•Me vería como un
hombre
indigno, si fuere capaz de asegurar lo que no estoy cierto
de cumplir. (Carta a su
tío Juan Ribas, 8 de octubre de 1812)
•Los beneficios que se
hacen hoy se reciben mañana, porque Dios premia la virtud
en este mundo mismo. (Carta a Francisco Iturbe, 19
de septiembre de 1813)
•Como amo la libertad tengo
sentimientos nobles y liberales, y si suelo ser severo,
es solamente con aquellos que pretenden destruirnos.
(Carta a Juan Jurado, 8 de diciembre de
1814)
•El que lo abandona todo
por ser útil a su país, no pierde nada, y gana
cuanto le consagra.
(Carta -reproduciendo acta- al Presidente
de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, desde
Kingston, 10 de septiembre de 1815)
•La desesperación
no escoge los medios que la
sacan del peligro. (Carta al editor de la Gaceta
Real de Jamaica, septiembre de 1815)
•El peso de la libertad
es liviano, pero también es difícil mantenerlo en
equilibrio
aún en las naciones más cultas y
civilizadas. (Carta al editor de "The Royal Gazette", 28 de
septiembre de 1815)
•¡ He proclamado la
libertad absoluta de los esclavos!. (Carta al Gral. Mar ion, 27
de junio de 1816)
•Si la lisonja es un
veneno mortal para las almas bajas, los elogios debidos al
mérito alimentan las almas sublimes. (Carta
al Gral. Petion, Presidente de Haití, 9 de octubre de
1916)
•La fortuna no debe
luchar vencedora contra quienes la muerte no
intimida; y la vida no tiene precio sino tanto que
es gloriosa. (Carta al Gral. Briceño, 1 de enero de
1817)
•La amistad es mi
pasión. (Carta al Cnel. Palacios, 16 de mayo de
1817)
•El primer día de
paz, ser á el último de mi mando. (Carta Gral.
Santander, 10 de junio de 1820)
•Lo presente ya
pasó, lo futuro es la propiedad del
hombre, pues éste siempre vive lanzado en la
región de las ilusiones, de los apetitos y de los deseos.
(Carta al Gral. Santander, 19 de junio de
1820)
•La paz será mi
puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto
es precioso en el mundo. (Carta al Gral. Santander,
23 de julio de 1820)
•Las discordias que nacen
de la unión que yo he procurado formar, me hacen sufrir
las agonías del suplicio. (Carta al Gral.
Santander, 10 de junio de 1820)
•Nada, sino las malas
acciones, debe
molestar a los hombres. (Carta al Gral. Español
Pedro Morillo, 30 de noviembre de 1820)
•Deseo irme lo mas lejos
que pueda a descansar de tanta pena que me dan los males
ajenos. (Carta al Gral. Páez, 18 de enero de
1821)
•Yo no escribo a los que
amo sino cuando necesito de ellos. (Carta al Gral. Urdaneta, 24
de agosto de 1821)
•Yo creo más en el
honor que en las pasiones. (Carta al Gral. M. Montilla, 15 de
octubre de 1821)
•No creo ninguna cosa tan
corrosiva como la alabanza. (Carta al Gral. Santander, 15 de
abril de 1823)
•Bastante me han
criticado por haber hecho el bien a pesar de mi deber. (Carta al
Gral. Santander, 29 de abril de 1823)
•Yo no sé
jamás degradarme a fingir y mucho menos a negar. (Carta al
Gral. Santander, 14 de mayo de 1823)
•Las cosas, para hacerlas
bien, es preciso hacerlas dos veces: la primera enseña la
segunda. (Carta al Gral. Sucre, 24 de mayo de
1823)
•Yo no quiero lujo en
nada, pero tampoco indecencia. (Carta a Anacleto Clemente, 29
de mayo de 1823)
•Nadie puede hablar de
sí sin degradar de algún modo su mérito.
(Carta al Gral. Santander, 14 de junio de
1823)
•Cuanto más me
elevo tanto más hondo se ofrece el abismo. ( Carta al
Gral. Santander, 21 de julio 1823)
•La ofensa hecha al justo
es un golpe contra mi corazón y
yo no quiero precipitar mi mano contra mi propio
pecho. (Carta al Gral. Santander, 30 de octubre de
1823)
•A los enemigos no se les
engaña sino lisonjean dolos. (Carta al Cnel. Tomás
Heres, 9 de enero de 1824)
•Mi único tesoro
es mi reputación. (Carta al Presidente del Congreso de
Colombia, 9 de
enero de 1824)
•La ingratitud es el
crimen más grande que pueden los hombres atreverse a
cometer. (Carta al Cnel. Vicente Aguirre, 9 de enero
de 1824)
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