refiere
al sujeto, es extensivo al pueblo, es la forma como se logra
transmutar la palabra democracia en el gobierno del pueblo o
el pueblo gobierna.
Buscando el beneficio general,
protegiendo el interés común. La prevalencia del
bien común sobre el interés particular es la
principal característica de la democracia.

Las teorías basadas en el contrato social
nos remiten al concepto "gobierno del pueblo"
característica del planteamiento desarrollado por Juan
Jacobo Rousseau[12]Sus tesis consideran la ley
como el producto de la voluntad general. Rousseau al
observar las acciones humanas concluye que las mismas son
motivadas o fundamentadas en el interés particular o
individual de cada persona. Considerando que las ideas no tienen
capacidad para ser solas, pues su dinámica obedece al
interés que las desarrollan y que éste
interés puede ser noble o egoísta; compatible o
incompatible con el interés de la sociedad, Rousseau
encuentra el soporte para considerar que entre los miembros de
una sociedad se da una reciprocidad y comunicación
generadora de situaciones generales. El interés general es
el soporte de lo público y de la sociedad. Surge de la
sumatoria del querer individual que se constituye en uno solo al
coincidir. Este es el caso de la paz, existe un interés de
cada individuo por vivir en una sociedad en paz, es un anhelo que
coincide con el de la mayoría de miembros de la sociedad.
Generando el sentir social que constituye el interés de la
comunidad o
interés general. El filósofo ginebrino imagina una
sociedad que supera el estado de naturaleza del
hombre, por ello basa su teoría en un concepto optimista
de la naturaleza
humana para concluir que el hombre es bueno por naturaleza,
muy contrario a lo sostenido por otros filósofos que parten del concepto de una
naturaleza humana egoísta, no
altruista[13]visión pesimista que considera
al hombre como un ser perverso por perseguir el mal.

No existe certeza de como es el hombre en el estado de
naturaleza. Nadie ha podido probar o demostrar como fue ese
estado en la historia de la humanidad,
por esta razón no podemos asegurar cual de las tesis es la
acertada. Al desconocer la esencia del ser en el supuesto estado
de naturaleza la teoría se construye sobre supuestos,
considerando al hombre sin más limitaciones que las
impuestas por su propia conducta. Las
teorías se desarrollan mediante observaciones, Rousseau
encuentra que el hombre es amable cuando los demás no
interfieren en sus intereses y se vuelve agresivo o "malo" al ver
limitada su libertad; su teoría establece diferencias
entre el buen salvaje y el salvaje egoísta.

La idea de libertad es un hecho que se destaca en el estado
natural del hombre, para no interferir en la libertad de los
demás ni ser violada la propia libertad, la sociedad
elabora un pacto o contrato que
posibilita la convivencia sin afectar los intereses de sus
miembros, esta dualidad implica que las personas, se conviertan
en sujetos de derechos y objeto de deberes. La persona frente al
ejercicio del poder asume la doble condición de
súbdito y soberano; es súbdito al someterse a la
ley que es producto de su voluntad; es soberano por ser quien
establece la ley, la crea y la acata; la obedece y se somete a
ella sin reparo pero lo hace sin perder la dignidad, de esta
forma surge la teoría de la soberanía popular en la cual todos tienen
una fracción de la soberanía. La Ginebra de
Rousseau permite vivir la soberanía popular sin mayor
problema, por ser una comunidad
pequeña, es difícil que alguien manipule la
voluntad de las personas. Cada uno elige o vota consultando sus
propios intereses, esta coincidencia de intereses particulares
para el bien de todos estructura el
interés general o interés común. El
ejercicio democrático sin manipulación permite el
triunfo de los intereses particulares, aún cuando se habla
de interés común, por resultar beneficiados los
intereses de la colectividad, que era precisamente el
interés particular de cada uno de los asociados en la
sumatoria imaginaria que indicamos.

El ejercicio de la democracia se vivencia en forma directa en
la manifestación de la voluntad que decide, aprobar o
improbar las normas que rigen a la comunidad en su
construcción o estructuración de la misma. La
soberanía popular se puede vivir en las Juntas de
Acción Comunal, juntas de administración de propiedades horizontales,
juntas de gobierno de colegios y demás organizaciones
donde las elecciones son directas. También vivimos la
soberanía popular y el control social al ser activos en el
ejercicio de los espacios que se crean para la convivencia y el
bienestar de la comunidad. Este ejercicio democrático
representa el triunfo del interés común al
coincidir intereses particulares en beneficio de las
mayorías, lo que constituye el interés general. En
esta forma se responde a los deseos o expectativas de un
bienestar colectivo. El derecho se convierte en un eslabón
importante en la convivencia y la reparación del entramado
social, al asumir el papel de conciliador, lo que permite el
acercamiento de los diferentes grupos antagónicos de la
sociedad. La norma es la base de la legitimidad, se hace valida
en la medida que responda a los intereses de las personas que
constituyen la mayoría desfavorecida o débil de la
sociedad, pero deja de ser valida la legitimidad cuando se impone
la norma en forma arbitraria para favorecer intereses de grupos
privilegiados, lo que implica que la legitimidad se logra
mediante la fuerza. El concepto ideal de participación y
conciliación social se desdibuja con la persuasión
que vuelve al individuo un ser hecho en forma exclusiva para el
consumo. Introducir el concepto consumista en la actividad
política permite convertir su ejercicio en un
fenómeno comercial, que niega el sentido de la convivencia
en la sociedad. El hombre reduce su papel a una
participación secundaria en el entramado social. En el
estado de derecho
lo más valioso e importante son las instituciones,
la autoridad, el orden, la ley y la seguridad democrática,
muy diferente a la seguridad
social que se debe vivir en la DEMOCRACIA. Esta errada idea
es un rezago de la constitución que prevaleció
desde 1886 hasta julio de 1991, para mayor claridad de las
implicaciones de estos conceptos en nuestra sociedad es oportuno
estudiar las diferencias que existen entre las dos cartas magnas,
por esta razón asumimos el análisis de sus
preámbulos.

ESTADO DE
DERECHO

La constitución política de 1886 presenta un
preámbulo mediante el cual se logra el control
ideológico de la población, al mezclar lo
político con lo religioso. Originalmente el
preámbulo de la Carta de 1886
estaba redactado como se transcribe:

En nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, y con
el fin de afianzar la unidad nacional y asegurar los bienes de la
justicia, la libertad y la paz, hemos venido decretar, como
decretamos, la siguiente Constitución Política de
Colombia[14]

El plebiscito de 1957 modifico el anterior preámbulo
agregando el ingrediente religioso en forma clara tal como se
relaciona:

En nombre de Dios, fuente suprema de toda autoridad, y con
el fin de afianzar la unidad nacional, una de cuyas bases es el
reconocimiento hecho por los partidos
políticos de que la religión católica,
apostólica y romana es la de la nación, y que como
tal, los poderes públicos la protegerán y
harán que sea respetada como esencial elemento del orden
social, y para asegurar los bienes de la justicia, la libertad y
la paz, el pueblo colombiano, en plebiscito nacional
decreta
… [15]

Los anteriores preámbulos explican la existencia de una
sociedad sumida en el conformismo, la apatía y la
insensibilidad social. El cambio que hace el plebiscito de 1957
consiste tan solo en agregar que la religión
católica apostólica y romana es la religión
oficial de la nación. Basado en esta idea se crea el
compromiso obligatorio para los partidos políticos y los
poderes públicos de protegerla y hacerla respetar. Este
Concepto niega la autonomía del individuo y el desarrollo
de su personalidad
al impedir una cultura por
fuera del marco ideológico y teológico impuesto por
la religión. Un claro ejemplo de imponer el orden social
es que durante años se prohíbe el debate e
intercambio de ideas con otras culturas. Situación que
desemboca en una fusión
e identificación de la religión católica con
la cúpula militar. Matrimonio que se
aprecia al ver jerarcas de la iglesia
católica invitados a celebraciones propias de los
militares. Existe una clara intromisión de la iglesia
católica en asuntos propios de la sociedad civil.
Esto se observa cuando se presentan proyectos de ley
que van en contra de la moral católica. La resistencia de
esta iglesia se hace mediante un despliegue de acciones como la
movilización de sectores de la población que se
oponen a los proyectos de ley, con los que se pretende el
reconocimiento de derechos fundamentales. En la nueva
constitución política de 1991, el libre desarrollo
de la personalidad, es un derecho fundamental que sufre el ataque
y la condena de la iglesia al señalar que la
autonomía del sujeto no puede traspasar las fronteras que
impone la moral católica. Se observa la condena al
reconocimiento de este derecho frente al silencio que guardan con
la explotación individualista de sectores de la
población al existir leyes que van en contra de los
intereses de las mayorías mas desfavorecidas de la
sociedad. Un caso concreto es el
no encontrar un pronunciamiento de la cúpula de la iglesia
católica, la que guarda un silencio cómplice, en
temas como las leyes de UVR o la Ley 100, que tanta desigualdad e
injusticia han ocasionado a las mayorías desfavorecidas
con su aplicación. Por el contrario se aprecia como
desgarran sus vestiduras y amenazan con excomuniones para casos
en los que se definen temas que tienen una estrecha
relación con los derechos individuales, como es el caso
del aborto.

En este marco normativo e ideológico se considera como
una verdad lo manifestado por los partidos tradicionales, que en
el más claro descaro se turnan el poder durante un largo
periodo de la historia del país, todo en nombre de la paz.
Este hecho hace que se viva una democracia formal, de papel, al
considerar que con solo votar se vive en una sociedad
democrática. La realidad es diferente al sistema
político social que contiene el papel. En efecto, en
la constitución y en las leyes se reconocen ciertos
derechos como la libertad de culto o religión, la libertad
política o ideológica, las que son restringidas al
someter a las mayorías a los caprichos e intereses de sus
gobernantes. Esta especie de monarquía que vive el país hace que
sea gobernado por un pequeño número de familias que
bajo el concepto de estado de derecho y defensa de la
nación, mantienen dominada a la población, causando
mayor marginamiento de las personas que no pertenecen a su
círculo social. A estos seres los señalan como
nefastos para la sociedad, en especial a aquellos que se atreven
a pensar y actuar en contra de sus imposiciones. Se dan claras
desigualdades al negar derechos que hoy se consideran
fundamentales, permitiendo que se privilegien abusos que hoy no
son aceptados socialmente. La manifestación más
clara de este triunfo ideológico de las minorías lo
encontramos en la negación de nuestras raíces, los
gobernantes se avergüenzan de su ancestro llegando a imponer
como insulto decir que alguien es un indio, Campeche,
campiano, montañero o agricultor.
Esta es la
manifestación de ver en el espejo nuestro rostro y escupir
la imagen por no sentir que estamos reflejados en ella. En el
marco social que establece la constitución de 1886 lo que
vale es la institución y no el
individuo[16]al prevalecer este concepto se
explica como los celadores o funcionarios de algunos hospitales
niegan el servicio a una persona que llega a urgencias peligrando
su vida por estar primero la entidad, si la persona no esta
afiliada o no tiene capacidad de pago debe ser desechada. El
argumento para no prestar la atención es la falta de los documentos
necesarios y en regla, sin detenerse a considerar que la vida es
el bien más preciado que merece toda protección. El
estado de derecho no ha desaparecido, prevalece en la actualidad.
La ideología impuesta por la iglesia católica es
fuerte en las mentes de las mayorías al reproducir una
ideología propia del estado de derecho, muy diferente a la
del estado social de derecho que consagra la nueva
constitución política. Este nuevo ordenamiento ha
sido condenado y burlado por personas que añoran vivir en
un sistema feudal, a ellos los identificamos fácilmente
por su enfermiza persecución en contra de la acción
de tutela[17]

Revisado el preámbulo de la Constitución de 1886
se aprecia la ausencia de los derechos fundamentales que contiene
la carta de 1991. Es
increíble que en 1957 se cite al pueblo para que apruebe
un texto
constitucional, donde el único cambio es la
imposición de un deber legal de proteger la
religión católica, apostólica y romana,
dejando de lado la protección de derechos
fundaméntales. Tampoco se incluye los derechos humanos
ni se reconocen derechos sociales. Una persona que desconoce las
profundas desigualdades sociales que existen en nuestro
país pueden llegar a pensar que en el momento del
plebiscito de 1957, Colombia era un estado en el que la
única preocupación social era de carácter
metafísico o religioso, todo lo que no era católico
estaba mal visto, se apreciaba como una amenaza a la
institución y a la nación. Manifestación de
la ideología arcaica y elitista que encontramos en el
temor a las nuevas ideas. Las personas se aferran a la
tradición negando el presente, se ancla en el pasado y
todo lo explica como designios de Dios, el temor al cambio se
basa en la creencia que lo nuevo es peligroso o pecaminoso, las
nuevas ideas son presentadas como el motor del desorden social,
este es el pensamiento que prevalece en la época en que
Colombia fue gobernada bajo la Constitución de 1886 y su
plebiscito de 1957. El artículo 47 de la
Constitución de 1886 ilustra el concepto elitista y
excluyente de las familias o de la clase política que
dominaba a nuestro país, esto se evidencia en el siguiente
texto:

Art. 47. – Son prohibidas las juntas
políticas populares de carácter
permanente.
[18]

La participación en lo político se reduce tan
solo a los partidos, desconociendo el valor de las juntas
políticas populares que son la base de la sociedad.
Durante más de cien años Colombia vivió sin
conocer el concepto de control social y cultura ciudadana, hoy
sabemos que la participación política y las juntas
de gobierno popular no se puede reducir a la sola existencia de
partidos políticos, se debe extender a acciones de la
sociedad, del constituyente primario con el único
propósito de construir sociedad incluyente en la que
prevalezcan los derechos humanos. La historia de nuestro
país demuestra el difícil panorama que enfrentan
los partidos políticos que se organizan como una forma de
hacer contrapeso a los tradicionales partidos liberal y
conservador. Los comunistas eran vistos como enemigos de la
patria, sufrían la persecución desde los pulpitos
donde los responsabilizaban de ser los causantes de los males de
la sociedad, por esta razón eran perseguidos, excluidos de
la sociedad, desterrados y cuando se abolió esta figura de
nuestra normatividad se decretaba su silencio en los medios o su
muerte. Un
colombiano que no pertenecía a los dos partidos
tradicionales encontraba enormes dificultades para ocupar cargos
públicos en los que solo se aceptaban personas de los
partidos liberal y conservador. Además tenían que
demostrar que eran creyentes, feligreses de la iglesia
católica, apostólica y romana. En medio de esta
ideología surge la tendencia a suplir la falta de
libertades mediante el consumismo, la frase de "lo importante no
es ser sino parecer", hace carrera.

Queda claro que el estado de derecho es una estado legalista
donde prevalece el interés particular sobre el
interés común, las instituciones están por
encima de los individuos, la participación política
se reduce al ejercicio del sufragio y se
carece de mecanismos de control. No se reconocen derechos
fundamentales, tampoco existen acciones para lograr el
reconocimiento de estos derechos mediante tramites judiciales
efectivos y rápidos como las peticiones o la acción
de tutela, para
nombrar tan solo estos dos mecanismos. La base de un estado de
derecho esta en la ignorancia de un pueblo que no busca su
formación y que se niega a participar de lo
público. Para los gobiernos que se basan en estas ideas es
más importante promocionar la guerra que
la
educación. Muestra a la
subversión como la causas de la desigualdad y origen de
todos los males sociales, esto facilita promocionar la idea que
acabando con la oposición o la subversión mediante
la guerra frontal se resuelven los problemas de
la sociedad, sutil manera de negar la inversión en lo
social.

ESTADO SOCIAL DE
DERECHO

La constitución de 1991 intenta una salida
política al conflicto social que vive el país y que
no se ha resuelto por que prima el interés
económico de los promotores de la guerra.

Financiar el conflicto implica la inversión de enormes
sumas de dinero y
genera billonarias ganancias para los intermediarios. Al impulsar
una solución a la situación que vive Colombia
mediante una guerra frontal, se niegan las causas reales del
conflicto, ya que el origen del mismo se encuentra en las
crecientes desigualdades que se dan en la sociedad. Cada vez son
más los pobres, aumentando las personas que viven en la
miseria, frente al crecimiento
económico de los monopolios. Las riquezas de una
elite, que se hace cada vez más pequeña y
billonaria, es el resultado de la creciente masa de personas que
a diario son sumergidas en la miseria. Se observa que la
inversión social disminuye en la medida que aumentan las
privatizaciones. El capitalismo salvaje es el
factor que genera violencia, los gobernantes han logrado que sus
gobernados crean que los males de la sociedad son producto de la
violencia, olvidando que ésta no se puede reducir tan solo
a la confrontación armada. Es violencia la falta de
salud, vivienda y
empleo digno, educación, programas
para los más desprotegidos. En general, la ausencia de
seguridad social es uno de los factores más
desestabilizadores de una sociedad. Este panorama, sumado a la
ausencia de participación de la sociedad, se convierte en
factor que posibilita la consolidación de la nueva
constitución de 1991, con ella se pretende generar una
cultura política de participación y control social,
lo que se cree origina el reconocimiento de derechos
fundamentales, que al ser llevados a la constitución
pueden ser reclamados y vividos en forma efectiva.

La nueva visión del hombre que abre un espacio a nivel
global es que el individuo y la naturaleza son más
importantes que las entidades o las empresas. El
respeto se
constituye en la base de las relaciones
humanas y sustenta la concepción de Estado Social de
Derecho, el cual no ha sido vivido en forma plena en nuestra
sociedad. Esto se debe en parte a la prevalencia del pensamiento
parroquiano y feudal, como un legado de la constitución de
1886 y en parte a los intereses particulares que se encuentran en
juego.
Aún a mitad del siglo XX la opinión del cura
párroco se consideraba por encima de conceptos
científicos o filosóficos, en esta época
todo giraba en torno a la idea del temor a Dios, era el miedo a
cometer algún pecado, solo
que no observan los poderosos que mantener a un pueblo en la
ignorancia y en la pobreza es el
peor de los actos que puede cometer un hombre; en mayor medida
cuando esta situación es producto de maniobras con las que
se busca privilegiar intereses particulares o una
domesticación ideológica.

En la nueva Constitución de 1991, el principio de
igualdad es considerado para favorecer a los menos favorecidos,
el inciso segundo del artículo 13 de la
Constitución establece:

"El estado promoverá las condiciones para que la
igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas a favor de
grupos discriminados o marginados.

El estado protegerá especialmente a aquellas personas
que por su condición económica, física o mental, se
encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y
sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se
cometan".

Los principios y valores, que estructuran la actual
constitución política de Colombia, constituyen el
catálogo del que se deriva el sentido y la finalidad de
las demás normas. Este ordenamiento jurídico, en el
que los principios deben estar consagrados en forma explicita o
no, constituye el fundamento y la finalidad de la
organización política. La convivencia, el trabajo,
la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz
presentes en el preámbulo de la Constitución de
1991, son del carácter axiológico. El inciso
primero del artículo 2 de la Constitución
Política se refiriere a los fines del estado; uno de estos
fines es el servicio a la comunidad; otro es la prosperidad
general que se logra con el efectivo ejercicio de los principios,
derechos y deberes. Entre los que se cuenta la
participación de otros valores y principios, como fines
que se desean lograr. La relación de los fines y los
medios adecuados se relaciona con la opción
política del legislador, que ha sido elegido por la
votación popular, pero que debido a la libertad que
consagra la DEMOCRACIA permite que participen en las elecciones
quienes tengan la voluntad y la claridad para hacerlo. Esta
razón marca el hecho, de encontrar que la no
participación en las elecciones, permite que sea una
minoría la que imponga los legisladores, quienes terminan
elaborando leyes en favor de sus intereses particulares. Esto
constituye un sutil manejo de la ignorancia en nombre de la
Democracia.

El control social que se desarrolla en el estado social de
derecho otorga importancia a la participación social,
haciendo posible el control político social que incluye a
los Jueces, estos últimos, en su relación con el
legislador y la administración, ejercen mediante los
procesos en forma eficaz, el control a los actos de la
administración, los que se logran por mecanismos como la
acción de tutela, mediante la cual se protegen derechos
fundamentales, que no eran reconocidos ni protegidos en el estado
de derecho que prevalecían en la constitución de
1886. En el estado social de derecho cobra importancia; el papel
que juegan los principios constitucionales en las decisiones
judiciales, los valores y normas de la carta magna.

El legislador es el que fija los límites de
los valores que deben regir en la sociedad, las leyes tienen que
responder a lo establecido en la carta política. El
carácter abierto de la constitución Nacional
considera que los valores constitucionales son normas
interpretativas. La interpretación se basa en los principios,
con una visión global de los hechos y del derecho, dejando
de ser una simple aplicación mecánica de las normas. Toda
interpretación no debe perder de vista el carácter
de estado social de derecho como pilar de la organización
política y territorial, por esta razón la
DEMOCRACIA debe ser participativa, pluralista con respeto de la
dignidad humana, el trabajo, la solidaridad, la
prevalencia del interés general, la soberanía
popular y la supremacía de la constitución.

Los principios constitucionales no solo expresan normas
jurídicas para el presente, sino que también marcan
el comienzo de un nuevo orden. Los valores expresan fines
jurídicos para el futuro, se convierten en la mira que
jalona hacia el orden del mañana. Este nuevo orden no
será posible sin la participación activa de las
mayorías. La indiferencia, el aislarse de la actividad
política, no es la mejor opción, se hace necesaria
la participación en la construcción del estado
social de derecho en forma eficaz. Frente a la tesis de la
participación se reacciona con la disculpa que las
elecciones son controladas por quien elige, "el que escruta
elige", además de la maquinaria electorera. Esta
aseveración tiene una enorme carga de determinismo y
sumisión. Cuando se piensa que nada puede cambiar, que las
mayorías son un ente incapaz, se refuerzan las ideas de
los que controlan el poder. El cambio que registran países
como Venezuela,
Ecuador,
Paraguay,
Chile, Argentina, Brasil,
Nicaragua, tan solo para citar algunos de nuestra América, indica que tan solo cuando las
mayorías se deciden y actúan, se transforma la
sociedad, lo que se debe traducir en inversión en lo
social.

EL
CONSUMISMO

Teniendo claro que en nuestra sociedad se practica la
democracia y no LA DEMOCRACIA, es la razón para encontrar
que la participación política se vive como una
acción exclusiva de la época de elecciones. Esto
permite entender por qué el ejercicio del sufragio se
constituye en la forma exclusiva de participar en la democracia.
El cambio en la actual sociedad, de ser lo que se quiere ser, por
el afán de ser lo que se tiene o se aparenta
ser[19]es el triunfo del capitalismo salvaje, lo
que se traduce en creer que el político es lo que aparenta
ser. Esta idea desarrolla una forma de actuar sin analizar las
propuestas que presentan los candidatos a gobernar, tan solo se
tiene en cuenta la imagen que transmite el político. En
este nuevo panorama, el asesor de imagen cobra una importancia al
reemplazar al asesor político. En este estado de cosas el
programa
político es lo que menos importa, la preocupación
es centrada en lograr un impacto con la imagen. Esta idea se
refuerza con fenómenos como el mito y el drama, que
permiten convertir la política en una actividad
ritualizada, sujeta a ceremonias. Los símbolos se convierten en la base que
fundamenta la imagen del candidato. Acción que logra
desplazar las propuestas o ideas políticas por la imagen
arrolladora, carente de contenido, de proyecto y
plataforma política ideológica. La estrecha
relación del rito y la práctica es la magia o
fundamento de la tendencia social que clama por lo
mesiánico. El candidato se presenta como el salvador de
la situación que aqueja a la mayoría de la
población. Este nuevo pensamiento social facilita la
manipulación al permitir convencer que el objetivo
perseguido por el candidato es privilegiar a las mayorías.
En realidad se favorecen intereses individuales. En esta medida
se facilita apelar a la creación del mito como la
necesaria existencia de un héroe, para agudizar la
teatralidad política, esto logra un ambiente
político social fácilmente controlado y manipulado.
Al transformar el estado en un espectáculo la imagen
actúa como catalizador, la palabra se convierte en
simbología del deseo y la identificación de las
masas con estos rituales hace que se diluya su identidad. Los
símbolos prefabricados logran conducir la voluntad de las
mayorías para obtener un control de la autonomía
personal, generando el respaldo a políticas que afectan
los intereses de las mismas personas que apoyan a quienes trazan
estas políticas. En este sentido se hace visible la
paradoja del ahorcado, quien gracias al peso de su cuerpo
encuentra la muerte.

La acción de convertir el ejercicio de la
política en simple mercancía de consumo trivializa
lo público, que se entiende como algo ajeno a las personas
y exclusivo de los funcionarios del estado. La burocracia se
apodera de lo público y transmuta el concepto de servicio
por el de favor. Las obligaciones que deben cumplir las personas
que trabajan para el estado se presentan como una actitud
altruista que debe ser agradecida y no como una obligación
que tiene esta persona de servir a la sociedad. El concepto de
servicio público significa servir al público, es
decir que tiene la obligación de brindar una
solución y no de crear trabas o crear obstáculos en
la solución de los problemas que se originan en el
irrespeto de los derechos. Los medios juegan un importante papel
en la transmisión de una ideología o en la
creación del imaginario. Al convertir lo público en
un tema ajeno a las personas se facilita la manipulación,
que gracias a los medios hace creer que lo recibido por tener el
derecho, se obtiene gracias al favor que hace una persona o que
lo público solo debe preocupar a quien es parte de la
administración
pública. Pensar lo `público como algo ajeno a
las personas es una forma fácil para evitar todo control
social y facilita la entrega de la soberanía al dejar
libre el camino de las privatizaciones de nuestros recursos
naturales y de las empresas estatales.

 

LA
POLÍTICA

Politikê es una palabra de raíz griega que
significa arte, doctrina u opinión, referente al gobierno
de los estados. Cuando se piensa que la actividad política
es una labor exclusiva de las personas que se reclaman como sus
propietarios, se acepta la exclusión de lo público.
Considerar esta aseveración como una verdad impone un
esquema mental, en el que el individuo niega el ejercicio de la
actividad pública; administrativa o legislativa. Los
mecanismos de control permiten que la persona participe en la
administración pública y legislativa, haciendo uso
de acciones como el control de legalidad, la tutela, la
acción de grupo, la
acción de cumplimiento, la acción de
inconstitucionalidad y demás mecanismos que permiten un
efectivo control social.

La política, como mecanismo para sostener la democracia
y no LA DEMOCRACIA, necesita de un líder político
que siendo la figura de las minorías, sea aceptado por las
mayorías, como un ser predestinado para desempeñar
su papel de salvador de la sociedad. Los sujetos que dirigen los
destinos de la nación, del estado o la república,
al igual que los teóricos de la organización
político y social, son vistos por el hombre de la calle
como miembros de una clase "especial". Esta distorsión de
la realidad afecta el ejercicio de LA POLITICA, que pierde su
razón de ser. En esta forma la minoría privilegiada
es la que convierte su forma de vivir la política, con sus
prácticas corruptas, en una herramienta de sometimiento y
dominación. El resultado de esta dinámica es la
distorsión del real concepto de LA POLITICA en la mente de
las mayorías débiles[20]que le
permiten a unos individuos o grupos la imposición de un
orden que no ha sido debatido ni aceptado por las personas que lo
sostienen con sus tributos. En
este panorama surgen prácticas como el clientelismo, las
maquinarias electoreras[21]el caudillismo, que
impiden la construcción de una sociedad
democrática. Frente a esta situación la persona
queda imposibilitada de ejercer sus derechos políticos y
gracias a la manipulación de su voluntad termina
favoreciendo políticas que le niega sus derechos. La
inducción del elector a tomar decisiones
que no responden a sus deseos, acatando las directivas que trazan
los manipuladores o politiqueros mediante maniobras de los
personajes que se encuentran en el poder, se logra mediante el
divorcio del
ejercicio de los derechos que tiene la persona en un sistema
democrático, reduciendo su actuar a la simple
participación pasiva en las elecciones. Para los
gobernantes, que es una clase privilegiada, el único
propósito es conseguir el voto de los electores. En esta
forma legitiman su acceso al poder, esta práctica se puede
apreciar con claridad en algunas ocasiones pero; en otras
ocasiones, aún con las funestas políticas que
afectan a las mayorías, las personas se lanzan a las urnas
para volver a apoyar a los dirigentes corruptos que los han
mantenido en una situación de profunda desigualdad. Esta
dinámica para elegir al candidato de mayor
persuasión o manipulación, responde a la
consideración que se debe elegir "al menos malo". Acto que
se justifica con pretextos como "no tenemos más
opción ¿si no es él entonces quién?".
Todos son conceptos elaborados para fortalecer el caudillismo, el
mesianismo y la continuidad de clases minoritarias, privilegiadas
por el abuso del poder.

Una sociedad fuertemente anclada en el pasado, vive con la
nostalgia o la ilusión de tiempos mejores. Es común
escuchar la frase antes todo era distinto, antes si
había respeto.
Manifestaciones que reflejan una
sociedad que desconfía del futuro, que es temerosa al
cambio, con ideas conservadoras que no permiten intentar algo
innovador. Este manejo ideológico crea personas que temen
a la transformación. "El predominio del pasado sobre lo
futuro estipula el carácter coercitivo de una realidad
precisada de redención. La realidad necesitada de
redención conforma una conexión coercitiva
universal porque en ella el futuro se ve sometido permanentemente
al pasado"[22]. Al encontrar que este pensamiento
se encuentra integrado a nuestra práctica social como algo
"normal" o "natural", es la razón por la cual la
ideología crea un paradigma que permite favorecer
intereses particulares de la clase económicamente fuerte.
Acudimos a la práctica de la más grave
violación al derecho que tiene la persona y que es el de
elegir con plena libertad, este derecho se constituye en algo
fundamental en la DEMOCRACIA.

La historia presenta diferentes teorías y practicas
políticas, algunas de estas teorías no han pasado
de ser simples "utopías"[23], otras se han
puesto en práctica con diferentes resultados. En materia
política toda teoría gravita en torno a un
interés concreto. La forma como el individuo piensa
qué es el actual estado de organización
social frente a su deseo o ideal de sociedad, implica un
análisis comparativo. En materia de DEMOCRACIA, debemos
considerar la sociedad deseada de manera voluntaria, en
términos de como debería ser esta
organización social. El resultado de este análisis
o interpretación indica si estamos o no en una verdadera
DEMOCRACIA.

El anhelo de una sociedad justa, igualitaria., en paz, es el
motor que origina la teoría y la acción
política que privilegia intereses particulares o
colectivos. La política es una noble actividad del hombre
cuando es ejercida con el propósito de favorecer a la
sociedad. Se aprecia que los fines se orientan a conseguir un
orden social justo cuando se favorece a las mayorías mas
débiles donde la persona dedicada a la POLITICA se
dignifica. La negación de este concepto, se encuentra en
la actividad de los miembros de la sociedad que no tienen un
interés común como objetivo, o praxis
política, en esta forma el hombre, o grupo de poder, se
individualiza para permitir la dinámica de la
manipulación, con la que se logra la satisfacción
de intereses particulares, sin importar que al imponer sus
directrices afectan a las mayorías débiles. Esta
forma de ejercer la política genera reacciones en la
sociedad, en principio se buscan mecanismos de control mediante
la participación efectiva, en otro momento se produce el
señalamiento de algunos sujetos o grupos políticos,
los que no se dejan manipular y ven la realidad en forma
objetiva. Estos actores muestran a los politiqueros como sujetos
ajenos a los intereses de la sociedad, como enemigos del
bienestar, generando la condena social que puede llevar a la
muerte política del politiquero. Este rechazo social, es
el arma que, permite a las mayorías la construcción
de una DEMOCRACIA. El politiquero o manipulador pasa de
marginador a marginado de la actividad pública, pero estas
acciones son propias de sociedades con alta sensibilidad social,
donde las personas participan de lo público, lo defienden
y construye un orden social, económico, cultura y
político basado en la justicia social, fundamento del
estado social de derecho. .

El ejercicio del papel de político busca satisfacer
deseos egoístas e individuales, cuando se persiguen
oscuros intereses, para obtener un provecho en toda
actuación. En la política. Esta es la peor
distorsión del ejercicio de la política. El
comienzo del milenio presenta singulares personajes que se
organizan para bastardear[24]los fines de la
actuación política. Los llamados
"politiqueros"[25] debido a los fines que
persiguen con su actividad pública, son el cáncer
que corroen LA DEMOCRACIA, saturando el ambiente con mensajes
deterministas, desalentadores y negativos, mediante los cuales
crean el falso concepto que la actividad política es de la
exclusiva orbita patrimonial de la minoría
privilegiada.

El verdadero político es un ser honesto, comprometido
en la construcción de una sociedad justa, equitativa,
participativa y respetuosa de los derechos humanos. Cuando se
busca el desarrollo y el fortalecimiento de una sociedad que
garantice la vida digna basada en el respeto, se construye y vive
LA DEMOCRACIA. El politiquero es un destructor de
ideologías, destructor de LA DEMOCRACIA, para él no
existen las personas, cuentan la cantidad de votos que cada
individuo representa. Esta clase de personas son los
señores de la guerra, se presentan como líderes de
la Paz, siendo impostores, especuladores o bufones que destruyen
LA DEMOCRACIA con la acción que pueden hacer desde el
poder que ha sido recibido del mismo pueblo. En esta forma se
favorecen las grandes empresas transnacionales o multinacionales
que financian las campañas políticas y la compra de
conciencias con el fin de lograr el saqueo sistemático de
los recursos naturales.

POR QUE
DECIDIR

El hombre contemporáneo se caracteriza por su miedo a
decidir. Erich Fromm[26]en su obra "El miedo a
la libertad"
ilustra sobre este tema. La persona que no
ejerce su libertad de decidir delega, o remite sus decisiones a
otras personas, las que considera más apta para tomar
decisiones, simplemente deja que las cosas avancen, esperando que
sucedan o se den en forma natural. El dejar pasar, o línea
del menor esfuerzo, sin compromiso, es el camino que usualmente
se toma cuando surge el temor en la persona obligada a emitir
conceptos, ante esta situación se remite a la
opinión, directriz u orientación que ha trazado la
organización política, social, religiosa o
cultural, a la que se encuentra afiliada la persona, su
opinión es un repetir de lo considerado por las directivas
de la agremiación; no es el sujeto el que habla, es la
organización la que da su opinión por medio del
sujeto, suplantando a la persona en la toma de una
decisión.

Este no decidir es aprovechado por los "magos" de la
politiquería que se valen del temor a decidir para imponer
sus propias opiniones, fortaleciendo el paradigma de control
social, clímax de una desalentadora acción que se
hace presente en frases como: "No hay por quien votar ", " todos
son iguales " , "es el menos ladrón ", " es mejor malo
conocido", "los mismos con las mismas". Esta serie de
aseveraciones reflejan la ideología imperante de la
doblegación. Negando el ejercicio de la verdadera
actividad política, de la vivencia y reivindicación
de la individualidad como ser único, inmerso en la
sociedad. No se habla del individualismo egoísta, sino que
se hace alusión a la individualidad del ser, tomado como
sujeto de derechos y obligaciones; se trata del ser complejo.

Llamamos "magos" a los politiqueros, debido a una doble
razón; La primera, son capaces de trasmutar su imagen
negativa en un símbolo mesiánico, imprescindible en
la salvación de la nación; la segunda, estos seres
son como el rey Midas[27]todo lo que tocan lo
vuelven oro para su provecho. En toda gestión
pública ven una ganancia o la buscan hasta obtenerla. Esta
característica imprime un toque de carnaval a las
elecciones. Cobra importancia la imagen del politiquero sobre el
programa que desarrolla, los símbolos se tornan en una
necesidad; el color es
primordial antes que la orientación político
social. Se observa con mayor detenimiento la moda que la hoja
de vida del candidato.

LO
NATURAL.

Los sofistas presentan una importante y profunda
reflexión frente al concepto de Physis. Para Hypias la
naturaleza es igualitaria, lo que lleva a considerar la
procedencia de un origen común. Al encontrar que el hombre
es producto de la misma materia se acepta la igualdad de
condiciones y el trato de los hombres se da en el mismo sentido.
Este principio sirve de fundamento a la declaración de los
derechos humanos[28]Hypias plantea el concepto de
democracia como trato igual, ve la igualdad como algo natural en
los hombres, sin necesidad de imposiciones.

La tesis opuesta a la de Hypias es la de Calycles, quien
considera que la naturaleza es antiigualitaria y los hombres
también, en esta forma se concluye que no tienen las
mismas capacidades, lo que marca una diferencia en aptitud y
capacidad. Basado en esta reflexión se explica la
existencia de diferentes profesiones y oficios, al igual que
hombres diestros o prácticos y otros que no lo son. En
esta forma aparecen los comerciantes, artesanos y
políticos, producto de la desigualdad cuyo origen esta en
la naturaleza, que premia a unos hombres con una mayor capacidad
o disposición para un arte o un oficio, frente a otros que
se ven privados de estas cualidades. La justificación de
la existencia de regimenes tiránicos, autocracias y del
abuso del poder en general, tiene su base en esta clase de
determinismo. En lo cotidiano se escucha a las personas
manifestar que "las cosas son así y no pueden ser de otra
forma", el pensamiento de continuidad en las instituciones y en
las personas fundamenta el convencimiento que el político
siempre debe ser el mismo y que todo cambio es peligroso; que se
debe desconfiar de lo nuevo o innovador. La idea que el
político debe ser el mismo, es una forma de acudir al
reconocimiento de unas supuestas capacidades innatas o naturales
que permiten considerar a un ser con mayor habilidad que otro. El
temor de participar en la toma de
decisiones y el ejercicio de los derechos que se encuentran
consagrados en la constitución política, tiene su
principal obstáculo en personas que ven su papel dentro de
la democracia, como simples observadores, convencidos que se
tienen que someter al arbitrio de los "dirigentes" que manipulan
y controlan su opinión y decisión. En este sentido
es importante analizar el papel que juegan los medios de
comunicación en el manejo ideológico de la
sociedad.

Sabemos que no se puede considerar al hombre con la
simplicidad que ha prevalecido. Edgar
Morin[29]presenta una novedosa visión del
hombre, al reconocer que es un ser complejo. No se trata del homo
sapiens unidimensional, se trata de un ser con una serie de
contradicciones, que se mueve en medio de contrarios. La
complejidad del ser lo lleva a reconocer estas situaciones
antagónicas.

  • Racional – delirante (Sapiens – demens )

  • Trabajador – lúdico ( Faber – ludens
    )

  • Empírico – Imaginador ( Empirìcus
    – Imaginarius )

  • Económico – Dilapidador ( Economìcos
    – Consumons )

  • Prosaico – Poético ( Prosaìcus –
    poeticus )

Siendo el paradigma determinista de Calycles el impuesto en
nuestra sociedad, es fácil entender la desilusión
que siembra una visión unidimensional impuesta que se
encuentra en el tema de LA DEMOCRACIA. Esta dimensión del
ejercicio de la democracia dentro de un ambiente determinista es
lo que origina una percepción de la realidad en
términos no dialécticos. Cuando se considera que
toda situación es eterna e inmutable es fácil
pensar que en la misma medida los políticos también
lo son. Se crea la idea que son figuras irremplazables, eternas,
necesarias e imprescindibles. Con una visión del mundo en
este sentido es fácil que la sociedad respete la norma
como una forma de aceptar la autoridad, lo que implica un
sometimiento a ley. El origen del estado de derecho se puede
encontrar en las teorías del contrato social, que toma
cuerpo en la constitución Nacional. La actual
constitución política fue aprobada y promulgada por
la Asamblea Nacional Constituyente del año 1.991, por esta
razón es que en ella se reconoce una serie de derechos y
se imponen obligaciones, entre las que esta la de respetar los
derechos ajenos, no abusar de los propios, obrar de conformidad
al principio de solidaridad social, es decir respondiendo con
acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la
vida o la salud de las personas. Estos preceptos están
consagrados en el artículo 95 de la constitución
nacional. En esta medida se encuentra que al dejar que otros
decidan estamos desobedeciendo el mandato constitucional. Ejercer
los derechos y las libertades reconocidas en la
constitución política implica responsabilidades,
una de ellas es participar activamente en lo público.

En la antigua Grecia el
concepto de Physis supone, también, una naturaleza dotada
de dynamis propia, potencia vital y
expansiva que posee de manera inherente sus leyes de desarrollo y
sus límites. Por esto se cree que la physis puede
compararse con un ser vivo, el cual nace, crece y muere, donde la
muerte marca el limite. Los derechos son ejercidos desde este
punto de vista; es decir, nacen-crecen o se viven y mueren o se
limitan frente a los derechos de las otras personas. El problema
surge cuando no se reconocen límites a la physis, en este
sentido tampoco se reconocen límites a los derechos y se
interpreta el mundo como algo ilimitado. Los derechos que
establece y limitan la norma constitucional, se aprecian en la
función que se da al interés particular frente a
los intereses de la colectividad. La constitución
establece que el interés de carácter particular
debe ceder ante el interés general. Este es el
espíritu del artículo 133 de la Constitución
Nacional, donde se reconoce la libertad a la actividad
económica y la iniciativa privada, pero impone que se haga
dentro de los límites del bien común. El mismo
articulo adiciona este concepto al establecer que la empresa tiene
una función social. En esta forma surgen obligaciones que
se viven mediante una imposición al estado de impedir la
obstrucción o restricción de la libertad
económica, lo que permite evitar o controlar cualquier
abuso que el individuo (persona) o empresa hagan al
aprovechar su posición dominante en el mercado. En una
relación individual se puede decir que al encontrar a dos
personas frente una situación en la que cada uno reclama
un derecho, desde la óptica
personalísima e individual, la dimensión del
derecho de cada individuo debe contemplar el origen del derecho
que tiene su interlocutor. Esto facilita aclarar quien tiene la
razón en el momento de reclamar el derecho. En la sociedad
se encuentra que este análisis no se hace, ya que se tiene
en cuenta el derecho en una sola dirección, baste citar el caso de los
bancos o del
sector financiero, quienes al ser privilegiados han logrado
convertir su actividad en una de las más rentables del
momento ya que cobran por guardar el dinero de
las personas y cobran por devolverlo. Esto niega el principio del
ahorro y del
fin social que debe tener toda actividad económica de
acuerdo a la constitución, esto sin entrar a considerar el
caso de los préstamos de vivienda que se han convertido en
las nuevas deudas que se heredaban en el feudalismo y eran
imposibles de pagar.

EL SUJETO Y SU PODER
CONSTITUYENTE

La distinción entre lo público y lo privado es
característica de las ideas liberales de occidente. La
relación entre lo social y lo político se aprecia
en dos conceptos que se relacionan con la pluralidad de sujetos.
Lo social como pluralidad o muestras espontáneas de lo
cotidiano, de la vida; lo político como pluralidad que
mediante estructuras de
poder organizan las relaciones
públicas. La población que no ejerce el poder
recibe diferentes nombres; se llaman masas, desde el marxismo, en
el cual son consideradas la vanguardia de
la revolución, la creencia que ellos eran los
llamados a dirigir los destinos de la historia de los pueblos es
una visión determinista que niega la complejidad del
hombre.

 

Antonio Negrí habla del poder constituyente y lo
relaciona con la categoría de multitud. En el poder
constituyente el ciudadano es el constituyente primario.
Recordemos que constituyente es el que constituye o establece las
cortes, asambleas, convenciones, etc. El concepto de
constituyente se torna excluyente al dejar por fuera las personas
que no pueden participar en las elecciones, este es el caso de
los menores de edad, los indocumentados, inmigrantes, enfermos,
etc., pero las decisiones que toman estas asambleas, afectan a
todos las personas, aunque no se puede decir que por igual. La
igualdad ante la ley es un principio de la sociedad occidental,
pero entre más diferencias existen en la sociedad menos
opera este principio.

Partes: 1, 2, 3
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