Resumen
En el presente artículo se hace una
sistematización de los antecedentes universales de la
inspección escolar, así como su surgimiento y
desarrollo en
Cuba, se
conocen las etapas por las que ha transitado desde sus inicios
hasta la fecha, esto permite generalizar cómo a
través de la inspección se puede ejercer el
control en las
escuelas.
Desarrollo
Los antecedentes universales de la inspección escolar
se remontan a la antigüedad. La escuela china
tenía unos funcionarios estatales que se ocupaban de
controlar el rendimiento de los maestros. Igual sucedía en
la India,
Grecia y
Egipto y
más cercanos a nosotros los censores romanos, encargados
de velar por la buena marcha de la escuela.
En el siglo V aparecen las estructuras de
las escuelas romanas y después la Iglesia
comienza a fundar nuevas escuelas. En el año 527,
comienzan los obispos con el derecho y el deber de controlar sus
escuelas, esto sucedió también en Europa Central a
partir de los siglos XII y XIII. El control eclesiástico
se mantuvo fundamentalmente hasta el siglo XIV, aunque en algunos
países como en Suecia, llegó hasta el siglo XX.
Paralelamente al control eclesiástico, a partir de los
siglos XIII y XIV, comienza la intervención del poder
civil.
La Revolución
Francesa marcó la
extensión del poder civil en el control escolar, pues fue
aprobado un proyecto de
inspección escolar donde se planteaba que ésta
sería centralizada y de carácter estatal.
En el siglo XIX es donde florece la inspección estatal
a nivel mundial, en este propio siglo es donde tiene en Cuba sus
antecedentes en la Sociedad
Económica Amigos del País, que se proyectó a
favor de la Educación.
En 1801 se solicitó en un informe rendido a
la Sociedad Económica, la designación de
inspectores o curadores para la mejor observancia de la enseñanza, más tarde en 1816 se
designan los inspectores, cuyas principales obligaciones
eran velar por la moralidad,
aplicación y aseo de la juventud, que
asistía a las escuelas, debían alertar a los
maestros de los defectos que detectaran, visitar los centros una
vez al mes. En la Habana esos cargos eran desempeñados por
miembros de la Sección de Educación.
En 1846 cesaron las atribuciones de la Sociedad
Económica en la enseñanza y se crea por el gobierno español,
la inspección de estudios, estableciendo comisiones
locales y provinciales encargadas de la inspección
escolar.
A partir de ese momento la inspección es algo
indiferente para las autoridades de la colonia, así como
todas las cuestiones de la educación. En 1863 aprueban un
plan para
designar a uno de sus vocales Inspector de Escuelas
Públicas y Privadas del término, estableciendo la
inspección directa a la enseñanza, cuestión
que fue creada formalmente pues estos funcionarios nunca
visitaban las escuelas.
En 1880 la colonia promulga otra ley escolar
tratando de reorganizar las juntas Locales de Educación y
se establecen las Provinciales creándose el cargo de
Inspector Provincial, con el deber de visitar las escuelas
existentes y promover la
organización de otras en los pueblos que
carecían de ellas, no obstante algún inspector de
Juntas Locales cumplía con sus funciones, por lo
que en esa etapa la inspección era casi nula en las
escuelas.
La colonia intentó, con la puesta en práctica de
las leyes antes
mencionadas, nuevas reformas educacionales, pero no pudo, en la
práctica resolver los problemas
existentes. El carácter obligatorio de la educación
continuó existiendo sólo en la mente de los
legisladores, los maestros no mejoraban a pesar del sistema de
oposiciones y las Juntas locales y Provinciales que no hicieron
casi nada por mejorar esta situación.
En 1898 con la intervención norteamericana se produce
una reforma escolar promovida por el gobierno interventor, que a
partir del año 1899 con la orden militar # 226
estableció las Juntas de Educación que fueron los
primeros organismos encargados de supervisar el trabajo
escolar. En la Orden especial # 29 del 19 de enero de 1900 se
estableció que cada jefe de Departamento, ordenara que se
hiciera trimestralmente una inspección a las escuelas
públicas por un oficial de los Estados Unidos.
Se elabora una nueva Orden militar, la # 368, en la que se
contemplaba el cargo de superintendente de instrucción,
que era el funcionario encargado de inspeccionar las
escuelas.
La
República mediatizada a partir de 1902 continúa
con la concepción del trabajo escolar heredada de Estados Unidos y
así funcionó hasta el 18 de julio de 1909 que es
promulgada una nueva Ley superintendentes en inspectores de
distritos, exigiéndoles algunos requisitos como cursar
estudios superiores de Pedagogía, Psicología, Higiene Escolar,
etc., así como haber ejercido como maestro de escuela
pública por lo menos cinco años.
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