El asilo y la extradición. Instituciones Básicas del Derecho Internacional
Marco jurídico del asilo y la
extradición
Relación entre asilo y
extradición
Conflictos entre ambas instituciones
Aplicación del principio de no devolución en
casos de extradición de refugiados y solicitantes de
asilo
Distinción de los procedimientos de extradición y
los procedimientos de asilo
La función del ACNUR en los procesos de
extradición
Conclusiones
Bibliografía consultada
Introducción
El presente trabajo no
pretende ser una tesina, menos equipararse a ella, lo que
sí pretendemos es hacer un breve desarrollo de
las instituciones
del Asilo y la Extradición, abordando de forma somera su
concepto,
clases y marco jurídico interno como internacional,
procurando incidir en un mayor análisis sobre los conflictos que
existen entre dichas instituciones, por lo que nos conlleva a
formularnos situaciones de personas asiladas en un determinado
país que luego de un tiempo, o
inclusive durante el estadio de petición de asilo, son
solicitadas para su extradición por su país de
origen o por un tercero y ajeno país del
asilado.
Para muchos autores[1]sobre todo los que
acogen la doctrina clásica definen a la extradición
como el acto por el cual un Estado
solicita a otro la entrega de una persona que posee
un proceso penal
abierto o para la ejecución de una condena, de allí
que se aprecie dos clase de
extradición: una extradición activa, cuando
la reclamación o solicitud de entrega del presunto
delincuente o condenado se dirige al Estado en el que se
encuentra, y la extradición pasiva que tiene lugar
cuando la reclamación o solicitud de entrega del presunto
delincuente o condenado realizada por otro Estado se recibe en
el Estado en
el que se encuentra.
La finalidad última de la extradición
viene constituida por la entrega del reo refugiado en un
país, hecha por el gobierno de
éste a las autoridades de otro país que lo reclaman
para juzgarlo y, en su caso, castigarlo. Sólo se concede
en cumplimiento de un tratado o Ley, atendiendo
al principio de reciprocidad[2]mientras que su
naturaleza la
encontramos en virtud al derecho
internacional por cual un Estado al hacer entrega de una
persona, sea su connacional o no, cede sus derechos soberanos sobre
él, y por tanto, el Estado que recepciona a dicha persona
adquiere el derecho de juzgarle o ejecutar la pena o medida de
seguridad.
Por otro lado el Asilo constituye una institución
muy antigua, pues su existencia data por lo menos 3 500
años A.C. A mitad del segundo milenio A.C., cuando
entidades similares a los países modernos con fronteras
claramente delineadas empezaron a formarse en el Medio Oriente,
los líderes de esas zonas acordaron varios tratados al
respecto. Estos acuerdos incluyeron disposiciones para la
protección de fugitivos internacionales. Por ejemplo, un
rey hitita firmó un tratado con el líder
de otro país en el cual declaró, "en lo
referente a un refugiado, yo afirmo bajo juramento lo siguiente:
cuando un refugiado viene de tu tierra a la
mía él no será enviado de regreso. El
expulsar a un refugiado de la tierra de
los hititas no es correcto". En el siglo XIV A.C., otro
rey hitita, Urhi-Teshup; quien había sido depuesto por su
tío, recibió refugio del faraón egipcio
Ramsés II. En el siglo VII A.C., un rey asirio,
Asurbanipal; se refirió a un refugiado proveniente de la
tierra de Elam como a "alguien que ha tomado posesión
de mis pies reales" -queriendo decir que el refugiado
había pedido y recibido asilo[3]
La definición del asilo también aparece en
las obras dramáticas de la Grecia antigua
por ejemplo en la tragedia de Sófocles, Edipo, Teseo -el
rey ateniense en Colona- recibe con compasión al exilado
Edipo.
Por los años 8 D.C., el poeta romano Ovidio fue
expulsado por el emperador Augusto a la ciudad de Tomis en el Mar
Negro (lugar en el que hoy se encuentra Constanza en Rumania),
ubicada en los límites
del imperio. Según cuenta Ovidio en Tristia (Tristezas),
los habitantes de dicha ciudad lo recibieron con simpatía.
A pesar de que él continuó considerándolos
"bárbaros," Ovidio se sintió conmovido por su
hospitalidad, aprendió su idioma -el gético- y
siguió viviendo entre ellos hasta su muerte en el
año 17 D.C.
Así mismo en la Biblia, en el Libro de los
Números del Antiguo
Testamento (35:9-15), Moisés designa seis ciudades
como lugares de refugio, "tanto para los hijos de Israel, como para
el extranjero, y para el que more entre ellos". Y en el
Nuevo Testamento, el Evangelio de San Mateo existe el paisaje
descrito que al niño Jesús y su familia como
refugiados que vienen huyendo a
Egipto[4]
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