- Domingo
- Mi
razón - Por
error - Estar
enamorado - La mujer de la
calle - Así ha de
ser - Mujer, rosa y
espina. - Es de
hierro - La felicidad
buscada - Al
final - Vive
- La noche que
dormí con ella
En aquella mañana ya no había
horizonte donde ver las capas humeantes del tabaco del negro
Juan. El instinto hacia que mirara con mayor vehemencia las
tranquilas aguas del charco maloliente equidistante a los pies.
Miraba adelante, desafiando el último suspiro y tuve,
irremediablemente, que jurar no volver, con nobleza, para no
perder la única posesión que me quedaba: La
Vida
Los años van cortando los días,
como el Limón a la leche; la
fragmenta, la doblega. Cuando comencé a tener uso de
razón comprendí la necesidad de hablarme, de
decirme como me sentía, cuales eran mis anhelos, que
quería hacer de mí. Es entonces cuando mis pasos se
fueron conjugando con el arte, en especial
ese instinto creativo que se expresa a través del
símbolo gráfico de las palabras. De este modo fui
conociendo la poesía
de Omar Lenin Linares. Poesía limpia, refugiada de sudores
y experiencia. Amartelada del influjo sublime de alguien que no
encuentra barreras en el verbo, sino edifica estructuras y
ciudades.
Linares, intuimos, aprendió que la vida
y sus circunstancias iban de la mano de un destino piadoso y
exigente. Hay en él vestigios de formación
judeocristiana, que contrasta de manera vehemente con un
reaccionar de rebeldía y desconfianza, hacia los absurdos
que inevitablemente deja los olores a cigarrillos y asfalto. El
amor siempre
ha estado de la
mano del poeta, más allá aún ha estado al
lado de la pasión. No recuerdo haberme atraído con
tanta plenitud a una poesía sugerente y emocional como la
de Linares. El sexo es
sentido con vitalidad, bajo un lenguaje de
caricias verbales que detalla posesión, dominio; un amor
sincero y genuino. Es posible que nunca se escriba el sentimiento
a la vida y las cosas con tanto deseo de doblegar el dolor.
La versificación de Linares
comenzó siendo una excusa para dejar los pinceles, lienzos
y óleos con que se pinta el interior de las almas
atormentadas; en él se observa una conducta en el
oficio escritural llevada con seriedad y cara franca a los
lectores, enarbolando banderas de ensueños y delirio. La
poesía de Linares esta inspirada en la curiosidad
constante que surge producto de
los clásicos, es una inspiración motivada por el
esfuerzo del oficio escritural y el limado constante de los
obsequios que la vida da como motivos poéticos. Hay en el
poeta intentos por expresar el dominio a medias de un lenguaje
difícil, complicado, visceralmente descarnado. Pienso que
Linares, tal cual expresara Borges de su
obra, tuvo algunos aciertos, pero no hay que despreciar el
espíritu de los clásicos que invaden su
poesía.
Hoy estoy sentado en el umbral de una calle
vacía y triste. Al fondo una luminaria con insectos y
coquitos, toma mi atención, pero de inmediato vuelvo a mi
ASTRA española negro mate, calibre nueve
milímetros, la cual con quince tiros en el peine y uno en
la recamara, llevo hasta la parte inferior de mi boca. Por un
momento ataca un electrizante miedo, los ojos se humedecen, se va
secando lentamente los labios. El frío del
cañón ya no se siente. El dedo índice
titiritea, me siento frío, siento un sudor leve en la
frente. no hay momento para volver atrás, hay que actuar.
Es la hora …; pero el solo recuerdo de la sonoridad de la voz
de Linares me hace suspender el acto de honorabilidad que es el
suicidio, para
esperar su próxima obra y poder decir
que lo he leído en la magnitud de la palabra.
Domingo
Yo he visto días tristes,
días melancólicos,
días en los cuales nadie puede
reírse.
Pero el domingo, para mí, es el más
triste.
El domingo no es día de descanso;
es día de recuerdos,
de rehacer cuadros hechos pedazos.
Es el domingo, de todos, el día más
largo.
en un domingo se reúnen,
todos los sueños frustrados,
el hombre que
siempre perdió,
la mujer que nunca
han amado.
el domingo para mí, es algo
malvado,
el domingo es el karma,
por los días sábados.
un domingo te recuerda
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