Otros contaminantes son de liberación no intencionada:
dioxinas y furanos
Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos
Persistentes
Se verifica un fenómeno en el discurrir
del desarrollo de
la civilización que ha pesar de tener cotidiana, asidua
participación en el funcionamiento biológico del
hombre
afectándolo, la atención que se le presta no se compagina
con la importancia del hecho.
Es importante conocer la trascendencia que puede
tener sobre la salud humana y el ambiente, el
uso de ciertos plaguicidas. La inquietud surge cuando se
descubren trazas de insecticidas órganos clorados y otros
productos
químicos en el organismo de los seres vivientes de
regiones muy distantes de donde dichos compuestos fueron
utilizados o producidos.
Estos productos fueron bautizados con el nombre
de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), conocidos
internacionalmente por su acrónimo inglés
POPs (Persistent Organic Pollutants). Para explicar la presencia
de estos compuestos en lugares donde jamás han sido
utilizados, se propuso en la década de los setenta, que
los COPs podían migrar a grandes distancias a
través de la atmósfera tanto en la
forma de vapor como adheridos a partículas de aerosoles y
condensar a temperaturas frías (Rappe, 1974).
La política a seguir
frente a la realidad que constituyen los Contaminantes
Orgánicos Persistentes (COPs), fue definida en el llamado
Convenio de Estocolmo, realizado en Suecia en mayo del 2001, y
del cual 137 países fueron signatarios. Durante este
evento se planteo un enfoque precautorio ante la naturaleza de
estos productos y frente a la significación de lo plasmado
en el Principio 15 de la "Declaración de Río",
durante la Conferencia de
las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo en el 1992.
El Principio 15 reza así: "Con el fin de
proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar
ampliamente el criterio de precaución conforme a sus
capacidades. Cuando haya peligro de daño
grave o irreversible, la falta de certeza científica
absoluta no deberá utilizarse como razón para
postergar la adopción
de medidas eficaces en función de
los costos para
impedir la degradación del medio ambiente".
Los contaminantes orgánicos persistentes
son productos químicos con propiedades tóxicas y
que diferente a otros contaminantes, son resistentes a la
degradación química,
biológica, y fotolítica; son bioacumulables y
además semivolátiles, lo que permite que sean
transportados a largas distancias por el agua,
aire y especies
migratorias, lo cual los hace particularmente perniciosos para la
salud humana y el medio ambiente. En pocas palabras estos
productos permanecen activos en la
naturaleza por largos años. Por ejemplo, se sabe que el
DDT puede durar 60 años activo, esto porque su uso
principió en los años 50. Cada año que pasa
se sigue contando.
Los efectos de los COPs sobre el hombre, la
flora y la fauna silvestre,
se hallan perfectamente establecidos y documentados. Se les
confiere capacidad de alterar funciones
biológicas normales aún en concentraciones
extraordinariamente bajas, incluyendo la actividad natural de las
hormonas y
otros mensajeros químicos y disparar una serie de efectos
potencialmente dañinos. Recurrentemente se les asocia al
aumento de tumores ginecológicos y de los genitales
masculinos y a la disminución de la cantidad y la calidad del
esperma humano.
Entre los problemas que
pueden ocasionar, se pueden mencionar:
Cánceres y tumores en múltiples
sitios.Deterioro neuronal incluyendo desordenes de
aprendizaje, menor rendimiento y cambios de temperamento.Alteraciones del sistema
inmunológico.Desórdenes reproductivos y
sexuales.Reducción del período de
lactancia en madres que amamantan.Enfermedades tales como endometriosis
(desorden ginecológico, crónico y doloroso en
el que los tejidos uterinos crecen fuera del útero), y
aumento de la incidencia de la diabetes, entre otras.
Entre los COPs identificados y que son fabricados
por el hombre se encuentran algunos pesticidas como el DDT, los
organoclorados, el hexaclobenceno (HCB), el lindano
(hexaclorohexano) y el endosulfan; compuestos de uso industrial:
bifenilos poli clorados, PCBs y los esteres bifenilicos
polibromados, PBDEs.
Otros contaminantes son
de liberación no intencionada: dioxinas y furanos
Las dioxinas son sustancias generadas no
intencionalmente como consecuencia de: combustión incompleta, fabricación
de productos químicos, reciclado de metales, blanqueo
de pulpa de papel, combustión de carbón vegetal,
quema de residuos a cielo abierto, etc. Los furanos son
sustancias producidas no intencionalmente en los procesos que
generan dioxinas; se encuentra también en las mezclas
comerciales de los PCBs.
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