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Actividades para fortalecer el valor responsabilidad, a través de la carrera de Licenciatura en Cultura Física, en la "SUM de Trinidad" (página 2)




Enviado por alberto06021 Alvarez



Partes: 1, 2, 3

Esta labor en las condiciones actuales se hace
difícil, sumamente necesaria e imprescindible, es urgente
optimizar una pedagogía de los valores,
la
educación tiene que asumir el reto que nos plantea el
milenio naciente, pues este será una utopía si no
resolvemos el problema de la formación de valores,
actitudes y
normas que
provoquen un cambio
positivo en el ámbito internacional, ya que la "quiebra" de
valores no es un fenómeno cubano, en la arena mundial esta
crisis se
manifiesta con mucha más fuerza, aunque
son otras las causas que lo originan.

Para este siglo que comenzamos se han propuesto como
estrategias
educativas: (Delors, Jacques; 1996)

  • Aprender a conocer.

  • Aprender a hacer.

  • Aprender a vivir juntos.

  • Aprender a ser.

¿Acaso hay alguno de estos pilares que sea ajeno
a esta necesidad que urge?, no, es evidente que debemos
perfeccionar el proceso de
mejoramiento humano que es la educación, que
debemos perfilar al "hombre del
mañana", al "hombre nuevo"
que pensara el Che.

Nuestra educación tiene un legado
histórico, tiene raíces profundas en la
pedagogía cubana de vanguardia del
siglo XIX, tiene paradigmas de
educadores formadores de valores éticos, morales,
jurídicos, universales, Feliz Varela, José de la
Luz y Caballero, José Martí y
muchísimos otros.

De quienes nos han antecedido hemos aprendido métodos,
estilos de trabajo, hemos
asimilado sus mejores experiencias pedagógicas, pero el
escenario en el cual nos encontramos ubicados es muy diferente al
de las tres primeras décadas del triunfo revolucionario y
nuestra escuela tiene la
misión
de dirigir el proceso formativo de las nuevas generaciones en
estas circunstancias, educándolas en los preceptos de la
sociedad
socialista, como dijera nuestro Martí
en su ideario pedagógico.

"Educar es depositar en cada hombre toda la obra humana
que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del mundo
viviente, hasta el día en que vive: es ponerlo a nivel de
su tiempo, para
que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con
lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para
la vida." (Martí, J, 1961)

En relación con este legado martiano necesario
para desarrollar un proceso de formación de valores
nuestra escuela tiene las siguientes insuficiencias:

  • No enseñamos que los valores son cambiantes,
    y no fijos y esquemáticos.

  • No enseñamos a jerarquizar valores como una
    condición de la preparación para que los
    educandos puedan orientarse valorativamente en su vida
    social.

  • Los métodos educativos no están en
    correspondencia con las características de la sociedad
    actual y las necesidades educativas de las jóvenes
    generaciones.

Es ardua la tarea, pero insoslayable, la escuela tiene
que hacer su parte en la reconceptualización de la
realidad nuestra, del proyecto social
cubano, la base de la educación es político –
ideológica, y debemos formar una ideología tal que nadie piense que
regresamos al capitalismo,
sino que nuestra sociedad será diferente, debemos hacer
evidente el nexo histórico y genético entre los
valores de hoy y los de ayer, hay que enseñar la otra cara
del capitalismo, la que caló tan hondo en el maestro
cuando dijo: "viví en el monstruo y le conozco las
entrañas". (Martí, J, 1992)

Si las escuelas tienen que perfeccionar su proceso
formativo, entonces en los Institutos de Cultura
Física es
preciso profundizar más en este, pues estos centros tienen
como misión la formación de los profesionales del
deporte y la
Recreación, resultando que la labor a
desplegar en estas universidades tiene que ser de excelencia,
pues en primer lugar constituyen un modelo a
imitar como institución educativa y en segundo lugar es
responsable de formar en sus egresados habilidades, capacidades y
modos de actuación profesional en relación con la
dirección del proceso de formación
de valores en los diferentes niveles de enseñanza, en la medida que se desarrollen
estrategias para aproximar cada vez más los egresados al
modelo ideal del pedagogo deportivo, profesores formadores de
valores, es decir estamos dando pasos de avance para transformar
la realidad en la universidad del
deporte.

La carrera de Cultura Física es una disciplina
importante en el proceso formativo de nuestros jóvenes
pues ocupa cinco años de esta etapa de la vida, por otra
parte existe una gran variedad de problemas de
la vida cotidiana, que se resuelven mediante .la esfera de la
actividad deportiva, la recreación y la Cultura
Física para mejorar la calidad de
vida, también juega un papel importante en el desarrollo del
pensamiento
creador. Por la propia experiencia de la profesión,
autor de esta investigación, el que ha venido transitando
por más de cinco cursos académicos, ha podido
determinar que En la SUM de Trinidad existen serios problemas con
respecto a los valores de los estudiantes. Entre otras podemos
enmarcar los siguientes: despreocupación por los
contenidos, bajo porcentaje de asistencia a las clases,
indiferencia ante el cuidado de la instalación donde
estudian, individualismo, formas inadecuadas de relación
con los profesores y compañeros de clase.

Todo ello adjunto a: limitaciones en la
preparación del personal docente
para implicar a los estudiantes en el proceso educativo con una
clara concepción acerca del tema de los distintos
valores.
Diferentes estudios acerca de la formación de
valores se han realizado en nuestro Municipio en las diferentes
ramas de la educación como el de la MSc. Úrsula
Cristina Pomares Ortega y el del Dr. Leonardo Ramón
Marín Llavert ambos estudios se enmarcan dentro en el
proceso de formación de valores en la primaria, pero no
tenemos indicios de ninguno que enmarque a los estudiantes de la
carrera de Cultura Física, en nuestro Municipio, Lo que
nos permitió identificar el siguiente problema
científico
.

  • ¿Cómo fortalecer la responsabilidad,
    en los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Cultura
    física de la SUM de Trinidad para que se correspondan
    con la ética socialista en el contexto
    actual?

Para guiar el curso de la
investigación se formuló el siguiente
objetivo General:

Elaborar una propuesta de actividades para fortalecer la
responsabilidad, en los estudiantes de la carrera
de Licenciatura en Cultura física en la SUM del Municipio
Trinidad para que se correspondan con la ética
socialista en el contexto actual.

Objetivos Específicos:

1. Fundamentar teórica y metodologica una
propuesta de actividades para fortalecer la responsabilidad, en
los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Cultura
física en la SUM del Municipio Trinidad

2. Diagnosticar el comportamiento
de la responsabilidad, en los estudiantes de la carrera de
Licenciatura en Cultura física de la SUM del Municipio
Trinidad.

3. Estructurar una propuesta de actividades encaminadas
a desarrollar la responsabilidad, en los estudiantes de la
carrera de Licenciatura en Cultura física de la SUM del
Municipio Trinidad.

4. Avalar la propuesta según la opinión de
un grupo de
especialistas.

Tareas de la investigación.

  • Revisión bibliográfica

  • Elaboración de los instrumentos que se van a
    aplicar

  • Aplicación de los instrumentos.

  • Análisis de los resultados.

  • Estructuración de la propuesta.

  • Elaboración del informe final.

CAPÍTULO I.

Marco Teórico
Referencial

Después de la Primera y Segunda Guerra
Mundial se profundiza en la concepción de los valores,
renace el neopositivismo, con gran fuerza aparece la escuela de
Viena que afirma que las normas, sentimientos e ideales no son
susceptibles de tratamiento científico por no poder ser
comprobados, son subjetivos, no existen en la
realidad.

En América
Latina en las dos últimas décadas hay un auge
de la filosofía Neo – Kantiana según
la apreciación del Dr. Justo Chávez en su Conferencia
Magistral en el evento Pedagogía 2001 y lo ético se
debate en "ser
o querer ser".

Empiezan a desilusionarse del pragmatismo y
del utilitarismo.

En Cuba, Alfredo
M. Aguayo acude al existencialismo en busca de una posición
moralista, no obstante en su intento puede decirse que la
intención fue buena, pero el camino fue
equivocado.

En la década del 80 al 90 se cae en el nihilismo y el
existencialismo.

El discurso
positivista perdió su valor y los
naturalistas no son de buen ver, porque para ellos los valores se
inoculan, no se enseñan.

Hay una reacción y una posición crítica
ante el neoliberalismo
en Latino América
en materias educativas que inciden en la esfera
mundial.

Las posiciones de Zaida Rodríguez (fallecida),
hace en nuestro país grandes aportes a esta
polémica a la luz del marxismo
– leninismo y de sus ideas se toman como válidos los
siguientes postulados:

  • Reconocer el valor objetivo de los valores morales
    bajo el principio del determinismo aplicado a la
    sociedad.

  • Cada valor es una forma del pensamiento
    científico y valorativo.

  • Existe dialéctica e interrelación
    entre los valores y relación naturaleza
    pensamiento.

La universidad ha sido, desde sus orígenes, la
encargada de formar profesionales y especialistas en diversas
áreas del conocimiento,
y hoy debería ser también la encargada de la
formación de auténticos ciudadanos, responsables y
comprometidos éticamente con la realidad social que les
rodea.

La nueva sociedad ya no demanda el
mismo profesional de antes. La figura profesional ya no
corresponde con la de una persona llena de
conocimientos, que desempeñaba en su trabajo una serie de
funciones y/o
actuaciones profesionales en buena medida cerradas y repetitivas.
Incluirse en un modelo profesional en continuo movimiento,
sin espacio y sin tiempo asegurado, con continuas y aceleradas
incorporaciones de nuevos conocimientos y técnicas
de trabajo, demanda un profesional con la «cabeza bien
organizada», que conozca una disciplina, pero que sepa
aprenderla y de forma autónoma, que sea capaz de
aprehender unos contenidos; pero también de desaprender
los obsoletos y adquirir otros nuevos. La segunda realidad social
que debemos tener en cuenta a la hora de cuestionarnos el sentido
de la formación del siglo XXI, es la que hace referencia a
la formación integral de la
personalidad. Ésta debe incorporar la formación
ciudadana, que no puede ni olvidarse ni dejarse en manos de
subjetivismos radicales. Todo lo que tiene que ver con la
persona: ética, moral, valores
y sentimientos… lo que justifica su existencia, debe ser
objeto y objetivo de
enseñanza y de aprendizaje. El
ciudadano del siglo XXI, quizás más que el de otras
épocas, va a enfrentarse a retos personales cuyas
decisiones de acción
sobre estos influirán en las personas que están a
su lado y en las que no están tan cerca.

Se trata de atender a las dos caras de la misma moneda:
la formación de profesionales que construyan de una forma
autónoma y estratégica su conocimiento, y la
formación de ciudadanos que actúen de forma
responsable, libre y comprometida. En otras palabras, defendemos
la formación de profesionales acordes con el nuevo
paradigma
social, que desarrollen las habilidades y/o capacidades
necesarias para construir el
conocimiento que les sea útil y de la forma más
significativa posible, es decir, personas que sepan qué
decir o hacer respecto a su área de conocimiento y
cómo decirlo o hacerlo en cada momento o situación
concreta. Pero también defendemos la formación de
auténticos ciudadanos que hagan buen uso de su
profesionalidad, o sea, apostamos por expertos del conocimiento
que diseñen y pongan en marcha alternativas laborales
humanizadoras y viables desde un punto de vista
ético.

En el campo de la educación en valores el modelo
de aprendizaje ético, procura producir cambios más
o menos reales o potenciales en los comportamientos de las
personas, derivados de la práctica o el ejercicio, la
reflexión y la observación que permiten la
optimización de la persona en su dimensión
convivencial y en sus niveles de reflexión sociomoral y de
capacidad dialógica. El aprendizaje de
valores, el desarrollo y mejora de los niveles de razonamiento
moral y el aprendizaje de modelos a
través de la imitación o del relato, son cambios en
los comportamientos de las personas que deben y pueden generarse
a través del modelo que proponemos.

Entre las necesidades a las que la universidad debe dar
respuesta están: la adaptación a la sociedad de la
información y de las tecnologías; la
integración al fenómeno de la
globalización y el análisis de su impacto en los diferentes
ámbitos de la ciencia, la
tecnología, la economía y el mundo del trabajo; la
atención a la diversidad de los estudiantes
y la preocupación por alcanzar la excelencia
académica; la rendición de cuentas de los
recursos
públicos recibidos; y el establecimiento de metas,
prioridades e indicadores en
función
de cuyos logros obtener más recursos.

Este cambio puede ser preciso para el objetivo que nos
proponemos desde nuestro particular interés
ético y universitario, que puede y de hecho está
reclamándose como necesario para un nuevo modelo de
docencia
universitaria, más centrado en el que aprende y menos en
el que enseña; más en los resultados del
aprendizaje que en las formas de enseñar, y más en
el dominio de
unas competencias
procedimentales y actitudinales que en las informativas y
conceptuales.

El problema de la formación o la educación
en valores preocupa y ocupa a la comunidad
educativa universitaria en Cuba y en el mundo. La entrada
vertiginosa en un nuevo milenio exige de una mayor eficiencia,
eficacia y
pertinencia de los procesos
formativos en la enseñanza superior, no solo en cuanto a
la elevación del nivel técnico-profesional de sus
egresados, sino también en sus cualidades
morales.

De los valores se viene hablando bastante desde hace
tiempo por parte de diferentes especialistas, con
disímiles puntos de vista y enfoques, lo cual resulta
lógico, pues constituye un tema muy complejo que puede ser
abordado desde diferentes enfoques y desde los diferentes campos
del saber que integran, por ejemplo, las ciencias de la
educación: la psicología, la
pedagogía, la filosofía, la sociología y la historia, entre
otras.

Es necesario conocer qué se está haciendo
en otros centros de educación
superior para beber de las mejores experiencias y resultados
de investigaciones
realizadas.

El intercambio de experiencias y de resultados
investigativos es muy importante, sería poco
científico y hasta peligroso intentar trabajar de manera
aislada. La búsqueda de bibliografía actualizada
sobre el tema en Cuba y en el extranjero es una labor constante
del claustro de profesores, así como propiciar encuentros
e intercambios con especialistas y colegas. Existen experiencias
interesantes en otras universidades cubanas y extranjeras que
deben ser tenidas en cuenta y aplicables con las adecuaciones
correspondientes. Algunos de los resultados más
interesantes son:

  • La necesidad de enfocar el proceso docente-educativo
    con una visión ética, comunicativa,
    holística e interdisciplinaria.

  • Problematizar los contenidos de la enseñanza
    con situaciones conflictivas que revelen las contradicciones
    reales de la sociedad actual y el papel de los valores en su
    dilucidación.

  • El alumno como sujeto del aprendizaje
    que logre vivenciar los contenidos de la enseñanza
    (unidad de lo intelectual y lo emocional), a través de
    un diálogo cotidiano entre el profesor y el alumno y
    de ellos entre sí, así como que se estimule su
    autoperfeccionamiento y su educación.

  • Necesidad de una capacitación
    específica a los profesores universitarios para la
    formación de valores en los jóvenes, a partir
    de la introducción en su práctica de
    estrategias tales como la orientación profesional, el
    aprendizaje grupal y el empleo de métodos
    participativos, así como el desarrollo de la
    competencia comunicativa de los docentes, y la
    redimensión de su rol.

  • Los valores no se pueden imponer,
    inculcar ni adoctrinar, los alumnos deben asumirlos y
    hacerlos suyos por su propia construcción
    determinación.

  • En el profesor universitario debe
    provocarse la autorreflexión y autoevaluación
    sobre la competencia de su labor en la formación de
    valores.

  • La ejemplaridad del claustro de
    profesores y del funcionamiento de la universidad.

  • Se destacan los valores
    responsabilidad, fidelidad, solidaridad, autenticidad,
    patriotismo, laboriosidad y otros.

  • Enfatizar en la clase como vía fundamental
    para la educación de los valores, junto con las
    demás actividades.

  • Vincular de manera coherente los paradigmas
    cualitativos y cuantitativos de
    investigación.

La responsabilidad sobre la educación de la gente
en una sociedad, en un país o en un municipio recae sobre
el conjunto social, y esta responsabilidad debería ser
asumida de manera explícita y consciente a fin de
garantizar un mejor estar para niños,
jóvenes y adultos, cuyo bienestar y desarrollo
humano están íntimamente ligados a su
posibilidad de educación permanente. Esto es lo que hace
que la educación sea, por excelencia, un asunto que debe
ventilarse en el ámbito de lo público.

Los grandes núcleos de comprensión del
fenómeno educativo como responsabilidad
social pueden ser los siguientes:

  • La responsabilidad social colectiva y el sentido de
    lo público en la educación.

  • El papel del Estado en el desarrollo del horizonte
    educativo.

  • La labor de los educadores y la diferencia entre la
    acción sindical y la acción gremial. El papel
    del maestro como intelectual.

  • La función de la sociedad civil organizada en
    el desarrollo educativo.

  • El influjo de los medios de comunicación e
    información.

  • Los jóvenes y las jóvenes como
    protagonistas de los procesos educativos y
    sociales.

La educación en valores en la Universidad
está dirigida hacia el desarrollo de la cultura
profesional. Los nuevos fenómenos y procesos que la
sociedad contemporánea engendra, las interrogantes,
expectativas e incertidumbres sobre el futuro de la humanidad,
hacen del análisis y la reflexión un imperativo
para definir desde una perspectiva estratégica y
coyuntural el desarrollo social
de cada nación.
Ello reclama y exige de una cultura integral en la
formación profesional de las futuras generaciones. Es por
ello, que entre los temas más trascendentes que hoy se
analizan en la Educación Superior en el mundo, está
el vínculo universidad-sociedad-desarrollo,
además, juega un papel importantísimo el desarrollo
de una educación en valores.

Con la creación de las Sedes municipales
en cada municipio, han aparecido disímiles situaciones
problémicas en el proceso docente educativo, como ejemplo
de una de ellas, tenemos: la educación en valores; estas
situaciones precisan de soluciones a
corto plazo, necesitando del trabajo objetivo y concreto a
realizar por parte de investigadores y pedagogos que directa e
indirectamente, trabajan con estudiantes y profesores de las
carreras humanísticas ofertadas por la
Universidad.

Los valores y sus
características.

El estudio sobre el comportamiento
humano ha sido y es interés de diferentes ciencias: la
filosofía, la psicología, la sociología y la
pedagogía, las que desde sus diferentes objetos de
estudios enfocan su campo de acción. Así los
debates pueden ser desde los distintos puntos de vista. No
obstante, el objetivo común está en la
comprensión e interpretación del porqué de las
actuaciones de los individuos, para lograr orientar el
comportamiento de las personas hacia las tendencias más
progresistas y desenajenantes de la humanidad, su crecimiento
espiritual y material, todo ello dentro de los requerimientos que
impone la sociedad, de ahí que, en el centro de su
análisis se hallen los conflictos
entre el ser y el deber ser, y derivado de ello, entre el hacer y
el saber hacer.

Algunos afirman que vivimos en una sociedad sin valores;
otros que han aparecido nuevos valores asociados al nuevo
paradigma socioeconómico y cultural; también hay
quien dice que el problema está en la existencia de
multivariedad de valores, lo que produce confusión y
desorientación en la actuación y valoración
de los seres humanos. Quizás esté ocurriendo todo
ello, valdría la pena abordar el asunto teniendo en cuenta
que en todas las sociedades y
en las diferentes épocas, el hombre como
guía ha tenido que enfrentar sus propios retos de
desarrollo, ¿por qué no podría hacerse ante
el acelerado desarrollo científico-tecnológico y la
globalización del mundo actual?

Al analizar los valores hay que entender los mismos como
parte constitutiva de la propia realidad social, una
relación de significación entre los distintos
procesos o acontecimientos de la vida social y las necesidades e
intereses de la sociedad en su conjunto. Cada objeto,
fenómeno, suceso, tendencia, conducta, idea o
concepción, cada resultado de la actividad humana
desempeña una función en la sociedad, favorece u
obstaculiza el desarrollo progresivo de esta y adquiere una
significación social. Es por ello, que los valores no
pueden formarse sin tener en cuenta la realidad concreta que vive
el sujeto. Cuando el hombre modifica la realidad se transforma a
sí mismo, por tanto, cambia su sistema de
valores.

Estos (valores) no existen como abstracciones fuera del
individuo
quien en su condición de sujeto es, portador de su
configuración subjetiva en la personalidad y
conductor intencional de su expresión. Al formar parte de
la subjetividad humana, aparecen como formaciones complejas de la
personalidad desde el nacimiento del individuo, el desarrollo
evolutivo con el que va formándose la concepción
del mundo en él, hasta su muerte. De
aquí se deriva su componente emocional, que los define
como motivos de la expresión individual.

Es impreciso y absurdo hablar de una pedagogía de
los valores como algo independiente, dado que el valor es parte
del contenido y éste es uno de los componentes de la
didáctica, pero sí es necesario
comprender las particularidades de la formación y el
desarrollo de los valores y sus relaciones en el proceso
docente-educativo.

Son tres las condiciones para la educación en
valores:

Primera: conocer al estudiante en cuanto a:
determinantes internas de la personalidad (intereses, valores,
concepción del mundo, motivación, etc.); actitudes y proyecto de
vida (lo que piensa, lo que desea, lo que dice y lo que
hace).

Segunda: conocer el entorno ambiental para
determinar el contexto de actuación (posibilidades de
hacer).

Tercera: definir un modelo ideal de
educación.

Incidencias de la educación en
valores:

  • Desarrolla la capacidad valorativa en el individuo y
    permite reflejar adecuadamente el sistema
    objetivo.

  • Desarrolla la capacidad transformadora y
    participativa con significación positiva hacia la
    sociedad.

  • Desarrolla la espiritualidad y la personalidad hacia
    la integralidad y el perfeccionamiento humano.

  • Transforma lo oficialmente instituido a
    través de las normas morales, los sistemas educativos,
    el derecho, la política y la
    ideología.

La formación de valores constituye un problema
pedagógico complejo solamente comprensible a partir de un
análisis psicológico de la naturaleza del
valor en su función reguladora de la actuación
humana. En su conceptualización sicológica el valor
debe ser analizado teniendo en cuenta su naturaleza
objetiva-subjetiva. La comprensión de la naturaleza
objetiva-subjetiva del valor es fundamental para su
educación.

Se puede considerar como valor el grado de
importancia, significación o sentido que adquieren los
objetos, las acciones, las
situaciones o posiciones abstractos o materiales, en
la medida en que responden a las necesidades de la especie y del
ser humano en un determinado momento, y la lucha por ello, al
ubicar y jerarquizar los bienes
materiales y espirituales en orden de importancia. Se habla de lo
que vale un objeto para satisfacer una necesidad y por otro lado,
se manifiesta la dependencia de constituir la meta de la
vida.

Analizar los valores es también apreciar en alto
grado los elementos de nuestra cultura, las relaciones
humanas, a las personas, determinados sistemas
políticos, morales, que afectan la persona, el hogar,
nuestra escuela y la sociedad en general. Por ello, debemos
desarrollar valores en los estudiantes que les sirvan para el
desempeño de su profesión futura.
Estos valores guardan estrecha relación con los valores
profesionales.

Los valores profesionales son entendidos como aquellas
cualidades de la personalidad profesional que expresan
significaciones sociales de redimensionamiento humano y que se
manifiestan relacionadas al quehacer profesional y modos de
actuación. Los valores profesionales no son más que
los valores
humanos contextualizados y dirigidos hacia la
profesión. Sus significados se relacionan con los
requerimientos universales y particulares a la profesión.
Los valores profesionales constituyen a su vez rasgos de la
personalidad profesional y contribuyen a definir una
concepción y sentido integral de la
profesión.

Jerarquizar el valor es la forma en que el individuo
interactúa con las diferentes esferas de la vida: escuela,
familia,
comunidad trabajo, ambiente
físico ambiente sociocultural y otros.

Características del valor:

Todo valor se caracteriza por ser:

  • Histórico: el grado de significación y
    la existencia de algunos valores están ubicados dentro
    de una época determinada y en un grupo considerable de
    seres humanos. Cada época histórica, de acuerdo
    con sus necesidades, hace énfasis en determinados
    valores.

La humanidad siente hoy como nunca que peligran los
valores referentes a lo humano. La sensibilidad ante la violencia
induce a reflexionar sobre la significación de la vida
humana, como supremo valor, fuente y parámetro para los
demás valores.

  • Real: el valor reside en algo objetivo; no
    imaginario ni únicamente subjetivo o
    afectivo.

  • Bipolar: todo valor se ubica dentro de dos polos
    opuestos, buenos, malos; positivos, negativos; superior,
    inferior.

  • Jerárquico: los valores son clasificados de
    acuerdo con una escala de significación o
    importancia.

  • Bueno: los valores significan siempre lo mejor para
    quien los adopta.

  • Patrón de conducta: se convierte en
    propósito de quien lo construye o adopta e induce a
    actuar en función de él.

De acuerdo con el contenido del objeto, los valores se
pueden clasificar en:

La formación de valores constituye hoy un proceso
básico para la elevación de la calidad
educacional, aspecto a tratar en el siguiente
epígrafe.

La educación en valores.

En relación con los valores y la
educación, es necesario considerar dos conceptos: el valor
de la educación y la educación en
valores.

Vale decir que los pedagogos deben estar preparados para
lograr este tipo de aprendizaje. No basta con su grado de
profesionalidad, o con absolutizar el valor de su ejemplo
personal, ni la fuerza que emana de ser modelo para los alumnos.
Aunque esto es importante no puede reducirse a eso nada
más, es imprescindible reflexionar acerca de la
pertinencia de incorporar en la impartición de cada
disciplina una fuerte carga axiológica.

Según, Esther Báxter (2000) para educar en
valores hay que tener presente el cómo y el cuándo:
el cómo por lo general tiene éxito
cuando ese cómo, es variado, diferenciado, y con
exigencias para cada alumno en correspondencia con el nivel de
desarrollo alcanzado. Al plantearnos cómo y cuándo
educar en valores, encontramos que se presentan problemas
diversos que hay que conocer y saber enfrentar adecuadamente.
Así tenemos que acciones impositivas y autoritarias
provocan tarde o temprano reacciones naturales de rechazo,
sumisión o dependencia en los estudiantes. De igual forma
el método de
aconsejar, pero sin congruencia entre lo que se predica y lo que
se vive, sin tomar en consideración la experiencia
personal del estudiante, provoca confusiones, que más
tarde se traducen en serios conflictos de valor. Lo
significativo, la orientación valorativa, no se descubre,
ni se asimila mediante máximas y sermones; sino por
congruencia de vida y de interacción y acción
responsable.

Ser responsable ,significa: sentir
amor hacia el
estudio y el trabajo,
autodisciplinarse desde el punto de vista laboral y social;
sentir respeto por las
demás personas; cumplir con los deberes sociales;
participar de forma entusiasta y optimista en cualquier actividad
orientada; enfrentar con objetividad y optimismo las dificultades
que tenemos.

(Modos de actuación asociados al valor
responsabilidad)

  • Desarrollar con disciplina, conciencia, eficiencia
    calidad y rigor las tareas asignadas.

  • Asumir la crítica y la autocrítica
    como poderoso instrumento de autorregulación
    moral.

  • Propiciar un clima de compromiso,
    consagración y nivel de respuesta a las tareas
    asignadas.

  • Conocer y respetar la legalidad socialista y las
    normas administrativas establecidas.

  • Promover un modo de participación
    democrática, donde los individuos se sientan
    implicados en los destinos de la familia, la comunidad, su
    colectivo estudiantil, laboral y el país.

  • Respetar, defender y fomentar la propiedad social
    sobre los medios de producción.

  • Cuidar el medio ambiente.

José Martí: Obras Completas. T 22,
Fragmento, p 327.

Responsabilidad: Cualidad de la personalidad que
implica libertad para
decidir y actuar asumiendo las consecuencias que se deriven de
las acciones. Es la actuación consciente y oportuna del
cumplimiento cabal del deber contraído, y que brinda
satisfacción su cumplimiento. Es compromiso y
obligación.

  • Deber

  • Organización

  • Respeto

  • Disciplina

  • Sentido de pertenencia

  • Crítica

  • Colectivismo

  • Optimismo

  • Amor a la profesión

  • Libertad

  • Justicia

  • Honradez

  • Sinceridad

Principios:

  • Ser exigente consigo mismo y con los demás, a
    través del ejemplo.

  • Rechazar la pasividad, desarrollando la
    participación y el diálogo.

  • Combatir lo mal hecho, el pesimismo y la indolencia,
    promoviendo el optimismo en las soluciones.

  • Desarrollar el colectivismo en el cumplimiento de
    las tareas combinando la responsabilidad
    individual.

  • Poseer sensibilidad humana para percibir en la
    comunicación con los compañeros sus intereses,
    necesidades y sentimientos.

  • Desarrollar la entrega, la consagración y el
    amor a la profesión en el desempeño
    profesional.

Martí, refiriéndose a la responsabilidad,
dice:

"La medida de la responsabilidad está en
lo extenso de la educación: y cuando se sea responsable de
todo, todavía no se es responsable de haber nacido hombre,
y de obrar conforme a lo que aún existe de fiero y de
terrible en nuestra naturaleza ". (¨ Escenas mexicanas ¨,
Revista Universal, México, 10
de julio de 1875)

La responsabilidad por su contenido y
manifestación concreta es considerada un valor moral. Esta
jerarquización está avalada por insuficiencias que
se han observado en el accionar diario de los sujetos al cumplir
sus deberes fundamentales tanto en el estudio como en su
comportamiento cotidiano.

Toda sociedad, incluida la cubana, en su
concepción educativa promueve el ideal de hombre que se
aspira lograr en lo moral y en correspondencia con ello defiende
la interiorización de determinados valores
morales. En esta dirección se acepta la
definición de valor moral dada por la doctora Nancy
Chacón Arteaga, en la que refiere que "… el valor
moral expresa la significación social positiva, buena, en
contraposición al mal, de un fenómeno, (hecho, acto
de conducta), en forma de principios,
normas o representación del bien, lo justo, el deber…
con un carácter valorativo y normativo a nivel de
la conciencia, que
regula y orienta la actitud de los
individuos hacia la reafirmaron del progreso moral, el
crecimiento del humanismo y el
perfeccionamiento humano".
(Chacón N,
1999:1).

Necesariamente la vida humana se ordena en algunas
direcciones, en las que se determinan la cultura, tradiciones y
valores propios de la sociedad y del grupo al cual se pertenece,
también implican una elección por la que el sujeto
decide lo que quiere hacer dependiendo de lo que descubre como
valiosos para él, expresa la significación positiva
del valor al reconocerlo como bien y por eso prefiere en la
mayoría de los casos elegir los beneficios en
contraposición al mal.

La capacidad de dirección, orientación y
elección entre el bien y el mal se educan, donde al mismo
tiempo se propicia el acercamiento entre los puntos de contacto
que existen entre el ser y el deber ser lo que para un docente es
de vital importancia.

En este orden, Gerardo Ramos Serpa afirma que… "el
deber ser moral induce al hombre a actuar según cierta
representación hacia un determinado ideal, que marca el camino a
la elección de éste al ser efectivo y con ello a la
práctica social. El deber ser opera así como una
especie de negación dialéctica del ser, pues a la
vez que se asienta en él, rechaza los rasgos y
comportamientos no adecuados y orienta la superación de la
conducta hacia nuevos y más perfeccionados niveles de la
misma." (Ramos G, 1996:181). Al coincidir con esta
reflexión se valora por la autora que el ser es la
manifestación real de la conducta actuante del individuo,
mientras que el deber ser actúa como un modelo, proyecto o
ideal al cual se aspira. El correcto deber ser moral no
constituye un simple deseo sino que posee un fundamento objetivo
que se corresponde con las exigencias del mejoramiento de la
existencia del hombre.

La correlación entre el ser y el deber ser en el
contexto de la actividad educativa formadora de personalidades
adecuadas permite regular su conducta y delimitar el
carácter moral de ésta de acuerdo con las
exigencias de la sociedad. Aquí la ejemplaridad debe
garantizar el acercamiento que se exige entre el ser y deber ser
al manifestar los determinados valores.

Para contribuir a educar este valor entre otros,
es recomendable atender los requisitos pedagógicos
siguientes:

  • No se debe pretender formar todos al unísono,
    es necesario priorizar aquellos que se desean formar y
    dirigir los esfuerzos en esa dirección.

  • Puede seleccionarse el sistema de valores que se
    considere necesario y prestar atención a partir de los
    diagnósticos sociopolítico, grupal e
    individual.

  • Los valores priorizados deben ser ordenados de
    acuerdo al sistema de relaciones internas.

  • Es imprescindible mostrar la significación
    social que tiene el valor porque sin esa condición es
    difícil consolidarlo.

  • Es necesario determinar cuáles son las normas
    de conducta que se desea que los estudiantes
    posean.

  • Se debe analizar qué contenidos reflejan de
    manera adecuada la significación social de los valores
    que junto a las normas de conducta pueden inducir al
    estudiante a comportamientos adecuados.

El valor priorizado a los efectos de este estudio, es la
responsabilidad, pues a criterio de la autora de esta
tesis debe
presidir la actividad humana, ya que debe estar presente en toda
persona y profesión no obstante, de lo que trata es de
fortalecer la conducta y el comportamiento ciudadano en los
estudiantes.

Se considera en primer lugar, la responsabilidad, por
ser ésta una condición indispensable para el resto
de los valores, si el individuo no ha entendido el papel de
este valor, no está en condiciones de ser honrado,
honesto, solidario, y patriota
. Lograr que los estudiantes
asuman una actitud positiva ante el este valor implica educar en
ellos el respeto y la conciencia de la significación
social de todo tipo de actividad, a la vez que se contribuye a
formar cualidades elementales como la disciplina y la eficiencia
ante las tareas encargadas.

De igual modo, se fortalece la responsabilidad personal
y colectiva debido a la intensa actividad social que realiza y
por la necesidad de su competencia y
capacidad para dar cumplimiento a los objetivos
formativos, integradores e interdisciplinarios que exige el
currículum.

Al lograr la estructura de
cada valor es necesario compararlos para determinar las
relaciones que existen entre ellos y con otros valores,
así como la posible jerarquización o dependencia
que se puede establecer. Aunque se ha realizado la jerarquizaron
de los valores, estos se conciben interactuando; por ejemplo, un
individuo responsable puede ser a la vez honrado, honesto,
patriota, internacionalista, laborioso y antimperialista. Cada
valor conserva su independencia,
contenido y forma de manifestación en la conducta, pero no
se dan fraccionados sino en su integralidad tal como es la
personalidad que los configura y desarrolla. Guardan una
relación entre sí y con otros aspectos de la
personalidad, entre ellos, los sentimientos, las actitudes, las
cualidades y las motivaciones personales, o sea, cualquier
valor posee la capacidad de ser movilizador de los restantes
valores.

En la obra que en esta investigación se presenta
se ha previsto que el valor responsabilidad manifiesta la
significación social positiva que posee para el sujeto
elegir los mejores medios
posibles para su realización personal, el modo de actuar
con libertad, sentido del deber, decisión,
obligación, disciplina y compromiso en el cumplimiento de
las tareas y por sus resultados individuales y colectivos, por lo
que contribuye a la regulación de su conducta.

Responsabilidad colectiva: es la posibilidad de
influir en las decisiones de la colectividad y al mismo tiempo
responder y apoyar las decisiones en los grupos
sociales en que estamos incluidos.

Responsabilidad individual: es la posibilidad que
tiene una persona de aceptar las consecuencias de sus actos
conscientemente.

Cumplimiento: consiste en hacer de la mejor
manera posible las tareas con calidad.

Consecuencia de sus actos: se expresa en saber
responder por las actuaciones, aceptar la responsabilidad que se
derive de sus actos, con firmeza de principios y
autocrítica, refrendar con acciones lo que se dice y saber
respaldar sus posiciones con la ejemplaridad de su
actuación como individuo.

Un individuo responsable:

Debe ser:

  • Capaz de elegir una actuación
    racional

  • Capaz de elegir los mejores medios posibles para su
    autorrealización personal.

  • Capaz de tomar decisiones y autodirigirse a la luz
    de los valores sociales.

  • Capaz de perseverar ante las
    dificultades.

  • Crítico y autocrítico.

Debe demostrar:

  • El uso adecuado de la libertad, del sentido del
    deber.

  • Compromiso en el cumplimiento de las principales
    actividades y por sus resultados. (Tareas escolares, labores,
    familiares y sociales.)

  • Normas de disciplina y de comportamiento individual
    y colectivo.

  • Obligación e independencia.

Debe tener:

  • Comprensión cabal de los objetos de
    decisión, adquiriendo la información necesaria,
    investigando y superándose.

  • Voluntad para cumplir las metas con
    abnegación y sacrificio.

Debe rechazar:

  • La indiferencia ante las decisiones
    colectivas.

  • La evasión de las consecuencias de sus
    actos.

  • La negligencia en el cumplimiento de sus
    deberes.

  • Las actitudes de ordeno y mando a
    capricho.

  • La inconsecuencia entre palabras y
    acciones.

Estos modelos no pueden ser impuestos, es
necesario elaborarlos conjuntamente con los alumnos propiciando
su conocimiento e interiorización.

El contenido de los modelos aquí esbozados no es
rígido sino flexible. Atendiendo a las condiciones
específicas del contexto y de los grupos a los que
se apliquen se pueden introducir cambios en los mismos
enriquecerlos o simplificarlos.

Entre las vías fundamentales que permiten la
educación del valor trabajado en las instituciones
de nivel superior se encuentran:

  • Conferencias

  • Clases Practicas

  • Actividades Científicas
    Estudiantiles.

  • Preparación
    Patriótico-Militar-Internacionalista.

  • Actividades de las Organizaciones Políticas,
    de Masas y estudiantiles.

  • Espacios de debate

  • Trabajos Metodológicos de las asignaturas,
    las carreras, los colectivos de asignaturas y
    departamentales.

  • Extensión Universitaria.

Para garantizar el éxito de estas actividades se
impone como requisito fundamental la preparación que cada
maestro debe poseer al respecto.

La actividad deportiva como instrumentos y agente
en la formación de valores en la universidad.Pocos
son los que dudan del carácter formativo del deporte. Sin
embargo, esa afirmación no se traslada a hechos concretos
en los planes de estudios universitarios ni en la presencia de
grandes equipos de investigación vinculados con el
deporte, en la carrera de Cultura Física se presentan
algunos de los ejes fundamentales de la situación del
deporte en cuanto a la formación de valores.

El deporte como instrumento de transmisión de
valores: por un modelo de cohesión social y de
tolerancia
.

Si la Cultura es el espacio de dignidad,
crecimiento y convivencia creado por los seres humanos y abarca
el marco simbólico donde pueden manifestarse todas las
culturas de un país, el deporte toma partido en el hecho
cultural como el gran espacio de convivencia entre hombres y
mujeres de distintos territorios, tradiciones y socialización, en el que el principal valor
que debe imperar desde la responsabilidad de las instituciones
públicas es el de la tolerancia y el
respeto al otro. Además, es el deporte de base -entendido
éste como el espacio del hecho deportivo que se desarrolla
en las edades propias de la enseñanza escolar, de la
secundaria, universitaria y por las competiciones adultas
aficionadas, sin ánimo de lucro- donde esta exigencia de
transmisión y respeto de valores propios de la convivencia
en sociedad se me antojan obligados para las administraciones y
obligatorio para quien se autodenomine
«deportista».

Los valores en el
deporte.

El deporte ha sido considerado
tradicionalmente un medio apropiado para conseguir valores de
desarrollo
personal y social; afán de superación,
integración, respeto a la persona, tolerancia,
acatación de reglas, perseverancia, trabajo en
equipo, superación de los límites,
autodisciplina, responsabilidad, cooperación, honestidad,
lealtad, etc. son cualidades deseables por todos y que se pueden
conseguir a través del deporte y de la orientación
que los profesores, entrenadores y familia le den, siempre con el
apoyo de todos los agentes implicados en él, de forma que
estos valores se desarrollen y perduren en la persona y le ayuden
a un completo desarrollo físico, intelectual y social y
por añadidura a una mejor integración en la
sociedad en que vivimos.

El valor del deporte en la
educación integral del ser humano
.

Aunque cada día son más numerosos los
investigadores y expertos que abogan por la práctica
deportiva como capaz de aportar al ser humano importantes
beneficios físicos, psicológicos y sociales, su
capacidad para la educación integral de la persona,
también se oyen voces que
resaltan el mal funcionamiento que el deporte viene arrastrando
en los últimos tiempos. Por otro lado, a pesar de
atribuírsele al deporte tantos beneficios, son pocas las
personas que mantienen un estilo de vida
activo y perdurable a lo largo de la vida adulta.

Capitulo II

Muestra y
metodología

2.1. METODOLOGÍA:

Se procedió al diagnóstico inicial con el empleo de
métodos y técnicas, para conocer el nivel real de
los sujetos:

I. Empleando el método de observación se
constató el nivel de educación del valor
responsabilidad en los estudiantes.

II. Se aplicó una encuesta a los
estudiantes a fin de profundizar en las distintas áreas y
su estado real
respecto a ellos, especialmente indagando sobre la
responsabilidad.

Partes: 1, 2, 3
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